Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Reseña
Autora: María Luisa Candau Chacón
N.º de páginas: 22
La autora del texto, como bien se indica arriba es María Luisa Candau Chacón, catedrática en
Historia Moderna y profesora del Departamento de Historia, Geografía y Antropología de la
Facultad de Humanidades de la Universidad de Huelva. Coordinó el proyecto «La vida
emocional de las mujeres: experiencias del mundo, formas de la sensibilidad. Europa y
América (2016 a 2020), el cual cuenta con financiamiento del Gobierno de España y
participan las siguientes instituciones: Universidad de Huelva, Universidad de Oviedo,
Universidad pablo Olavide, Universidad de Temuco, La frontera (chile), Instituto de Historia
Pontificia y Universidad católica de Chile.
El texto comienza sobre algunas precisiones sobre lo que viene siendo la palabra miseria, la
cual podía ser utilizada en diferentes acepciones para referirse al tema que nos concierne: las
prostitutas de aquella época. Estas se podían caracterizar por miseria en forma de exclusión
social, desigualdad económica y en referencia a la moralidad. Existen dos periodos de
persecución a la prostitución: finales del siglo XVII y mediados del siglo XVIII. El primer
periodo es debido al aumento de pobreza y las consecuentes migraciones de hombres, que
daban pie al abandono de las esposas. Durante el siglo XVIII podemos atender a cuestiones
económicas, que forzaban a las mujeres de la calle a realizar estos trabajos. La autora atiende
a un hecho que le parece importante para ayudarnos a entender y contextualizar el tema a
tratar: la lexicología de la época utilizada hacia las prostitutas, con un tono negativo,
incidiendo también en su olor y su charlatanería. En este mundo de la prostitución también es
destacable la figura de la alcahueta, quien realizaba el papel de juntar al hombre y la mujer
para el negocio, y que sería ampliamente perseguida en el siglo XVIII. Otro hecho
destacable es el de la aparición de lo que podemos llamar un negocio “familiar”, al ser
llevado a cabo por personas unidas por lazos de sangre como madres e hijas o hermanas. En
resumen, en el texto se habla de un mundo desdichado, rechazado socialmente, perseguido y
con tendencia a la formación de grupos o reuniones para defenderse frente a las adversidades.
En definitiva, nos encontramos frente a un texto que nos refleja una parte más de la sociedad
moderna, una parte que no ha sido un objeto de estudio realmente para los historiadores, pero
que la autora saca a la luz con gran brillantez, mediante un estudio del trato hacia estas
personas, las relaciones sociales que pudieran tener en el ámbito en el que se encuentran y su
realidad ante un mundo que las detesta y trata como simples pecadoras, sin ser conscientes
estos mismos que perpetúan este mismo oficio debido al status social que se le da a las
mujeres. En mi opinión, es un texto de gran valor histórico, social y judicial.