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` no ser que el juez estime lo contrario y pasaría el otro a ser suplente (art.

63).

Administradores adjuntos. Se nombra en el testamento o acto entre vivos en el cual


se instituyó, legó o donó bienes que no se le deba a título de legítima a un menor
sometido a patria potestad, para que aquel se encargue del manejo de tales bienes
(art. 65).

Designaciones múltiples. El testador o donante podrá designar máximo 3


guardadores suplantes. Cuando no se designe su rol, se entenderá que el primero es
el principal y los demás los suplentes según el orden de mención (art. 66).

Cuando el testador designe guardador distinto para varios pupilos y estos tengan un
patrimonio que se encuentra indiviso, la administración del patrimonio la hará quien
se designe para ello. Si no se dijo quien lo haría, le corresponderá al primero
mencionado y los demás serán suplentes en el orden de mención. Una vez se divida
el patrimonio cada guardador entra a ejercer su cargo de administración de manera
independiente. No obstante, el cuidado de la persona de cada pupilo corresponde al
respectivo curador, aún durante la indivisión del patrimonio (art. 66) (esto no aplicaba
en el caso de los consejeros, porque no tenían el cuidado de la persona).

Designaciones modalizadas. Las guardas testamentarias admiten condición o


plazo, suspensivo o resolutorio. Si el testador no designó sustituto para después del
plazo o la condición, ejerce el cargo el suplente y en su defecto se designa guardador
legítimo o dativo (art. 67).

3.2 Guardas legítimas (art. 68). Se presenta cuando no hay o expira la testamentaria, y
son llamados a ejercerla:

1) El cónyuge, no divorciado ni separado de cuerpos o de bienes, y el compañero o


compañera permanente. Para este caso, la unión marital de hecho no requiere que
esté declarada judicialmente, pero se tiene que probar.

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2) Los consanguíneos son guardas legítimos únicamente para el que tiene
discapacidad mental absoluta (impúber), prefiriendo los próximos a los lejanos y
los ascendientes a los descendientes.

Cuando existan varias personas en el mismo orden de prelación el juez seleccionará


la más apropiada después de oídos los parientes; al igual cuando quiera separarse
de este orden. Cuando un guardador legítimo termine su encargo, se debe
reemplazar por otro guardador legítimo.

3.3 Guardas dativas (art. 69). Se presentan cuando no hay guardador testamentario ni
legítimo. Recae sobre las personas que han cuidado al menor, u otro miembro del
grupo generado por solidaridad familiar, incluyendo a los parientes afines que estén
calificados para el ejercicio de la guarda. El Juez designará el guardador principal y
los suplentes, conforme a las reglas de designación de auxiliares de la justicia, y
oyendo a los parientes del pupilo si es del caso.

Los curadores especiales siempre son dativos (ver art. 61).

3.4 Selección de fiduciarias (art. 70). La designa el juez si no lo hizo el testador. Cuando
el patrimonio exceda los 1000 s.m.l.m.v. o el juez lo considere pertinente, por la
complejidad de los negocios, se selecciona por medio de licitación pública efectuada
por parte del ICBF (ver art. 57).

4. Incapacidades y Excusas para ejercer la guarda

Los cargos de curador y administrador persona natural son obligatorios (art. 71). Por lo
tanto, quien no asuma el cargo con justa causa será sancionado hasta con 20 s.m.l.m.v.;
además, si se trata de un guardador testamentario o legítimo será declarado indigno para
heredar al menor de edad, directamente o por representación. Los guardadores dativos se
sancionan según las normas para los auxiliares de la justicia (art. 72).

Son incapaces para ejercer la guarda (art. 73):


 Los menores de edad.

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 Las personas que, a título de sanción, se encuentren inhabilitadas para celebrar
contratos con la Nación o para ejercer cargos públicos.
 Los fallidos (ilíquidos), mientras no hayan satisfecho a sus acreedores, incluidas las
sociedades fiduciarias en proceso de liquidación administrativa.
 Los que carecen de domicilio en la Nación.
 Los que no saben leer ni escribir, con excepción de los padres llamados a ejercer la
guarda legítima.
 Los de mala conducta notoria.
 Los condenados a una pena privativa de la libertad por un término superior a un (1)
año, aún en el caso de que el condenado reciba los beneficios de un subrogado penal
o de extinción de la pena.
 El que ha sido privado de la patria potestad.
 El que por sentencia judicial haya perdido la administración y usufructo de los bienes
de cualquiera de sus hijos por dolo o culpa en el ejercicio de ésta.
 Los que por torcida (dolo) y descuidada administración han sido removidos de una
guarda anterior, o en el juicio subsiguiente de esta han sido condenados por fraude o
culpa grave a indemnizar al pupilo.
 El padrastro o madrastra en relación con sus entenados, salvo cuando se trata de
menores adultos que consientan en ello.
 El que dispute el estado civil al pupilo, o aquel padre o madre que haya sido declarado
tal en juicio contradictorio.

Pueden excusarse para el ejercicio de la guarda (art. 78):


 Los empleados públicos en cualquier organismo o entidad oficial.
 Las personas domiciliadas a considerable distancia del lugar donde deben ejercer la
guarda.
 Los que adolecen de una grave enfermedad habitual o han cumplido los sesenta y
cinco (65) años.
 Quienes, por razones económicas, excesiva carga laboral o custodia de otros, se
consideren imposibilitados para ejercer a cabalidad la guarda. Según la conveniencia al
pupilo el Juez aceptará o rechazará la excusa.

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 El guardador que haya servido la guarda de un mismo pupilo durante más de diez (10)
años, podrá pedir que se posesione al suplente y aquel pasará a ocupar la última
posición entre los suplentes. Si no hay suplentes podrá pedir que se designen.

Puede ocurrir que el guardador durante el ejercicio de la guarda incurra en una causal de
incapacidad o excusa, por lo tanto, pondrá fin a ésta (art. 77) y asumirá el cargo el
guardador suplente. En su defecto el juez deberá nombrar otro guardador y, durante ese
tiempo intermedio, podrá nombrar un curador interino con la finalidad de proteger al
menor.

Una vez aquel recupere la capacidad o salga de la causal de excusa para ejercer el
cargo, podrá solicitar al juez que lo designe nuevamente como tal. El juez lo puede
encargar y dejar a quien lo sustituyó como un suplente, siempre que el rehabilitado tenga
prelación frente al que lo venía sustituyendo y el juez lo considere benéfico para el pupilo.
Aquel que venía reemplazando al principal quedará como primer suplente, desplazando
un nivel a los demás guardadores. Como sólo pueden ser tres los suplentes (art. 66), los
que lo exceden son relevados de la guarda (art. 74 y 79 inc. 3).

Denuncia de las incapacidades y de las excusas. El guardador tiene 30 días después


de la fecha de citación para manifestarle al Juez sobre su incapacidad o invocar la
excusa, después de los cuales, si el Juez no ha recibido respuesta o se determina la
incapacidad o la excusa, se llamará al suplente y, en su defecto designa otro guardador.
Cualquier daño que se cause como consecuencia de la demora será por cuenta del
guardador citado (art.75 y 79).

Durante esos 30 días, o mientras se decide sobre la incapacidad o excusa, el juez debe
tomar las medidas para que el pupilo no quede desprotegido. Del cuidado de la persona
se encargará el ICBF cuando no haya alguien más que lo pueda hacer y nombrará un
curador interino para la administración de los bienes. No obstante, si durante ese tiempo,
se produce algún daño al pupilo, el guardador deberá responder, salvo que la incapacidad
o excusa sean aceptadas y no haya obrado con dolo o culpa grave (par. Art. 75 y art.
80).

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Consecuencias de la actuación del guardador incapaz o con excusa. El guardador
que conoce de su incapacidad como de la excusa para ejercer la guarda y aun así la
ejerce, pierde todos los emolumentos percibidos por el tiempo que conocía de la
incapacidad o excusa, se le dará por terminado el ejercicio de la guarda y quedarán
viciados los actos que haya ejecutado. Cuando lo ignora, sólo se pondrá fin a la guarda
(art. 76 y 79).

No obstante, las causales de excusas no prescriben; en consecuencia, se podrán alegar


en cualquier momento, pero el guardador sólo dejará el cargo cuando el suplente lo
asuma o, en su defecto, se nombre otro guardador y se apruebe la rendición de cuentas.
Por lo tanto, los actos que ejecute desde el momento que manifiesta la incapacidad o
excusa y hasta cuando asuma el que lo va a reemplazar, tendrían validez (art. 79 inc.2).

Discapacidad mental sobreviniente. Los actos realizados en representación de su


pupilo por el curador a quien le sobreviene discapacidad mental seguirán las reglas sobre
invalidez establecida en el Código Civil, a menos que sean favorables al incapaz en las
condiciones previstas en el artículo 49 de esta ley (art. 77 inc.2)

5. Formalidades para proceder al ejercicio de la guarda

Una vez el Juez nombre al guardador, para comenzar con las funciones se requiere:
aprobación del inventario y avalúo de los bienes, constitución y aprobación de garantía,
posesión ante el juez y entrega de los bienes inventariados.

Inventario. En el inventario se detalla cada uno de los bienes y derechos del pupilo, el
cual se debe hacer dentro de los 60 días siguientes a la ejecutoria de la sentencia por uno
o más peritos contables, designados de la lista de auxiliares de la justicia por el Juez (art.
86), sus honorarios serán a cargo del patrimonio del pupilo, o del ICBF cuando éste no
tenga recursos suficientes.

La garantía. Recibido y aprobado el inventario, el guardador deberá constituir caución por


el monto fijado por el Juez para responder por los perjuicios materiales y morales. El
monto para los perjuicios materiales no podrá ser inferior al 20% de los bienes a

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administrar ni de la quinta parte del máximo de indemnización para los perjuicios morales
según las normas vigentes para ello (art. 83).

La caución puede estar representada en una póliza de seguro o bancaria, también se


podrá aceptar hipoteca o prenda sin tenencia. Si el guardador no tiene capacidad
económica para constituir la garantía se puede relevar del cargo.

Están exceptuados de otorgar la garantía, salvo que el juez determine lo contrario (art.
84):
 El Cónyuge, los ascendientes y descendientes.
 Los guardadores interinos llamados por poco tiempo a servir el cargo.
 Las sociedades fiduciarias, porque deben constituir un fondo de reserva con el 20%
mínimo de sus utilidades netas derivadas de la administración de bienes de incapaces
destinado a la protección de activos fideicomitidos de pupilos (art. 96).
 Los que se dan para un negocio en particular sin administración de bienes (guarda
especial).

Posesión. Una vez otorgada la garantía, los guardadores principales y sus suplentes se
posesionarán de su cargo ante el Juez y se comprometerán a cumplir fielmente con sus
deberes. El juez procurará posesionarlos en una sola diligencia (art. 85).

Entrega de los bienes inventariados (art. 87). Después de la posesión se entregan los
bienes inventariados en diligencia en la cual asistirá el Juez o un comisionado y el perito
que confeccionó el inventario. Si este último no asiste igual se practicará la entrega, pero
será responsable de los daños que se ocasionen. El guardador tendrá 5 días para objetar
el inventario, la cual se resuelve en incidente.

6. Representación y Administración

Al curador le corresponde la representación del pupilo en todos los actos judiciales y


extrajudiciales, con las excepciones de ley. Por lo tanto, las acciones civiles contra
menores deberán dirigirse contra el curador, para que lo represente en el proceso, salvo

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que se trate de acciones penal, pues en este caso puede dirigir la acción contra el pupilo,
pero debe ser citado el curador (art. 88).

El curador al actuar en nombre del pupilo debe manifestarlo en el documento del acto o
contrato, de lo contrario solo se considera ejecutado en representación cuando le es útil a
éste. Adicionalmente el guardador podrá facultar al púber para realizar actuaciones
directas (art. 89).

En cuanto a la administración de los bienes, los guardadores persona natural se deben


comportar como un buen padre de familia buscando utilidad para el pupilo (art. 91). Sin
embargo, hay algunos actos que están prohibidos al curador y otros para los cuales se
requiere autorización.

Actos prohibidos al curador (art. 92):


 Dejar de aceptar actos gratuitos desinteresados a favor del pupilo.

 Invertir en papeles al portador los dineros del pupilo. Los títulos al portador o a la orden
que tenga el pupilo se liquidarán y se sustituirán por los títulos nominativos.

 Celebrar cualquier acto en el que él tenga algún interés, su cónyuge, sus parientes
hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad o de cualquier manera
de lugar a conflicto de intereses entre el guardador y pupilo. Salvo que sean
celebrados por un guardador suplente o especial designado por el Juez y con
autorización judicial.

Actos de curadores que requieran autorización judicial (art. 93):


 Donaciones de bienes del pupilo, incluidos aquellos actos de renuncia al incremento
del patrimonio del pupilo, salvo aquellos regalos moderados y de costumbre, y los de
poco valor.

 Actos onerosos conmutativos, de disposición o enajenación de bienes (muebles o


inmuebles) o derechos de contenido patrimonial, división de comunidades,

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transacciones y compromisos distintos de los del giro ordinario de los negocios, cuya
cuantía supere 50 s.m.l.m.v.

 Las operaciones de crédito distintas de las mencionadas en el literal a) del art. 94, el
otorgamiento de garantías o fianzas y constitución de derechos reales principales o
accesorios sobre bienes (muebles o inmuebles) del pupilo, a favor de terceros, que no
corresponda al giro ordinario de los negocios, cuya cuantía supere 50 s.m.l.m.v.

 La enajenación de los bienes esenciales de una actividad empresarial cualquiera que


sea su valor, salvo que se trate de la reposición de activos. Las operaciones de activos
productivos deberán constar por escrito y los dineros provenientes de la enajenación
no podrán ser destinados a otros fines sin autorización judicial.

 El repudio de los actos gratuitos interesados o modales a favor del pupilo. Las
herencias podrán ser aceptadas libremente, pero se presumirá de Derecho que han
sido aceptadas con beneficio de inventario.

 La imposición de obligaciones alimentarias voluntarias y cualquier otra prestación de


carácter solidario a favor de familiares o allegados, salvo que se condenen en un
proceso. En ningún caso se atenderán necesidades suntuosas.

En el caso de la administración del patrimonio de un pupilo por parte de una


Administración fiduciaria, se entenderá que la fiducia constituyente un patrimonio
autónomo regido por las normas mercantiles sobre la fiducia. Para tal efecto el curador
enajenará y hará la tradición y entrega de los bienes a la fiducia. Esto podrá hacerlo el
juez de oficio o por solicitud de quienes deben pedir la curaduría (ver art. 25, derogado ley
1996 de 2019) cuando el curador se demore y se le pueda ocasionar algún daño al pupilo
(art. 95).

El juez podrá embargar y secuestrar los bienes del pupilo, mientras se resuelven las
oposiciones a la tradición de los bienes por parte de terceros o del guardador. Resueltas
las objeciones procederá a hacer la entrega a quien corresponda (art. 95).

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Las fiducias mercantiles deberán constituir un Fondo de Reserva para Protección de
Activos Fideicomitidos de Pupilos, con el porcentaje que fije el Gobierno para ello, el cual
no puede ser inferior al 20% de las utilidades netas que reciba la sociedad por la
administración de recursos de incapaces (art. 96) (ver art. 84).

La gestión de la sociedad fiduciaria será controlada por el curador. Cuando la cuantía de


los bienes exceda de 1.000 s.m.l.m.v. o la complejidad de la gestión lo amerite, se
conformará un consejo conformado por: el curador, un delegado del Superintendente
Financiero y un delegado de la Dirección del ICBF. El Superintendente Financiero y el
ICBF, podrán contratar los servicios de personas como delegados suyos, que actúen ante
una o varias fiduciarias o para uno o varios fideicomisos determinados (art. 98).

7. Remuneración por la gestión

El Juez fija la remuneración dependiendo de la carga sin exceder el 10% de los frutos
netos, la cual se podrá ir cobrando a medida que se causen y puede ser en especie. En
relación con los frutos pendientes, al iniciar y terminar la guarda, se sujetará la
remuneración a las mismas reglas del usufructo (art. 840 y 849 del C.C.) (art.100).

No se consideran frutos los recursos obtenidos de la venta de activos fijos o de productos


que, al ser retirados, impliquen una disminución del valor del bien, salvo los productos de
bosques, minas y canteras (art. 101)

Los gastos en que incurra el guardador para el desempeño de su gestión deben ser
reconocidos. Por su parte, el valor pagado a la fiduciaria, se considera gasto de la gestión
y no se contabiliza para la fijación del 10% (art. 99).

Puede ocurrir que en la designación testamentaria el testador asigne al guardador una


compensación por su gestión, pero solo tendrá derecho a ésta después de la posesión del
cargo y que se encuentre dentro de la porción de libre disposición de la masa herencial.
Esta compensación será tenida en cuenta por el juez al fijar la remuneración. En caso tal
que el guardador sea removido por actuación dolosa, culposa o conducta personal

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inapropiada que perjudique al pupilo, deberá pagar al pupilo el valor de la compensación
indexada (art. 102 y 113).

8. Cuenta y control de la gestión

En cuanto a la administración de los bienes, el guardador al finalizar cada año calendario


debe hacer un balance y un inventario con los respectivos soportes. Para tal efecto debe
solicitar al juez que se fije fecha para la audiencia de exhibición de cuentas dentro de los
tres meses calendario siguientes, en caso de que no lo haga el juez citará de oficio.
Cuando el curador se abstenga de exhibir cuentas y soportes sin justa causa, será
removido del cargo, se le declara indigno para ejercer otra guarda y pierde la
remuneración, además de la responsabilidad civil o penal a que haya lugar (art. 103).

En esa misma audiencia, y cuando se termine la gestión, los guardadores deben rendir un
informe sobre lo ocurrido de importancia mes por mes en relación con el ciudadano de la
persona (art. 104).

Por solicitud de interesado o de oficio, podrá el juez ordenar rendición de cuentas


anticipadas. Y cuando se termine la guarda, el curador debe rendir cuentas al sucesor o
al pupilo mayor y entregar los bienes, según el plazo fijado por el juez (art. 105).

Ni el juez ni el testador podrán relevar a ningún curador de la obligación de rendir


cuentas (art. 105 par. 2).

Cuando el ejercido del cargo ha sido por parte de varios guardadores durante un año
calendario, las cuentas será presentada por todos, a menos que el principal decida
presentarla bajo su responsabilidad. Las discrepancias de interpretación que se presenten
entre ellos serán debatidas por el juez (art. 106).

9. Responsabilidad de los guardadores

La responsabilidad de los guardadores es individual y se extiende hasta la culpa leve


(art. 107). Sin embargo, serán responsables solidarios cuando durante un año

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calendario el cargo fue ejercido por varios guardadores en relación con los hechos
ocurridos en ese tiempo, salvo que se demuestre que fue uno de ellos el directo
responsable o se haya recibido y entregado formalmente el cargo de uno a otro (art. 106)

Se presume la actuación culposa del guardador cuando el pupilo tenga afectados sus
derechos fundamentales, no esté recibiendo tratamiento o educación adecuada según sus
posibilidades, se deterioren sus bienes, se disminuyan considerablemente los frutos o se
aumente de igual forma el pasivo. Si el guarda no tiene una explicación satisfactoria será
removido (art. 107).

El dinero que le quede debiendo al guardador al pupilo generará un interés mínimo del
DTF más 3 puntos, contados a partir del día de aprobación de la cuenta, y el que le debe
el pupilo al guarda generan una tasa máxima al DTF, contada desde el mismo momento.
La mora en entregar los demás bienes será del DTF, sobre el valor real de los bienes.

El pupilo después de salir del pupilaje, o sus herederos, tendrán 4 años para accionar en
contra del curador por responsabilidad. En el mismo plazo prescriben los derechos
nacidos en la guarda del guardador frente al pupilo o viceversa, (art. 110).

10. Terminación de las guardas

La terminación de la guarda puede ser definitiva o en relación con un guardador


determinado y como consecuencia de una acción de remoción. Será definitiva cuando
muere el pupilo o porque adquiere plena capacidad, y será en relación con un guardador
determinado cuando (art. 111):

 Muere del guardador.


 Se presenta causal de incapacidad.
 Remoción del cargo.
 En el caso del guardador suplente o interino, por la asunción de las funciones por el
principal o definitivo.
 Se acepta la excusa por parte del juez para abandonar el cargo.
 Hay fraude o culpa grave en el ejercicio del cargo.

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 No rinde oportunamente las cuentas o la realización de los inventarios exigidos en esta
ley, o por ineptitud manifiesta.
 Por conducta inapropiada que pueda resultar en daño personal al pupilo.

Cuando un guardador legítimo o testamentario solicita que le sea asignada la guarda que
ejerce un curador dativo o de menor grado, el juez hará la designación correspondiente y
pondrá al solicitante en ejercicio del cargo, salvo que considere pertinente mantener al
que lo viene haciendo y así lo disponga en auto motivado (art. 111 par.) (Esto está dicho
también en el art. 74).

La acción de remoción puede ser interpuesta por cualquier persona incluyendo al pupilo, y
si el Juez lo estima conveniente, mientras se adelanta el juicio, podrá disponer de las
medidas cautelares sobre la persona y los bienes del pupilo, como llamar a un suplente,
encargar un interino, ubicar al pupilo en hogares del ICBF, embargar y secuestrar bienes,
etc. (art. 112).

Al prosperar la acción de remoción, el guardador deberá restituir la remuneración y la


recompensa testamentaria indexada al pupilo cuando se le haya asignado (ver art. 102
inc. 2), pagar perjuicios y responder penalmente si es el caso (art. 113).

Si se trata de un guardador legítimo, que se le encuentra responsable de dolo o culpa


grave en la administración, o de los padres a quienes se les ha privado de la
administración de los bienes de su hijo sometido a patria potestad según el art. 299 del
C.C., quedará incapacitado para sucederle como legítimo o heredero abintestato (ver art.
72 inc.2), los padres además deberán restituir el usufructo que han devengado (art. 113).

11. Administradores de bienes

Los administradores de bienes pueden ser personas naturales o fiduciarias, según lo ya


dicho (si supera las 500 s.m.l.m.v o por la complejidad de los negocios y a consideración
del juez se nombra administrador fiduciario), y se nombran en el caso del ausente y de la
herencia yacente (art. 114), su remuneración será fijada por el Juez de acuerdo con las

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reglas de los auxiliares de la justicia (art. 117). Recordar que en el artículo 59 están los
administradores adjuntos.

 Administración de bienes del ausente (art. 115).

Acción: La podían interponer los parientes obligados a promover la interdicción


definidos en el art. 25, pero este fue derogado por la ley 1996 de 2019. Quedarían
entonces el Defensor de Familia y los acreedores del deudor que se oculta. Además de
lo señalado en el Decreto 1664 de 2015, art. 2.2.6.15.2.2.2 referido a la declaración de
ausencia legal ante notario: cónyuge, compañero(a) permanente, aquellos que tengan
vocación hereditaria o interés legítimo con respecto al desaparecido.

Designación: El administrador será legítimo o dativo. La tradición de los bienes del


ausente la hará el juez cuando se haya nombrado una fiducia. Recordar la designación
de las cuantías.

Administración y Búsqueda del ausente: El administrador deberá obrar como los


demás administradores, pero sólo puede alterar la forma de los bienes con autorización
del juez, además le corresponde, cuando se trate de personas natural, realizar las
gestiones para dar con el paradero del ausente.

Terminación: La guarda y la vigilancia de la fiducia terminan por el regreso del


ausente, por su muerte real o presunta, por el hecho de hacerse cargo un procurador
(apoderado general debidamente constituido por escritura pública) o por la extinción
total de los bienes.

 Administración de bienes de la herencia yacente (art. 116).

Designación: El administrador será dativo. Será una fiduciaria según lo dicho de la


cuantía.

Administración y liquidación patrimonial: El administrador deberá obrar como los


demás administradores, pero sólo puede alterar la forma de los bienes con autorización

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del juez. Después de 2 años del fallecimiento del causante (art. 582 n. 4 del CPC) el
administrador liquidará el patrimonio y entregará al ICBF los saldos después de pagar
las acreencias, gastos del proceso y su remuneración.

Acción de petición de herencia: El Instituto se apropiará de los valores recibidos,


pero constituirá una provisión, que le permita restituir lo recibido en el caso en que
aparezca un heredero de mejor derecho. La restitución se limitará al capital principal
indexado.

Terminación: Por la aceptación de la herencia; la entrega de los dineros producto de


la liquidación al ICBF; o por la extinción total de los bienes.

Cuando el difunto tenga herederos en el extranjero, el cónsul de ese país puede


hacerse presente al proceso para que, por su intermedio, se les notifique,
concediéndoles plazo para que se presenten a reclamar la herencia (art. 116, par.).

Explicacion

Este documento se refiere a la ley que establece las reglas y procedimientos para la
designación de curadores y tutores para menores de edad y personas con
discapacidades mentales. La ley establece las responsabilidades y limitaciones de los
curadores y tutores, y también establece las pautas para la designación de tutores
legítimos, testamentarios y dativos.

En particular, esta sección del documento se enfoca en las reglas y procedimientos


para la designación de tutores para menores de edad que no tienen un tutor legítimo o

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testamentario. El tribunal seleccionará un tutor principal y sustitutos basados en las
reglas de nombramiento de asistentes judiciales y después de consultar con los
familiares del menor. Si los activos del menor exceden una cierta cantidad o si el caso
es complejo, se pueden seleccionar fiduciarios a través de una licitación pública.

El documento también establece que ciertas personas no son elegibles para servir
como tutores, como los menores, aquellos que han sido condenados por ciertos delitos
y aquellos que han sido removidos de una tutela anterior. Los tutores deben
proporcionar un inventario de los activos del menor, obtener la aprobación de una
garantía para cubrir los daños y tomar posesión de los activos.

El tutor es responsable de representar al menor en asuntos legales y administrar sus


activos, pero hay ciertas acciones que requieren autorización judicial, como donaciones
o transacciones que exceden una cierta cantidad. La sección también establece las
limitaciones y responsabilidades de los tutores y administradores de activos para
personas que no pueden administrar sus propios asuntos.

Además, el documento discute la designación de fiduciarios y la administración de


activos para personas ausentes. También se menciona la administración de la herencia
yacente, que es la herencia de una persona fallecida que aún no ha sido aceptada por
un heredero. En este caso, se designa un administrador dativo y fiduciario según la
cantidad de la herencia. El administrador solo puede alterar la forma de los bienes con
autorización del juez

 Este fragmento del documento se refiere a la terminación de la tutela o guarda de


un menor de edad o persona con discapacidad mental. La terminación puede ser
definitiva, como cuando el pupilo muere o adquiere plena capacidad, o en relación
con un guardador determinado, como cuando el guardador muere, es removido
del cargo, presenta una causal de incapacidad o fraude, o no rinde oportunamente
las cuentas o inventarios exigidos por la ley. [2] Este fragmento del documento se
refiere a la administración de bienes de una persona ausente. Se establecen las
reglas para la acción de declaración de ausencia legal, la designación de un
administrador legítimo o dativo, la administración y búsqueda del ausente, y la

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terminación de la guarda y vigilancia de la fiducia. [3] Este fragmento del
documento se refiere a las personas que no pueden ser designadas como
curadores o tutores. Incluye a los funcionarios públicos, los fallidos, los que carecen
de domicilio en la Nación, los que no saben leer ni escribir (excepto los padres
llamados a ejercer la guarda legítima), los de mala conducta notoria, los
condenados a una pena privativa de la libertad por un término superior a un año,
los que han sido privados de la patria potestad, y los que han perdido la
administración y usufructo de los bienes de cualquiera de sus hijos por dolo o
culpa en el ejercicio de ésta. [4] Este fragmento del documento se refiere a las
guardas legítimas, que se presentan cuando no hay o expira la tutela testamentaria.
Los llamados a ejercer la tutela son el cónyuge o compañero permanente, y los
consanguíneos para el que tiene discapacidad mental absoluta. Se establecen las
reglas para la selección del guardador legítimo y la sustitución del guardador
legítimo que termina su encargo. [5] Este fragmento del documento se refiere a las
limitaciones en la administración de los bienes del pupilo por parte del curador o
tutor. Se establecen las oper
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