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UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

ANÁLISIS JURÍDICO Y SOCIAL SOBRE LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLECENTES EN

ABRIGO TEMPORAL, POR EL RETARDO EN EL PROCEDIMIENTO PARA

DECLARAR SU ADOPTABILIDAD EN EL DEPARTAMENTO DE ZACAPA

ROSA ELVIRA PORTILLO BARAHONA

Guatemala, Diciembre de 2015


UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

ANÁLISIS JURÍDICO Y SOCIAL SOBRE LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLECENTES EN

ABRIGO TEMPORAL, POR EL RETARDO EN EL PROCEDIMIENTO PARA

DECLARAR SU ADOPTABILIDAD EN EL DEPARTAMENTO DE ZACAPA

TRABAJO DE GRADUACIÓN PRESENTADO


POR:
ROSA ELVIRA PORTILLO BARAHONA

PREVIO A OPTAR EL GRADO ACADÉMICO DE

LICENCIADA EN CIENCIAS JURÍDICAS Y


SOCIALES

Guatemala, Diciembre de 2015


AUTORIDADES DE LA FACULTAD, ASESOR Y REVISOR DEL TRABAJO
DE GRADUACIÓN

DECANO DE LA FACULTAD: LIC. LUIS ANTONIO RUANO CASTILLO

SECRETARIO DE LA FACULTAD: LIC. OMAR ABEL MORALES LURSSEN

ASESOR: LIC. MARCO ANTULIO GUERRA GARRIDO

REVISOR : LICDA. ROSELIA CONCEPCIÓN


MENÉNDEZ POLANCO

III
IV
V
VI
REGLAMENTO DE TESIS

Artículo 9°: RESPONSABILIDAD

Solamente el estudiante, asesor y revisor serán los responsables ante terceros,


del contenido y desarrollo de los trabajos de graduación, quienes deberán
hacer del conocimiento del Decanato cualquier anomalía que se diere en el
proceso de su elaboración.

VII
INDICE

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO I

EL ESTADO Y LA PROTECCIÓN A LA FAMILIA

CAPÍTULO II

EL INTERÉS SUPERIOR DEL NIÑO

CAPÍTULO III

LA ADOPCIÓN

VIII
CAPÍTULO IV

MARCO LEGAL NACIONAL E INTERNACIONAL RELACIONADO A LAS

ADOPCIONES

CAPÍTULO V

ANÁLISIS JURÍDICO Y SOCIAL SOBRE LOS NIÑOS, NIÑAS Y

ADOLESCENTES EN ABRIGO TEMPORAL, POR EL RETARDO EN EL

PROCEDIMIENTO PARA DECLARAR SU ADOPTABILIDAD EN EL

DEPARTAMENTO DE ZACAPA

IX
X
INTRODUCCIÓN



CAPITULO I

EL ESTADO Y LA PROTECCIÓN A LA FAMILIA

1.1. Generalidades.

La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad, que como

constitucionalmente se establece, requiere de protección de forma colectiva, a igual

de cada uno de sus integrantes; esto en atención y provecho de los individuos que lo

conforman, cumpliendo así con la función social que le corresponde.

El preámbulo de la Constitución Política de la República de Guatemala vigente

contiene una declaración de principios por la que se expresan los valores que los

constituyentes plasmaron en la misma, siendo además una invocación al Estado a

garantizar a los ciudadanos el bienestar común en el ámbito personal y familiar.

En el mismos se establece que: “Con el fin de organizar jurídica y

políticamente al Estado; afirmando la primacía de la persona humana como sujeto y

fin del orden social; reconociendo a la familia como génesis primario y fundamental

de los valores espirituales y morales de la sociedad y, al Estado, como responsable

de la promoción del bien común, de la consolidación del régimen de legalidad,

seguridad, justicia, igualdad, libertad y paz;…”.

El Artículo 1 de la Constitución Política de la República de Guatemala vigente

establece: “El Estado de Guatemala se organiza para proteger a la persona y a la

familia; su fin supremo es la realización del bien común.”

Por lo que la familia ha representado ante los Estados, el empeño por

garantizar, proteger y desarrollar las relaciones jurídicas entre sus miembros así

como todo lo referente a los fines principales por los cuales es constituida, en

relación al afecto, igualdad, respeto y libertad de ejercitar las decisiones que le

conciernen.

3
4

1.2 Definición de la Familia.

Rafael Rojina Villegas comenta: “A la familia, se le concibe como un conjunto

de personas que conviven bajo un mismo techo, en un mismo domicilio, sirviendo la

casa como un punto localizado de sus actividades y su vida, o sea la relaciona con

los vínculos de la sangre, de donde se deriva propiamente el concepto: La familia, es

una rúbrica que une a los individuos que llevan la misma sangre, se está, en el

primero, ante un concepto popular y en el segundo ante el concepto propio de

familia.”1

El autor establece la importancia de la familia como un grupo de personas

unidas por vínculos de parentesco consanguíneo, que viven en una misma residencia

y que realizan sus diferentes actividades con la finalidad de procurar el desarrollo y

fortalecimiento de todos sus miembros.

Para Francisco Messineo, citado por Rafael Rojina, la familia: "Es el conjunto

de dos o más individuos que viven ligados entre sí, por un vínculo colectivo,

recíproco e indivisible, de matrimonio, de parentesco o de afinidad y que constituye

un todo unitario."2

El concepto del autor va más allá de solo un parentesco consanguíneo,

estableciendo que la familia es la unión o relación descendente de un progenitor con

sus hijos, además, por medio de la afinidad, se forma un nexo que nace con el

matrimonio y las relaciones con los parientes del cónyuge según los grados de ley.

Por ultimo podemos citar a Federico Puig Peña, indicando que: “La familia, es

aquella institución que, asentada sobre el matrimonio, enlaza, en una unidad total, a

los cónyuges y sus descendientes para que, presidida por los lazos de la autoridad y

1
ROJINA VILLEGAS, Rafael. Compendio de Derecho Civil. Pág. 33.
2
ROJINA VILLEGAS, Rafael. Op. Cit. Pág. 34.
5

sublimada por el amor y respeto, se dé satisfacción a la conservación, propagación y

desarrollo de la especie humana en todas las esferas de la vida".3

En consideración de los conceptos de los diferentes autores citados, podemos

decir que la familia es la institución social y base fundamental de la sociedad, como

fuente primaria de valores, principios y de asistencia, afecto, respeto y apoyo mutuo

entre todos sus miembros, por lo que el Estado y la sociedad deben de velar por su

protección y garantizarle su desarrollo integral.

1.3 Antecedentes de la Familia.

En las primeras etapas de la familia se manifiesta la prohibición en las

relaciones entre ascendientes y descendientes, prohibición que se extiende luego a

otros parientes y que poco a poco va configurando una estructura social en la que un

grupo de hombres se unía con un grupo de mujeres, para luego derivar en un núcleo

centrado exclusivamente en la familia matriarcal.

Propia de las comunidades sedentarias y agrícolas, poco a poco la imposición

de sociedades mercantiles y militares cedió el paso al patriarcado. Aunque este

orden ha sido discutido por antropólogos e historiadores, lo que parece menos

discutible es la preexistencia del matriarcado respecto del patriarcado.

Para Jean Flandrin: “En el Oriente la familia presenta, desde los tiempos más

remotos, caracteres muy distintos a la occidental. En la India, por ejemplo, el padre

es el jefe de familia, pero la madre gobierna a las mujeres del grupo; asimismo, es

corriente el matrimonio entre niños, a fin de establecer alianzas entre familias.”4

Sigue manifestando el autor: “En la China, la autoridad del padre es fuerte,

admitiéndose el concubinato, teniendo en gran aprecio el respeto y consideración a

los mayores. La sociedad griega manifiesta una rápida evolución desde sus formas

3
PUIG PEÑA. Op. Cit. Pág. 4.
4
FLANDRIN, Jean L. Orígenes de la familia moderna. Editorial Crítica. Barcelona, 1979. Pág. 44.
6

más primitivas a las más modernas, más rápida que Roma inclusive. Esto debido a la

fuerte actividad comercial, que lleva a la dispersión de muchos de los miembros de la

familia, y al incremento de las riquezas individuales.”5

En muchos aspectos semejantes a la romana, la estructura familiar griega se

originó en el culto común de un mismo antepasado. Existía sin embargo la

denominada epiclerato, característica, aunque no exclusiva, de la familia griega, la

cual consistía en que la hija soltera, heredera de su padre, debía casarse con otro

pariente determinado por la ley, para gozar de la herencia, o mejor dicho, para

transmitirla al hijo que hubiera de nacerle en esa unión.

Jean Flandrin comenta: “En Roma la familia es la proyección de la persona en

su mínimo grado de organización social. Fuertemente centrada en la figura paterna

del pater familias, constituyó el eje y motor de la cultura romana. El concepto romano

de familia se centraba en torno a la autoridad de un pater familias, la producción

económica en común, y el culto a unos mismos dioses y antepasados, ya que lo

importante era garantizar la continuidad y pureza del culto, por lo que, por ejemplo,

de aquí se deriva la importancia de la propiedad raíz, al enterrar a los deudos en el

terreno familiar, todo lo cual configuraba la familia agnaticia.”6

Según el autor, el pater familias era un ciudadano independiente bajo cuyo

control estaban todos los bienes y todas las personas que pertenecía a su casa, la

cual tenía atribuida la plena capacidad jurídica para obrar según su voluntad y

ejercerla sobre los hijos y demás personas que estaban bajo su autoridad.

Sigue comentando Jean Flandrin: “La reunión de sus diferentes miembros se

daba por diversos motivos: Parentesco, matrimonio, compra, adopción, esclavitud;

en suma, un grupo de alieni iuris sometidos a la autoridad del sui iuris: el

5
Ibídem.
6
Ídem. Pág. 45.
7

paterfamilias.El poder que ejercía el patertenía diferentes denominaciones

dependiendo sobre quien recayera: Así, cabía hablar de manusmaritalisrespecto de

la mujer casada de acuerdo a la ley en justaenuptiae; la patria potestassobre los hijos

y descendientes directos; la dominicapotestassobre los esclavos, y la


7
mancipiumsobre los ciudadanos romanos que habían pasado a ser siervos.”

En Roma también se manifiesta la familia agnaticia, de la cual: “Se entendía

por familia agnaticia al conjunto de personas bajo la misma potestad doméstica, o

que lo estarían si el común pater no hubiese muerto, por línea de varón (hasta el

sexto grado). Así, por ejemplo forman parte de la familia agnaticia de un individuo

bajo la potestad de su abuelo (avus): Su padre (pater), su tío paterno (patruus), su

hermano (frates), su hijo (filius), el primogénito de su tío paterno

(fraterpatruelis o patruelis) así como el hijo de éste (nepos ex patruelis) o su propio

nieto (nepos), así mismo todos los varones adoptados por el pater familias. La

muerte del ascendiente no implica la disolución del vínculo hasta el sexto grado.”8

En cuanto a la familia: “Se entendía por familia cognaticia al parentesco por

consanguinidad natural. Es decir, las personas vinculadas por la procreación y el

nacimiento.”9

Con Justiniano se establece claramente la consagración de la familia señalada

por el vínculo de sangre y de común crianza, lo cual configuraba la familia bajo la

misma potestad doméstica. Esta se acerca más a la moderna noción de familia.

La influencia del cristianismo marca fuertemente la institución de la familia y

del matrimonio, especialmente a partir de Constantino (siglo IV). “Considerando al

matrimonio como sacramento, se derivó la indisolubilidad del vínculo, la elevación

social y jurídica de la esposa, y competencia de los tribunales eclesiásticos en las

7
Ibídem.
8
https://es.wikipedia.org/wiki/Familia_romana consultado el 15 de julio de 2015
9
https://es.wikipedia.org/wiki/Familia_romana consultado el 15 de julio de 2015
8

cuestiones de validez o nulidad del matrimonio. Pero quizás donde es más evidente

es en el cambio de visión de la figura del pater, quemásque un poder de mando,

cumple un deber en la educación de la prole, tan ajena a los romanos.”10

El individualismo y el racionalismo influyen en la concepción de la familia; esto,

sumado a la industrialización de las ciudades y las migraciones de las zonas rurales

a las urbanas, deviene en una familia de dimensiones más reducidas. La Revolución

Francesa, por su parte, limita la competencia religiosa en la familia, y se exaltan los

intereses individuales de sus miembros más que los colectivos.

Es así como poco a poco se acentúa la libertad económica y patrimonial de la

mujer, y el reconocimiento y protección delos intereses del menor, hasta ese

entonces totalmente postergadocomo sujeto de derecho.

1.4 El Estado y la Familia.

En la evolución histórica es importante observar que, a medida que el Estado

ha ido adquiriendo vigor y poderes, correlativamente se han reducido los de la

familia. No sólo ha perdido ésta sus funciones políticas y económicas; hoy el Estado

interviene en la educación de los niños, en la asistencia a los enfermos e inválidos;

los magistrados tienen facultades para penetrar en el interior del hogar, vigilan y

protegen la salud de los menores, los amparan contra los abusos o contra el peligro

de vivir en ambientes moralmente dañosos, pudiendo sustraerlos a la autoridad

paterna; en algunas legislaciones, el Juez repercute en las divergencias entre

cónyuges respecto de problemas de la diaria convivencia, tales como la elección de

domicilio, la educación de los hijos, la administración y disposición de los bienes

gananciales, etcétera.

10
Ídem.Pág. 46.
9

El Estado es quien vela por la protección de la familia, estos siempre ha sido

así desde que se constituyó el mismo, debido a la importancia de la familia dentro de

la sociedad como institución encargada de suministrar asistencia económica,

educativa, valores, principios y demás necesidades indispensables en la vida de sus

ciudadanos desde su nacimiento.

La protección de la familia se manifiesta en la Constitución Política de la

República de Guatemala vigente en su Artículo 47, el cual establece que el Estado

debe de garantizar la protección social, económica y jurídica de la familia,

promoviendo su organización sobre la base legal del matrimonio, la igualdad de

derechos de los cónyuges, la paternidad responsable y el derecho de las personas a

decidir libremente el número y espaciamiento de sus hijos.

Por lo que la familia es la institución social protegida por el Estado y cuyos

fines principales son el de procrear, educar en el ambiente de amor y respeto a sus

hijos y entre los mismos cónyuges, proporcionando todo lo relacionado al concepto

jurídico de alimentos así como ayuda recíproca entre cónyuges e hijos y de esa

manera ser parte integrante de la sociedad.

En este sentido, Alfonso Brañas argumenta: “Es innegable, que a través de los

siglos y en las actuales estructuras sociales, avanzadas o no menos, la familia ha

tenido y tiene singular importancia como centro o núcleo, según criterio generalizado,

de toda sociedad política y jurídicamente organizada y que juega una función

importante, no sólo en el sentido anteriormente indicado, sino en un cúmulo de

actividades y relaciones jurídicas del individuo, derivadas en gran medida de su

situación familiar.”11

Derivado a ello, el Estado ha creado diferentes instrumentos jurídicos

especiales que tratan de protegerla, especialmente a los miembros más vulnerables

11
BRAÑAS, Alfonso. Op Cit. Pág. 74.
10

como lo son en la mayoría de casos las mujeres y los niños. Tal es el caso de la Ley

Contra el Femicidio y Otras Formas de Violencia Contra la Mujer Decreto 22-2008, o

la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Intrafamiliar Decreto 97-1996,

en la cual es tutelar de protección exclusivamente la mujer, debido a los largos

antecedentes de abuso y maltrato de los que han sido víctimas.

Otra de las leyes especiales referidas es la Ley de Adopciones Decreto 77-

2007, la cual fue promulgada después de ser evidente la violación a los derechos

humanos de los niños, tomándolos como mercancía de los cuales se podía obtener

buenos ingresos del mejor postor. Así también se crea la Ley de Protección Integral

de la Niñez y la Adolescencia Decreto 27-2003, estableciéndose los principios

especiales relativos a la protección de los derechos humanos de la niñez y la

adolescencia.

El Estado ha procurado avanzar jurídicamente en relación a la protección de la

familia, la intromisión ha sido necesaria hasta el punto de que algunas acciones que

suceden dentro del seno familiar, han pasado de ser circunstancias privadas de la

familia, a ser del interés y de acción pública por parte del Estado, tal es el caso de las

diferentes formas de violencia que sufren sus miembros especialmente en contra de

la mujer y los niños.

1.5 Protección Internacional de la Familia

La protección internacional de la familia se enmarca dentro de la protección

internacional de los derechos humanos, por lo que sería incoherente el sentido que

tienen los derechos fundamentales de la persona humana al limitarlos a la misma en

su calidad de individuo, sin considerar como de igual relevancia sus derechos

humanos apreciados en su aspecto social y por ende familiar.


11

Como se mencionó anteriormente, la familia es el elemento natural y

fundamental de la sociedad, así ha sido reiteradamente manifestado en diferentes

instrumentos internacionales. La Declaración Universal de los Derechos Humanos en

el Artículo 16 establece que la familia es: “El elemento natural y fundamental de la

sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado”.

Como elemento natural y fundamental de la sociedad, tiene que ser protegido

garantizando su integro desarrollo para alcanzar un estado de bienestar, procurando

su efectivo y legítimo ejercicio de sus derechos humanos, con el propósito de que

dicha institución sea fuente de generación de buenos ciudadanos.

El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales en el

Artículo 10 preceptúa que la familia es: “El elemento natural y fundamental de la

sociedad, procurando la más alta protección y asistencia posible, especialmente para

su constitución y mientras sea responsable del cuidado y la educación de los hijos a

su cargo”.El instrumento internacional establece que la familia es el elemento natural

y fundamental de la sociedad, por lo que los Estados deben de fortalecer social y

jurídicamente su protección, dándole énfasis a su desarrollo educativo como un

derecho humano primordial.

El instrumento internacional citado es fuente para que los Estados parte

adopten medidas especiales de protección y asistencia a las familias, especialmente

a los más vulnerables como lo es la mujer, niños y adolescentes para que sean

tratados sin discriminación alguna.

De manera especial, la Convención de los Derechos del Niño estable en su

preámbulo que: “Convencidos de que la familia, como grupo fundamental de la

sociedad y medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros, y

en particular de los niños, debe recibir la protección y asistencia necesarias para

poder asumir plenamente sus responsabilidades dentro de la comunidad.


12

Reconociendo que el niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad,

debe crecer en el seno de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y

comprensión”, haciendo ver que la familia es el medio idóneo para la manifestación,

protección y ejercicio de los derechos humanos de los niños.

La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, en el

ámbito regional afirma en su Artículo 6 que: “Toda persona tiene derecho a constituir

familia, elemento fundamental de la sociedad, y a recibir protección para ella”,

reafirmando lo que la Declaración de los Derechos Humanos establece en su Artículo

16. Igualmente la Convención Americana sobre Derechos Humanos estima en el

Artículo 17 que la familia es: “El elemento natural y fundamental de la sociedad y

debe ser protegida por la sociedad y el Estado”.

Los instrumentos regionales citados establecen que los derechos de la familia

no nacen del hecho de la nacionalidad, sino que los Estados deben de establecer los

lineamientos jurídicos, sociales, políticos y económicos de protección basados en la

naturaleza humana de cada miembro de la familia, por lo cual sus derechos son

inherentes, universales, irrenunciables e inalienables.

Otro instrumento internacional que hace referencia a la familia es el Pacto

Internacional de Derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas, el cual indica

en el Artículo 23 que: “La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad

y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado”.

El Pacto establece la necesidad fundamental de proteger a la familia desde el

ámbito estatal y social, debido a que la misma es la base fundamental de la sociedad

y del Estado, su constitución merece una protección especial y su permanencia una

prioridad.
13

En consideración de lo anterior, el autor Antonio Truyol y Sierra comenta: “La

protección internacional de la familia se enmarca dentro de la protección

internacional de los derechos humanos, afirmando la existencia de derechos

fundamentales que el hombre posee por el hecho de ser hombre, por su propia

naturaleza y dignidad.”12

Los tratados y convenios internacionales citados, reconocen que la familia es

la unidad colectiva natural y fundamental de la sociedad; y como unidad básica de la

vida social, es el principal agente del desarrollo en todos los niveles de la sociedad y

del Estado.

1.6 Protección Nacional de la Familia.

La protección nacional de la familia se establece fundamentalmente en la

Constitución Política de la República de Guatemala vigente, como se mencionó

anteriormente, en su Artículo 47 establece la necesidad de protección por parte del

Estado hacia la familia, en todos sus aspectos sociales, económicos y jurídicos.

El Artículo hace referencia a la importancia del matrimonio como génesis de

formación de la familia y de todos los derechos y obligaciones que se derivan del

mismo, como lo es la paternidad responsable y el derecho a la libre disposición de

elegir el número y la forma de educación de los hijos.

La Constitución Política de la República de Guatemala vigente integra todo un

capítulo para su protección social, estableciendo que los derechos sociales de la

familia deben ser protegidos debido a su relevancia fundamental dentro de la

sociedad.

El Articulo 48 de la Constitución Política de la República de Guatemala vigente

igualmente establece que: “El Estado reconoce la unión de hecho y la ley

12
TRUYOL Y SIERRA, Antonio. Los derechos humanos. Editorial Tecno. Argentina. 1984. Pág. 11.
14

preceptuará todo lo relativo a la misma”. Ampliando la protección social a

instituciones como la unión de hecho.

La protección de la familia consiste en la necesaria intervención del Estado en

todos los aspectos en los cuales la familia es vulnerada en el ejercicio de sus

derechos, proporcionándoles todo lo necesario para su desarrollo y fomentando el

respeto, los valores y principios, la equidad de género y demás circunstancias

necesarias para el adecuado desarrollo colectivo e individual de sus miembros.

La protección abarca todos los ámbitos y aspectos necesarios para su

desarrollo, fortaleciendo el régimen económico que regula los ingresos de la familia,

por lo cual la Constitución Política de la República de Guatemala establece en su

Artículo 101 que: “El trabajo es un derecho de la persona y una obligación social. El

régimen laboral del país debe organizarse conforme a principios de justicia social.”

Éste régimen laboral deberá desarrollarse basado en la protección económica de la

familia desde un aspecto individual y colectivo.

El Código Civil vigente establece diferentes instituciones que se relacionan con

la protección jurídica de la familia, empezando con el matrimonio, la unión de hecho,

el parentesco, la paternidad y filiación matrimonial y extramatrimonial, la adopción,

patria potestad, derecho a los alimentos, la tutela, patrimonio familiar y registro civil.

Asimismo el Código Procesal Civil y Mercantil vigente establece los

procedimientos que se deben de seguir relacionados a la familia. La Ley de

Tribunales de Familia Decreto Ley 206, determina quienes tienen competencia

privativa para conocer asuntos de familia.

Además, el Estado ha creado diferentes leyes especiales que protegen a los

integrantes de la familia de manera particular como se ha comentado con

anterioridad. En síntesis se puede establecer que la familia es fuente material del


15

Derecho, por el cual el Estado ha ido evolucionado la normativa referente a la misma

con el objetivo de dar cumplimiento al mandato constitucional de protegerla social,

económica y jurídicamente.
CAPÍTULO II

INTERÉS SUPERIOR DEL NIÑO

2.1 Los Derechos Humanos del Niño.

Los derechos humanos de los niños y adolescentes es en la actualidad de

interés internacional, lo que ha hecho que los Estados promuevan su protección y su

libre ejercicio. Joel Francisco García Jiménez indica que el Derecho de la Niñez: “Es

una rama del derecho que regula la protección integral del menor, para favorecer en

la mayoría de lo posible el desarrollo de la personalidad del mismo y para integrarlo,

cuando llegue a su plena capacidad, en las mejores y más favorables condiciones

físicas, intelectuales y morales, a la vida normal”.13

En ese sentido, en la actualidad los derechos humanos del niño son

reconocidos a nivel internacional y nacional donde los Estados deben reconocer a

niñas, niños y adolescentes como titulares de derechos, de conformidad con los

principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad,

garantizando su pleno ejercicio, respeto, protección y promoción.

En materia nacional, el Estado de Guatemala ha sancionado diferentes

decretos jurídicos que promueven la integración, organización y funcionamiento de

diferentes dependencias estatales a nivel administrativo y fortaleciendo el sistema de

justicia con el objetivo de garantizar la protección y restitución de los derechos de los

niños.

Los derechos de los niños han tenido un impacto social y jurídico muy

importante en los últimos años, lo que ha llevado a fortalecer las bases generales

para la participación de los sectores privado y social en acciones tendientes a

13
JIMÉNEZ GARCÍA, Joel Francisco. Derechos de los Niños.1ª Edición. Ed. Alejandro Cruz Ulloa.
México. 2000. Pág. 5

16
17

garantizar la protección y el ejercicio de los derechos de las niñas, niños y

adolescentes, así como prevenir su vulneración.

En consideración de lo anterior, se puede considerar que los derechos de los

niños y adolescentes han tenido un proceso de reconocimiento progresivo a nivel

nacional como internacional, por lo que las autoridades locales han realizado las

acciones y medidas que fortalezcan los principios, instituciones y derechos más

elementales de la niñez.

2.2Naturaleza Jurídica.

El interés a nivel internacional sobre la protección de la niñez y la adolescencia,

promovió la creación de diferentes instrumentos internacionales que, significó un

gran logro de los esfuerzos que se realizaron para fortalecer la justicia, la paz y la

libertad en todo el mundo mediante la promoción y la protección de los derechos

humanos del niño.

La Convención es la declaración más completa de los derechos del niño y de

carácter vinculante en Guatemala. La voluntad internacional de reforzar y hacer

respetar los derechos de la niñez, ha inducido a la creación de instrumentos jurídicos

de carácter ordinario y de naturaleza pública debido a la penosa situación y los

abusos padecidos por los niños, por lo que la tutela de sus derechos humanos ya no

solo es un asunto de familia, sino de índole estatal, fortaleciendo su protección y la

garantía de sus derechos.

El Estado guatemalteco tiene, en tal sentido, un compromiso integral de

protección y realización de los derechos fundamentales de la niñez y la adolescencia

que no se agota en el ámbito interno. Como Estado parte de la Comunidad

Internacional y de la Organización de las Naciones Unidas, dicho compromiso tiene

también una dimensión internacional.


18

Por lo que la tutela de los derechos humanos de la niñez y la adolescencia no

pueden estar garantizadas de manera privada por la familia y la sociedad, dicha

protección necesita de una seguridad pública nacional e internacional,

garantizándoles el desarrollo de sus valores, principios y derechos fundamentales

con los cuales puedan tener un desarrollo adecuado e íntegro. Es por ello que la

naturaleza de los derechos humanos de la niñez es de carácter público.

2.3 La doctrina de protección integral.

Con la aceptación y ratificación de diferentes tratados internacionales que

protegen los derechos de la niñez y la adolescencia, éstos vinieron a convertirse en

instrumentos jurídicos con carácter vinculante y parte del ordenamiento jurídico

nacional, promoviendo una serie de medidas legislativas que tienen como fin

garantista los derechos de los menores.

Con estos hechos, el Estado guatemalteco asumió un posicionamiento moral,

político y jurídico en relación a los intereses de los niños y adolescentes referente a

sus derechos humanos, reconociendo que los menores son sujetos plenos de

derechos y adopta, en consecuencia, un enfoque de la doctrina de protección integral

de los derechos de la niñez, con un enfoque de acción y no de solamente conceptos

débiles sobre su situación nacional.

Esta decisión política de carácter jurídica, responde a la necesidad de asumir

como una obligación que corresponde a la sociedad en su conjunto el garantizar y

respetar los derechos para todos los niños, niñas y adolescentes y al mismo tiempo,

como expresión de una necesaria nueva forma de relación social entre adultos y

niños, en la que el Estado asume el compromiso de ser el promotor y garante del

cumplimiento de sus derechos fundamentales, mediando para el ejercicio de los

mismos e interviniendo activamente para reparar si se vulneran o violentan sus

derechos.
19

La doctrina de protección integral se encuentra fundamentada primeramente en

los tratados internacionales de derechos de la niñez y la adolescencia, la cual

adquiere fortaleza mediante los derechos y principios establecidos en dichos tratados

como lo son la dignidad, la equidad y la justicia social, velando siempre por el mejor

interés de los menores.

Esta doctrina ha promovido primeramente a nivel de Estados y posteriormente a

nivel local, la concientización para fortalecer las acciones políticas, planes y

programas que con prioridad se definen y ejecutan desde el Estado, con la

participación solidaria y fundamental de la familia y la sociedad, para garantizar que

los niños, niñas y adolescentes gocen de manera efectiva y sin discriminación de los

derechos humanos que le corresponden, incluyendo la protección para aquellos

cuyos derechos han sido vulnerados.

El enfoque de la doctrina de protección integral considera a los niños y

adolescentes como sujetos de derechos y como personas en desarrollo, que gozan

de todos los derechos como ciudadanos, lo que en términos concretos significa que

se reconoce la necesidad de que sus derechos humanos sean exigibles, lo que

obliga al Estado, la sociedad y los miembros adultos de la familia, no solo a satisfacer

estas necesidades en forma urgente, sino a intervenir en todas aquellas

circunstancias en las que estos derechos están siendo violentados.

En ese sentido, se puede establecer que todos los niños, niñas y adolescentes

y en particular aquellos que por sus condiciones sociales y económicas, tienen mayor

exclusión social, por lo que requieren de una mayor atención inmediata para la

creación y activación de mecanismos legislativos, educativos, culturales, sociales e

institucionales que transformen la realidad de vulneración que sufren y combata las

diferentes formas de exclusión y discriminación en relación con el ejercicio de sus

derechos.
20

En conclusión se puede establecer que la doctrina de protección integral

pretende fortalecer de manera integral, los derechos fundamentales de todos los

niños, niñas y adolescentes, promoviendo el disfrute de los mismos sin limitación

alguna.

2.4 Convención Internacional de los Derechos del Niño.

La Convención sobre los Derechos del Niño es un instrumento jurídico

internacional,esto significa que cuando un Estado lo ratifica o se adhiere a él, se

compromete a garantizar el ejercicio de los derechos de la infancia y a adoptar

medidas administrativas, legislativas y de otra índole para dar efecto a los derechos

reconocidos en la Convención.

La Convención Internacional de los Derechos del Niño es el instrumento de

derechos humanos que más ratificaciones ha recibido en toda la historia, ya que la

mayoría de los países del mundo lo han ratificado. La Convención sobre los

Derechos del Niño es el primer instrumento internacional jurídicamente vinculante

que incorpora toda la gama completa de derechos humanos: Tanto derechos civiles

y políticos como económicos, sociales y culturales. Contiene 54 artículos y reúne en

un sólo tratado todos los asuntos pertinentes a los derechos del niño. Consagra

cuatro principios generales cuyo objetivo es ayudar a interpretar la Convención en su

conjunto, los cuales son la no discriminación; el interés superior de cada niño;

derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo y el derecho a opinar libremente.

Todos los niños, niñas y los adolescentes, sin discriminación alguna, deben ser

reconocidos como sujetos de derecho. Esto significa que les corresponden los

mismos derechos, deberes y garantías que a los adultos, más otros derechos

especiales.
21

Por su particular condición de personas en proceso de desarrollo, los niños y

adolescentes se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad ya que

dependen de los adultos para poder crecer saludablemente, participar de la vida en

comunidad y desenvolver sus capacidades hasta alcanzar la adultez. Por lo tanto, el

Estado y la ciudadanía adulta en su conjunto son los responsables de garantizar y

procurar la máxima satisfacción de tales derechos.

La Convención Internacional de los Derechos Humanos formula diversas

disposiciones relativas a la mayor responsabilidad que tienen los Estados en materia

de protección de menores, estableciendo a la vez el consenso de que los niños

tienen derecho a medidas especiales de atención y protección.

Estas medidas especiales de protección que su condición de menor requiere se

plasman en una obligación afirmativa del Estado de considerar en sus acciones el

interés superior del niño, cuya primacía debe de entenderse como el deber de los

Estados y de la sociedad en general, de proteger especialmente los derechos de los

menores.

La Convención Internacional de los Derechos del Niño implicó un giro

fundamental en la forma en la que se entienden la infancia, la adolescencia y sus

derechos. El cambio de ideales en relación a la protección integral de los derechos

de la niñez y la adolescencia significa que los mismos deben ser considerados

sujetos plenos de derecho y que son sus derechos los que merecen una protección

especial.

Este giro en la concepción de la niñez y la adolescencia, receptado a nivel

interno a través de leyes como la Ley de Adopciones o la Ley de Protección Integral

de la Niñez y la Adolescencia, trajo aparejadas diversas modificaciones en la forma

en la que el derecho interno regula los derechos del niño y de los adolescentes.
22

Por tantocomo lo ha ratificado la Corte Internacional de los Derechos

Humanos, el interés superior del niño se constituye en tres niveles. El primero de

ellos lo constituye su noción de principio regulador de la normativa de los derechos

del niño, cuyo fundamento se encuentra en la dignidad misma del ser humano, en las

características propias de los niños y en la necesidad de fomentar su desarrollo.

En este nivel, el interés superior del niño es un punto de referencia que busca

asegurar la realización de todos los derechos contemplados en la Convención de los

Derechos de la Niñez, siendo su observancia un elemento fundamental para permitir

a los niños el más amplio desenvolvimiento de sus capacidades.

El segundo nivel considera el principio de interés superior del niño como una

forma de interpretación de la Convención de los Derechos de la Niñez, en la medida:

“que obliga al Estado e irradia efectos en la interpretación de todos los demás

derechos de la Convención cuando el caso se refiera a menores de edad”.14

Como tercer nivel, el interés superior del niño constituye un límite de la

discrecionalidad del Estado tanto en la elaboración de normas legales y

administrativas, así como en la toma de decisiones por los Órganos Jurisdiccionales.

En este sentido, “toda decisión estatal, social o familiar que involucre alguna

limitación al ejercicio de cualquier derecho, debe de tomar en cuenta el interés

superior del niño y ajustarse rigurosamente a las disposiciones que rigen en esta

materia.”15

El interés superior del niño en ese ámbito, en un principio que, en las

condiciones antes mencionadas, puede servir para fundamentar el mayor goce y

ejercicio de sus derechos fundamentales, por lo cual el Estado debe de tomar las

medidas y cuidados especiales en consideración de la situación específica en que se

14
Corte Interamericana de los Derechos Humanos. Niñas Yean y Bosico vs. República Dominicana.
Sentencia del 8 de septiembre de 2005. Considerando 134.
15
Corte Internacional de Derechos Humanos. Opinión Consultiva OC -17/2002, considerando 65.
23

encuentra el niño en el caso concreto, tomando en cuenta su debilidad, inmadurez o

inexperiencia o cualquier otra situación particular.

2.5 El Interés Superior del Niño.

El Artículo 3.1 de la Convención Internacional de los Derechos del Niño

establece: “En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las

Instituciones Públicas o Privadas de bienestar social, los Tribunales, las Autoridades

Administrativas o los Órganos Legislativos, una consideración primordial a que se

atenderá será el interés superior del niño”.16

El referido Artículo 3 de la Convención involucra a todas las Instituciones

Públicas o Privadas de bienestar social, las autoridades administrativas o los

Órganos Legislativos. De conformidad con lo anterior este principio tiene un amplio

campo de aplicación, porque lo que verdaderamente interesa es el interés del niño y

de allí que el Estado se involucre también en el ámbito privado, lo cual en ningún

caso se puede tildar de intromisión en las actividades privadas ya que siendo la niñez

y la adolescencia un sector vulnerable, merece especial atención y el Estado cumple

su función al darles una protección preferente.

El Artículo 5 de la Ley de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia

establece: “El interés superior del niño, es una garantía que se aplicará en toda

decisión que se adopte con relación a la niñez y la adolescencia, que deberá

asegurar el ejercicio y disfrute de sus derechos, respetando sus vínculos familiares,

origen étnico, religioso, cultural y lingüístico, teniendo siempre en cuenta su opinión

en función de la edad y madurez. En ningún caso su aplicación podrá disminuir,

tergiversar o restringir los derechos y garantías reconocidos en la Constitución

Política de la República de Guatemala, tratados y convenios en materia de derechos

humanos aceptados y ratificados por Guatemala y en esta Ley.”

16
Organización de las Naciones Unidas. Convención sobre los Derechos del Niño. 1989. Art. 3.1
24

En análisis al Artículo 5 de la Ley de Protección Integral de la Niñez y la

Adolescencia, se puede establecer que el Estado, en cumplimiento a los tratados

internacionales, debe de procurar mediante medidas legislativas y ejecutivas,

garantizar el mejor interés del niño en cualquier decisión que se tome en cuanto a

sus derechos humanos.

En el segundo párrafo del referido Artículo, manifiesta que: “Se entiende por

interés de la familia, a todas aquellas acciones encaminadas a favorecer la unidad e

integridad de la misma y el respeto de las relaciones entre padres e hijos, cumplidos

dentro del ordenamiento legal. El Estado deberá promover y adoptar !as medidas

necesarias para el cumplimiento efectivo del interés de los niños, niñas, adolescentes

y de la familia.”

El reconocimiento de los derechos de los niños ha sido un proceso gradual

desde una primera etapa en que fueron personas prácticamente ignoradas por el

derecho y solamente se protegían jurídicamente las facultades, generalmente muy

discrecionales, de los padres. Los intereses de los niños eran un asunto privado, que

quedaba fuera de la regulación de los asuntos públicos.

Posteriormente, se observa un aumento en la preocupación por los niños y se

empieza a reconocer que ellos pueden tener intereses jurídicamente protegidos

diversos e independientes de sus padres.

El principio del interés superior del niño fue uno de los mecanismos para

avanzar en este proceso de considerar el interés del niño como un interés que debía

ser públicamente, y por consecuencia jurídicamente protegido. Con el Código de

Menores, Decreto 61-69, los niños no fueron suficientemente protegidos de la

arbitrariedad privada y quedaron expuestos a diversas formas de abuso público,

antes desconocidas, debido a la indiferencia de los órganos del Estado hacia la

infancia.
25

También la evolución de los instrumentos internacionales de los derechos de

los niños revela la permanente presencia de la noción del interés superior del niño,

ya sea en la Declaración de Ginebra de 1924 que establecía el imperativo de darle a

los niños lo mejor, o con frases como los "niños primero", hasta la formulación

expresa del principio en la Declaración de los Derechos del Niño en 1959, y su

posterior incorporación, no solo en la Convención Internacional sobre los Derechos

del Niño, sino también, en la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de

Discriminación contra la Mujer, establecido en los Artículos 5 y 16.

La Corte de Constitucionalidad, antes que cobrara vigencia la actual Ley de

Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia, según expedientes 1042-97, 866-

98, 49-99, manifiesta que en los asuntos de la niñez y la adolescencia se deben de

tomar en cuenta las disposiciones de la Convención sobre los Derechos del Niño, en

el caso de que surja un conflicto de intereses, se debe tener presente siempre que en

la jurisdicción de menores resulta primordial atender el interés superior de la niñez,

que supedita los derechos que puedan alegar instituciones o personas adultas.

El principio del interés superior ha evolucionado conjuntamente con el

reconocimiento progresivo de los derechos del niño y que, ahora que la construcción

jurídica de los derechos del niño ha alcanzado un importante grado de desarrollo,

corresponde que este principio sea interpretado según este nuevo contexto.

Cuando los niños eran considerados meros objetos dependientes de sus

padres o de la arbitrariedad de la autoridad, el principio fue importante para resaltar

la necesidad de reconocer al niño su calidad de persona; ahora que, al menos en el

plano normativo, se ha reconocido al niño como un sujeto portador de derechos, el

principio debe ser un mecanismo eficaz para oponerse a la amenaza y vulneración

de los derechos reconocidos y promover su protección igualitaria.


26

2.6 Fines del Interés Superior del Niño.

Como se ha señalado anteriormente, la formulación del artículo tercero de la

Convención de los Derechos del Niño proyecta el interés superior del niño hacia las

políticas públicas y la práctica administrativa, legislativa y judicial. Esto significa que

la satisfacción de los derechos del niño no puede quedar limitada ni desmedrada por

ningún tipo de consideración que no sea exclusivamente sobre el interés superior del

niño.

Cuando la Convención señala que el interés superior del niño será una

consideración primordial para la toma de decisiones que le afecten, sugiere que el

interés del niño, es decir, sus derechos no son asimilables al interés colectivo; por el

contrario, reconoce que los derechos de los niños pueden entrar en conflicto con el

interés social o de las normas jurídicas internas, y que los derechos de los niños

deben ponderarse de un modo prioritario.

El interés superior del niño supone la vigencia y satisfacción simultánea de

todos sus derechos. El concepto de interés superior del niño exige esta protección

integral y simultánea del desarrollo integral y la calidad o nivel de vida adecuado.

El interés superior del niño, niña o adolescente es uno de los principios

rectores de la Convención de los Derechos del Niño, lo que significa que en base a

él, deben entenderse el resto de los derechos reconocidos en dicha Convención.

A partir de su reconocimiento en este instrumento internacional, ha sido

retomado en la mayor parte del marco normativo dirigido a la infancia, tanto del orden

internacional como del interno, señalando que todo niño, niña o adolescente tienen

derecho a que su interés superior sea la consideración primordial.


CAPÍTULO III

LA ADOPCIÓN

3.1 Antecedentes de la Adopción.

La adopción como la conocemos hoy se ha ido configurado a través de los

tiempos. Varias han sido las civilizaciones que la reconocieron y utilizaron, uno de los

antecedentes más remotos lo encontramos en la antigua civilización egipcia, incluso

en el Imperio Romano de Justiniano, en la cual se establecieron dos clases de

adopción: Adoptio plena, cuando el adoptado ingresaba como un nuevo miembro de

la familia con todos los derechos y obligaciones; y la adoptiominus plena, que no

desliga al adoptado de su propia familia.

La adopción como institución jurídica, se puede establecer en el Derecho

Romano, en donde existía como se mencionó anteriormente la adoptio o datio en

adoptionen. El autor José Girola Kruz comenta: “Desde la época de la Ley de las XII

Tablas, la adoptio o adopción, era conocida en la antigua Roma, como una institución

por medio de la cual, un extraño quedaba agregado a una familia romana,

sometiéndose a la patria potestad de un Pater Familia. El mismo resultado se

lograba con la “arrogatio”, conocida en la España medieval como arrogación o

profijamiento.”17

Manuel Chavez Asencio comenta al respecto: “La palabra adopción viene del

latín adoptio, y adoptar, de adoptare, de ad, a y optare, desear (acción de adoptar o

prohijar). Es decir, se recibe al adoptado como hijo, pero no porque lo fuera

naturalmente, sino que se trata de una creación técnica del derecho, con la finalidad

17
GIROLA KRUZ, José Damian. La función jurisdiccional y la competencia en el proceso de
adopción. Universidad de El Salvador. EL Salvador, 1996. Pág. 6.

27
28

de proteger a los menores desvalidos y también contribuir al robustecimiento de la

familia, que permite la continuación de la especie.”18

Posteriormente la adopción en Francia tiene particular interés por lo

controvertido que fue la conveniencia de introducir la Institución a su Legislación y

por la influencia y difusión a nivel mundial del Código de Napoleón, influencia que

llegó a la Legislación de la República de Guatemala.

El autor Manuel Chavez Asencio indica: “La adopción era casi desconocida en

Francia en el siglo XVIII. A partir de 1792, a solicitud de Rougier de Lavengerie a la

Asamblea, se incluyó al cuerpo legal civil de la nación francesa. Fue en este

momento que las adopciones se hicieron numerosas en Francia. Pero a partir de la

sanción del Código de Napoleón el 23 de marzo de 1803, esta institución fue

realmente regulada y estudiada a fondo. Entre las cosas más relevantes podemos

mencionar que únicamente podían ser adoptados los mayores de edad. La forma en

que fue regulada la adopción no se arraigó en la costumbre y el número de las

mismas disminuyó considerablemente.”19

Sigue comentando el autor: “Con la Primera Guerra Mundial y la gran cantidad

de huérfanos que ésta provocó, se hizo necesario reformar y mejorar el Código

Napoleónico, por lo que sobrevino la reforma del 19 de junio de 1923, completada

por la ley del 23 de julio de 1925. Es a partir de esta fecha que es posible adoptar

menores de edad en Francia.”20

El concepto moderno de adopción no es el mismo que el concepto tradicional.

Hoy en día ya no se persigue primordialmente el beneficio del adoptante, ya que los

motivos que hacen a una persona adoptar actualmente es por distintas razones a las

que tenían en sus orígenes, dentro de las principales podemos mencionar el interés
18
CHÁVEZ ASENCIO, Manuel F. La familia en el derecho. Relaciones paterno-filiales. Editorial
Porrúa. México, 1985. Pág. 199.
19
Ídem. Pág. 201.
20
Ibídem.
29

superior del niño a ser aceptado por una familia y con ello se deriven los demás

derechos humanos; resolver el problema de la niñez abandonada; conceder, a la vez,

los beneficios de la paternidad a aquellas personas que por distintas razones carecen

de ellos; personas con hijos biológicos que deseen tener otro. La adopción

actualmente ya no es en beneficio del adoptante, y existe en todos los ordenamientos

jurídicos del mundo.

La adopción cumple hasta hoy, dos funciones de gran relevancia: Resolver el

problema de los niños abandonados o por distintas razones se les ha extraído de su

familia, cumpliendo una función de beneficio social; otorgar los beneficios y alegrías

de la paternidad a personas que por diversas razones carecen de ellos, por lo que

cumple una función sustitutiva de la filiación sanguínea.

3.2 Conceptos de la Adopción.

El concepto de adopción es definido con ciertas similitudes por los autores,

Diego Espín Canovas lo define como: “Un acto solemne, sometido a la aprobación de

la justicia, que se crea entre dos personas relaciones análogas a las que resultaría

de la filiación legítima.”21

Para el autor Federico Puig Peña la adopción es: “Aquella Institución por

virtud de la cual se establecen, entre dos persona extrañas, relaciones civiles de

paternidad y filiación semejantes a las que tienen lugar en la filiación legítima.”22

Guillermo Cabanellas indica que es: “Acto por el cual se recibe como hijo

propio, con autoridad judicial, a quien no lo es por naturaleza; sin excluir el resquicio

que esto consiste para legalizar ciertas ilegitimidades.”

21
ESPIN CANOVAS. Diego. Manual de Derecho Civil Español.Revista de Derecho Privado. Madrid,
España, 1975. Pág. 144.
22
PUIG PEÑA, Federico. Compendio de Derecho Civil Español. Tomo IV Ediciones Nauta.
Barcelona, 1996. Pág. 475.
30

El autor Edgardo López Peniche: “Se trata de una institución que tiene

características muy peculiares y que tiende a crear un vínculo que no se apoya en el

nexo biológico, sino en la convicción de que el amor filial no se limita a aquél.”23

El Licenciado Manuel Ossorio la define como: “La adopción es la acción de

adoptar, de recibir como hijo, con los requisitos y solemnidades que establecen las

leyes, al que no lo es naturalmente.”24

En consideración de las definiciones anteriores, se puede establecer que la

adopción en este sentido es un acto jurídico que establece un vínculo entre dos

personas con una relación de paternidad y filiación, cuyos fines promueven la

constitución de la familia y el ejercicio de los derechos humanos que de ella se

derivan.

3.3 Clasificación de la Adopción.

La adopción considerada doctrinariamente, puede ser plena o simple, las

cuales se analizarán a continuación.

3.3.1 Adopción Plena.

Para que pueda existir una adopción plena es necesario que los adoptantes

sean hombre y mujer unidos en matrimonio, por lo que la misma confiere al adoptado

una filiación en la cual se sustituye a la de origen, y el adoptado deja de pertenecer a

su antigua familia natural, adquiriendo el adoptante los mismos derechos y

obligaciones de un hijo biológico.

Con la adopción se crea una nueva filiación y su característica esencial es su

irrevocabilidad, a diferencia de la adopción simple, en la cual el adoptado crea un

23
LÓPEZ PENICHE, Edgardo. Introducción al Derecho y Lecciones de Derecho Civil. Editorial
Perrot. Buenos Aires, 1975. Pág. 126.
24
OSSORIO, Manuel. Diccionario de Ciencias Políticas, Jurídicas y Sociales. 27ª edición. Editorial
Heliasta. Buenos Aires, 2000. Pág. 797.
31

vínculo filial revocable, aunque adquiere los mismos derechos de los hijos naturales,

siempre sigue conservándose cierta relación con su familia natural.

El autor Augusto Belluscio comenta sobre la adopción plena: “Uno de los

principales efectos de la adopción plena es cortar los vínculos de pertenencia del

adoptado con su familia biológica y como consecuencia de ello se produce la

extinción de todos los efectos jurídicos.”25

La sentencia de adopción plena le da al individuo un nuevo estado civil y le

confiere al adoptado los apellidos de los adoptantes y los mismos derechos,

obligaciones y parentesco que la filiación consanguínea.

Este tipo de adopción concede plenitud de derechos, satisface de manera

óptima las finalidades de la Institución y además, contribuye a darle efectividad real al

principio del interés superior del niño a al de igualdad de los hijos en relación a los

naturales.

La adopción plena implica indirectamente el desplazamiento del Estado

determinado por la filiación consanguínea del adoptado, al afirmar que dicha

adopción confiere al adoptado una filiación sustituye a la de origen.

3.3.2 Adopción Simple.

La adopción simple es aquella donde no existe sustitución automática de

apellidos ni el hijo adoptado ocupa un lugar similar en el orden de sucesión

testamentaria con los hijos naturales.

La adopción simple permite la revocación restituyendo todo al estado en que

estaban antes de que se efectuara; esto se da cuando ambas partes lo convengan y

el adoptado sea mayor de edad o por ingratitud del adoptado.

25
BELLUSCIO, Augusto. Adopción e integración familiar. Sobre la Ley de Adopciones No. 24,779.
(s.e.). Argentina, 1977. Pág. 74.
32

Los autores Bossert y Zannoni comentan: “La adopción simple se limita a crear

un estatus de filial (estado de hijo) que, en principio, se circunscribe a las relaciones

entre el adoptante (o adoptantes) y adoptado sin trascender, como en la adopción

plena en la familia de aquél.”26

La adopción simple solo constituye un vínculo exclusivo entre el adoptante y el

adoptado y los otros hijos adoptivos; el otorgamiento de la adopción simple queda en

principio del Órgano Jurisdiccional competente, cuando sea más conveniente para el

menor ha pedido de parte por motivos fundados.

En consideración de lo anterior, se puede establecer que la adopción simple

confiere al adoptado la posición de hijo biológico, pero no crea vínculo de parentesco

entre aquél y la familia biológica del adoptante, sino a los efectos que expresamente

estén determinados por la ley, aunque los hijos adoptivos de un mismo adoptante

son considerados hermanos entre sí.

3.3.3 Diferencia entre Adopción Plena y Adopción Simple.

Cada tipo de adopción responde a finalidades distintas, la adopción plena

logra que al menor se le brinde una familia de la que, de un modo u otro carece.

Bossert y Zannoni comentan: “Se trata de todos aquellos casos en que el menor o no

ha tenido real vínculo con su familia consanguínea, especialmente con sus padres de

sangre o estos vínculos se han limitado a construir meras circunstancias no

asumidas responsablemente por los progenitores.”27

Mientras tanto la adopción simple, presume que el menor mantiene vínculos

más o menos estrechos con sus progenitores consanguíneos. Los autores Bossert y

Zannoni indican: “En tal caso se trata de no sustituirlos aunque mediante la adopción,

se asegura al menor un entorno estable o más seguro que el que aquéllos (los

26
BOSSERT, Gustavo y Eduardo Zannoni.Manual de derecho de familia.3ra. Edición actualizada.
Editorial Astrea. Buenos Aires, 1991. Pág. 488.
27
Ídem. Pág. 489.
33

padres de sangre) no pueden brindarle, o simplemente, permite integrar al adoptado

a la familia constituida por su progenitor y el adoptante.”28

3.4 La Paternidad Adoptiva.

La paternidad es la figura jurídica que identifica la relación de los padres como

tales ante los hijos. El autor Diego EspinCanovas comenta que es: “La relación

existente entre una persona de una parte y otras dos, de las cuales una es padre y la

otra la madre de la primera; maternidad y paternidad, son pues los dos elementos en

que se basa la filiación.”29

La paternidad es entonces una relación natural, civil y jurídica que une a los

padres con sus hijos, el autor Guillermo Cabanellas la clasifica como: “La paternidad

y la filiación se clasifican de tres maneras: 1º. Naturales y civiles con respecto al

padre y a los hijos de legítimo matrimonio. 2º. Naturales solamente, con respecto al

padre y a los hijos nacidos fuera del matrimonio y 3º. Solamente civiles, con respecto

al padre y a los hijos adoptivos.”30

La paternidad es el establecimiento legal de la relación de parentesco entre el

padre y el hijo, uniéndolos un vínculo progenitor o civil cuando la misma nace de la

adopción y reconocido por el Derecho, creando situaciones y efectos jurídicos que

pretenden garantizar los derechos y obligaciones que nacen con la misma.

La paternidad adoptiva nace derivado de la institución social de la adopción,

en la cual una persona toma por hijo propio al hijo biológico de otra persona. La

familia como institución social permanente y base de la sociedad guatemalteca, debe

de estar protegida de acuerdo a establecer las garantías jurídicas que fomentan la

creación o crecimiento de la familia, por lo que la adopción es parte de la misma.

28
Ibídem.
29
ESPIN CANOVAS, Diego. Op. Cit. Pág. 125.
30
Pág. 246.
34

Esta clase de paternidad está reconocida en el Artículo 54 de la Constitución

Política de la República de Guatemala vigente, al determinar que: “El Estado

reconoce y protege la adopción, el adoptado adquiere la condición de hijo adoptante.

Se declara de interés nacional la protección de los niños huérfanos y de los niños

abandonados.”

El licenciado Alfonso Brañas define dicha paternidad como: “El vínculo que

crea la ley entre el adoptado y el adoptante”31. El objetivo de la adopción es afianzar

los lazos paterno-civiles brindando hijos a quienes no pueden engendrarlos, y por

otro lado, la de dar padres a quienes no los tienen, para lo cual se crea un vínculo

legal con quienes realmente se ocupan de su cuidado.

Los padres adoptivos llegan a la decisión de adoptar por muchos motivos

distintos. Algunos adoptan debido a la infertilidad y la adopción es su manera

alternativa de hacer crecer su familia; otros adoptan para aumentar sus familias,

para ayudar a un niño en particular o por motivos de justicia social.

La familia y la adopción constituyen dos medidas legales que sitúan al niño en

el seno de una familia que ha de asumir la responsabilidad de la crianza y la

educación. Mediante el recibimiento, el niño se integra en un espacio familiar que se

considera adecuado para él y donde las personas que ejercen las funciones de

cuidado y atención deben comprender e incorporar su historia anterior que puede

hacerse presente en diversos momentos y contextos.

Mediante el acogimiento, el niño se integra en un espacio familiar que se

considera adecuado para él y donde las personas que ejercen las funciones de

cuidado y atención deben poder comprender e incorporar su historia anterior que

puede hacerse presente en diversos momentos y contextos. Por lo que la paternidad

31
BRAÑAS, Alfonso. Op. Cit. Pág. 221.
35

adoptiva representa el medio de restaurar los derechos del niño mediante el

otorgamiento de una nueva familia.

3.5 Características de la Adopción.

3.5.1 La Adopción es Irrevocable.

Lo cual significa que por voluntad de los adoptantes, de quienes dieron al

menor en adopción, o de quien la autorizó y del propio menor, dichos efectos no

pueden desconocerse por el contrario, tienen que asumirse las situaciones y

obligaciones que de esa relación nacen.

María Fernández González comenta al respecto que: “La justificación de la

irrevocabilidad radica en que se debe de dotar a la figura de la adopción de la

máxima protección y de las mayores garantías de estabilidad, tratando de impedir

arrepentimientos y reclamaciones temerarias o infundadas; esta irrevocabilidad se

extiende al hecho de que si un menor es adoptado y posteriormente es reconocido

por su padre biológico, la adopción es inalterable.”32

3.5.2 Su Fuente Única es la Sentencia.

La adopción se constituye desde que queda firme la sentencia que la decreta,

la cual es irrevocable; es por cuanto el Juez valora la conveniencia de la adopción,

teniendo en cuenta el interés superior del niño, los medios de vida y cualidades

morales y personales del adoptante.

3.5.3 Es una Ficción Legal.

Debido a que constituye una filiación artificial, que nace por medio de una

sentencia judicial y equivale haque el adoptado tenga una filiación adoptiva, creando

un vínculo jurídico de filiación entre dos personas fuera de todo vínculo de sangre.

32
FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, María Begonia. El matrimonio y los hijos, (Cien preguntas claves y
sus respuestas). Editorial Dykinson. Madrid, España. 2002. Pág. 177.
36

3.5.4 Constituye un Estado Familiar.

A consecuencia de que confiere al adoptado el estado familiar de hijo

matrimonial de los adoptantes, con todas sus características de permanente en el

tiempo, creando dicho estado familiar con calidad jurídica por lo cual la ley le atribuye

derechos y obligaciones.

3.5.5 Es una Institución del Derecho de Familia.

La naturaleza jurídica de la adopción se acepta como parte del derecho de

familia, debido a que la misma se constituye como una Institución social formativa de

la familia, creando las mismas circunstancias jurídico-sociales de la familia biológica.

3.6 Finalidad Principal de la Adopción.

Las legislaciones de la mayoría de Estados democráticos le otorgan al niño el

derecho a que se considere y tenga en cuenta de manera primordial su interés

superior en todas las medidas o decisiones que le afecten, tanto en la esfera pública

como en la privada.

La finalidad de la adopción se consigna en el Artículo 4 de la Ley de

Adopciones, Decreto número 77-2007 del Congreso de la República, que estipula: “El

interés superior del niño, en esta ley, es el principio que persigue asegurar la

protección y desarrollo del niño, en el seno de su familia biológica o en caso de no

ser esto posible en otro medio familiar permanente.”Con lo cual se alude a ciertas

características esenciales de la institución, directamente derivadas de su finalidad

principal.

Por otra parte, la adopción cumple con otras finalidades y puede satisfacer

otros intereses, todos ellos legítimos y basados en relación a la protección del menor

considerando sus derechos humanos.


CAPÍTULO IV

MARCO LEGAL NACIONAL E INTERNACIONAL RELACIONADO A LAS

ADOPCIONES

4.1 La Constitución Política de la República de Guatemala.

La Constitución Política de la República de Guatemala vigente, es la ley

suprema en el país y rige a todo el Estado juntamente con las demás leyes ordinarias

con la finalidad de organizarlo jurídica y políticamente. Reconoce la familia como

génesis primario y fundamental de los valores espirituales y morales de la sociedad y

al Estado, como responsable de la promoción del bien común, de la consolidación del

régimen de legalidad; seguridad; justicia; igualdad; libertad y paz.

La parte dogmática de la Constitución Política de la República de Guatemala

vigente afirma: “La primacía de la persona humana como sujeto y fin del orden social;

reconociendo a la familia como génesis primario y fundamental de los valores

espirituales y morales de la sociedad y, al Estado como responsable de la promoción

del bien común”.

Los artículos de la Constitución Política de la República de Guatemala vigente

que se relacionan con la Política Pública de Protección Integral para la Niñez y

Adolescencia son varios, el Artículo 1 hace referencia a la protección de la persona y

la familia, por lo consiguiente la protección particular y especial de la niñez por su

condición de vulnerable, promoviendo políticas públicas y fortaleciendo el orden

jurídico orientado a proteger la salud física; mental y moral de la niñez y la

adolescencia.

El Artículo 2 del mismo cuerpo legal manifiesta la importancia de que el Estado

cumpla con los deberes constitucionales garantizándoles a los niños, niñas y

adolescentes del país, una vida con libertad; justicia; seguridad; paz y desarrollo

37
38

integral, promoviendo la protección de valores y derechos individuales de niños y

adolescentes.

El Artículo 51 de la Constitución Política de la República de Guatemala vigente

demanda la protección a menores y ancianos, por ser grupos de la población con

mayor vulnerabilidad y riesgo de ser violentados de sus derechos fundamentales. En

el referido Artículo además de proteger su salud, también deberá garantizar su

derecho a la educación, alimentación, seguridad y la asistencia social.

En relación a la adopción, el Artículo 54 de la Constitución Política de la

República de Guatemala establece: “El Estado reconoce y protege la adopción. El

adoptado adquiere la condición de hijo del adoptante. Se declara de interés nacional

la protección de los niños huérfanos y de los niños abandonados.”

El precepto constitucional establece la importante protección de la institución

jurídica de la adopción, ya que es fuente de la familia e importante medio para

restaurar los derechos humanos de los niños y adolescentes que han sufrido

abandono, restringiéndoles el derecho a tener a una familia.

La Corte de Constitucionalidad en análisis al referido Artículo establece: “…de

menores resulta primordial atender el interés superior de la niñez, que supedita los

derechos que puedan alegar instituciones o personas adultas al deber de procurar el

mayor beneficio que para los menores pueda obtenerse... la Convención citada, ley

aplicable al caso, dispone la adopción de medidas apropiadas para garantizar que el

niño se vea protegido contra toda forma de discriminación…”.33

4.2 Ley de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia.

Una de las primeras manifestaciones legales sobre la protección integral de la

niñez y la adolescencia emanan del Código de Menores, el cual estuvo vigente desde

33
Corte de Constitucionalidad. Gaceta No. 57, expediente No. 368-00, sentencia: 17-08-00.
39

1979 hasta mediados del 2003. El Código no manifestaba realidades de protección,

derivado a que ya no respondía a las necesidades de regulación jurídica de la niñez y

la adolescencia.

La Misión de Verificación de las Naciones Unidas para Guatemala, emitió un

informe en año el 2002 indicando que la aplicación del Código de Menores

presentaba debilidades jurídicas como la falta de delimitación clara de las diferencias

entre jóvenes en conflicto con la ley penal y niños en situación de peligro y

abandono. A consecuencia de ello, varias de sus disposiciones ya no eran

compatibles con la dignidad y derechos humanos fundamentales que la Constitución

Política de la República de Guatemala y los Tratados sobre Derechos Humanos

reconocen y garantizan para los niños y adolescentes, sin discriminación en razón de

su edad.

En forma global, el régimen que establecía dicho Código incluía a los menores

de 18 años dentro de una categoría que no los reconocía como sujetos de derecho,

considerándolos:“Menos personas y objetos de una actividad protectora estatal, sin

límites jurídicos establecidos por la ley”.34

Varias organizaciones nacionales e internacionales expusieron que el Código

de Menores y otras leyes de aplicación a los niños y adolescentes no se ajustaban a

la realidad actual ni a los principios de la Convención de los Derechos del Niño, por lo

que su situación se encontraba en una situación altamente vulnerable, motivando al

Estado por dicha situación y ante la presión interna e internacional, a darle vida a la

Ley de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia en el año 2003.

34
Coordinadora institucional de las Organizaciones no Gubernamentales. Segundo informe
independiente de las organizaciones no gubernamentales sobre el cumplimiento de los
derechos de los niños, niñas y adolescentes.Guatemala, 2002. Pág. 11.
40

El objeto de la Ley de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia es la de

lograr el desarrollo integral y permanente de la niñez y adolescencia guatemalteca,

dentro de un marco democrático y con un estricto respeto a los derechos humanos.

Después de un Código de Menores marcado por una evidente vulnerabilidad a

los derechos de los niños y adolescentes, la nueva ley especializada pretende

garantizar el bienestar y desarrollo en un entorno primeramente familiar y en segundo

plano estatal, en lo referente a la restauración de dichos derechos cuando ya han

sido violentados.

La Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, es una normativa que

reglamenta en una ley ordinaria el contenido y principios de la Convención sobre los

Derechos del Niño. Hace una clara distinción, entre los procedimientos judiciales

para la niñez y adolescencia vulnerada en sus derechos y entre los adolescentes en

conflicto con la ley penal.

En relación a la adopción, la Ley de Protección Integral de la Niñez y

Adolescencia establece en su Artículo 22: “Adopción. El Estado reconoce la

Institución de la Adopción de los niños, niñas y adolescentes debiendo garantizar que

en el ejercicio de ésta se atienda primordialmente a su interés superior y conforme a

los tratados; convenios; pactos y demás instrumentos internacionales en esta materia

aceptados y ratificados por Guatemala.”

El Artículo hace referencia a la importancia de la adopción como medio para

alcanzar el interés superior del niño brindándole una familia que le pueda

proporcionar y restaurar los derechos humanos que le han sido violentados al perder

o desligarlo de su familia natural.

El Artículo 23 del mismo cuerpo legal establece: “Admisibilidad de la adopción.

Solamente las autoridades competentes deberán determinar con apego a las leyes,
41

procedimientos aplicables y sobre la base de toda información pertinente y fidedigna,

que la adopción es admisible. La ley de la materia regulará lo relativo a la adopción.”

La Ley de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia establece que el

proceso de adopción debe de ser autorizado por autoridades que la ley especial

establece, la cual enmarca un procedimiento judicial y otro administrativo donde la

Comisión Nacional de Adopciones determina finalmente la viabilidad de la adopción a

una familia idónea.

Finalmente el Articulo 24 de la referida ley le otorga la obligación al Estado de

velar porque los niños, niñas y adolescentes que hayan de ser adoptados en otro

país, deberá procurar que dichos niños gocen por lo menos de los mismos derechos

y normas equivalentes a las existentes, respecto de la adopción en el país de origen

y sujeto a los procedimientos establecidos en la Ley de Adopciones.

El referido Artículo citado en el párrafo anterior establece la necesaria

determinación legal para las adopciones internacionales, indicando que los derechos

que le son reconocidos en Guatemala, deben de garantizarse como mínimo al menor

en el país adoptante.

En resumen el objeto de la ley, es garantizarle a la niñez y adolescencia, la

protección integral de todos sus derechos, estableciendo los derechos que le son

necesarios para su desarrollo, el proceso para restaurarlos cuando ya han sido

violados, y las medidas posteriores que le garanticen el goce de los mismos.

4.3 Convención Sobre los Derechos del Niño.

El Estado de Guatemala es parte, desde el 10 de mayo de 1990, de la

Convención sobre los Derechos del Niño, la cual en sus artículos 9; 11; 20; 21 y 35;

establece derechos y compromisos en relación con la adopción.


42

El Artículo 9 de la referida Convención consagra el derecho de los niños de

estar con su familia, al señalar que: “Todo niño tiene derecho a los cuidados de sus

padres y a no ser separado de ellos, salvo cuando las autoridades competentes

determinen que tal separación es necesaria en el interés superior del niño.”

El referido Artículo internacional determina que los Estados deben de

garantizar la unión familiar y sólo en última instancia, deberán separar a los menores

del seno familiar y de su paternidad y maternidad biológica.

El Artículo 11 del mismo cuerpo legal señala que: “1º. Los Estados Partes

adoptarán medidas para luchar contra los traslados ilícitos de niños al extranjero y la

retención ilícita de niños en el extranjero. 2º. Para este fin los Estados Partes

promoverán la conclusión de acuerdos bilaterales o multilaterales o la adhesión a

acuerdos existentes.”

Estos acuerdos internacionales deben establecer parámetros legales e

institucionales que eviten las adopciones internacionales de manera ilícita, evitando

la trata de personas y la sustracción internacional de menores con fines personales.

El artículo 20 establece a la adopción como un mecanismo de protección para

el niño, de la siguiente manera:

a. “Los niños temporal o permanentemente privados de su medio familiar, o cuyo

superior interés exija que no permanezcan en su medio, tendrán derecho a la

protección y asistencia especial del Estado.

b. Los Estados Partes asegurarán de conformidad con sus leyes nacionales,

otros tipos de cuidado para esos niños.

c. Entre estos cuidados figurarán entre otras cosas la colocación en otras

familias, la Kafala del derecho islámico, la adopción, de ser necesario la

colocación en Instituciones adecuadas de protección de menores. Al


43

considerar las soluciones se prestará particular atención a la Conveniencia de

que haya continuidad en la educación del niño y a su origen étnico, religioso,

cultural y lingüístico.”

El Artículo hace referencia a la institucionalización de los menores que se les

ha privado de su familia por cuestiones de protección, por lo que los Estados deberán

proporcionarle un abrigo temporal mientras se establece su situación jurídica y social.

El Artículo 21 señala los principios que deberán regir las adopciones y los

compromisos de los Estados en este sentido: "Los Estados Parte que reconocen o

permiten el sistema de adopción cuidarán de que el interés superior del niño sea la

consideración primordial, y:

a) Velarán porque la adopción del niño sólo sea autorizada por las autoridades

competentes, las que determinarán con arreglo a las leyes y a los

procedimientos aplicables y sobre la base de toda la información pertinente y

fidedigna, que la adopción es admisible en vista de la situación jurídica del

niño en relación con sus padres, parientes y representantes y que, cuando así

se requiera, las personas interesadas hayan dado con conocimiento de causa

su consentimiento a la adopción sobre la base del asesoramiento que pueda

ser necesario;

b) Reconocerán que la adopción en otro país puede ser considerada como otro

medio de cuidar del niño, en el caso de que éste no pueda ser colocado en un

hogar de guarda o entregado a una familia adoptiva o no pueda ser atendido

de manera adecuada en el país de origen;

c) Velarán porque el niño que haya de ser adoptado en otro país goce de

salvaguardias y normas equivalentes a las existentes respecto de la adopción

en el país de origen;
44

d) Adoptarán todas las medidas apropiadas para garantizar que, en el caso de

adopción en otro país, la colocación no dé lugar a beneficios financieros

indebidos para quienes participan en ella;

e) Promoverán, cuando corresponda, los objetivos del presente artículo mediante

la concertación de arreglos o acuerdos bilaterales o multilaterales y se

esforzarán, dentro de este marco, por garantizar que la colocación del niño en

otro país se efectúe por medio de las autoridades u organismos competentes".

Por último, el Artículo 35 de la Convención sobre los Derechos del Niño,

establece que: “Los Estados Partes tomarán todas las medidas de carácter nacional

bilateral o multilateral que sean necesarias para impedir el secuestro, la venta o la

trata de niños para cualquier fin o en cualquier forma”.

Los Artículos 21 y 35 de la Convención de los Derechos del Niño determinan

la importante labor de los Estados para evitar adopciones internacionales ilegales,

donde el único fin sea la de obtener ingresos económicos derivado de la situación

vulnerable del menor, por lo que deben de adoptar medidas de carácter nacional e

internacional para impedir que los menores sean víctimas de secuestro, trata y

violencia de sus derechos humanos.

La Convención de los Derechos del Niño es un instrumento internacional que

promueve y protege los derechos humanos de los niños. Desde su aceptación y

ratificación en Guatemala, se han producido avances considerables en el

cumplimiento de los derechos de los menores, así como el reconocimiento cada vez

mayor de establecer un entorno protector que defienda a los niños y niñas de la

explotación, los malos tratos y la violencia.


45

4.4 Convención de la Haya.

Adoptada por la Conferencia de La Haya el 10 de mayo de 1993, este

Convenio ha sido inspirado en la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989 y

dispone lo siguiente:

El Artículo 1 de la referida Convención establece una serie de objetivos

relacionados a la adopción, indicando que:

a. “Establecer garantías para que las adopciones internacionales se lleven a cabo

teniendo en cuenta el interés superior del niño y el respeto a los derechos

fundamentales que le reconoce el derecho internacional.

b. Instaurar mecanismos de cooperación entre Estados contratantes, que prevengan

la sustracción, la venta o el tráfico de niños;

c. Asegurar el reconocimiento de las adopciones realizadas de acuerdo al

Convenio.”

Los objetivos citados pretenden establecer parámetros que los Estados partes

deberán tratar al momento de regular legalmente la adopción, impidiendo que los

menores sean víctimas del tráfico ilegal con fines económicos.

El Artículo 2 del mismo cuerpo legal establece que:

a. Sólo se aplica el Convenio a las adopciones internacionales, es decir, cuando un

niño con residencia habitual en un Estado contratante (el Estado de origen) ha

sido, es o va a ser desplazado a otro Estado contratante (Estado de recepción).

b. Sólo regula un tipo de adopción que es la plena; la que establece un vínculo de

filiación.”

El Convenio fue adoptado para fines de la adopción internacional, ya que lo que se

pretende con la adopción principalmente es otorgarle el derecho de familia


46

primeramente en su país de origen, y de no ser posible, se tengan limitantes

transnacionales para la adopción internacional.

De los Artículos 4 al 22 se establecen las condiciones y procedimiento a seguir

para realizar la adopción, determinando principalmente procedimientos

administrativos y judiciales que deban aplicar los Estados partes con carácter

especial, la situación social y legal del menor al que se le ha sustraído de su entorno

familiarindicando que:

a. “Las autoridades del país de origen deberán: Establecer que el niño es

adoptable; que la adopción internacional es lo más beneficioso para él, tras haber

examinado previamente las posibilidades de una adopción nacional; asegurarse

de que se han prestado los consentimientos exigidos (incluido el del propio niño) y

que éstos han sido dados en la forma que especifica el convenio (previo

asesoramiento, libremente, sin que mediare pago o compensación).

b. Las autoridades del país receptor deberán: Constatar la idoneidad de los padres y

que éstos han sido convenientemente asesorados, así como que el niño está

autorizado para entrar y residir permanentemente en dicho Estado.

c. En todo Estado contratante se designará una autoridad central encargada de dar

cumplimiento a las obligaciones del Convenio. Guardará toda la información

referente al niño y a los futuros padres adoptivos.

d. Procedimiento: Solicitud de los particulares a la Autoridad Central del Estado de

su residencia habitual; informe de dicha Autoridad Central a la Autoridad Central

del Estado de origen del niño (en caso de que se considere que los solicitantes

son aptos para adoptar, en dicho informe se hará constar toda la información

sobre ellos: Identidad, capacidad jurídica, situación personal, familiar y médica,

motivos, etc); informe sobre el niño por parte de esta Autoridad del país de origen
47

a la del país de recepción (sobre su identidad, adoptabilidad, evolución, historia

médica....., teniendo siempre en cuenta las condiciones de educación del niño, así

como su origen étnico, religioso y cultural) y constatación de que la adopción

obedece efectivamente al interés superior del niño, que se han dado los

consentimientos requeridos, y que los padres adoptivos son aptos para esa

adopción; ambas Autoridades Centrales tomarán las medidas para que el niño

reciba la autorización de salida del Estado de origen, así como de entrada y

residencia permanente en el país de recepción; igualmente se asegurarán de que

el traslado se realice con toda seguridad, en condiciones adecuadas y en

compañía de sus padres adoptivos (salvo casos extremos de imposibilidad).”

La referida Convención describe también en sus disposiciones generales que

cuando se establezca la adopción, no habrá contacto alguno entre los padres

adoptivos y los padres biológicos del niño y otras personas que tengan la guarda de

éste hasta que se hayan cumplido las condiciones señaladas en el Convenio

(declaración de adoptabilidad, aptitud e idoneidad, etc), salvo cuando la adopción

tenga lugar entre familiares.

Además, indica que las Autoridades deben conservar toda la información

sobre el niño y sus padres, dándole facultad al niño o su representante para tener

acceso a ella en la medida que lo permita la ley de cada Estado.

4.5 Ley de Adopciones.

La Ley de adopciones nace de la necesidad de mejorar y controlar los procesos

de adopción que venían siendo un medio de enriquecimiento de Funcionarios,

Notarios y demás personas corruptas en aprovechamiento de los niños.

Por tal motivo el Estado de Guatemala, mediante presiones internacionales y

nacionales ratifica el Convenio de La Haya sobre la Protección de los niños y la


48

Cooperación en Materia de Adopción Internacional, obliga a los Estados Partes a

establecer un procedimiento legal de adopción que se ajuste plenamente a los

principios y las disposiciones de la Convención.

La adopción en Guatemala estuvo regulada por lo establecido en el Código

Civil, en los artículos 228 al 251 y en la Ley Reguladora de la Tramitación Notarial de

Asuntos de Jurisdicción Voluntaria, en la cual el trámite de las adopciones podía

realizarse ante un Notario, y por lo tanto cuando una adopción se tramitaba por esta

vía no era necesaria la intervención y resolución de un Juez de Familia.

La gran mayoría de las adopciones antes de la vigencia de la Ley de

Adopciones, se tramitaron por la vía extrajudicial o notarial, sin que hubiera

necesidad de resolución de Juez competente, lo cual facilitó el trámite, especialmente

para las adopciones internacionales.

No existía un ente rector que verificara los procesos de adopción y que

constatase fehacientemente cuestiones fundamentales como la identificación y

certeza de la paternidad y/o maternidad.

Por lo cual en el año 2007 el Congreso de la República de Guatemala ratificó el

Convenio de La Haya por medio del Decreto número 31-2007, debido al trabajo

realizado durante muchos años por las organizaciones de la sociedad civil con el

apoyo de la cooperación internacional.

Posteriormente a la ratificación, el Congreso de la República por medio del

Decreto Número 77-2007 aprobó la Ley de Adopciones de Guatemala, en la cual

regula los procedimientos judiciales y administrativos, y crea el Consejo Nacional de

Adopciones (CNA), como una entidad autónoma, de derecho público, con

personalidad jurídica, patrimonio propio y plena capacidad para adquirir derechos y


49

contraer obligaciones. El Consejo Nacional de Adopciones es la Autoridad Central de

conformidad con el Convenio de La Haya.


CAPÍTULO V

ANÁLISIS JURÍDICO Y SOCIAL SOBRE LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES

EN ABRIGO TEMPORAL, POR EL RETARDO EN EL PROCEDIMIENTO PARA

DECLARAR SU ADOPTABILIDAD EN EL DEPARTAMENTO DE ZACAPA.

5.1 Instituciones que intervienen en el proceso de adopciones.

5.1.1 Juzgado de Primera Instancia de la Niñez y la Adolescencia.

El proceso de adopciones empieza con la denuncia o conocimiento de oficio

en un Juzgado de la Niñez y la Adolescencia, lo cual está regulado en la Ley de

Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia. Entre las atribuciones del referido

Juzgado está la de conocer, tramitar y resolver aquellos hechos o casos remitidos,

denunciados o conocidos de oficio, que constituyan una amenaza o violación a los

derechos de la niñez y adolescencia que, a través de una resolución judicial, se

restituya el derecho violado o cese la amenaza o violación al mismo.

En relación a los procesos de adopción, el Juez de la Niñez y la Adolescencia

conoce de los casos de violación al derecho de familia de un niño con lo cual se

pretende que resuelva su declaratoria de adoptabilidad como medio sustitutivo para

restablecerle dicho derecho. Aunque la ley establece que el Órgano Jurisdiccional

competente puede conocer de oficio, regularmente los procesos son conocidos

mediante denuncia realizada por la Procuraduría General de la Nación, la cual es la

encargada de iniciar la investigación pertinente para recaudar las pruebas necesarias

y establecer si al menor se le ha violado o no el derecho de familia.

5.1.2 Consejo Nacional de Adopciones.

El Consejo Nacional de Adopciones (CNA) es creado mediante el Decreto

Número 77-2007 del Congreso de la República, Ley de Adopciones, como la

Autoridad Central para los procesos de adopción, el cual tiene las facultades de

50
51

ejercer el control administrativo de todo el proceso, desarrollando todas las

actividades necesarias que por ley le corresponden, siempre motivado a la protección

de los menores, cuyo fin principal es restaurarles el derecho de familia.

El Consejo Nacional de Adopciones es entonces la autoridad central en

materia de adopción nacional e internacional, tiene además autonomía funcional,

debiendo promover la preservación familiar del menor en primer lugar con sus padres

biológicos y si no fuera posible velara por la restauración de su derecho de familia

por medio de la adopción lo antes posible, evitando que sea institucionalizado por un

periodo prolongado. En general, el Consejo Nacional de Adopciones es la institución

encargada de resguardar los derechos humanos de los menores cuando les han sido

violentados al ser arrebatados de su seno familiar biológico.

5.1.3 Procuraduría General de la Nación.

Por mandato constitucional, la Procuraduría General de la Nación representa

al Estado, además de los ausentes, menores, mujeres y discapacitados, con

capacidad técnico-jurídica y autonomía funcional.

En el caso de adopciones, es la encargada de proporcionar al Juez

especializado la información requerida mediante una previa investigación, en la cual

ha realizado las diligencias que permitan recabar la información necesaria para

solucionar el caso, constatando con ello si se le ha violado o no el derecho de familia

al menor, solicitando su declaratoria de adoptabilidad en su caso.

5.1.4 Juzgado de Primera Instancia de Familia.

El Código Procesal Civil y Mercantil establece que los asuntos relacionados

con el derecho de familia, deben ser conocidos por Juzgados especializados, así

también la Ley de Tribunales de Familia establece los asuntos que deberán conocer

relacionados con la familia.


52

En relación a las adopciones, el Juez de Familia conoce de la última fase

jurisdiccional en el proceso de adopciones, el cual, después de concluir el

procedimiento administrativo realizado por el Consejo Nacional de Adopciones, el

referido Juez es el encargado de homologar la adopción.

5.2 Análisis a la Ley de Adopciones.

La Constitución Política de la República de Guatemala vigente establece que

el Estado reconoce la adopción como una institución encargada de velar por la

protección e integridad de los niños.Por lo que el Estado se ve en la necesidad de

crear una Institución que sea la encargada de la adopción, surgiendo el Consejo

Nacional de Adopciones (CNA) el cual es la Autoridad Central.

La familia constituye la base de la sociedad, por lo que su conservación es

vital, especialmente la de los niños como grupo vulnerable. El objeto de la Ley es

regular la adopción tanto nacional como internacional con el fin de alcanzar un

proceso transparente.

La adopción es una institución social de protección, la cual esta tutelada por el

Estado, por lo tanto, está obligado a darles resguardo a los niños y adolescentes

huérfanos y abandonados, garantizándoles el pleno goce de sus derechos para evitar

cualquier trato ilegal como ha sucedido anteriormente en Guatemala en relación a las

adopciones.

La Ley de Adopciones fue decretada con el objetivo de crear un ordenamiento

jurídico que dé primacía al interés superior del niño frente a cualquier otro, que sea

acorde a los principios contenidos en la doctrina de protección integral de la niñez y

así exista un procedimiento ágil y eficiente.

La Ley está vigente desde el 31 de diciembre del año 2007, estableciendo que

la declaratoria de adoptabilidad debe ser dictada por un Juez de la Niñez y la


53

Adolescencia, luego de un proceso que examine aspectos sociales, psicológicos y

médicos del niño y se establezca la imposibilidad de la reunificación de éste con su

familia biológica.

La Ley de Adopciones tiene como objetivo principal la restitución del derecho

de familia y el desarrollo integral del niño. La Ley de Adopciones Decreto 77-2007

indica que le corresponde al Estado de Guatemala la obligación de proteger y tutelar

a los niños, niñas y adolescentes en el proceso de adopción, garantizándoles el goce

de sus derechos y especialmente para evitar su sustracción, venta, tráfico con fines

de explotación o abuso.

La Ley de Adopciones crea el Consejo Nacional de Adopciones como una

entidad autónoma, de derecho público, con personalidad jurídica, patrimonio propio y

plena capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones, dicho ente, como lo

mencionamos anteriormente, es la autoridad central de conformidad con el Convenio

de la Haya.

Dicha autoridad central, por mandato legal es la que debe de realizar los

estudios de los posibles hogares del niño adoptivo, realizando un trabajo con

transparencia, ética y según los estándares internacionalmente aceptados; cumplir

con las atribuciones de asesoramiento tanto de los padres biológicos como de los

adoptantes.

Posteriormente a dichos estudios y si la adopción es la mejor opción del

menor, finalmente se homologa la misma por el órgano jurisdiccional competente

para que sea entregado a su nueva familia. Y en caso que se determine la

imposibilidad para llevar a cabo la adopción nacional, subsidiariamente se realizará el

trámite para la adopción internacional, siempre y cuando ésta responda al interés

superior del niño, entre otros aspectos.


54

5.3 El Proceso de Adopción.

El proceso de adopción inicia con la declaratoria de adoptabilidad del niño,

niña, o adolescente. La primera etapa del proceso de adopción tiene lugar ante un

Juzgado de Primera Instancia de la Niñez y de la Adolescencia, la cual se analizará a

continuación juntamente con las demás fases de la adopción.

5.3.1 Primera fase.

Esta primera etapa se inicia regularmente por medio de la denuncia de la

Procuraduría General de la Nación, la cual es la encargada de velar por la protección

y el resguardo de los derechos humanos de los menores, aunque puede ser que el

proceso se inicie con la parte interesada en una adopción, la cual acude al Consejo

Nacional de Adopciones a iniciar en éste su solicitud.

Durante esta primera etapa, la Ley de Adopciones remite a la Ley de

Protección Integral de la Niñez y de la Adolescencia, cuerpo jurídico en donde se

encuentra el procedimiento para declarar la adoptabilidad. El Artículo 35 de la ley de

adopciones establece que: “Concluido el procedimiento de protección de la niñez y

adolescencia y habiéndose realizado las diligencias señaladas en la Ley de

Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia, el Juez según proceda, podrá

dictar una sentencia que declara la violación del derecho a una familia de un niño y

ordenará la restitución de dicho derecho a través de la adopción. El juez de la niñez y

la adolescencia en la misma resolución deberá declarar la adoptabilidad del niño y

ordenará a la autoridad central que inicie el proceso de adopción”.

La finalidad del proceso contenido en la ley de Protección Integral de la Niñez

y la Adolescencia, es la de emitir una sentencia en donde se establezca que al niño

se le ha violado el derecho a una familia y que el mismo debe de ser restaurado. Esta

restauración tiene lugar por medio de la adopción.


55

En las primeras actuaciones de dicho proceso, cuando está presente el niño o

adolescente, se toma la declaración del mismo a través de una entrevista, en

cumplimiento de la garantía procesal contenida en el inciso a) del Artículo 116 de la

Ley de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia; recibiéndose la

correspondiente denuncia, el Juez podrá aplicar la medida cautelar inmediata de ser

necesario, y posteriormente deberá señalar la audiencia de conocimiento en un plazo

de 10 días, como lo estipula el Artículo 118 de la referida Ley o de 13 días por razón

de la distancia, en aplicación de lo dispuesto en el Artículo 48 de la Ley del

Organismo Judicial.

El Artículo 7 del Reglamento General de Juzgados y Tribunales con

Competencia en Materia de la Niñez y la Adolescencia Amenazada o Violada en sus

Derechos Humanos y Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, Acuerdo número

42-2007 del Organismo Judicial, estipula que: “Presente el niño o adolescente, se

procederá inmediatamente a oírlo, tomándose su declaración a través de la

correspondiente entrevista, dictándose la medida cautelar oportuna, si procede, y

fijando la fecha de la audiencia de conocimiento, notificándole a las partes.

Posteriormente y de forma inmediata se comunicará a la Procuraduría de la Niñez y

la Adolescencia de la Procuraduría General de la Nación para el inicio de la

investigación.”

Las medidas a aplicar son las que están referidas en el Artículo 112 de la Ley

de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia, que van desde una

amonestación verbal hacia los padres o responsables, a aplicar medidas más graves

como la sustracción del menor del hogar colocándolo con una familia sustituta o en

un abrigo temporal; en el peor de los casos, la imputación de un delito al agresor, por

lo que siempre que existan indicios de la comisión de un delito en contra del niño o
56

adolescente, se debe de notificar lo conducente al Ministerio Público para que

ejercite la acción penal e inicie con la investigación correspondiente.

Posteriormente, y de carácter preliminar, propone el Juez de la niñez la

imposición de una medida definitiva como lo estipula el Artículo 119 de la Ley de

Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia si, previo informe de la

Procuraduría General de la Nación que debe ser emitido oralmente en la propia

audiencia y dada las circunstancias de la gravedad del asunto, las partes aceptan la

propuesta del Juzgador.

El Artículo 9 del Acuerdo 42-2007 Reglamento General de Juzgados y

Tribunales con Competencia en Materia de la Niñez y Adolescencia Amenazada o

Violada en sus Derechos Humanos y Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal del

Organismo Judicial 2-89 establece: “Iniciada la audiencia de conocimiento el día y

hora señalado, el Juez, verificará la presencia de los sujetos procesales. La

Procuraduría General de la Nación informará de forma oral del resultado de las

diligencias de comprobación de los hechos, sin perjuicio de que pueda presentar

documentos, testigos y peritos que fundamenten el avance de la investigación. La

falta de presentación de los elementos indicados no puede .implicar la suspensión de

la audiencia. Esta audiencia solamente será suspendida por la incomparecencia del

niño o del representante de la Procuraduría General de la Nación.”

En esta fase el Juez puede resolver definitivamente la situación del caso,

siempre que el Ministerio Público en su caso, o los padres, tutores o responsables

estén de acuerdo con la propuesta emitida por el Juez como se mencionó

anteriormente, de lo contrario, el Juez deberá fijar la hora y día para la audiencia

definitiva.

En la audiencia definitiva, el Juez y las partes escuchan al niño principalmente,

aplicando una de las garantías procesales en relación a la necesidad de la presencia


57

del menor y a ser escuchado. Posteriormente y en ese orden, el Juez escucha los

argumentos del Procurador General de la Nación, representantes de instituciones

que representan los derechos de los menores, los profesionales con sus informes o

dictámenes y finalmente a los padres, tutores o encargados.

El Artículo 123 inciso c) de la Ley de Protección Integral de la Niñez y la

Adolescencia establece:“Una vez recibida la prueba el Juez declarará por finalizada

la audiencia. Inmediatamente después el Juez dictará la sentencia valorando la

prueba en base a la sana crítica, en la misma se pronunciará y declarará si los

derechos del niño, niña o adolescente se encuentran amenazados o violados y la

forma como deberán ser restituidos; en la misma confirmará o revocará la medida

cautelar decretada. Si por la complejidad del asunto o lo avanzado de la hora se

haga necesario diferir la redacción de la sentencia, el Juez leerá sólo su parte

resolutiva y explicará de forma sintética los fundamentos de su decisión. La sentencia

se notificará dentro de los tres días siguientes al pronunciamiento de la parte

resolutiva.” Además, el Juez debe de declarar la adoptabilidad del menor si el

derecho violado es el derecho de familia.

5.3.2 Segunda fase.

Posteriormente a la declaratoria de adoptabilidad, la Autoridad Central del

Consejo Nacional de Adopciones realiza la selección de las personas idóneas para el

niño en un plazo de diez días hábiles siguientes posterior a la solicitud de adopción.

La Ley de Adopciones en su Artículo 43 establece que la selección de los futuros

padres se realizará: “En un plazo de diez días contados a partir de la solicitud de

adopción, debiéndose dar prioridad a su ubicación en una familia nacional, si se

determina la imposibilidad para llevar a cabo la adopción nacional, subsidiariamente

se realizará el trámite para la adopción internacional siempre y cuando ésta responda

al interés superior del niño.”


58

La segunda etapa en el proceso de adopción es eminentemente

administrativa, esta da inicio con la voluntad y deseo de las personas interesadas en

adoptar a un niño. Esta manifestación de adoptar al niño se realiza por medio de la

solicitud de adopción y junto con la solicitud debe de acompañarse la documentación

necesaria.

Esta fase tiene como objetivo la declaración de idoneidad de dichos padres. La

idoneidad es la declaratoria por medio de la cual se certifica que los futuros padres

adoptantes son considerados capaces e idóneos para asegurar de un modo

permanente y satisfactorio el cuidado, respeto y desarrollo integral del niño.

La idoneidad se establece mediante un proceso de valoración que incluye un

estudio psicosocial que abarca aspectos legales, económicos, psicológicos, médicos,

sociales y personales para comprobar no solo que la futura familia adoptante es

idónea sino también sus motivaciones y expectativas de adoptar.

La idoneidad se logra alcanzar mediante cuatro fases principales. La primera

es la recepción y revisión de la solicitud de los interesados acompañando la

documentación requerida. Posteriormente al interés de los posibles padres, la

Autoridad Central se encarga de realizar talleres informativos para los solicitantes,

donde se conocerán aspectos sobre las responsabilidades y derechos provenientes

de la adopción.

Posteriormente se realizan evaluaciones psicológicas, sociales, jurídicas y

económicas de los interesados. Si los resultados de las evaluaciones son

satisfactorios, se emite el certificado de idoneidad para los padres que han sido

certificados como idóneos. El estudio de idoneidad busca establecer una adecuada

selección de los padres para un niño en adoptabilidad en base a su compatibilidad.


59

5.3.3 Tercera etapa.

Una de las etapas de mayor importancia es la que se da en el periodo de

socialización ya que es acá en donde el niño y los posibles padres adoptivos

conviven por primera vez y es mediante esta convivencia que se podrá establecer la

empatía que existe entre ellos.

El periodo de socialización consiste en un periodo de convivencia entre los

padres adoptantes y el niño, niña o adolescente. Este periodo en ningún caso podrá

ser menor de cinco días, el Consejo Nacional de Adopciones informa al Juez que se

inicia el periodo de convivencia y socialización, transcurrido el periodo de

socialización, el Consejo Nacional de Adopciones, solicita al niño que ratifique su

deseo de ser adoptado, tomando en cuenta su edad y madurez. Este consentimiento

será dado o constatado por escrito.

Al concluir el proceso de socialización y tomando en cuenta la opinión del niño,

el equipo multidisciplinario de la Autoridad Central, emite dentro de los tres días

siguientes de haber finalizado el periodo de socialización, un informe de empatía.

5.3.4 Cuarta etapa.

Finalizado el proceso administrativo, el Consejo Nacional de Adopciones dicta

dentro de los cinco días siguientes, la procedencia de la adopción, para que

finalmente sea homologada vía judicial, la cual es la fase final del proceso de

adopción y consiste en declarar con lugar la adopción, tomando en cuenta de que se

haya cumplido con los requisitos y los procedimientos administrativos establecidos en

la Ley de Adopciones y el Convenio de la Haya.

La homologación es declarada con lugar en un plazo no mayor de tres días

hábiles, consecuentemente el Juez de Familia ordena su inscripción en el Registro


60

Nacional de las Personas. El Juez dicta una resolución final, cuando se hayan

cumplido todos los requisitos, declarando con lugar la adopción.

5.4 Situación Actual del Proceso de Adopciones en el departamento de Zacapa.

El tema de las adopciones en Guatemalaes un tema complejo derivado que ha

sido una institución criticada por su mal uso y aprovechamiento de diversos sectores

que vieron a los niños, niñas y adolescentes como mercancías, de las cuales se

podía disponer como objetos.

La corrupción en Guatemala alcanzó el tema de adopciones, consecuencia

que motivó al Estado a fortalecer dicha institución jurídica creando la Ley de

Adopciones Decreto 77-2007, el cual regula el trámite que debe seguirse para que un

niño, niña o adolescente pueda ser adoptado.

Actualmente existen diversos problemas en el proceso de adopciones en el

departamento de Zacapa, uno de ellos es que cada Institución que interviene en el

tema de adopciones tienen criterios totalmente distintos, lo que repercute en atraso

para resolver la situación jurídica de los menores que pueden ser beneficiados con la

adopción y mientras tanto estos crecen en los hogares de protección en los cuales

permanece institucionalizados, vedándoseles su derecho a contar con una familia.

El trámite para poder declarar a un niño, niña o adolescente en adopción,

debe darse a través de varias fases, específicamente cuatro como se ha analizado

con anterioridad.Primera fase, en la cual se establece la violación a un derecho

humano del niño que tiene como consecuencia la declaratoria de adoptabilidad; la

segunda fase, que es el proceso administrativo el cual pretende establecer la

idoneidad de los adoptantes; la tercera etapa que es la socialización, la cual pretende

ambientar al niño por un periodo determinado con su posible familiar; y, la cuarta

etapa en la cual el Consejo Nacional de Adopciones determina la adopción la cual es


61

homologada por el Juez competente;en cada una de esas fases son diversos los

plazos en que se ejecutan las mismas, incumpliendo con lo estipulado en la ley y por

consiguiente los menores permanecen institucionalizados en centros de protección

sin poder solventar su situación jurídica.

Otro problema que presenta el trámite de adopción es que el proceso es muy

burocrático. El Consejo Nacional de Adopciones es el encargado de manejar, tramitar

y administrar todo lo referente a las adopciones en Guatemala tanto a nivel nacional

como internacional; a éste, se le agrega un grupo de profesionales especialistas

como médico, psicólogo, pediatra, trabajadores sociales, entre otros. Estos

profesionales rinden sus informes o dictámenes en un tiempo indeterminado en vista

de que no existe un reglamento específico que indique el actuar de estos

especialistas.

Los trámites de solicitudes de adopciones tanto de las personas que están

interesadas en adoptar, como de las personas que dan a sus hijos en adopción

tienen que iniciar un trámite administrativo primeramente y un posterior proceso

judicial, asignándosele un número de expediente, oficial encargado del expediente,

asignación de trabajadora social y otros especialistas para su estudio.

Las entrevistas para los posibles adoptantes como padres biológicos son

señaladas en un plazo largo por toda la investigación psicosocial, económica,

jurídica, entre otros análisis que se debe hacer de las personas adoptantes como de

los padres biológicos; posteriormente se realizan exámenes de ADN, los cuales

deben practicarse para comprobar si realmente son los padres biológicos del niño.

Todo lo anterior toma aproximadamente ocho meses para su tramitación,

incluyéndose en ese periodo la solicitud de antecedentes penales y policiacos de los

padres biológicos y los posibles adoptantes.


62

Además, se piden informes al Registro Nacional de las Personas para

corroborar la legitimidad de los documentos. Una vez completada toda la

información, se traslada el expediente al Juez de Primera Instancia de la Niñez y la

Adolescencia del departamento de Zacapa, quien iniciará el trámite respectivo,

corroborando toda la información anterior.

Con lo cual, el problema no radica solamente en el largo proceso

administrativo que se realiza para formar un expediente para el inicio de un proceso

judicial de declaratoria de adoptabilidad, sino también en la falta de coordinación y

compromiso por parte de las instituciones que intervienen para darle una pronta

solución al menor que se le ha violado el derecho a una familia y evitar así largos

procesos judiciales y administrativos.

Cuando no existe una solicitud de adopción directamente sobre un menor, al

declarar su adoptabilidad, que se lleva aproximadamente un año o más,

posteriormente el menor entra en un largo listado de espera que administra el

Consejo Nacional de Adopciones, en el cual están niños y adolescentes esperando

por padres que soliciten ser sus padres adoptivos para que se inicie un último

proceso de compatibilidad e idoneidad que realiza el Consejo Nacional de

Adopciones para finalmente culminar en el Juzgado de Familia para su

homologación, y entre más va pasando el tiempo, van disminuyendo las posibilidades

de ser adoptados debido a que pocos adoptantes optan por ser niños

preadolescentes o adolescentes.

En consideración de lo anterior, el problema muchas veces se da desde el

inicio del proceso, ya que la Procuraduría General de la Nación en su delegación

regional en el departamento de Zacapa, encargada de investigar el origen de los

niños y la información suficiente de su situación, en algunas ocasiones solo realizan


63

el trámite de rescate de los menores y traslado a los hogares de protección y abrigo

autorizados, sin que el mismo promueva el juicio de declaratoria de adoptabilidad.

Tendrán que ser los padres biológicos o familiares consanguíneos que tengan

interés en el menor de motivar a la institución relacionada a que promueva el

proceso.

Otro de los contratiempos es la falta de unificación, interpretación y aplicación

de la legislación relacionada al proceso de adopciones, el Organismo Judicial indica

que el Consejo Nacional de Adopciones retrasa los procesos e impide las

declaratorias de adoptabilidad o su homologación en su caso debido a criterios que

dificultan la concatenación del proceso.

Por su parte, el Consejo Nacional de Adopciones argumenta que los Jueces

no cumplen con el Artículo 35 de la Ley de Adopciones, el cual estipula el

procedimiento para declarar la adoptabilidad y utilizan familias sustitutas que no

están certificadas por la Secretaría de Bienestar Social, las cuales, a pesar de que no

deben hacerlo, solicitan adoptar a los menores.

Todo esto ocasiona lentitud y retrasos en los trámites, aunque según la ley el

proceso debería ser promovido con celeridad. Si se aplicara lo que estipula la Ley de

Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia y la Ley de Adopciones, los casos

deberían resolverse en no más de 45 días.

Otro problema manifestado por el órgano jurisdiccional radica en que, por la

carga de trabajo en el Juzgadode Primera Instancia de la Niñez y la Adolescencia del

departamento de Zacapa, no pueden planificar audiencias en el corto plazo, lo cual

agudiza la situación al no haber suficiente investigación de parte de la Procuraduría

General de la Nación.
64

Al retraso del proceso se suma el tiempo que se pierde para que el referido

Juzgado informe al Consejo Nacional de Adopciones cuando resuelve declarar a un

niño adoptable. El procedimiento para avisar a esa instancia según ha indicado el

mismo Consejo Nacional de Adopciones ha llegado a ser hasta de 59 días, para que

ésta empiece a buscar una familia para el niño, que, una vez declarada la

adoptabilidad, se evalúe el perfil del menor.

Si el Consejo Nacional de Adopciones ya cuenta con esa evaluación, que

incluye las necesidades del niño y los requerimientos de la familia que lo adoptaría,

pueden efectuar el proceso de emparentamiento, que es cuando confrontan el

expediente del niño y las posibles familias adoptantes. En la actualidad hay muchos

niños en la lista con perfiles elaborados, en espera de una familia que los adopte.

Además, para que el menor goce del derecho a vivir con una familia y exista

una familia adoptante, el Consejo Nacional de Adopciones debe de fijar un plazo no

menor de 5 días para que se logre la adaptación, posteriormente informa al Juzgado

y se inicia el proceso de convivencia, para verificar si existen vínculos de

pertenencia. Este concluye con una evaluación de empatía.

El plazo anterior regularmente nunca se cumple. A pesar de que el Consejo

Nacional de Adopciones cuenta con el expediente y el perfil del menor y no se

presenta ningún inconveniente con la familia que lo adoptará, el tiempo que dura el

proceso completamente concluido ha alcanzado en algunas ocasiones casi hasta dos

años. La adopción es legal hasta que un Juzgado de Familia da su aprobación.

Como se ha mencionado con anterioridad, existe diferencia de criterios en las

Instituciones involucradas en el proceso de adoptabilidad. El Consejo Nacional de

Adopciones tiene una posición rígida respecto de que la adopción es el último

recurso para un niño que está institucionalizado.


65

Sin embargo, es necesario tener posturas más flexibles y de criterio a la hora

de declarar adoptable a un niño, por lo que se sugiere analizar algunas cuestiones

lógicas, ya que mientras un niño espera ser adoptado, convive con la familia

sustituta, con la que crea un vínculo afectivo, y al ser separado de ese núcleo, de

nuevo es victimizado.

En cuanto a esta postura, el Consejo Nacional de Adopciones asevera que la

ley imposibilita a la familia sustituta a ser tomados como posibles padres adoptantes,

por lo que tiene el criterio de que al niño se le debe restituir, en lo posible y en

principio, con su familia biológica, aunque la misma en muchas ocasiones no siempre

son las personas idóneas.

En la actualidad hay miles de niños en casas de abrigo, pero la mayoría aún

no son adoptables. En el interior del país el tema es más complicado debido a la

carga de trabajo del órgano competente, debido a que los Jueces que conocen casos

de protección de la niñez también resuelven los de adolescentes en conflicto con la

ley penal.

5.5 Consecuencias del retardo en el proceso de adopciones en el Departamento

de Zacapa.

En el Hogar Temporal del Departamento de Zacapa existen niños que han

sido rescatados y trasladados a dicho Hogar después de que la Procuraduría

General de la Nación determina mediante la investigación respectiva que les han sido

violentados derechos humanos.

Son muchos los casos en que los niños nunca llegan a ser buscados por sus

familiares y por tal motivo estos niños y niñas nunca inician un proceso judicial de

declaratoria de adoptabilidad, debiendo pasar toda su niñez y adolescencia en el

abrigo temporal, el cual abandonan cuando cumplen los dieciocho años.


66

En el oriente del país hay muchos de estos jóvenes que ya siendo adultos

salen a la calle, a veces sin estudios, sin familiares y amigos en los que puedan

encontrar un apoyo en el difícil proceso de inserción a una sociedad que no conocen,

ya que su entorno ha sido únicamente el Hogar de Abrigo.

De acuerdo con algunos de ellos el proceso en la calle se les ha tornado en

difíciles momentos en los cuales han pasado hambre, frio, soledad, entre otros

muchos factores con los que han tenido que convivir hasta el día de hoy.

Estas historias abundan, algunos de ellos terminan siendo víctimas de

vejámenes, violaciones a sus derechos humanos, ocasionando que la mayoría por

algún momento de su existencia han sido parte de la delincuencia común. Otros han

tenido un poco de suerte, ya que en las calles han encontrado personas que les han

apoyado y les han brindado de alguna manera el derecho de familia que perdieron

durante su niñez.

En el referido Municipio existen varios jóvenes que han salido del Hogar de

Abrigo Temporal ya siendo adultos. Entre unos que tuvieron la oportunidad de lograr

la adopción, existen otros que permanecieron institucionalizados toda su niñez y

adolescencia. Entre los pobladores son conocidos estos jóvenes. Aunque algunos se

ven en las calles sin familia, trabajo y sin un lugar seguro donde puedan residir, en

sus rostros reflejan esperanza.

La situación de desamparo, abandono y violación a sus derechos humanos

para algunos de éstos jóvenes comenzó cuando fueron dejados por su madre o

algún familiar que los cuidaba en el Hogar de Abrigo del municipio de Zacapa desde

meses de nacidos, dentro del cual vivieron situaciones que poco quieren recordar

como el que nunca les celebraron una fiesta de cumpleaños o el recibir un abrazo

fraternal el día del niño.


67

Algunas historias son similares. Comentan que cuando cumplieron la mayoría

de edad el Director del Hogar les indicó que debían dejar el edificio porque ya tenían

la edad para ello. Recuerdan que ese día salieron con una bolsa que contenía su

escasa vestimenta; en la calle sin familiares, amigos y sin estudio eran pocas las

oportunidades que les esperaban para poder tener una vida digna.

Los que han tenido mayor suerte tienen trabajos en relación de dependencia,

formaron sus propias familias y tienen un desarrollo saludable dentro de la sociedad;

otros aun andan en las calles a merced de las personas amables que les puedan

proporcionar un poco de esas necesidades básicas para poder pasar otro día en un

entorno social que poco o casi nada les ha ofrecido.

Es lamentable la situación de los niños que han sido desamparados o se les

ha violentado el derecho a una familia. La adopción pretende ser la institución social

y jurídica que restablezca dicho derecho. Es evidente que se tiene que vivir o

conocer de dichas situaciones para tomar conciencia de la importancia que

representa una familia.

La adopción es el medio restaurador de los derechos humanos de los niños y

niñas, por lo que el Estado debe de velar por el cumplimiento de todas las

disposiciones relativas al mismo, con el objetivo de restaurar lo antes posible el

derecho del menor a ser parte de una familia, unificando los criterios de las diferentes

instituciones que intervienen en el proceso de adopción con la finalidad de ofrecer un

proceso judicial y administrativo con celeridad, eficiencia, eficacia y apegado a

derecho.

5.7 Análisis y Recomendaciones.

La Institución de la adopción ha existido en casi todas las culturas y sin duda,

en la actualidad si se realiza por los mecanismos sociales y jurídicos idóneos, es una


68

de las mejores instituciones de protección social y jurídica de la niñez abandonada o

huérfana.

Desde un punto de vista jurídico, es un mecanismo socialmente aceptado, que

crea entre personas que no son necesariamente parientes consanguíneos,

relaciones de parentesco y filiación, restaurando las relaciones familiares dentro de la

institución social más importante del Estado, que es la familia.

Psicosocialmente, frente a la pérdida del vínculo afectivo de la relación

protectora de la familia biológica, se posibilita la restitución de un nuevo vínculo y la

inserción del niño o niña en otra familia que lo acoge como hijo propio.

El principio del interés superior del niño establece que en todas las medidas

concernientes a los niños y niñas, que tomen las Instituciones Públicas o Privadas,

los Tribunales, las Autoridades Administrativas o los Órganos Legislativos, la

consideración primordial será el mejor interés del niño.

Este principio contiene dos elementos, la prioridad de la niñez y la

consideración de las necesidades específicas de acuerdo con la edad. Este principio

en materia de adopción nos permite sostener la idea de buscarle al niño o niña una

familia y no a la familia un niño o niña.

Lo que primordialmente se debe rescatar es el interés del menor de edad, por

encima de los intereses de los adoptantes, cualquier otro interés, incluso el de los

padres biológicos. Este interés demanda buscar una familia idónea para el niño o

niña abandonado o huérfano.

Resalta en ese sentido el derecho fundamental que tienen los niños y niñas a

crecer en una familia, en primer término en su familia biológica, y cuando estén

temporal o permanentemente separados de su medio familiar a la protección y


69

asistencia del Estado, aparece así el acogimiento familiar y la adopción como medios

de protección social y jurídica del niño o niña.

El niño o niña sin familia, tienen derecho a una familia, para lo cual la adopción

emerge como una alternativa, en la que cuando se realiza por los procedimientos

psicosociales adecuados, puede resultar una opción idónea. En caso de ser una

adopción nacional, se deberá prestar particular atención a la conveniencia de la

continuidad en la educación, su origen étnico, religioso y lingüístico.

En toda adopción deberá velarse porque sea autorizada por autoridad

competente, sobre la base de información fidedigna, en vista de la situación jurídica

definida con relación a padres, parientes o representantes legales, para finalmente

alcanzar una declaratoria de estado de adoptabilidad judicialmente definida.

En cuanto a la adopción internacional, además de lo anterior, ésta se plantea

como una opción a considerar, como otro medio para cuidar al niño o niña. Pero, solo

en el caso de que éste no pueda ser ubicado en un hogar del país. Es decir, esta es

subsidiaria. Esta adopción, además, debe garantizar que el niño o niña adoptados

tenga salvaguardias y normas equivalentes respecto de las del país de origen.

En todos los casos se tienen que tomar las medidas necesarias para que esta

colocación no dé lugar a que los que participan en ella tengan benéficos financieros

indebidos, incluido el a veces confuso límite entre ganancias y cobro de honorarios

excesivos.

Por lo que en todo proceso de adopción deben prevalecer los derechos de la

niñez, para lo cual se les debe reconocer como sujeto de derechos y no como objeto,

lo que deberá orientar las medidas de carácter jurídico como social. La adopción

desde ningún punto de vista puede ser reducida a un trámite meramente

procedimental, debido a que no es simplemente una transacción.


70

El Estado de Guatemala es el encargado de garantizar la protección de los

derechos humanos de la población, especialmente de tal sector vulnerable como lo

es la niñez. Y si en su momento se le han violentado sus derechos, es menester que

los mismos sean lo más pronto posible restaurados.

Por lo tanto, es recomendable que el Estado adopte una política pública de

protección a la infancia que asegure a los niños vulnerados en sus derechos

procedimientos ágiles y seguros, con plazos perentorios para resolver la situación

jurídica de acuerdo al interés superior del niño. Asegurando que la política responda

a las necesidades reales de cada niño.

Otra recomendación es que la institucionalización debe utilizarse como la

última opción para la protección de la niñez y adolescencia dado los efectos

negativos que produce en el desarrollo del niño. Además, es vital promover la

reparación del daño a través de un tratamiento terapéutico adecuado durante y

después de la institucionalización si esta llega a darse, fortaleciendo los sistemas de

control y seguimiento jurisdiccional de los niños institucionalizados para lograr una

efectiva priorización de estos casos y que se les solvente su situación jurídica lo más

pronto posible.

Además, el Estado debe implementar planes de desinstitucionalización,

trabajar en la reintegración familiar y cuando sea procedente en la adopción. En el

caso de la reintegración familiar es imprescindible contar con programas de apoyo a

los padres en el ejercicio adecuado del rol parental.

Dichos procesos deben realizarse con valoraciones técnicas sobre las

capacidades reales de la familia para fortalecer el vínculo con el niño, facilitando

programas de acompañamiento social y psicológico orientados a la promoción de la

preservación familiar.
71

Es motivo que de lo anterior, salgan contradicciones y diferentes puntos de

vista entre el Organismo Judicial y el Consejo Nacional de Adopciones. El primero

tiene el criterio de que declarada la adoptabilidad, se debe de seguir con el proceso

de adopción. El segundo, manifiesta la necesidad de ver en lo posible la

reintegración del niño con su familia biológica, con el objetivo de evitar un proceso

judicial y administrativo que tendrá mayores efectos negativos para el menor.

Además, es recomendable que el Consejo Nacional de Adopciones cuente con

programas de reintegración familiar vía familia biológica, ampliada o sustituta.

Debiendo tener personal especializado, permanente y con posibilidades de realizar

carrera administrativa procurándose su constante capacitación y actualización.

Es evidente además la necesidad de implementar mecanismos de control en

cuanto a los plazos judiciales para resolver una adopción. Por lo que es

recomendable la coordinación entre los entes administrativos y judiciales en la

declaración de adoptabilidad para priorizar estos casos y evitar retrasos, unificando

los criterios para evitar procesos largos que afectan, con el objetivo de restaurar el

derecho a la familia del menor.

Por lo que la atención de los niños debe ser de forma integral atendiendo en

forma diferenciada los casos, enfocando sus esfuerzos primeramente en la atención

a la familia biológica o ampliada y la sustituta en su orden respectivamente.

La investigación de la Procuraduría General de la Nación debe permitir

establecer no solamente el origen del niño sino que necesita también un estudio

integral, conocer de su situación social, psicológica y médica para incorporarlo en el

proceso de la adopción en plazos razonables.

En consideración de lo anterior, es necesario que las Instituciones que

intervienen en el proceso de adopciones, deben procurar que las fases en el proceso


72

se desarrollen en el estricto cumplimiento de la ley en la materia los Tratados y

Convenios Internacionales, con el objetivo de que se cumpla en todo momento, el

principio de prevalencia del interés superior del niño en todas las etapas del proceso

y así restaurarle lo más pronto posible, el derecho del menor a pertenecer a una

familia.

5.8 Propuesta de reforma a la Ley de Adopciones.

EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA

CONSIDERANDO

Que la Constitución Política de la República de Guatemala establece que el Estado reconoce

y protege la institución de la adopción y declara de interés nacional la protección de los niños

huérfanos y abandonados.

CONSIDERANDO

Que la familia como institución social permanente, constituye la base de la sociedad, por lo

tanto su conservación es vital para el crecimiento integral y desarrollo del niño, por lo que el

Estado debe adoptar medidas que respondan a los derechos fundamentales del niño, se

presenta la necesidad de fortalecer el proceso establecido en el Decreto 77-2007 del

Congreso de la República de Guatemala para que se cumpla un proceso ágil y con el

respeto al debido proceso.

POR TANTO

Con fundamento en lo dispuesto en el inciso a. del Artículo 171 de la Constitución Política de

la República.

DECRETA

LAS REFORMAS AL DECRETO 77-2007

Artículo 1. Se agrega un último párrafo al Artículo 35 del Decreto 77-2207 el cual queda de

la siguiente manera:
73

“Artículo 35. El plazo para que se declare la adoptabilidad del menor no debe de ser mayor

a los cuarenta y cinco días, desde que se presenta la demanda ante el Organo Jurisdiccional

competente de la violación a los derechos del niño. Las instituciones administrativas, así

como los profesionales especialistas que intervienen en el proceso, deberán adaptar sus

dictamines o informes dentro del plazo establecido en éste Artículo.”

Artículo 2. Se agrega un último párrafo al Artículo 43 del Decreto del Decreto 77-2207 el

cual queda de la siguiente manera:

“Artículo 43.El procedimiento administrativo de selección de la familia, socialización y

resolución final por parte del Consejo Nacional de Adopciones, deberá realizarse en un

período no mayor a los treinta días.”

Artículo 3.El presente Decreto entrara en vigor a los ocho días de su publicación en el Diario

Oficial.

Pase al Organismo Ejecutivo para su publicación y cumplimiento. Dado en el Palacio del

Organismo Legislativo en la ciudad de Guatemala a los once días del mes de agosto de dos

mil quince.
CONCLUSIONES

1. El Estado de Guatemala es el encargado de proporcionarle a la familia la

seguridad jurídica y socialpara que puedan alcanzar su bienestar general, su

desarrollo integral y el cumplimiento de sus principales fines como base

fundamental de la sociedad, contrario a lo que se ha manifestado en la

aplicación de las normas que regulan la adopción, dejando de tener la

celeridad necesaria y requerida por la legislación en la materia.

2. La Declaración de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas y el

Convenio de la Haya desarrollan normativas jurídicas internacionales que les

da certeza jurídica y fortalece la protección pública por parte del Estado hacia

los niños, promoviendo una mejor vida y desarrollando principios dogmáticos,

reconociéndoles como seres dignos de respeto, de igualdad, tolerancia,

libertad y velando por su desarrollo integral dentro de todos los ámbitos de la

sociedad, circunstancias que el proceso de adopciones en Guatemala ha

dejado de garantizar debido al largo periodo que el niño queda

institucionalizado, mermando el pronto ejercicio de sus derechos humanos.

3. La adopción pretende ser el medio restaurador del derecho de familia sobre

niños y niñas que por alguna razón fueron extraídos de su familia biológica,

concediéndoles plenitud de derechos y satisfaciendo de manera óptima las

finalidades de protección, afecto y desarrollo del hijo adoptado creándose un

vínculo filial permanente, por lo que es necesaria la pronta aplicación de

medidas jurídicas para que el proceso de adopción en Guatemala cumpla con

los fines de la institución jurídica.

4. En la actualidad no existe unificación de criterios en el tema de adopciones,

por lo que los niños, niñas y adolescentes que se encuentra en calidad de

abrigo temporal, se les dificulta el poder solventar su situación jurídica y por

74
75

consiguiente permanecen institucionalizados, limitándoles su derecho a la

familia.

5. La situación de la niñez Zacapaneca es afectada actualmente en relación al

sistema de adopciones establecido por el Decreto 77-2007, debido a que las

fases en el proceso jurisdiccional y administrativo terminan siendo demasiado

extensas y los niños permanecen institucionalizados hasta que cumplen la

mayoría de edad, restringiéndoseles el derecho a poder optar a una familia.


RECOMENDACIONES

1. Que el Estado, a través de las Instituciones Públicas que intervienen en el

proceso de adopciones, establezcan plazos idóneos y adecuados en los

cuales los funcionarios y empleados públicos estén obligados a cumplir,

siempre con la finalidad de favorecer a los niños que se encuentran en espera

de finalizar el proceso de adopción.

2. Que la adopción en Guatemala, se caracterice por contener un trámite preciso

promovido por la legislación nacional e internacional que lo regula, y por

consiguiente, que la misma proporcione un genuino interés superior del niño y

la necesidad de restituirle el derecho a una familia y todos los demás derechos

humanos que nacen de la misma.

3. Las discrepancias de criterios que existe entre Procuraduría General de la

Nación, Organismo Judicial y Consejo Nacional de Adopciones, que impiden

que los niños, niñas y adolescentes puedan ser adoptados, sean unificados

con el objetivo de alcanzar un proceso con celeridad, trasparente y apegado a

la necesidad real de los niños de Guatemala en situación de abandono y

desamparo en hogares temporales.

4. La unificación de criterios entre las diferentes instituciones que intervienen en

el proceso de adopciones en el departamento de Zacapa y el compromiso de

cumplir las diferentes diligencias en plazos razonables, permite tener un

proceso de adopciones estandarizado en sus diferentes fases procesales y

administrativas, con el objetivo de que niños, niñas y adolescentes, puedan

ser beneficiados de una adopción, resolviendo su situación jurídica y social

para que finalmente se le pueda restituir al niño un ambiente familiar.

76
77

5. Que se elaboren las reformas necesarias a la Ley de AdopcionesDecreto 77-

2007 donde se establezcan los diferentes plazos de intervención de las

instituciones que son parte del proceso, sean judiciales o administrativas, y

que de ésta manera el sistema de adopciones cumpla con los objetivos

determinados por los cuales ha sido sancionado.


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