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Universidad Catolica del Norte Escuela de Derecho Antofagasta Materiales docentes Derecho Penal | Profesor: Christian Scheechler C. Sumario LAS ESCUELAS PENALES LABAIUTGLENA, USTAVO, Derecho penal, ono I, (Ed. Juridica de Chile, Santiago - Chile, 2005), pp. 21/32 El material que incluye la presente recopilacién se entiende reproducido para uso exclusivamente didéctico en la Escueia de Derecho de Ia Universidad Catdlica del Norte. Prohibida su reproduccién y su uso para fines ajenos a los autotizados por el articulo 38 de la Ley ndm. 17.336 sobre propiedad intelectual. Escuela de Derecho - Universidad Catdlica del Norte ‘Av. Angamos 0610, Antofagasta, Chile ‘ENO VARGAS CAPITULO IV LAS ESCUELAS PENALES 25. LA ESCUELA CLASICA— La lamada escuela clésica repre- senta el eonjunto de doctrinas filosético-penales formuladas desde Beccaria, @ quien se considera su iniciador, hasta Enrique Pessina (1828-1916), el tiltimo de los grandes clésicos. El nombre no le fue dado por sus secuaces, sino por sus adversatios, los positivistas, que al tetmino “elisico”™ atribuyeron una significacién despective, la de tradicionalismo caduco, Se distingue esta tendencia por su orientacién filoséfica y por el sentido liberal y humenitatio de sus principios. En au, evolucién hietérica pueden sefalarse dos perfodos: el filos6fico o teGrico, que comicnza con Beccaria ¥ que se caractetiza por la heterogeneidad de su contenido, formado a veces por tendencias contradictorias, como se advierte, por ejemplo, en lo que respecta @ los fundamentos del derecho penal, y entre cuyos repre- sentantes mis ilustres figuran, ademés, Bentham, Feuerbach, Romagnosi y Carmignant, y el juridico 0 ‘prictico, enciberado por Franciico Carrara (2805-1888), autor de una obra fundamental intituleda “Programa, del Garso de Derecho Criminal”, cuya Parte General se publieé en 1860. Corrara sintetizé en un cuerpo orgfnico de docttinas as concepciones penales que venian elaboréndose deade Beccaria, La escuela clésica constituye tun movimiento de reacci6n en contra de los excesos del derecho penal del perfodo de la venganza publica, Esto ‘timo explica algunas de les exageraciones en que incutri6 26. POSTULADOS DE LA ESCUELA CLASICA— Los postulados clisicos de técnica penal se refieren a la responsabilidad, al delito, al delincuente y a la pena, A) La responsabilidad criminal se funda en le responsabilided moral, ¥y ésta, en cl libre albedrio. El libre albedrio o libre atbitcio es la doctring de Ia autonomia de la voluntad, segin la cual el hombre posee la facultad de discriminar entre los distintos motivos de conducta que se le pre- sentan y de decidirse en un sentido 0 en otzo, sia sujecién a influencias exirafias de ningin géncro, principio que los tedlogos, jutistas y filésofos de la Edsd Media elevaron a la categoria de postulado. La delincuencia fs la manifestacién de la voluntad orientada hacia el mal. 2 DERECHO PENAL Para que el ejecutor de un delito pueda ser declarado culpable, res- Ponsable y merecedor de una pena, es condicién sine que now que, en ‘el momento de actuar, posea una voluntad inteligente y bre que le per ‘mita comprender Je naturaleze del acto que ejecuta y elegir entre reali. zarlo © no. Inteligencia para discernir, libertad para elegir y voluntad para decidirse son, segtin la escuela clésica, los supuestos en que descansa le imputabilidad. Si por cualquier motivo, condiciones de edad 0 condi- ciones pslquicas, el individuo no acai libre e inteligentemente, es inimpu- table y no responde penalmente de su accién. La eoncepcién libre atbi- trista es de naturaleca metefisica y se contrapone al determinismo natu talisvico que defendié la escuele positiva. Sin embargo, el clasicisimo 0 admite el libre albedrio como un con. cepto absoluto, sino que parte de la base de que la culpabilidad puede hallarse atenuada o agravada en razGn directa de la menor © mayor liber. tad moral con que obré el sujeto, debido al influjo de determinados factores, endégenos o ambientales, que orientaron sa veluntad, Lievada a sus aplicaciones précticas, la teoria del libre albedtfo sieve para fundamentar la culpabilided y para medir el grado de ella, de acuerdo con Iss circunstancias atenuantes 0 agravantes concurrentes; B) Segiin Carrara, el delito no es un ente 0 fendmeno de hecho, sino an ente juridico, recultante de na relacién de conttadicciGucutce, I conducta y la ley que la sanciona. En otros términos, el delito es Ia violaciéa de una norma jurid:ca. Por consiguiente, la excucla clisica no taira al delito como un fenémeno natural y social, sino como un hecho juridico, Como, por otta parte, antepone la consideracién del delito y lo aisla, tanto del delincueate como del medio en que se produjo, ademés de juridica es esencialmente objetivas ©) Parte esta escucla del supuesto que el delincuente, salvo casos extremos, no difiere de los demis hombres, y lo mira como un ser tacional dotado de libre albedrio, que obra’ sin sujecién a influencias sptratay, ss, por lo mimo, de optar ene el bien rpresentado por al respeto a Ia ley, y el mal, representido por su violacién, El que dclingue hace un mal uso de ‘su liberted, y et por eso que las penas deben recaer especialmente sobte este atzibuto de la personalidad. Las enas privativas y restrictivas de la libertad se convirieron en el ee de su sistema represivo, y, en cuanto se refiere al régimen carcelacio, se incling en favor de la prisién celular, que Ferri calificé como una de Jas abertaciones del siglo XIX, en ra26n de que tiende a anular el instinto social del delincuente; D) La pena se impone para restaurar el orden juridico perturbado por el delito, y, al igual que éste, es un ente juridico. Dicha restauracién se obtiene mediante la compensacién del mal que el delito causa al individuo y a Ia sociedad, con el que la pena produce al delincuente. Esto significa que ella ejerce una funcién retzibuciva, Ahora bien, par. tiendo de la base de que el hombre es libre para el bien y pata el mal, LAS BSCUELAS PENALES 2 si delingue se hace acteedot a un castigo. La pena, en cuanto proteccién del orden establecido, es un medio de rutela jurfdica, al mismo tiempo gue un mal, un castigo que, con finalidades ejemplarizadoras, se impose al delincuente en retribucién y expiacién de su delito. La pens-castigo es caractetistica de la escuela cldsica. La retribucién Teva aparcjada la ides de intimidaciéa, lo que significa infligit al culpable un castigo cuyo rigor sobrepase las ventajas obtenidas on el delito, Es por es0 que se intimida, no mediante la amenaza de la pena contenida en le ley, sino mediante su ejecuciSn, La pena no debe ser arbitzaria sino proporcionada a la gravedad obje- tiva del delito, y prefijada en In sentencia. Consecuencia de este criterio 8 que en su fijacidn 0 se atiende a la personalidad del delincuente, sino en cuanto ello es necesario para esteblecer el grado de su libertad moral. La técnica de Ja proporcién penal de la escuela clisica, que signi- fica ua error esencial, representa también su virtud y su fuerza, porque fs una construecién légiea de un vigor insuperable, una obra maestra de Ja légica deductiva. Dentro del sistema clésico de la proporcién penal, las f6rmulas se manejan Jo mismo que en aritmética se suman, restan, rmul- tiplican 0 dividen las cantidades, por lo que Carrara pudo afirmar que el derecho penal es una ciencia matemética. Si graves fueron los exrores en gue incutrig Ia escuela clésica desde 1 punto de vista flocéticojuridieo, en cambio, desde el panto de vista de sus postulados del orden politico, su aparecimiento significa un gran rogreso en el dea penal, porque proclamé el principio de Ia legalidad de los delitos y de las penas, el de la irretroactividad de la ley penal, el de que la funciSn penal compete exclasivamente al Estado, porque introdujo las gatantias procesales y afitmé Ia necesidad de morigerer la id; en una palabra, porque aseguré el respeto de la personalidad mana ¥ desterrs las iniguidades del antiguo régimen penal. Sus pos- tulados politicos constituyen, en consecuencia, el mérito fundamental de la escuela y justifican su éxito, revelado por el hecho de que inspité la legislacién positive durante casi todo ef siglo XIX. Las formulas juridicas de Ja escuela clisica, saturadas de filosofia me- tafisica, sesultaron ineficaces en Ia préctica para contener los desbordes de Ia criminalidad, especialmente en dos de sus formas: la teincidencia y Ja delincuencia infantil. Las causas de este fracaso las attibuye Ferri 4 los dos hechos siguientes: a) extremé los derechos del individuo frente a los derechos de la sociedad, que necesita defenderse de los malhechores; adopts una posicién individualista y se puso al servicio del delincuente, proclamando el principio “pro-eo”; ) utilizé el método deductivo, 1o que fue causa de que se agotera en el anilisis del delito. No dispuso de las herramientas que proporciona la investigacién cientifica y que ‘empleé después el positivismo. LA ESCUELA POSITIVA.— Nacié en oposicién al clasicismo vy fepresenta una subestimacién de Jo jurfdico en beneficio de lo biolégico- social aparicién fue favorecida no s6lo por el fracaso de los principios m4 DERECHO PENAL clésicos en Ia lucha contra el delito, sino también por la extensién del ‘método experimental y de observacién a las ciencias sociales, tarea que realizaron Augusto Comte, Herbert Spencer, Jobn Stuart Mi sociélogos del siglo XIX; por el progreso de algunas ciencia tales como le antropologia, la psicologia y Ia psiquiateis, y por la aplicaciéa de Ia cstadistica a las investigaciones sociolégicas. Tdea cardinal del positivismo italiano es que el delito ex fundamen talmente un hecho del hombre que se realiza en el seno de la sociedad, esto es, un fenémeno natural y social a In vez. Por eso el conocimiento profundo del fenémeno delictivo requiere el estudio del hombre de! cuente y del medio fisico y social en que el delito se produjo, estudio que ha de emprenderse con criterio subjetivo y naturalistico. La concep- ciga clésica puramente jutidica del delito cs imperfecta por su unilate- ralidad. Considetado, cn cambio, como realidad biolégico-social y no sola mente como fenémeno juridico, se ensancha notablemente el campo de las investigaciones relativas a él. La escucla positiva tiende en ese sen. tido « realizar un estudio mucho més profundo y completo del delito, porque, a diferencia de Ja clésice, no lo aprecia como ente puramente jntidico, sino como fendmeno antropolégico, sociolégico y jurtdico, al mismo tiempo. La escucla clisica es esencialmente objetiva; sitia en primer término cl delito y pospone al delincuente; Ia escuela’ positiva, @ a inversa, predominantemente subjetiva, porque concentsa su atencién en la persona del delincuente Hemos visto que Ia concepcién antropoligica del delito es obra de Lombroso y que Enrique Ferri complemenié sis indagaciones en el te- reno socioldgico. Pero era necesatio todavia revisar Ios principios jurt- icos de la escuela clisica rclativos af delito, gue los positivistas habtan subestimado, A esta tarea se consagts Rafael Garofalo (1852-1934), pri- mero en una monografia intitulada “Un critetio positive de la crimina~ lidad” y después en su “Criminologia” (1885). Ast tenemos inteprado el triptico cteador de la escuela positiva: César Lombroso, el antiopsiogo; Enrique Ferri, cl sociélogo; Rafael Garofalo, ci jurista. Los problemas mas importantes de que se ocupa Garofalo son el que fe reficre a la nocién sociolégica del delito y el que dice relscién con la aplicacidn de Ja pens. La escuela clésica la proporciona a la gravedad objetiva del delito. Garofalo sostiene que el criterio para graduar In sencién debe ser ei de In temibilidad del delincuente. Entiende por tal la perversidad constante y activa del delincuente y la cantidad de mal prevista que hey que temer por parte de él. La idea de Garofalo es ver- dedera; pero Ja fSrmala que cmplea no es feliz, porque, como lo ha demostrado el penalista italiano Rocco, la temibilidad aparece como la consecuencia del estado peligroso, o sea que un individio es temible porque ex peligroso. La peligrosidad es una caracteristca personal, y la temibilidad, 1x repercusién social de dicha caracterfstica, La peligtosidad es un concepto dificil de defivir. Jiménez de Asia estima que consiste en la probabilidad de que un individuo cometa o wuelva a cometer un delito. Dicho en otras palabras, es In capacidad LAS ESCUELAS. FENALES 8 potencial que poses el individuo para convertisse en delincucnte. Es por e50 que se habla tembién de estado peligroso, disposicién subjetiva reve- lada por Tas condiciones psiquicas de! sujeto, sus antecedentes. personales y su género de vida Debemos advertir que 1a nocién de peligro no es extrafia a las luce braciones de Ia escuela clisica. Carrera, por cjemplo, habla de peligro contido tratdndose de la tentativa, y lo opone al dafio que produce el delito consumado; pero el concepto que tienen los clisicos del peligro 5 totalmente objetivo, inherente a la accién delictuosa. Para los posit vistas y para las nuevas tendencias penales, en cambio, es un concepto subjetivo que, como muy bien dice Rocco, no tiene su origen en una manifestacién ‘de voluntad de Ja persona, sino en la persona misma, Desde el momento en que la peligrosidad es independiente det peligro objetivo, puede existir sin él. Es lo que ocurre, por ejemplo, respecto dl delito imposible, en que el peligro emana del hechor y no de su act. E] mismo fundamento reconoce la peligrosicad predelictaal o peligrosidad sin delito, esto es, el hecho de que un individuo pueda set sindicado de constituir un peligro, aun cuando no haya infringido la ley penal (véanse N*- 170 y 244). Ello implica un juicio de probabilidad. 28. POSTULADOS DE LA ESCUELA POSITIVA— a) La escuel , como vimos, fundamente Ta responsabilidad penal en le impuc idad del sujeto, le eval descansa en cl libre albedrio. La escuela posi tiva, de acuerdo con su orientacién determinista, niega Ta existencia del libre arbitrio, problema que, por lo dems, no es del resotte del derecho penal, sino de le filosofia o de Ia metafisica, y fundamenta la responss- ilidad penal en Ja responsabilidad social, cuya féemala es Ia siguiente: “Todo individuo responde de los delitos ‘que cjecata por cl solo hecho de vivis en, sociedad”. No se distingue, en consecaencia, entze imputables inimputables. Toda persona, cualquiera que sea su edad o condicién siquica, responde de los delitos que comete; pero ello no significa que ls sancién sea la misma para todas, La calidad de la sancién depende ide Ie categoria antropolégica « que el delineuente pertenece; y la cantidad varia de acuerdo con el grado de su peligrosidad; 4). Para la escuela positiva el delito es un ente de hecho, producto ge, complejo deteminismo integrado por factores antropolicos, isicos y sociales; ©) _“Delincuente es el individuo que perpetra un hecho dafino a los sntereses sociales, cualesquiera que sean las condiciones o circunstancias en que se encuentre. La meta imputabilidad fisica trae consigo la respon- sabilidad penal” (Del Rio). Para In escucla clisica, en cambio, la simple atribuciée material del hecho punible a su autor no acartea responsabi- lided criminal si éste no obré con libre albedsio; 4) La pena deja de set un castigo que se impone al delincuente en retribucién © compensacién del mal det delito, y se convierte en una % ‘DERECHO PENAL terapéatica soci ¢ ecminads » obtene I radaptacin social del eyjeto —slempre que ello sea © su © segregacién en cato contrario, Garofalo estima que Ia eliminacién de los delincuentes incorre. fibles debe realizarse mediante la pena de muerte, para lo cual, por ierto, serfa preciso realizar verdaderas hecatombes de criminales. El tecnicismo positive reemplaza la pena por la sancién, por Jo mismo que deja de ser un castigo. La sancién, como Ia conciben los positivistes, fo pretende causat un sufzimiento al culpable, sino asegurar Ia defenss ‘social, procurando un maximo de seguridad con'un minimo de sufrimiento individual, y se traduce en las medidas de seguridad, que consisten “en ertas disposiciones adoptables, respecto de determinadss personas, no dentro de uns idea de amenaza’o de retribucién, sino de un concepto de defensa social y de readaptacién humana, por tiempo indeterminsdo” (Del Rio) (véanse N* 227 y 247), Pero el criterio defensista de la escuela positiva no se detiene aquf. Las sanciones son insuficientes para Juchar con éxito contta la criminal ded, feadmeno sometido a causas muy complejas que no pueden eet combatidas mediante la simple represin de los delites. Es preciso com- plementarla con medidas que tiendan 2 prevenir la delincuencia, mucho mis cfectivas que las sanciones, porque no atacan como éstas ei efecto, sino las causas generales del delito. Ferri distingue dos formas de pre. vencién: la indirecta 0 remota y 1s dinecta 0 préximo, esta dltima a cargo de la policla de orden y seguridad. Le prevencin indirecta corresponde los que el autor citado denominé sustitutives penales, conjunto de me- idas de muy diverse indole tendientes a mejorar las ‘condiciones de la Vida socal. Las bay, por ejemplo, de orden social, politico, cientifica, Givil y administrativo, religioso, familiar, educative, econémico, Entre las de orden social se’citan la construccién de habitaciones para emples. dos y obzeros, el fomento de los deportes, el mejoramiento del alumbredo priblico; como medida de orden cientfico menciona Ferri los métodos de seguridad y alarma pare prevenit los robos; de orden administrative son Jos patronatcs de excarcclados, la limitacién de la produccién y venta de bebidas alcohdlicass de indole familiar es el divorcio con disolucién del vinculo, que tiende « prevenir los adulterios; como medidas de ca. séctet econmico se sefslan las obras ptblicas y'la previsién social; de orden educacional tenemos el fomento de Ia instruccién de tipo profs. sional, la supresién de los espectéculos crueles o inmorales, etc. 29. PARALELO ENTRE LAS ESCUELAS CLASICA ¥ POSITI VA.— Ferri ha dicho que la diferencia fundamental entre ambas escuclas deriva del método emplesdo; deductivo © spriotistico, por la escuela dsica; inductive, de observacién y experimentacién, por la escuela posi tiva, cayo nombre proviene del método que utilizé’ y no de la filosofia positiva de Augusto Comte, como algunos creen, Consecuencia del mé- todo es el caricier propio de una y otra escuela: objetivo subjetivo, respectivamente, diferencia que en forma aguda sefald el penalista he. landés Gerardo van Hamel, cuando dijo: “Hasta ahora el hombre ha ‘conocido la justicia; tiempo es ya que la justicia conozca al hombre”. LAS BSCUELAS PENALES a La escuela clisca considera que el delito es un ente jutidico. La escuela positiva sostiene que es un ente de hecho, un fenémeno natural ¥ socal y no solamente de caricter juridico. En cuanto a #4 ofigen, para la primera ee el producto de la voluntad inteligente y libre del hhombee; para la segunda encuentra su genesis en un complejo determi tismo que integran causis antropolépicas, fisicas y sociales Segiin Ia excucla clases, Ia responsabilidad criminal se funda en el libre arbitrio. El positivismo, de acuerdo con su ctiteio determinista, no. ack mite el libre albedsio y fundamente 1s responsabilidad penal en la ree ponsabilided social. Ferri demuestea que Ia consideracion de la responsa- Bilidad moral como base de la represién ba llegedo a consttuit una verdadera pardlisis de la justicia penal, porque an gran mimero de delin fuentes presentan anomallas psiquicas que invocan como una circuns- tancia de atenuacién de la pene, de lo cual resulta que criminales peli grosos suelen recbic sanciones ‘benignas, La escucla clisica, partiendo del supuesto de la normalidad del delinovente, no exige que’ la pena se adapte a él; la escuela positiva, al afirmar que se trata de un anormal, exige como requisio indispensable que la sancién se adapte « él; la es: cuela positive, al afirmar que se tata de un enotmal, exige como requi- sito indispensable que 1a sanci6n te adapte a las condiciones personales y ambientales de cada delincuente, es decir, su individualizaciOn, ctit tiniversalmente aceptada en el dercho penal madera, Ta escucia ci rho estudio, pues, al delincuente; la necesidad de estudiatlo es una de Tas exigencias bisicas de In escucla positiva. ‘La pena es eminentemente retribativa y un medio de tutela jutidica para sua cs; I eins defensin pry l pos imo. Hay jenes piensan que estas dos formulas: ‘aela juridice defensa socal resumen las diferencias entre ambus cae. Hl aio sxe coms tua dogma el principio de la pena certa, prefijada en I sentencia. excucla positiva lo rechaza, y lo susttuye por ol dela indeterminacién de la sancién, El principio

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