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ESCUELA PROFESIONAL DE

INGENIERÍA AMBIENTAL Y DE
El hábitat natural de los RECURSOS NATURALES
microorganismos:
microbiología del aire, del
agua y del suelo.

CURSO: Microbiología Ambiental


DOCENTE: Dr. Dante Espinoza Morriberón

SEMESTRE
22 – de octubre – del 2021 ACADÉMICO 2021B
LOS MICROORGANISMOS EN SUS HÁBITATS

Cada una de las grandes divisiones de la ecósfera contiene numerosos hábitat. Un hábitat es el lugar físico
en que se encuentra un organismo. El término hábitat forma parte de un concepto mucho más amplio
conocido como nicho ecológico, que incluye no sólo el lugar donde vive un organismo, sino también las
actividades que lleva a cabo.

Para los microorganismos, en cambio, la


escala del hábitat es microscópica. Por ese
motivo, en el caso de los microorganismos,
además de las características generales del
hábitat, es preciso considerar
detalladamente otros aspectos del mismo.
MICROORGANISMOS AUTÓCTONOS

Algunos microorganismos son autóctonos en un hábitat determinado; en él pueden sobrevivir, crecer y


realizar sus actividades metabólicas, ocupando los nichos ambientales disponibles para las poblaciones
microbianas en un ecosistema dado.

MICROORGANISMOS ALÓCTONOS

Algunos miembros de la comunidad, hay microorganismos alóctonos. Se trata de miembros temporales


del hábitat, que no ocupan los nichos funcionales del ecosistema. Por regla general estos
microorganismos han crecido en otro lugar y han sido transportados a un ecosistema que les resulta
extraño.

Los microorganismos alóctonos muestran una gran variabilidad en el tiempo de supervivencia en el


ecosistema extraño; algunos desaparecen rápidamente, por ejemplo Escherichia coli, que normalmente
sobrevive menos de 24 horas después de su entrada en los hábitat marinos.
ATMO-ECÓSFERA
La mayoría de las variables físicas y químicas de la atmosfera no favorece el crecimiento microbiano. La
temperatura disminuye al aumentar la altitud de la troposfera. En la parte superior de ésta, las
temperaturas oscilan entre -43 °C y -83 °C, muy por debajo de la temperatura mínima de crecimiento que
toleran los microorganismos. Al aumentar la altitud, la presión atmosférica disminuye y la concentración
de oxígeno disponible se reduce hasta un punto en el que es imposible la respiración aeróbica. Las bajas
concentraciones de carbono orgánico son insuficientes para permitir un crecimiento heterotrófico; el agua
disponible también es escasa y limita incluso la posibilidad de un crecimiento autotrófico de
microorganismos en la atmosfera.

Los microorganismos presentes en la atmosfera están sometidos a una elevada radiación.


LA ATMÓSFERA COMO HÁBITAT Y MEDIO DE DISPERSIÓN MICROBIANA

Aunque la atmosfera resulte un medio hostil para los microorganismos, existe un número
significativo de ellos en la troposfera inferior

El movimiento a través del aire es el principal medio de


dispersión de los microorganismos.

La troposfera puede proporcionar hábitat temporales para los microorganismos. En las nubes hay
concentraciones de agua que permiten su crecimiento. La intensidad lumínica y la concentración de
dióxido de carbono de las nubes son suficientes para favorecer el crecimiento de microorganismos
fotoautotrofos, y los núcleos de condensación suministran algunos nutrientes minerales. En zonas
industriales puede incluso haber suficiente concentración de sustancias químicas inorgánicas en la
atmosfera para permitir el crecimiento de algunos heterótrofos. Sin embargo, esta “vida en el cielo” es una
remota posibilidad, faltan pruebas concluyentes y la importancia práctica de ese tipo de vida parece
insignificante.
Algunos son transportados por el aire como células
vegetativas activas, pero en la atmosfera lo más común
es que los microorganismos se encuentren en forma de
esporas. Las esporas cuya primera función es la
dispersión se conocen como xenosporas.
https://www.youtube.com/watch?v=QqzGR0KLSZU

Los hongos, algas, algunos protozoos, algunas bacterias, como los


actinomicetes, y los liqúenes producen esporas que se diseminan a
través de la atmosfera. Los virus son metabólicamente inactivos fuera de
la célula hospedadora y son transportados a través de la atmosfera
como partículas inactivas que, en sentido funcional, son equivalentes a
las esporas en reposo de los microorganismos vivos.

Las esporas presentan algunas propiedades que contribuyen a su


capacidad para resistir el transporte a través de la atmosfera. En primer
lugar, tienen una tasa metabólica muy baja, de manera que no necesitan
nutrientes ni agua del exterior para generar suficiente energía para
mantenerse durante períodos prolongados.
Las esporas suelen ser
relativamente ligeras; incluso
pueden contener vacuolas de
gas. Presentan morfologías muy
variadas; algunas tienen forma
aerodinámica, que les resulta
favorable para desplazarse
horizontalmente a través de la
atmosfera
Aunque algunas esporas secas son fácilmente liberadas
por corrientes de aire, otras permanecen adheridas
incluso con corrientes de aire veloces. Cuando pequeñas
gotas de agua colisionan con el cuerpo portador de
esporas, se libera una parte de ellas. Las gotas de lluvia
crean vibraciones en estas estructuras que rompen las
fuerzas de adhesión, permitiendo así la liberación de las
esporas. El basidiocarpo de la seta Cyathus striatus, en
forma de cáliz, es una adaptación para aprovechar la
fuerza de las gotas de lluvia, que al golpear las esporas
las proyecta lejos de la seta (Brodie 1951).
Algunos microorganismos se liberan en forma de gotitas por medio de la tos y de los
estornudos humanos o de otros animales. Ese modo de liberación es una importante
vía de dispersión a la atmosfera de algunas bacterias y virus animales (McKissich et al.
1970).

https://www.youtube.com/watch?v=ZA3ca9J1f1o

https://www.youtube.com/watch?v=zoYf2kRfQyo

https://www.youtube.com/watch?v=hMDZ1_1Wa9s
En el caso de Pilobolus, sucede cuando una vacuola en la
base del esporangio se vuelve turgente por un aumento
en la presión osmótica; esto causa la explosión del
esporangio y una propulsión de agua que arrastra las
esporas a una distancia de 1—2 metros (Buller 1909).
Pilobolus orienta el lanzamiento que libera las esporas en
la dirección donde la intensidad de luz es más potente, es
decir, hacia un zona abierta donde es más probable que
las corrientes de aire faciliten la posterior dispersión.

Otros ascomicetes se deshinchan súbitamente; se


produce la rotura simultánea de un gran número de aseas
que liberan una nube visible de esporas (Buller 1934)
(Figura 9.7). Algunos cambios en las condiciones
ambientales
El hongo que más frecuentemente
aparece en la atmosfera, es
Cladosporium (Gregory 1973).

Normalmente, las concentraciones de


microorganismos en la atmosfera, hasta
una altura de 3000 metros, oscilan
entre 101 y 104 por metro cúbico. La
cantidad varía en función de la
estación. En el hemisferio norte, los
hongos suelen ser más abundantes en
los meses de junio, julio y agosto que
en el resto del año. Por otro lado, hay
datos que señalan que las
bacterias son las más abundantes
durante la primavera y el otoño
HIDRO-ECÓSFERA

https://www.youtube.com/watch?v=nuU1MfA9Ofg

https://www.youtube.com/watch?v=KtxUp2s_HIU
COMUNIDADES MICROBIANAS DEL SUELO

El suelo es generalmente un hábitat favorable para la proliferación de microorganismos y en


las partículas que lo forman se desarrollan microcolonias

Es esos hábitat, los microorganismos son por lo general mucho más abundantes que en otros de
agua dulce o marinos (Mishustin 1975). Típicamente, en los hábitat del suelo se encuentran de 106
a 109 bacterias por gramo de suelo. Los microorganismos aislados del suelo comprenden virus,
bacterias, hongos, algas y protozoos. Las concentraciones de materia orgánica son relativamente
altas en dicho ambiente, lo cual favorece el desarrollo de microorganismos heterótrofos.
En el suelo se desarrollan muchos géneros de
bacterias (Gray y Parkinson 1968). Es más
elevada la proporción de bacterias Gram
positivas en suelos que en los hábitat marinos
o de agua dulce; sin embargo, en números
absolutos, en los suelos predominan las Gram
negativas. También son más las bacterias
alóctonas del suelo que utilizan carbohidratos
que las que lo hacen en la hidrosfera.
Los hongos constituyen la proporción más elevada de la
biomasa microbiana del suelo (Gilman 1945; Domsch et
al. 1980). La mayor parte de los diferentes tipos de
hongos se encuentra en el suelo, principalmente como
organismos autóctonos, y a veces como formas
alóctonas. Pueden presentarse como organismos de vida
libre o en asociaciones micorrícicas con las raíces de
algunas plantas. Los hongos se encuentran
principalmente en los 10 cm superiores del suelo y
raramente están por debajo de los 30 cm. La mayor
abundancia se da en suelos ácidos y bien aireados.
Existen hábitat extremos en la Tierra, donde las
condiciones de temperatura, pH, salinidad,
presión, desecación y demás factores químicos y
físicos suponen un desafío a la capacidad de los
microorganismos para sobrevivir y crecer. Los
extremófllos han desarrollado propiedades
adaptativas que permiten su crecimiento en
desiertos áridos, en regiones polares, en lagos
salados, en surgencias hidrotermales
submarinas, en fuentes termales, en lagos
alcalinos y en otros hábitat donde rigen
condiciones químicas y físicas extremas. Estos
microorganismos y los hábitat donde viven han
sido muy estudiados, ya que representan los
límites ambientales de la vida.

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