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EVALUACIÓN FINAL ÉTICA

LA ÉTICA Y SU APROPIACIÓN EN EL MUNDO LABORAL

Presentado por:
Rafael Hernando Barrera Jaramillo

Presentado a:
Dr. Favian Diaz

Asignatura: Ética

UNIVERSIDAD DEL CAUCA


Facultad de Derecho, Ciencias políticas y Sociales

2021
LA ÉTICA Y SU APROPIACIÓN EN EL MUNDO LABORAL

La ética profesional se puede definir como un conjunto de normas y valores


morales en el que los profesionales de un determinado sector deben respetar
durante el ejercicio de su profesión. Esto lo podemos ligar a una serie de
comportamientos y pautas de actuación encaminadas a fomentar las buenas
prácticas laborales y la armonía social; ha de entenderse que las buenas prácticas
sociales no deben estar circunscritas a una determinada profesión, como tampoco
se debe excluir de ello a quienes ostentan oficios o hacen del trabajo del día a día
la razón de su supervivir.

Tomando como eje de partida el procedimentalismo y lo planteado por la Corte


Constitucional en sentencia C – 110 de 2017, en la que se determina la
inexiquibilidad de la palabra “pobres” contemplada en el artículo 1 de la ley 583 de
2000, se planteará la correlación existente entre la terminología mal usada en el
ámbito del derecho y las normas que determinan el comportamiento de los
individuos en una sociedad.

El procedimentalismo es un método que hace esfuerzos por legitimar normas


sociales para encontrar lo bueno y lo justo, considera que la tarea ética consiste
en descubrir los procedimientos legitimadores de las normas, renuncia a prescribir
la felicidad entendiendo que éste es un tema privado igual que la fe que los
individuos profesan.

Es posible escoger, en uso de la autonomía que cada uno posee, un


procedimiento para elegir cursos de acción que tienen que ver con la interacción
con los otros y en lo que refiere al comportamiento con uno mismo; Kant lo llama
el imperativo categórico: "haz que tu regla particular de conducta sea tal que
pueda ser ley universal, es decir, la regla de acción pueda ser aplicada por
cualquier otra persona en la misma circunstancia”.

El procedimentalismo asigna a la ética la tarea de descubrir los procedimientos


legitimadores de las normas”. Son estos procedimientos racionalmente
estructurados los que permiten a los individuos distinguir qué normas de las
surgidas en el mundo de la vida son correctas. Tanto la moral y el derecho
adquieren su legitimidad interna formal a través de los procedimientos indicados:
Los procedimientos jurídicos y el procedimiento de los discursos morales.

El procedimentalismo asigna a la ética la tarea de descubrir los procedimientos


legitimadores de las normas, los procedimientos racionalmente estructurados
permiten a los individuos distinguir qué normas de las surgidas en el mundo de la
vida son correctas.

Para el procedimentalismo los contenidos concretos exceden el campo de la ética


y corresponden a los mundos de la vida. intenta dar razones de la pretensión de
universalidad de la moral y por ello apela a estructuras cognitivas y procedimientos
que exhiben en su forma la universalidad. Continúa la distinción moderna entre lo
justo y lo bueno, no implica la negación o ausencia del concepto de bien o lo
bueno.

El objetivo de la ética procedimentalista es pretender dar respuesta sobre lo que


es justo y que por tanto sea válido para la sociedad a través de procedimientos
legitimadores que le permitan al individuo distinguir entre las normas generadas
por el mundo cuáles son correctas.

El artículo 1ero de la ley 583 de 2000, dice:

Las facultades de derecho oficialmente reconocidas organizarán, con los


alumnos de los dos (2) últimos años lectivos, consultorios jurídicos cuyo
funcionamiento requerirá aprobación del respectivo Tribunal Superior de
Distrito Judicial, a solicitud de la facultad interesada. Los consultorios
jurídicos funcionarán bajo la dirección de profesores designados al efecto o
de los abogados de pobres, a elección de la facultad, y deberán actuar en
coordinación con éstos en los lugares en que este servicio se establezca.

Los estudiantes adscritos a los consultorios jurídicos de las facultades de


derecho, son abogados de pobres y como tales deberán verificar la
capacidad económica de los usuarios. En tal virtud, acompañarán la
correspondiente autorización del consultorio jurídico a las respectivas
actuaciones judiciales y administrativas.

La prestación del servicio del consultorio jurídico en ningún caso será


susceptibles de omisión ni homologación.

Los estudiantes, mientras pertenezcan a dichos consultorios, podrán litigar


en causa ajena en los siguientes asuntos, actuando como abogados de
pobres…

El pronunciamiento final de la Corte Constitucional, declara exequible la palabra


“pobres”, por considerar que debe existir en la terminología jurídica una expresión
que reconozca al sector de la población que carece de condiciones elementales
para su supervivencia, esto ligado a la educación, a la vivienda, a la alimentación,
a la salud y por supuesto al acceso a la justicia, toda vez que la expresión no es
discriminatoria ni hace mofa de la condición económica de este grupo de
personas.

De esta manera la palabra “pobres” no constituye trato peyorativo o minimiza a las


personas que requieren asistencia jurídica o asesoría en este campo y que por su
condición económica o por la ausencia de recursos no pueden acceder a un
abogado de oficio.
Las altas Cortes han sacado del ordenamiento jurídico palabras que si
menoscaban la honra de las personas por tratarse de términos que atentan contra
la dignidad del ser, ejemplo de ellas son: “robo, “amo-sirviente”, “criado”, “si la
locura fuere furiosa”, “loco”, “furiosos locos”, “imbecibilidad idiotismo y locura
furiosa”, “casa de locos”, “tuviere suficiente inteligencia para la administración de
sus bienes”,,”hijo legítimo”, “cómplice de la mujer adúltera”, “minusvalía”, “persona
con limitaciones”, “limitado”, “población minusválida”, “cretinos”, “idiotas”,
“baldados”, entre otros, todos ellos consagrados en las sentencias C-078 de 2007,
Sentencia C-253 de 2013, Sentencia C-177 de 2016, Sentencia C-983 de 2002,
Sentencia C-458 de 2015. Sentencia C-105 de 1994.; C-595 de 1996 y C-800 de
2000, Sentencia C-082 de 1999, Sentencia c-804 de 2006 y Sentencia C-037 de
1996. De la misma manera fueron aceptados expresiones como: “inferioridad”,
“comunidades negras”, o “ancianos”, estos asociados a las sentencias: Sentencia
C-258 de 2016, Sentencia C-078 de 2007 y Sentencia C-253 de 2013.

En ese orden de ideas, la generación de normas que determinan el


comportamiento de los miembros de la sociedad ajustado a patrones que indiquen
que se debe hacer para no hacer daño o lesionar intereses de todo tipo de
quienes la conforman, deben tener un correcto y adecuado uso del lenguaje, de
manera tal que haya palabras o frases que se brinden a malas interpretaciones o
en el peor de los casos vayan en contravía de la dignidad humana, el respeto que
merecemos o que pongan en situaciones de burla a los ciudadanos en general.

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