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Historia de la Chacarera Doble/Larga

Esta nace en Santiago del Estero en un año que no se puede precisar. Desde
el centro norte de la república se extendió a todo el territorio nacional. La
forma tradicional de ejecutarla requiere violín, guitarra y bombo, a partir
del último tercio del siglo XX se admiten otros instrumentos, pero siempre
respetando el compás. Las chacareras pueden cantarse, las hay con letras
en español y en quichua, pero también pueden ser instrumentales. La danza
de este ritmo se lleva a cabo en grupos de parejas que bailan de manera
libre haciendo rondas y volteretas.

El vocativo “chacarera” deriva de la palabra chacarero, el que trabaja en


una chacra, porque era en los campos argentinos en los que se bailaba este
particular ritmo. De manera progresiva, la chacarera fue migrando del
campo a la ciudad, y este avance significó la popularización y
universalización.Buena parte de los estilos musicales originarios de América
son el resultado de la fusión de las culturas que allí convivieron: la de los
conquistadores, pueblos originarios y africanos. Esta fusión fue diferente en
los distintos lugares, y por eso hay sitios con diferentes influencias de las
tres culturas.

En el caso de la chacarera, el origen viene de la Marinera Peruana. Cuando


comienza la fundación de la ciudad de Santiago de Estero, que es la ciudad
más antigua de la Argentina, lo hacen por el camino real de Lima, por el
cual eran traídos los esclavos. En el camino los africanos encontraban
árboles y animales muertos de donde obtienen madera y cuerpo para hacer
tambores, que luego derivarían en el bombo.

Por su estilo picaresco, Carlos Vega clasifica a la chacarera dentro del


grupo de coreografías galantes derivadas de las pantomimas amorosas que se
practicaban en Europa en el siglo. La chacarera es una danza vivaz, de
parejas sueltas, independientes, siempre se ha caracterizado como una de
las danzas nativas más populares de Argentina, en cambio no hay menciones
sobre ella en otros países de Sudamérica. Y a su vez, la chacarera es una
estructura rítmica que también podemos suponer que hereda en gran medida
algunos desarrollos que probablemente vengan de África.
La gente que venía de África traía música que en la antigüedad era usada
para cosas diarias, en el trabajo, y en ceremonias diarias, y con un rol
importante de la percusión. En Europa esto no sucedía, no había percusión.
Los tambores y parches provenían de África.

Esta danza, se toca y se baila en muchas provincias de la Argentina,


especialmente en Catamarca, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Jujuy y
el norte cordobés. A mediados de siglo xx, con la gran afluencia de
migrantes internos, por la industrialización en las zonas fabriles, la
chacarera llegó a Buenos Aires. En el oeste de Córdoba se la conoció con el
nombre de "Chacra" y "Molino". Muchos la consideran el ritmo santiagueño
más emblemático y allí adoptó un sentido religioso en el culto de la Telesita,
a quien el promesante le ofrece bailar siete chacareras seguidas. Una de las
primeras notaciones musicales de la danza fue hecha por Andrés
A.Chazarreta en 1911, su período de auge se extendió hasta 1950.

En los años sesenta, la chacarera aumentó su renombre, con el


resurgimiento general del folclore argentino. Ésta puede oírse en las voces
POR EJEMPLO: de Los Hermanos Abalos (1939), Los Kari Huainas (1947),
Los Chalchaleros (1948), Los Fronterizos (1953), Los de Salta (1958), Los
Cantores del Alba (1958), Los Tucu Tucu (1959), Los Manseros
Santiagueños (1961) ENTRE OTROS, dirigidos por Oscar Segundo Carrizo,
representan cinco generaciones de músicos folcloristas en Santiago del
Estero que aún continúa. La familia Carabajal, por su parte, representa
muchas generaciones de músicos y cantantes de chacarera, comenzando con
Agustín Carabajal y Carlos Carabajal (que comenzaron integrando el conjunto
Los Kari Huainas), y después con Los Carabajal, Peteco, Roxana, y otros.

En los últimos 40 años, la chacarera excedió las fronteras argentinas y se


instaló en el Chaco boliviano. Hablando sobre la danza chaqueña, su
identidad, lo popular y la proyección artística, la bailarina y coreógrafa
boliviana Amanda Zelaya dijo[cita requerida] que en toda su labor de
investigación no encontró una música boliviana parecida a la chacarera, por
lo que esta forma musical no es parte del patrimonio boliviano, sino es un
baile adquirido. Fue posiblemente la migración de bolivianos a trabajar en la
zafra argentina la que ayudó a aprenderla en las chacras del norte
argentino y luego a difundirla en territorio boliviano.
En Bolivia hay grandes intérpretes y compositores de chacareras como Yalo
Cuéllar, Esther Marisol, El Negro Palma, Juan Enrique Jurado, Los Canarios
del Chaco, Huáscar Aparicio, Dalmiro Cuéllar, entre otros. Aquí, la
chacarera se toca y se baila en algunos Departamentos de Bolivia,
especialmente en el Chaco Tarijeño y también en el Chaco Cruceño y en el
Chaco Chuquisaqueño, aunque la chacarera ha llegado a extenderse a lugares
alejados del chaco, como en la ciudad de Tarija.

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