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Mayo, 2023
Las llamas ardientes de la libertad en Sudamérica siguen vigentes y llameando, al
nombrarse las hazañas del hombre que es considerado el prócer más grande que haya dado
el Continente en cualquier tiempo y espacio, su nombre es Simón Bolívar “El Libertador”.
La historia republicana del Perú se inicia oficialmente el 28 de julio de 1821, día en el que
el general rioplatense José de San Martín, jefe de la Expedición Libertadora, proclama
independencia del Perú en Lima, la capital del hasta entonces Virreinato de Perú. Sin
embargo, para el historiador Jorge Basadre el punto de partida del nacimiento de la
República de Perú, sería, sensu stricto (El patrimonio de la comunidad), la instalación
del Primer Congreso Constituyente de Perú, que se da el 20 de septiembre de 1822.
Ante esta respuesta, San Martín se traslada a Huaura, cerca de Lima, y envía a su
lugarteniente Juan Antonio Álvarez de Arenales a la sierra donde vence a los realistas en
la batalla Cerro de Pasco. Más tarde, el virrey Pezuela es sacado del gobierno y nombran
a José de la Serna como nuevo virrey del Perú. Este decidió reunirse con San Martín
en Punchauca, pero no llegaron a ningún acuerdo, debido a los problemas que surgieron por
el avance de San Martín y sus tropas. Entonces el virrey La Serna y sus tropas huyeron a la
sierra. Gracias a eso, San Martín llega a Lima y proclama de la independencia el 28 de julio
de 1821 en la plaza de armas.
El general José de San Martin, liderando la corriente libertadora del sur del Ejército
Libertador, desembarcó en la bahía de Paracas (1820) a unos 200 kilómetros al sur de Lima
con más de 4 mil hombres argentinos y chilenos, buscó acelerar y agudizar las tensiones
internas del virreinato, apoyando las causas separatistas locales existentes
Su labor como estratega militar fue solicitada por el propio José de San Martín, quien
decidió reunirse con Bolívar en lo que hoy se conoce como la "Entrevista de Guayaquil"
(julio de 1822). Allí ambos militares discutieron los pasos a seguir para derrotar a los
realistas y liberar al Perú. Después de aquella reunión San Martín cedió el protagonismo
militar al dictador de la Gran Colombia.
El famoso encuentro entre los dos grandes Libertadores de América del Sur Simón Bolívar
y José de San Martín despertó grandes comentarios y polémicas no solo en esa época de
lucha independentistas. El encuentro realmente más respetuoso y amistoso que polémico
suceden el año 1822 entre los día 26 y 27 de julio en la ciudad de Guayaquil territorio que
Simón Bolívar habían anexado a la gran Colombia, descartando el Libertador de la élite
peruana de la época.
San Martín, no pudo, sin embargo, culminar la guerra contra los españoles. Si bien todo el
norte del Perú se había sumado voluntariamente a la causa patriota, el centro y el sur del
país permanecían ocupadas por las tropas virreinales. En la Entrevista de Guyaquil
realizada entre los días 26 y 27 de julio de 1822, los Libertadores discutieron tres
importantes cuestiones:
La suerte de Guayaquil, que siendo territorio peruano, fue anexado por Bolívar a la
Gran Colombia.
La ayuda que debía prestar Bolívar para el fin común de la independencia del Perú.
La forma de gobierno que debían adoptar las nacientes repúblicas hispanoamericanas.
La misión primordial de la Suprema Junta Gubernativa, era proseguir la lucha contra los
realistas. El virrey La Serna contaba con más de 20.000 soldados que ocupaban el territorio
entre Cerro de Pasco (centro del Perú) y el Alto Perú (sur del Perú, actual Bolivia). Ya San
Martín había previsto que eran necesarias más fuerzas para poder derrotar a los realistas,
quienes habían convertido todo ese territorio en un verdadero bastión de su poderío. Se
hallaba todavía en curso la ayuda que Bolívar había ofrecido al Perú para derrotar a los
españoles. Efectivamente, durante la entrevista de Guayaquil, Bolívar ofreció a San Martín
ayuda militar al Perú, la que se concretizó en julio de 1822, con el envío de tropas al mando
de Juan Paz del Castillo pero estas eran todavía insuficientes. En septiembre de ese año,
Bolívar ofreció otros 4.000 soldados más, pero la ya instalada Suprema Junta Gubernativa
solo aceptó la recepción de 4.000 fieles Las relaciones del Perú con la Gran Colombia
entraron en su punto más crítico debido a la anexión de Guayaquil a territorio
grancolombiano. A ello se sumó el hecho de que Juan Paz del Castillo recibiera
instrucciones de su gobierno de no comprometer a sus fuerzas solo en caso de que el éxito
estuviera garantizado y solo en el norte peruano, por lo que entró en conflicto con los
intereses del Perú, que se enfocaban en atacar a los realistas del centro y del sur. Dicho
oficial colombiano retornó a su patria, en enero de 1823, disgustado al no lograr imponer
sus condiciones. Las relaciones con la Gran Colombia se enfriaron entonces, en los precisos
instantes en que se libraba la llamada Primera Campaña de Intermedios.
Varias declaraciones de este Primer Congreso Constituyente, marcan el final de los sueños
monárquicos, como la declaración del 11 de noviembre de 1822 sobre la incompatibilidad
de la Orden del Sol y de los Títulos de Castilla con la forma de Gobierno del Perú y la
declaración del 12 de noviembre del mismo año, desautorizando a los comisionados García
del Río y James Paroissien. José de San Martín se retiró a la Magdalena, en donde tenía una
casa de campo. Acompañado por una pequeña escolta y un ayudante, la misma noche de su
renuncia, montado a caballo, se dirigió a Ancón, al norte de Lima.
Los oficiales patriotas al mando de las tropas que guarnecían Lima, ante el temor de una
ofensiva española, firmaron una solicitud ante el Congreso, fechada el23 de febrero de
1823 en Miraflores, invocando la designación de un solo Jefe Supremo «que ordene y sea
velozmente obedecido»,
El mismo Bolívar abrió campaña contra Riva-Agüero, marchando al norte. Pero antes de
que se desatara la guerra civil, Riva-Agüero fue apresado por sus propios oficiales
encabezados por el coronel Antonio Gutiérrez de la Fuente, quien, desobedeciendo la orden
de fusilarlo, lo desterró a Guayaquil (25 de noviembre de 1823). Bolívar entró a Trujillo en
diciembre de 1823 y quedó así dominando la escena política y militar del Perú. Luego
emprendió regreso a Lima. El 1 de enero de 1824, estuvo en Nepeña y Huarmey de ahí a
Pativilca en donde enfermó de paludismo.
Al amanecer del 6 de agosto ambos adversarios convergían al extremo sur del lago sobre el
Pueblo de Reyes (hoy Junín). La infantería realista, más ligera, atravesó la pampa llamada
Junín, que se encuentra al sur de dicha ciudad, dos horas antes que aparecieran los patriotas.