CORTE SUPREMA DE JUSTICIA CORTE
SUPREMA - Sistema de Notificaciones Electronicas
CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA CORTE SUPREMA
- Sistema de Notificaciones
Electronicas SINOE
SEDE PALACIO DE JUSTICIA,
Vocal Supremo:BARRIOS
ALVARADO ELVIA /Servicio Digital
- Poder Judicial del Perú
Fecha: 24/04/2023 16:10:24,Razón:
RESOLUCIÓN
JUDICIAL,D.Judicial: CORTE
SUPREMA / LIMA,FIRMA DIGITAL
CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA CORTE SUPREMA
- Sistema de Notificaciones
Electronicas SINOE
SEDE PALACIO DE JUSTICIA,
Vocal Supremo:BROUSSET
SALAS RICARDO ALBERTO
/Servicio Digital - Poder Judicial del
Perú
Fecha: 24/04/2023 17:40:18,Razón:
RESOLUCIÓN
JUDICIAL,D.Judicial: CORTE
SUPREMA / LIMA,FIRMA DIGITAL
CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA CORTE SUPREMA
- Sistema de Notificaciones
Electronicas SINOE
SEDE PALACIO DE JUSTICIA,
Vocal Supremo:CASTAÑEDA
OTSU SUSANA YNES /Servicio
Digital - Poder Judicial del Perú
Fecha: 24/04/2023 16:20:46,Razón:
RESOLUCIÓN
JUDICIAL,D.Judicial: CORTE
SUPREMA / LIMA,FIRMA DIGITAL
CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA CORTE SUPREMA
- Sistema de Notificaciones
Electronicas SINOE
SEDE PALACIO DE JUSTICIA,
Vocal Supremo:COTRINA MIÑANO
WALTER RICARDO /Servicio
Digital - Poder Judicial del Perú
Fecha: 24/04/2023 16:38:09,Razón:
RESOLUCIÓN
JUDICIAL,D.Judicial: CORTE
SUPREMA / LIMA,FIRMA DIGITAL
CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA CORTE SUPREMA
- Sistema de Notificaciones
Electronicas SINOE
SEDE PALACIO DE JUSTICIA,
Secretario De Sala -
Suprema:APARICIO NAVARRO
AYRTON GARY /Servicio Digital -
Poder Judicial del Perú
Fecha: 25/04/2023 08:28:19,Razón:
RESOLUCIÓN
JUDICIAL,D.Judicial: CORTE
SUPREMA / LIMA,FIRMA DIGITAL
SINOE
SEDE PALACIO DE JUSTICIA,
Vocal Supremo:PACHECO HUANCAS Iris Estela FAU
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA PENAL TRANSITORIA
20159981216 soft
Fecha: 24/04/2023 15:53:59,Razón: RESOLUCIÓN
DE LA REPÚBLICA RECURSO DE NULIDAD N.° 986-2022
JUDICIAL,D.Judicial:
LIMA,FIRMA DIGITAL
CORTE SUPREMA /
LIMA ESTE
NULIDAD DE SENTENCIA
Efectuado el análisis, conviene señalar que en materia
de nulidades opera el criterio de interpretación
restrictiva el cual se activa solo para anular una
sentencia donde se detecte una irregularidad o vicio
esencial en el proceso que menoscabe un derecho o
interés legítimo, que en definitiva cause perjuicio a
quien reclama y, en este caso, se reclama un déficit de
motivación, vinculado a determinar si en el caso opera
o no el error de tipo, con relación a la actuación y
valoración global de la prueba que determine más allá
de toda duda razonable si se derrota o no el principio
de presunción de inocencia del recurrente. Por ello, es
necesario realizar las diligencias descritas y las demás
que sean necesarias a fin de esclarecer los cargos
materia de imputación.
Entonces, este Tribunal Supremo no puede ingresar a
analizar el fondo del asunto por haberse incurrido en
causal de nulidad prevista en el numeral 1 del artículo
298 del Código de Procedimientos Penales; por lo que
es de rigor rescindir la sentencia recurrida y disponer
que en un nuevo juicio oral por otro Colegiado, se
realicen las anotadas diligencias indicadas en los
fundamentos precedentes y las demás que sean
necesarias para el esclarecimiento cabal de los hechos
y garantizar un debido proceso. Para tal efecto, deberá
efectuarse un estudio pormenorizado de los autos
sobre la prueba incorporada legítimamente en el
plenario.
Lima, veinticuatro de abril de dos mil veintitrés
VISTO: el recurso de nulidad interpuesto
por JIMMY LORENZO GONZALES JAYO contra la sentencia del 22 de
diciembre de 2021 emitida por la Segunda Sala Penal de Apelaciones
Permanente de Ate de la Corte Superior de Justicia de Lima Este, que lo
condenó como autor del delito de violación sexual de menor de edad, en
agravio de la adolescente identificada con las iniciales N. B. C. S. (13 años y 6
meses), y como tal le impusieron la pena privativa de libertad de cadena
perpetua, disponiéndose que al cumplimiento de los 35 años de pena privativa
de libertad se proceda, de oficio o a petición de parte, a formar el cuaderno
correspondiente para la revisión de la condena, conforme al artículo 59 del
Código de Ejecución Penal; fijó por concepto de reparación civil, la suma de
S/ 10 000,00 (diez mil soles) que deberá pagar el sentenciado a favor de la
parte agraviada; y dispusieron que el sentenciado sea sometido a un
tratamiento terapéutico previo examen médico o psicológico que determine su
aplicación, conforme al primer párrafo del artículo 178-A del Código Penal.
Con lo expuesto por el fiscal supremo en lo penal.
Intervino como ponente la jueza suprema PACHECO HUANCAS.
1
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DE LA REPÚBLICA RECURSO DE NULIDAD N.° 986-2022
LIMA ESTE

CONSIDERANDO

I. IMPUTACIÓN FISCAL
1. Conforme a la acusación fiscal1, se le atribuye al imputado Jimmy
Lorenzo Gonzales Jayo, haber tenido acceso carnal vía vaginal con la
adolescente identificada con las iniciales N. B. C. S. (de 13 años de edad),
quien mantenía una relación sentimental con el procesado desde el mes de
agosto de 2018, siendo así que en el mes de enero de 2019 el denunciado llevó
a la adolescente a su cuarto ubicado en la calle Brasil, pasaje Nocheto
manzana F, lote 23–Santa Anita, donde mantuvieron relaciones sexuales vía
vaginal por un tiempo de 20 minutos, suceso que se repitió el 11 de enero de
2019 y el 4 de febrero de 2019, en la misma habitación del denunciado, donde
la adolescente y el denunciado volvieron a mantener relaciones sexuales vía
vaginal.

II. FUNDAMENTOS DE LA SENTENCIA IMPUGNADA

2. El Tribunal Superior emitió sentencia condenatoria2, en contra de
Gonzales Jayo, donde declaró probadas las siguientes premisas:

2.1. La adolescente agraviada identificada con las iniciales N. B. C. S., al

momento de los hechos contaba con 13 años, pues de acuerdo a la ficha
de consulta en línea al Reniec, figura como fecha de nacimiento el 16 de
julio de 2005, es decir, no se encontraba en la capacidad de brindar un
consentimiento válido.

2.2. La agraviada mantuvo relaciones sexuales en reiteradas oportunidades

con el procesado en el cuarto de este; lo que se acredita con la
declaración de la agraviada, que cumple con los estándares de ausencia
de incredibilidad subjetiva, verosimilitud y persistencia en la
incriminación; así como con la declaración del propio acusado.

2.3. La tesis de defensa sobre la existencia del error de tipo, tampoco

prospera, pues el procesado sí tenía conocimiento que la agraviada tenía
13 años.

III. EXPRESIÓN DE AGRAVIOS

3. El sentenciado Gonzales Jayo, en su recurso de nulidad fundamentado3,
sostuvo como pretensión la revocatoria de la sentencia y su absolución de los
cargos. Reclamó lo siguiente:

3.1. Según el Protocolo de Pericia Psicológica N.º 011500-2019-PSC, del 28

de marzo de 2019, la agraviada no presenta indicadores de afectación
emocional por los hechos motivo de evaluación.

1
Cfr. páginas 154 a 160-reverso de expediente principal.
2
Cfr. páginas 589 a 609 de expediente principal.
3
Cfr. páginas 256 a 263 de expediente principal.
2
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LIMA ESTE

3.2. En el Acta de Entrevista Única, específicamente en la página 28, en la

línea 10 al 12, aparece el diálogo “¿él sabía tu edad? no me había
preguntado, último me preguntó le dije 13 ¿supuestamente cuánto
pensaba que tu tenías? él me ponía 14, 15 no yo tengo 13 le dije”. La
respuesta es ilustrativa y exculpa al procesado, debiendo entenderse que
le dijo su edad cuando ya había sostenido relaciones sexuales y el tipo
penal exige el conocimiento previo de la edad de la agraviada; con la otra
respuesta se aclara que su patrocinado creía que tenía 14 o 15 años.

3.3. El Certificado Médico Legal N.° 004864-IS, correspondiente a la

agraviada, concluye que la edad aproximada de la menor es 13 años con
un margen de error de más o menos dos años.

3.4. De la visualización del video de la Entrevista Única en Cámara Gesell, la

representante del Ministerio Público como la abogada de la parte civil
ponen énfasis en que la agraviada es una niña, pero lo que se ha visto ha
sido a través de una pantalla, mientras que quien la vio de cerca y
examinó es el médico legista, quien concluyó que la edad aproximada es
trece años, por lo tanto, es una adolescente.

3.5. En las páginas 93 a 97 obran copias de manuscritos de la víctima, en los

que expresa su afecto hacia el procesado, y en la imagen de página 96 se
aprecia a la agraviada y al procesado abrazándose, siendo la contextura
de la menor de una señorita.

3.6. Su patrocinado nació el 29 de enero de 1996 y la agraviada el 16 de julio

de 2005, siendo la diferencia de edad entre ambos de nueve años, cinco
meses y diecisiete días; esta diferencia etaria se encuentra dentro del
rango normal. En el certificado médico legal se indica que la agraviada
empezó a menstruar a los 11 años, es evidente que a la fecha de los
hechos, la agraviada tenía la contextura de toda una mujer.

3.7. El médico legista concluyó que la edad de la agraviada era de 13 años

más menos 2 años, tal apreciación no es reflejo de la edad cronológica
sino el resultado de la presencia de vellosidades, desarrollo de mamas y
piezas dentarias examinadas por el médico legista, tal conclusión
tampoco abona a favor del conocimiento previo de la edad de la menor,
pues, estando a la favorabilidad debe tenerse que la menor aparentaba
tener quince años.

3.8. La agraviada y él iniciaron su relación luego de que la primera aceptara

su invitación en el Facebook y se comunicaban por esa red social, siendo
comprensible que su patrocinado haya asumido que la agraviada tenía 14
años al ser esa edad la que se exige para crear una cuenta. Por tanto, no
es posible argumentar que el procesado sabía la verdadera edad de la
agraviada.

3
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3.9. En cuanto al error de tipo, se afirma que el procesado tuvo actividad

sexual con la agraviada solo cuando tenía la seguridad que esta tenía 14
años, pues ellos tenían una relación sentimental, vivieron y disfrutaron de
su sexualidad mutuamente aceptada.

3.10. En juicio oral lo único que se discutió fue el conocimiento de la edad de

la víctima por parte del procesado y por eso se celebró convenciones
probatorias y se prescindió de la actuación de órganos de prueba; sin
embargo, se fundamentó la pena intemporal como si el procesado
hubiera negado su responsabilidad en todos los extremos de los cargos
que se le imputan, en consecuencia, en la determinación judicial de la
pena la motivación deviene en espuria.

IV. CALIFICACIÓN JURÍDICA DEL DELITO

4. Los hechos atribuidos fueron calificados jurídicamente como delito de
violación sexual de menor de edad, previsto en el artículo 173 del Código
Penal (modificado por el artículo 1 de la Ley N.º 30838, publicada el 4 de agosto de 2018),
que prescribe:

Artículo 173. Violación sexual de menor de edad

El que tiene acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal o realiza cualquier otro acto
análogo con la introducción de un objeto o parte del cuerpo por alguna de las dos
primeras vías, con un menor de catorce años, será reprimido con pena de cadena
perpetua.

V. OPINIÓN DEL FISCAL SUPREMO EN LO PENAL

5. El fiscal supremo en lo penal, en su Dictamen N.° 065-2022-FSF-MP-
FN4, opinó que se declare no haber nulidad en la sentencia impugnada.

VI. FUNDAMENTOS DEL SUPREMO TRIBUNAL

6. Examinará esta Suprema Corte la sentencia de mérito, conforme con lo
prescrito por el numeral 1 del artículo 300 del Código de Procedimientos
Penales, vinculado al principio de impugnación limitada que fija los límites de
revisión por este Supremo Tribunal; en cuya virtud se reduce el ámbito de la
resolución únicamente a las cuestiones promovidas en el recurso aludido, las
que configuran, en estricto, la denominada competencia recursal del órgano de
alzada, salvo la presencia de una nulidad manifiesta que vulneró una garantía
procesal o material.

7. En el caso concreto, el recurrente no ha cuestionado su responsabilidad y

por el contrario acepta haber mantenido acceso carnal con la adolescente
agraviada identificada con las iniciales N. B. C. S. Lo que reclama es que tales
relaciones coitales se dieron en el contexto de una relación sentimental que
mantuvo con la agraviada, en la creencia que ella tenía más de 14 años de
edad. Entonces, el recurrente alega inocencia, fundamentándose en el instituto

4
Cfr. páginas 54 a 64 del cuadernillo formado en esta Suprema Sala.
4
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del error de tipo, previsto en el artículo 14 del Código Penal, que según su
postura, no recibió una debida motivación.

8. Es decir, su reclamo está vinculado a la afectación de la garantía de la

motivación reconocida en el artículo 134.5 de la Constitución en su dimensión
de derecho a probar en su aspecto de valoración probatoria. Ello implica una
falta de motivación suficiente que se justifique en prueba relevante y que
derrote el principio de presunción de inocencia.

El Tribunal Constitucional, con relación al derecho constitucional a probar,

sostiene que aunque no es autónomo, se encuentra orientado por los fines
propios de la observancia o tutela del derecho al debido proceso. Es un
derecho básico de los justiciables de producir la prueba relacionada con los
hechos que configuran su pretensión o defensa.

Se trata de un derecho complejo que está compuesto por el derecho a ofrecer

medios probatorios que se consideren necesarios a que estos sean admitidos,
adecuadamente actuados, que se asegure la producción o conservación de la
prueba a partir de la actuación anticipada de los medios probatorios y que
estos sean valorados de manera adecuada y con la motivación debida, con el
fin de darle el mérito probatorio que tenga en la sentencia. La valoración de la
prueba debe estar debidamente motivada por escrito, con la finalidad de que el
justiciable pueda comprobar si dicho mérito ha sido efectiva y adecuadamente
realizado (STC N.° 6712-2005-PHC, fundamento 15).

En tal sentido, este Tribunal analizará si la decisión de condena, que descarta

el error de tipo, se encuentra justificada en la prueba legítimamente
incorporada al proceso penal o si, por el contrario, tiene amparo el reclamo del
recurrente.

9. Partiremos señalando que la adolescente agraviada al momento de los

hechos –enero de 2019– contaba con 13 años y 6 meses, como se verifica de la
Consulta en Línea al Reniec5. Siendo así, el bien jurídico vulnerado es la
indemnidad sexual. Al respecto el Acuerdo Plenario N.° 4-2008/CJ-117
precisó que la indemnidad sexual es la preservación de la sexualidad de una
persona cuando no está en condiciones de decidir sobre su actividad sexual.
En tal sentido, es evidente que el fundamento material de su protección es
mantener incólume el normal desarrollo de su sexualidad sin injerencia de
terceros.

10. Conforme al acta de juicio oral del 16 de noviembre de 20216, se aprobó la

convención probatoria respecto a que se da como un hecho cierto y aceptado
por las partes que ha existido acceso carnal entre la agraviada y el acusado.

5
Cfr. página 8 del expediente principal.
6
Cfr. páginas 192 a 198 del expediente principal.
5
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Además de ello, en el fundamento 4.4 de la sentencia impugnada, se ha

valorado la declaración de la víctima conforme a los estándares del Acuerdo
Plenario N.° 2-2005/CJ-116, y se arribó a la conclusión de que el relato de la
adolescente agraviada carece de incredibilidad subjetiva, es verosímil (al
corroborarse en el Certificado Médico Legal N.° 0004864-IS, el Protocolo de
Pericia Psicológica N.° 011500-2019-PSC, ratificado en juicio oral, y la
declaración de Rosalía Sánchez Taipe a nivel preliminar y en plenario); y es
persistente en su incriminación. Extremo que no ha sido controvertido por el
acusado en ninguno de sus agravios.

En tal virtud, podemos colegir que no se encuentra en debate que el acusado

mantuvo relaciones sexuales con la agraviada en el contexto de una relación
sentimental, la primera vez fue en el mes de enero de 2019 (no se indica fecha
exacta), la segunda vez fue el 11 de enero de 2019 y la tercera ocurrió el 4 de
febrero de 2019, como así ha quedado fijado en las convenciones probatorias,
en coherencia con el relato de la adolescente, que cumple con los citados
estándares de valoración jurisprudenciales.

11. No obstante, lo que si reclama el recurrente es la existencia del error de

tipo, en el elemento edad de la agraviada, al alegar que mantuvo relaciones
sexuales con la adolescente, en la creencia que ella tenía más de 14 años al
momento de los hechos imputados. Entonces, en el caso no está en disputa si
el procesado mantuvo relaciones sexuales con la agraviada. Ambos han
aceptado que fue en el contexto de una relación sentimental. La disputa se
centra en determinar si el procesado conocía o no la verdadera edad de la
adolescente.

12. En ese norte, jurisprudencialmente en el Recurso de Nulidad N.° 165-

2013/Lima Norte se precisa que el error de tipo, alegado por el acusado, es
“aquel error o ignorancia sobre uno o todos los elementos que integran el tipo
objetivo –la calidad del sujeto activo, la calidad de la víctima, el comportamiento
activo u omisivo, las formas y medios de la acción, el objeto material, el resultado al
comportamiento activo u omisivo–. A lo que se debe agregar que este error
puede recaer sobre cualquiera de los elementos del tipo objetivo, ya sean
descriptivos o normativos; si el agente ha percibido equívocamente un
elemento típico, el error recae sobre los elementos descriptivos, pero si el
agente careció de una valoración que le haya permitido comprender el
significado del elemento típico, el error recae sobre los elementos normativos.
Además, este error puede ser invencible con lo que excluye la imputación, y
elimina el dolo y la culpa, y se produce cuando el agente, a pesar de actuar
diligentemente, no pudo salir del error; caso contrario, se tratara de un error
vencible que solo elimina el dolo, pero subsiste la culpa, sancionando el hecho
como culposo cuando se encuentra tipificado como tal en la norma penal,
conforme lo informa el primer párrafo del artículo 14 del Código Penal”.

6
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13. Para dar respuesta al recurrente es pertinente empezar por analizar la

declaración de la adolescente agraviada, en lo que a este extremo refiere. Ella
ha declarado mediante Entrevista Única en Cámara Gesell el 27 de marzo de
2019, con intervención de una psicóloga, la fiscal penal, la fiscal de familia,
un policía, la madre de la adolescente, el abogado del acusado, abogado de la
agraviada y una digitadora.

14. Allí, la adolescente agraviada relató que se conoció con el acusado (quien
vive a unas 7 u 8 casas de la suya) un día que ella iba al colegio y la llevó en
su mototaxi a tomar agua, iniciaron su relación de enamorados en marzo de
2018 hasta marzo de 2019, es decir que mantuvieron una relación de
enamorados de aproximadamente 10 meses sin mantener relaciones sexuales.
Es así que, la primera vez que tuvieron relaciones sexuales vía vaginal fue en
enero de 2019, la segunda vez fue el 11 de enero de 2019 y la tercera vez fue
el 4 de febrero de 2019. En todas aquellas ocasiones se besaron, luego se
echaron y posteriormente tuvieron relaciones, y sucedieron en la habitación
del acusado.

Al preguntársele si el acusado sabía de su edad, ella respondió “no me había

preguntado último me preguntó le dije 13”, luego, al preguntársele qué edad
creía él que ella tenía, respondió “él me ponía 14, 15 no yo tengo 13”. Más
adelante señaló que el acusado sí sabía que ella acudía al colegio, aunque no le
dijo en qué grado iba, y al preguntarle si el acusado alguna vez le preguntó por
su edad, ella dijo “últimamente por mi edad en enero así por mi edad y mi
cumpleaños no sabía”.

15. De tal relato, se puede extraer que por un lado la agraviada señala que el
acusado no sabía de su edad pues pensaba que ella tenía 14 o 15 años, pero
luego señala que “último” le dijo que tenía 13 años. Al respecto, la defensa del
recurrente ha señalado que el término “último” al que hace referencia la
adolescente debió ser interpretado como una fecha posterior a las relaciones
sexuales; sin embargo, también se tiene que más adelante en su declaración,
ella indicó que “últimamente por mi edad en enero así por mi edad y mi
cumpleaños no sabía”, lo que no descarta que en enero le haya comunicado su
edad. En suma, no se tiene claridad respecto al hecho de que la agraviada le
haya informado o no al acusado de su verdadera edad, y la fecha en que lo
hizo. Por lo que, de forma excepcional, tal como lo contempla el Acuerdo
Plenario N.° 1-2011/CJ-116, fundamento 38 segundo párrafo, la agraviada
deberá concurrir a juicio oral para que declare respecto a lo que es materia de
debate.

16. Por otro lado, se cuenta con el Certificado Médico Legal N.° 004864-IS,
del 7 de febrero de 2019, practicado a la agraviada, que concluye en su punto
3 que la edad aproximada de la agraviada es de trece (13) años. El perito
(médico legista) José Carlos Pérez Santillana, quien realizó y suscribió tal
certificado concurrió a juicio oral, donde explicó que tal resultado se basó en
7
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los parámetros de Tanner, conforme al desarrollo mamario, desarrollo de vello

púbico y vello axilar. Sin embargo, también señaló que por error se omitió
consignar en el certificado, el margen de error de más/menos 2 años. Margen
de error que debió recibir pronunciamiento en la fundamentación de la
impugnada, explicando cómo debía ser entendido, pero ello no sucedió.

17. En la diligencia de visualización del video de la entrevista única en

Cámara Gesell, la representante del Ministerio Público dejó constancia que se
puede apreciar que “la menor agraviada no tiene pechos, una niña que no tiene
formación ni desarrollo de sus mamas, tampoco de glúteos, y sigue avanzando
van a ver, que el semblante que tiene es de niña, refleja que es una niña”. A
ello, la defensa de la parte civil señaló que “el desarrollo anatómico de la
menor corresponde a una niña prácticamente”. Y finalmente el abogado del
acusado señaló que esta conforme y no hay ninguna observación.

Al respecto, la Sala Superior omitió señalar el valor probatorio de tal

diligencia de visualización, lo que resulta trascendente, pues el recurrente
denuncia que en tal diligencia el Ministerio Público y la Parte Civil arribaron a
la conclusión que la agraviada era una niña, lo que, según su posición,
contravendría lo señalado por el médico legista, quien concluyó que su edad
aproximada es trece años, es decir, que era una adolescente.

Si bien el procesado ha denunciado, en su agravio 3.5, que en la imagen de

página 96 se aprecia a la agraviada y al procesado abrazándose, señalando que
ella tiene contextura de una señorita. Sin embargo, no se tiene fecha cierta de
tal fotografía, en todo caso deberá ser evaluada en el contexto global de la
prueba.

18. Desde otro ángulo, se tiene el testimonio de Rosalía Sánchez Taipe7

(madre de la agraviada), a nivel preliminar con presencia del representante del
Ministerio Público, el 12 de febrero de 2019, en el que señaló que conocía al
acusado de vista desde hace 3 años, ya que vivía cerca de su casa. Y a nivel de
juicio oral8 reiteró su versión, pero se rectificó en cuanto a que lo conoce de
vista hace 2 años aproximadamente. Si acudimos a la declaración del acusado
en juicio oral, este señaló que conocía de vista a la agraviada
aproximadamente medio año antes de los hechos, es decir en los primeros
meses de 2018, pues vivía cerca de ella, como unos 100 metros hacia el cerro,
pero no se hablaban.

Entonces, surge aquí un punto que requiere dilucidación, pues la madre de la

víctima ha brindado dos fechas de cuando habría conocido ella y su hija al
acusado (hace 3 años y hace 2 años), mientras que el acusado señala que
conocía a la víctima solo meses antes de los hechos. Aspecto que resulta

7
Cfr. páginas 4 a 5 del expediente principal.
8
Cfr. páginas 200 a 203 del expediente principal.
8
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LIMA ESTE

relevante en el conocimiento que pudo tener el acusado en la edad de la

agraviada. Por lo que será necesario que se realice una confrontación entre el
acusado y la citada testigo, respecto a la fecha en que se conocieron de vista, y
conoció a la agraviada.

19. A nivel de actuación probatoria, se omitió preguntar al acusado, que según

la declaración de la agraviada, él era una persona que se preocupaba mucho
por ella y de forma continua le preguntaba cómo le iba en el colegio, entonces,
resultaba pertinente preguntar de qué hablaban cuando abordaban el tema de
cómo le iba en su colegio. Aspecto que brindaría mayores datos respecto a si
él conocía el grado en que se encontraba la agraviada.

20. Efectuado el análisis, conviene señalar que en materia de nulidades opera

el criterio de interpretación restrictiva el cual se activa solo para anular una
sentencia donde se detecte una irregularidad o vicio esencial en el proceso que
menoscabe un derecho o interés legítimo, que en definitiva cause perjuicio a
quien reclama y, en este caso, se reclama un déficit de motivación, vinculado a
determinar si en el caso opera o no el error de tipo, con relación a la actuación
y valoración global de la prueba que determine más allá de toda duda
razonable si se derrota o no el principio de presunción de inocencia del
recurrente. Por ello, es necesario realizar las diligencias descritas y las demás
que sean necesarias a fin de esclarecer los cargos materia de imputación.

21. Entonces, este Tribunal Supremo no puede ingresar a analizar el fondo del
asunto por haberse incurrido en causal de nulidad prevista en el numeral 1 del
artículo 298 del Código de Procedimientos Penales, que prescribe: “La Corte
Suprema declarará la nulidad […]: 1. Cuando en la sustanciación de la instrucción, o
en la del proceso de juzgamiento, se hubiera incurrido en graves irregularidades u
omisiones de trámites o garantías establecidas por la ley procesal penal”; por lo que
es de rigor rescindir la sentencia recurrida y disponer que en un nuevo juicio
oral por otro Colegiado, se realicen las anotadas diligencias indicadas en los
fundamentos precedentes y las demás que sean necesarias para el
esclarecimiento cabal de los hechos y garantizar un debido proceso. Para tal
efecto, deberá efectuarse un estudio pormenorizado de los autos sobre la prueba
incorporada legítimamente en el plenario.

22. Finalmente, el procesado Gonzales Jayo tenía medida de comparecencia

simple, pero a su vez se encontraba recluido en el establecimiento
penitenciario, condenado por delito de violación sexual desde el 12 de marzo
de 2019, que vencerá el 11 de marzo de 2036. Luego en la sentencia rescindida
del 22 de diciembre de 2021 se aplicó pena de cadena perpetua. En tal sentido,
al declararse nula la sentencia impugnada, corresponde ordenarse su inmediata
libertad solo respecto a este proceso, siempre y cuando no subsista en su
contra orden o mandato de prisión dispuesto por autoridad competente. No
siendo pertinente dictarse medidas de aseguramiento personal, pues se
encuentra en cárcel por otro proceso.
9
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DECISIÓN

Por estos fundamentos, los integrantes de la Sala Penal Transitoria de la Corte

Suprema de Justicia de la República, acordaron:

I. Declarar NULA la sentencia del 22 de diciembre de 2021 emitida por la

Segunda Sala Penal de Apelaciones Permanente de Ate de la Corte
Superior de Justicia de Lima Este, que condenó a JIMMY LORENZO
GONZALES JAYO como autor del delito de violación sexual de menor de
edad, en agravio de la adolescente identificada con las iniciales N. B. C. S.
(13 años y 6 meses), y como tal le impusieron la pena privativa de libertad
de cadena perpetua, disponiéndose que al cumplimiento de los 35 años de
pena privativa de libertad se proceda, de oficio o a petición de parte, a
formar el cuaderno correspondiente para la revisión de la condena,
conforme al artículo 59 del Código de Ejecución Penal; fijó por concepto
de reparación civil, la suma de S/ 10 000,00 (diez mil soles) que deberá
pagar el sentenciado a favor de la parte agraviada; y dispusieron que el
sentenciado sea sometido a un tratamiento terapéutico previo examen
médico o psicológico que determine su aplicación, conforme al primer
párrafo del artículo 178-A del Código Penal

II. ORDENAR que se realice un nuevo juicio oral por otro Colegiado, que deberá
tener en cuenta las consideraciones expuestas en la presente resolución.

III. DISPONER la inmediata libertad del procesado Jimmy Lorenzo

Gonzales Jayo respecto a este proceso, siempre y cuando no subsista en
su contra, orden o mandato de prisión dispuesto por autoridad competente

IV. DISPUSIERON que se notifique la presente ejecutoria suprema a las

partes procesales apersonadas a esta instancia, se devuelvan los autos al
órgano jurisdiccional que corresponda para los fines de ley y se archive el
cuadernillo respectivo

Intervino el magistrado supremo Cotrina Miñano, por licencia del juez

supremo Guerrero López.

S. S.
BARRIOS ALVARADO
BROUSSET SALAS
CASTAÑEDA OTSU
PACHECO HUANCAS
COTRINA MIÑANO
PH/rsrr

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