Las gaviotas sobrevuelan inquietas la ciudad marinera de Hondarribia, que se ha

vestido con sus mejores galas para celebrar un día especial. Sus graznidos compiten
con los alegres sonidos que inundan las calles, donde los vecinos se preparan para
disfrutar de la fiesta ajenos a la terrible amenaza que se cierne sobre ellos.
En mitad del desfile se desata el horror. Una puñalada salvaje y certera riega con
sangre el frío suelo de piedra. Una mujer ha muerto asesinada. Y no será la última. La
suboficial Ane Cestero y su unidad especial tendrán que dar caza a un asesino feroz e
implacable, capaz de ocultarse a la vista de todo un pueblo.

<<De pronto deja de sentir el suelo bajo sus pies, le parece que flota, que el cielo se
mueve sobre su cabeza. Después todo cesa de golpe. El mundo entero se vuelve
negro. El ruido, por fin, ha desaparecido.>>

Descubrí a Ibon Martín con su anterior novela, “La danza de los tulipanes”, (reseña
aquí) y me gustó tanto que supe que este nuevo libro lo iba a disfrutar igual o más, y
así ha sido. Una historia que me ha enganchado, emocionado y me ha mantenido en
tensión durante toda su lectura. Una joya.

La Unidad Especial de Homicidios de Impacto que dirige la suboficial Ane Cestero, se

pone de nuevo en marcha tras lo sucedido en Hondarribia el día de su fiesta más
importante. En pleno desfile, el cual no está exento de polémica, una mujer ha muerto
asesinada y nadie parece haber visto nada. La tensión que acompañaba al acto y los
miles de curiosos que se agolpaban a ambos lados de la calle en la que ha sucedido
tal barbarie, han desaparecido como por arte de magia y nada queda de lo que
minutos antes se estaba viviendo ahí, solo el miedo y el horror de lo ocurrido y
muchas incógnitas por resolver.

De esta manera y tras un tiempo separados, los miembros de la UHI vuelven a

juntarse para dar con el culpable de lo que acaba de suceder, pero los cambios son
notorios desde el primer momento y las cosas no van a ser fáciles para ninguno de
ellos, especialmente para Ane, que ve cómo su anterior jefe se aleja del caso y en su
lugar llega otra persona que lo único que quiere es notoriedad, además de imponerle
ciertas cosas con las que ella no está de acuerdo.

Son conscientes de que lo que ha ocurrido esconde mucho más de lo que a simple
vista parece, o al menos la experiencia les dice eso. Y no se equivocan. Lo que
comienza siendo un asesinato en plena calle da paso a una serie de muertes que, si
bien al principio todo parece girar en una misma dirección, al transcurrir la trama
varios temas se van entremezclando y encajando en un final que no puedes imaginar,
y que te sorprende tanto que necesitas unos instantes para digerir toda la información
que tienes delante.
Y es que si algo deja claro el autor es que nada es lo que parece y todos esconden
secretos que guardan con recelo en lo más hondo de sí mismos, aunque éstos vayan
acompañados de sentimientos y emociones muy peligrosas. Hondarribia es un pueblo
pequeño donde todo el mundo se conoce, y esto no va a facilitar las cosas al equipo
de Ane que van a tener que poner en orden en más de una ocasión todos los datos
con los que cuentan, teniendo que empezar desde cero y mirando con perspectiva
cada cosa que ocurre.

De nuevo nos encontramos ante una trama compleja y trepidante que te deja sin
aliento. A mí me ha ocurrido en varios puntos en los que he tenido que leer más
deprisa porque no podía esperar a saber qué es lo que iba a pasar, y eso es algo que
me gusta muchísimo, sentir esa adrenalina y esas ganas de más, además de
encontrarme con giros tan brutales que me han hecho replantearme todo desde el
principio. En ella se tocan temas como la igualdad, la tradición, el machismo y la
violencia, entre otros que no quiero desvelar para no dañar el factor sorpresa, y el
peligro de llevar todo esto al límite.

En cuanto a la ambientación, vuelve a ser otro de los puntos fuertes. Resulta tan
fascinante la descripción que hace el autor de cada uno de los lugares que aparecen y
transmite tanto al hacerlo, que las ganas de visitar cada uno de ellos son inmensas.
En esta ocasión el mar vuelve a ser protagonista absoluto, y sus aguas testigo mudo
de algo oscuro y turbio que amenaza con ver la luz.

Si sois amante del género y os gustan las historias que enganchan y que te tienen en
vilo hasta el final, esta es la vuestra. Unos personajes de diez, con sus luces y sus
sombras, imprescindibles y tan reales que no puedes más que rendirte a ellos, a todo
lo que viven y sufren por salvar a los demás; una temática sobrecogedora y varias
tramas diferentes entre sí pero que emocionan de igual manera. Una novela que no te
deja indiferente, es más, yo ya cuento los días para reencontrarme con Ane y todos
los miembros que forman parte de esta UHI tan especial.

Ibon Martín nació en Donostia en 1976 y ha conquistado un lugar propio en el thriller

nacional e internacional gracias a sus pasiones: viajar, escribir, describir. Su carrera
literaria no empezó en la novela sino en la literatura de viajes. Enamorado del paisaje
y la geografía vasca, recorrió durante años todas las sendas de Euskadi y puso en
marcha un proyecto personal con el que editó diversas guías. En sus textos latía el
deseo de devolver a la vida los vestigios históricos y mitológicos que sus pasos
descubrían, por lo que el nacimiento de su primera novela, «El valle sin nombre», se
produjo de manera natural como modo de mantener ese cordón umbilical con sus
raíces. Tras ella llegaron LOS CRÍMENES DEL FARO –«El faro del silencio», «La
fábrica de las sombras», «El último akelarre» y «La jaula de sal»-, una serie de cuatro
libros inspirados por el thriller nórdico que se convirtieron en un éxito rotundo. «La
danza de los tulipanes» (Plaza & Janés, 2019) se colocó en los primeros puestos de
las listas de más vendidos y lo consagró como uno de los autores destacados de
thriller tanto en España como en el extranjero, donde ocho de las editoriales
internacionales más prestigiosas se rindieron al hechizo de su narrativa. «La hora de
las gaviotas» confirma que es el maestro del suspense: una novela ambiciosa, con
una trama elegante y precisa que se despliega ante nuestros ojos como una red tejida
con la delicadeza de un artesano, de la que no desearás escapar.