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Módulo

Desarrollo personal
ECUADOR, 2014
Ministerio de Inclusión Económica y Social
Subsecretaría de Desarrollo Infantil Integral (MIES)
Dirección de Políticas de Desarrollo Infantil Integral

Betty Tola
Ministra de Inclusión Económica y Social - MIES

Patricia Sarzosa
Viceministra de Inclusión Económica y Social - MIES

Berenice Cordero
Subsecretaria de Desarrollo Infantil Integral - MIES

José Daniel Bravo Blandin


Gerente Estrategia de Mejoramiento del Talento Humano de los
Servicios de Desarrollo Infantil Integral

Aportes académicos:
Silvana Bermudez - Elaboración de contenidos
Ivonne Cubides Pinzón – Elaboración de contenidos- Diseño
instruccional y edición

Imagen, Diseño y diagramación


Henrry Ruales - Diseño y diagramación
Andrés Yugcha - Ilustración / Banco imágenes
Módulo
Desarrollo personal

Ecuador
2

Betty Tola
Ministra de Inclusión
Económica y Social - MIES

Queridas educadoras, educadores, coordinadoras y coordinadores


infantiles CNH y CIBV.

Los primeros 3 años de edad constituyen el periodo más significativo en la


vida de una persona: la alimentación, cuidado, afecto y estimulación que se
brinde en esta etapa, depende el futuro de las ciudadanas y los ciudadanos
del mañana. La comunidad, las familias y el Estado debemos trabajar activa-
mente para superar la pobreza, la desnutrición, el maltrato de nuestras niñas
y nuestros niños; pues la no estimulación apropiada en estos primeros años,
puede afectar de manera irreversible el desarrollo humano de una persona
para toda su vida.

El trabajo diario que realizan ustedes es fundamental para transformar po-


sitivamente la vida de estas niñas y niños que mañana serán el futuro de
nuestra Patria. Con su esfuerzo lograremos una sociedad más justa, digna
y equitativa; logrando el Buen Vivir al que todas y todos tenemos derecho.

Una herramienta fundamental para promover el desarrollo infantil integral


de calidad, es la capacitación permanente que les permita lograr destrezas,
conocimientos y actitudes necesarias para brindar la estimulación apropiada
para cada ciclo de edad, con un enfoque integral de derechos en donde se in-
cluyan y potencien las particularidades de cada cultura como un mecanismo
de tolerancia y respeto a la diversidad; logrando empoderar a la familia en el
desarrollo de sus hijas e hijos y a la comunidad como co-responsables junto
al Estado de garantizar un entorno apropiado para el cumplimiento de los
derechos y el máximo desarrollo de los más pequeños.

Las invito pues compañeras y compañeros a la formación continua para


que logren su desarrollo personal y profesional que les permitirá fortalecer
su estima personal y aprecio hacia su trabajo cotidiano; facilitándoles he-
rramientas para resolver conflictos, trabajar mejor con la comunidad y la
familia; estimular con mayores herramientas el desarrollo de niñas y niños;
comprender como aplicar las políticas públicas y normativa para garantía
de derechos; apoyar acciones para la buena nutrición y salud familiar; in-
cluir pedagógicamente niños y niñas con discapacidad leve; así como cana-
lizar casos para restituir derechos de niñas y niños maltratados.

Entonces, vamos todas y todos a participar activamente en los módulos, las


invito a participar activamente y a aprovechar esta inversión del Estado en
la primera infancia; que es la clave para el desarrollo humano y económico
de nuestra Patria.

Un abrazo afectuoso para todas y todos ustedes que tienen en sus manos el
futuro de las niñas y los niños de nuestro País.

Betty Tola
Ministra de Inclusión Económica y Social - MIES
Índice 3

UNIDAD 3
El valor de mis creencias en el desarrollo personal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

Contribuyendo al logro del Plan Nacional del Buen Vivir. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6


Los niveles lógicos del pensamiento de Robert Dilts. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

Niveles lógicos del pensamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8

La ley de los sistemas en los niveles lógicos del pensamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

El nivel de valores y creencias y su relevancia en el desarrollo personal. . . . . . . 11


Las creencias y el desarrollo personal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

Creencias limitadoras y potenciadoras. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

¿Cómo fortalecer mis creencias potenciadoras? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15

Valores personales y equilibrio interior . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16


El ejercicio del “Cuento”. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16

Liderando acciones y familias a favor de niños y niñas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18

Elementos para fortalecer el liderazgo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18

Resultados de aprendizaje. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25

Glosario. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26

Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
UNIDAD 3
El valor de mis creencias en el desarrollo personal

Bienvenidas y bienvenidos,
Hemos llegado a la tercera y última unidad del módulo, que propone utilizar algunas herramientas para
descubrir valores y creencias que pueden potenciar en nosotras/os mismas/os y en otras personas, el
mejoramiento continuo y el crecimiento de nuestro ser personal. Algo fundamental, es hacer conciencia
en nuestra la labor de educadoras y educadores, de nuestro liderazgo para promover cambios que con-
tribuyan al Buen Vivir dentro de las comunidades.

En esta unidad lograremos:


• Al finalizar esta unidad estaremos en capacidad de relacionar el enfoque teórico aprendido, con los
lineamientos del Plan Nacional del Buen Vivir - PNBV. Estaremos en capacidad de utilizar herramien-
tas pedagógicas para descubrir valores y creencias potenciadoras en nosotras y nosotros, y en otras
personas y comprenderemos el rol de liderazgo dentro de la comunidad.
6

Carlitos, como es que


no se cansa de trabajar
todo el día con niños.
¡Que va Juanito! Yo más bien
me preparo siempre para
Le felicito Carlitos poder ayudarles a los niños a
usted sí que tiene un que ellos también estén bien
trabajo importantísimo. y sean felices.

Contribuyendo al logro del Plan Nacional del Buen Vivir


Si usted revisa el documento del Plan Nacional del Buen Vivir 2013-2017, va a encontrar un párrafo que
dice: “El Buen Vivir se planifica, no se improvisa. El Buen Vivir es la forma de vida que permite la felicidad
y la permanencia de la diversidad cultural y ambiental; es armonía, igualdad, equidad y solidaridad. No es
buscar la opulencia ni el crecimiento económico infinito.”

Para lograr que el Buen Vivir o Sumak Kawsay no se quede en una declaración lírica, sino que se vaya
concretando en el desarrollo de una propuesta multidisciplinaria que guíe la política pública hacia la ejecu-
ción de un proyecto, de un sueño, como es la sociedad del Buen Vivir, es necesario un constante análisis
riguroso de variables claves y escenarios.

En esas claves y escenarios estamos las personas, está usted, yo, todos nosotros.

Una nueva sociedad requiere un Estado distinto que modifique y rompa estructuras y relaciones de poder
heredadas del viejo Estado. Que esto sea posible implica la democratización del Estado desde todos los
territorios de la Patria. Es clave lograr el empoderamiento de los diferentes territorios y las personas que
Módulo: Desarrollo personal 7

allí habitan, todo ello facilita que “el Gobierno, desde sus dife-
rentes niveles, pueda dar efectiva respuesta a las necesida-
des de la población e incorporar las demandas ciudadanas a
la política pública” (PNVB).

Entonces la cosa no solo es cambiar la matriz productiva


y democratizar al Estado, también es fundamental colocar
en primer plano al fortalecimiento de la sociedad. Y que en
esa construcción se amplíen los espacios de incidencia en
condiciones de igualdad social y material. Comprendiendo
que “potenciar la sociedad es promover el desarrollo de las
libertades y de las capacidades reflexivas, críticas y coope-
rativas de cada individuo, de cada pueblo y de cada colec-
tivo” (PNVB).

Por aquí es donde nuestro rol de educadores y educado-


ras se va “haciendo campito” –como se dice-. Reconocer-
nos como personas, como decíamos en la Unidad 1, tie-
ne como consecuencia ineludible el reconocernos todos y
todas como ciudadanos, y como tales, es necesario que
todos y cada uno estemos en condiciones de desarrollar
nuestros talentos y facultades, de acuerdo con el proyecto
de vida que va a procurarnos felicidad, dignidad, realiza-
ción y plenitud.

En el documento del Plan Nacional del Buen Vivir 2013 - 2017, se explicita que hay que apuntar como
objetivo, entre otros, al cierre de brechas de inequidad. Y la inequidad también se expresa cuando ni no-
sotros, ni los niños y niñas se reconocen como personas; o cuando ni en nosotros, ni en los niños y niñas
fortalecemos al autoestima.

Tenga presente que, como hemos dicho a lo largo de estas unidades, desde nuestro rol, estamos:
• promoviendo que los niños y niñas se reconozcan como un ser integral, como una unidad cuerpo-men-
te-individuo-medio;
• acompañando su realización y la de sus familias; animando y fortaleciendo la autoestima de los niños
y niñas;
• concientizando que cada persona –nosotros y los niños y niñas– puede ser líderes que promueven cam-
bios en el lugar en el que están, y que esos cambios contribuyen al Buen Vivir dentro de la Comunidad.

Aquí el rol de educadores y educadoras, puede marcar la diferencia a favor del cumplimiento progresivo
de los derechos en educación y en la ampliación de las capacidades humanas, en un entorno participativo
y de creciente cohesión social, con respeto a la diversidad cultural. El valor de mis creencias en el desarrollo personal

¿Se fija entonces por qué descubrirnos, valorarnos y modificar nuestras creencias es tan importante?

Nuestro rol de educadoras y educadores no termina en nosotros mismos, está dirigido a las niñas y niños
y sus familias, y va aún más allá: somos la energía que ayuda a que el sueño del Buen Vivir se concrete
en la cotidianidad.

Los niveles lógicos del pensamiento de Robert Dilts

En nuestros procesos de desarrollo personal, las creencias que tengamos sobre nosotros/as, los conocimien-
tos sobre cómo pensamos, sobre la lógica de nuestros procesos mentales, marcan nuestros propios límites,
tanto para nuestro crecimiento como personas y también como profesionales, como para la posibilidad de
afirmar nuestras potencialidades y continuar en nuestro crecimiento y en el logro de nuestros objetivos.

Robert Dilts es uno de los pioneros en la creación de una de las más modernas técnicas en desarrollo perso-
nal, estamos hablando de la Programación Neurolingüística.

Robert Dilts propone un modelo muy interesante sobre cómo funcionan nuestros procesos mentales. Se
trata del modelo de los niveles lógicos del pensamiento que plantea que existen 6 niveles.
8

!
¡Recordemos!
Estos niveles están organizados jerárquicamente,
en la base está el nivel más bajo observable en el
plano físico, en la conducta y en el entorno y en la
cúspide se encuentra el nivel de espiritualidad.

Niveles lógicos del pensamiento

Nivel 2. Nivel 3.
Nivel 1. Conducta: son las acciones Habilidades: son los conoci-
Entorno: es el contexto en
que realizamos, es decir lo mientos y destrezas que una
el que nos relacionamos, res-
que hacemos. Responde a persona tiene, responden a
ponde a: ¿Dónde? y ¿Con
¿Qué haces? ¿Qué sabes? y ¿Qué sabes
quién interactuamos?
hacer?
Este nivel y el anterior son ob-
servables, pueden ser regis- Se puede acceder a este nivel
trados por ejemplo en un video a través de la observación de
o con una cámara de fotos. la conducta.
Nivel 4.
Valores y creencias: es
muy importante pues tiene
relación con lo que las per- Nivel 5. Nivel 6.
sonas consideramos como Identidad: responde a la pre- Espiritualidad: Se refiere a los
cierto y valioso, responde a gunta ¿Quién soy yo? y está otros sistemas de los que so-
las preguntas ¿Qué valoras? vinculado a nuestra esencia mos parte, también a lo trascen-
y ¿En qué crees? personal, lo que nos hace úni- dente, responde a la pregunta
cas o únicos. ¿Qué hay más allá de mí?
Módulo: Desarrollo personal 9

La ley de los sistemas en los niveles lógicos del pensamiento

El modelo de los niveles lógicos del pensamiento responde a una ley de los sistemas que tiene dos ideas
centrales:

!
¡Recordemos!
Ley de los sistemas
Cuando en un sistema afectamos a un nivel superior, afectamos a
todos los niveles que están por debajo.
Pero cuando en un sistema afectamos un nivel inferior, no
necesariamente afectamos los niveles superiores.

Para entenderlo mejor veamos un ejemplo dentro de otro sistema: El valor de mis creencias en el desarrollo personal

Un individuo pertenece a un sistema mayor


que es la familia; esta a su vez es parte de un
sistema mayor, la comunidad; esta es parte
del barrio; el barrio del cantón; el cantón de la
provincia y la provincia del país, ¿verdad?
10

Y… ¿Qué pasa cuando por ejemplo se dicta una medida económica a nivel nacional, es decir en
un nivel superior?

Se afectan todos los niveles que están por


debajo, pues esta medida afecta al cantón,
al barrio, a la comunidad y al individuo.

Pero… ¿Qué pasa si un individuo sufre un accidente y se lástima su mano?

Esto afecta un poco a su familia, pero no a la


comunidad o al barrio y mucho menos al cantón
o al país. ¿Verdad?

¿Qué pasa por ejemplo cuando una persona cambia una creencia religiosa?

Ese cambio hace que desarrolle nuevos


conocimientos, nuevas habilidades que se
reflejan en cambios de su conducta que son
observables.

Es decir se afectó un nivel superior y al hacerlo,


se afectaron todos los niveles inferiores.
Módulo: Desarrollo personal 11

¡Reflexionemos!
Si queremos lograr cambios en nosotros o en nosotras o en los
demás, es necesario que se den en los niveles más altos, tales
como la identidad, los valores y creencias.
Sin embargo, el acceso a esos niveles no es tan fácil, pues
muchos de ellos están en nuestro inconsciente y requieren de
procedimientos muy específicos para acceder a ellos.

El nivel de valores y creencias y su relevancia en el desarrollo personal


Las creencias y el desarrollo personal
Las creencias son principios de acción sobre los que actuamos como si fueran ciertos, en definitiva son
nuestras certezas, y esto lo aplicamos también sobre las personas que nos rodean.

Esto significa que nuestra forma de actuar está condicionada por nuestras creencias y, por tanto estas, nos
potencian o nos limitan.

El valor de mis creencias en el desarrollo personal

!
¡Recordemos!
Henry Ford dijo: “Si crees que
puedes o crees que no puedes,
estás en lo cierto”
12

Por ejemplo, ¿Qué pasa cuando un niño cree que si puede hacer algo?, claro, lo intenta hasta lograrlo.
Y si no, haga memoria sobre lo que conversábamos en la Unidad 2 cuando hablamos de la autoestima.

Pero… ¿Qué pasa si una niña o un niño cree que no puede hacer algo? ¿Verdad que ni siquiera lo
intenta?

Soy capaz de hacerlo ¡No puedo! ¡No soy capaz!

Nuestras creencias sobre nosotros


y nosotras y sobre el mundo que nos
rodea vienen formándose a lo largo de
toda nuestra vida, y lo hacen por la in-
fluencia que tiene la educación familiar
que recibimos, la enseñanza de la es-
cuela, la cultura de nuestra comunidad
más cercana y los medios de comuni-
cación, entre los más importantes.

Recordemos, en nuestros procesos de


desarrollo personal, las creencias que
tengamos sobre nosotras y nosotros,
marcan nuestros propios límites, tan-
to para nuestro crecimiento como per-
sonas y también como profesionales,
pero también nos dan la posibilidad
de afirmar nuestras potencialidades y

!
continuar en nuestro crecimiento y lo- ¡Recordemos!
grar nuestros objetivos.
Las creencias determinan nuestro modo
Tenga presente que fortalecer la auto-
estima, ayuda en gran medida a modi- de pensar, sentir y actuar y nuestra
ficar nuestras creencias sobre nosotros percepción de nosotros mismos, de los
mismos, sobre nosotras mismas.
demás y de las cosas que nos rodean.
Módulo: Desarrollo personal 13

Carlitos que le pasa


que tiene cara de
acontecido.

Es que estoy estudiando un


módulo del programa de
formación continua, y no puedo,
no entiendo, no tengo tiempo

Nada de no puedo o no entiendo,


peor no tengo tiempo! Usted puede todo
Carlitos, usted mismo dijo que basta
confiar en uno mismo. Ánimo y no se
ponga barreras usted mismo.

El valor de mis creencias en el desarrollo personal

Creencias limitadoras y potenciadoras

Seguramente hemos escuchado frases como las siguientes:


• “No puedo cometer errores”
• “No tengo que llorar por tonterías”
• “Yo no puedo cambiar”
• “Para educar a niños/ y niñas hay que castigarlos”
• “Como ahora todo es derechos, ya no hay cómo disciplinarlos”

Estos son algunos ejemplos de creencias limitadoras que se reflejan en el lenguaje de las personas y que
hacen que se auto limiten o que no se abran a las posibilidades de cambio.

Muchas son generalmente creencias desgastadas que no cumplen con la función de ayudarnos.Cuando
hablamos de creencias hablamos de intangibles como los valores, las motivaciones sociales, las relacio-
nes interpersonales, etc. En nuestra infancia, en nuestra etapa de formación, la familia funcionaba de un
modo diferente al actual; también la amistad, la pareja, el compañerismo. Los estamentos sociales tenían
una definición diferente. Lo que se debía hacer y lo que no, es decir, la normativa de la época, los ideales
personales y grupales a lograr, han variado considerablemente.
14

En otras palabras, esos “intangibles” son parte de


nuestro paisaje de formación, pero sucede que el
mundo en el que nos formamos se ha modificado.
Y, sin embargo, el paisaje de formación actúa a tra-
vés nuestro como conducta, como un modo de ser
y de movernos entre las personas y las cosas. Ese
paisaje también es un tono afectivo general, una
“sensibilidad” de época no concordante con la ac-
tual, que actúa en el presente e impone su punto de
vista y su comportamiento como “arrastre” de otra
época.

Es muy importante identificar todo esto, pero no to-


das nuestras creencias son limitadoras.

Como contraparte contamos también con creencias


potenciadoras que nos transmiten confianza y se-
Muchas veces nuestras creencias, nos coartan, nos guridad en nuestras propias capacidades. Nos ayu-
frenan y generan acciones no gratificantes dan a conseguir lo que queremos con éxito.

Mis creencias potenciadoras

Por tanto, no existen creencias buenas o malas sino “limitantes” o “potenciadoras” y lo interesante es que
podemos transformar una creencia limitante en una creencia potenciadora.
Módulo: Desarrollo personal 15

Cada persona procesa y piensa de forma distinta,


Depende de su forma de percibir el mundo y de los sentidos

Ello influye en nuestra forma de procesar la información


y de comunicarnos con los demás.
Las creencias son las que nos mueven
y por las que hacemos lo que hacemos.

Las creencias que tienes acerca de ti mismo,


de tu potencial o falta de él, de lo bien o mal que puedes vivir o de lo capaz
o incapaz que eres de sentir pasión y de tener éxito,
influyen directamente en tu vida.

Las más de las veces nada de esto está comprobado,


simplemente lo crees, son creencias.

Esas creencias no están basadas en la realidad ni en la verdad.


Sino en el modo en que utilizas tu “filosofía” y tu pensamiento.
Se componen de los sentimientos e imágenes que generas y de las cosas
que te dices a ti mismo continuamente.

¿Cómo fortalecer mis creencias potenciadoras?

Fortalecer en una persona creencias potenciadoras es clave para alguien que cumple el rol de educador
o educadora, ¿verdad que sí? Además, tener ese tipo de creencias fortalece un rol de liderazgo, y eso
ayuda a identificar y relacionar nuestras acciones educativas vinculadas al logro de objetivos y resultados
específicos del PNBV.

A continuación presentamos un ejercicio que nos permitirá fortalecer nuestras creencias potenciadoras.
Esta estrategia tiene el objetivo de instalar una nueva creencia de una manera coherente y manejando
tres aspectos básicos:

“yo puedo, yo quiero, yo merezco”

Además te harás responsable del cambio que deseas al integrar también: El valor de mis creencias en el desarrollo personal

“Hago todo lo necesario para lograrlo”

Se puede emplear esta técnica cuando quieras reafirmar un cambio de creencia. El tiempo es mínimo de-
pendiendo de cuántas veces quieras repetirlo, pero no te llevará más de quince minutos cada vez.

Pasos:
1) Estructurar en frases la creencia que se desea
en tiempo presente, modo positivo y afirmati-
vo (sin negaciones), por ejemplo: “Yo puedo
aprender inglés”.
2) Tocarse la frente, “el lugar donde se producen
nuestros pensamientos”; después se toca don-
de se encuentra su corazón “el símbolo del
amor” y por último, se toca el vientre “el lugar
de nuestras emociones”. Luego decir en voz alta
los siguientes enunciados:
• Con respiración profunda y manos en la fren-
te, repite la frase diciendo: “yo creo o pue-
do… (el objetivo que te propones).
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• Con respiración profunda y manos en el pecho, se repite la frase diciendo: “Yo quiero…(el objetivo
que te propones)
• Con respiración profunda y manos en el vientre, repite la frase diciendo: “Yo merezco…(el objetivo
que te propones) y estoy dispuesto(a) a hacer todo lo necesario para lograrlo”
• Al ir pasando las manos por los diferentes lugares, se posan en el cuerpo firmemente, y al termi-
nar cada uno de los enunciados, antes de separar las manos del cuerpo, se respira profunda y
lentamente.

3) Ahora realizar los mismos


pasos en sentido inverso. Se
repite la acción otra vez pues
ahí se declara el compromiso
personal para lograrlo. Ense-
guida sube al corazón y termi-
na tocando la frente.

4) Repetir el ejercicio hasta ob-


servar y sentir que hay “con-
gruencia” entre lo que se dice
y lo que se siente en nuestro
cuerpo (que no haya titubeos
ni olvidos al repetirlo).

!
¡Recordemos!
5) Observar en qué paso nos
atoramos o hay titubeos u
olvidamos la frase que traba-
Este ejercicio nos indica qué tanto nuestro
jamos en este punto (frente, cuerpo y nuestros sentimientos son
pecho, o bajo vientre), nos congruentes o no.
hará notar:

¿Qué tanto lo creo?, ¿Qué tanto lo quiero?,


¿Qué tanto lo merezco y estoy dispuesto a trabajar por ello?

Al detectar algún problema en alguno de estos tres puntos, hay que trabajar esa parte más veces para que
empiece a influir el ejercicio completo.

¡Practiquemos!
Se debe repetir el ejercicio cuantas veces sea necesario
hasta que la persona fluya perfectamente al hacerlo. En ese
momento la creencia estará integrada en la persona quien
estará dispuesta a hacer lo necesario para lograrlo.

Valores personales y equilibrio interior


El ejercicio del “Cuento”

Los valores son principios desde los cuales damos a nuestros estados de vida, importancia. Por ejemplo,
éxito, seguridad, amor, felicidad, entre otros.

Un valor es un principio que indica algo elevado dentro de nuestros intereses. Los utilizaremos continua-
mente, en muchos casos de forma inconsciente, para juzgar lo que está bien y lo que está mal. Son eti-
quetas que utilizamos para indicar diferentes niveles de placer o dolor.
Módulo: Desarrollo personal 17

Éxito, seguridad, amor, felicidad Valores primarios: justicia, Valores


el amor, la libertad, la salud secundarios: el
dinero, el trabajo

Ciertos valores como la justicia, el amor, la libertad, la salud son valores primarios que designan lo que es
más importante para nosotros/as, es decir, lo que queremos alcanzar en nuestra vida.

Estos valores, sin darnos cuenta, dirigen realmente nuestra vida y tienen una influencia tremenda sobre
el desarrollo de nuestras capacidades porque nos indican que esos estados son los únicos que merece la
pena alcanzar.

Imagínese si además de ellos, incorporamos como un valor y aspiración en nuestra vida, reconocer a los
otros como personas o el Buen Vivir entendido como la forma de vida que permite la felicidad y la perma-
nencia de la diversidad cultural y ambiental; señal de armonía, igualdad, equidad y solidaridad.

Existen otros valores que llamaremos secundarios como el dinero, el trabajo, entre otros. Que nos permi-
ten alcanzar el valor primario que está detrás (el que realmente nos importa).

Recordemos, nuestros valores se instalan en nosotros/as como consecuencia de nuestras experiencias


de dolor y placer. Nuestras experiencias personales y la forma de actuar de las personas que nos rodean
conforman nuestra escala de valores.

El valor de mis creencias en el desarrollo personal

¡Practiquemos!
El ejercicio “el cuento”
En el espacio de herramientas se ha propuesto un ejercicio
que nos permitirá descubrir valores personales más nítidos
en este momento de nuestra vida, pero también nos ofrece la
posibilidad de descubrir su extremo y encontrar un valor para
lograr el equilibrio en nuestro desarrollo personal.
Te invito ahora a seguir paso a paso el ejercicio, es mejor si lo
haces en grupo al menos de 3 personas.
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Liderando acciones y familias a favor de niños y niñas

Pero, ¿y qué tiene que ver el liderazgo con nuestro rol?, podría preguntarse usted. Con toda seguridad,
la palabra liderazgo no le es ajena. Es posible que le traiga a la memoria situaciones, reflexiones y expe-
riencias personales y laborales…

Le queremos proponer un breve texto de reflexión:


Aun cuando sabio y poderoso, si no crecen en ti y en quienes te rodean la felicidad y la libertad,
rechazaré tu ejemplo.
Silo, Humanizar la Tierra.

Le queremos invitar a leer nuevamente esa frase inspiradora y a responderse estas pregunta: 1) Pensando
en quienes le rodean –aquellos a los que más ama y más cerca están de usted– ¿son también más libres y
felices? Y 2) pregúntese, si ¿existe alguna conexión entre esa mayor o menor felicidad propia o de quienes
le rodean, con su forma de ser y de llevar adelante procesos que usted lidera?

Las respuestas a esas preguntas, nos llevan a conectar con esa frase porque tiene relación con el lideraz-
go, porque el liderazgo tiene que ver con personas, con acciones que hacen las personas en torno a un
propósito o valor común.

El liderazgo suele relacionarse con un quehacer político o social, vinculado con lo público, lo comunitario,
lo organizativo. Sobre el liderazgo se dice mucho y se lee mucho, pero cuando percibimos en una persona
un liderazgo en el que se nota coherencia en el pensar, en el sentir y en el hacer; cuando se nota respeto
a la diferencia y cuando se observa comunicación asertiva, no hay duda que ése es un tipo de liderazgo
que nos atrae porque parte de la sencillez y el compromiso con el quehacer; porque más que un decir es
un hacer.

Un liderazgo con esas características alimentan en la persona y en quienes le rodean la felicidad y la liber-
tad. La comunicación y dialogo son importantes. Aprender a escuchar es un don que debemos aprender;
tenemos el reto de ser líderes a favor de los niños y niñas, pero con una carga de honestidad, respeto y
prácticas no discriminatorias.

Elementos para fortalecer el liderazgo


Usted en el rol de educador o educadora, al llevar y acompañar un proceso junto a niños, niñas y sus fami-
lias ya está, de alguna manera, llevando adelante acciones de liderazgo; el punto ahora es cómo avanzar
con su rol que está vinculado a la comunidad y de esta manera a la construcción del Buen Vivir.

Usted es una persona que vive el liderazgo en carne propia y que va construyendo su propio liderazgo
en medio de aciertos y errores, dificultades y oportunidades, por lo que no pretendemos explicar sobre el
concepto; con certeza ninguno de ustedes habrá optado por ser una persona autoritaria en el ejercicio del
liderazgo, ni clientelar, ni paternalista. Sin embargo, a pesar de que esa opción esté clara, en la práctica
cotidiana se entremezclan muchos elementos de los distintos tipos de liderazgo.

No estamos diciendo que desde el momento en que como educadores y educadoras asumimos un rol de
liderazgo, debemos ya ser líderes perfectos o perfectas. Ser líder con una carga de honestidad, respeto
y prácticas no discriminatorias es una aspiración, pero sobre todo implica una resolución personal por
buscar ser cada día mejores líderes y no ceder un ápice en el intento. Sin duda, nuestra vocación por la
constancia, la perseverancia y una pequeña dosis de obstinación, contribuirán en ese empeño.

Entonces tenemos 3 elementos que consideramos indispensables para el fortalecimiento de un liderazgo


genuinamente democrático, a favor de los niños y niñas y en dirección al Buen Vivir. Por eso los hemos
elegido. Los describimos a continuación.

a) Respeto a la diferencia
Si a usted alguien le pregunta: ¿respeta usted la diferencia?, su respuesta no se hará esperar con un
sí rotundo. De igual manera, si usted hace la misma pregunta a otra persona, lo más seguro es que le
responda “¡sí, por supuesto!”. Si tiene dudas, haga la prueba.

Es normal que ésa sea la respuesta porque realmente –en la intención– todos y todas queremos y bus-
camos respetar la diferencia. Sin embargo no siempre es posible lograrlo porque respetar la diferencia no
es tarea fácil...
Módulo: Desarrollo personal 19

Carlitos anda
Haciendo el informe de mi actividad
ocupadísimo,
con las familias se acuerda? Me quedó lindísima
¿qué hace?
porque participó bastante gente hubieron
problemas como siempre pero los resolví a tiempo,
antes en la formación continua he aprendido
Le felicito Carlitos.
bastante sobre liderazgo.

El valor de mis creencias en el desarrollo personal

Le proponemos algunas preguntas. No es preciso que escriba sus respuestas, solamente obsérvese con
sinceridad cómo actúa frente a determinadas situaciones de la vida diaria:

• ¿Le es fácil relacionarse con personas que tienen otras creencias religiosas? ¿Tiene amigas o amigos
ateos o que profesen otras religiones?
• ¿Elegiría usted para su equipo de trabajo a una mujer lesbiana? ¿Tiene amigas o amigos con otra op-
ción sexual?
• ¿Considera que en ocasiones sus opositores ideológicos tienen la razón? Cuando así sucede, ¿reco-
noce públicamente esa situación?

Podrían haber muchas más preguntas posibles; pero con estas es suficiente.

Aterrizando el concepto en la vida diaria

Desde la sociología, la antropología, los estudios culturales y la ecología, entre otros, hay muchos aportes
respecto a la diferencia, que es uno de los aspectos que nos hace diversos. No pretendemos profundizar
mucho más en el tema, pero sí, compartirle algunas pistas para poder concretarlo en la práctica diaria:
20

• Plantear el respeto a la diferencia es ir más allá del concepto de tolerancia. Implica primero, re-conocer-
la: visibilizarla, adentrarse en ella y entenderla. Luego, valorarla y al hacerlo asumir que esa diferencia
nos enseña y enriquece. No es tan simple como decir “sí, acepto que existen diferencias”. Lo difícil,
en realidad, es reconocerlas y valorarlas. Solamente cuanto las reconocemos y valoramos podremos
hablar de una actitud respetuosa hacia lo diferente.
• Una democracia plena es aquella en la que las diferencias son genuinamente respetadas y, por tanto,
incluidas en todos los espacios de la construcción democrática. Dicho esto es fácil comprender que un
liderazgo que se precie de democrático, es aquél que respeta todas las diferencias y que las incluye en
su ejercicio, en su práctica diaria, en su cotidianidad, aun cuando pongan en cuestión nuestras creen-
cias, nuestras opciones, nuestras identidades.
• Obviamente unas diferencias son más difíciles que otras a ser respetadas e incluidas. Es más fácil
respetar las diferencias cuando se trata de personas cercanas y a las que amamos. Sin decir que es
fácil, el afecto suaviza el camino y nos ayuda a superar la dificultad para aceptarlas y respetarlas. Así
logramos respetar las diferencias de nuestras parejas, hijos e hijas, amigas y gente querida
• La cuestión se hace compleja y difícil cuando no nos unen lazos de afecto, más cuando esas diferen-
cias se sitúan en espacios atados a nuestras creencias, opciones o identidades. De allí la dificultad en
respetar diferentes prácticas religiosas, ideológico-políticas, étnicas, culturales, generacionales o de
opción e identidad sexuales. Allí la dificultad aumenta en forma proporcional a la diferencia.

Sugerencias prácticas para concretar el respeto a la diferencia

• Identifique aquellas diferencias que nos resulten más difíciles de asumir y respetar. Hacerlo es ya un
primer paso clave: aceptar que nuestra práctica aún no va de la mano con la teoría, no podemos mo-
dificar si no identificamos.
• Caiga en cuenta de qué es lo que nos causa dificultad para alcanzar esa plena aceptación a lo diferente.
• Dese la oportunidad de relacionarse de manera más armoniosa con aquellas diferencias que más lo
cuestionan, desestabilizan, e interpelan comportamientos aprendidos, ése es el nuevo reto al que nos
enfrentamos.
• Incluya en su equipo de trabajo -si esa decisión está en sus manos-, o relaciónese con personas de
distintas etnias, edades, opciones sexuales, creencias religiosas, etc. Intencione ese acercamiento.
Seguro le aportará a su crecimiento y a la modificación de sus creencias,

B) Comunicación asertiva
Más de una vez seguramente hemos escuchado la palabra “asertivo”. Pero el punto aquí es ¿cómo se
comunica usted? Le invitamos a contestar una pequeña encuesta personal, está referida a pequeñas
situaciones cotidianas que pasan todos los días. Siéntase en completa libertad al responderla.

• Imagine la siguiente situación 1:

Su hijo o hija olvida siempre levantar sus cosas y ponerlas en su sitio. Él o ella sabe que
debe hacerlo, sin embargo no lo hace.

Usted:
a. ¿Se impacienta y le dice que es un vago o vaga, que cuántas veces antes se lo ha dicho y
cuántas más tendrá que decirlo y que la próxima vez botará esas cosas a la basura?
b. ¿Guarda silencio porque considera que es necesario darle tiempo y esperar a que él o ella se
dé cuenta y modifique su actitud?
c. ¿Le hace notar, en privado y amablemente, lo que usted siente con ese desorden, las consecuencias
que esa actitud puede acarrear en sus vidas y le propone –al hijo o a la hija– algunas alternativas?
Módulo: Desarrollo personal 21

• Imagine la siguiente situación 2:

Sus colegas de trabajo llegan siempre atrasados a las reuniones que fijan: unos diez,
otros quince y otros hasta treinta minutos o más, mientras que usted –por el contrario–
llega siempre a tiempo.

Usted:
a. ¿Les “saca en cara” su falta de seriedad, su irrespeto y desconsideración y les plantea la posi-
bilidad de establecer multas y sanciones para los reincidentes?
b. ¿No dice nada porque sabe que es una “batalla perdida” y que reclamar podría generar líos y
conflictos, por lo que prefiere “respirar profundo, contar hasta 10” y continuar la tarea?
c. ¿Explicita con tranquilidad y precisión su incomodidad con esa conducta y les solicita corregir
esa mala costumbre?

¿Con cuál de las opciones, en cada situación, se identifica su actitud? ¿Se enoja y reclama?, ¿se queda
en silencio?, ¿expresa su criterio y busca el diálogo?

Aterrizando el concepto en la vida diaria

Comunicarse asertivamente es una habilidad y, por ello, puede de ser aprendida e integrada hasta lograr interio-
rizarla y convertirla en un hábito y una rutina. Pero, ¿qué mimo significa comunicarse asertivamente? Significa:
• Expresar los deseos de forma amable, franca, directa y adecuada.
• Decir lo que se tenga y quiera decir sin hacer sentir mal al otro, negociando acuerdos que dejen satis-
fechas a las partes involucradas.
• Evitar la pasividad; es decir, “guardarse” lo que quiera, sienta o necesite decir, en aras a evitar momen-
tos de conflicto o agresividad.
• Saber pedir, negociar y ser flexible; conseguir lo que se pretende, respetando los derechos y la libertad del otro.
• Saber dar y recibir disculpas y plantear y aceptar reclamos y críticas.
• Expresar opiniones y puntos de vista propios, sin temor a equivocarse o a pretender tener siempre la razón.

Ciertamente, la comunicación asertiva es una habilidad con un gran valor agregado: ya que se sustenta en
los derechos de la persona; toda persona, sin importar su condición, tiene derecho al libre desarrollo de su
personalidad, lo cual supone, entre otras:
• Considerar sus propias necesidades.
• Establecer sus propias prioridades y decisiones.
• Cambiar de opinión.
• Expresar sus ideas y sentimientos. El valor de mis creencias en el desarrollo personal
• Decir no ante una determinada situación, sin sentirse culpable.
• Ser tratado con respeto y dignidad.
• Pedir y dar cuando lo decida.
• Sentirse bien y tener privacidad.
• Exigir el cumplimiento de acuerdos.
• Cometer errores.

¿Le parece habitual esta forma de comunicarse? ¿Es “algo” rara? ¿La ha experimentado usted alguna vez?

Sugerencias prácticas para concretar la comunicación asertiva

Confiamos en que esta pequeña caracterización de la comunicación asertiva le sea de utilidad. A lo mejor
hasta se está preguntando cómo puede ponerla en práctica en las distintas situaciones de su vida y, por
supuesto, en su rol de educador o de educadora y de liderazgo que usted lleva adelante.

Le sugerimos adoptar unos pasos simples, pero que definitivamente funcionan. Al comienzo le podrá pa-
recer extraño pero a medida que le incorpore a su práctica y rutina, le será de mucha utilidad. No lo dude.
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Enuncie los hechos concretos. O


sea, relate la situación ocurrida, sin Ejemplo: No califique a sus colegas de
interpretaciones ni juicios de valor. impuntuales o irrespetuosos. En su lugar
Al describir los hechos pone una destaque los minutos de retraso. “La
base firme y abre la posibilidad de reunión estaba prevista para las 15h00 y
diálogo sobre un hecho real y, por llegaron quince minutos tarde”.
tanto, compartido.

Ejemplo: No diga a sus colegas: “Su


Exprese sus sentimientos y retraso es una falta de respeto total; yo
pensamientos. Comunique de también tengo cosas que hacer y no
forma clara y directa su reacción tengo todo el tiempo del mundo para
y sentimientos frente al hecho esperarlos”. En su lugar, la sugerencia
ocurrido, incluyendo –con tino sería decir algo como: “Me siento muy
y amabilidad– sus propias incómoda cada vez que tengo que
interpretaciones y juicios. esperarlos; también yo tengo muchas
cosas importantes que hacer”.

Pida de forma concreta y operativa


Ejemplo: Es inútil que diga a sus colegas:
lo que demanda de la otra persona.
“En adelante, sólo cuando sepa que
Los deseos vagos y generales y los
llegaron, vendré”. Es mejor si dice: “Les
sermones, no son útiles; sí lo es,
pido puntualidad, para de esta manera,
en cambio, precisar el pedido con
aprovechar bien el tiempo de todos”.
oportunidad y claridad.

Ejemplo: No surtirá el efecto deseado


si plantea: “Si continúan llegando tarde,
Especifique las consecuencias estableceré sanciones o llamados de
positivas cuando la otra persona atención”. Tendrá mejores resultados si
proceda acorde a lo solicitado. dice: “Si empezamos a tiempo la sesión
Se trata de identificar las terminará más temprano y todos nos
consecuencias positivas y no las desocuparemos antes”. Otra alternativa
posibles amenazas o sanciones. podría ser: “Quizás este no es el horario
más conveniente; podríamos establecer
otro que nos venga mejor a todos y todas”.

Más tarde, en su casa, tómese un tiempo y analice una situación habitual con sus colegas de trabajo, una si-
tuación que quisiera modificar, elabore sus respuestas, llévelas a la práctica y observe los resultados obtenidos.

c) Coherencia
La palabra coherencia viene del latín cohaerentĭa. Y según la RAE (Real Academia de la Lengua) se refiera
a la Conexión, relación o unión de unas cosas con otras.

Nosotros queremos partir de algunas experiencias cotidianas y “curiosas” que en algún momento, tal vez,
hayan formado parte de sus propias vivencias, por ejemplo:

• ¿Podría identificar en su vida una situación en la que, dejando de lado sus sentimientos, haya actuado
únicamente con la cabeza? ¿La recuerda…? (Cuando se actúa con la cabeza y no con el corazón)
Módulo: Desarrollo personal 23

• ¿Podría ahora, por el contrario, recordar una situación en la que las razones del corazón hayan primado
por sobre las de la cabeza? ¿La recuerda…? (Cuando se actúa con el corazón y no con la cabeza.)
• ¿Podría ubicar en su experiencia personal alguna acción en la que haya dejado de lado sus sentimien-
tos y razonamientos? ¿La recuerda…? (hay ocasiones en que ni la razón ni el corazón constituyen el
motor de nuestras acciones.)

Una vez identificadas estas tres situaciones, le preguntamos: ¿cómo se sintió en cada una de ellas? ¿Exis-
te algo en común en las tres situaciones? ¿Podría describir lo que vivió?

Aterrizando el concepto en la vida diaria

Le invitamos a leer con detenimiento el siguiente texto. Una lectura atenta le permitirá repensar a la cohe-
rencia desde una perspectiva más integral.

“Si se quiere dar alguna dirección a los acon


tecimientos se debe empezar por la propia
vida y, para hacerlo, debemos tener en cuen
ta el medio en el que actuamos. Ahora
bien, ¿a qué dirección podemos aspirar? Sin
duda a la que nos proporcione coherencia
y apoyo en un medio tan cambiante e imprevisi
ble. Pensar, sentir y actuar en la misma
dirección es una propuesta de coherencia
en la vida. Sin embargo esto no es fácil,
toda vez que actuamos dentro de una realid
ad a la que no la hemos “elegido” en su
totalidad. Hacemos cosas que necesitamos
hacer aunque en ocasiones ellas estén en
desacuerdo con lo que pensamos y sentimos.
Estamos expuestos a situaciones sobre
las que no tenemos control. Actuar con cohe
rencia más que un hecho es una intención
–una “tendencia latente”–, de manera que
direccione nuestra vida hacia ese compor-
tamiento. Sólo a partir de esa voluntad e inten
cionalidad podremos cambiar parte de
nuestra situación. Al hacerlo, estaremos direc
cionando nuestra relación con los otros e
influyendo en su conducta. A lo anterior podr
ía objetarse que algunas personas, por di-
versos motivos, cambian de medio con cierta
frecuencia; sin embargo, eso no modifica
en nada lo planteado ya que siempre habrá
una situación –un ambiente específico– en
el cual se actúe. Si pretendemos ser coherente
s, el trato que demos a los demás será
el mismo a aquél que exigimos para nosotros.

La coherencia avanza en tanto avanza el pens


ar, sentir y actuar en la misma dirección.
Este camino hacia la coherencia se explicita
en la relación con los otros, en la manera
a través de la cual comenzamos a tratarlos,
en el modo en que quisiéramos ser trata-
dos. Coherencia y solidaridad son aspiración El valor de mis creencias en el desarrollo personal
de una nueva conducta a construir.
¿Cómo avanzar en dirección coherente? Inicia
remos trabajándola desde nuestra pro-
pia cotidianidad, identificando dentro de ella
aquellas cuestiones más importantes.
Esto es, debemos priorizar aquellos aspectos
fundamentales que son garantía para
que las cosas funcionen; posteriormente, y
de manera paulatina, podremos ir incorpo-
rando nuevas situaciones. Las prioridades no
pueden invertirse ni tampoco separarse
demasiado, de manera que se atente al equil
ibrio del conjunto.
Con frecuencia nos dejamos cegar por la impo
rtancia de una actividad, desatendiendo
otras; al final, aquello que considerábamos
tan importante tampoco puede realizarse
porque nuestra situación general ha quedado
afectada. También es cierto que en oca-
siones se presentan asuntos urgentes que
demandan nuestra atención, pero es claro
que no podemos postergar at infinitum otros
que aluden a la realidad global en la que
estamos insertas. Establecer prioridades y
llevar la actividad en proporción adecuada
es un avance evidente en dirección a la cohe
rencia.
* Texto inspirado en el de Mario Rodríguez,
Cartas a mis amigos.
24

Sugerencias prácticas para concretar la coherencia

Es algo difícil hacer sugerencias prácticas para que usted trabaje su propia coherencia. Reiteramos que
llegar a actuar coherentemente es un camino de búsqueda permanente, de intención sostenida, en medio
de las “piedras del camino” con las que a veces se “tropieza” nuestro afán de coherencia. Todos y todas
vivimos esto en el día a día de nuestro trabajo. Sin embargo, nos atrevemos a sugerirle al menos las si-
guientes estrategias:

• Evite actuar en forma reactiva. Aunque los demás le provoquen o las circunstancias le presionen, trate
de no actuar reactivamente. Es decir, que sus acciones no sean resultado de una reacción inmediata.
Dese un tiempo, aunque sea unos pocos minutos, para mirar con tranquilidad la situación y actuar en
coherencia.
• Esté atenta, este atento, a lo que le dice su razón pero escuche también a su corazón. Cada persona
sabe identificar la sensación que se experimenta cuando el corazón y la cabeza van de la mano; se
acerca mucho al sentimiento de libertad. ¿Lo ha experimentado?
• Una vez que tenga la seguridad que su corazón y su cabeza estén de acuerdo, actúe en consecuencia.
No importa lo que los otros piensen o sientan de esa actuación; importa que su acción corresponda a
lo que usted cree, siente y piense.
• Busque siempre al final del día un breve tiempo para repasar sus acciones. No valore si ellas fueron
buenas o malas acciones sino si fueron coherentes. Sin duda éste es otro criterio de valoración pero sin
carga moral ni sentimiento de culpa; es una valoración que fortifica su anhelo de ser libre y coherente.

Compadre Juan,
anda pensativo. Si Carlitos, es que usted
habla tan bien de la formación continua que
ya hasta me animé a entrar, que importante es
sentirse bien con uno mismo para estar bien
Que bueno que se haya animado
con los demás y también capacitarse y estar
compadre, seremos compañeritos
actualizado todo el tiempo.
en el próximo módulo entonces.
Módulo: Desarrollo personal 25

Hemos intentado hasta aquí darle algunas pistas y sugerencias prácticas para incorporar la coherencia,
la comunicación asertiva y el respeto a la diferencia como pilares en nuestra práctica de liderazgo, a favor
de los niños y niñas.

No le estamos ofreciendo una receta, menos aún una poción mágica… estas pistas y sugerencias le de-
mandarán un esfuerzo cotidiano para poner atención y aprender de la propia práctica en nuestro rol de
educador o de educadora.

Su esfuerzo, decisión y liderazgo, junto al de otros educadores y educadoras, sumará fuerza para concre-
tar este sueño del Buen Vivir.

Resultados de aprendizaje

• El horizonte mayor de nuestra tarea, en el ejercicio de nuestro rol como educador o educadora
es contribuir a la construcción del Buen Vivir; para ello es clave potenciar y fortalecer nuestro
desarrollo personal.

• Para lograr un permanente espacio de crecimiento personal, es necesario conocer los diferentes
niveles lógicos del pensamiento.

• La conducta solo refleja los niveles superiores de nuestra mente, tales como las habilidades, los
valores, creencias y nuestra propia identidad.

• Los valores y creencias constituyen un nivel muy importante, pues depende de ellos la mane-
ra cómo nos miramos a nosotros/as mismos/as y los demás. Por ello, es necesario fortalecer
nuestras creencias potenciadoras desde la mente, la voluntad y la emoción de manera que se
integren a nuestro ser y sean el motor de cambios positivos en nuestras vidas.

• Nuestros valores están presentes a través de nuestras acciones y actitudes, nos impulsan a
crecer y ser mejores personas, pero a veces los llevamos a extremos para justificar comporta-
mientos inadecuados, por ello es necesario encontrar otros valores que nos den equilibrio, son El valor de mis creencias en el desarrollo personal
estos valores los que requerimos cultivar día a día.

• Así como a través de la estimulación temprana, de las actividades lúdicas, el canto, el arte y otras
actividades propiciamos el desarrollo de los niños y niñas, la transmisión de creencias poten-
ciadoras y de valores humanos; nuestras acciones cotidianas contribuyen a su formación como
personas de una manera integral.

• El trabajo con los niños, las niñas y sus familias es a veces muy difícil pero apasionante, a ve-
ces nos demanda tanto que olvidamos cuidarnos. En ese sentido, el mejor cuidado a los niños
y niñas, empieza con nuestro cuidado, como personas en nuestra integralidad. Un profesional
realizado, coherente, positivo, creativo y auténtico puede hacer la diferencia.

• Apoyar como educadores y educadoras al logro de objetivos y resultados específicos del Plan
Nacional del Buen Vivir, nos demanda planificar acciones colectivas y movilizar a las familias, a
sus comunidades, a las instituciones y personas que toman decisiones en el territorio, en torno a
los niños y niñas. Para ello es clave fortalecer nuestras habilidades de un liderazgo caracterizado
por el respeto a la diferencia, la comunicación asertiva y la coherencia
26

Glosario
Estos son los términos fundamentales para abordar la unidad, ayudándonos a comprender sus contenidos
con mayor facilidad:

• PNVB: Plan Nacional del Buen Vivir, que representa una propuesta política de continuidad muy defi-
nida, y constituye la guía de desarrollo que el gobierno de la Revolución Ciudadana aspira a cumplir y
aplicar en el período del 2013 al 2017.

• Programación Neurolingüística (PNL): constituye un modelo, formal y dinámico de cómo funciona la


mente y la percepción humana, cómo procesa la información y la experiencia y las diversas implicacio-
nes que esto tiene para el éxito personal.

• Sistema: es un conjunto de partes o elementos organizados y relacionados que interactúan entre sí


para lograr un objetivo o un fin determinado.

• Inconsciente: es un conjunto de procesos mentales expresados en comportamientos que una persona


desarrolla inadvertidamente, es decir, sin darse cuenta, y que, en general, no dependen de su voluntad,
ni de una prioridad para manifestarse, y que no son pensados ni realizados conscientemente.

• Cultura: conjuntos de saberes, creencias, valores, costumbres y pautas de conducta de un grupo so-
cial, de una comunidad, de un pueblo, incluyendo los medios materiales (tecnologías) que se usan para
comunicarse entre sí y resolver necesidades de todo tipo.

• Creencia: es el estado de la mente en el que un individuo tiene como verdadero el conocimiento o la


experiencia que tiene acerca de un suceso o cosa.

• Valores: son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos
como personas. Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas
en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro. También son fuente de satisfacción y plenitud.
Los valores morales, por ejemplo, son desarrollados y perfeccionados por cada persona a través de
su experiencia. Por lo general los valores morales perfeccionan al hombre, en cuanto a las acciones
buenas que realice, como: vivir de manera honesta, ser sincero y ser bondadoso, entre otras.
Módulo: Desarrollo personal 27

Bibliografía
Niveles lógicos del pensamiento
• Álvarez, Jorge Niveles lógicos mapa mental realizado el 26 de agosto de 2013 (en línea). (Fecha de
consulta: 10 de Noviembre de 2013). Disponible en http://prezi.com/hmfookutuv_i/?utm_campaign=s-
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• DILTS, Robert. ¿Cómo cambiar creencias con la PNL? Editorial Sirio. 2004. España.
• PNL El Triángulo De Los Niveles Lógicos Del Pensamiento (en línea). (Fecha de consulta: 10 de No-
viembre de 2013). Disponible en http://www.youtube.com/watch?v=_6by5S2LMJc

El nivel de valores y creencias y su relevancia en el desarrollo personal


• De Sorg, José. Valores y creencias desde la PNL. Hispamap. Fecha de consulta: 10 de Noviembre de
2013). Madrid. España. Disponible en:
http://prezi.com/1s5bvyceuclg/?utm_campaign=share&utm_medium=copy&rc=ex0share
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Valores personales y equilibrio interior


• Álvarez Jorge. El cuento. Elaborado el 24 de agosto de 2013. Fecha de con-
sulta: 10 de Noviembre de 2013). Disponible en http://prezi.com/o36fsqw-
fpc2m/?utm_campaign=share&utm_medium=copy&rc=ex0share

Plan Nacional del Buen Vivir


• Plan Nacional de Desarrollo / Plan Nacional para el Buen Vivir 2013-2017. ISBN-978-9942-
07-448-5. ˝ SecretariÅLa Nacional de PlanificacioÅLn y Desarrollo – Senplades, 2013. Qui-
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Rodríguez, Mario. Cartas a mis amigos, Santiago, Virtual, 2001, p. 59-60.

Ser más, hacer más, poder más


• Material de trabajo para mujeres líderes. Nelsy Lizarazo Castro y Judith Salga-
do Álvarez, editoras. Universidad Andina Simón Bolívar – UNIFEM.

El valor de mis creencias en el desarrollo personal


Venezuela 131 OE4 y Sucre | Quito - Ecuador /Ministerio Inclusión Económica Social Ecuador

3983 - 000 ext: 5136 @InclusionEc

http://formacioncontinuadi.inclusion.gob.ec flickr.com/photos/InclusionEcuador

formacion.continuadi@inclusion.gob.ec youtube.com/InclusionEcuador

@formacionmies vimeo.com/inclusionec

www.inclusion.gob.ec
Quito - Ecuador 2014

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