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Desarrollo personal
ECUADOR, 2014
Ministerio de Inclusión Económica y Social
Subsecretaría de Desarrollo Infantil Integral (MIES)
Dirección de Políticas de Desarrollo Infantil Integral
Betty Tola
Ministra de Inclusión Económica y Social - MIES
Patricia Sarzosa
Viceministra de Inclusión Económica y Social - MIES
Berenice Cordero
Subsecretaria de Desarrollo Infantil Integral - MIES
Aportes académicos:
Silvana Bermudez - Elaboración de contenidos
Ivonne Cubides Pinzón – Elaboración de contenidos- Diseño
instruccional y edición
Ecuador
2
Betty Tola
Ministra de Inclusión
Económica y Social - MIES
Un abrazo afectuoso para todas y todos ustedes que tienen en sus manos el
futuro de las niñas y los niños de nuestro País.
Betty Tola
Ministra de Inclusión Económica y Social - MIES
Índice 3
UNIDAD 3
El valor de mis creencias en el desarrollo personal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Resultados de aprendizaje. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
Glosario. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
UNIDAD 3
El valor de mis creencias en el desarrollo personal
Bienvenidas y bienvenidos,
Hemos llegado a la tercera y última unidad del módulo, que propone utilizar algunas herramientas para
descubrir valores y creencias que pueden potenciar en nosotras/os mismas/os y en otras personas, el
mejoramiento continuo y el crecimiento de nuestro ser personal. Algo fundamental, es hacer conciencia
en nuestra la labor de educadoras y educadores, de nuestro liderazgo para promover cambios que con-
tribuyan al Buen Vivir dentro de las comunidades.
Para lograr que el Buen Vivir o Sumak Kawsay no se quede en una declaración lírica, sino que se vaya
concretando en el desarrollo de una propuesta multidisciplinaria que guíe la política pública hacia la ejecu-
ción de un proyecto, de un sueño, como es la sociedad del Buen Vivir, es necesario un constante análisis
riguroso de variables claves y escenarios.
En esas claves y escenarios estamos las personas, está usted, yo, todos nosotros.
Una nueva sociedad requiere un Estado distinto que modifique y rompa estructuras y relaciones de poder
heredadas del viejo Estado. Que esto sea posible implica la democratización del Estado desde todos los
territorios de la Patria. Es clave lograr el empoderamiento de los diferentes territorios y las personas que
Módulo: Desarrollo personal 7
allí habitan, todo ello facilita que “el Gobierno, desde sus dife-
rentes niveles, pueda dar efectiva respuesta a las necesida-
des de la población e incorporar las demandas ciudadanas a
la política pública” (PNVB).
En el documento del Plan Nacional del Buen Vivir 2013 - 2017, se explicita que hay que apuntar como
objetivo, entre otros, al cierre de brechas de inequidad. Y la inequidad también se expresa cuando ni no-
sotros, ni los niños y niñas se reconocen como personas; o cuando ni en nosotros, ni en los niños y niñas
fortalecemos al autoestima.
Tenga presente que, como hemos dicho a lo largo de estas unidades, desde nuestro rol, estamos:
• promoviendo que los niños y niñas se reconozcan como un ser integral, como una unidad cuerpo-men-
te-individuo-medio;
• acompañando su realización y la de sus familias; animando y fortaleciendo la autoestima de los niños
y niñas;
• concientizando que cada persona –nosotros y los niños y niñas– puede ser líderes que promueven cam-
bios en el lugar en el que están, y que esos cambios contribuyen al Buen Vivir dentro de la Comunidad.
Aquí el rol de educadores y educadoras, puede marcar la diferencia a favor del cumplimiento progresivo
de los derechos en educación y en la ampliación de las capacidades humanas, en un entorno participativo
y de creciente cohesión social, con respeto a la diversidad cultural. El valor de mis creencias en el desarrollo personal
¿Se fija entonces por qué descubrirnos, valorarnos y modificar nuestras creencias es tan importante?
Nuestro rol de educadoras y educadores no termina en nosotros mismos, está dirigido a las niñas y niños
y sus familias, y va aún más allá: somos la energía que ayuda a que el sueño del Buen Vivir se concrete
en la cotidianidad.
En nuestros procesos de desarrollo personal, las creencias que tengamos sobre nosotros/as, los conocimien-
tos sobre cómo pensamos, sobre la lógica de nuestros procesos mentales, marcan nuestros propios límites,
tanto para nuestro crecimiento como personas y también como profesionales, como para la posibilidad de
afirmar nuestras potencialidades y continuar en nuestro crecimiento y en el logro de nuestros objetivos.
Robert Dilts es uno de los pioneros en la creación de una de las más modernas técnicas en desarrollo perso-
nal, estamos hablando de la Programación Neurolingüística.
Robert Dilts propone un modelo muy interesante sobre cómo funcionan nuestros procesos mentales. Se
trata del modelo de los niveles lógicos del pensamiento que plantea que existen 6 niveles.
8
!
¡Recordemos!
Estos niveles están organizados jerárquicamente,
en la base está el nivel más bajo observable en el
plano físico, en la conducta y en el entorno y en la
cúspide se encuentra el nivel de espiritualidad.
Nivel 2. Nivel 3.
Nivel 1. Conducta: son las acciones Habilidades: son los conoci-
Entorno: es el contexto en
que realizamos, es decir lo mientos y destrezas que una
el que nos relacionamos, res-
que hacemos. Responde a persona tiene, responden a
ponde a: ¿Dónde? y ¿Con
¿Qué haces? ¿Qué sabes? y ¿Qué sabes
quién interactuamos?
hacer?
Este nivel y el anterior son ob-
servables, pueden ser regis- Se puede acceder a este nivel
trados por ejemplo en un video a través de la observación de
o con una cámara de fotos. la conducta.
Nivel 4.
Valores y creencias: es
muy importante pues tiene
relación con lo que las per- Nivel 5. Nivel 6.
sonas consideramos como Identidad: responde a la pre- Espiritualidad: Se refiere a los
cierto y valioso, responde a gunta ¿Quién soy yo? y está otros sistemas de los que so-
las preguntas ¿Qué valoras? vinculado a nuestra esencia mos parte, también a lo trascen-
y ¿En qué crees? personal, lo que nos hace úni- dente, responde a la pregunta
cas o únicos. ¿Qué hay más allá de mí?
Módulo: Desarrollo personal 9
El modelo de los niveles lógicos del pensamiento responde a una ley de los sistemas que tiene dos ideas
centrales:
!
¡Recordemos!
Ley de los sistemas
Cuando en un sistema afectamos a un nivel superior, afectamos a
todos los niveles que están por debajo.
Pero cuando en un sistema afectamos un nivel inferior, no
necesariamente afectamos los niveles superiores.
Para entenderlo mejor veamos un ejemplo dentro de otro sistema: El valor de mis creencias en el desarrollo personal
Y… ¿Qué pasa cuando por ejemplo se dicta una medida económica a nivel nacional, es decir en
un nivel superior?
¿Qué pasa por ejemplo cuando una persona cambia una creencia religiosa?
¡Reflexionemos!
Si queremos lograr cambios en nosotros o en nosotras o en los
demás, es necesario que se den en los niveles más altos, tales
como la identidad, los valores y creencias.
Sin embargo, el acceso a esos niveles no es tan fácil, pues
muchos de ellos están en nuestro inconsciente y requieren de
procedimientos muy específicos para acceder a ellos.
Esto significa que nuestra forma de actuar está condicionada por nuestras creencias y, por tanto estas, nos
potencian o nos limitan.
!
¡Recordemos!
Henry Ford dijo: “Si crees que
puedes o crees que no puedes,
estás en lo cierto”
12
Por ejemplo, ¿Qué pasa cuando un niño cree que si puede hacer algo?, claro, lo intenta hasta lograrlo.
Y si no, haga memoria sobre lo que conversábamos en la Unidad 2 cuando hablamos de la autoestima.
Pero… ¿Qué pasa si una niña o un niño cree que no puede hacer algo? ¿Verdad que ni siquiera lo
intenta?
!
continuar en nuestro crecimiento y lo- ¡Recordemos!
grar nuestros objetivos.
Las creencias determinan nuestro modo
Tenga presente que fortalecer la auto-
estima, ayuda en gran medida a modi- de pensar, sentir y actuar y nuestra
ficar nuestras creencias sobre nosotros percepción de nosotros mismos, de los
mismos, sobre nosotras mismas.
demás y de las cosas que nos rodean.
Módulo: Desarrollo personal 13
Estos son algunos ejemplos de creencias limitadoras que se reflejan en el lenguaje de las personas y que
hacen que se auto limiten o que no se abran a las posibilidades de cambio.
Muchas son generalmente creencias desgastadas que no cumplen con la función de ayudarnos.Cuando
hablamos de creencias hablamos de intangibles como los valores, las motivaciones sociales, las relacio-
nes interpersonales, etc. En nuestra infancia, en nuestra etapa de formación, la familia funcionaba de un
modo diferente al actual; también la amistad, la pareja, el compañerismo. Los estamentos sociales tenían
una definición diferente. Lo que se debía hacer y lo que no, es decir, la normativa de la época, los ideales
personales y grupales a lograr, han variado considerablemente.
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Por tanto, no existen creencias buenas o malas sino “limitantes” o “potenciadoras” y lo interesante es que
podemos transformar una creencia limitante en una creencia potenciadora.
Módulo: Desarrollo personal 15
Fortalecer en una persona creencias potenciadoras es clave para alguien que cumple el rol de educador
o educadora, ¿verdad que sí? Además, tener ese tipo de creencias fortalece un rol de liderazgo, y eso
ayuda a identificar y relacionar nuestras acciones educativas vinculadas al logro de objetivos y resultados
específicos del PNBV.
A continuación presentamos un ejercicio que nos permitirá fortalecer nuestras creencias potenciadoras.
Esta estrategia tiene el objetivo de instalar una nueva creencia de una manera coherente y manejando
tres aspectos básicos:
Además te harás responsable del cambio que deseas al integrar también: El valor de mis creencias en el desarrollo personal
Se puede emplear esta técnica cuando quieras reafirmar un cambio de creencia. El tiempo es mínimo de-
pendiendo de cuántas veces quieras repetirlo, pero no te llevará más de quince minutos cada vez.
Pasos:
1) Estructurar en frases la creencia que se desea
en tiempo presente, modo positivo y afirmati-
vo (sin negaciones), por ejemplo: “Yo puedo
aprender inglés”.
2) Tocarse la frente, “el lugar donde se producen
nuestros pensamientos”; después se toca don-
de se encuentra su corazón “el símbolo del
amor” y por último, se toca el vientre “el lugar
de nuestras emociones”. Luego decir en voz alta
los siguientes enunciados:
• Con respiración profunda y manos en la fren-
te, repite la frase diciendo: “yo creo o pue-
do… (el objetivo que te propones).
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• Con respiración profunda y manos en el pecho, se repite la frase diciendo: “Yo quiero…(el objetivo
que te propones)
• Con respiración profunda y manos en el vientre, repite la frase diciendo: “Yo merezco…(el objetivo
que te propones) y estoy dispuesto(a) a hacer todo lo necesario para lograrlo”
• Al ir pasando las manos por los diferentes lugares, se posan en el cuerpo firmemente, y al termi-
nar cada uno de los enunciados, antes de separar las manos del cuerpo, se respira profunda y
lentamente.
!
¡Recordemos!
5) Observar en qué paso nos
atoramos o hay titubeos u
olvidamos la frase que traba-
Este ejercicio nos indica qué tanto nuestro
jamos en este punto (frente, cuerpo y nuestros sentimientos son
pecho, o bajo vientre), nos congruentes o no.
hará notar:
Al detectar algún problema en alguno de estos tres puntos, hay que trabajar esa parte más veces para que
empiece a influir el ejercicio completo.
¡Practiquemos!
Se debe repetir el ejercicio cuantas veces sea necesario
hasta que la persona fluya perfectamente al hacerlo. En ese
momento la creencia estará integrada en la persona quien
estará dispuesta a hacer lo necesario para lograrlo.
Los valores son principios desde los cuales damos a nuestros estados de vida, importancia. Por ejemplo,
éxito, seguridad, amor, felicidad, entre otros.
Un valor es un principio que indica algo elevado dentro de nuestros intereses. Los utilizaremos continua-
mente, en muchos casos de forma inconsciente, para juzgar lo que está bien y lo que está mal. Son eti-
quetas que utilizamos para indicar diferentes niveles de placer o dolor.
Módulo: Desarrollo personal 17
Ciertos valores como la justicia, el amor, la libertad, la salud son valores primarios que designan lo que es
más importante para nosotros/as, es decir, lo que queremos alcanzar en nuestra vida.
Estos valores, sin darnos cuenta, dirigen realmente nuestra vida y tienen una influencia tremenda sobre
el desarrollo de nuestras capacidades porque nos indican que esos estados son los únicos que merece la
pena alcanzar.
Imagínese si además de ellos, incorporamos como un valor y aspiración en nuestra vida, reconocer a los
otros como personas o el Buen Vivir entendido como la forma de vida que permite la felicidad y la perma-
nencia de la diversidad cultural y ambiental; señal de armonía, igualdad, equidad y solidaridad.
Existen otros valores que llamaremos secundarios como el dinero, el trabajo, entre otros. Que nos permi-
ten alcanzar el valor primario que está detrás (el que realmente nos importa).
¡Practiquemos!
El ejercicio “el cuento”
En el espacio de herramientas se ha propuesto un ejercicio
que nos permitirá descubrir valores personales más nítidos
en este momento de nuestra vida, pero también nos ofrece la
posibilidad de descubrir su extremo y encontrar un valor para
lograr el equilibrio en nuestro desarrollo personal.
Te invito ahora a seguir paso a paso el ejercicio, es mejor si lo
haces en grupo al menos de 3 personas.
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Pero, ¿y qué tiene que ver el liderazgo con nuestro rol?, podría preguntarse usted. Con toda seguridad,
la palabra liderazgo no le es ajena. Es posible que le traiga a la memoria situaciones, reflexiones y expe-
riencias personales y laborales…
Le queremos invitar a leer nuevamente esa frase inspiradora y a responderse estas pregunta: 1) Pensando
en quienes le rodean –aquellos a los que más ama y más cerca están de usted– ¿son también más libres y
felices? Y 2) pregúntese, si ¿existe alguna conexión entre esa mayor o menor felicidad propia o de quienes
le rodean, con su forma de ser y de llevar adelante procesos que usted lidera?
Las respuestas a esas preguntas, nos llevan a conectar con esa frase porque tiene relación con el lideraz-
go, porque el liderazgo tiene que ver con personas, con acciones que hacen las personas en torno a un
propósito o valor común.
El liderazgo suele relacionarse con un quehacer político o social, vinculado con lo público, lo comunitario,
lo organizativo. Sobre el liderazgo se dice mucho y se lee mucho, pero cuando percibimos en una persona
un liderazgo en el que se nota coherencia en el pensar, en el sentir y en el hacer; cuando se nota respeto
a la diferencia y cuando se observa comunicación asertiva, no hay duda que ése es un tipo de liderazgo
que nos atrae porque parte de la sencillez y el compromiso con el quehacer; porque más que un decir es
un hacer.
Un liderazgo con esas características alimentan en la persona y en quienes le rodean la felicidad y la liber-
tad. La comunicación y dialogo son importantes. Aprender a escuchar es un don que debemos aprender;
tenemos el reto de ser líderes a favor de los niños y niñas, pero con una carga de honestidad, respeto y
prácticas no discriminatorias.
Usted es una persona que vive el liderazgo en carne propia y que va construyendo su propio liderazgo
en medio de aciertos y errores, dificultades y oportunidades, por lo que no pretendemos explicar sobre el
concepto; con certeza ninguno de ustedes habrá optado por ser una persona autoritaria en el ejercicio del
liderazgo, ni clientelar, ni paternalista. Sin embargo, a pesar de que esa opción esté clara, en la práctica
cotidiana se entremezclan muchos elementos de los distintos tipos de liderazgo.
No estamos diciendo que desde el momento en que como educadores y educadoras asumimos un rol de
liderazgo, debemos ya ser líderes perfectos o perfectas. Ser líder con una carga de honestidad, respeto
y prácticas no discriminatorias es una aspiración, pero sobre todo implica una resolución personal por
buscar ser cada día mejores líderes y no ceder un ápice en el intento. Sin duda, nuestra vocación por la
constancia, la perseverancia y una pequeña dosis de obstinación, contribuirán en ese empeño.
a) Respeto a la diferencia
Si a usted alguien le pregunta: ¿respeta usted la diferencia?, su respuesta no se hará esperar con un
sí rotundo. De igual manera, si usted hace la misma pregunta a otra persona, lo más seguro es que le
responda “¡sí, por supuesto!”. Si tiene dudas, haga la prueba.
Es normal que ésa sea la respuesta porque realmente –en la intención– todos y todas queremos y bus-
camos respetar la diferencia. Sin embargo no siempre es posible lograrlo porque respetar la diferencia no
es tarea fácil...
Módulo: Desarrollo personal 19
Carlitos anda
Haciendo el informe de mi actividad
ocupadísimo,
con las familias se acuerda? Me quedó lindísima
¿qué hace?
porque participó bastante gente hubieron
problemas como siempre pero los resolví a tiempo,
antes en la formación continua he aprendido
Le felicito Carlitos.
bastante sobre liderazgo.
Le proponemos algunas preguntas. No es preciso que escriba sus respuestas, solamente obsérvese con
sinceridad cómo actúa frente a determinadas situaciones de la vida diaria:
• ¿Le es fácil relacionarse con personas que tienen otras creencias religiosas? ¿Tiene amigas o amigos
ateos o que profesen otras religiones?
• ¿Elegiría usted para su equipo de trabajo a una mujer lesbiana? ¿Tiene amigas o amigos con otra op-
ción sexual?
• ¿Considera que en ocasiones sus opositores ideológicos tienen la razón? Cuando así sucede, ¿reco-
noce públicamente esa situación?
Podrían haber muchas más preguntas posibles; pero con estas es suficiente.
Desde la sociología, la antropología, los estudios culturales y la ecología, entre otros, hay muchos aportes
respecto a la diferencia, que es uno de los aspectos que nos hace diversos. No pretendemos profundizar
mucho más en el tema, pero sí, compartirle algunas pistas para poder concretarlo en la práctica diaria:
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• Plantear el respeto a la diferencia es ir más allá del concepto de tolerancia. Implica primero, re-conocer-
la: visibilizarla, adentrarse en ella y entenderla. Luego, valorarla y al hacerlo asumir que esa diferencia
nos enseña y enriquece. No es tan simple como decir “sí, acepto que existen diferencias”. Lo difícil,
en realidad, es reconocerlas y valorarlas. Solamente cuanto las reconocemos y valoramos podremos
hablar de una actitud respetuosa hacia lo diferente.
• Una democracia plena es aquella en la que las diferencias son genuinamente respetadas y, por tanto,
incluidas en todos los espacios de la construcción democrática. Dicho esto es fácil comprender que un
liderazgo que se precie de democrático, es aquél que respeta todas las diferencias y que las incluye en
su ejercicio, en su práctica diaria, en su cotidianidad, aun cuando pongan en cuestión nuestras creen-
cias, nuestras opciones, nuestras identidades.
• Obviamente unas diferencias son más difíciles que otras a ser respetadas e incluidas. Es más fácil
respetar las diferencias cuando se trata de personas cercanas y a las que amamos. Sin decir que es
fácil, el afecto suaviza el camino y nos ayuda a superar la dificultad para aceptarlas y respetarlas. Así
logramos respetar las diferencias de nuestras parejas, hijos e hijas, amigas y gente querida
• La cuestión se hace compleja y difícil cuando no nos unen lazos de afecto, más cuando esas diferen-
cias se sitúan en espacios atados a nuestras creencias, opciones o identidades. De allí la dificultad en
respetar diferentes prácticas religiosas, ideológico-políticas, étnicas, culturales, generacionales o de
opción e identidad sexuales. Allí la dificultad aumenta en forma proporcional a la diferencia.
• Identifique aquellas diferencias que nos resulten más difíciles de asumir y respetar. Hacerlo es ya un
primer paso clave: aceptar que nuestra práctica aún no va de la mano con la teoría, no podemos mo-
dificar si no identificamos.
• Caiga en cuenta de qué es lo que nos causa dificultad para alcanzar esa plena aceptación a lo diferente.
• Dese la oportunidad de relacionarse de manera más armoniosa con aquellas diferencias que más lo
cuestionan, desestabilizan, e interpelan comportamientos aprendidos, ése es el nuevo reto al que nos
enfrentamos.
• Incluya en su equipo de trabajo -si esa decisión está en sus manos-, o relaciónese con personas de
distintas etnias, edades, opciones sexuales, creencias religiosas, etc. Intencione ese acercamiento.
Seguro le aportará a su crecimiento y a la modificación de sus creencias,
B) Comunicación asertiva
Más de una vez seguramente hemos escuchado la palabra “asertivo”. Pero el punto aquí es ¿cómo se
comunica usted? Le invitamos a contestar una pequeña encuesta personal, está referida a pequeñas
situaciones cotidianas que pasan todos los días. Siéntase en completa libertad al responderla.
Su hijo o hija olvida siempre levantar sus cosas y ponerlas en su sitio. Él o ella sabe que
debe hacerlo, sin embargo no lo hace.
Usted:
a. ¿Se impacienta y le dice que es un vago o vaga, que cuántas veces antes se lo ha dicho y
cuántas más tendrá que decirlo y que la próxima vez botará esas cosas a la basura?
b. ¿Guarda silencio porque considera que es necesario darle tiempo y esperar a que él o ella se
dé cuenta y modifique su actitud?
c. ¿Le hace notar, en privado y amablemente, lo que usted siente con ese desorden, las consecuencias
que esa actitud puede acarrear en sus vidas y le propone –al hijo o a la hija– algunas alternativas?
Módulo: Desarrollo personal 21
Sus colegas de trabajo llegan siempre atrasados a las reuniones que fijan: unos diez,
otros quince y otros hasta treinta minutos o más, mientras que usted –por el contrario–
llega siempre a tiempo.
Usted:
a. ¿Les “saca en cara” su falta de seriedad, su irrespeto y desconsideración y les plantea la posi-
bilidad de establecer multas y sanciones para los reincidentes?
b. ¿No dice nada porque sabe que es una “batalla perdida” y que reclamar podría generar líos y
conflictos, por lo que prefiere “respirar profundo, contar hasta 10” y continuar la tarea?
c. ¿Explicita con tranquilidad y precisión su incomodidad con esa conducta y les solicita corregir
esa mala costumbre?
¿Con cuál de las opciones, en cada situación, se identifica su actitud? ¿Se enoja y reclama?, ¿se queda
en silencio?, ¿expresa su criterio y busca el diálogo?
Comunicarse asertivamente es una habilidad y, por ello, puede de ser aprendida e integrada hasta lograr interio-
rizarla y convertirla en un hábito y una rutina. Pero, ¿qué mimo significa comunicarse asertivamente? Significa:
• Expresar los deseos de forma amable, franca, directa y adecuada.
• Decir lo que se tenga y quiera decir sin hacer sentir mal al otro, negociando acuerdos que dejen satis-
fechas a las partes involucradas.
• Evitar la pasividad; es decir, “guardarse” lo que quiera, sienta o necesite decir, en aras a evitar momen-
tos de conflicto o agresividad.
• Saber pedir, negociar y ser flexible; conseguir lo que se pretende, respetando los derechos y la libertad del otro.
• Saber dar y recibir disculpas y plantear y aceptar reclamos y críticas.
• Expresar opiniones y puntos de vista propios, sin temor a equivocarse o a pretender tener siempre la razón.
Ciertamente, la comunicación asertiva es una habilidad con un gran valor agregado: ya que se sustenta en
los derechos de la persona; toda persona, sin importar su condición, tiene derecho al libre desarrollo de su
personalidad, lo cual supone, entre otras:
• Considerar sus propias necesidades.
• Establecer sus propias prioridades y decisiones.
• Cambiar de opinión.
• Expresar sus ideas y sentimientos. El valor de mis creencias en el desarrollo personal
• Decir no ante una determinada situación, sin sentirse culpable.
• Ser tratado con respeto y dignidad.
• Pedir y dar cuando lo decida.
• Sentirse bien y tener privacidad.
• Exigir el cumplimiento de acuerdos.
• Cometer errores.
¿Le parece habitual esta forma de comunicarse? ¿Es “algo” rara? ¿La ha experimentado usted alguna vez?
Confiamos en que esta pequeña caracterización de la comunicación asertiva le sea de utilidad. A lo mejor
hasta se está preguntando cómo puede ponerla en práctica en las distintas situaciones de su vida y, por
supuesto, en su rol de educador o de educadora y de liderazgo que usted lleva adelante.
Le sugerimos adoptar unos pasos simples, pero que definitivamente funcionan. Al comienzo le podrá pa-
recer extraño pero a medida que le incorpore a su práctica y rutina, le será de mucha utilidad. No lo dude.
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Más tarde, en su casa, tómese un tiempo y analice una situación habitual con sus colegas de trabajo, una si-
tuación que quisiera modificar, elabore sus respuestas, llévelas a la práctica y observe los resultados obtenidos.
c) Coherencia
La palabra coherencia viene del latín cohaerentĭa. Y según la RAE (Real Academia de la Lengua) se refiera
a la Conexión, relación o unión de unas cosas con otras.
Nosotros queremos partir de algunas experiencias cotidianas y “curiosas” que en algún momento, tal vez,
hayan formado parte de sus propias vivencias, por ejemplo:
• ¿Podría identificar en su vida una situación en la que, dejando de lado sus sentimientos, haya actuado
únicamente con la cabeza? ¿La recuerda…? (Cuando se actúa con la cabeza y no con el corazón)
Módulo: Desarrollo personal 23
• ¿Podría ahora, por el contrario, recordar una situación en la que las razones del corazón hayan primado
por sobre las de la cabeza? ¿La recuerda…? (Cuando se actúa con el corazón y no con la cabeza.)
• ¿Podría ubicar en su experiencia personal alguna acción en la que haya dejado de lado sus sentimien-
tos y razonamientos? ¿La recuerda…? (hay ocasiones en que ni la razón ni el corazón constituyen el
motor de nuestras acciones.)
Una vez identificadas estas tres situaciones, le preguntamos: ¿cómo se sintió en cada una de ellas? ¿Exis-
te algo en común en las tres situaciones? ¿Podría describir lo que vivió?
Le invitamos a leer con detenimiento el siguiente texto. Una lectura atenta le permitirá repensar a la cohe-
rencia desde una perspectiva más integral.
Es algo difícil hacer sugerencias prácticas para que usted trabaje su propia coherencia. Reiteramos que
llegar a actuar coherentemente es un camino de búsqueda permanente, de intención sostenida, en medio
de las “piedras del camino” con las que a veces se “tropieza” nuestro afán de coherencia. Todos y todas
vivimos esto en el día a día de nuestro trabajo. Sin embargo, nos atrevemos a sugerirle al menos las si-
guientes estrategias:
• Evite actuar en forma reactiva. Aunque los demás le provoquen o las circunstancias le presionen, trate
de no actuar reactivamente. Es decir, que sus acciones no sean resultado de una reacción inmediata.
Dese un tiempo, aunque sea unos pocos minutos, para mirar con tranquilidad la situación y actuar en
coherencia.
• Esté atenta, este atento, a lo que le dice su razón pero escuche también a su corazón. Cada persona
sabe identificar la sensación que se experimenta cuando el corazón y la cabeza van de la mano; se
acerca mucho al sentimiento de libertad. ¿Lo ha experimentado?
• Una vez que tenga la seguridad que su corazón y su cabeza estén de acuerdo, actúe en consecuencia.
No importa lo que los otros piensen o sientan de esa actuación; importa que su acción corresponda a
lo que usted cree, siente y piense.
• Busque siempre al final del día un breve tiempo para repasar sus acciones. No valore si ellas fueron
buenas o malas acciones sino si fueron coherentes. Sin duda éste es otro criterio de valoración pero sin
carga moral ni sentimiento de culpa; es una valoración que fortifica su anhelo de ser libre y coherente.
Compadre Juan,
anda pensativo. Si Carlitos, es que usted
habla tan bien de la formación continua que
ya hasta me animé a entrar, que importante es
sentirse bien con uno mismo para estar bien
Que bueno que se haya animado
con los demás y también capacitarse y estar
compadre, seremos compañeritos
actualizado todo el tiempo.
en el próximo módulo entonces.
Módulo: Desarrollo personal 25
Hemos intentado hasta aquí darle algunas pistas y sugerencias prácticas para incorporar la coherencia,
la comunicación asertiva y el respeto a la diferencia como pilares en nuestra práctica de liderazgo, a favor
de los niños y niñas.
No le estamos ofreciendo una receta, menos aún una poción mágica… estas pistas y sugerencias le de-
mandarán un esfuerzo cotidiano para poner atención y aprender de la propia práctica en nuestro rol de
educador o de educadora.
Su esfuerzo, decisión y liderazgo, junto al de otros educadores y educadoras, sumará fuerza para concre-
tar este sueño del Buen Vivir.
Resultados de aprendizaje
• El horizonte mayor de nuestra tarea, en el ejercicio de nuestro rol como educador o educadora
es contribuir a la construcción del Buen Vivir; para ello es clave potenciar y fortalecer nuestro
desarrollo personal.
• Para lograr un permanente espacio de crecimiento personal, es necesario conocer los diferentes
niveles lógicos del pensamiento.
• La conducta solo refleja los niveles superiores de nuestra mente, tales como las habilidades, los
valores, creencias y nuestra propia identidad.
• Los valores y creencias constituyen un nivel muy importante, pues depende de ellos la mane-
ra cómo nos miramos a nosotros/as mismos/as y los demás. Por ello, es necesario fortalecer
nuestras creencias potenciadoras desde la mente, la voluntad y la emoción de manera que se
integren a nuestro ser y sean el motor de cambios positivos en nuestras vidas.
• Nuestros valores están presentes a través de nuestras acciones y actitudes, nos impulsan a
crecer y ser mejores personas, pero a veces los llevamos a extremos para justificar comporta-
mientos inadecuados, por ello es necesario encontrar otros valores que nos den equilibrio, son El valor de mis creencias en el desarrollo personal
estos valores los que requerimos cultivar día a día.
• Así como a través de la estimulación temprana, de las actividades lúdicas, el canto, el arte y otras
actividades propiciamos el desarrollo de los niños y niñas, la transmisión de creencias poten-
ciadoras y de valores humanos; nuestras acciones cotidianas contribuyen a su formación como
personas de una manera integral.
• El trabajo con los niños, las niñas y sus familias es a veces muy difícil pero apasionante, a ve-
ces nos demanda tanto que olvidamos cuidarnos. En ese sentido, el mejor cuidado a los niños
y niñas, empieza con nuestro cuidado, como personas en nuestra integralidad. Un profesional
realizado, coherente, positivo, creativo y auténtico puede hacer la diferencia.
• Apoyar como educadores y educadoras al logro de objetivos y resultados específicos del Plan
Nacional del Buen Vivir, nos demanda planificar acciones colectivas y movilizar a las familias, a
sus comunidades, a las instituciones y personas que toman decisiones en el territorio, en torno a
los niños y niñas. Para ello es clave fortalecer nuestras habilidades de un liderazgo caracterizado
por el respeto a la diferencia, la comunicación asertiva y la coherencia
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Glosario
Estos son los términos fundamentales para abordar la unidad, ayudándonos a comprender sus contenidos
con mayor facilidad:
• PNVB: Plan Nacional del Buen Vivir, que representa una propuesta política de continuidad muy defi-
nida, y constituye la guía de desarrollo que el gobierno de la Revolución Ciudadana aspira a cumplir y
aplicar en el período del 2013 al 2017.
• Cultura: conjuntos de saberes, creencias, valores, costumbres y pautas de conducta de un grupo so-
cial, de una comunidad, de un pueblo, incluyendo los medios materiales (tecnologías) que se usan para
comunicarse entre sí y resolver necesidades de todo tipo.
• Valores: son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos
como personas. Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas
en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro. También son fuente de satisfacción y plenitud.
Los valores morales, por ejemplo, son desarrollados y perfeccionados por cada persona a través de
su experiencia. Por lo general los valores morales perfeccionan al hombre, en cuanto a las acciones
buenas que realice, como: vivir de manera honesta, ser sincero y ser bondadoso, entre otras.
Módulo: Desarrollo personal 27
Bibliografía
Niveles lógicos del pensamiento
• Álvarez, Jorge Niveles lógicos mapa mental realizado el 26 de agosto de 2013 (en línea). (Fecha de
consulta: 10 de Noviembre de 2013). Disponible en http://prezi.com/hmfookutuv_i/?utm_campaign=s-
hare&utm_medium=copy&rc=ex0share
• DILTS, Robert. ¿Cómo cambiar creencias con la PNL? Editorial Sirio. 2004. España.
• PNL El Triángulo De Los Niveles Lógicos Del Pensamiento (en línea). (Fecha de consulta: 10 de No-
viembre de 2013). Disponible en http://www.youtube.com/watch?v=_6by5S2LMJc
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Quito - Ecuador 2014