Las plantas son seres vivientes que tienen color verde, están
rodeando el medio donde viven, en parques, jardines, casas, etc., y casi siempre, se encuentra fijas sobre el terreno. Sin embargo, una de las características de las plantas más destacadas es que no necesitan alimentarse de otros seres vivos para conseguir la energía que necesitan para sobrevivir. Su método para conseguir ese aporte es mediante una función denominada fotosíntesis. La fotosíntesis es un proceso mediante el cual los organismos vegetales y algunas bacterias son capaces de crear materia orgánica a partir de materia inorgánica y luz. Esto es lo que diferencia a los organismos autótrofos, capaces de sintetizar su propio alimento a partir de sustancias inorgánicas, de los heterótrofos, que necesitan alimentarse de organismos autótrofos o de otros heterótrofos. Fórmula de la fotosíntesis:
Como todo proceso químico, la fotosíntesis tiene su fórmula. En
este caso, es igual en todas las plantas y organismos capaces de llevarla a cabo. Dicho proceso de la fotosíntesis de las plantas:
6 H2O + 6 CO2 + luz = C6H12O6 + 6 O2
Las plantas y sus partes:
Las raíces: son el órgano subterráneo de la planta, cuya función
principal es absorber agua y nutrientes del suelo, así como proporcionar un agarre sólido. El tallo: es la parte de la planta que tiene la función de proporcionar estructura y soporte al resto de órganos aéreos, como las hojas y las flores o frutos.
Las hojas: son las encargadas de fabricar alimento para la planta a
partir de los elementos absorbidos por las raíces y de la luz solar, mediante el proceso de fotosíntesis. Además, son también responsables de la transpiración y respiración.
Finalmente tenemos las flores: que son parte vital de la
reproducción sexual de las angiospermas. Las flores fecundadas darán lugar a frutos, que protegen las semillas mientras estas se forman y ayudarán después a propagarlas.