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Taxonomía, nomenclatura, clasificación de Linneo

Esta palabra se forma con los términos griegos ταξις (taxis, ‘ordenamiento’) y νομος

(nomos, ‘norma’, ‘regla’).

Clasificación y evolución (Linneo)

La necesidad de dar nombre a todas las especies conocidas y a las muchas que se van

descubriendo lleva a Carlos Linneo (1707-1778) a agruparlas por semejanzas, con lo cual

nace también un árbol genealógico, que se completará posteriormente por abajo con las

especies fósiles.

En su Imperium Naturæ , Linnaeus estableció tres reinos, a saber, Regnum


Animale , Regnum Vegetabile y Regnum Lapideum . Este enfoque, los Reinos Animal,
Vegetal y Mineral, sobrevive hasta hoy en la mente popular, notablemente en forma de
juegos de salón: "¿Es animal, vegetal o mineral ?" La clasificación se basó en cinco
niveles: reino , clase , orden , género y especie.. Mientras que la especie y el género fueron
vistos como dados por Dios (o "naturales"), Linneo vio los tres niveles superiores como
construcciones. El concepto detrás de los rangos establecidos que se aplicaron a todos los
grupos fue crear un sistema que fuera fácil de recordar y navegar, una tarea en la que la
mayoría dice que tuvo éxito.

La taxonomía biológica forma parte de la biología sistemática, dedicada al análisis de las

relaciones de parentesco entre los organismos. Una vez que se resuelve el árbol filogenético
del organismo en cuestión y se conocen sus ramas evolutivas, la taxonomía se encarga de

estudiar las relaciones de parentesco.        

Los taxones permiten clasificar a los seres vivos a partir de una jerarquía de inclusión (cada

grupo abarca a otros menores mientras está subordinado a uno mayor). Las categorías

fundamentales, desde la más abarcativa hasta la menor, son el dominio, el reino,

el filo o división, la clase, el orden, la familia, el género y la especie.

Esta anarquía de nombres era un auténtico obstáculo para que los científicos pudiesen
compartir con facilidad sus trabajos antes del siglo XVIII, cuando Linneo tuvo la idea
genial de diseñar un nuevo sistema para nombrar a cualquier ser vivo. Este botánico sueco
concibió la nomenclatura binomial para animales y plantas, por la que cada especie tiene un
nombre científico único y universal, un nombre formado por dos palabras en latín: el de la
merluza es Merluccius merluccius.

Antes de la clasificación de Carlos Linneo (1707-1778), por ejemplo, unos botánicos


llamaban a la rosa silvestre Rosa sylvestris inodora seu canina y otros, Rosa sylvestris alba
cum rubores, folio glabro. Él zanjó la discusión dejándola en Rosa canina. La primera
palabra para el género, que agrupa a especies similares, y la segunda para describir la
especie concreta: algo así como el nombre y apellido de una persona, pero colocados en
orden inverso. 
Linneo facilitó la ingente tarea de ordenar y nombrar a los seres vivos al recuperar y
consolidar la taxonomía, la antigua idea de clasificar la naturaleza que ya había tenido el
filósofo griego Aristóteles unos 2.300 años antes. El sueco resumió su hazaña en una
frase: «Dios creó, Linneo ordenó». También se definió a sí mismo como príncipe de los
botánicos y llamó Homo sapiens (hombre sabio) a su propia especie, aunque la incluyó —
con más objetividad y buen criterio científico— en la rama de los primates, junto a los
monos.

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