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La Honestidad Vs La Integridad.

Laura Carbonell Caparroso

Colegio Guillermo Carey

11 grado

Profesora Ester Susana Calvo

Barranquilla, Colombia

05 de Mayo de 20
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La integridad y la honestidad son temas que suelen ser confundidos, o frecuentemente se le

quita la importancia que esta tiene en la sociedad, por lo que a continuación se profundizara
sobre ellos para su comprensión y correcta apreciación.

La integridad es un valor inalcanzable, al menos según lo que propone Yokoi Kenji. Él

propone que en el caso de que fuera posible ser íntegro crearíamos dioses en la tierra, ya
que esta virtud esta asociada a lo que hacemos cuando nadie nos ve, a esto incluso se le
puede añadir los pensamientos, ser íntegro es esa completa igualdad en lo que somos en
público y en privado. No obstante, podemos notar escasos retazos de integridad en
pequeños gestos, como el admitir las fallas o errores que se cometen en privado a causa de
que los humanos son propensos a cometer el mal aun en nuestro pensamiento y es algo que
siempre ha sido así en todos los humanos, excepto en Jesús, por la naturalidad pecaminosa
con la que se nace, “Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es
contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.” Gálatas
5:17.

Por otro lado, la honestidad se refiere a la sinceridad, a decir la verdad, que esta más
relacionado con lo que hacemos o decimos en público, porque sí, la honestidad no solo es
decir la verdad, sino actuar con entereza. Lo anterior no facilita demasiado el ejercicio de
este, pues muchas veces se puede encontrar en situaciones difíciles que lleven a mentir o a
actuar con engaños, según la biblia esto es tan dañino como las heridas físicas “Martillo y
cuchillo y saeta aguda es el hombre que habla contra su prójimo falso testimonio"
Proverbios 25:18 o como dice en Éxodo 20:15-16 “No hurtarás. No hablarás contra tu
prójimo falso testimonio".

Los anteriores valores nos ayudan a coexistir en la sociedad, es menester enaltecer el papel
de la honestidad, como lo que nos ayuda a mantener la transparencia y confianza con
nuestro prójimo; y la integridad, como un ideal al que se busca llegar para mantener la
armonía. Por tanto, es necesario el esfuerzo para entender y aplicar estas virtudes en la vida
diaria.