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Falso Amor
Brad Hambrick, M.Div., Th.M.
Pastor de Consejería, The Summit Church

Traducido con permiso del Autor por

www.proyectocoramdeo.com

INSTAGRAM @ALESURA

Agradecimientos especiales a los colaboradores de traducción:


Zucethy Obando, Mariela Ramírez, María Alejandra Osorio,
Carolina Pérez, María Augusta Mosquera, Regina Serrano,
Rafael Blanco, Shirley López, Erendira Rodríguez, Kelly Pérez.
Edición: Yerania Poliné, Karen Durán, Dominique Barros

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Table of Contents
Falso Amor 2
Brad Hambrick, M.Div., Th.M. Pastor de Consejería, The Summit Church 2

Capítulo I 4
No es ‘sólo porno’ o no somos ‘sólo amigos’» 4
Capítulo 2 28
«Sí, necesitamos hablar acerca de eso» 28
Capítulo 3 44
No me di cuenta… 44
ENTENDIENDO el origen, el motivo y la historia de mi pecado 44
Capítulo 4 58
«Donde comienza la libertad, termina el “yo”» 58
Capítulo 5 70
“Colocando luz en lugares oscuros” 70
Capítulo 6 83
«Convirtiéndote en un mal anfitrión(a) del pecado sexual» 83
Capítulo 7 107
«Luchando por la santidad con más fuerza que con la que escondí mi pecado» 107
Capítulo 8 119
«Luchando contra el pecado en otro territorio» 119
Capítulo 9 128
«Deleitándose con Mejores Placeres» 128
Apéndice A 133
Quebrantamiento vs. orgullo 133
Apéndice B 135
Cómo terminar una relación extramarital 135
Apéndice C 139
Cómo hablar con los niños cuando el pecado sexual afecta a la familia 139

3
Capítulo I
No es ‘sólo porno’ o no somos ‘sólo amigos’»
ADMITE que tienes una lucha que no puedes superar sin Dios.

«No superar mi lujuria y mi engaño será más costoso que cualquier cosa por la
que Dios me haga pasar en la búsqueda de Su libertad. Dios es bueno por
haberme traído a este punto de admitir mi pecado».

Memoriza: Juan 3: 19-21 (NBLA), «Y este es el juicio: que la Luz vino al mundo, y los hombres
amaron más las tinieblas que la Luz, pues sus acciones eran malas. Porque todo el que hace lo
malo odia la Luz, y no viene a la Luz para que sus acciones no sean expuestas. Pero el que practica
la verdad viene a la Luz, para que sus acciones sean manifestadas que han sido hechas en Dios.»
Al memorizar este pasaje, reflexiona sobre estos puntos claves:

● «Juicio» ̶ Esto no significa condenación sino estar de acuerdo con Dios acerca
del problema y la solución.
● «Los hombres amaron más las tinieblas» ̶ Por naturaleza, todos disfrutamos de
las cosas que son malas y que nos destruyen tanto a nosotros como a los que
amamos.
● «Expuestas» ̶ Traer las tinieblas a la luz es la primera acción de la gracia de Dios
en nuestra vida, pero como duele, lo resistimos.
● «Viene a la luz» ̶ Rendirnos voluntariamente a exponernos (admitir nuestro
pecado) es nuestra primera respuesta a la gracia de Dios.
● «Hechas en Dios» ̶ Si sientes que tu pecado es más grande de lo que puedes
vencer, anímate con estas palabras.

Notas de enseñanza

«El mensaje de este libro no es que estoy en contra de la lujuria, sino que estoy a favor del plan
de Dios para el deseo sexual. Sí, la lujuria es mala. Pero es malo porque lo que pervierte es muy
bueno.» Joshua Harris en Ni aun se nombre. El sexo no es el problema (la lujuria sí)

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«Nadie merece el pecado. El pecado no es algo que se merezca ni se desee, sino que se debe
evitar a toda costa... Cuanto más se involucra una persona en el pecado, menos lo ve. El pecado
es una enfermedad espantosa que destruye la capacidad de una persona para comprender su
existencia.» Steve Gallagher en En el altar de la idolatría sexual

«En nuestra cultura el sexo lo es todo y el sexo no es nada (p. 120)… Una de las cosas que hace
la pornografía es hacernos pensar que el matrimonio es para el sexo. Pero es al revés: el sexo es
para el matrimonio (p. 125)... Entonces, ¿para qué sirve el sexo? Es, ante todo, un acto de
unificación, une a dos personas en una sola carne (p. 122)... Por eso la pornografía ̶ al igual que
todo el sexo fuera del matrimonio ̶ es una farsa, una ficción, una mentira. No puedes poner a
prueba el sexo más de lo que puedes poner a prueba el nacimiento. El acto en sí produce una
nueva realidad que no se puede deshacer (p. 123).» Tim Chester en Closing the Window
(traducido como «Cerrando la ventana»)

«Estas fantasías románticas aumentaron aún más la distancia entre ella y Jimmy porque eran un
recordatorio constante de su fracaso como esposo. Ella notó que cuanto más se involucraba ella
en las novelas y telenovelas, más resentida se sentía hacia él (p. 112).» Kathy Gallagher en When
His Secret Sin Breaks Your Heart (traducido como «Cuando su pecado secreto te rompe el
corazón»)

«Cuando empiezas a confiarle a tu amigo cosas que te resistes a compartir con tu cónyuge, es un
indicador de que la intimidad emocional es mayor en la amistad que en el matrimonio. Cuando
algo sucede y piensas en compartirlo con tu amigo antes de pensar en compartirlo con tu
cónyuge, es otro indicador de que has invitado a alguien para que se interponga entre tú y tu
cónyuge. Uno de los mejores indicadores de esta creciente intimidad es compartir con tu amigo
los problemas que estás teniendo en tu matrimonio.» Gary y Mona Shriver en Infidelidad:
Esperanza y sanidad después del adulterio

«El factor determinante que hace que un estímulo sea pornográfico, es cómo un adicto al sexo
convierte material no sexual en una fantasía sexual. Si eres un adicto, esto significa que debes
determinar qué es pornográfico para ti y no preocuparte por lo que es pornográfico para otra
persona.» Mark Laaser en Cómo sanar las heridas de la adicción sexual

Estudio integrado

Quizá hayas evitado este tema por un tiempo, ya sea que estés leyendo este material para ti o
para ayudar a un amigo. Este material puede ser desagradable, pero es vital. Si estás atrapado en
el pecado sexual es vital para ti, ya que nunca conocerás la paz y el gozo duraderos mientras la

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lujuria drene tu vida. Es vital para ti como amigo, porque el pecado sexual está alcanzando
proporciones epidémicas en nuestra cultura y debe ser abordado directamente si queremos
servir de manera relevante.

«Si predicas el evangelio en todos los aspectos, con excepción de los asuntos de
actualidad, no estás predicando el evangelio en absoluto.» Martin Luther citado por Tim
Chester en Closing the Window, p. 10 (traducido como «Cerrando la ventana»)

Es incómodo hablar de sexo, especialmente cuando hay culpa. Incluso es incómodo leer sobre
sexo cuando éste tiene que ver con el pecado. Pensar en confesar un pecado sexual puede ser
tan doloroso y repulsivo, como divertido y atractivo es el sexo. La fuerza que te atrajo al pecado
sexual, intentará alejarte de este estudio con la misma intensidad. Satanás, el que busca destruir
tu vida y tus relaciones (1 Pedro 5: 8), quiere que cometas pecado y quiere mantenerte alejado
de este manual y de cualquier relación sincera de consejería.

Cuando estereotipamos a quienes luchan contra la lujuria, se dificulta hablar del pecado sexual.
Las personas que admiten sus luchas con el pecado sexual, sienten que es similar a confesar que
son pedófilos, inadaptados sociales o que son un peligro para la sociedad. Nuestro objetivo con
estos materiales es hablar sobre los peligros reales del pecado sexual sin reforzar estos
estereotipos.

«Los adictos al sexo, sin embargo, no se ajustan a los estereotipos populares. Por lo
demás, son gentiles y amables. Se preocupan profundamente por los demás. Para los
demás miembros de la iglesia, parecen ser cristianos ideales.» Mark Laaser en Cómo
sanar las heridas de la adicción sexual

Ejercicio: Detente y ora. Este será un ejercicio crucial cada vez que sientas la tentación de huir de
la luz de la gracia de Dios para ocultarte en la falsa protección del pecado y la clandestinidad.
Detente y ora cada vez que quieras dejar este estudio prematuramente. Detente y ora cada vez
que reacciones a este material con una actitud defensiva o con excusas. La oración es una
expresión de fe y es la comprensión de que eres incapaz de completar este viaje sin Dios. Utiliza
la primera parte de «La oración del evangelio» (se proporciona a continuación) para guiar tu
oración durante los momentos en que la vergüenza te tiente a desesperarte, esconderte o
detenerte.

«En Cristo, no hay nada que pueda hacer para que Tú me ames más, y nada de lo que he
hecho hace que Tú me ames menos.» J.D. Greear en Evangelio: recuperando el poder que
hizo al cristianismo revolucionario

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Evaluando tu nivel de motivación

«Dejar de fumar es fácil. Lo he hecho un par de docenas de veces», la frase capta bien el patrón
de intentar cambiar cualquier comportamiento no deseado pero agradable. Quieres, pero no lo
haces. Estás motivado, pero no lo estás. Crees que deberías, pero deseas que la gente te deje en
paz. Esta mentalidad se llama "ambivalencia" ̶ sentir dos emociones contradictorias acerca del
mismo tema. Incluso si no sabías qué es la ambivalencia, eres bueno en eso.

Lee Santiago 1: 5-8. Este es a menudo un pasaje de culpa. Lo lees y piensas: «Si se aplica a mí,
debería tener mucho miedo, porque suena muy mal». Comienza con el versículo cinco y fíjate
que el pasaje comienza presentando a Dios como generoso. Dios no está molesto por suplir lo
que necesitas en tus momentos de doble ánimo, hay esperanza para ti aunque tu deseo de
cambiar sea inconstante (v. 6). Dios es un caballero, no te transformará en contra de tu voluntad
(v. 7). Pero Dios también es amoroso y te advierte de los peligros que existen en tu inconsistencia.
En esta etapa de tu viaje, te sientes cómodo al admitir que Dios ya sabe lo que está pasando, y
por eso tienes esperanza, porque sabes que Dios no se sorprende, incluso si a ti te sorprende
admitir lo mal que se han puesto las cosas. La esperanza comienza justo donde tú estás y Dios
siempre te alcanzará ahí.

Necesitas identificar esta tendencia lo más pronto posible en tu jornada, pues si no, este intento
no será más que la última edición de tus buenas intenciones. No te avergüences de que tus
motivaciones estén en conflicto. Dios ya lo sabe y aun así quiere ayudarte. Las únicas personas a
las que puedes mentir son a ti mismo y a aquellos que te aman. En esta sección verás cinco niveles
de motivación de Carlo DiClemente en Addictions and Change (traducido como «Adicciones y
cambio». Sólo el texto en negritas). En los paréntesis vamos a explicar cómo estos se
correlacionan con los nueve pasos de este estudio.

1. Pre-Contemplación (antes de empezar): Esta es la etapa en la que no prevés hacer ningún


cambio en el futuro previsible porque no crees que sea necesario. Probablemente te molestas y
te ofendes si alguien sugiere que cambies. Cambiar no está en tu radar y te resistes a ello.

2. Contemplación (Paso 1): Ahora estás empezando a creer que el cambio podría ser beneficioso
y te preguntas cómo podría ser el proceso. Estás tratando de decidir si el cambio es posible y si
vale la pena. Quieres saber qué se necesita y si estos sacrificios producirán una vida más
satisfactoria.

3. Preparación (Pasos 2-4): En esta fase tu consideración se vuelve más concreta. Recopilas la
información necesaria para promulgar un plan eficaz y sostenible. Evalúas los obstáculos, tanto
de logística (externos) como motivacionales (internos). Empiezas a enlistar a la gente que
caminará junto contigo.

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4. Acción (Pasos 5-7): En este momento los planes cobran vida; las ideas se convierten en
opciones. Has progresado y has navegado más allá de los contratiempos. Has tenido éxitos y
fracasos, pero la trayectoria de tu viaje continúa hacia adelante. Las técnicas se convierten en
hábitos y los hábitos se convierten en un estilo de vida. Los roles que antes estaban llenos de
lujuria y mentira, ahora están llenos de maneras más saludables y satisfactorias de guiar tu vida.

5. Mantenimiento (Pasos 8-9): Adoptas un nuevo estilo de vida. Tus emociones y patrones de
pensamiento se ajustan a este nuevo estilo de vida. La lujuria ya no es una válvula de escape
aceptable. En esta etapa comienzas a restaurar las relaciones y a perseguir los intereses que
fueron dañados o imposibilitados por tu pecado sexual.

Ejercicio: De los cinco puntos anteriores (niveles), escoge aquel que describe el momento de tu
motivación y junto a él escribe: «hoy». En el margen escribe fechas o eventos significativos que
te vinieron a la mente cuando leíste cada descripción. Lo más probable es que éste no sea tu
primer intento en este viaje. Reconocer dónde comenzarás a cubrir nuevos terrenos
motivacionales es importante. Comienza ahora a darte cuenta de que cada retroceso es una
oportunidad para aprender. No hay vergüenza en caer; sólo en renunciar.

«La motivación para el cambio ocurre cuando las personas perciben una discrepancia
entre dónde están y dónde quieren estar (p. 8).» William Miller, et al en Motivational
Enhancement Therapy Manual (traducido como Manual de terapia para mejora
motivacional)

Evaluación del Pecado Sexual


Instrucciones: Lee las siguientes declaraciones descriptivas. Al leerlas piensa en tu experiencia
total con el pecado sexual y no sólo pienses en dónde te encuentras ahora. El propósito de esta
evaluación es brindar una imagen completa de lo que debes cambiar. Cualquier respuesta
deshonesta en esta evaluación, afectará tu capacidad para superar el pecado sexual y tener
relaciones reales y saludables. Marca la letra que mejor se ajuste a tu forma de responder:
(N) Casi Nunca, (R) Rara Vez, (A) Algunas Veces (F) Frecuentemente o (S) Casi Siempre
Al completar esta evaluación, es importante tener en cuenta que «sexual» o «atractivo» no tiene
por qué significar visual. Estas palabras están destinadas a llevar la connotación más amplia de la
palabra «íntimo». Esto implica tanto cercanía como excitación.

1. Clasifico a las personas según su atractivo o según N R A F S


mis cualidades románticas preferidas.
2. Ignoro o pienso menos en las personas que N R A F S
encuentro poco atractivas o poco interesantes.

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3. Comparo al hombre o la mujer de una pareja para N R A F S
ver quién es más guapo, más inteligente, más capaz
o de mejor clase social.
4. Echo más de un vistazo a una persona atractiva N R A F S
que no es mi cónyuge.
5. Tengo características preferidas que observo, N R A F S
comparo y califico en otras personas.
6. Digo o participo en humor que tiene N R A F S
connotaciones sexuales.
7. Busco lugares y momentos para captar detalles N R A F S
reveladores debajo de la ropa de los demás.
8. No aparto la vista de los anuncios o comerciales N R A F S
sexuales.
9. Hago todo lo posible por estar cerca de personas N R A F S
que encuentro atractivas o estimulantes de una
manera romántica.
10. Después de una conversación, me pregunto si N R A F S
las personas se interesan de una manera romántica
en mí.
11. Me abstraigo con los pensamientos sexuales o N R A F S
las narrativas románticas hechas por mí mismo.
12. Fantaseo con las formas en las que podría N R A F S
volverme más deseable para los demás.
13. Me pongo en lugar de los personajes de las N R A F S
tramas románticas de los libros, las películas o la
pornografía.
14. A menudo me decepcionan las relaciones reales. N R A F S
15. Utilizo la fantasía romántica como una forma de N R A F S
escapar de situaciones estresantes.
16. Me masturbo. N R A F S
17. Busco artículos e imágenes sexualmente N R A F S
excitantes en internet o materiales impresos.
18. Busco imágenes excitantes que no sean N R A F S
desnudos en revistas o materiales impresos.
19. Visito sitios web por su contenido sexual, N R A F S
aunque no sean abiertamente eróticos, ni exhiban
desnudos.
20. Navego por sitios web y redes sociales en busca N R A F S
de imágenes o conversaciones excitantes.
21. Guardo una reserva de imágenes o historias con N R A F S
las que puedo complacerme a mí mismo.
22. Visito sitios web con imágenes de desnudos y/o N R A F S
historias sexuales.

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23. Visito sitios web sexuales porque son mis N R A F S
preferidos y me mantengo al día con su contenido.
24. Visito clubes de desnudistas, librerías o salas de N R A F S
cine para adultos.
25. He desarrollado una preferencia por tipos N R A F S
específicos de contenido o historias sexuales.
26. Puedo nombrar varias estrellas porno o N R A F S
escritores de historias románticas.
27. He contraído un virus en mi computadora al N R A F S
visitar sitios web pornográficos.
28. Chateo en línea sobre sexo con personas que no N R A F S
conozco.
29. Llamo a números telefónicos de paga para tener N R A F S
conversaciones sexuales.
30. He publicado mi información personal en sitios N R A F S
web de citas.
31. Comparto las luchas de mi matrimonio con una N R A F S
persona del sexo opuesto.
32. No le cuento a mi cónyuge sobre conversaciones N R A F S
con mi amigo(a) del sexo opuesto.
33. Estoy más interesado en hablar con mi amigo(a) N R A F S
que con mi cónyuge.
34. Pienso más en las conversaciones con mi N R A F S
amigo(a) que con mi cónyuge.
35. Creo que mi amigo(a) me comprende mejor o N R A F S
me juzga menos que mi cónyuge.
36. Le doy obsequios a mi amigo(a) o le sirvo de una N R A F S
manera que no lo hago con otros amigos.
37. Tengo canales de comunicación privados con mi N R A F S
amigo(a) que son desconocidos para mi cónyuge.
38. Las conversaciones con mi amigo(a) son para N R A F S
coquetear y tienen connotaciones sexuales.
39. Le digo a mi amigo(a) lo mucho que disfruto N R A F S
hablando y estando con él/ella.
40. Le tomo la mano, le doy abrazos apretados o N R A F S
beso a mi amigo(a).
41. He tocado la cara, las piernas, el pecho o los N R A F S
genitales de mi amigo(a).
42. He tenido conversaciones sexualmente explícitas N R A F S
con mi amigo(a) relacionadas con la masturbación.
43. Busco oportunidades para tocar a los demás «sin N R A F S
darme cuenta» para excitarme.
44. Busco oportunidades para ver a otros desnudos N R A F S
sin que se den cuenta.

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45. Me excita la idea de que otros me vean N R A F S
desnudo(a).
46. He tenido un encuentro sexual único con alguien N R A F S
que no es mi cónyuge.
47. He tenido sexo una sola ocasión con muchas N R A F S
personas diferentes.
48. He pagado por tener sexo con una prostituta. N R A F S
49. He asistido intencionalmente a eventos o N R A F S
lugares en busca de sexo.
50. Le he propuesto a alguien tener relaciones N R A F S
sexuales y he sido rechazado.
51. He puesto mi información personal en un sitio N R A F S
web en busca de una pareja sexual.
52. Estoy en una relación sexualmente activa con N R A F S
alguien que no es mi cónyuge.
53. Estoy ocultando los gastos en los que incurro al N R A F S
mantener esta relación.
54. Me estoy alejando de amigos que desaprobarían N R A F S
mi adulterio.
55. El sexo en la relación adúltera es una expresión N R A F S
de afecto genuino.
56. Reconozco lo que estoy arriesgando a causa de N R A F S
mi cómplice de adulterio y sigo haciéndolo.
57. Le digo abiertamente «te amo» a mi cómplice de N R A F S
adulterio.
58. Uno o ambos hemos hablado de dejar a N R A F S
nuestros cónyuges el uno por el otro.
59. Estoy resentido con mi cónyuge por ser la razón N R A F S
por la que no estoy con mi cómplice de adulterio.
60. He investigado la posibilidad del divorcio. N R A F S
61. He pensado en cuándo y cómo decirle a mi N R A F S
cónyuge o hijos que me voy.
62. Siento más tristeza que culpabilidad cuando N R A F S
tengo que dejar a mi cómplice de adulterio.
63. Siento que pertenezco más a mi cómplice de N R A F S
adulterio que a mi cónyuge.
64. He obligado a otro adulto a tener relaciones N R A F S
sexuales contra su voluntad.
65. He tocado o incitado a un menor a tocarme N R A F S
sexualmente.
66. Como adulto, he tenido relaciones sexuales con N R A F S
un menor o he visto pornografía infantil.
67. Lucho con la atracción por personas del mismo N R A F S
sexo.

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Clave para la puntuación de la evaluación: Date un punto para una respuesta "A", dos puntos
para una respuesta "F" y tres puntos para una respuesta "S". Si tu puntuación total coincide con
el número total de preguntas, esa es un área de preocupación en tu vida. Si tu puntuación
duplica el número total de preguntas, esa es una preocupación significativa en tu vida. Si tu
puntuación total es más del doble del número total de preguntas, esa área debe considerarse
una lucha que domina tu vida.

Otras áreas de evaluación: la escala N-R-A-F-S se centra principalmente en el tipo o la


frecuencia de la lucha, por lo que debajo de la descripción de cada aspecto de la lujuria,
también habrá preguntas que analizan otras formas (además del tipo y la frecuencia del
pecado) para evaluar la gravedad de la lucha.

El ascenso de esta evaluación comienza con cosificar a las personas, y evoluciona a lujuria
visual pública, narrativa privada de lujuria, pornografía suave, pornografía en su máxima
expresión, interacción con una persona real y anónima, amorío emocional sin contacto,
contacto sexual sin coito, amorío de una sola ocasión, amorío en una relación, amorío en
unión libre, actividad sexual ilegal y atracción por personas del mismo sexo (como
discutiremos más adelante, a menudo la atracción por personas del mismo sexo se trata
más de identidad que de lujuria, y si ese es tu caso, te recomendaremos otros recursos para
ayudarte a procesar esta experiencia de una manera que honra a Dios). Sin embargo, este
ascenso no está hecho para presuponer que este es el ciclo de desarrollo del pecado
sexual.

Existe adulterio que no ha iniciado con la pornografía. La pornografía no conduce


necesariamente al adulterio. El propósito del ascenso es proporcionar el fundamento de
por qué Jesús enseñó que mirar a alguien con intención lujuriosa es una forma de o una
semilla para el adulterio. Si bien el ascenso no es una pendiente resbaladiza inevitable, la
lectura de las descripciones del trayecto completo hacia la depravación lujuriosa debería
ayudarte a entender tu pecado. La Figura 1 proporciona una imagen de los pequeños pasos
entre la lujuria y el adulterio.

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L
1. Cosificar a una persona: Reducir a las personas a un determinado conjunto de
características atractivas y medir su valor en función de cuánto te agradan.
u 2. Lujuria visual pública: Usar la cosificación anterior como un sistema de puntuación y
recrearse con personas reales.
j 3. Narrativa privada de lujuria: Permitir que el sistema de puntuación se convierta en una
historia en la que interactúas con alguien en tu imaginación.
u 4. Pornografía suave: Uso de medios impresos, televisión o internet para tener más

r
opciones, pero sin objetos de lujuria o imaginación que se encuentren desnudos.
5. Pornografía en su máxima expresión: Búsqueda de imágenes y videos de desnudos en
i internet u otros medios y permitir que la imaginación sea expandida por narradores
profesionales. La frecuencia, duración y la perversión de esta actividad puede variar.
a 6. Interacción con una persona real y anónima: El otro participante de la historia
se convierte en una persona real con una voz real y un libre albedrío. Ejemplos de estos
casos pueden ser: llamadas a números telefónicos de paga para tener conversaciones
a sexuales, salas de conversación provocativa en línea, clubes de desnudistas o envío de
contenido erótico o pornográfico por medio de teléfonos móviles (sexting).
A 7. Relación emocional con una persona conocida, sin contacto: La otra persona no es un
desconocido, tiene un nombre, un rostro y una historia. Además, esta persona sabe que
d tú tienes un nombre, un rostro y una historia.
8. Relación emocional con contacto, sin coito: Este es probablemente el elemento más
u raro de la lista, aunque existe. Esta es una relación con una persona real donde hay

l besos, roces, caricias y otros afectos ajenos al coito.


9. Amorío de una sola ocasión: Ahora se ha cruzado la barrera del coito, pero (como en
t el caso de una prostituta o una aventura en un viaje de negocios cuando estabas
borracho) la conexión relacional es superficial.
e 10. Amorío en una relación con compromiso: En términos de amenaza conyugal, la
aventura sexual es un elemento secundario al «amor profundo» entre el cónyuge y su
r cómplice de adulterio. El sexo no es una mera expresión de pasión, sino también de

i devoción.
11. Amorío en unión libre/cónyuge que abandona: El cónyuge fiel no toma la decisión
o sobre el divorcio. El cónyuge infiel es la parte activa que busca disolver el matrimonio
para estar con su cómplice de adulterio.
________________________________________________________________
Figura 1: Ejemplo de la Evolución de la Lujuria al Adulterio

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Lee Mateo 5: 21-30. En este pasaje, Jesús trata dos temas ̶ la ira y la lujuria ̶ de la misma
manera: identifica el problema del corazón, advierte contra el pecado y pide una acción
radical incluso a un gran costo personal. Si crees que un simple enojo no es razón suficiente
para que una persona sea encarcelada o sufra la pena de muerte, tienes razón, pero
también estás perdiendo el punto central. Jesús te advierte que no defiendas la opinión
pública. Jesús te está diciendo: «Toma las medidas necesarias para eliminar la lujuria de tu
vida. A menos que tu excusa tenga una mayor consecuencia que perder un ojo o una mano,
es sólo eso ̶ una excusa». No permitas que en tu vida persista un patrón de
comportamiento destructivo que lastimará a tus seres queridos. La advertencia de Jesús
para ti está motivada por el amor, no por la ira.

Preguntas 1-3: (Total: _____ en 3 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través


de cosificar a las personas. Una persona es más que un cuerpo. Una persona es
más que una fuente de placer físico y emocional. La lujuria comienza cuando quitas
el alma o la singularidad de una persona y sólo piensas en disfrutarla. Cuando
haces esto, se pierde la posibilidad de una relación auténtica.

¿Qué aspectos de una persona (cuerpo, personalidad, carácter) valoras más (o le


das una calificación)? ¿Cómo esto te ha llevado a relaciones no saludables o
decisiones imprudentes? ¿Cómo esto te ha llevado al aislamiento o a la
inseguridad?

Preguntas 4-9: (Total: _____ en 6 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través


de la lujuria visual pública. La lujuria visual es cuando tu criterio de
cosificación se convierte en el lente con el que ves el mundo. No se trata tanto de
lo que haces (mirar fijamente a alguien, comiéndotelo con los ojos), sino de la
manera en que evalúas la vida. La lujuria comienza a definir palabras como bueno,
excitante, deseable, e incluso decide si algo vale la pena.

¿Qué valores transmite lo que llama tu atención a aquellos a quienes amas y guías?
¿Qué honras, alabas, ridiculizas o a qué le faltas al respeto debido a la influencia de
tu lujuria?

Preguntas 10-15: (Total: _____ en 6 preguntas)

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Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través
de la narrativa privada de lujuria. La historia (ser fuerte, ser perseguido, escapar,
ser rescatado, etc…) puede ser más tóxica que lo visual. Es por ello, que las películas
románticas y la pornografía utilizan estos temas en el desarrollo de su trama.

¿Qué narrativas excitan más tus deseos? ¿Al darle vueltas a estas narrativas
aumenta tu insatisfacción con la vida real y las personas reales? ¿Cómo?

Preguntas 16-21: (Total: _____ en 6 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través


de la pornografía suave. Los ideales poco realistas parecen ser más realistas,
razonables y merecidos a través de las imágenes sin desnudos o las historias no
eróticas, además de que de esa manera, la culpa no interfiere en tus emociones.

¿Cuáles son tus fuentes de historias o imágenes de pornografía suave? ¿Cómo te


has convencido de que no son tan malas y les has permitido que sostengan
otras expresiones de lujuria en tu vida?

Preguntas 22-27: (Total: _____ en 6 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través


de la pornografía en su máxima expresión. Tanto los actores como los
narradores profesionales están involucrados en dar vida a tus fantasías románticas
o sexuales. Esto expande tu imaginación basada en la lujuria y añade la sensación
de que eres un conocedor de algo excelente y refinado, en vez de sentirte
como un participante de algo vil que debe ser destruido.

¿Cuántas horas a la semana pasas viendo pornografía? ¿Qué situaciones de la vida


han sido altamente sexualizadas en tu imaginación a través de la exposición a la
pornografía? ¿Estás tratando de presionar a tu cónyuge para que actúe, se vista o
hable como lo que ves en la pornografía?

Preguntas 28-30: (Total: _____ en 3 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través


de la interacción con una persona real y anónima. El objeto de la lujuria (que no

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es visto como una persona real con alma) tiene una mente y una voluntad propias.
Esta otra persona también tiene interés en complacerte, ya sea porque tendrá un
beneficio económico o porque está buscando compañía, pero finalmente no es una
escena pregrabada y, por lo tanto, da la impresión de ser una relación verdadera.

¿Cuánto dinero gastas al mes en esta charla sexual? ¿Cuántas horas dedicas a la
semana a estas charlas sexuales? ¿Disfrutas la charla sexual o más bien acudes a
fuentes anónimas para sentir la libertad de tener una conversación «normal»?

Preguntas 31-39: (Total: _____ en 9 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través


de una relación emocional con una persona conocida, sin contacto. La lujuria en
este caso está más relacionada con la persona que con su cuerpo, pero todavía estás
persiguiendo algo que no es tuyo (Éxodo 20:17, 1 Corintios 7: 4) y, por lo tanto,
estás descontento con Dios y pecas contra tu pacto matrimonial. Si alguien te
confronta y te dice que des por terminado este pecado, sientes que te está
traicionando.

«Si eres el infiel... aunque hayas estado en el asiento del conductor al iniciar
el amorío, en esta etapa ya estás en el asiento del pasajero (p. 117).» Dave
Carder en Torn Asunder (traducido como «Roto en pedazos»)

¿Cuántas decisiones tomas al día pensando conscientemente en tu «amigo(a)» (qué te


pondrás, cómo vas a organizar tu horario)? ¿Qué relaciones sociales se están volviendo
tensas o distantes debido a este asunto emocional?

Preguntas 40-45: (Total: _____ en 6 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través


de la relación emocional con contacto, sin coito. Esta categoría contiene tanto el
amorío sexual creciente, como el toque «accidental» pero intencional para
conseguir placer sexual. En ambos casos, el pecado sexual se vuelve más atrevido
y se toman más riesgos para encontrar su cumplimiento. El riesgo suma a la
estimulación del pecado sexual y se convierte en un estándar falso por el cual se
miden las relaciones reales y el coito.

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¿Qué riesgos sociales estás asumiendo ahora, que anteriormente te hubieran
asustado? ¿Qué líneas has cruzado que antes considerabas absolutamente
incorrectas?

Preguntas 46-51: (Total: _____ en 6 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través


de un amorío de una sola vez. Para ti ya no existe un límite (aunque pretendes no
cruzarlo). La pregunta ahora es: ¿cuánto tiempo ocultarás tu pecado y qué tanto
permitirás que se desarrolle esa relación extramarital?

¿Qué aspectos de tu estilo de vida contribuyeron a que tuvieras la libertad de tener


un amorío sin que te descubrieran? ¿Estás dispuesto a poner a tu cónyuge (o
futuro cónyuge) en riesgo de contraer una ETS por no querer hacerte una prueba
que pondría en evidencia tu pecado?

Preguntas 52-57: (Total: _____ en 6 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través


de un amorío en una relación con compromiso. El sexo ahora significa algo para ti.
Ya no puedes esconderte detrás de la mentira «es solo sexo» (que nunca fue
cierto). Dar por terminado el pecado requiere una «conclusión» (una palabra
amable para la reincidencia).

¿De qué manera tu cómplice de adulterio se ha convertido en el estándar con el


cual mides a tu cónyuge? ¿Qué criticas en tu cónyuge y elogias en tu cómplice de
adulterio con el objetivo de justificar tus acciones?

Preguntas 58-63: (Total: _____ en 6 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través


de un amorío en unión libre/cónyuge que abandona. Ya estás pensando en cómo
decirle la verdad a tu cónyuge y te preguntas si lo aceptará; estás tratando de
averiguar cómo decirle que se acabó y preguntándote cómo será tu nueva vida.

¿Consideras que tu felicidad es más importante que el bienestar de cualquier otra


persona en tu vida? ¿Crees la mentira de que nadie en tu vida puede ser feliz a

17
menos que tú lo seas? Esa mentalidad también destruye las historias de «felices
para siempre» que te estés contando en esta nueva relación.

Preguntas 64 a 66: (Total: _____ en 3 preguntas)

Este conjunto de declaraciones describe el pecado sexual que se expresa a través


del pecado sexual ilegal. Tu felicidad es lo único que importa. La otra persona ya no
tiene que ser un participante voluntario o capaz de consentir a tu placer. Todo se
trata de ti y tus deseos te están destruyendo a ti y a cualquiera que tengas en tus
manos.

Por más difícil que sea escucharlo, necesitas saber que (a) puedes entregarte y
recibir la misericordia que se le da a un transgresor sexual confeso o (b) puedes
esperar, destruir más vidas y enfrentar mayores consecuencias. Hay perdón y
esperanza, pero para cambiar, necesitas admitir tus acciones ante aquellos a los
que Dios ha dado autoridad civil para proteger a los inocentes. Necesitas hablar
inmediatamente con tu consejero, pastor u otro amigo maduro acerca de lo que
debes hacer y por qué. Ellos pueden ser una fuente de responsabilidad y apoyo a
medida que das este difícil paso.

Preguntas 67: (Total: _____ en 1 pregunta)

Esta declaración describe el pecado sexual que se expresa a través de la atracción


hacia el mismo sexo. Hay momentos en los que la atracción por personas del mismo
sexo es el resultado del aumento de un apetito sexual perverso, pero también
puede tener su origen en muchos otros factores. Si puedes ver que tu atracción por
el mismo sexo ha surgido de un creciente apetito sexual pecaminoso, este estudio
te beneficiará. Si no es así, se recomienda que consideres buscar asesoramiento
cristiano u otros recursos de ayuda (en inglés: sexualidentityinstitute.org).

¿Se desarrolló tu atracción por el mismo sexo a medida que buscabas experiencias
más intensas y diversas de placer sexual o cuando estabas expuesto a la pornografía
homosexual en un estado ya excitado y espiritualmente comprometido? Si no,
considera los recursos de Sexual Identity Institute (traducido como Instituto de
Identidad Sexual. El enlace de su página web se citó en el párrafo anterior).

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Pregunta: ¿Soy adicto al sexo? ¿Es eso algo real? ¿Eso haría que mi actividad sexual no fuera
pecaminosa? La dinámica relacional del pecado sexual complica la visión tradicional de la
adicción, incluso si se adhiere a un modelo de enfermedad. Muchos de los libros a los que
se hace referencia en este estudio usan el lenguaje de la adicción (hacemos referencia a
estos libros porque tienen información valiosa sobre la descripción y evaluación de las
luchas por el pecado sexual). Los materiales de Falso Amor utilizan el término adicción para
referirse a una vida dominada por la lucha con el pecado, pero no creas que todos los
pecados sexuales tratados en este estudio necesariamente significan que eres un adicto. Si
te preguntas si tu pecado sexual tiene una cualidad adictiva, responde las siguientes
preguntas. Cuantos más elementos marques con un «sí», más dominante es tu pecado
sexual.

Sí No Fracasas repetidamente en resistir tus impulsos sexuales.


Sí No La cantidad de tiempo y el grado de ofensa de tu pecado sexual
va en aumento.
Sí No Tus esfuerzos para detener, reducir o controlar tu pecado
sexual son infructuosos.
Sí No Pasas una cantidad significativa de tiempo obteniendo sexo o
excitación.
Sí No Estás absorto por el sexo, el comportamiento sexual, el humor sexual
o la planificación para el próximo episodio de excitación.
Sí No Participas en un comportamiento sexual aun cuando interfiere con
tu trabajo, escuela, hogar o expectativas sociales.
Sí No Continúas con tu comportamiento sexual aun cuando tiene un
impacto negativo en tu matrimonio, en la sociedad y en tu vida
emocional o espiritual.
Sí No Necesitas aumentar la intensidad, la frecuencia, la depravación o
el riesgo para obtener el efecto deseado.
Sí No Sacrificas salidas sociales, recreativas u otras salidas saludables para
la liberación o relación sexual.
Sí No Experimentas angustia, ansiedad, inquietud o irritabilidad si no
puedes participar en un comportamiento sexual.

Ambos: Lujuria y mentira


La lujuria y la mentira van juntas, como si fueran dos caras de la misma moneda. Ambas
implican vivir en un mundo de fantasía (realidad artificial) o de tu propia creación, el cual tiene
el fin de satisfacer tu propio interés y adaptarse a tus deseos específicos. Si alguna vez quieres
romper con la lujuria, entonces también debes admitir y superar el inevitable pecado que la
19
acompaña: la mentira.
«Estaba empezando a darme cuenta de que mis problemas no eran sólo sexuales,
sino que giraban en torno a un estilo de vida de mentiras y engaños. Hasta ese
momento, si me hubieran preguntado si era un mentiroso, me habría ofendido y
habría respondido con un rotundo no. Lamentablemente, habría creído que estaba
diciendo la verdad (p. 29).» Earl y Sandy Wilson, et al en Restoring the Fallen
(traducido como «Restaurando al caído»)
Lee Números 32:23, Proverbios 15: 3, Job 34:21, Lucas 8:17 y Hebreos 4:13. Es probable que
ya hayas experimentado la verdad de estos versículos. Mientes porque crees que puedes
controlar la verdad dentro de las historias que cuentas, así como la información que das o no
das. Crees que eres más grande que la verdad, en vez de creer que la verdad es la realidad en
la que vives. No puedes controlar la verdad más de lo que puedes controlar el viento. Al leer
esta sección sobre la mentira, recuerda continuamente que la honestidad no es opcional, sólo
puedes elegir el deseo y el momento oportuno para ser honesto. La verdad será conocida. La
única pregunta es si tu carácter crecerá a medida que lo revelas o si vivirás en el miedo y la
oscuridad hasta que la luz invada tu vida contra tu voluntad y para tu vergüenza. Haz una pausa
y ora nuevamente para tener el valor de ser honesto, porque decir la verdad y la pureza sexual
también son dos caras de la misma moneda. ¡Sólo podrás ser puro si eres honesto!
Tipos de mentiras
El proceso del engaño comienza cuando acortas tanto tu definición de mentira que ninguno de
tus falsos comportamientos es técnicamente una mentira. Siempre que haya algún elemento
de verdad en tus palabras y la respuesta contenga alguna relevancia para la pregunta
formulada, entonces tratas de convencer a tu conciencia de que puede negarse a responder
preguntas para evitar incriminar a otras personas y tachas de irrazonables a aquellos que están
insatisfechos con tus respuestas incompletas y evasivas. Esa forma de pensar te dejará
atrapado para siempre en tu pecado y soledad.
¿Qué es decir la verdad? La honestidad es vivir sin secretos. La honestidad es correr el riesgo
de que te conozcan, en vez de correr el riesgo de salirte con la tuya. La honestidad es poder
mirar a los ojos a alguien que te ama y poder decir: «tú me conoces». La honestidad es ser la
misma persona todo el tiempo y con toda la gente. La honestidad es la libertad que tratas de
encontrar en tu pecado.
«Si dices la verdad, no tienes que recordar nada.» Mark Twain citado por Lou Priolo en
Deception (traducido como «Engaño»)
Vamos a definir doce tipos diferentes de mentiras (modificados y ampliados del folleto
Deception: Letting Go of Lying de Lou Priolo (traducido como «Engaño: Dejar ir la mentira»);
sólo el texto en negrita). Mientras lees la lista, reflexiona en lugar de debatir los tecnicismos.
Por el momento, rehúsa concederte a ti mismo el beneficio de la duda. Si es cuestionable, es
engañoso. Empieza a amar a Dios y a los demás, más de lo que te amas y auto proteges a ti
mismo.
«A menudo, el que ha caído es una persona poderosa que es capaz de intimidar a

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quienes lo rodean y de presentar de manera convincente una visión distorsionada de
la realidad, tratando de imponerla a los demás (p. 36)… Guardar el secreto permite a
la persona perpetuar patrones pecaminosos. También facilita la negación del pecador
sobre el alcance total del pecado y su impacto (p. 75).» Earl y Sandy Wilson, et al en
Restoring the Fallen (traducido como «Restaurando al caído»)
Si al leer la lista comienzas a sentir que no puedes decir nada sin que se considere una
mentira, entonces permite que ese pensamiento te dé seriedad y te prepare para el
segundo paso de este seminario: «Reconocer la amplitud y el impacto de mi pecado».
1. Cambiar los hechos: Este es el título bajo el cual se incluyen todas las mentiras activas.
Aquí la historia es cierta, pero se cambian las piezas clave de la historia. Ejemplo ̶ decir
que estabas trabajando en los impuestos cuando en realidad mirabas pornografía o decir
que estabas hablando con tu jefe por teléfono cuando lo que estabas haciendo era hablar
con tu cómplice de adulterio. El hecho de que tus mentiras estén dentro de una historia
real y sean difíciles de verificar da la falsa impresión de que podrás controlar la evolución
de tus mentiras.
¿Cómo has mentido sobre tu pecado sexual al cambiar los hechos?
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2. Omitir hechos: Este es el título bajo el cual se incluyen todas las mentiras pasivas. Aquí la
historia es cierta, pero hay lugares oscuros en la historia. Ejemplo ̶ contar lo que hiciste
todo el día, excepto los 45 minutos que te reuniste con tu cómplice de adulterio, o contar
el trabajo que realizaste en la computadora, excepto el tiempo que estuviste viendo
pornografía. A menudo, las personas que omiten hechos se ponen a la defensiva cuando
se les llama mentirosos, pero la omisión de hechos conocidos e importantes es mentira.
¿Cómo has mentido acerca de tu pecado sexual al omitir hechos?
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3. Hechos falsos: Esto va un paso más allá de cambiar los hechos. Implica inventar un
escenario completo y está a un paso de caer en una doble vida (tipo de mentira #5).
Ejemplo ̶ mientras explicas por qué no llegaste a casa cuando te esperaban, inventas un
accidente de tráfico que te retrasó una hora. Para explicar el virus o las ventanas
emergentes en la computadora, inventas una historia sobre cómo dejaste que tu
compañero de trabajo tomara prestada tu computadora portátil. Es difícil que este tipo
de mentiras tengan una conclusión exitosa y además, se requieren esfuerzos muy
elaborados para respaldar estos hechos falsos.
¿Cómo has mentido acerca de tu pecado sexual con hechos falsos?
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4. Emociones falsas: Ahora tienes que interpretar un papel. Si tus mentiras tienen que pasar
como verdades, entonces necesitas respaldarlas con ciertas emociones. Si vas a seguir

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siendo libre, debes convertirte en actor («el papel» requiere mentir cuando el «público»
no sabe que está viendo un «espectáculo»). Tim Chester y Steve Gallagher dan ejemplos
comunes de cómo se ven este tipo de mentiras.

«El secreto que le ocultas a tu esposa creará una barrera en tu relación. Puedes
criticarla para sentirte mejor acerca de tus propias deficiencias. Te alejarás de ella
para evitar cualquier posibilidad de exposición... En algunos casos, incluso puedes
pelear o encontrar fallas en tu esposa para justificar el uso de la pornografía (p. 24).»
Tim Chester en Closing the Window (traducido como «Cerrando la ventana»)
«El hombre que está siendo controlado por el pecado a menudo será demasiado
sensible a las críticas, llevando cada desaire imaginado fuera de proporciones.» Steve
Gallagher en En el altar de la idolatría sexual
¿Cómo has mentido acerca de tu pecado sexual con emociones falsas?
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5. Historia falsa: Los hechos falsos producen emociones falsas y juntos requieren una
historia falsa. Tus mentiras están comenzando a crear un mundo propio en el que podrían
ser ciertas. Estás obligado a intentar vivir entre estos dos mundos; la realidad no se
doblegará y tus mentiras no se pueden romper sin que te descubran. Tú y los que te
conocen están obligados a vivir entre estos dos mundos. Ejemplo ̶ lo que dices sobre la
naturaleza de tu trabajo, la rutina diaria, tus hábitos al gastar dinero y la actividad
informática, son cada vez más ficticios.
¿Cómo has mentido acerca de tu pecado sexual con una historia falsa?
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6. Minimizar: Tal vez seas «lo suficientemente inteligente» para no tomar la ruta falsa.
Todos pueden ver cómo eso inevitablemente estallaría en tu cara. La mejor ruta es no
cambiar los hechos, sino el significado de esos hechos. Ejemplo ̶ hablas de «sólo es
pornografía» o de «sólo somos amigos». O hablas de tu pecado sexual en un lenguaje
codificado, «sólo fue un desliz» o «tuve un mal día».
Minimizar es una de las formas más populares de mentir sobre el pecado sexual (a los
demás y a ti mismo). La siguiente es una lista de declaraciones que se usan para minimizar
el significado de los hechos. Está modificada y adaptada de las obras de Joshua Harris en
Ni Aun Se Nombre, Stephen Arterburn y Fred Stoeker en La batalla de cada hombre, Steve
Gallagher en En el altar de la idolatría sexual y Earl y Sandy Wilson , et al en Restoring the
Fallen (traducido como «Restaurando al caído»). Marca los que más usas para minimizar
o justificar tu pecado sexual.
o La lujuria no es gran cosa (Job 31: 11-12)
o Un poco de fantasías pecaminosas no harán daño (Romanos 8: 6, 13:14;

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Gálatas 6: 7-8)
o No es necesario tomar medidas radicales contra el pecado (Mateo 5:29-30; 2
Timoteo 2:22)
o A Dios no le importará un poco de inmoralidad sexual (Colosenses 3:5-6;
Efesios 5:3)
o Es mi cuerpo y puedo hacer lo que quiera con él (1 Corintios 6:18-20)
o No puedo controlar mi impulso sexual (I Tesalonicenses 4:3-6)
o Ver algunas imágenes pornográficas no me afectará (Proverbios 6:25-27;
Salmo 101:3)
o No experimentaré ninguna consecuencia por entregarme a mi lujuria
(Romanos 14:12; Hebreos 12:6; Santiago 1:15)
o La gente se sale con la suya cuando comete adulterio (Proverbios 5:3-11)
o Dios me está ocultando algo bueno (Salmo 84:10-12)
o El placer que promete la lujuria es mejor y más real que los deleites que Dios
ofrece (Salmo 16:11)
o Consumar mi lujuria me hará estar satisfecho (Lamentaciones 3:24-26;
Proverbios 19:23)
o Demasiada pureza me impedirá ver y disfrutar la belleza (Mateo 5:8; Salmo
11:7; Isaías 33:17)
o Si alguien se entera, serás el hazmerreír.
o La lujuria es imposible de dominar.
o Estás siendo muy legalista.
o Estoy caminando con Dios, sólo tengo este pequeño problema.
o Estoy pasando por un periodo difícil en mi vida en este momento, lograré salir
de esto.
o Dios entiende que soy un hombre y que tengo pasiones naturales.
o Merezco divertirme.
o Estoy cansado de lidiar con todo este dolor.
o Si ya no estoy enamorado, ¿para qué seguir honrando el matrimonio?
¿Cómo has mentido sobre tu pecado sexual al minimizar el significado de los hechos?
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7. Echarle la culpa a alguien o algo más: Tal vez aceptes los hechos y admitas la gravedad
del problema, pero mientes al evadir la responsabilidad. Dices: es cierto y está mal, pero
no es culpa mía.
«La verdad es que, antes de que una persona pueda superar el pecado habitual,
primero debe estar dispuesta a asumir la responsabilidad de sus propias
acciones.» Steve Gallagher en En el altar de la idolatría sexual
Hay varias estrategias comunes para mentir al echarle la culpa a alguien o algo más.
Marca los que usas más para explicar tu pecado sexual de una manera que te haga menos
responsable.
o Mi género/necesidades ̶ Este es el método común de atribución de culpa de la

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psicología popular que incluso es respaldado por muchos autores cristianos
conocidos. Ejemplo ̶ así es como los hombres/las mujeres son. Tenía que
liberarme. Tenía que llenar mi «tanque de amor» en alguna parte.

o Mi cónyuge ̶ Esto a menudo se empareja con el método de culpabilidad de las


necesidades mencionado en el punto anterior. El resumen de este método es: si
mi cónyuge me tratara de la manera en que quiero ser tratado, entonces no
pecaría. Transfieres a tu cónyuge la responsabilidad de honrar a Dios.

“El cónyuge infractor a veces le echa la culpa al cónyuge o a su matrimonio


deteriorado por haber tenido un amorío. Acompañarse de una manera
deficiente y no hacer el amor, hacen que una pareja sea más vulnerable,
pero todavía hay una opción. Si dejas las llaves en tu automóvil y alguien
se lo roba, sigue siendo culpa del ladrón. El adúltero eligió tener el
amorío.» Doug Rosenau en Una celebración del sexo

o Mi historia/personalidad ̶ El pecado sexual puede estar influenciado por una


historia de abuso sexual, sexualización temprana o factores de personalidad
como la compulsividad (tales factores se discutirán en el capítulo tres). Pero usar
estos factores como los culpables de tu pecado sexual, es una forma engañosa de
evadir tu responsabilidad.

o Manipulación, culpa y crítica a los demás ̶ Echarle la culpa a otros es una forma
de manipulación. Pocas personas quieren admitir esto, pero hasta que lo hagan,
los intentos de reconciliar su matrimonio (si están casados) se verán severamente
obstaculizados. Evadir la responsabilidad es el intento de transferir la culpa de
uno mismo a otra persona. Dentro de un matrimonio, esto casi siempre se hace
mediante la crítica, la condena o insinuando que tu cónyuge cree que es mejor
que tú.

o «Simplemente sucedió» ̶ No, no fue así. El pecado requiere un pecador, así como
la pesca requiere un pescador. Para muchos, esta es una forma atractiva de
echarle la culpa a alguien porque permite que todas las partes sean inocentes (sin
manipulación, culpa o crítica).

o «Fui seducido» ̶ Nos seducen porque queremos ser seducidos. La gente se deja
engañar por los esquemas de «hacerse rico rápidamente» porque quiere ser rico.
El vendedor puede ser bueno, pero las personas compran el producto porque
quieren el resultado final más de lo que creen en los principios de la Palabra de
Dios acerca de cómo lograrlo. En un matrimonio, esta táctica de trasladar la culpa
puede resultar atractiva porque te permite a ti y a tu cónyuge estar en el mismo
equipo contra la otra persona. El cómplice de adulterio fue igualmente culpable,
pero no fue el único culpable, y eso debe quedar muy claro para que ocurra una
restauración saludable.
¿Cómo has mentido acerca de tu pecado sexual al echarle la culpa a alguien o algo más?
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8. «No sé»: En una sala del tribunal es legal negarse a responder preguntas para evitar
incriminar a otras personas, pero hacerlo en la vida cotidiana, es un engaño. Ser
negligente al responder, no es una cláusula de excepción para omitir información
importante. «No sé» se usa a menudo como una forma de ganar tiempo mientras te
preparas para mentir de una mejor manera. «No sé» también se usa para que el que
pregunta quede como inoportuno y fastidioso y así su acción se convierta en el punto
central de la conversación.
¿Cómo has mentido acerca de tu pecado sexual al decir «no sé»?
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9. Plan oculto: Es un engaño premeditado. Ejemplo ̶ haces algo bueno por tu cónyuge para
sentirte menos culpable (sin tener que arrepentirte o cambiar) e (intencionalmente o no)
tu cónyuge se siente culpable por hablar acerca del pecado en tu vida. La autocompasión
es otra forma común de engaño por medio de una plan oculto. La esencia de la
autocompasión es castigarte a ti mismo por tu pecado en lugar de abrazar el
arrepentimiento y el cambio. El efecto es que tu dolor se convierte en un escudo de culpa
(para ti y para otros) contra la verdad y el arduo trabajo de cambio al que podrías
comprometerte.
¿Cómo has mentido sobre tu pecado sexual con un plan oculto?
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10. Verbalizar sospechas: Es un engaño leve mediante el contraataque. Cuando confrontan
tu pecado, atacas los pecados (reales o fabricados) del otro. Si no puedes probar tu caso,
intentas cambiar al enjuiciado. Ejemplo ̶ haces preguntas como: ¿Puedes decirme que
nunca te has sentido atraído por otra persona? o No te pregunto por tu tarjeta de crédito,
¿por qué me preguntas por la mía? ¿Puedo tener la contraseña de tus cuentas de correo
electrónico también?
¿Cómo has mentido acerca de tu pecado sexual al verbalizar sospechas?
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11. Calumnias: Es un engaño grave mediante el contraataque. Al usar calumnias para
contraatacar, no sólo estás mintiendo y cambiando de tema, sino que estás lastimando
emocionalmente a la persona que planteó la pregunta. El objetivo es intimidar al
interrogador para que no haga más preguntas y afirmar el papel del calumniador como
el único que realmente sabe la verdad sobre las cosas, fortaleciendo todas las demás

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mentiras dichas.
¿Cómo has mentido sobre tu pecado sexual al calumniar?
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12. Exageración: Es el engaño en extremo. A diferencia de las otras formas de mentira que
buscan empequeñecer u ocultar la verdad, la exageración hace que la verdad sea más
grande de lo que realmente es. La verdad siempre debe ser un amigo (incluso cuando
duele; Proverbios 27: 6), pero en este caso pasa de ser un enemigo a ser un arma.
Ejemplo ̶ uso de palabras como: siempre, nunca, solamente, sólo una vez, un millón de
veces, etc.
¿Cómo has mentido sobre tu pecado sexual al exagerar?
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Lee Eclesiastés 2: 1-11. El libro de Eclesiastés podría llamarse «El gran libro del primer paso».
En este libro, Salomón admite que intentó todo lo que había bajo el sol para encontrar
satisfacción y que, en última instancia, todo fue insatisfactorio. Uno de los mayores obstáculos
para admitir tu pecado es que crees que te vas a perder de la buena vida si lo haces, o que tu
pecado ha hecho que la buena vida sea inalcanzable, por lo que el pecado es la mejor opción.
Estas también son mentiras. Pero no son mentiras que le dices a alguien más, sino mentiras
que te dices a ti mismo. Y estas mentiras deben desecharse si alguna vez vas a desechar tu
pecado. Jesús vino a darte vida en abundancia (Juan 10:10) y nada de lo que hayas hecho puede
separarte de esa buena vida debido a lo que Él hizo por ti (Romanos 8: 34-39). Dudar de una o
ambas de estas verdades es la razón fundamental por la que permaneces en tu pecado.

Reflexiones finales sobre el proceso de admitir


Ahora es un momento crucial en tu proceso de cambio. Si permaneces solo en tus esfuerzos
por buscar la pureza, fracasarás. Lo más importante que puedes hacer en este punto es
involucrar a otra persona (preferiblemente varias personas) en tu búsqueda de la libertad que
Dios provee para el pecado sexual. Llama a varios amigos de tu mismo género que estén en tu
grupo pequeño.
Si estás en una relación extramarital, ésta debe terminar de inmediato. Es probable que sientas
mucha convicción en este momento. Sin embargo, si te tardas en terminar esa relación el cariño
que sientes por tu cómplice de adulterio comenzará a nublar la luz que penetró en tu oscuridad
a través de estas páginas. El Apéndice B te explica cómo terminar una relación extramarital. No
será fácil ni agradable, pero valdrá la pena.

26
Conversaciones para rendir cuentas (ADMITIR)
Con cada paso, te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más a que te las haga abiertamente
y así te ayude a notar cualquier contradicción entre tus palabras y tu vida real.
¿Admito todas las formas que toma mi lucha contra el pecado sexual?
¿Admito todas las formas de mentira que he usado para ocultar o justificar mi
pecado sexual?
Con cada paso, te recomendamos confiar al menos un nuevo elemento de tu lucha contra el
pecado sexual a tu compañero de ánimo y te comprometas a restringir tu pecado. Estos
compromisos son preliminares en el capítulo seis «Reestructuración de la vida», pero sirven para
avanzar mientras llegas a ese punto.
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Capítulo 2
«Sí, necesitamos hablar acerca de eso»
RECONOCER la amplitud e impacto de mi pecado

«Estoy comenzando a ver la extensión e impacto de mi pecado sexual.
Es más grande de lo que admití [describe] incluso podría ser más grande de lo que pensé.
Lejos de la gracia de Dios, soy una persona lujuriosa.
Reconozco que no hay seguridad ni libertad en minimizar mi pecado [describe].
Antes de que pueda realmente entender la grandeza de Jesús, debo reconocer la magnitud
de lo que Su muerte y resurrección han conquistado en mi vida y a mi favor».


Memoriza: 2 Pedro 2:17-19 (NBLA), «Estos son manantiales sin agua, bruma impulsada por una
tormenta, para quienes está reservada la oscuridad de las tinieblas. Pues hablando con arrogancia y
vanidad, seducen mediante deseos carnales, por sensualidad, a los que hace poco escaparon de los
que viven en el error. Les prometen libertad, mientras que ellos mismos son esclavos de la
corrupción, pues uno es esclavo de aquello que lo ha vencido». Mientras memorizas este pasaje
reflexiona en estos puntos clave:

● «Manantiales sin agua»: El tema de este pasaje es, «el pecado hace que las promesas vacías
sean prolongadas para que sean creídas ».
● «Seducen»: Para que algo sea seductor, inicialmente debe presentarse a sí mismo como
inocente (o al menos seguro) y bueno.
● «Viven en error»: No caemos en pecado sexual cuando vivimos sabiamente. El pecado sexual
comienza con insensatez antes que con lujuria.
● «Les prometen libertad»: ¿Qué libertad te prometió tu pecado sexual que estabas dispuesto
a creer en sus mentiras?
● «Uno es esclavo»: Independiente de tu concepto de adicción, somos esclavos de cualquier
pecado al que no renunciamos.


Notas de Enseñanza

«La pornografía tiene el poder único de dañar un matrimonio porque finalmente se trata de uno
mismo y no de la unión. Satisfacerse con la pornografía es un tipo de aislamiento psicológico, una
retirada a un pequeño mundo de auto gratificación. Es una especie de expresión sexual que hace que
tu apetito sea mucho mayor incluso cuando tu mundo se vuelve mucho más pequeño.» Tim Challies
en Limpia tu mente.

«Un adicto sexual, sin embargo, usa la fantasía para trasladarse al mundo irreal de la falsa intimidad
y no estar en el mundo real de las realizaciones, íntimo pero a veces doloroso… Toda participación

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sexual comienza en la mente… La fantasía sexual es la adoración a sí mismo.» Harry Schaumburg en
La adicción sexual.

«Pero lo que estás haciendo es robar. La vida del pensamiento impuro es la vida de un ladrón. Estás
robando imágenes que no son tuyas. Cuando tuviste sexo prematrimonial tocaste a alguien que no te
pertenecía… Es como cuando caminas por Main Street detrás de alguien que tira un billete de cien
dólares de su bolsillo y tú lo recoges. Ese dinero no es tuyo, aún cuando él no sabía que lo había
perdido.» Stephen Arterburn y Fred Stoeker en La batalla de cada hombre.

« ¿Cómo puede una mujer real, con poros y sus propios senos e incluso sus propias necesidades
sexuales… competir con una ciber-versión de la perfección, descargable y extinguible a voluntad,
quien viene, por así decirlo, totalmente sumisa y adaptada a la mínima especificación del
consumidor? Hoy en día, las mujeres desnudas reales son solo mala pornografía.» Naomi Wolf en The
Porn Myth in New York Magazine (20 de Octubre, 2003) (traducido como «El mito de la pornografía»).

«Recomiendo una confesión en dos etapas: una exposición inicial y honesta de los hechos, seguida de
una profunda y reflexiva confesión Cristo céntrica. Este enfoque reconoce la importancia de una
confesión inmediata a tu cónyuge y pastor o consejero. También reconoce que un arrepentimiento
más completo y cuidadoso es indispensable (p. 8)... Sincérate completamente. Puede que te perdone
o no. Pero si luego descubre que has ocultado o minimizado hechos importantes, las probabilidades
de que te perdone y confíe realmente disminuyen. Si el adulterio no puso fin a tu matrimonio, tus
verdades a medias podrían hacerlo.» Robert Jones en Restaurar tu matrimonio.


Aplicación Personal

El capítulo anterior fue doloroso, ya que, ver con «qué» tipo de batalla sexual luchas es difícil. Y este
capítulo probablemente sea igualmente incómodo a medida que examinemos la «extensión» de esos
pecados.

A menos que reconozcas la amplitud e impacto de tu pecado sexual, tus intentos por cambiar van a
limitarse solo a los pecados más evidentes y recientes. Omitir este paso también significa enraizar
tus esfuerzos por cambiar a las poderosas emociones que sientes (vergüenza en un «mal» momento;
alivio u orgullo en un «buen» momento) más que en la realidad de tu historia. Ni la sinceridad ni la
vergüenza sostendrán un cambio perdurable. Probablemente ya has experimentado eso muchas
veces, si te detienes lo suficiente para reconocerlo.

«Todo joven cristiano que ve pornografía quiere dejar de hacerlo, pero muchos de nosotros
queremos detenernos un poco menos de lo que queremos seguir… Te garantizo que no vas a
detenerte hasta que comiences a ver la monstruosa naturaleza del pecado que estás
cometiendo. No vas a detenerte hasta que el pecado sea más horrible que el disfrute. Necesitas
odiar tu pecado antes de que puedas librarte de él.” Tim Challies en Limpia tu mente.

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En este capítulo, debes examinar tres áreas de tu vida.

1. La historia y crecimiento de mi pecado
2. El impacto que mi pecado tiene en mí
3. El impacto que mi pecado tiene en los demás

La examinación que harás en este capítulo será fundamental para la efectividad de los siguientes
capítulos. Vas a conocerte de una manera que probablemente has evitado. Llegarás a conocer tu
historia de tal manera que va a permitir que otros te conozcan (especialmente tu cónyuge, si estás
casado) en áreas que has ocultado. Conocerás a los demás como personas reales y no como objetos
de placer que usas o fuentes de rechazo que evitas


La historia y crecimiento de mi pecado

Entender la historia y desarrollo de un comportamiento, inclusive un comportamiento pecaminoso,
es una parte importante para lograr el cambio. Muchas veces olvidamos, o nunca notamos, cuándo y
por qué comenzamos a hacer algo y cuando esto sucede, la acción se siente completamente «natural»
y, por ende, su permanencia es reforzada a causa de nuestro desconocimiento.

«Reconocer cómo mi patrón de obsesiones sexuales primeramente desarrolló su forma
particular ayudó a que las piezas calzaran, en cuanto a conocerme a mí mismo (p. 16).»
Testimonios Anónimos en Pornography: Slaying the Dragon (traducido como Pornografía:
Matando al dragón) de David Powlison.

Hay otra razón para este tipo de examinación en la actualidad. ¿Dónde la mayoría de las personas
aprenden acerca del sexo? A través de películas o de internet. O en conversaciones con amigos que
han aprendido acerca del sexo a través de las películas o de internet. Las películas o novelas
románticas y la pornografía están definiendo nuestras expectativas sexuales. Porque para muchas
personas «es todo lo que saben» (incrementado aún más por lo poco que hablamos de sexo en la
iglesia o en la familia), los mensajes engañosos y destructivos de los medios de difusión permanecen
en su lugar para alimentar nuestro pecado sexual.

«La sexualidad de toda una generación de niños no está siendo formada por conversaciones
con sus padres, ni por leer el libro yo hubiera recibido cuando era joven, sino por pornógrafos
profesionales que van a hacer cualquier cosa, ¡cualquier cosa! por alimentar el aumento del
deseo por una mayor depravación.» Tim Challies en Limpia tu mente.

A medida que avances a través de esta sección, tu objetivo no es solo identificar cuándo comenzaste
a «hacer» lo malo, si no también cuando comenzaste a «creer equivocadamente» acerca del sexo.
Cuando exploremos más en el capítulo tres, veremos que el comportamiento pecaminoso está
enraizado en creencias engañosas o expectativas. Creemos que otras cosas (en este caso relaciones,
matrimonio, sexo o fantasía sexual) nos da lo que solo Dios puede darnos. Es más fácil rendir estas

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creencias (bíblicamente llamado «morir a uno mismo» Lucas 9:23) al entender cuándo comenzaron
y cómo han sido reforzadas a lo largo de nuestra vida.

Antes de desarrollar los ejercicios principales de esta sección, debo darte una advertencia. Mientras
estés venciendo el pecado sexual, es fácil comenzar a ver tu sexualidad como algo malo o como tu
enemiga. A medida que examinas la historia de tu pecado sexual, es posible que sí esté relacionado
con eso, pero no lo confundas con toda la historia de tu desarrollo sexual. Nos volvemos sexualmente
conscientes y entramos a la pubertad antes de que haya una expresión santa de ésta. En las décadas
recientes, con el avance de la nutrición, el inicio de la pubertad es más precoz y culturalmente la edad
para el matrimonio es cada vez más tardía, y esta brecha va en aumento. Lo que significa que la
ventana de la tentación es más grande, pero esta no es razón para decir que el pecado sexual es
inevitable (1 Corintios 10:13).

«Por eso es de vital importancia que entendamos que nuestro impulso sexual no es lo mismo
que la lujuria. Por ejemplo: (1) No es lujuria que alguien nos atraiga o que nos demos cuenta
que son bien parecidos; (2) No es lujuria tener un fuerte deseo de tener relaciones sexuales;
(3) No es lujuria anticipar y estar entusiasmados al pensar en tener relaciones sexuales dentro
del matrimonio; (4) No es lujuria cuando un hombre o una mujer se excitan sin haber tomado
ninguna decisión consciente de hacerlo; (5) No es lujuria experimentar tentación sexual. El
punto crucial en cada uno de estos ejemplos es cómo respondemos a los deseos de nuestro
impulso sexual... La vergüenza inadecuada puede ser peligrosa porque nos socaba la fuerza
para luchar contra nuestro verdadero enemigo. La persona que siente una vergüenza
equivocada por ser una criatura sexuada con deseos sexuales pronto se sentirá abrumada e
impotente porque trata de vencer algo más que la lujuria, ¡trata de dejar de ser humano! ».
Joshua Harris en Ni aun se nombre. El sexo no es el problema (la lujuria sí)

Ejercicio: Usando la descripción y preguntas a continuación crea una historia cronológica de tu
batalla contra el pecado sexual. La descripción está desarrollada de acuerdo a las categorías de la
herramienta de evaluación del capítulo uno. Escribe tus respuestas en hojas separadas y deja espacio
para preguntas planteadas por tu consejero y para rendir cuentas a tu pareja o cónyuge. Sé honesto.
Volver a las mentiras o «verdades a medias» en este punto, destruye todo tu trabajado hasta ahora.

Si estás casado, este ejercicio debe usarse como la base para dar «una confesión completa» a tu
cónyuge. Esta confesión completa no es igual a la confesión que se te pedirá hacer en el capítulo cinco.
Pero es apropiado pedir perdón a tu cónyuge por las cosas que compartiste y hazle saber que volverás
a buscar su perdón a medida que comiences a entender el significado espiritual y relacional de tus
acciones en los siguientes capítulos. No intentes convencerte a ti o a tu cónyuge que esta vez sí lo
«entiendes» completamente.

«Un problema con el que la mayoría de las personas luchan es con la oportunidad de confesar
cosas tanto del pasado como del presente. La confesión es vital para restaurar la honestidad y
reconstruir la confianza. Considerar a tu compañero como alguien frágil o temer al conflicto no
son razones para no confesar” Doug Rosenau en Una Celebración del Sexo.

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Lee Proverbios 12:13-28. Antes de comenzar a escribir tu confesión completa, toma un tiempo para
considerar este pasaje que retrata la diferencia entre una vida de honestidad y una vida de engaño.
La honestidad y transparencia de tus palabras harán la diferencia entre la paz y la desesperación, el
gozo y la miseria, la vida y la muerte. Posiblemente estarás tentado a pensar que engañar y ocultar
son la única forma de conocer la paz, el gozo y la vida; pero sé sabio y escucha este consejo: esa es
una mentira (12:15). Si tú quieres construir relaciones que perduren, habla con la verdad; si quieres
que tu mundo continúe derrumbándose, esconde la verdad (12:18). El Señor se deleitará en ti si eres
honesto, incluso si esa honestidad significa confesar un pecado (12:22). El engaño continuo te llenará
de ansiedad, pero la confesión es el primer paso hacia el gozo (12:25). Te has encaminado hacia la
muerte, pero la honestidad es el camino hacia la vida (12:28). Recuerda estas cosas frecuentemente
mientras trabajas en tu confesión.

● Cosificar personas: ¿Cuándo te diste cuenta que clasificabas a las personas por
características físicas favorables o desfavorables, tenías un fuerte impulso hacia ciertas
cualidades de las relaciones o comenzaste a temer a las personas que tenían ciertas
«fortalezas» que deseabas tener? ¿Cómo comenzaste a organizar tu vida para conseguir
gustarle a, o evadir a estas personas «destacadas»? ¿Cómo estos cambios en tu vida social
resultaron en aislamiento, falsedad social, relaciones dependientes o relaciones seriales?
¿Cómo el pecado te ha llevado a la vergüenza, luego al secretismo y finalmente al aislamiento?

● Lujuria visual pública: ¿Cuáles son las características que más te llaman la atención y te
detienen? ¿Qué lugar o actividades son (pecado presente) o han sido (pecado desarrollado)
las fuentes más frecuentes o centralizadas de tentación visual? ¿Cómo has (pasado o
presente) acomodado tu horario para alimentar tu apetito por la lujuria visual pública?

● Narrativa privada de lujuria: ¿Qué temáticas románticas o eróticas se repiten más en tu
narrativa privada de lujuria? ¿Qué inseguridades son aminoradas o qué deseos son cumplidos
con estas temáticas? ¿Qué películas o libros capturan mejor las temáticas de tu narrativa
privada de lujuria? ¿Cuánto tiempo pasas consumiendo este tipo de libros o películas
románticas? ¿Cuánto tiempo pasas en tus fantasías privadas en torno a estas temáticas?

● Pornografía Suave: ¿Cuál fue tu primera exposición a la pornografía suave (catálogos,
revistas, comerciales, canales de televisión borrosos, conversaciones obscenas con amigos,
etc…)? ¿Cuál es la exposición actual que tienes de la pornografía suave? ¿Qué partes de la
experiencia o conversaciones en la vida cotidiana sexualizas hasta el punto de convertirla en
pornografía suave?

«La adicción sexual parece incontrolable porque las actos parecen solo “suceder”. Los
adictos al sexo deben aprender que esto no es cierto (p.62)… Detener rituales es la clave
para detener la conducta sexual. Los rituales son todos los pensamientos y acciones que
conducen a la conducta sexual (p.153).» Mark Laaser en Cómo sanar las heridas de la
adicción sexual

¿Cuáles son tus rituales al prepararte para participar en pornografía suave (estas preguntas
de rituales aplican para todos los tipos de comportamiento de pecado sexual)? ¿Cómo te

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mueves lentamente hacia el pecado, aún cuando te estás diciendo que no vas a complacerte
esta vez? ¿A qué factores desencadenante de lujuria sigues exponiéndote? ¿Qué hábitos
frecuentemente preceden al pecado sexual? ¿Cómo usas el pecado sexual para
«recompensarte» por completar una tarea o hacer algo bien?

● Pornografía Dura: ¿Cuál fue tu primera exposición a la pornografía con cuerpos totalmente
desnudos o con escenas sexuales explícitas? ¿Cuánto tiempo a la semana ves pornografía?
¿Cuánto dinero has gastado en pornografía? ¿Tienes una subscripción activa en algún sitio de
pornografía? En los últimos tres años, ¿cuánto ha sido el periodo más largo sin ver
pornografía? ¿Tienes pornografía escondida en algún lugar (física o electrónicamente)?
¿Tienes alguna cuenta de correo electrónico secreta?

● Interactuar con una persona real y anónima: ¿Cuál sitio web, números de teléfono, u otros
servicios usas para conectarte con estas personas? ¿Utilizas sala de chat, redes sociales o
servicios de unión de parejas en línea para conectar con otras personas? ¿Cuánto tiempo
pasas «pescando» para tener una «conversación» con alguien? ¿Pones tu nombre real e
información de contacto en algún sitio web? ¿Has enviado fotos reales tuyas (desnudo o con
ropa) o te has comunicado a través de una cámara web (casual o eróticamente)? ¿A medida
que comienzas a conocer a una persona la relación se torna más o menos interesante? ¿Has
planificado reunirte con alguien? ¿Cuántos pasos diste para llegar a reunirte?

● Relación emocional sin contacto: (Para los solteros(as) estas preguntas pueden no ser
relevantes a menos que con quien estés saliendo esté casado o comprometido con alguien
más). ¿Cómo comenzó la relación y cuándo las conversaciones comenzaron a ser más de
confianza y/o ser o más personales? ¿Qué declaraciones negativas has hecho de tu cónyuge,
matrimonio o familia? ¿se han dicho que se atraen mutuamente? ¿Qué medio de
comunicación secreto tienen? ¿Cuándo y dónde hablan? ¿Qué pasos has dado para ocultar
estas conversaciones a tu cónyuge? ¿Qué circunstancias de la vida han hecho más fácil
esconder esta relación? ¿Tu interacción incluye actividades como las citas? ¿Podría alguna de
las acciones que tomaste poner en peligro tu trabajo? ¿Esta relación fue motivada por la
insatisfacción hacia tu cónyuge o por la atracción hacia otra persona?

«Sugerimos que uno de los primeros pasos para salir de una relación emocional es ir
a casa y confesárselo a tu cónyuge. Algunos pensarían: espera un minuto, no tengo que
confesarlo porque realmente no pasó nada. Solo enojará a mi cónyuge y causará más
problemas… Esta confesión va a lograr tres cosas. Primero…disipa el poder del
secretismo… Segundo, ayuda a prevenir el avance de la relación… Tercero, es un gran
motivador para inmediatamente terminar la relación y empezar a trabajar en
reconstruir tu matrimonio junto a tu cónyuge.» Gary y Mona Shriver en Infidelidad.

● Contacto sexual sin coito: ¿Cuánto contacto físico hubo: tomarse de la mano, masajes,
abrazos, besos, quitar prendas de vestir, acariciar áreas sensibles o sexo oral? ¿Con cuántas
personas se han producido estos contactos?, ¿cuántas veces han ocurrido esos contactos
sexuales con cada persona?, ¿en qué tiempo ocurrieron estos contactos con cada persona?
¿Quién o qué impidió que el contacto sexual se volviera más íntimo?

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● Encuentro sexual de una sola ocasión: ¿Con cuántas personas has tenido sexo «casual»?
¿Cuándo y cómo has sido el impulsor de estos encuentros sexuales? ¿Cuándo y cómo te has
puesto intencionalmente en situaciones comprometedoras para que estos encuentros se den?
¿Ha habido motivos para temer un embarazo como resultado de estos encuentros? ¿Has
pagado por tener sexo? ¿Ha estado involucrado el alcohol o las drogas en tus actividades
sexuales?

● Amorío dentro del matrimonio: [para los solteros(as), estas preguntas van dirigidas a la
fornicación (sexo prematrimonial) en lugar del adulterio (sexo extramatrimonial)]. Responda
a todas las preguntas concernientes a una relación emocional. ¿Cuándo comenzaron a tener
sexo? ¿Qué porcentaje de la interacción con tu cómplice de adulterio fue sexual? ¿Qué
expresiones de amor y compromiso (verbal, regalos, riesgos, viajes, etc...) intercambiaron?
¿La relación se consideró romántica o simplemente fueron «amigos con beneficios»? ¿Quién
conoció, aprobó o alentó la relación?

● Amorío con un pseudocónyuge: (Para solteros(as), estas preguntas se podrían aplicar al
caso de convivir con la pareja.] ¿Qué planes hicieron para dejar a sus respectivos cónyuges?
¿Qué investigación u otros pasos de acción tomaron para llevar a cabo estos planes? ¿Qué
familiares, amigos o hijos fueron presentados a tu cómplice de adulterio? ¿Qué acciones has
tomado para proteger en lo emocional, financieramente u otros aspectos a tu cómplice de
adulterio a expensas de tu cónyuge y familia? ¿Qué mentiras te has dicho o has dicho a otros
sobre tu cónyuge para validar tus decisiones?

● Pecado sexual ilegal: ¿Cuándo y dónde has tenido acceso a ver a personas desnudas sin que
ellos se den cuenta? ¿Cuándo y dónde te has desnudado sin el consentimiento de la otra
persona? ¿Cuándo y contra quien forzaste una actividad sexual no deseada? ¿Cuándo y contra
qué menores has usado el contacto sexual de alguna manera?

● Atracción hacia el mismo sexo: (La atracción hacia el mismo sexo a menudo es el resultado
de factores distintos a una depravación sexual en aumento. Si tu experiencia de AMS se debe
a causas distintas a un aumento del apetito sexual, consulta los recursos enumerados en el
paso uno). ¿Qué foros en línea (sitios de pornografía, salas de chat, sitios de citas, etc.) estás
usando para alimentar este apetito? ¿Qué lugares públicos has visitado para explorar posibles
relaciones románticas entre personas del mismo sexo? ¿Qué información de contacto tienes
en tu teléfono o computadora de amigos homosexuales? Responder a las preguntas de amorío
emocional y amorío con un pseudocónyuge también se aplicarían a las relaciones románticas
del mismo sexo.


El impacto que mi pecado tiene en mí

El pecado nos cambia. No podemos pecar y seguir siendo los mismos. Queremos creer que podemos,
pero esa es solo una de las muchas mentiras que nos decimos en cuanto a nuestro pecado. Debido a
que creemos en esta mentira, nos enojamos con quienes lo notan o se ven afectados por cómo hemos
cambiado. Decimos que exageran, juzgan o simplemente no saben de qué están hablando. Nos
decimos esa mentira para reforzar la primer, para luego habernos convencido de que nosotros (y
quizás quienes participan con nosotros en nuestro pecado) somos los únicos que realmente lo
entienden.

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En esta sección deberás desafiar esas creencias. Esto comienza admitiendo que tu actividad sexual es
pecaminosa. Como gente caída, todo nuestro pecado se siente «natural». Por eso es tan fácil para
nosotros defender nuestro pecado. No intentábamos ser malos. Solo queríamos consuelo, paz,
compañía o alguna otra cosa buena.

«En general, el pecado tiende a amplificar la naturaleza caída de una persona (p. 26)». Steve
Gallagher en En el altar de la idolatría sexual

Reconocer la pecaminosidad de tus acciones es solo el primer paso para ver su amplitud e impacto.
Mientras exploramos los cambios que el pecado sexual tiene en un individuo, usaremos una
progresión de cinco etapas: de imagen a historia, de historia a riesgo, de riesgo a conquista, de
conquista a aislamiento. Ningún modelo captura cada experiencia, pero esta concepción debe
construirse a partir de los «hechos» de tu confesión completa para ver la amplitud del «impacto» en
tu vida personal, carácter y relaciones.

Lee Santiago 1: 12-15. La Biblia reconoce que las tentaciones vienen con el estrés y las pruebas de
nuestra vida (v. 12). A menudo pensamos que Dios no comprende por lo que estamos atravesando.
Pero en lugar de usar nuestro estrés como excusa para pecar o culpar a Dios (v. 13), como lo solemos
hacer, la Biblia nos advierte que no demos el paso del estrés a la muerte. La siguiente progresión está
destinada a capturar algunas de las dinámicas únicas que tiene el pecado sexual en la desarrollo del
deseo, pasando por el pecado hasta la muerte descrito por Santiago (v. 14-15).


Etapa uno: Imagen

El pecado sexual casi siempre comienza por la curiosidad hacia el sexo opuesto. La pornografía y los
medios de comunicación con temática romántica nos «enseñan» cómo se ven, qué quieren, cómo se
persigue el romance y cómo funciona el sexo. Inicialmente es la imagen la que nos atrae y satisface
nuestra curiosidad. Puede ser la imagen visual de un cuerpo desnudo, la imagen activa del acto sexual
o la imagen interactiva del desarrollo de una relación romántica.

Sin embargo, la imagen pasa de ser información a ser un estándar; un criterio por el cual medimos a
los miembros del sexo opuesto... y a nosotros mismos. La curiosidad se convierte en una carga o una
sensación de presión. Nace el apetito y ya no es suficiente el mandamiento general «ama a tu prójimo
como a ti mismo». Ahora existe un sistema mediante el cual puntuamos a nuestro vecino y a nosotros
mismos. Obtuvimos un tipo de conocimiento que destruye la libertad, la paz y la vulnerabilidad.
Cuanto más conocimiento le demos a este apetito, perdemos más libertad, paz y voluntad de ser
vulnerables.

Lee Génesis 2:15-3:24. Adán no tenía «imágenes» con las que medir a Eva (o a sí mismo), por lo que
era libre de deleitarse en ella (Génesis 2:23). Satanás tentó a Eva con una especie de conocimiento
que prometía libertad (3: 4-5) pero que terminó en muerte y vergüenza. (3: 6-7). Esto cambió la

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forma en la que los hombres y mujeres se relacionan entre sí (3: 16-19). Por gracia, Dios cubrió su
vergüenza (3:20) y tomó medidas para limitar el impacto del conocimiento que habían adquirido (3:
22-24).

« (Referente a Génesis 2) Para Adán ella era gloriosa porque era todo lo que él conocía.
Prácticamente, no tenía estándar de belleza para comparar a su novia... En la creación, vemos
el patrón sabio de que para cada hombre su estándar de belleza no debe ser cosificado, sino
que debe ser simplemente su esposa... La lujuria pornográfica existe para provocar la codicia y
la insatisfacción de que ninguna mujer puede complacer porque no puede ser alta y baja,
dotada y desaseada, negra y blanca, joven y vieja, como el harén presentado en la pornografía
(p. 5) ». Mark Driscoll en Porn-Again Christian (traducido como «Cristiano porno de nuevo»).

A medida que el pecado sexual avanza, nuestro apetito puede llegar a refinarse y ampliarse. El apetito
puede refinarse a un tipo particular de relación o tipo de cuerpo. En este caso, la «imagen ideal» se
convierte en la base del descontento por todas las relaciones reales. El apetito también puede
ampliarse a una apreciación por todas las cualidades románticas o tipos de cuerpo. En este caso, todas
las cosas se vuelven atractivas y el mundo se vuelve literalmente lleno de tentaciones. En cualquier
caso, la «imagen» se convierte en el filtro dominante mediante el cual la información se procesa y
determina qué personas son «interesantes» y qué tan interesantes son.

Pregunta: ¿Cómo ha cambiado la «imagen» de lujuria la relación contigo mismo, con los demás
(especialmente con tu cónyuge) y con Dios?

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Etapa dos: Historia

Las imágenes son demasiado estáticas para ser emocionantes durante mucho tiempo. La información
necesita una historia para cobrar vida. Es por eso que nos gustan las películas, son «imágenes en
movimiento» con voces y una banda sonora. Esta es la razón de por qué la mayoría de los medios
incorporan historias. Incluso los catálogos de ropa de invierno muestran a sus modelos haciendo algo
divertido (como tener una pelea de bolas de nieve) para aumentar la tasa de respuesta del lector. Es
por eso que Victoria tiene un «secreto», que añade una historia de suspenso a las atractivas prendas
de las mujeres.

El mayor atractivo comercial de la pornografía es su historia. El pecado sexual es más narrativo que
visual. Los hombres no solo se excitan con los cuerpos de sus proporciones preferidas, también lo
hacen ubicándose en la historia de una mujer que los encuentra tan atractivos que se siente
impotente y cada una de sus caricias o besos provoca una respuesta excitante hacia él. El hombre es
poderoso y venerado. La pornografía pone estas imágenes en situaciones de interacción diaria

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(oficina, vecina o niñera) y en temas de medios de ficción (parodias de películas, aventuras o videos
musicales) para que cada momento de la vida pueda ser el detonante de una historia erótica.

Los medios con temática romántica tienen un enfoque muy similar. Hay una historia del romance
ideal. Dos personajes se atraen de formas tan poderosas que, incluso estando o no casados con otras
personas, sientes que los apoyas. Toda la narrativa trata sobre su lucha por estar juntos y la alegría
extática que encuentran cuando finalmente pertenecen el uno al otro. El riesgo, la lucha, la adoración,
la decepción y la espera se entretejen en el suspenso que termina en «felices para siempre.»

El resultado de ambos es una «historia» que la «realidad» nunca podrá igualar. Ningún matrimonio
viene con una banda sonora. Notablemente la vida cotidiana está ausente en la pornografía y los
medios de temática romántica. No hay nada rutinario, solo variedad y emoción. No hay verdadera
espera o decepción, solo presagio. Los personajes no tienen debilidades personales, no tienen que
tomar decisiones difíciles con recursos limitados de tiempo y dinero cuando sus metas personales
entran en conflicto. Nadie se cansa ni tiene dolor de cabeza. ¿Quién no querría vivir en ese mundo?

« (Testimonio) Porque, mira, si voy a tener sexo con mi esposa, tendré que dejar a un lado la
novela, cepillarme los dientes, y averiguar cómo realmente está ella. Y supongo que deberíamos
usar anticonceptivos, por si acaso. Luego tendré que preguntar en qué está pensando, en cómo
le ha ido en su día, si se compró el vestido nuevo después del trabajo y cosas así. También tengo
que contarle algunas cosas sobre mi día, aunque prefiero no pensar en la mayor parte de él.
Tendré que acariciarla, hacerle saber que es importante y emprender un acto que tal vez no
pueda consumar. O estaré con la sensación de que no me intereso lo suficiente por sus
necesidades sexuales. No, creo que dejaré la palabrería para otro día y voy a masturbarme (p.
40)». Harry Schaumburg en La adicción sexual

Puede ser fácil para aquellos que están atrapados en el pecado de adulterio despreciar el mundo de
ficción de la pornografía debido a la base de fantasía que la caracteriza. Pero el adulterio es tan
fantasioso como la pornografía. El adulterio puede ser una relación con una persona real, pero no es
una «relación real». Inviertes mucho más tiempo, energía, planificación y preparación en el sexo en
el adulterio de lo que nunca harías con el sexo marital: la naturaleza del engaño del adulterio lo
demanda. Tienes que estar «encendido» cada vez que se ven el uno al otro. Hay un «villano» contra
el cual ambos pueden pelear (sus cónyuges o cualquier otra cosa que les impida estar juntos). El
hecho de que sus interacciones tengan que ser secretas agrega un elemento de suspenso que se
disfruta, pero que se evaporaría si ya no fueran prohibidas. No pueden criticarse el uno al otro en
esta etapa porque están pecando «por» el uno al otro en lugar de «en contra» del uno al otro.

Pregunta: ¿Cómo ha cambiado la «historia» de lujuria la relación contigo mismo, con los demás
(especialmente con tu cónyuge) y con Dios?
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Etapa tres: Riesgo

El pecado sexual no está dispuesto a simplemente mirar la «imagen» o la «historia». Quiere ser parte
de la historia y eventualmente está dispuesto a tomar el «riesgo» para hacer que eso ocurra. El
objetivo final del pecado sexual es la excitación; por eso llamamos a su efecto en el cuerpo «despertar
sexual». Por esta razón, solo tiene sentido que un elemento de riesgo sea el que eleve el placer
obtenido.

Es más natural pensar en el riesgo que implica el adulterio o pagarle a una prostituta, pero incluso la
pornografía también tiene su riesgo. No es solo la emoción de estar frente a la pantalla, sino también
el suspenso de encontrar un momento en el que puedas estar solo en la computadora y alerta para
asegurarte de que nadie venga. Estos riesgos se suman al nivel de riesgo-emoción al tomar
participación privada de la pornografía.

El riesgo es uno de los principales factores que contribuyen a por qué el pecado sexual crece
inevitablemente en su expresión. Una vez que algo ha sido experimentado se vuelve más manejable
(factor de riesgo reducido). Por lo tanto, verás pornografía en momentos en los que no estés «tan
solo» en casa o permitirás que la comunicación o el coqueteo con tu cómplice de adulterio se dé en
entornos o canales más abiertos.

«En el caso de la lujuria, no existe tal cosa como “todo el camino”. En definitiva, la lujuria no
desea la relación sexual, desea lo prohibido y está dispuesta a hacerte caer cada vez más
profundo en la perversión si le consientes su última petición». Joshua Harris en Ni aun se
nombre. El sexo no es el problema (la lujuria sí)

«El peligro y la excitación son los primos que se besan en las aventuras amorosas (p. 46)».
Harry Schaumburg en La adicción sexual

“Los adictos al sexo sexualizan la mayoría de las situaciones y ven algo de humor sexual en
ellas. Los chistes sexuales se pueden utilizar para reclutar nuevas parejas sexuales. Los adictos
al sexo pueden medir la reacción de una persona que escucha su broma sexual, y si esa reacción
es favorable, el nivel de compromiso sexual podría elevarse un paso más (p. 66)". Mark Laaser
en Cómo sanar las heridas de la adicción sexual.

El riesgo puede ser la razón principal por la que el pecado sexual siempre queda expuesto. La
sexualidad es adicta al riesgo. Incluso en un matrimonio saludable el «riesgo» del pecado sexual tiene
su contraparte: la vulnerabilidad (a medida que lea estos materiales aprenderás que es un buen
concepto). El riesgo que alimenta tu pecado sexual tiene su contraparte igualmente poderosa y viene
sin el sabor posterior de la vergüenza una vez que aprendes a vivir a la luz de la integridad sexual.

Pregunta: ¿Cómo ha cambiado el «riesgo» de la lujuria la relación contigo mismo, con los demás
(especialmente con tu cónyuge) y con Dios? ¿Has estado asustado o asqueado por la magnitud de tu
pecado?

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Etapa cuatro: Conquista

El sexo no solo es poderoso, se trata de poder. Lee 1 Corintios 6:15-7:4. Cuando tenemos sexo con
alguien nos unimos a esa persona (6:16) y, en cierto sentido, nos pertenecemos el uno al otro (7: 4).
Es por eso que la expresión de la lujuria de una persona a otra es «deseo tenerlo». Por esa razón, las
personas creen que se sentirán más confiadas o seguras si pueden tener relaciones sexuales con
alguien a quien estiman por lo bello o importante. Esta mentira (el sexo me dará confianza o
seguridad) es la razón por la que la victoria del sexo nunca es satisfecha y continuamente pide más.
Incluso cuando conquistamos sexualmente y ganamos el «premio», nos damos cuenta de que el
tesoro que queríamos no estaba en el cofre. Por eso, como un tonto pirata seguimos conquistando
otros «barcos» buscando el tesoro que hará que no queramos robar más.

«En lugar de la imagen de la olla a presión que necesita ser liberada periódicamente, la Biblia
habla del pecado como esclavitud, confusión y cautiverio. El pecado toca a nuestra puerta
esperando controlarnos (Génesis 4: 7). Cuanto más complazcamos a nuestros deseos
pecaminosos, más fuertes se vuelven. Cuando cedemos a la tentación, la tentación desaparece,
pero solo por poco tiempo. La lujuria regresa, pronto y con más fuerza que antes (p. 91)... La
masturbación no alivia la tensión sexual, solo por un corto tiempo. De hecho, la alimenta,
refuerza los pensamientos sexuales y, por lo tanto, la tentación suele regresar rápido y con más
fuerza (p. 92)». Tim Chester en Closing the Window (traducido como «Cerrando la ventana»).

Pregunta: ¿Cómo ha cambiado la «conquista» de la lujuria la relación contigo mismo, con los demás
(especialmente con tu cónyuge) y con Dios?

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Etapa cinco: Aislamiento

El pecado sexual es como beber agua salada. Cuando tienes sed, el agua salada luce refrescante, pero
cuando la bebes solo vuelves a tener más sed. Cuando te sientes solo, aburrido, estresado o enojado,
el pecado sexual luce como una buena compañía, da entretenimiento, alivio o venganza (hablaremos
más acerca de estas motivaciones en el capítulo tres). Pero cuando participas del pecado sexual solo
te vuelves más solitario, más aburrido de la vida real, más estresado e irritable o a la defensiva.

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«Tratar de curar la angustia con lo mismo que la causó es típicamente el mecanismo que
encierra en una trampa al adicto». Cornelius Plantinga Jr. en El pecado: Las cosas no son como
deberían ser.

El resultado inevitable del pecado sexual es peor que de lo que estás tratando de escapar. Esto sucede
cuando te sientes distanciado de Dios y de las relaciones reales con personas reales con las que
podrías compartir y celebrar. Hasta que des un paso definitivo para confesar abiertamente tu pecado
y abandonarlo, continuarás bebiendo el agua salada del pecado sexual al perpetuamente disminuir e
intensificar la sed que buscas saciar.

Pregunta: ¿Cómo ha cambiado el «aislamiento» de la lujuria la relación contigo mismo, con los demás
(especialmente con tu cónyuge) y con Dios?

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El impacto que mi pecado tiene en los demás

El pecado no es domesticable. No se «mantendrá» bajo tu control y solo jugará en el ámbito de la vida
que le asignes. El pecado es salvaje y una vez que es desatado, ya no podemos controlar el daño que
hará. Esto significa que, aun «pretendiéndolo» o no, tu pecado ha afectado a muchas personas en tu
vida. Reconocer la amplitud y el impacto de tu pecado implicará considerar a los demás en formas en
las que no lo hiciste cuando estabas enfocado en tu pecado.

«Los adictos no están profundamente preocupados por las otras personas que se ven afectadas
por sus acciones. En definitiva, suplir sus propias necesidades es lo más importante». Harry
Schaumburg en La adicción sexual

En esta sección, verás cuatro grupos de personas que podrían ser afectadas por tu pecado sexual:
amigos que realmente no te conocen, el sexo opuesto para el que tienes expectativas distorsionadas,
tu cónyuge e hijos (si estás casado) y tu cómplice de adulterio y su familia (si tienes relaciones
sexuales extramatrimoniales). La reflexión que hagas en esta sección preparará el escenario para el
capítulo cinco cuando te confieses delante de aquellos que fueron afectados por tu pecado.

Amigos que no te conocen

Empieza por hacer una lista de los secretos que guardas o mentiras que has dicho sobre tu pecado
sexual (columna uno). No te excuses diciendo que tienes demasiados. Cuanto más esperes para ser
honesto, más larga será la lista. Para comenzar a recopilar esta lista, regresa a la sección «Ambos:
Lujuria y mentira» en el capítulo uno y revisa las notas que hiciste allí. Luego, haz una lista de las
personas que se han visto afectadas por tus secretos y mentiras. En el cuadro a continuación, puedes
enumerar varios nombres en la columna dos para cada secreto o mentira. Finalmente, describe cómo

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la ausencia de información o la presencia de información falsa ha impactado negativamente cada
relación (columna tres).

Lee Hebreos 3:12-14. Puedes sentirte tentado a pensar que esta lista es algo que estás haciendo
como una forma de «llevar tu castigo», pero no es así. Las relaciones transparentes son una de las
principales formas en que Dios intenta protegernos del pecado. Sea o no cómodo para ti, debes desear
que la gente te conozca. Hasta que estés dispuesto a ser conocido por las personas que te aman, la
historia de ficción del pecado sexual será demasiado fuerte para que la resistas solo. Permitiendo que
la gente te conozca diariamente evitarás ser «endurecido por el engaño del pecado» (v. 13).


Secretos / Mentiras Personas relevantes que no lo Impacto en nuestra relación
saben
Atracción por un compañero de Esposo El jefe asigna el trabajo no muy
trabajo o el cónyuge de tu mejor Jefe sabiamente.
amigo (a). Grupo de Estudio Bíblico El «secreto» crea una brecha con
mi cónyuge.
Las conversaciones con mi
grupo de estudio bíblico y la
rendición de cuentas se vuelven
superficiales.




Expectativas acerca del sexo opuesto

El pecado sexual cambia nuestras expectativas acerca del sexo opuesto. Cuando la sexualidad se usa
para satisfacerse a uno mismo en lugar de servir, nuestra perspectiva tanto del sexo como del género
se distorsiona. Uno de los impactos imperceptibles del pecado sexual es la forma en que magnifica
las diferencias naturales del género.

Cuando los hombres se involucran en el pecado sexual (impulsado por narradores profesionales de
historias pornográficas o una amante «perfecta»), los distintivos masculinos naturales mutan al
punto en que se vuelve cada vez más incompatible con una mujer real en una relación real. Del mismo
modo, cuando la mujer se involucra en el pecado sexual (alimentada por los narradores profesionales
de historias románticas o un hombre «perfecto»), los distintivos femeninos naturales mutan al punto
en que se vuelve cada vez más incompatible con un hombre real en una relación real.

«Lo que a menudo se pasa por alto aquí es que la pornografía y el sexo que honra a Dios dentro
del matrimonio son cosas completamente diferentes. La idea de "el matrimonio lo arreglará
todo" asume una medida de igualdad entre el sexo ilegítimo y egoísta, y el sexo legítimo dentro
del matrimonio». Tim Challies en Limpia tu Mente.

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Pregunta: ¿Cómo han cambiado tus expectativas sobre tu cónyuge y el sexo opuesto?

__________________________________________________________________________________________________________________
__________________________________________


Cónyuge e hijos

Esta no es una carta de culpabilidad. Si estás casado, debes enfrentar los efectos de tu pecado en tu
familia o tus intentos de la restauración serán tan egoístas como tu pecado sexual. No puedes
simplemente decir que sabes que lo que hiciste estuvo mal y seguir adelante. Esto obliga a que tu
familia cargue con un peso indebido por las consecuencias de tu pecado y a ti te permite desistir en
ayudar a soportar la carga que tu pecado puso sobre ellos.

En esta etapa, lo más importante que puedes hacer por tu cónyuge es hacer una confesión completa
y honesta. En el capítulo cinco, en la sección «Cómo confesarlo (más que revelarlo)» tienes una guía
adicional sobre cómo confesar tu pecado sexual a tu cónyuge de una manera honesta, pero sin que
esto contribuya al trauma que experimenta él o ella.

« (Testimonio de un cónyuge) Hubo varias confesiones importantes durante seis meses. Yo
estaba completamente devastada, pero él siguió revelando verdades a medias, que solo
aumentaron mi dolor y empeoraron la situación. Cada nueva confesión era como revivir el
dolor inicial. Ojalá la verdad se hubiera confesado de una sola vez y no poco a poco (p. 27)».
Stephanie Carnes en Mendling a Shattered Heart (traducido como «Reparando un corazón
destrozado»).

En el caso de tus hijos, lo más importante que puedes hacer es participar activamente en el proceso
de cambio y comenzar a tener conversaciones honestas y apropiadas para su edad sobre tu pecado y
tu sexualidad como se describe en el Apéndice C. No pongas a tu cónyuge en la posición de tener que
llevar estas conversaciones solo ni dejes que tus hijos le den sentido al impacto de lo ocurrido por su
propia cuenta.

«La pornografía también pone en peligro a tus hijos. Más de uno de cada diez hombres en mi
encuesta dijeron que encontraron pornografía por primera vez cuando encontraron el
escondite "secreto" de su padre... (Testimonio de la encuesta) "Eso me hizo pensar dos cosas
(contrastes). Primero, me hizo creer que lo que hice estuvo bien. Segundo, sentí resentimiento
hacia mi padre porque me hizo pensar que estaba bien". El efecto en tus hijos será mayor que
esto. Ya sea que tus hijos la encuentren o no, la pornografía afectará tu autoridad moral dentro
del hogar (p. 26)». Tim Chester en Closing the Window (traducido como «Cerrando la ventana»).


Cómplice de adulterio y su familia

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Si bien esto debería estar al final de tu lista de prioridades, a menudo es la principal preocupación
para las personas que salen de una relación adúltera. Pecaste contra tu cómplice de adulterio y su
familia. Si tu pareja adúltera estaba casada, debes tener mayor remordimiento por su cónyuge e hijos
que por ella. Si eso no es lo que dicen tus emociones, entonces debes tomarlo como una fuerte
advertencia sobre la falta de claridad emocional que estás experimentando. Independientemente de
lo mal que te sientas, a menos que tu pecado sexual haya resultado en el nacimiento de un hijo, no
debes tener ningún contacto más allá de lo necesario para terminar la relación como se describe en
el Apéndice B. La mayor «bendición» que puedes darle a la familia de tu cómplice de adulterio es
eliminar la tentación del pecado sexual de su cónyuge y padre. Ni siquiera ores por el bienestar de tu
pareja adultera. La mejor respuesta a esa oración que Dios podría dar sería que él/ella se volviera
irrelevante para ti y tú para él/ella. Orar por el bienestar de tu pareja adultera solo sirve para
interferir en cómo Dios contestaría a tu oración.



Enfoque de rendición de cuentas (RECONOCIMIENTO):

En cada paso tendrás preguntas y debes invitar a otra persona para que te las haga abiertamente para
que confronte cualquier contradicción entre tus palabras y tu vida.

● ¿He completado a cabalidad y cuidadosamente mi confesión?
● ¿He considerado cuidadosa y minuciosamente el impacto de mi pecado sexual en mí y en los
demás?

Con cada paso, te recomendamos que confíes al menos un nuevo aspecto de tu lucha contra el pecado
sexual a tu compañero (a) de rendición de cuentas y que te comprometas a restringirlo. Estos
compromisos son preliminares al capítulo seis «reestructuración de la vida», pero sirven para
estimular el progreso mientras llegas a ese punto.

● ________________________________________________________________________
● ________________________________________________

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Capítulo 3
No me di cuenta…
ENTENDIENDO el origen, el motivo y la historia de mi pecado

«Yo no sé todo lo que tengo que conocer sobre mí mismo o mi lucha con el pecado sexual. Sé
que mi corazón se resiste a ser conocido (Jeremías 17:9), y que la lujuria revela las cosas que
son más importantes para mí (Lucas 6:45). Me estoy dando cuenta de que los deseos [enlista]
me llevan al pecado sexual y que las experiencias [enlista] han contribuido a fortalecer esos
deseos. Creo que Dios me satisface más que esos deseos.»

Memoriza: Santiago 1:14-15 (NBLA) «Sino que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido
por su propia pasión. Después, cuando la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el
pecado es consumado, engendra la muerte.» Al memorizar este pasaje reflexiona sobre estos
puntos clave:
● «Cada persona» – Debes oponerte a la mentira que dice que tu circunstancia es única, y
que por eso pecado es aceptable.
● «Atraído y seducido» – Es raro sentir que la tentación es la manera en que el pecado te
atrapa. Persigues la carnada e ignoras el anzuelo.
● «Sus propios deseos» – El final del «camino del por qué» siempre estará arraigado en
deseos personales que se han hecho muy grandes.
● «Da a luz el pecado» – El deseo es más que un sentimiento; es la adoración que concebirá
la vida o la muerte en ti.
● «Da a luz la muerte» – Algo está a punto de morir en tu vida: tu alma y tu matrimonio o
tu pecado. Tú eliges.

Notas de Enseñanza

«El adulterio es un pecado de igualdad de oportunidades. Trasciende la posición social, la


inteligencia, la edad, la raza, la religión y la madurez espiritual.» Gary y Mona Shriver en
Infidelidad: esperanza y sanidad después del adulterio.
«La fantasía puede producir sustancias químicas llamadas catecolaminas en los centros de placer
del cerebro que alteran positivamente el estado de ánimo e incluso pueden tener efectos
similares a los narcóticos. El adicto utiliza entonces estos efectos para escapar de las emociones
desagradables, para cambiar los sentimientos negativos por positivos e incluso para reducir el
estrés.» Mark Laaser en Cómo sanar las heridas de la adicción sexual.
«Cada uno de nosotros es único en la manera en que somos tentados a la lujuria (p.62)… Me
ayuda a recordar que mis ojos están activamente obedeciendo a mi corazón. No tienen una
mente propia.» Joshua Harris en Ni aun se nombre. El sexo no es el problema (la lujuria sí)
«No es difícil ver cómo la pornografía se alimenta de estas expectativas culturales. Crea una
fantasía que se ajusta perfectamente a cada uno de estos miedos. Si le temes al fracaso, entonces

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la pornografía te promete éxito – siempre tendrás a la mujer. Si tienes miedo al rechazo, la
pornografía te promete la aprobación – una mujer te va a adorar. Si le tienes miedo a la debilidad,
entonces la pornografía te promete fuerza – las mujeres están bajo tu dominio (p.50).» Tim
Chester en Closing the Window (traducido como «Cerrando la ventana»).
«Vemos algo (una persona o fantasía) que creemos cambiará nuestra situación. Nuestro
engañoso corazón se compra una promesa falsa y vacía: la promesa de alivio, de aceptación, de
realización. Una vez que el corazón engañado cree la promesa, concibe un pecado que lleva a la
muerte (p.64).» Harry Schaumburg en False Intimacy (traducido como «Falsa Intimidad»).
«Aquellos que han experimentado las llamas inextinguibles de la ardiente lujuria pueden
entender porqué los padres de la iglesia primitiva consideraban que el peor aspecto del infierno
es que una persona sea abandonada a sus propios deseos sin posibilidad de satisfacerlos.» Steve
Gallagher en El altar de la idolatría sexual.
«El adulterio en varias ocasiones no se centra en sexo. El sexo se convierte en una parte, pero
puede haber iniciado como una amistad comprensiva o un coqueteo de oficina que garantiza
alimentar el ego. Para algunos es la emoción de lo ilícito y una extraña sensación de aventura. A
menudo, una vez que la persecución ha terminado, la emoción y la atracción desaparecen. La
curiosidad sexual y la frustración inician algunas relaciones extramaritales, pero el sexo es solo
una de las muchas razones por las que se producen las aventuras.» Doug Rosenau en Una
celebración del sexo.

Aplicación Personal

¿Por qué? ¿Por qué? ¡¿Por qué?! Esta es una pregunta incómoda. En cuanto respondes
«porque...», corres el riesgo de echarle la culpa a alguien más y ya hemos hablado sobre los
riesgos de esto. Pero la ausencia de un «porque…» daría a entender que eres capaz de decir
«¡Basta ya!», y si ese fuera el caso, no estarías leyendo estos materiales.
Parte de esta confusión comienza por cómo vemos comúnmente a las personas. Es habitual
pensar acerca de nosotros mismos como personas básicamente buenas que, si no fuera por la
influencia externa, no haríamos cosas malas; actuar egoístamente, traicionar, sacrificar cosas
muy importantes por otras no importantes.
«El poder de toda tentación es la perspectiva de que eso me hará más feliz. Nadie peca por
un sentido del deber.» John Piper en Gracia Venidera.
Nacemos rotos, retorcidos y desordenados. Nacemos con una inclinación hacia el yo, y
experimentamos la vida de forma egocéntrica (atrapados en nuestros cuerpos, literalmente sólo
vemos el mundo a través de nuestros ojos y lo interpretamos a través de nuestras propias
experiencias y deseos). Esto no significa que no seamos capaces de amar. Significa que se nos
debe ordenar y capacitar para amar a Dios y a los demás, porque nuestra naturaleza pecaminosa
hace que de manera innata nos centremos en el yo.
Algunos consideran esto para explicar que la historia personal (por ejemplo: experiencias de
abuso, rechazo, fracaso o abandono) no tiene trascendencia en el pecado sexual. Pero esto traza
una distinción innecesaria entre tu pecado y tu historia personal. Aunque pecas porque eres
pecador, tu apetito y esclavitud a determinados pecados tienen historias. Entender estas
historias puede mejorar tu habilidad de cooperar o aplicar el poder de Dios para cambiar.

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Hay dos verdades que debes equilibrar mientras avanzas en este capítulo, sino lo haces, caerás
en vergüenza/desesperación o le echarás la culpa a otros. Primero, el pecado revela tu corazón,
así que eres responsable de tu pecado y el cambio requerirá morir a ti mismo. Segundo, tu
corazón tiene una historia y Dios desea hacer algo más que eliminar el pecado; Dios quiere
redimir tu historia al reemplazar mentiras con verdad, desesperanza con esperanza y tu propio
yo, con Él mismo.
Este capítulo se divide en tres grandes secciones:
1. Aprendiendo la historia de mi pecado.
2. Identificando los motivos de mi pecado.
3. Conquistando la lucha actual.

Aprendiendo la historia de mi pecado

El objetivo de aprender la historia de tu pecado es recopilar partes relevantes de tu experiencia


de vida. Mientras lo haces, puede haber muchas preguntas para las que no tendrás respuestas
(por ejemplo: acciones claras y prácticas que contrarresten la influencia de tu historia). Eso está
bien. Pero cuando tengas respuestas, haz una lista de las experiencias que han detonado la
pregunta.
Quizá no llegará el momento en que puedas unir los puntos y descubrir el panorama completo.
Pero, incluso el hecho de reflexionar sobre las partes relevantes de tu historia a la luz del daño
causado por tus elecciones pecaminosas, debería minimizar la credibilidad de las mentiras que
sustentan tu pecado (y todo pecado pretende hacerte creer ciertas mentiras para hacerlo parecer
aceptable o atractivo).
Hacer que tenga sentido no justifica tu pecado, pero es útil para ver por qué las mentiras (que
ahora son obviamente falsas y destructivas) parecían convincentes y atractivas durante los
momentos de tentación. Es como el momento en el que te das cuenta de que tu habitual malestar
estomacal está relacionado con la intolerancia a la lactosa o que tu constante fatiga se debe a tu
apnea del sueño. Entender esto no elimina el problema, pero evidencia la necesidad de un
cambio.
Aprendiendo sobre sexo: La manera en que aprendes algo, tiene un gran impacto en lo
que haces con eso. El impacto puede deberse a lo que has aprendido. Si lo primero que
aprendes acerca de algo es información incorrecta, ésta tendrá un gran impacto. El tono
de la experiencia de aprendizaje también es poderoso. Te enseña si un tema es seguro,
bueno, limpio, sucio, casual, secreto o sagrado.
● ¿Cómo aprendiste acerca del sexo?
● ¿Quién te enseñó acerca de sexo?
● ¿Fue completo, preciso y a una edad apropiada o fue sucio, inapropiado y
prematuro?
● ¿Se te permitió hacer preguntas o tuviste que aprender por curiosidad y
exploración?

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Las primeras experiencias sexuales: Las primeras experiencias sexuales causan una
impresión. Marcan la pauta para las siguientes experiencias y se vuelven la base de tus
expectativas. Las primeras experiencias son lo que consideras normal, hasta que algo
significativo cambia tu perspectiva sobre ese evento o actividad.
● ¿Recuerdas la primera vez que te sentiste atraído por una persona del sexo
opuesto?
● ¿Cuándo comenzaste a experimentar la masturbación o cómo se te presentó esa
práctica por primera vez?

«Primero, creo que los cristianos le dan demasiada importancia a la masturbación,


se obsesionan sobre el hecho y descuidan los temas más importantes del
corazón... la masturbación no es un hábito obsceno que ensucia a las personas.
Sólo revela la suciedad que ya hay en nuestros corazones... la masturbación está
basada en una visión egoísta del sexo. Esta actitud equivocada indica que el sexo
es sólo acerca de ti y de tu propio placer.» Joshua Harris en Ni aún se nombre. El
sexo no es el problema (la lujuria sí)

● ¿Cuándo fue tu primera relación de pareja y cómo fue?


● ¿Cómo fueron tus primeras experiencias al tomar la mano de alguien más? ¿Y
cómo fueron tus primeras experiencias con los besos, las caricias y con el acto
sexual?
● ¿Alguna vez te tocaron de manera inapropiada en tu niñez?
● ¿Alguna vez te expusieron a material sexual (pornografía) o a alguna actividad
sexual (abuso) cuando eras niño o joven?

La historia familiar relacionada al sexo y al afecto: La familia es el lugar donde


desarrollamos nuestro sentido de pertenencia y donde distinguimos si el amor está
disponible, si se tiene que ganar o si es peligroso. Estilos particulares de interacción o
algunos tipos de afecto pueden ganar protagonismo en nuestra vida en función a su
disponibilidad, a su escasez o al rol que desempeñaban dentro de la familia.
● ¿Tus padres fueron cariñosos uno con el otro y con sus hijos?
● ¿En tu hogar se hacían cumplidos abiertamente?
● ¿Con cuánta frecuencia tu familia hablaba de su día y expresaba interés por la vida
de los demás?
● ¿Cómo era el estilo de disciplina en tu familia: poder, culpa, ejemplo, ninguno,
etc.?
● ¿Tus padres hablaban de sexo cómodamente, crudamente o no tocaban el tema?
● ¿Fuiste consciente de alguna infidelidad o pecado sexual entre tus padres?
● ¿Qué reglas o patrones familiares hacían más o menos atractivas la autenticidad
y la vulnerabilidad?

El estilo personal de relacionarse: Todas las personalidades y temperamentos luchan con


el pecado sexual. Pero los valores que se expresan en tu personalidad y temperamento,

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influyen en la manera en que un pecado es particularmente atractivo para ti. Por ejemplo:
a un extrovertido puede gustarle la variedad de pornografía, mientras que un introvertido
puede verse atraído por su anonimato.
● ¿Estar con la gente te llena de energía o te agota?
● ¿Prefieres la ficción o la realidad?
● ¿En una relación prefieres buscar o que te busquen?
● ¿Cómo tratas con la culpa, la vergüenza y la decepción?
● ¿Te sientes cómodo expresando o poniendo en palabras tus emociones?
● ¿Cuántas relaciones importantes de amistad tienes con personas del mismo sexo?
● ¿A quién le confías tus miedos, luchas y tentaciones?

El uso del tiempo y el manejo de estrés: El pecado sexual requiere tiempo. De manera
más específica, requiere tiempo lejos de la gente, especialmente de aquellos que serían
una buena influencia en tu vida. Una de las razones más comunes para engancharse en
un pecado sexual es para encontrar alivio o para escapar del estrés. Por estas razones, tu
horario y uso del tiempo, son importantes.
● ¿A quién le rindes cuentas sobre cómo usas el tiempo (amigo, cónyuge, jefe, etc.)?
● ¿Tus expectativas personales actuales se ajustan a una semana de 168 horas?
¿Estás tratando de hacer más de lo que se puede con el tiempo que Dios te ha
dado? ¿Tienes expectativas sobre ti mismo que exceden las expectativas que Dios
tiene sobre ti?
● ¿Has revisado tu horario para asegurarte de que lo más importante de tu vida
tiene la prioridad en tu agenda? ¿Qué revelan sobre la santidad de tus deseos, las
primeras cosas a las que te dedicas en el día?
● ¿Cuánto duermes cada noche? ¿Estás honrando el hecho de que Dios te hizo un
ser humano finito y que has sido llamado a descansar o estás tratando de ser un
súper humano?

La historia sexual en curso: Esta es la información que completaste en el capítulo dos. Es


un documento activo (esto significa que es un documento que debes actualizar a medida
que Dios y este estudio traigan más cosas a tu memoria) que está creado para ayudarte a
conocerte mejor. Quizá también pueda ser usado en una confesión, pero su propósito
inicial es servir como espejo para ayudarte a verte a ti mismo de manera precisa a medida
que avanzas en este estudio.
El significado que se le ha dado al sexo: Aquí la historia se mezcla con el motivo. En última
instancia, es a partir de nuestra historia que le damos significado al sexo: es poder, es
amor, es libre, es insignificante, es un arma, es una amenaza, etc... El sexo no tiene que
tener sólo un significado, pero mientras avances por esta sección a la siguiente,
reconocerás que no estás dejando la historia atrás. Al contrario, estás distinguiendo el
significado que tu historia le ha asignado a tu pecado.

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Identificando los motivos de mi pecado

Muchas veces los detonadores y motivadores son considerados como dos cosas diferentes y sí
existen diferencias. Pero esas diferencias son más como las dos caras de una misma moneda, que
como manzanas y naranjas. En esta sección reconocerás las cosas que desencadenaron tu pecado
sexual y los motivos relacionados a esos detonadores.
1. Aburrimiento (el pecado como gozo): Cuando el aburrimiento es el detonante de tu pecado
sexual, entonces el pecado se ha convertido en tu gozo. Cuando había un momento libre para ser
ocupado por algo de tu elección, buscaste el pecado para llenar el vacío, en lugar de buscar a
Dios o cualquiera de Sus placeres legítimos. Comenzaste a perder interés por placeres piadosos,
como el niño que come dulces y después ya no quiere comida saludable. Aunque se sienta lento
por los altibajos que ocasiona el consumo de golosinas, no logra entender que se siente así por
lo que comió, y entonces va y busca otro subidón de azúcar como la solución obvia para sentirse
más activo.
“El sexo no es lo máximo… los ídolos comienzan como cosas buenas a las cuales les damos
mucha importancia, y pocas cosas se desplazan hacia la idolatría con tanta frecuencia o
poder, como el sexo. Permitimos que una bendición de Dios sustituya al Dios que nos dio
esa bendición. El sexo es bueno, incluso genial, pero no es lo máximo (p.61).” Tim Challies
en Limpia tu mente
Lee Nehemías 8:9-12. Dios es un Dios de grandes gozos y placeres. Puede que veas a Dios como
alguien muy serio y piensas que la diversión tiene que estar en la dirección opuesta a Él. Cuando
Dios llamó a Israel al arrepentimiento a través de Nehemías y Esdras, Él les pidió que expresaran
su arrepentimiento en una celebración. Si el aburrimiento te lleva a pecar, entonces deja que
este pasaje rete tu forma de ver a Dios.
2. Soledad (el pecado como amigo): Cuando la soledad es el detonante de tu pecado sexual,
entonces el pecado se ha convertido en tu amigo. El pecado sexual siempre ha sido relacional,
sin importar si la relación es ficticia o física, así que se ajusta bien a la soledad. Es como si tu
pecado (una persona, un chat, o un video) te dijera «cuéntame tus problemas». Te sientes bien
al acercar una silla y desahogarte. A medida que aligera tu corazón a través del pecado sexual,
hablar con una persona real o alguien ajeno a tu pecado, se vuelve demasiado arriesgado. Ahora
temes ser juzgado o conocido por alguien que no sea tu «amigo».
«Puedo crear un mundo perfecto. Las cosas siempre salen exactamente a mi manera. Las
personas hacen exactamente lo que quiero. Yo siempre estoy arriba. La fantasía es un
alimentador genial del ego (p.19).» Testimonio anónimo en Pornography: Slaying the
dragon (traducido como «Pornografía: matando al dragón») de David Powlison
Lee Proverbios 27:6: Cuando estás cometiendo pecado sexual escribes este proverbio al revés.
Crees que «fieles son los besos del enemigo; pero engañosas las heridas del amigo». Cuando el
pecado invierte los roles de amigo y enemigo, entonces te ha atrapado hasta que reetiquetes
correctamente a las personas que están en tu vida. Si la soledad te lleva al pecado sexual,
entonces examina en oración a quién o qué estás llamando amigo.
3. Estrés (el pecado como consuelo): Cuando el estrés es el detonante de tu pecado sexual,
entonces el pecado se ha convertido en tu consuelo. Corres hacia eso, hacia él o hacia ella. El
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pecado hace que las cosas parezcan mejores (al menos hasta que eso, él o ella, permanezcan
escondidos y te mantengan para sí mismos). Sin embargo, el consuelo se vuelve una cualidad
adictiva. El estrés del que te sientes aliviado se multiplica debido al estrés que tu pecado crea.
Esto te mantiene en un ciclo de estrés, en el que regresas continuamente a la fuente primaria de
estrés para encontrar alivio.
Lee Juan 14:25-31: Jesús describe al Espíritu Santo como el Ayudador, el Consolador (v.26) y
como la fuente de paz que es distinta a la paz del mundo, la cual siempre nos lleva de nuevo al
temor (v.27). Si una fuente de consuelo no te permite ser más real con más personas, entonces
no es un consuelo verdadero. Es una droga que te adormece antes de enfermarte. Si el estrés te
lleva a pecar sexualmente, entonces examina si tu consuelo es real o es una forma de
automedicación relacional.
4. Frustración (el pecado como paz): Cuando la frustración es el detonante de tu pecado
sexual, entonces el pecado se ha convertido en tu fuente de paz. El pecado es tratado como un
oasis. Cuando esto ocurre, consideras que el pecado es un lugar seguro, al compararlo con los
aspectos molestos de tu vida. Esto hace que el pecado sea tu amigo y cualquier persona o cosa
que se oponga o interfiera con tu pecado, es tu enemigo.
Lee Romanos 16:17-20 y 1 Tesalonicenses 5:22-24: Nota que cada uno de los pasajes se refiere
a conocer al Dios de paz como la alternativa a caer en tentaciones. El lugar al que acudes por paz,
revela tu carácter. Una vez que declares a algo o a alguien como la fuente de tu paz, le serás leal
y obediente.
5. Fatiga (el pecado como fuente de vida): Cuando la fatiga es el detonante de tu pecado
sexual, entonces el pecado se ha convertido en tu fuente de vida. Acudes al pecado como un
estímulo que te ayude a llegar al final del día. Pensar en tu pecado te hace seguir adelante cuando
en realidad quisieras rendirte. La adrenalina de la satisfacción sexual (física o romántica) se
convierte en una droga que utilizas para estimularte artificialmente y empiezas a preguntarte si
podrías vivir sin ella.
Lee 2 Corintios 4:7-18: Este pasaje usa muchas palabras que pueden ser sinónimos de fatiga:
afligido (v.8), perplejo (v.8), perseguido (v.9), derribado (v.9) y desfallecido (v.16). La fatiga puede
hacerte sentir solo y el pecado sexual puede convertirse en tu compañero de vida. Pablo dice que
sólo Cristo puede ser la vida que contrarreste la agobiante muerte que te rodea (v. 10-12). Dudar
de esa verdad revela que estás creyendo mentiras (o al menos escuchándolas atentamente).
6. Dolor (el pecado como refugio): Cuando el dolor es el detonante de tu pecado sexual,
entonces el pecado se ha convertido en tu refugio. En los momentos en los que escapas a través
de tu pecado, desarrollas una creciente lealtad hacia éste y te sientes protegido de la vida. En
realidad, tu pecado sexual proporciona tanta protección como las sábanas con las que un niño se
tapa la cabeza, pero en tu momento de dolor agradeces incluso el pseudo-refugio que el pecado
te brinda.
Lee Salmos 31: Este Salmo alterna entre un clamor por ayuda y una canción de confianza. En este
Salmo se revela la realidad con la que la Palabra habla a la vida. El pecado sexual es un pseudo-
refugio disponible cuando tú lo quieras. Incluso cuando no puedes obtener el pecado, puedes
fantasear sobre su presencia. El verdadero refugio que Dios te da, está al alcance de una oración,
la cual requiere el mismo esfuerzo que una fantasía, sin embargo la oración o la meditación sí te
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libera verdaderamente a través de la guía de las Escrituras, la presencia de Su Espíritu y la
participación de Su pueblo.
7. Traición (el pecado como venganza): Cuando la traición es el detonante de tu pecado sexual,
entonces el pecado se ha convertido en tu venganza. La traición puede ser muy poderosa
(especialmente la traición sexual), entonces decides usar ese poder para vengarte de aquellos
que te han herido. Estás cegado por el dolor, e intentas usar ese dolor para vencer el dolor, pero
lo único que logras es multiplicar el dolor. Caes en un círculo vicioso infinito que alterna traición
y vergüenza, a pesar de saber que esto sólo perpetúa el dolor.
Lee Romanos 12:17-21: Es muy tentador leer este pasaje como si fuera Dios quien te impidiera
experimentar alivio y satisfacción. Pero en realidad es Dios quien te impide convertir la traición
en auto destrucción. Dios no omite la venganza, sólo dice que Él es el único que puede encargarse
del poder de la venganza sin ser vencido por ella. El pecado jamás puede conquistar al pecado;
como el aceite no puede remover una mancha de la ropa. Es tonto creer que tu pecado sexual
puede hacer lo que sólo puede hacer la muerte de Cristo en la cruz – traer justicia a la injusticia.
8. Amargura (el pecado como justicia): Cuando la amargura es el detonante de tu pecado
sexual, entonces el pecado se ha convertido en tu justicia. Si el pecado como venganza es rápido
y enérgico, entonces el pecado como justicia es lento y frío. Ya no buscas herir a otro con tus
acciones; ahora simplemente estás curando tu herida. Si tratas de explicar tu pecado con
palabras, tendrías que decir que crees que tu pecado ha tenido cierto poder sanador. Pero como
eso no tiene sentido, justificas tu pecado poniendo por delante el pecado que cometieron en tu
contra.
Lee Hebreos 12:15-17: En este pasaje una raíz de amargura está directamente relacionada al
pecado sexual (v.16). Cuando la amargura distorsiona tu perspectiva, cambiarás cosas de gran
valor (tu integridad y/o unidad familiar) por cosas de poco valor (alivio sexual o una fantasía que
cobra vida brevemente), como Esaú, que vendió su primogenitura por un tazón de sopa.
9. Oportunidad (el pecado como placer): Cuando la oportunidad es el detonante de tu pecado
sexual, entonces el pecado se ha convertido en tu placer. Normalmente el pecado sexual requiere
solamente tiempo a solas con la computadora, un momento libre para mandar un mensaje, o
una persona del sexo opuesto dispuesta a «hablar», es decir, a coquetear o a ayudarte a llevar
tus cargas. Cuando este es el caso, el pecado sexual se convierte en tu recreación
predeterminada; tu pasatiempo preferido. Cuanto más se filtre tu pecado sexual en las
situaciones cotidianas de la vida, más profundos tendrán que ser los cambios de estilo de vida y
los cambios del corazón necesarios para desarraigar ese pecado.
Lee Filipenses 3:17-21: Pablo se dirige a aquellos cuyo dios es su vientre (v.19). Estas personas
tienen apetitos básicos y las partes mundanas de su vida están en desacuerdo con Dios. Pablo
lloró al pensar en personas en esta condición (v.18). Lo más probable es que hayan estado tan
cómodos sirviendo a sus apetitos que parecía extraño que Pablo estuviera clamando por un
cambio radical en ellos. Si la mera oportunidad se ha convertido en el principal desencadenante
de tu pecado, ¡deja que este pasaje te despierte!
10. Rechazo (el pecado como comodidad): Cuando el rechazo es el detonante de tu pecado
sexual, entonces el pecado se ha convertido en tu comodidad. La cultura actual ha hecho que las
cosas hechas por miedo al rechazo parezcan imparciales; como si pecar por defenderte invalidara

51
la maldad del pecado; como si te convirtieras en la víctima de tu propio pecado cuando temes al
rechazo. El problema con el miedo al rechazo es que te vuelve necio. Sólo el temor del Señor
puede hacerte sabio (Proverbios 1:7). Cuando reaccionas por miedo al rechazo, naturalmente
buscas el consuelo de la gente en lugar del consuelo de Dios.
«Una vez que entendemos que el objetivo principal de la conducta sexual adictiva es evitar
el dolor relacional – esencialmente, controlar la vida – podemos empezar a descubrir el
problema central (p. 20)… Varios niveles por debajo de la superficie hay una fuerza integral
y omnipresente que exige el derecho a evitar el dolor y experimentar la autorrealización.
Esta energía egocéntrica es la esencia misma de lo que la Biblia llama pecado (p.24).» Harry
Schaumburg False Intimacy (traducido como «Falsa Intimidad»).
Lee Proverbios 29:25: En las Escrituras el miedo al rechazo es llamado el temor del hombre. No
se puede considerar algo inocente, ya que reemplaza a Dios como el Único para cuya aprobación
vivimos. Son los valores, el carácter y las preferencias de aquel a quien tememos, las que influyen
en nuestras decisiones, emociones, moralidad y respuestas instintivas. Si el rechazo es tu
principal motivo para el pecado sexual, permite que este pasaje desafíe la orientación de tu vida.
11. Fracaso (el pecado como éxito): Cuando el fracaso es el detonante de tu pecado sexual,
entonces el pecado se ha convertido en tu éxito. En la fantasía del mundo del pecado sexual
(pornografía, romance virtual o adulterio) siempre ganas. Tú te quedas con la chica. Tú eres la
bella que es rescatada. Nada en la vida real puede competir con el éxito temprano del pecado. El
pecado paga por adelantado pero te cobra después. El verdadero éxito cobra por adelantado,
pero después obtienes las ganancias. En los matrimonios saludables, el sacrificio es una parte
primordial de la alegría. Ceder al pecado sexual como una forma de éxito, te llevará a desear la
clase de éxito que destruye a una familia. Si la relación de adulterio se hace permanente, se
convertirá en una relación real que ya no se desenvolverá bajo tus reglas preferidas de éxito.
Lee Mateo 21:28-32: ¿Por qué el segundo hijo dijo «Yo iré, señor» y no hizo la tarea asignada
(v.30)? Una posible razón es el temor al fracaso. Sin duda, vería a su padre molesto con él y se
sentiría más cercano a alguien que sólo le pidiera cosas que él quisiera hacer (pornografía,
romance virtual o cómplice de adulterio). Usar el pecado sexual como éxito barato, termina
haciendo daño a la relaciones reales, lleva a la mentira, fomenta una actitud defensiva al siempre
sentirse juzgado y el resultado final es aislarse para tener relaciones ficticias y poco saludables.
En vez de calificar a los demás por cómo ellos te hacen sentir, deberías arrepentirte de tu miedo
al fracaso.
12. Éxito (el pecado como recompensa): Cuando el éxito es el detonante de tu pecado sexual,
el pecado se ha convertido en tu recompensa. ¿Tu pecado sexual se ha convertido en aquello
que haces cuando necesitas un descanso o en lo que te has ganado después de lograr algo difícil?
¿Tu pecado sexual se ha convertido en esa zanahoria que se balancea frente a ti para que te
mantengas motivado? Cuando el pecado se convierte en tu auto recompensa, entonces te
sientes engañado por el arrepentimiento. Dios y cualquier persona que hable en Su nombre, se
convierte en un aguafiestas.
Lee Hebreos 11:23-28: Moisés tenía que decidir cuál recompensa era más satisfactoria para él:
el tesoro de Egipto o el privilegio de ser un siervo de Dios (v.26). El pecado sexual te hace tomar

52
una decisión similar: obtener el tesoro fácil o ser un humilde servidor. A menos que Cristo sea tu
héroe y Dios tu Padre admirable, entonces la elección parece pan comido hacia la destrucción.
13. Derecho (el pecado como lo que mereces): Cuando el derecho es el detonante de tu pecado
sexual, el pecado se ha convertido en lo que mereces. Cuando eres confrontado con tu pecado
sexual, piensas o dices «¿De qué otra manera voy a obtener lo que necesito… lo que merezco…
lo que me he ganado?». ¿Puedes ver cómo el pecado sexual se ha convertido en lo que define un
buen día, así como si alguien está a tu favor o en tu contra? ¿Estás dispuesto a permitir que
cualquier persona, además de Cristo quien murió por el pecado que estás tratando de eliminar,
sea la medida del bien en tu vida?
Lee Jeremías 6:15 y 8:12: El pueblo de Dios había perdido su habilidad de avergonzarse por el
pecado. ¿Por qué? Una posible explicación es que ellos creyeron que merecían su pecado.
Cuando esto ocurre, crees que sabes más que Dios. Crees que las características únicas de tu vida
superan las verdades atemporales del orden creado por Dios. Tu confianza para debatir te priva
de la humildad necesaria para avergonzarte.
14. Deseo de agradar (el pecado como afirmación): Cuando el deseo de agradar es el detonante
de tu pecado sexual, el pecado se ha convertido en tu afirmación. Es fácil complacer a una estrella
porno o a un cómplice de adulterio. Ellos tienen un gran interés en ser complacidos. La relación
se basa enteramente en el comercio (el cliente siempre tiene la razón) o en la conveniencia (si
no te complazco entonces tienes un lugar al cual regresar). Esa relación no se basa en el
compromiso (te elegiré incondicional y fielmente en las buenas y en las malas). Muchas veces el
pecado sexual es el lugar de escape cuando sientes que no eres capaz de hacer a alguien feliz.
Lee Efesios 4:25-32: Observa que el tipo de interacción relacional que se describe en estos
versículos es incompatible con un deseo excesivo de agradar/complacer a otros. No puedes vivir
la vida a la que Dios te ha llamado (sin importar si estás pecando sexualmente o no) si tu mayor
deseo es la aprobación de los demás. Tu conversación debe ser llena de gracia y buena para la
mutua edificación (v.29), esto implica que estás dispuesto a hablar acerca de tus debilidades con
las personas que amas.
15. Momento del día (el pecado como tranquilizante): Cuando el tiempo del día es el detonante
de tu pecado sexual, entonces el pecado se ha convertido en tu tranquilizante. ¿Usas tu pecado
sexual para ayudarte a dormir, para ayudarte a comenzar el día, como un estimulante, para
combatir el aburrimiento o para matar el tiempo? ¿Cuáles son los momentos en el día o en la
semana cuando es más común que luches con el pecado sexual? ¿Se ha convertido tu pecado
sexual en rutina?
Lee 1 Timoteo 4:7-10: Cuando usas tu pecado como tranquilizante, te estás entrenando para la
impiedad (contr. v.7). A menudo, esto sucede durante los tiempos muertos o las transiciones de
tu día, y eso te hace pensar que por eso, esas incidencias de pecado no son tan malas. Las ves
más como un niño que todavía se chupa el dedo, en lugar de verlas como un niño que está
desafiando la instrucción directa de un padre. Si disciplinarte para la piedad significa algo,
entonces debe ser relevante cuando no estás cumpliendo con esa disciplina.
16. Ubicación (el pecado como escape): Cuando la ubicación es el detonante de tu pecado
sexual, entonces el pecado se ha convertido en tu escape. La naturaleza fantasiosa del pecado
sexual hace que sea el escape perfecto de un lugar no placentero. Puedes estar ahí y al mismo

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tiempo no estar ahí. Obtienes el crédito de estar presente (o al menos evitas el descrédito de la
ausencia) sin tener que asistir. Puedes estar mentalmente con tu amante, mientras soportas la
aburrición de la junta, el estrés de los niños, la soledad del departamento o al cónyuge que no te
provoca interés alguno.
Lee Salmos 32: Observa que el Salmo comienza hablando sobre un lugar o un momento no
placentero (v.1-5). Pero, en vez de escapar, David corre a Dios (v.7) y encuentra el gozo. El gozo
que tú buscas a través del escape en el pecado sexual (v.10-11). Cuando escapas a través de una
fantasía sexual estás usando esa fantasía como sustituto de Dios. Estás, en efecto, orando a y
meditando en tu pecado durante un tiempo de dificultad, buscando liberación.
17. Pensamientos negativos (el pecado como silenciador): Cuando los pensamientos
personales negativos son el detonante de tu pecado sexual, entonces el pecado se ha convertido
en tu silenciador. En la fantasía sexual (pornografía, romance virtual, o cómplice de adulterio),
siempre eres deseado y te ves a ti mismo a través de los ojos de quien te está deseando. Te
entregas física e imaginativamente. Estás dispuesto a hacer esto porque sabes que esta relación
es algo pasajero. Si la relación fuera permanente, el poder del efecto silenciador se diluiría con el
paso del tiempo y se vería rechazado por tu creciente número de fracasos en su presencia.
Lee Salmos 103: Ni el pecado, ni una relación saludable harán lo que sólo Dios puede hacer. La
muerte de Cristo en la cruz es el máximo «paz, quédate quieto» para tus pensamientos negativos
acerca de ti mismo. Su sacrificio afirma que eres tan malo como crees, pero Él reemplazó tu
deficiencia con Su justicia. El pecado sexual proporciona una justicia de fantasía, proporciona el
tipo de abrigo del cual se burla el clásico libro para niños El nuevo traje del Emperador.
18. Audiencia (el pecado como carnaval): Cuando la audiencia es el detonante de tu pecado
sexual, entonces el pecado se ha convertido en tu carnaval. Caminas por la vida como un niño en
un parque de diversiones; viendo a cada persona con la que coincides como si fuera una nueva
atracción o una aventura romántica, aprovechando cada comentario para hacer una insinuación
sexual absurda, o tratando todo lo presente como si existiera para complacerte y estimularte
sexualmente. Tus fantasías privadas se alimentan de una interpretación hiper-sexualizada de tu
entorno.
Lee Romanos 1:24-25: ¿Puedes escuchar en la descripción de sexo como carnaval, lo que significa
que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en lugar del
Creador (v.25)? Dios los entrega a la impureza en la lujuria de sus corazones (v.24). Este es el
motivo por el cual, la amputación radical del pecado es necesaria y es una sabia respuesta para
prevenir que el pecado sexual se convierta en tu carnaval (Mateo 5:27-30).
19. Debilidad (el pecado como poder): Cuando la debilidad es el detonante para el pecado
sexual, entonces el pecado se ha convertido en tu poder. La estimulación (los cambios físicos y
químicos asociados a la excitación) del pecado sexual da una apariencia de fuerza. Tener a otra
persona que se deleite en ti, también da un aspecto de grandeza. Como ocurre con la mayoría de
estos motivos/detonantes, el sexo se convierte en un medio para conseguir un fin. El sexo ya no
es una expresión de amor, sino un intento de obtener algo. Esa es siempre una receta para el
sexo disfuncional e insatisfactorio.
«Mi pastor ha enseñado que el primer problema en el adulterio es que tú deseas que
alguien más te adore, te sirva y esté a tu disposición. Esto ha resonado en mí. Puedo ver
54
este tema en mis fantasías (p. 15).» Testimonio anónimo en Pornography: Slaying the
dragon (traducido como «Pornografía: Matando al dragón») de David Powlison
Lee 2 Corintios 11:30: ¿Estás dispuesto a exhibir (exponer verbalmente en público) tus
debilidades como una manera de dar a conocer a Cristo y vivir en una relación más auténtica?
Esa es la única libertad que te permitirá disfrutar permanentemente lo que estás buscando en el
pecado sexual. Si esto te suena al revés, lee lo que Pablo dijo en su primera carta a los Corintios
(1:20-25) y pregúntate a ti mismo si tu sabiduría te acerca o te aleja del lugar en el que quieres
estar.
Haz una lista y coloca en orden los 5 principales motivos/detonantes para tu pecado sexual.
1. _________________________________________________________________
2. ________________________________________________________________
3. ________________________________________________________________
4. ________________________________________________________________
5. ________________________________________________________________
«La pornografía siempre es un síntoma de problemas más profundos. Es acerca de lujuria,
pero también acerca de enojo, intimidad, control, miedo, escape, etc. Muchos de estos
problemas se mostrarán en otras áreas en la vida de una persona (p. 109).» Tim Chester en
Closing the Window (traducido como «Cerrando la ventana»)
Es importante darte cuenta de que estos motivos estarán activos en otras áreas de tu vida
además del pecado sexual. Si estás casado, es importante comenzar a examinar cómo estos
motivos han influido otras áreas de tu matrimonio. Sin embargo, este no es el momento de
comenzar a enfocarte primeramente en el enriquecimiento del matrimonio. La pureza personal
y la restauración matrimonial están antes del enriquecimiento matrimonial y son el mejor
enriquecimiento matrimonial que puedes hacer en este momento. Pero necesitas discutir
abiertamente cómo tus motivos distorsionados impactan el matrimonio.
Pregunta: ¿Qué otras áreas de tu vida son impulsadas o interrumpidas por los mismos
motivos/detonantes que tu pecado sexual?
______________________________________________________________________________
_______________________________________________________________

Conquistando la lucha actual

Una cosa es reflexionar sobre tu vida y comenzar a ver los patrones y motivos que emergen. Ese
es el equivalente a criticar un evento deportivo en televisión con repetición instantánea o idear
lo que debiste decir en una discusión pasada. Otra cosa es usar en tiempo real la información
obtenida para desactivar la tentación.
En la siguiente página encontrarás una herramienta diseñada para llevar un diario, la cual se
relaciona con estos materiales. Puedes encontrar una copia en PDF de este documento (en inglés)
en www.brandhambrick.com/falselove. Cuando te sientas tentado a regresar al pecado sexual o
a tener una oportunidad de contactar a tu cómplice de adulterio, completa una copia de este
diario. Cada copia deberías compartirla con tu consejero o compañero responsable.
Las preguntas se han agrupado bajo títulos que corresponden con los pasos de este seminario.
Casi todo este documento está dedicado a pasos que ya han sido cubiertos. Sin embargo,

55
mientras reflexionas y juntas información para las últimas tres preguntas, te prepararás de
manera más efectiva para los siguientes pasos.

Conversaciones para rendir cuentas (ENTENDER)


Con cada paso, te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más a que te las haga abiertamente y así te ayude
a notar cualquier contradicción entre tus palabras y tu vida real.
¿Me he tomado el tiempo para compartir transparentemente cada aspecto de la historia de mi
pecado sexual?

¿He asumido los motivos de mi pecado sexual sin minimizar su importancia?

Con cada paso, te recomendamos confiar al menos un nuevo elemento de tu lucha con el pecado sexual a tu
compañero de ánimo y te comprometas a restringir tu pecado. Estos compromisos son preliminares en el
capítulo seis «Reestructuración de la vida», pero sirven para avanzar mientras llegas a ese punto.

_________________________________________________________________
Diario de la búsqueda de la pureza
_________________________________________________________________
ADMITIR:

¿Cuál era la situación? Resume el quién, qué, cuándo y dónde de tu tentación sexual o pecado
sexual.

¿Cómo reaccionaste? Resume cuáles fueron tus pensamientos y lo que sentiste estando en la
situación.

¿Qué mentiras te dijiste antes, durante o después de tu tentación? ¿A quién le contaste estas
mentiras?

RECONOCIMIENTO Y CONFESIÓN
¿Cuáles son las consecuencias? ¿Quién fue afectado (directamente o por el cambio de
expectativas) de tu pecado?

¿Qué formas adquirió tu lujuria? Circula todas las que apliquen


o Cosificar a una persona
o Narrativa privada de lujuria
o Pornografía suave
o Pornografía en su máxima expresión
o Interacción con una persona real y anónima
o Relación emocional con una persona conocida sin contacto
o Relación emocional con contacto sin coito
o Amorío de una sola vez
o Amorío en una relación

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o Amorío en unión libre
o Pecado sexual ilegal

ENTENDER:
¿Cuáles son mis motivos? Circula o escribe tu motivo/detonante:

o Aburrimiento (pecado como gozo)


o Soledad (pecado como amigo)
o Estrés (pecado como consuelo)
o Frustración (pecado como paz)
o Fatiga (pecado como fuente de vida)
o Dolor (pecado como refugio)
o Traición (pecado como venganza)
o Amargura (pecado como justicia)
o Oportunidad (pecado como placer)
o Rechazo (pecado como comodidad)
o Fracaso (pecado como éxito)
o Éxito (pecado como recompensa)
o Derecho (pecado como lo que se merece)
o Deseo de agradar (pecado como afirmación)
o Momento del día (pecado como tranquilizador)
o Ubicación (pecado como escape)
o Audiencia (pecado como carnaval)
o Debilidad (pecado como poder)
o Pensamientos negativos (pecado como silenciador)

ARREPENTIMIENTO:
¿Cómo puedo volver a Dios por ayuda? ¿Cómo se ven el arrepentimiento y la fe ahora?

REESTRUCTURANDO LA VIDA E IMPLEMENTANDO:


¿Cómo me expongo a la tentación?

¿Hay algo que me vea tentado a ocultar, ignorar o cubrir acerca de esta tentación?

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Capítulo 4
«Donde comienza la libertad, termina el “yo”»
ARREPENTIRME ante Dios por la manera en que mi pecado lo
sustituyó y lo representó de forma equivocada.

«Mi lujuria es un dios falso que se burla de mi Salvador. Estoy empezando a ver cuán
ofensiva es mi lujuria para Dios y cuán orgulloso soy tratando de ser como Dios o
tratando de reemplazarlo. Me arrepiento, no sólo porque mi lujuria hiere a otras
personas o interrumpe mi vida, sino porque Dios es superior a mi lujuria y
amorosamente me permite amarlo (I Juan 4:19).»
Memoriza: Joel 2:12-13 (NBLA) «Aun ahora —declara el SEÑOR— Vuelvan a mí de todo
corazón, con ayuno, llanto y lamento. Rasguen su corazón y no sus vestidos; vuelvan ahora
al SEÑOR su Dios, porque Él es compasivo y clemente, lento para la ira, abundante en
misericordia, y se arrepiente de infligir el mal.» Mientras memorizas este pasaje, reflexiona
sobre estos puntos clave:
● «Aun ahora» ̶ No permitas que la vergüenza relacionada con el pecado sexual te
haga creer que estás lejos del perdón de Dios.
● «Vuelvan» ̶ El arrepentimiento va más allá de las emociones y del remordimiento;
se trata principalmente de un cambio de dirección en la vida.
● «Rasguen su corazón» ̶ El arrepentimiento es un cambio de corazón, en el que tu
lealtad deja de ser para ti, y ahora es para Dios.
● «No sus vestidos» ̶ Joel no quería que las expresiones externas del versículo 12 se
confundieran con lo que es el verdadero arrepentimiento.
● «Porque Él es» ̶ La efectividad del arrepentimiento está arraigada en el carácter de
Dios que se manifiesta en Su ley. (Éxodo 34: 6-9)

Notas de enseñanza

«Las personas deben arrepentirse, cambiar de dirección y estar bien con Dios; siempre he
estado de acuerdo con estas afirmaciones. Los comportamientos sexuales que se vuelven
adictivos son pecaminosos... El arrepentimiento, el cambio de comportamiento y una
relación más profunda con Dios, son todos los objetivos durante el viaje de sanación para el
adicto al sexo. Normalmente, respondo a esta pregunta con otra pregunta: ¿En cuánto tiempo
esperas que el arrepentimiento y el cambio sucedan?» Mark Laaser, Cómo sanar las heridas
de la adicción sexual.
«Aquí hay tres razones por la que las personas desean dejar su hábito a la pornografía: (1)
para demostrarle algo a Dios ̶ para que Él nos bendiga o nos salve; (2) para demostrarle algo
a otras personas ̶ para agradarles o para que nos aprueben; (3) para demostrarnos algo a
nosotros mismos ̶ para sentirnos bien con nosotros mismos... Ninguna de estas razones
funciona, porque me ponen a “mí” en el centro de mi proyecto de cambio ¡y ponerme en el
centro es prácticamente la definición de pecado (p.68)!... Para algunas personas, la

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pornografía ofrece redención, en términos de aceptación y afirmación, un perdón
alternativo. “Sólo quiero sentir que estoy en lo correcto. Recurro a la pornografía en vez de
a Dios porque el evangelio no me dice que estoy en lo correcto, al contrario, me dice que soy
un pecador malvado y que Jesús murió en mi lugar, además me exige que cambie. Mientras
que la pornografía me dice: “estás bien tal y como eres” (p.57).» Tim Chester en Closing the
Window (traducido como «Cerrando la Ventana»)
«El cómplice de fantasía suele ser cariñoso, atractivo, perfectamente enriquecedor y
completamente sexual... El adicto cree en la ilusión de control porque él o ella controlan la
ilusión (p. 30)... Las fantasías de un adicto al sexo son intentos débiles de obtener lo que sólo
Dios es capaz de dar, lo cual experimentaremos parcialmente en la Tierra y plenamente en
el Cielo (p. 31).» Harry Schaumburg en False Intimicy (traducido como «Falsa intimidad»)
«Todo a lo que le llamamos historia humana ̶ dinero, pobreza, ambición, guerra, prostitución,
clases sociales, imperios, esclavitud ̶ [es] la larga y terrible historia del hombre tratando de
encontrar, algo más allá de Dios, que lo haga feliz.» C.S. Lewis en Mero Cristianismo
«La confesión puede ser un paso útil en el arrepentimiento, pero no puede ocupar su lugar. Es
posible sentirse mal por algo e incluso, decírselo a alguien más, pero sin apartarnos
genuinamente de nuestro pecado.» Joshua Harris en Ni aun se nombre. El sexo no es el problema
(la lujuria sí)
«Una persona arrepentida ha sido liberada de una actitud defensiva (p.50)… El arrepentimiento
debe ser comprendido como un suceso y como un cambio de estilo de vida. El suceso es como
arrancarse un diente, mientras que el cambio de estilo de vida es ingresar a un programa total
de cuidado dental; es un compromiso de por vida (p.69).» Earl & Sandy Wilson et al. en Restoring
the Fallen (traducido como «Restaurando al caído»)

Aplicación personal

Probablemente sientas que tu alma ha quedado descubierta apenas en los primeros tres
pasos. Te has confrontado a ti mismo junto con tus comportamientos y tu vida en general,
mirándote de las maneras que, durante mucho tiempo, te has resistido a enfrentar. En este
capítulo, vas a llevar delante de Dios esa auto conciencia de una forma honesta; no llevándole
algo que necesita saber para actuar (como si fuera simple información), sino poniéndote
delante de Él para recibir lo que Él ya ha hecho para ti.
Si presumes acerca del perdón de Dios (es decir, «Dios tiene que perdonarme, Él ya envió a
Jesús a morir. Sería un desperdicio si no lo cumpliera. Además, Dios sería un mentiroso si
prometiera perdonar y no cumpliera Su Palabra. Voy a llevar a cabo el ritual que me
corresponde, si eso es lo que Él quiere»), entonces no estás arrepentido. Lo que estás
haciendo es una transacción legal con alguien que crees que es muy tonto como para saber
lo que es mejor. Además, puedes usar a Dios para manipular a cualquier otra persona a la
que ofendiste con tu pecado («Si Dios me ha perdonado, ¿por qué tú no puedes hacerlo?»).
Si este es tu caso, recibe la fuerte advertencia de Gálatas 6:7, «Dios no puede ser burlado».
Si pierdes de vista la búsqueda del perdón de Dios (es decir, «Yo no merezco ser perdonado.
Yo debería pagar por todo lo que he hecho mal. Ya he hecho sufrir a muchas personas a causa

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de mi egoísmo, así que no debería añadir a Jesús a esa lista»), entonces te estás revolcando
en la autocompasión y te quedarás en el mismo círculo vicioso de la vergüenza que
probablemente ha alimentado a tu pecado durante mucho tiempo. Relacionalmente, sigues
siendo una persona no confiable que volverá a traicionar (sexualmente o a través de
engaños) o, por otro lado, debido a tu autocompasión, manipularás a otros usando tu culpa.
La única manera de salir del pecado es a través del arrepentimiento genuino, todo cambio
duradero se basa en el arrepentimiento. Esto sucede cuando dejas de poner tu lealtad
primordialmente en ti mismo y la pones en Dios. El arrepentimiento es dejar de confiar en
tus propios caminos y confiar en los del Señor. Es que tu objetivo principal ya no sea tu
satisfacción personal, sino glorificar a Dios y amar a los demás.
«Si el problema fuera simplemente con nuestros ojos, entonces la solución sería
sacarlos, pero si el problema comienza en el corazón, entonces la solución debe ser
más mucho más profunda (p.41).» Tim Chester en Closing the Window (traducido
como «Cerrando la Ventana»)
«Una falla común al lidiar con los patrones pecaminosos que llevan a ver material
sexualmente explícito, es enfocarse sólo en implementar métodos para interrumpir
la conducta (modificación de conducta), sin contemplar los problemas de raíz
desde el corazón.» Brian Croft en ¡Ayuda! Un amigo lucha con la pornografía
Este capítulo consolida todo el trabajo que has hecho hasta ahora y sirve como base para cada
uno de los próximos pasos a seguir en este proceso. Has aprendido mucho sobre ti mismo y tu
pecado en los primeros tres capítulos. El arrepentimiento es comprometerse a dejar de intentar
que tu manera imperfecta de hacer las cosas, funcione. Estás a punto de hacer algunos cambios
importantes para reestructurar tu vida (paso seis). El arrepentimiento es lo que permite que estos
cambios te den vida, en vez de ser prácticas de autocastigo que refuercen la vergüenza.
El tema del arrepentimiento será expuesto en cuatro secciones:
1. La barrera del arrepentimiento: el orgullo.
2. Los elementos clave del arrepentimiento
3. ¿Ante quién te estás arrepintiendo?
4. Un ejemplo de una oración de arrepentimiento

La barrera del arrepentimiento: el orgullo.

Lee Proverbios 3:34, Santiago 4:6 y 1Pedro 5:5. La respuesta más común a estos pasajes es «sí,
sí, ya entendí». Dios repite constantemente los mensajes que ignoramos, resistimos o pensamos
que no necesitamos. Este es uno de los mensajes más repetitivos en las Escrituras: para el
humilde, siempre hay más gracia. Al orgulloso le disgusta que cualquiera, incluso Dios, estorbe
sus deseos. El requisito para obtener la fuerza que necesitas para soportar los cambios que
enfrentarás, es humillarte a ti mismo para poder recibir la provisión de la gracia de Dios, que
está eternamente disponible.
«Recuerda la forma en que la pornografía refuerza el orgullo, y el orgullo refuerza la
pornografía. Los usuarios más frecuentes de la pornografía, pueden estudiar la Biblia y

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volverse aún más orgullosos (p.97).» Tim Chester en Closing the Window (traducido como
«Cerrando la Ventana»)
El orgullo no viene en una talla única que les quede a todos. El orgullo viene en muchos sabores,
colores, estilos y tallas. Steve Gallagher en En el altar de la idolatría sexual nombra siete posibles
manifestaciones del orgullo (sólo texto en negritas). Al examinar cada una de éstas, te darás
cuenta de que el orgullo te impide llegar al arrepentimiento y a abrazar la gracia de Dios.
1. El orgullo arrogante: Esta expresión clásica de orgullo te hace creer que eres mejor que
o que estás por encima de los demás. El pecado sexual se convierte en una forma de validar
tu superioridad al permitir que cada pareja que tienes, sea un trofeo que evidencie tus
proezas. Tus hazañas sexuales demuestran que eres irresistible. Para arrepentirte tienes que
admitir que eres menos que o que estás por debajo del límite de aceptabilidad. Tienes que
vivir conforme al fundamento de la gracia y no conforme a tu reputación, atractivo o carisma.
Tienes que colocarte en la categoría de «el menor de estos» (Mateo 25:31-46).
2. El orgullo auto protector: Este es un orgullo pasivo que se niega a ser vulnerable.
Comúnmente, este tipo de orgullo prefiere el pecado sexual que no involucra a una persona
real. Si el pecado sexual se comete con una persona real, entonces más real se vuelve la
relación y resulta menos atractiva. El orgullo te dice que debes protegerte a ti mismo porque
eres el único que puede hacer ese trabajo, y el único que lo hará. Para arrepentirte, tienes
que encomendarte al cuidado y la protección de Dios y eso, de alguna manera, resulta más
atemorizante que continuar confiando en ti mismo en las prácticas destructivas del pecado
sexual.
3. El orgullo inaccesible: Este orgullo es tan abrasivo que se pone en contra de cualquier
persona preocupada por confrontar tu pecado sexual y provoca que te aísles cuando tu
pecado es expuesto. Expresas tu orgullo etiquetando como «criticones» a quienes se atreven
a confrontarte y hasta los tachas de ser «los malos». Esto permite que tú seas «el bueno» (a
pesar de que eres pecador), y los que se callan o toleran tu pecado son «los compresivos».
Para arrepentirte, tienes que permitir que otros hablen verdad a tu vida.
4. El orgullo sabelotodo: Este orgullo siempre tiene una respuesta para justificar cada una
de tus acciones. Si tienes este tipo de orgullo puedes esconderte detrás de una falsa humildad
diciendo que, si en verdad estuvieras convencido de que estás pecando, entonces con mucho
gusto te arrepentirías. Este orgullo te lleva a medir lo que es razonable bajo tus propios
estándares. Para arrepentirte, tienes que humillarte bajo la autoridad de Dios y comprender
que tus acciones violan el propósito de Dios para la sexualidad. Tienes que admitir que no
serás convencido hasta que estés dispuesto a someterte a una autoridad moral superior a la
de tu propio juicio.
5. El orgullo que engrandece: Este es el orgullo que busca ser el centro de atención, que
peca por obtener atención o para saciar la inseguridad que surge cuando esa atención no es
suficiente para satisfacer tu deseo. Si tienes este tipo de orgullo, puedes ser muy talentoso o
atractivo y tu habilidad para desenvolverte de acuerdo a los estándares sociales alimenta tu
creencia de que la atención es una necesidad que debe satisfacerse y que la ausencia de ésta
es la razón de tu pecado. La habilidad que tienes para obtener lo que quieres alimenta la idea
de que puedes ser autosuficiente y así satisfacer tus propios deseos. Para arrepentirte, debes
estar dispuesto a dar tu gloria a Cristo. Debes abrazar las palabras de Juan el Bautista: «Es
necesario que Él [Jesús] crezca, pero que yo mengüe (Juan 3:30).»

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6. El orgullo insumiso: Este es el orgullo que siempre debe estar a cargo; si eres una persona
con este tipo de orgullo, resistes la posibilidad de permitir que cualquier otra persona ejerza
autoridad sobre tu vida. Incluso ves a Dios como un intruso cuando es Él quien te dice que tu
pecado es algo que debes cambiar. Antes, Dios funcionaba como una brújula moral, siempre
y cuando tú eligieras el camino, pero ahora, que seguir a Dios implica darle el señorío de tu
vida, ya no estás muy seguro de querer un Salvador con el que no estás de acuerdo acerca
del pecado por el cual Él murió. Para arrepentirte, tienes que reconocer humildemente que
ya no te perteneces a ti mismo, sino que fuiste comprado por la sangre de Cristo (1 Corintios
6:18-20).
7. El orgullo espiritual: Este es el orgullo que evidencia «tu santidad», que expone una lista
de las cosas buenas que ya has hecho o que estás haciendo con el fin de quitar la atención de
tu pecado sexual. La culpa se convierte en una herramienta de manipulación contra aquellos
que creen que tienen la autoridad moral para cuestionar acerca de tu vida. Con frecuencia,
crees que la solución a tu pecado es hacer una lista más larga de actividades espirituales con
las cuales comprometerte (por ejemplo: leer la Biblia, orar, ir a conferencias, ser generoso,
etc.) en vez de arrepentirte de tu pecado. Para arrepentirte, necesitas reconocer
humildemente que ninguna de tus actividades espirituales te ayuda a ganar puntos con Dios,
y que ninguna de esas actividades sustituye al arrepentimiento.


Los elementos clave del arrepentimiento.

No existe una fórmula para el arrepentimiento, sin embargo, los seis puntos que se
expondrán a continuación, tienen el objetivo de ayudarte a experimentar completamente el
impacto redentor del arrepentimiento. En este sentido, el arrepentimiento y el perdón de
Dios pueden ser como un teléfono inteligente. Tienen tantas funciones que es posible que no
sepas de su existencia, ni de cómo utilizarlas. Cuando compras el teléfono, adquieres todo,
pero no obtienes el beneficio completo hasta que te das cuenta de que tiene múltiples
funciones y hasta que aprendes a usarlas.
Después de cada punto, habrá un espacio de autoevaluación. Las preguntas tienen el
propósito de ayudarte a determinar si estás en la posición más conveniente para recibir los
beneficios que Dios quiere darte a través de cada aspecto del arrepentimiento.
1. Un deseo de vivir para Dios y de someterse a su señorío. El arrepentimiento no
comienza con el remordimiento. El remordimiento no tiene nada que ver con Dios,
sino con las consecuencias desagradables; entre más desagradables son las
consecuencias, más intenso es el remordimiento. El arrepentimiento comienza con un
deseo apasionado de someterse al señorío de Dios y de reflejar Su carácter. Saber que
es imposible llegar a cumplir este deseo, es lo que puede precipitar el genuino
remordimiento al verdadero arrepentimiento. Sólo este cambio en la orientación de
tu vida puede proveer el fundamento para un cambio que perdurará una vez que las
consecuencias desagradables disminuyan.

«Les gusta pensar que tienen el control, pero no es así. De hecho, su incapacidad
para renunciar a esa ilusión de control, es precisamente lo que impide que los
adictos al sexo sanen. Sucede lo mismo con cualquier pecado; nuestros intentos

62
por controlar nuestras vidas nos impiden confiar en Dios y en su cuidado.» Mark
Laaser en Cómo sanar las heridas de la adicción sexual

Autoevaluación: ¿Te estás rindiendo al Señorío de Cristo en tu vida o solo
estás buscando alivio por la falta de tranquilidad que el pecado sexual ha
traído a tu vida?

2. Un entendimiento de cómo tu pecado procuró reemplazar a Dios. No te arrepientes


sólo por acciones o motivos distorsionados, te arrepientes de haber reemplazado a Dios
contigo mismo. El pecado sexual no quiere que Dios sea Dios. Como pecador quieres que
el mundo exista para tu placer, paz y satisfacción. El arrepentimiento reconoce esta falsa
adoración como una confrontación a la posición de Dios.

«Pero los adictos al sexo rechazan las promesas de Dios, están obligados a
cometer actos sexuales para satisfacer sus necesidades (p.68).» Harry
Schaumburg en False Intimacy (traducido como «Falsa intimidad»)

Autoevaluación: ¿Fuiste capaz de ver la naturaleza «contra Dios» de tu pecado


en la evaluación de motivos del capítulo tres? ¿Qué aprendiste y que fue lo
más difícil de reconocer?

3. Quebrantamiento por la naturaleza de tu pecado. La sexualidad saludable comienza con


el reconocimiento de tu condición humana caída. En el fondo, pecas porque eres
pecador. La infinidad de malas decisiones que te llevaron a pecar, no son la causa
principal de tu pecado sexual. La raíz es que tu naturaleza ha sido distorsionada por la
Caída (1 Corintios 15:21-22). El verdadero arrepentimiento no es sólo lamentarte por tus
pecados, sino ser quebrantado por tu condición de pecador. Cuando reconoces tu
perversidad, obtienes una correcta autoevaluación que te permite confiar en Dios de la
forma en que la requiere el arrepentimiento genuino, y te permite establecer la
honestidad que requieren las relaciones reales, es decir, una honestidad que no está
basada en la vergüenza.

Autoevaluación: ¿Te resistes a verte a ti mismo, y ser conocido, como alguien


que necesita eternamente la gracia sustentadora de Dios?

4. Expresión a Dios. Después del pecado, tus instintos te hacen esconderte de Dios en vez
de hablar con Él (Génesis 3:8). Muy a menudo pensamos que el arrepentimiento no
direccionado, es lo mismo que arrepentirse ante Dios. No sentirás que tu relación con
Dios se ha restaurado, mientras que sigas evitando a Dios a causa de tu pecado. No es
bueno dirigir tu arrepentimiento «a quien corresponda». Al arrepentirte ante un
destinatario ambiguo, estás hablando contigo mismo. Cuando te arrepientas, hazlo ante
Dios, habla con Él, y así conocerás Su respuesta a tu arrepentimiento.

63
Autoevaluación: ¿Has hablado con Dios en tu arrepentimiento? Si no has
dirigido tu arrepentimiento a Dios, es posible que tu arrepentimiento parezca
inefectivo, ya que al «nadie» a quien te dirigiste, no tiene el poder para
perdonar.

5. Fe en que Dios está dispuesto a perdonar. El arrepentimiento es una expresión de fe, te


acercas a Dios sin nada que ofrecer a cambio del perdón. Si no crees que Dios te puede
perdonar, continuarás enfocándote en esforzarte más o esconderte mejor. Todo esto ̶
inadvertidamente ̶ refuerza la idea de que tu pecado es bueno y Dios es malo. Si no que
crees que Dios está dispuesto a perdonar con base en Su gracia y en la muerte de Cristo,
entonces el arrepentimiento se convierte en la continuación de una mala relación con un
exigente amante de la deidad, al que nunca se puede complacer.

«Estuve en ese círculo vicioso un millón de veces: la emoción del pecado, la


miseria y después volvía el deseo vehemente. Era tan tóxico y poderoso, que
era más que sólo sexo; era una adoración a mí mismo, pero Jesús es más
poderoso. En cuanto fui honesto, encontré gracia (p.20).» Testimonio
anónimo en Pornography: Slaying the Dragon (traducido como Pornografía:
matando al dragón) de David Powlison

Autoevaluación: ¿Cómo ves a Dios (Su rostro, la postura de Su cuerpo, Su tono


cuando habla, las palabras que dice, los gestos de Sus manos) cuando vienes
a Él arrepentido? Esta pegunta será muy importante para el material a
continuación. Tómate un tiempo extra para reflexionar en ello.

6. Nueva dirección de vida la cual se expresa primero a través de la confesión. Estos temas
serán desarrollados en el paso cinco y seis. Por ahora, comprende que la palabra hebrea
para «arrepentimiento» es una palabra gráfica que significa «cambiar la dirección». El
arrepentimiento es tu forma de comenzar o volver a comprometerte con Dios mediante
una relación de pacto (como el matrimonio). Por eso, a menudo, el pecado es llamado
adulterio espiritual. El arrepentimiento es tu ceremonia de renovación de votos que
expresa tu compromiso renovado con la fidelidad del pacto.

Autoevaluación: ¿Te asusta pensar en el arrepentimiento como una


ceremonia de renovación de votos? ¿Cómo esta ilustración extiende las
implicaciones del arrepentimiento más allá de un momento de oración?

¿Ante quién te estás arrepintiendo?



Puedes evitar el arrepentimiento porque piensas demasiado en ti mismo: eso quedó cubierto
al explicar los siete tipos de orgullo. Puedes evitar el arrepentimiento porque lo confundes
con el remordimiento: eso quedó cubierto al explicar los seis elementos clave del
arrepentimiento. Pero la tercera razón por la que evitas el arrepentimiento puede ser

64
porque piensas muy poco en o erróneamente acerca de Dios. Veremos dos maneras en las
que puede expresarse esta última razón para evitar el arrepentimiento.
Dios no es suficiente

Puede ser que no te arrepientes por tu pecado sexual ante Dios, porque le encuentras a Él
menos deseable que tu pecado. El arrepentimiento sólo se da cuando se valora más la
relación con aquel ante el cual se está arrepentido, que la ganancia que se recibe por parte
del pecado (este mismo principio aplica para la confesión). Si tu convicción para arrepentirte
es débil, significa que el valor que le das a tu relación con Dios es débil también.

«En consecuencia, el que se dedica a la búsqueda del pecado, ha aceptado la mentira
de que una relación con Dios no es suficiente para alcanzar la plenitud, éste está
convencido de que siempre debe haber algo más en la vida.» Steve Gallagher en En el
altar de la idolatría sexual

Esto explica porqué el arrepentimiento debe comenzar con un gran amor por Dios, más que
con un intenso dolor por el pecado (al final ambos son necesarios). Pero si no tienes un gran
amor por Dios, cuando la vida comience a mejorar, no pasará mucho tiempo para que el alivio
que sientes, lleve el dolor de tu pecado debajo de tu amor por Dios. Entonces, el
arrepentimiento y el cambio terminarán en el punto en que tú te sientas cómodo.

«El fuego de los placeres lujuriosos deben combatirse con el fuego de la plenitud de
Dios. Si tratamos de vencer el fuego de los placeres de la lujuria, sólo con
prohibiciones y amenazas (incluyendo las terribles advertencias de Jesús), entonces
fracasaremos. Debemos combatirlo con una gran promesa de felicidad superior.
Entonces, debemos derrotar el pequeño destello del placer de la lujuria en la guerra
con la santa satisfacción.» John Piper en Gracia venidera

En nuestra cultura, también caemos en la mentira de «Dios no es suficiente» a través del
concepto del auto perdón. Es común escuchar gente decir «yo sé que Dios me ha perdonado,
pero yo no puedo perdonarme». La implicación directa de esto es que el perdón de Dios es
más barato que nuestro perdón, así que recurrimos a nosotros mismos en busca del perdón
definitivo que nos libere de la carga de la culpa. En cuanto a la culpa, nos convertimos en
nuestro propio dios y, de muchas maneras, esto se asemeja a cómo tratamos de ser como
Dios en nuestro pecado sexual.

«¿Por qué esto es tan difícil? Porque tu instinto natural es enfocarte en ti mismo, en
lugar de voltear a ver a Jesús. Todos los pecados sexuales se tratan de ti: lo que
quieres, lo que esperas y lo que anhelas, por tanto, cuando te enfrentas a situaciones
difíciles o desagradables (aburrimiento, soledad, problemas económicos, problemas
con tu pareja, distanciamiento con un amigo) es fácil (e instintivo) enfocarte en ti
mismo […] Después de pecar, es fácil (e instintivo) mirar hacia ti mismo, pero de
forma distinta. Ahora, como te sientes culpable, te reprochas, te señalas y estás
consternado contigo mismo, e incluso tu culpa se enfoca en ti. Tu única esperanza
para ser libre de este círculo vicioso interminable, es dejar de pensar en ti mismo e ir
hacia Jesús.» David Powlison en Adicción Sexual.
65

Finalmente, creemos la mentira de que «Dios no es suficiente», una vez que nuestro pecado
sexual nos ha engañado al confundir «Dios es amor (1 Juan 4:8; 16)» con «Dios es lujuria».
Una de las técnicas principales de Satanás siempre ha sido hacerse pasar por Dios (2
Corintios 11:14) y, en nuestra debilitada condición espiritual, no somos capaces de discernir
entre la lujuria y el amor (1 Corintios 2:14-16).

En especial, esto es cierto en relaciones de adulterio prolongadas, donde las personas a
menudo dicen estar enamoradas y se preguntan si acaso Dios querría que estén en un
matrimonio infeliz. Esta pregunta evidencia tanto una ceguera egocéntrica a causa del
pecado, como la pérdida de consideración por honrar a Dios y amar a la familia. Los papeles
han cambiado a tal grado que, ahora creen que Dios existe para su felicidad, y no que la gente
existe para la gloria de Dios.

El siguiente relato de una historia de ficción de C. S. Lewis capta tanto el auto engaño del
pecado sexual como la relación que existe entre amor y lujuria. Al leerlo, te darás cuenta de
que el arrepentimiento requiere que mueras a ti mismo, de maneras intensamente
dolorosas. El pecado fija sus raíces y sus garras en tu vida y no planea irse hasta que haya
drenado toda la vida de tu alma. Pero es muriendo a ti mismo, que obtienes lo que
tontamente estuviste buscando en tu pecado, y entonces realmente vivirás (Lucas 9:23-25).

«En El gran divorcio, C. S. Lewis cuenta una historia alegórica sobre el fantasma de un
hombre afligido por la lujuria. En la historia, la lujuria se encarna en una lagartija roja
que se sienta en su hombro y susurra seductoramente en su oído. Cuando el hombre
se encuentra desesperado a causa de la lagartija, un ángel se ofrece a matarla por él.
Pero el sujeto se debate entre el amor por su lujuria o el deseo de su muerte. Teme
que la muerte de su lujuria lo mate después a él. Pone excusa tras excusa al ángel,
tratando de conservar a la lagartija que dice no querer. (¿Has comenzado a verte a ti
mismo?) Finalmente, el hombre accede y permite que el ángel se apodere de la
lagartija y la mate. El ángel aprieta al reptil, le rompe el cuello y lo arroja al suelo. Una
vez que el hechizo de lujuria se rompe, el hombre fantasmal, se convierte
gloriosamente en un ser real y estable. Y la lagartija, en vez de morir, es transformada
en un impresionante semental. Llorando lágrimas de alegría y gratitud, el hombre
monta al caballo y ambos se remontan hacia los cielos. En esta historia, C. S. Lewis
muestra la conexión entre matar a la lujuria y encontrar la vida. Parece que destruir
a nuestra lujuria nos destruirá a nosotros. Pero no es así. Y cuando destruimos
nuestro deseo lujurioso, no llegamos al final de ese deseo, sino al inicio de un deseo
puro.» Joshua Harris en Ni aun se nombre. El sexo no es el problema (la lujuria sí)

Dios como un ser airado e inaccesible

Algunas personas evitan el arrepentimiento porque creen la mentira de que «Dios no es
suficiente», mientras que otras personas lo evitan porque ven a Dios como un ser airado e
inaccesible. Temen a Dios, pero no en el aspecto saludable del temor al Señor (Proverbios
1:7). Piensan que Dios no recibe con amor a los pecadores arrepentidos, y por eso le temen.
Le tienen miedo, como si la parábola del hijo prodigo (Lucas 15:11-24) fuera una de las
66
fábulas de Esopo, y no una imagen real del carácter de Dios, contada con la autoridad del
testimonio del mismo Hijo de Dios.
«Para ganar la batalla contra la pornografía, debes seguir acercándote al corazón de Dios, y
esa acción comienza confiando en Su amorosa bienvenida (p.73).» Tim Chester en Closing
the Window (traducido como «Cerrando la ventana»)

Para arrepentirte de manera correcta y consistente, debes creer que Dios se deleita en
perdonar y restaurar a Sus hijos, también debes creer que el amor de Dios por Sus hijos es
más grande, en intensidad y cantidad, que Su odio por el pecado. Debes también leer la Biblia
como si, lo que dice sobre el pecado, hablara a tu pecado en específico. Considera los
siguientes dos pasajes parafraseados por Tim Chester para hablarle al pecado sexual.
Permite que te hagan sentir espantosamente incómodo y cambien tu visión de Dios de un ser
airado e inaccesible, a la de un Padre amoroso que desea profundamente que Sus hijos
acepten Su invitación de ser restaurados por Él.

Romanos 8: 3-4, «Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne,
Dios lo hizo: enviando a Su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y como ofrenda por
el pecado, condenó al pecado en la carne, para que el requisito de la ley se cumpliera en
nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.»

«Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne, Dios lo hizo;
enviando a Su propio Hijo en semejanza de adictos a la pornografía, como ofrenda por el
pecado de la pornografía, condenó al pecado de la pornografía en la carne, para que el
requisito de la pureza sexual se cumpliera en nosotros, que no andamos conforme a la carne,
sino conforme al Espíritu (p.70).» Romanos 8: 3-4 Parafraseado por Tim Chester en Closing
the Window (traducido como «Cerrando la ventana»)

2 Corintios 5:21, «Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que fuéramos
hechos justicia de Dios en Él.»

«A Jesús, el que nunca miró con lujuria, Dios lo hizo adicto a la pornografía por nosotros, para
que fuéramos hechos sexualmente puros en Él.» 2 Corintios 5:21 parafraseado por Tim
Chester en Closing the Window (traducido como «Cerrando la ventana»)


Un ejemplo de una oración de arrepentimiento

No hay magia en estas palabras o en esta guía, la intención es ayudarte a llevar el material de
estos cuatro primeros capítulos ante Dios en arrepentimiento y buscando Su perdón, antes
de que lo lleves a otras personas, confesándote en busca de restauración (paso cinco) o antes
de que empieces a elaborar un plan de acción para reestructurar tu vida (paso seis).

Toma este ejemplo y úsalo como una guía de conversación con Dios. Mientras hablas con Él,
revisa tu manual y verbaliza lo que has aprendido. Dios está interesado en lo que le dices, no
porque finalmente has aprendido la lección, sino porque has entrado en razón y has vuelto a
casa (Lucas 15:17, 20).

67



Padre Celestial,

Me alegra poder venir ante Ti, a pesar de que he pecado de lujuria y he mentido
muchas veces. He dudado en venir a Ti porque....

[describe tus puntos de vista erróneos acerca de Dios y/o del arrepentimiento]

Tampoco he querido admitir la magnitud de mi problema con la lujuria y la mentira.

[describe lo que te diste cuenta de ti mismo en los capítulos uno y dos]

Puedo ver que he servido y vivido para muchas cosas, que están por debajo de Ti.

[enumera los motivos del capítulo tres y describe cómo es que has vivido para esas
cosas]

Tú sabes cómo esas cosas llegaron a ser tan valiosas para mí. Tú sabes lo que necesito
(Mateo 6:8). Confío en que Tú suplirás anhelos y deseos buenos. Te pido que cambies
los deseos malos o excesivos, a través de cualquier medio necesario.

[menciona cómo esto te asusta y/o te confunde]

Te he reemplazado en mi vida por la lujuria. Me he declarado más capaz de cuidar de
mí mismo, que Tú. Veo que eso es erróneo y tonto. Perdóname, por favor.

[habla con Dios usando los seis elementos de perdón]

Sólo Tú amas verdadera y correctamente. Anhelo aprender más de tu carácter,
mientras me esfuerzo por representarte en mi vida diaria. Señor ayúdame a
mantenerme apasionado para aprender de tu carácter y tu camino, y así no volver al
egocentrismo de mi lujuria.

Amén.










68






Enfoque de compromiso (Arrepentirse)

En cada paso, proporcionamos algunas preguntas; para que otra persona, de tu
confianza, te las haga abiertamente y te confronte ante cualquier contradicción en tus
respuestas y lo que realmente llevas a cabo en tu vida.

● ¿Estaba dispuesto a admitir las distintas formas de orgullo con las que lucho, y a
humillarme delante de ti?
● ¿He mostrado una disposición para abrazar cada uno de los seis elementos del
arrepentimiento?
● ¿Demuestro ver a Dios como mejor que mi lujuria y como un Padre amoroso que
recibe mi arrepentimiento?

En cada paso, te recomendamos que le confieses a tu compañero de rendición, al menos
un nuevo elemento de tu lucha con tu pecado sexual, y te comprometas a erradicarlo.
Estos compromisos son preliminares al capítulo 6 «reestructurando la vida» pero sirven
para ir progresando mientras se llega a ese punto.

● ________________________________________________________________
● ________________________________________________________________

69
Capítulo 5
“Colocando luz en lugares oscuros”
CONFESAR NUESTRO PECADO A LOS AFECTADOS por el daño hecho y buscar compensar.
“No he representado bien a Dios en tu presencia. (Describe)
Has sido herido por mis acciones, actitudes y creencias que no reflejan a Dios. (Lista)
Mi meta en la vida es dar a conocer el carácter amoroso de Dios.
Eso comienza con esta solicitud de perdón.
Valoro nuestra relación más que mi orgullo.
Actualmente estoy trabajando para someter mi vida al control de Dios y entiendo si necesitas
tiempo para considerar mi pedido de perdón.”

Memoriza: 1 Juan 1:6-10 (NBLA) Si decimos que tenemos comunión con Él, pero andamos en
tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad. Pero si andamos en la Luz, como Él está en la
Luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús Su Hijo nos limpia de todo
pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no
está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados
y para limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos a Él mentiroso
y Su palabra no está en nosotros.

● «Si decimos»- Parte de tu confesión necesita entender que los versículos seis y ocho son
una verdad en tu vida
● «Andamos en la luz»- La confesión verdadera es un estilo de vida y no un evento, no es
algo que hacemos sólo para terminar con la situación
● «Nos engañamos a nosotros mismos»- Debes comenzar a ver cómo te has decepcionado
a ti mismo y por qué es importante que acabes con este estudio.
● «Fiel y justo para perdonarnos»- La confesión a otros no nos ayuda a recibir más perdón,
pero es un paso que muestra un verdadero arrepentimiento
● «Lo hacemos mentiroso [a Dios]»- El pecado que no se confiesa hace que la vida sea
confusa y la palabra de Dios se hace falsa con las personas que amas

Notas de enseñanza

«Ser transparente con otras personas es una de las cosas más difíciles que debemos hacer.
Un hombre puede instituir todos los otros pasos descritos en este libro en su vida, pero si se
salta en este, todos los demás esfuerzos podrían resultar en vano». Steve Gallagher, Altar de
la idolatría sexual.
«No le había preguntado a mi esposa antes de traer este pecado a nuestra casa. Si ella iba a
vivir con las consecuencias de este pecado, entonces ella tenía el derecho de determinar qué
necesitaba saber. Si tuviéramos alguna posibilidad de reconstruir este matrimonio, no habría

70
más lugar para mentiras o medias verdades. En nuestros grupos, respondemos más
preguntas relacionadas con la conversación durante la recuperación del adulterio que
cualquier otro tema. Podríamos haber pensado que la confianza o el perdón o incluso el sexo
surgirían con mayor frecuencia, pero, en realidad, la conversación es el puente que puede
generar confianza, perdón y sexo». Gary y Mona Shriver, Infidelidad.
«La confesión incluye dos aspectos importantes: (1) Las confesiones traen a la luz los secretos
oscuros de modo que podamos eliminarlos… (2) La confesión permite que Dios y la persona
que se preocupa por nosotros vea nuestro pecado y aun así nos ame…No es saludable que
sólo nuestras esposas o esposos sean nuestros compañeros para llevar cuentas. (p339)» Doug
Rosenau, Una Celebración del Sexo.
«He escuchado a muchas personas decir que no tienen una persona a la cual puedan confesar
su lucha. Pero lo que verdaderamente están diciendo es que no están lo suficientemente
desesperados como para buscar ayuda. (p.75-76)» Steve Gallagher, En el altar de la idolatría
sexual.
«Construir relaciones reales de amor con personas reales es crucial para transformar la
imaginación. Usted ha pasado mucho tiempo en su propio mundo privado de fantasía. Un
mundo de relaciones honestas lo esperan (p.24). La Biblia está llena de historias sobre el
pecado sexual, y se cuentan de una manera que nos deja sin ilusiones, pero nunca es
excitante ni morbosa (p.27)» David Powlison, Adicción sexual.

Aplicación Personal

Cuando analizamos el desarrollo del pecado sexual en el paso uno, dijimos que se cruzó un
umbral importante cuando el pecado sexual se hace público (pasar de imágenes o
conversaciones con personas anónimas a despertar la interacción con una persona real y
conocida). Lo mismo ocurre con la destrucción del pecado sexual; se cruza un umbral
importante a medida que la integridad sexual se hace pública (pasando del diálogo privado
con Dios a la confesión pública con personas reales y conocidas).
Si has logrado atravesar los primeros cuatro pasos con integridad, entonces se ha producido
un cambio, pero a partir del paso cinco se colocarán las bases para el cambio duradero. La
privacidad mata el cambio y alimenta el pecado. La transparencia mata el pecado y alimenta
el cambio. Es probable que este paso te asuste tanto como cualquier paso que hayas dado
desde el principio. Pero recuerda que no es tan aterrador avanzar, lo verdaderamente
peligroso es retroceder. No permitas que el miedo te vuelva olvidadizo.
Esta es una etapa del proceso de cambio en la que muchas personas solo quieren lidiar con
su pecado en privado. Pero lidiar con un pecado privado en privado es como tratar de luchar
contra un caimán en un pantano, estarías en su propio terreno. Cada ventaja situacional iría
a tu pecado sexual. Sin embargo, si eliges luchar con el mismo caimán en un árbol, todas las
ventajas de la situación irán a tu favor. La confesión es cuando dejas de luchar contra el
pecado sexual en su propio terreno.
«Si tu deseas quedarte atrapado en tu pecado, confiesa sólo a Dios. Si tú quieres superar tu
pecado, confiésalo a alguna persona de confianza (p.37)» Steve Gallagher, En el altar de la
idolatría sexual.

71
Recuerda, el pecado no está domado. El pecado, oh lo matas o te mata. No hay tal cosa
cómo tener control sobre un pecado que estamos practicando, usualmente en esta etapa
del proceso es cuando comenzamos a dudar de esta verdad. Ya que el pecado ha sido
debilitado, la vida se ve cada vez mejor. Un sentimiento de esperanza está emergiendo,
estas son cosas buenas, a menos que nos hagan relajarnos y acorten nuestro viaje hacia
la libertad de Dios, no te dejes engañar; a menos que tu pecado sea expuesto no solo a la
luz de la verdad de Dios sino también a la comunidad cristiana, éste recuperará su fuerza.
«Es posible que algunos cristianos se sigan sintiendo solos a pesar de ser parte de la
comunidad cristiana participando en los cultos de oración y adoración, esto sucede no
porque no disfruten de la comunión con otros creyentes piadosos, sino que en esa
comunidad no se permite que seamos pecadores, todos ocultan sus pecados de sí mismos
y de los otros, de modo que nadie es pecador» Dietrich Bonhoeffer, Vida en comunidad.
Mientras examinamos el tema de la confesión, debemos tomar en cuenta los siguientes
puntos: (1) A quién confesar; (2) Cómo confesarlo y (3) prepararnos para la confesión

A quién confesar

Dejemos algo en claro, la confesión te hará sentirte incómodo. Podría ser que al pensar en una
persona a la que vayas a confesar te haga sentir incómodo, pero no debes dejar que eso se
convierta en una razón para no hacerlo. Si comienzas con este tipo de pensamientos, estudiarás
este capítulo sólo de manera intelectual. Trata de no ponerte a la defensiva y responder algo
como “No le diré a nadie acerca de esto, no es su problema” Esta expresión es una exageración
(mira el tipo de mentira número doce en el paso uno). Hay que recalcar que existe sabiduría en
a cuantas personas cuentas tu pecado, y a cuantas personas debes expandir el circulo de
confesión, pero incluso siendo sabio, te sentirás incómodo.
“Hay una cosa que es claramente universal: Aquellos que están comprometidos a ser
abiertamente honestos son quienes pueden sobreponerse al pecado y pueden avanzar
hacia un caminar en santidad. En contraste, nunca he visto a alguien que pudiera
sobreponerse el pecado sexual si no están dispuestos a sacar su pecado a la luz con
algunas personas. Aquellos que se rehúsan a seguir este camino de honestidad abierta se
quedan atrapados en el pecado o regresan a éste después de un corte periodo de
abstinencia” David White, Living in the Light (traducido como «Viviendo en la luz»)

A tú conyugue
Si estas casado o comprometido, esta debería ser la confesión que ocurra primero. Si tu pecado
sexual involucra a una persona (un engaño emocional o una relación física) debes con más
rapidez confesarlo a tu conyugue. Sin la confesión a tu conyugue estas protegiendo esa relación
ilícita en lugar de proteger tu matrimonio. De igual manera estarías guardando secretos que son
lazos fuertes con la otra persona y que al largo plazo dañaran tu matrimonio cuando éstos salgan
a la luz. Si no confesaste algo, o hay algún detalle que hayas olvidado este es el momento para
sacarlo a la luz.

72
«Una vez que justificamos la mentira para no herir a otros, hemos abierto la puerta para
sólo hablar la verdad cuando sea conveniente y cómodo (p.76)». Earl y Sandy Wilson,
Restoring the Fallen (traducido como «Restaurando al caído»).
Durante la confesión, puede parecer que tu matrimonio inicialmente da un paso atrás, debido a
los recuerdos desagradables y las emociones que afloran, pero esto es necesario. También existe
una sensación de protección que tu cónyuge obtendrá a medida que demuestres el valor de
tomar medidas incómodas para mejorar y restaurar el matrimonio. Si hay una pérdida emocional
inicial, todavía habrá una ganancia neta de este importante paso.
La confesión no debe convertir al cónyuge en el compañero principal de rendición de cuentas.
Combinar el papel de cónyuge y compañero principal de rendición de cuentas, reprimirá la
creación de confianza a largo plazo. Tu cónyuge se verá obligado a hacerle preguntas regulares o
dejarte solo para luchar tu batalla contra tu pecado. Por eso es esencial que las personas casadas,
hagan una rendición de cuentas con amigos cercanos piadosos. (Revise la siguiente sección).
Se deben aclarar 3 cosas acerca del rol de tu conyugue en ser su compañero principal de rendición
de cuentas. Primero, tu cónyuge debe tener la libertad de preguntarle sobre tu pecado y
tentación. Si tú motivación para que tú cónyuge no actúe como tu compañero de rendición de
cuenta, es para que no te pregunte o para que no pueda pedir explicaciones, entonces tus
motivos son incorrectos. En segundo lugar, tu cónyuge debe tener la libertad de hablar con tu
compañero de rendición de cuentas si es que tiene alguna inquietud o preocupación. En tercer
lugar, si sucumbes a la tentación, tu compañero principal de rendición de cuentas deberá insistir
en que confieses a tu cónyuge.
Lea I Pedro 4: 17-19. Dios comienza el juicio con su familia. Con base en esto, debemos comenzar
la confesión en la nuestra. La confesión debe comenzar con aquellos a quienes más amamos y
con quienes deseamos tener una relación restaurada. Es por eso que anteponemos el
arrepentimiento a Dios antes que confesarlo a otros. Incluso si tu confesión dificulta
temporalmente las cosas en tu matrimonio, esto muestra la voluntad de aferrarte a Dios mientras
haces lo correcto (v. 19). Es mejor sufrir, obteniendo una respuesta negativa por hacer lo
correcto, de acuerdo con la voluntad de Dios que vivir placenteramente (por poco tiempo)
siguiendo sus propios consejos.

Tus amigos cercanos


Debes tomar en cuenta que tú estuviste hundido en tu pecado principalmente porque te
escondiste de aquellos que realmente te amaban y querían lo mejor para ti. Confiaste en tu
pecado más que en tus amigos cercanos. Sin una conciencia de tus luchas, tus amigos cristianos
no pueden cumplir la función en tu vida que Dios diseñó para ellos.
«Guardar secretos deja al Cuerpo de Cristo (la Iglesia) impotente para cumplir su
propósito en cada miembro de la iglesia que está atravesando por la tentación y el
pecado» Earl y Sandy Wilson, Restoring the Fallen (traducido como «Restaurando al caído»).
La única forma de combatir tus miedos sobre confesarse a tus amigos es confesando a tus amigos.
Hasta que no hayas experimentado la confesión, tu imaginación creará escenarios de miseria y
desprecio. Hasta que obedecemos a Dios en un área particular de la vida, nuestra imaginación
está limitada por nuestro pecado y temores (Salmo 34: 8).
«Creo que tú estarías sorprendido de la carga increíble que se va de tu cuerpo cuando
confiesas tu pecado. Cuando salimos de nuestro cascarón, recién allí es cuando comienza

73
nuestro proceso de libertad del pecado sexual (p.139)». Joshua Harris, El sexo no es el
problema (la lujuria sí).
«El primer paso y el más importante para sacar la pornografía de tu vida, es simplemente
confesar tu pecado, no esconderlo de Dios y de tus amigos piadosos, y no pretender que tú
puedes hacerlo solo (p.103)” Tim Chester en Closing the Window (traducido como «Cerrando la
Ventana»)
La pregunta es entonces ¿a qué amigos debo confesarlo? A continuación, te damos tres
grupos de personas a quienes deberías confesarlo. Puede haber algunas suposiciones,
pero es necesario que estas áreas sean cubiertas.
● Tu grupo pequeño: esto asegurará que tengas un tiempo regular en el que la confesión
“encajaría” con las expectativas de este grupo. Sin una base de responsabilidad que te
reúnas con regularidad y reserves tiempo para la confesión abierta y la rendición de
cuentas, inevitablemente estarás solo cuando la rendición de cuentas sea más necesaria.

● Tu mejor amigo: Los valores que inculques en tu relación más cercana tendrán un gran
impacto en tu vida y en tu carácter. Enfatizar abiertamente la pureza y la fidelidad marital
en tus amistades más cercanas es una forma importante de marinar tu vida en estas
virtudes. El carácter no es algo que podamos esconder en una área privada o terapéutica
de nuestras vidas.

● Alguien de cada área de la vida en la que el pecado incrementó: Esta es una implicación
directa de la instrucción de Juan de "caminar en la luz" durante tu batalla con el pecado
(I Juan 1: 7). Repasa tu divulgación completa. ¿En qué áreas de la vida (es decir, trabajo,
gimnasio, club social, etc.) comenzó y creció tu pecado? Coloca postes de luz de
responsabilidad y conciencia en esas áreas para disipar la oscuridad del anonimato.
Lea Hebreos 3:12-15. El autor de Hebreos se toma la confesión muy en serio, porque conoce
la condición de nuestro corazón cuando lo dejamos a su suerte y conoce la gran habilidad del
pecado para hacerse atractivo. No caigas en la mentira de que eres más fuerte de lo que las
Escrituras dicen que eres. A menos que tomes medidas inmediatas y activas para comenzar
a establecer responsabilidades fuera de tu grupo o relación de consejería, entonces estarás
cayendo en esta mentira.

No a la persona por la que sientes atracción


Si está casado, la única persona afectada a la que no debes confesar es a la(s) persona (s) con
quien has pecado sexualmente. La única excepción a esto es si tu pecado sexual fue un acto
de violación u otra forma de abuso sexual. En estos casos, la confesión puede ser apropiada
(si no traumática para su víctima) pero debe hacerse con la guía de un consejero
experimentado.
Tu acto de terminar la relación es una clara indicación de que creías que la relación era mala.
Tu continua falta de comunicación con esa persona es el fruto del arrepentimiento que revela
que tu opinión no ha cambiado y es un acto de protección para ambos. Cualquier palabra de
compasión por cómo tu pecado los afectó, solo serviría para provocar una tentación en
ambos.

74
Cómo confesarlo (Más que revelarlo)

La confesión es la revelación que sigue del arrepentimiento a Dios con una conciencia del
impacto de tu pecado, un odio creciente por el pecado y una humilde solicitud de perdón. En
la conmoción de ser "descubierto", estas piezas rara vez están en su lugar durante la
revelación completa inicial. Incluso en la vergüenza de la revelación inicial, generalmente
somos demasiado egocéntricos para tener la empatía con el otro, que es necesaria para
confesar de manera efectiva. Es por eso que solo ahora estamos listos para confesar.
Las heridas que se causan en una relación pueden ser sanadas una vez que todo ha sido
confesado. Hasta este capítulo, los pasos que se han dado han tratado de desinfectar las
heridas provocadas por el pecado, pero el proceso de limpieza y curación llevan un
tiempo. Limpiar la suciedad de una herida es de vital importancia, pero ésta no se cura hasta
que se completa el proceso. La confesión es la conclusión del proceso de limpieza y
desinfección por el pecado sexual. En la sección de cómo confesar veremos cinco aspectos
de importantes para la confesión.

1. Se claro y admite cuál es tu historia con el pecado

Confesar tu pecado es más que revelar una serie de malas decisiones. La confesión
involucra revelar quién eres en verdad y en qué te has convertido. El pecado secreto
muestra una falsa foto de quien eres. Tus secretos han hecho que todos a tu alrededor
vivan una mentira. La confesión permite que las personas a tu alrededor vean cómo eres
en verdad de nuevo o tal vez por primera vez.

En este punto emerge una pregunta importante al momento de la confesión, ¿cuán


específico debo ser acerca de mi pecado sexual? El relato bíblico del pecado de David con
Betsabé nos ayudará a dar respuestas a esta pregunta. Cuando David se arrepintió a Dios,
habló de su pecado y de cómo restauraría a los demás (Salmo 51:13-14). En la palabra de
Dios, encontramos algunos fundamentos que podrían ayudar al momento de confesar tu
pecado sexual.

Lea 2 Samuel 11 – 12. Lo que sigue es un intento de dibujar los elementos clave para
confesar el pecado sexual. Este material puede superponerse significativamente con otras
partes de este estudio de Falso Amor, pero escuchar los puntos claves nuevamente a lo
largo de la vida de David debería reforzar los fundamentos bíblicos de lo que se ha
enseñado y aclarar el "panorama general" de cada paso.

11.1 - Debes confesar las acciones que te dejaron vulnerable a este pecado. Esto
es especialmente importante al involucrar a otros en la reestructuración de la vida
para depender más y honrar a Dios (paso seis).

11: 2-3 - Debes confesar los pasos que tomaste al entrar en el pecado. El pecado
no "sucede simplemente". Necesitas ver en qué áreas elegiste ser ciego. Confesar

75
esto mostrará a la otra persona que estás tomando la búsqueda de la santidad y
que también estas listo para enfrentar las consecuencias del pecado.

11: 4 - Debes confesar el pecado en toda su extensión. Pocas cosas son más
dañinas para cualquier relación que permitir que la gravedad del pecado sexual
sea contada poco a poco. La confianza comienza a construirse y luego se rompe
una y otra vez. No permitas que una relación muera por la falta de una confesión
seria.
11: 5 - Debes confesar todas las consecuencias de tu pecado ¿Qué ocurrió?
¿Perdiste tu trabajo, fuiste degradado, contrajiste una Enfermedad de Transmisión
Sexual (ETS), sacaste una tarjeta de crédito secreta y acumulaste deudas no
reveladas, etc.? Las consecuencias no confesadas serán fuentes de vergüenza y
tentaciones de engañar en el futuro.

11: 6-27 - Debes confesar tus tácticas de engaño, las personas que te ayudaron a
encubrir tu pecado, los demás pecados que cometiste. El impacto que el pecado
ha tenido en tu carácter Toma en consideración que esta sección es la parte más
larga de la historia bíblica. El pecado puede mantenerse con vida cuando
ocultamos nuestras tácticas de engaño y nos resistimos a reflexionar sobre su
impacto.
12: 1-15 - Debes confesar cómo llegaste al punto de arrepentirte. Al confesar esto,
recuerda que es la gracia de Dios por la que fuisteis llevado al arrepentimiento. Si
te “descubrieron”, aún puedes compartir cómo llegaste a la convicción de ser
completamente sincero y comprometido con el cambio.
12: 7-15 - Debes aceptar las consecuencias que surgen después de tu confesión.

12: 16-23 - Debes estar dispuesto a enfrentarte a los altibajos emocionales de las
personas que han sido afectadas a medida que aprenden de tu pecado y te
perdonan, trabajando en restaurar la relación. No sólo confieses tu pecado y
después te alejes de ellos sin ayudarlos a procesar esa información. Esta es una
parte clave para mostrar amor a los demás durante y después del proceso de la
confesión. Escoger el consuelo de ellos por sobre tu comodidad será una muestra
de amor verdadera (Filipenses 2: 4-5).

2. Mira tú pecado a través de sus ojos

En el paso tres, reconociste la amplitud y el impacto de tu pecado, en ese punto estabas


viendo el tamaño y el impacto de tu pecado en general. Ahora estás reflexionando sobre esa
misma información, pero considerándola bajo la mirada de las personas que han sido
afectadas. En ese momento estabas siendo honesto, en cambio ahora necesitas ser
compasivo y tener empatía junto con tu honestidad.

76
Cuando realices tu confesión, no te exaltes a tu mismo ni a tu pecado, sino estarás haciéndolo
acerca de ti, y no acerca de lo que Dios hizo. Si no consideras cómo tu pecado afectó a la otra
persona, sigues siendo la figura central de tu propia imaginación; nuevamente los afectados
se ven obligados a vivir en tu mundo. El arrepentimiento nos hace más como Jesús, él vino a
vivir en nuestro mundo como evidencia de Su deseo de restablecer la relación con nosotros.

La confesión no es humillarse, porque la humillación incluso puede sólo tratarse de ti y de lo


mal y lo arrepentido que estás. Este aspecto de la confesión es acerca de la otra persona. La
confesión restaura la confianza porque hablas de los efectos de tu pecado en ellos sin
echarles la culpa. Empiezas a ver y responder a la otra persona como una persona real, esta
situación te protege porque te obliga a pensar en tu pecado con otra mentalidad y éste sólo
es atractivo cuando lo pensamos de manera egocéntrica.

Si estás casado, tomate el tiempo para escuchar el seminario de True Betrayal Love traducido
como «La verdadera traición» (bradhambrick.com/truebetrayal) sería una excelente manera
de obtener una comprensión más completa de cómo tu pecado afectó a tu cónyuge. Después
de escuchar este seminario, no empieces por contarle a tu cónyuge lo que has aprendido. En
cambio, pregúntale a tu cónyuge qué está aprendiendo. Luego, comparte cómo comprendes
el material, después de escuchar a tu cónyuge.

Lea Gálatas 5:14. ¿Cómo resumirías toda la ley de Dios? Pablo dice que puede resumirse en
el mandamiento: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". A la luz de la discusión anterior,
escuche ese mandato de esta manera: "Si miras tu pecado a través de los ojos de la persona
contra la que estás a punto de pecar, el pecado perderá su atractivo". El egocentrismo es
tanto la raíz del pecado como el adversario de la confesión. Si quieres confesar bien, ama
bien.

3. Abraza las consecuencias de tu pecado

La confesión nunca es una negociación, es una contradicción de la verdadera confesión


"presentar tus términos". Si comienza a ver el impacto emocional de tu pecado sobre los
demás (especialmente tu cónyuge, si está casado) o su desconfianza como castigo, en lugar
de consecuencias, rápidamente comenzarás a verte como la víctima de tu propio pecado. Lo
que empezó como una confesión se transformará en amargura. En lugar de buscar
comprender en la confesión, exigirás ser comprendido.
Es importante recordar que en el pecado sexual corría riesgos. Correr un riesgo implica saber
(incluso si vivías en la negación) que una pérdida era probable. Entonces, en la confesión,
probablemente tendrás que aceptar esas pérdidas de libertad o preferencia para honrar
apropiadamente el impacto de tu pecado en la otra persona.
Etiquetar esas pérdidas como "sacrificios personales" sería absolutamente incorrecto. No le
estás haciendo un favor a la otra persona tampoco estas haciendo un esfuerzo
adicional cuando aceptas las consecuencias de tu pecado. Si te permites pensar así,

77
convertirás la confesión en un martirio. Comenzarías a ver a la persona que lastimaste como
cruel por haber sido lastimada por tu pecado.

1. Haz un plan de cambio


El dolor y la compasión por sí solos no ofrecen esperanza de cambio. Es por eso que la
confesión debe incluir una declaración de tu intención para el cambio con un plazo razonable.
Cuando entregas un plan esto demuestra que has pensado en las consecuencias y eso
conlleva un cambio duradero. Decir solamente no lo volveré a hacer, es un insulto y una
solicitud de fe ciega por parte de la otra persona.
Cuando presentas tu plan de cambio durante la confesión, dale a la otra persona la
oportunidad para hablar sobre este plan. Esto comunicará a la otra persona que el propósito
principal del plan es restaurar la relación. Si tus ideas se encuentran a la defensiva, entonces
se demuestra que el plan es más importante que la persona con la que quieres restaurar la
relación. De igual manera, al presentar el plan con la otra persona pueden abordar áreas que
pasaste por alto o establecer la confianza de manera más eficiente al responder sus dudas.
Recuerda que estas presentando un plan de cambio, no un "paquete de compensación por el
pecado" (es decir, ofrecer cortar el césped, trabajar horas extras, etc.). Si confunde un plan
de cambio con un paquete de compensación por el pecado, sucederán al menos tres cosas
negativas. Primero, intentarás cambiar a través de un sistema de justicia por obras en lugar
del evangelio. En segundo lugar, insultará a la otra persona al declarar lo que cree que "valió"
tu pecado. En tercer lugar, te sentirás ofendido en caso de que la otra persona no acepte tu
“generosa y justa” oferta y te sentirás con el derecho a que ellos se arrepientan por
"rechazar" tu confesión.
En el siguiente paso, desarrollarás un plan sólido para la reestructuración de la vida. En esta
confesión, estarás declarando aquellas cosas que son obvias y relacionadas con las formas en
que tu pecado afectó a la persona a quien le estás confesando. Es prudente, durante la
confesión, confiar en que todavía estás aprendiendo cómo es una vida que honra a Dios y
pedir sugerencias. Esto muestra humildad, un elemento de mucha importancia al momento
de confesar, además demuestra el valor que le estás dando a esa relación.

4. Pacientemente espera por perdón

El mandamiento de Dios para que perdonemos a otros no es una licencia para que podamos
exigir perdón. Si te conviertes en el portavoz de Dios, la confesión se transforma en un rol
manipulador (sí, ya sea que quieras ser manipulador o no). Tu modificas la percepción de
modo que tu confesión te convierta en el "chico bueno" y la otra persona en el "chico malo"
si el perdón no es inmediato.
Si estudias los pasajes bíblicos sobre el perdón interpersonal, notarás que Dios no pone un
cronograma en esta respuesta. Dios dice que debemos perdonar de corazón (Mateo
18:35) como Cristo nos perdonó (Efesios 4:32). Si la persona a la que le estas confesando tu
pecado responde con perdón inmediatamente, eso es gracia sobre gracia.

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Como regla general, debes estar dispuesto a esperar sin quejarte como mínimo por el tiempo
que a ti te tomó confesar tu pecado y llegar al arrepentimiento. Te resististe y luchaste, sin
embargo en un punto permitiste que Dios fuera el Señor de tu vida en el área de tu
sexualidad. Si la persona a la que confesaste tu pecado tiene problemas para recibir de Dios
la gracia de perdonar, debes verla con compasión. Tú sabes muy bien la lucha que conlleva el
rendir a Dios un área de nuestra vida. Si tú tratas de apresurar el perdón, solo lograrás que
su lucha sea más difícil. Ora por ellos como te hubiera gustado que oraran por tu pecado.

Preparándote para la Confesión

Una mala confesión puede hacer tanto daño como el pecado original. Por esta razón, es
aconsejable pensar detenidamente lo que quieres decir y organizar tus ideas y pensamientos
para que tus palabras transmitan una confesión verdadera y saludable.
Con frecuencia, la incomodidad de estas conversaciones y la sensación de vergüenza que
puede aparecer interrumpen la confesión hasta el punto de que la conversación deja de ser
eso. De modo que la confesión se puede transformar en una conferencia de prensa
informativa. La preparación es importante para mantener la confesión como confesión.
Lee Filemón. Todo este libro es un ejemplo de preparación para la confesión. Onésimo era
un sirviente que le robó a Filemón cuando se escapó. Como hombre libre en la carrera, sus
caminos se cruzaron con Pablo y se convirtió en cristiano. Mientras eran discipulados,
decidieron que Onésimo debería regresar a Filemón y corregir sus ofensas contra él. Pablo
escribió esta carta para entregarla a Filemón con la confesión de Onésimo. Resulta obvio que
Pablo y Onésimo se prepararon para el tiempo de la confesión. Habría sido fácil para Onésimo
explicar sus acciones y comportamiento basándose en la injusticia de su clase social y su papel
en la casa de Filemón. De la misma manera, puede ser fácil para usted comenzar a explicar
su pecado mientras confiesa. La preparación es la clave para mantener la confesión.
Utiliza los siguientes cinco puntos para ayudarte a hacer un plan para completar este paso de
la confesión. Mientras lo haces, recuerda, no estás cerrando un capítulo de tu vida tanto
como está comenzando un nuevo estilo de vida que valora la integridad y la transparencia
por sobre el placer y la reputación. Recuerda que el pecado que está confesando debe
cambiar, sin embargo, este tipo de conversaciones deben convertirse en una parte normal y
regular de tu vida a medida que aprendes el gozo de vivir en relaciones reales.

1. Haz una lista de las personas a las que necesitas confesar. Tu lista debe incluir a aquellos
a quienes has ofendido y quienes son personas importantes, que deberían estar en tu
equipo de rendición de cuentas. A esa lista debes añadir a aquellos a quienes mentiste
(vea el cuadro que realizaste en el capítulo 2). También debes agregar aquellos quienes
han sido afectados por tu pecado.

Has una lista de los nombres de las personas a las que debes confesar. Coloca en orden
los nombres de las personas a las que confesarás. Si estás casado, la primera persona
debe ser tu cónyuge. A partir de ahí debes arrepentirte junto a aquellos con quienes
tienes la relación más cercana y los más afectados por tu pecado.

79
2. Haz una “guía de confesión” para cada persona. Puedes ver nuestra guía de confesión en
la siguiente página bradhambrick.com/falselove (en Ingles). Tomate el tiempo para
redactar y delimitar tus pensamientos e ideas para realizar una confesión sincera. Esta es
la forma en que la gente habla en una relación sana y piadosa. Así que a medida que
completes cada guía de confesión, trata de no ver esto como un trabajo académico, sino
como una oportunidad para mejorar la comunicación y tener relaciones saludables.

3. Ensaya tu confesión con un consejero o con un mentor cristiano de confianza. Recuerda


no estás memorizando un discurso, ni estás ensayando para una obra de teatro. Debes
tratar de sentirte cómodo diciendo algo incómodo, sin salirte del mensaje. La persona con
la que ensayas debe ser alguien con quien hayas compartido toda tu revelación. Mientras
te escuchan, estas personas pueden realizar sus comentarios sobre algunas partes clave.

● ¿dejaste afuera alguna información relevante en tu completa divulgación?


● ¿Estabas a la defensiva o empezaste a hablar de una manera que cambiara la culpa
o la minimizara?
● ¿Estas listo para recibir los comentarios de esa persona o posibles emociones
negativas?

4. Programa una cita para reunirte con la persona a quien quieres confesarle. Es una mala
idea esperar un buen momento para confesar por dos razones. Primero, un buen
momento rara vez llega cuando estás listo. Las confesiones improvisadas son propensas
a la postergación y son tan informales que son ofensivas e incompletas. En segundo lugar,
las confesiones improvisadas crean un desequilibrio en la conversación. Tú estás
preparado, pero la otra persona no lo está.

Una vez que haya completado la guía de confesión, comuníquese con la persona y dile
algo similar como: “Sé que te he ofendido con mis acciones. He estado pensando en cómo
te he lastimado a ti y a otros. Me gustaría reunirme contigo para pedirte perdón. Si es
posible, me gustaría reunirme en persona. Lo que tengo que decir no debería tomar más
de cinco a diez minutos. Cuánto tiempo hablemos después de eso, dependerá de ti. ¿Hay
un momento pronto en el que podamos encontrarnos?"

Si la relación se vio afectada de manera importante, la confesión podría demorar más y


esto deberá ser tomado en cuenta al momento de realizar la cita con la persona
involucrada. Si la persona a quien le está confesando no es consciente del pecado que
estás confesando, está bien omitir las dos primeras oraciones y comenzar tu solicitud con:
“Me gustaría reunirme contigo para pedirte perdón por las formas en que he pecado
contra ti."

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5. Sigue adelante mientras tu compromiso es fuerte. No pospongas completar el paso de
la confesión. Cuantas más esperes, más débil será tu resolución para completar este paso.
Ponte en contacto con tu mentor y pídele que te ayude a rendir cuentas, coloquen fechas
límites para llevar a cabo el proceso de confesión. Decide con quién ensayarás tu
confesión y establece un horario para reunirse con ellos.

Enfoque de compromiso (confesión)

En cada paso, proporcionamos algunas preguntas; para que otra persona, de tu confianza, te las haga
abiertamente y te confronte ante cualquier contradicción en tus respuestas y lo que realmente llevas
a cabo en tu vida.

● ¿Me estoy resistiendo a confesar con quien debería hacerlo?


● ¿Puedo ensayar mi confesión sin salirme del mensaje principal (ejemplo, sin
autocompasión o cambio de culpa)

En cada paso, te recomendamos que le confieses a tu compañero de rendición, al menos un


nuevo elemento de tu lucha con tu pecado sexual, y te comprometas a erradicarlo. Estos
compromisos son preliminares al capítulo 6 «reestructurando la vida» pero sirven para ir
progresando mientras se llega a ese punto.

● ________________________________________________________________
● ________________________________________________________________

GUIA DE CONFESIÓN
Nombre de la persona a la cual vas a confesar:_____________________

«Yo no he representado de manera correcta a Dios en tu presencia. Tú has sido herido por mis
acciones, actitudes y creencias. Mi meta en esta vida es que el carácter de Dios sea conocido.
Eso empieza con esta petición de perdón. Yo valoro nuestra relación más que a mi orgullo.
Estoy trabajando en cometer mi vida al control de Dios y entiendo si necesitas tiempo para
considerar mi petición de perdón»
Ahora estoy dispuesto a admitir que he pecado contra ti al hacer… [enlista pecados específicos
y evita palabras como, pero o quizás]. Estas acciones fueron mi decisión y estaban mal. Revisa
tu divulgación completa e incluye las cosas que afectaron a esta persona.

81
Estoy aprendiendo a ver como mi vida ha sido dirigida por mis deseos de [haz una lista de las
motivaciones a tu pecado]. Tú no has causado mi pecado. Revisa los motivos de tu pecado en el
Capítulo 3.

Sé que debo cambiar para honrar a Dios y bendecir a aquellos que se preocupan por mi. Porque
mi necesidad de cambio, yo haré [haz una lista de cambios necesarios]. Estoy todavía
aprendiendo que otros cambios Dios va a requerir de mi para Su honra. Afirma esos cambios
que son funcionales.

Hay otra manera en la que te puedo mostrar mi sinceridad en mi deseo de cambio o par
hacerte sentir seguro/a? [ Pausa y mona nota de sus respuestas]. Esta sesión debería estar en
blanca hasta que la persona hable contigo.

Entiendo que te tomara algún tiempo, pero te estoy pidiendo perdón por mis pecados en
contra tuya. Gracias por darme el honor de escucharme.

82
Capítulo 6

«Convirtiéndote en un mal anfitrión(a) del pecado


sexual»
REESTRUCTURAR MI VIDA al depender de la gracia de Dios y su
Palabra para transformarla.

«He aprendido mucho sobre mí (lista con ejemplos), mi pecado (ejemplos) y mi
Salvador (lista con ejemplos).
Por estas verdades quiero y necesito hacer los siguientes cambios (lista).
Mi tentación es ver estos cambios como “lo que he logrado” en lugar de simplemente
hacer mi parte y celebrar la gracia de Dios en mi vida».

Memoriza: 2 Timoteo 2:21-22 (LBLA): «Por tanto, si alguno se limpia de estas cosas, será un
vaso para honra, santificado, útil para el Señor, preparado para toda buena obra. Huye, pues,
de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que invocan al Señor
con un corazón puro».
Mientras memorizas este pasaje reflexiona sobre estos puntos clave:

● «Deshonroso»: Para superar el pecado sexual debes comprometerte a dejar todas las
cosas que son deshonrosas.
● «Útil para el Señor»: La motivación para hacer grandes cambios viene de un deseo de
tener a Cristo como Señor.
● «Huye»: El consejo que dice «detente» es claro y enfático. Si no hay claridad sobre si
algo es malo o no, aléjate.
● «Sigue»: Si no sigues activamente estas cosas, dejar el pecado sexual creará un vacío
en lugar de una vida satisfactoria.
● «Con»: Estos cambios no debes hacerlos estando solo. Cuando el cambio es a solas es
frágil y, comúnmente, temporal.


Notas de enseñanza

«Huir de la tentación podrá no ser la solución completa, pero nos da tiempo mientras
peleamos la batalla de la fe (p.94)». Tim Chester en Closing the Window (traducido como
«Cerrando la ventana»).

83

«Supón que tu profesor de Biología te diera un carcayú vivo y te pidiera disecarlo, pero no
tienes anestesia ni alguna manera de amarrar a la bestia. ¿Qué pasaría si le hablas
amablemente al carcayú: “Ahora, señor, podría quedarse quieto, intentaré acabar con esto lo
más rápido posible”? Todo lo que verías serían dientes expuestos y garras voladoras en una
resistencia violenta a tu experimento. Tu carne se quedará tan quieta en meditación y
oración como un carcayú sometiéndose a una cirugía». Kris Lungaard en El enemigo que
llevamos dentro

«Verás, la impureza sexual no es como un tumor que crece sin control dentro de nosotros.
Lo tratamos de esa manera cuando nuestras oraciones se enfocan en liberación, mientras
rogamos que alguien venga a removerlo. En realidad, la impureza sexual es una serie de
malas decisiones de nuestra parte, el resultado de un carácter inmaduro, y la liberación no
te entrega madurez instantánea. Se debe trabajar en el carácter…Tendrás que aceptar por fe
que una vez que controles tus ojos y tu mente, la presión sexual disminuirá dramáticamente.
Tú eres el que aporta la mayoría de la presión sexual sobre ti mismo a través de la
estimulación visual y fantasía mental». Stephen Arterburn y Fred Stoeker en La batalla de
cada hombre.

«Si eres hombre, empieza a ver a las mujeres como tus hermanas, como personas a las que
debes proteger y no atrapar como si fueran una presa. Si eres mujer, empieza a tratar a los
hombres como tus hermanos en lugar de transformarlos en objetos romántico-eróticos… Si
estás casado, comienza el arduo trabajo de construir una relación honesta donde la
sexualidad se convierte en uno de los frutos de su unión como pareja». David Powlison en
Adicción sexual

«Nuestra percepción del sexo se ha disociado con lo que es la relación e intimidad. El sexo en
el porno es solamente una actividad física, nada más. Pero el sexo real, el sexo como Dios lo
creó, es la celebración y clímax, literalmente, de una relación. El sexo que agrada a Dios es
parte de un paquete que incluye hablar juntos, compartir juntos, decidir juntos, llorar juntos,
trabajar juntos, reír juntos y perdonarse el uno al otro. El orgasmo llega al final de un proceso
que empezó con un cumplido, los quehaceres, recordar tu día, aliviar tu corazón, ordenar la
casa. El sexo que descuida esto es vacío… Si ves el sexo como una gratificación personal o
una oportunidad para cumplir una fantasía, si tienes sexo descuidando la intimidad o
conflictos sin resolver, entonces ese sexo será malo en ambos sentidos de la palabra: de mala
calidad y desagradable ante los ojos de Dios (p.18)». Tim Chester en Closing the Window
(traducido como «Cerrando la ventana»).



84
Aplicación personal

Hasta este punto has admitido, reconocido, comprendido, te has arrepentido y confesado.
Cada uno de estos pasos previos son una parte vital del proceso del cambio, pero son
insuficientes para crear un estilo de vida donde la pureza y el honor sean marcas definitivas
en tu vida y relaciones. Cada uno de los pasos hasta este punto han sido «despojarse» del
pecado (Efe. 4:22) o cambiar lo que piensas sobre tu pecado (Efe 4:23) más que «revestirse»
del carácter de Dios (Efe 4:24). El cambio duradero reemplaza lo que se desechó y construye
algo nuevo en lugar de lo que destruía. Ese será el punto principal del resto de este proceso.

Al avanzar en los pasos que quedan deberás enfrentar más que solo el pecado sexual.
Raramente el pecado se limita a un área de la vida, por ende, pensar que lo superarás sin
enfrentar otros aspectos de tu vida es una idea ingenua acerca del cambio y sería un esfuerzo
en vano hasta ahora. Fallar al no observar el resto de tu vida sería como tener frenos para
alinear tus dientes y después negarte a usar el retenedor para mantener los cambios.

«He descubierto que la mayoría de las personas adictas a una cosa en particular también
fallan en ejercer control en otras áreas de sus vidas… Usualmente esto ocurre porque el
problema subyacente no es la adicción sexual, sino la falta de control, restricción y
disciplina que nacen de una vida de autogratificación… Cuando la persona aprenda a
moderarse en cada área de su vida, se dará cuenta que la tentación a involucrarse en el
pecado sexual se debilitará. Buscar otras formas de placer sólo sirve para fortalecer la
adicción porque gratificarse a sí mismo simplemente refuerza el auto centrismo… Un
verdadero vencedor debe desprenderse de ciertas relaciones, lugares y cosas que están
íntimamente asociados a su estilo de vida pecaminoso. Esto es extremadamente difícil y
usualmente traumático para el adicto sexual quien, por muchos años, ha recurrido a su
pecado para recibir comodidad, placer y escapar del mundo real. Invariablemente el
hombre se encuentra lidiando no solo con la pérdida del placer del pecado, sino que
también de los otros elementos que acompañan el estilo de vida pecaminoso». Steve
Gallagher en En el altar de la idolatría sexual.

Este es un llamado a amar y a depender más de Dios. El pecado sexual es siempre la búsqueda
de algo más allá de lo que encontramos en nosotros mismos o en la relación con alguien más.
Si no enfrentamos este deseo más profundo del alma nos convertiremos en esclavos de algún
otro (posiblemente más funcional) placer que eventualmente se irá. Fuiste hecho para algo
más grande que el sexo y solamente Dios te satisfará funcionalmente todo el tiempo.

Los cambios necesarios toman tiempo. Es fácil volverse impaciente en esta parte del proceso,
y pensar «hice lo que se supone que tenía que hacer. Ahora a seguir adelante». Todavía no
has hecho lo que se supone que tienes que hacer. Solamente has reconocido o comenzado a
85
corregir lo que no debías haber hecho, has purificado tu vida. Estás, en este paso, plantando
semillas de honor y cuidándolas en un estilo de vida de un carácter piadoso. El trabajo que
viene requerirá tanta humildad, fe y confianza como el trabajo que ya has realizado.

«La fe en Jesús no es una solución rápido. Y éste ciertamente no es un caso de “sólo
creer”. No hay un “sólo” en esto. Sí, el mensaje es “creer”, pero nunca es “sólo creer”.
Fuimos llamados a la batalla de la fe, entonces en lugar de “sólo creer” el mensaje es
“batalla para creer”. Y será una lucha, una lucha diaria. Unos días saldrás herido; otros
días perderás la batalla. Entonces deberás levantarte, luchar para creer en la gracia de
Dios y volver a la contienda… Por eso es que tantas personas hablan de volver al porno
cuando están cansadas. No es porque piensen que el porno los activará, para eso se
harían una taza de café, es porque sienten que ya no tienen las fuerzas para seguir
batallando (p.60).” Tim Chester en Closing the Window (traducido como «Cerrando la
ventana»).

En este capítulo examinaremos cómo la vida necesita ser reestructurada bajo tres
encabezados: (1) Compromiso a vivir en la realidad de Dios; (2) Autocontrol en todas las
áreas de la vida; y (3) Aplicar sabiduría en las relaciones.


Compromiso a vivir en la realidad de Dios

El pecado sexual siempre rompe las relaciones reales. Incluso el adulterio en una relación
pseudo marital no viene con el pacto que consolida la propiedad mutua (1 Corintios 7:4) del
sexo que Dios creó. El pecado sexual siempre se expresa en relaciones donde tenemos
influencia, ganancia egoísta o la habilidad de abandonar el diseño de Dios para el
matrimonio. El sexo fue diseñado para servir como pegamento y hacer que las relaciones
sean permanentes (1 Corintios 6:15-18). Cuando aplicas pegamento donde no corresponde,
primero se atasca y luego se rompe. Lo mismo aplica para el sexo.

Para darnos cuenta de la importancia de vivir en la realidad de Dios debemos entender que
no solamente fuimos comprados por la sangre de Jesús, también fuimos diseñados por Dios.
La computadora de Bill Gates (CEO de Microsoft) no lo «obedece» simplemente porque la
compró, la computadora «obedece» a Bill Gates en un nivel más profundo porque él la diseñó.
Cada vez que la computadora intenta funcionar fuera de su diseño, se daña.

Es lo mismo con respecto a Dios. Cuando tratamos de operar fuera del diseño de Dios nos
enojamos y culpamos al «fabricante». En esta sección, debes examinar qué tan bien vives en
la realidad de Dios (1) físicamente, (2) emocionalmente y (3) logísticamente.

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Vivir físicamente en la realidad de Dios

No pensemos que descuidaremos nuestros cuerpos físicos y luego viviremos en esos mismos
cuerpos que Dios diseñó. Debemos recordar que tenemos corazones caídos que se inclinan
a pecar, vivimos en un mundo caído donde el pecado está disponible y tenemos un enemigo
que manipula la vida para traer tentación en nuestros momentos de mayor debilidad. ¿Por
qué pensamos que podemos llevar vidas física y mentalmente vacías, y sobrevivir
moralmente?

¿Vives una vida balanceada en estas áreas?:

● Descanso: ¿duermes de seis a ocho horas continuas cada noche? ___Sí ___ No
● Dieta: ¿comes de manera saludable y balanceada regularmente? ___Sí ___ No
● Ejercicio: ¿estimulas, fortaleces y mantienes tu cuerpo
saludable? ___Sí ___ No
● Manejo del tiempo: ¿vives días productivos y no colapsados? ___Sí ___ No
● Sustancia: ¿te abstienes de tomar alcohol o drogas que bajan
tus inhibiciones? ___Sí ___ No

Cuando desgastamos nuestros cuerpos físicos buscamos estimulantes artificiales. Para
algunas personas es comer de más, para otros los estimulantes, ir de compras, la
procrastinación, las distracciones, hacer cosas sin sentido, el descuido u otras actividades
similares. Para ti, hay una fuerte probabilidad de que esta estimulación artificial (escape) sea
alguna forma de pecado sexual.

El tiempo necesario para estar saludable es el mismo tiempo que dedicaste a tu pecado.
¿Cuán diferente sería tu salud física si hubieras dedicado el tiempo que pasaste pecando y
preparándote para pecar cuidando el cuerpo que Dios te dio? ¿Cuán diferente sería tu vida
espiritual si fueras más fuerte física y mentalmente? ¿Cuán distintas serían tus relaciones si
fueras físicamente más fuerte, mentalmente más sagaz y con un espíritu renovado? Espero
que entiendas el punto. Elegir vivir en la realidad de Dios con nuestros cuerpos tiene un
impacto profundo en toda nuestra vida.

Lee Marcos 14:38 y 1 Timoteo 4:7-10. El cuerpo es amigo del alma, o al menos lo es cuando
lo cuidamos. Cuando no lo cuidamos, el cuerpo se convierte en un enemigo o por lo menos
un obstáculo del alma. Jesús oró por Sus discípulos porque su carne era débil (estaban
durmiendo probablemente por los efectos del trabajo de preparar la Pascua y la gran cena
que acababan de comer). Pablo le dijo a Timoteo que había una conexión entre el ejercicio
físico y el ejercicio espiritual. En este caso, Pablo se refería al principio que dice que una vida
bien disciplinada es una donde el autocontrol es fácil de expresar en todas las áreas. ¿Será

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que una rutina de ejercicio, una dieta saludable y un horario regular de sueño eliminan la
tentación? No. ¿La ausencia de estas cosas aumentará la tentación? Sí.

¿Cómo necesitas mejorar el cuidado de tu cuerpo?
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También debemos reconocer que el pecado sexual es un escape multi-sensorial poderoso
porque puede capturar múltiples sentidos en el escape placentero que crea. Mientras
pecamos se bloquea el mundo entero porque todos nuestros receptores sensoriales están
recibiendo el estímulo del pecado. Esto es cierto tanto para la pornografía como para el
adulterio y su poderosa anticipación. Mientras no aprendamos a cuidar nuestro cuerpo, la
naturaleza multi-sensorial del pecado sexual hará esta forma de escape preferible sobre las
demás.


Vivir emocionalmente la realidad de Dios

En este punto es importante reconocer la lucha única que los adolescentes y adultos jóvenes
enfrentan con la tentación sexual. Son sexuales, Dios los creó hombre y mujer (Gen. 1:27).
Toda su anatomía sexual está lista para el sexo y es sensible a la vista, al olfato, al sonido y al
tacto. Uno de los propósitos principales de la vida es encontrar un cónyuge. Pero aun pasarán
años (por nuestra cultura) antes de llegar a casarse y tener un lugar legítimo para expresar
esta faceta de la personalidad. Por lo tanto, es importante para los solteros no sentirse
condenados por sus atracciones y excitaciones naturales. Cuando abrazamos este sentido de
condenación no estamos viviendo emocionalmente en la realidad de Dios. La atracción y la
excitación no son necesariamente lujuria y no deberían considerarse pecado en la ausencia
de ésta. La lujuria es cuando nos entretenemos con la atracción y la excitación. De la misma
manera en que el hambre y las preferencias por la comida no son necesariamente glotonería,
la atracción y excitación no son necesariamente lujuria.

Solteros o casados, cuando batallamos con el pecado sexual debemos redefinir
«recompensa» y palabras similares. Cuando el pecado sexual es «lo bueno» que recibes
cuando completas algo difícil o es lo que te «mereces» después de hacer un sacrificio,
entonces te sientes estafado cuando te abstienes del pecado sexual y Dios se convierte en un
aguafiestas cósmico en tu contra.

Lee Salmos 84:7-12. Es difícil creer que «No quitará el bien [Dios] a los que andan en
integridad (v.11)» cuando creemos las mentiras del pecado sobre lo que es «bueno» para
nosotros. El pecado hace que vivir una vida justa se sienta como un peso que entontece
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nuestra fuerza en vez de un pozo de vida que nos lleva de «poder en poder (v.7)». Una parte
principal del cambio es tener una definición de «bueno» que concuerde con la definición de
Dios.

¿Dónde, cuándo y cómo necesitas cambiar tu definición de palabras como «bueno»,
«recompensa» y «merecer»?
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También debemos darnos cuenta que es más fácil resistirse a la tentación que al pecado.
Cuando esperamos e intentamos resistirnos al acto de pecar en lugar de los momentos de
tentación que llevan a pecar, nos ponemos en una situación de una desventaja emocional
intensa. No podemos seguir corriendo en el hielo delgado y húmedo de la tentación, y esperar
no caer al estanque del pecado. Es cierto que la tentación no es pecado, pero es igualmente
cierto que la tentación no es segura ni sabia. No debemos engañarnos pensando que
podemos ser santos imprudentes y tontos por mucho tiempo.

«Muchos de nosotros desarrollamos una mentalidad de dieta con respecto a la lujuria.
Realmente queremos reducir la lujuria porque sabemos que no es saludable y nos hace
sentir mal». Joshua Harris en Ni aun se nombre. El sexo no es el problema (la lujuria sí).

¿Dónde están los puntos de tentación que debes eliminar o poner protecciones firmes en tu
vida?
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Debemos detener nuestras fantasías sexuales lo más pronto posible. Cualquier historia
requiere un poco de desarrollo antes de ser convincente. Son al menos tres frases después
del «había una vez» para que un cuento de hadas se vuelva interesante. Incluso cuando
queremos escapar a «La tierra de nunca jamás» el principio ficticio no nos llama la atención
hasta que una historia empieza a desenvolverse. La historia se vuelve más difícil de
abandonar con cada detalle añadido y personaje desarrollado. Frecuentemente, antes de que
nos demos cuenta, ya hemos leído el libro completo.

Sucede igual con el pecado sexual. Entre más dejamos a nuestra imaginación correr, viendo
pornografía, posicionándonos en una película romántica, pensando cariñosamente sobre
nuestra pareja, planeando la siguiente cita o conversación con nuestro cómplice de adulterio,
más difícil es detener la historia. Pero muy seguido nos decimos que «sólo sucedió» cuando
hemos completado el acto del pecado sexual.

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«El verdadero cambio que proviene de Dios comienza con tu imaginación y tu vida
deseada. Ahí es donde comienza tu lucha contra el comportamiento sexual compulsivo».
David Powlison en Adicción sexual

¿Cuáles son los detonantes comunes y la parte inicial de tus fantasías sexuales que necesitas
«cortar de raíz»?
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Vivir logísticamente en la realidad de Dios

El pecado no «sólo sucede». Para el momento en el que el pecado domina tu vida es porque
él ya ha establecido su hogar ahí. Muy seguido adaptamos nuestra vida de tal manera que es
más accesible pecar que no pecar. Es por eso que seguir a Dios y renunciar al pecado puede
requerir literalmente reacomodar nuestras vidas. Tu nueva vida no será solo tu vida actual
sin pecado sexual sino que será una vida sin todas las estructuras que tu pecado requería y
con nuevas estructuras que se enfocan en amar a Dios y a los demás.

Las siguientes sugerencias no tienen la intención de ser exhaustivas. Más bien están
destinadas a despertar tu razonamiento y el razonamiento de aquellos que has dejado
caminar junto a ti hasta ahora (no debes regresar a la oscuridad del individualismo que se
disfraza de «privacidad»). Sin embargo, si alguno de los ítems nombrados te ayudan a resistir
el pecado sexual, entonces considéralo obligatorio. No has llegado tan lejos en este proceso
como para ahora empezar a hacer las cosas solo «lo suficientemente bien».

Tres factores que han hecho que la pornografía sea una lucha que va en aumento con la
llegada del Internet: accesibilidad, asequibilidad y anonimato. Ahora se puede acceder al
porno sin vergüenza, sin costo y sin riesgo (al menos eso es lo que se piensa en el momento
de la tentación). Si vas a combatir el pecado sexual en esta cultura hipersexualizada, entonces
debes prestar atención a los detalles de tu vida.

● Filtro de Internet: También conocido como «software de bloqueo». Este tipo de
programas pueden aplicarse a sitios pornográficos y a chats. Su propósito es evitar
que la computadora pueda acceder a esos sitios en particular. Sin embargo, los filtros
nunca son suficientes por sí mismos, por lo que si pones un filtro en tu computadora,
alguien más debería tener la contraseña para regular los ajustes, de lo contrario la
herramienta será inútil.

● Software de responsabilidad: Estos programas envían reportes vía e-mail cada vez
que un sitio cuestionable es visitado o cuando el programa se apaga manualmente
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mientras la computadora sigue encendida. Su beneficio es que nunca te permitirá
estar «a solas» con tu computadora. Hay muchas versiones de este software
disponibles, pero se recomienda covenanteyes.com como una opción de calidad.

● Mueve tu computadora a un área concurrida del hogar: Esto es como dejar una
serpiente dentro de una jaula en vez de dejarla libre en tu casa. Una extensión de este
principio es únicamente hacer uso del internet en lugares públicos y no utilizar la
computadora cuando tu familia no está. Si es necesario, no te quedes solo en casa
cuando tu cónyuge está fuera o ve a dormir a la misma hora que tu familia o
compañeros de cuarto. El punto principal es: ninguna conveniencia tecnológica vale lo
suficiente como para comprometer tu carácter o lastimar a tu familia.

● Cancela el acceso a medios tentadores: Cancela las revistas con imágenes de
lencería o trajes de baño. Abstente de ver programación nocturna o con contenido
sexual. El punto principal es: entretenerte y evadir el aburrimiento no valen lo
suficiente como para comprometer tu carácter o lastimar a tu familia. Estas son
excusas que demuestran ser vanas cuando consideras las consecuencias del pecado
sexual.

● Pon versículos cerca de tus lugares de tentación: Donde hay oscuridad y mentiras
al acecho coloca velas de verdad y luz. Revisa tu confesión completa y haz una lista de
los lugares a los que haces referencia. Revisa tus motivos/detonantes para pecar y
encuentra pasajes de la Palabra que contraríen los puntos del engaño. La mayoría de
los pasajes más efectivos tienen poco que ver con lujuria. Si te limitas a pasajes de
lujuria, entonces la Biblia podría usarse para recordarte tu lucha.

● No mires lo que no te pertenece: Piensa en la lujuria como un robo sexual. Estas
tomando algo que no te ha sido otorgado. Estás forzando a alguien a hacer cosas en
tu imaginación que no haría voluntariamente.

● No compres o andes en/cerca de tiendas/sitios provocativos: La tentación
suficiente te encontrará, no hagas su cacería más fácil. Si dependes de esas «vallas»
de protección como tu solución, eso es legalismo. Sin embargo, si no tienes estas
protecciones, eso es una imprudencia. Discute estos límites con los de tu círculo de
confesión y pídeles que te pregunten si has logrado cumplir estos compromisos.

● Haz actividades que disfrutes: No estás meramente intentando librar tu vida de la
lujuria. Estas descubriendo la vida que Dios quiere que disfrutes. Si sobreponerse a la
lujuria es solamente sobre lo que «no haces», entonces te sentirás muy desanimado.
Conforme tus deseos se purifican, deberías encontrar cosas que disfrutas «dentro de
la realidad de Dios».

¿Qué cambios necesitas hacer que salieron a la luz leyendo esta sección?

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Autocontrol en todas las áreas de la vida

La vida no se mantendrá «limpia» en segmentos por mucho tiempo. No podemos arrancar
de raíz el pecado de la misma manera en que limpiábamos nuestras habitaciones cuando
éramos niños: apilando todo adentro del clóset o debajo de la cama. El pecado no es como un
juguete. No se va a quedar en donde lo dejemos. El pecado es parte león y parte conejo: caza
y se multiplica. A menos que se mate dominará la vida entera de la persona que lo esconde,
ignora o minimiza.

Así también ocurre con el pecado sexual. Existen incontables testimonios de aquellos que
viven vidas indisciplinadas e intentan tomar su pecado sexual seriamente. Por pura voluntad
y posiblemente algo de responsabilidad dejan de ver porno o terminan con una relación
inadecuada, por un tiempo. Pero a través del tiempo y dinero no reportados, malas actitudes
contra la autoridad, disciplinas espirituales flojas o subirse a la ola de los placeres no
sexuales, el pecado sexual encuentra su camino de regreso a nuestras vidas.

No estamos diciendo que la gente organizada es santa y la gente desorganizada no. De hecho,
ser organizado puede ser un perjuicio a las recomendaciones de esta sección. Podría
ayudarte a esconder tiempo y dinero no reportados o podría hacerte parecer más honorable
y obediente hacia la autoridad de lo que realmente eres. El punto es que la gravedad del
pecado trabaja en contra de nuestra búsqueda de la santidad, entonces debemos ser
intencionales si vamos a crecer en nuestra habilidad de amar a Dios y amar a los demás.

En términos de autocontrol, observaremos cinco áreas que necesitas evaluar y monitorear.

1. Dinero

Si estás casado, no debería haber gastos del que ambos cónyuges no tengan conocimiento.
No es porque «has sido malo» y «esto es una consecuencia de tu pecado». Simplemente es
parte de tener una relación saludable y unificada. Parte de reestructurar tu vida implicará
aprender un sistema en el hogar para manejar las finanzas que permita gastos personales
dentro de un sistema presupuestario priorizado en conjunto y mutuamente consciente.

Hay múltiples conexiones entre hábitos del dinero y pecado sexual.

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● La pornografía es una industria cuyo propósito es hacer dinero y es muy buena en
eso.
● El adulterio cuesta dinero.
● Gastar en secreto crea vergüenza y división que hace más fácil estar cerca de un
«desconocido».
● El dinero no reportado alimenta la mentira, «me puedo salir con la mía. Nadie va a
saber».
● El dinero no reportado alimenta la mentira, «este es mi dinero y puedo hacer lo que
quiera con él».

Tener una administración financiera disciplinada y, si estás casado, transparente requiere
algo que es muy impopular: sacrifico. Cuando las decisiones se hacen conjuntamente,
entonces corres el riesgo de no conseguir lo que quieres. Probablemente tengas que decir
«no» a ti mismo y decir «sí» al matrimonio o a Dios. Esta es la esencia del atractivo del pecado
sexual: no tengo que decir «no» a mí mismo porque la persona con quien estoy (o Dios) lo
desaprueba.

«La lujuria es igual a deseo sexual normal más egoísmo… La pureza es igual a deseo
sexual normal más generosidad». Mark Laaser en Cómo sanar las heridas de la adicción
sexual

¿Tu administración financiera actual permite el tipo de autocontrol
descrito arriba? ___Sí ___ No

2. Horario

¿Tu pecado sexual ocurre cuando tienes bloques de tiempo no planificado? Obviamente. ¿Tu
pecado sexual ocurre cuando estas desperdiciando tiempo que estaba destinado para otro
propósito? Por supuesto. ¿La búsqueda del pecado sexual consume el tiempo que Dios
preferiría que pasaras en placeres legítimos? Sí. ¿El pecado sexual como escape crea
distorsiones en tus prioridades que hacen parecer que vivir sin ese pecado es más difícil?
Afirmativo.

En la sección previa discutimos asuntos de descanso y manejo del tiempo. Pero vale la pena
repetirlo, el pecado altera tu horario. Aquí queremos agregar dos cosas a la relación tiempo-
pecado.

Primero, para que tu horario sea transparente tiene que ser comunicable. Varias personas
que batallan con pecados sexuales pasan años convenciéndose a sí mismos y a los demás de
que su horario era desconocido para proteger sus bolsillos del placer secreto. Por lo tanto,
otras personas deberían conocer tu horario y tú deberías ser capaz de comunicarlo.

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Regresa a tu confesión completa. Léela de nuevo teniendo los elementos de horario en mente.
¿Cuáles fueron los tiempos más comunes de tentación? ¿Qué partes de tu horario escondiste
o disfrazaste como «muy complejo»? ¿Quién debería haber sabido dónde estabas y qué
estabas haciendo durante esos tiempos?
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Segundo, tu horario debería incluir placeres apropiados. Cuando no planificamos tiempo en
nuestro horario para placeres legítimos robamos los ilegítimos en los márgenes de la vida.
Mientras analizas esto, no sólo pienses en pasatiempos; piensa en aquellas actividades que
te hacen sentir renovado.

«En tu experiencia, ¿qué has probado que sea verdaderamente un descanso? ¿Qué te ha
hecho sentir nutrido?... ¿Cuál es el opuesto vigorizante en tu vida cotidiana (p.19)?»
David Powlison en Breaking the Addictive Cycle (traducido como «Rompiendo el ciclo
adictivo»).


3. Autoridad

Cuando tenemos una actitud negativa hacia la autoridad empezamos a pensar que somos la
excepción. El pecado sexual, como todo pecado, requiere un fuerte disgusto personal hacia
la palabra «no». Para superar consistentemente el pecado sexual debes ser humilde ante la
autoridad de Dios para definir lo correcto-incorrecto y lo bueno-malo.

¿Dónde ves resistencia a la autoridad en tu vida?
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Otra forma de autoridad de la que ya hemos hablado varias veces en este estudio, pero con
otro nombre, es a quien rendimos de cuentas. El conocimiento es poder y cuando permitimos
que alguien sepa nuestras áreas de debilidad y fracaso gana un grado de poder sobre
nosotros. Ahora pueden preguntarnos justo lo que con tanto trabajo evitamos que nos
pregunten. Si vamos a superar el pecado bajo el diseño de Dios, nos someteremos a la
autoridad de vivir bajo la responsabilidad de la comunidad Cristiana.

4. Disciplinas espirituales

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La rendición de cuentas sin una comunión diaria con Dios es tan efectiva como un carro sin
gasolina o una agenda sin herramientas de escritura. Puedes usar el carro para protegerte
del viento frío o hacer aviones de papel con las páginas de la agenda, pero nunca servirán
para el propósito por el cual fueron creados. La rendición de cuentas no puede convertirse
en un substituto del combustible diario de la presencia de Dios y de tener Su Palabra escrita
en nuestros corazones.

¿Cuál es tu patrón de estudio diario de la Biblia? A lo largo de este material hay estudios
bíblicos entretejidos que puedes utilizar para fomentar este tiempo de lectura y reflexión
diaria. El propósito de estos estudios bíblicos y memorización de pasajes no es únicamente
ilustrar puntos, sino para crear un hábito de estudio y enseñarte cómo leer/aplicar la Biblia
mientras superas las luchas de la vida.

¿Cuál es tu tiempo y lugar para el estudio diario de la Biblia? ¿Cómo decides qué porciones
de la Biblia leer?
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¿Cómo es tu hábito de oración diaria? Lo más probable es que la fantasía haya reemplazado
la oración en tu vida. Cuando el estrés surge volteas a lo romántico o erótico en lugar de a
Dios. Este es uno de los principales reflejos mentales que debes reestructurar en tu vida.
Cuando volteamos al sexo para aliviar el estrés estamos esperando las respuestas que
deberíamos pedir en nuestras oraciones. Con esto en mente, cada vez que recurras a una
fantasía sexual, recuerda orar a Dios acerca de lo que quieres escapar a través de esa fantasía.

¿Cómo puedes fortalecer tu reflejo estrés-oración? ¿De qué otra forma la oración puede
volverse una parte habitual de tu vida?
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5. Placer/Deseo

Gran parte de este estudio ha sido sobre frenar los deseos exagerados del pecado sexual.
Mientras que, en su mayoría, el resto del estudio hará una transición hacia cultivar deseos
sanos. Pero «sano» puede malinterpretarse en este contexto. Cualquier deseo puede ser
«poco sano» cuando se vuelve demasiado grande, por eso «sano» no significa simplemente
«querer algo bueno». Más bien, «sano» debe significar «querer algo bueno hasta su punto
adecuado».

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«Los adictos sexuales en recuperación también tienen que aprender a jugar… La
recuperación no es todo dolor y oscuridad. Se trata de disfrutar la vida y el mundo que
Dios nos ha dado… Esto puede sonar un poco trillado, pero los adictos están buscando
felicidad y espontaneidad y a veces un juguete puede ayudarles a redescubrir estas
cosas». Mark Laaser en Cómo sanar las heridas de la adicción sexual

Aquí es donde el pecado sexual es particularmente perturbador; es un deseo esteroide.
Arterburn y Stroeker discuten la biología detrás de esta afirmación. El neurotransmisor
discutido no es exclusivamente masculino. El sexo genera una respuesta de excitación
similar en ambos géneros al estar el sexo involucrado de tal forma que ellos encuentran
satisfacción.

«Los hombres experimentan una elevación química al ver imágenes con carga sexual.
Una hormona llamada epinefrina, es secretada en la sangre, y fija en la memoria
cualquier estímulo que esté presente en el momento de la excitación emocional».
Stephen Arterburn y Fred Stoeker en La batalla de cada hombre.

Aparte del pecado sexual ¿en qué áreas del placer o deseo luchas con el autocontrol?
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Con el fin de mostrar autocontrol saludable debes mirar más allá del momento de placer y
ver hacia las vidas que están siendo destruidas. La impulsividad se enfoca en el momento,
mientras que la disciplina considera las consecuencias. El pecado es altamente egocéntrico,
pero el autocontrol se enfoca en los demás. La personalidad no es una excusa, todo tipo de
personalidad puede ser madura y tomar decisiones saludables que buscan honrar a Dios por
encima de la gratificación personal.

Lee tu confesión de nuevo (esto no es un castigo, pero sí transforma lo que Satanás destinó
para tu destrucción en una herramienta que Dios usa para darte libertad). Haz notas sobre
cómo podrías llevar tu atención más allá de la mentalidad de tentación enfocada en el
momento. Resume las verdades clave que has aprendido que son más atractivas que cuando
las evitabas.
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Puedes experimentar síntomas de abstinencia de tu pecado sexual como, por ejemplo,
enfrentar el estrés del que escapabas a través de ese pecado, duelo por la ausencia de la
relación con tu cómplice de adulterio, aburrimiento mientras aprendes qué hacer con el

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tiempo que habías dedicado a pecar, distancia en tu matrimonio mientras tu cónyuge
procesa su dolor o sentir que la vida no es tan emocionante sin esta estimulación artificial.

En momentos de debilidad la pregunta es « ¿Realmente quiero vivir de esta manera por el
resto de mi vida?» La respuesta es «sí», sino no habrías llegado tan lejos. Sí querías porque
no había esperanza ni felicidad duradera en una vida construida sobre una fantasía. Si te
estás haciendo esta pregunta, solamente es porque estás comparando la parte frontal de la
santidad con la parte frontal del pecado estando moralmente con «resaca». Cuando
compares la parte posterior del pecado con la parte posterior de la santidad te preguntarás
cómo alguna vez te hiciste esa pregunta.

Para aquellos cuyo pecado sexual adoptó cualidades adictivas (ver evaluación en el capítulo
1) se recomienda que tomen un ayuno sexual de 90 días incluso si está casado, ya que, el
sexo marital no es la cura para el pecado sexual. Mientras el sexo sea lo principal, nunca va a
satisfacer ni a cumplir la función que está destinado a ejercer dentro del matrimonio. De
hecho, puedes llegar a tener sexo que sea tanto moral como adictivo.

Este ayuno de 90 días es para probarte a ti mismo que no «necesitas» del sexo, además para
ayudarte a desintoxicar el ciclo químico que creaste a través de él, para forzarte a comenzar
a enfrentar problemas de los que habrías huido a través del sexo moral y para crear un clima
relacional en donde puedas volver al sexo con tu cónyuge con mejores expectativas.

Este tipo de ayuno no involucra relaciones sexuales ni masturbación y solamente muestras
de afecto leve (besos sencillos o abrazos) durante tres meses. Tu cónyuge debe saber sobre
el ayuno y lo que esperas obtener de él. Durante este tiempo no debes vivir los días viéndolo
como una forma de auto castigo o de grandes logros. El punto principal del ayuno es probarte
a ti mismo, a través de tu propia experiencia, que el sexo no es lo más importante y que vale
la pena tener relaciones reales y vulnerables incluso cuando no haya sexo.


Aplicando sabiduría en las relaciones

El pecado sexual es un pecado relacional aun cuando nadie más está involucrado, porque el
sexo en sí es relacional y cualquier expresión sexual afecta nuestra capacidad, expectativas
y habilidades relacionales. Si aun tu problema es «sólo porno» (ojalá odies esa frase ahora),
entonces esta sección será útil para ti.

No serás sexualmente puro y tus relaciones no serán inalterables. El pecado sexual ataca el
fundamento de las relaciones saludables: el honor. La pureza restaura ese fundamento. Entre
más busques la pureza personal y honor relacional tu forma de interactuar con los demás
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será diferente. Esto dará lugar a la intimidad verdadera (amistades y matrimonio saludables)
y la vulnerabilidad que buscaste a través de la lujuria.

Esto comenzó con tus confesiones, pero esas confesiones ahora necesitan dar fruto con el fin
de que consideres a tus relaciones como fuentes de fuerza. En tu confesión hablaste del
compromiso a cambiar y es en esta sección donde definirás y cumplirás con ese compromiso.
Al buscar aplicar sabiduría en todas las relaciones, observamos tres áreas: relaciones y
patrones poco saludables, relaciones y patrones sanos, y el matrimonio (lee esta sección
aunque seas soltero).

Relaciones y patrones poco saludables

Hay dos maneras en que las relaciones y patrones puedan ser poco saludables. Alimentan
nuestro pecado o lo esconden, por lo tanto, aquí buscarás eliminar todos los patrones y
relaciones que lo hacen. Esto va más allá de no masturbarse, dejar de hablar con tu pareja de
aventuras o no tener sexo con alguien que no sea tu cónyuge.

«No compartas detalles íntimos de tu matrimonio con alguien del sexo opuesto. Nunca
te quejes de tu pareja ni “saques los trapitos al sol”… Habla de tu pareja e hijos
positivamente, abstente del contacto visual prolongado, evita los escenarios íntimos
(estar en un carro solos), incluye a todo el grupo en lugar de buscar interacciones
personales intensas, todo esto ayuda a poner límites en los contactos casuales». Doug
Rosenau en Una celebración del sexo

● No participes del humor vulgar: La lujuria no es solamente visual, incluye cualquier
uso del sexo para entretenimiento personal y egoísta. ¿Qué implica? Aléjate del humor
sexualizado, al bromear sobre el sexo de una forma morbosa muestras la lujuria como
algo bueno, atractivo y deseable para ti y otros. Y así es como comienzas a borrar la
línea entre el sexo sano y la lujuria por medio del vehículo placentero del humor y la
risa.

Lee Efesios 5:3-8: Si tiendes a usar un humor vulgar que incluye temas sexuales
entonces este es otro pasaje que deberías memorizar. Nota cómo Pablo conecta las
bromas vulgares (v.4) con dejarnos engañar (v.6). El humor tiene un poder
convincente, es por eso que la mayoría de los comerciales exitosos son graciosos. Date
cuenta que con cada chiste sexual que haces o escuchas estás viendo un comercial de
la agenda de Satanás para tu vida.

¿Cuándo y con quién eres más propenso a participar del humor vulgar?

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● No juegues a «seis grados de separación» en tus conversaciones: Cuando vivimos
en pecado no queremos hablar de (1) nuestro pecado (2) algo que se conecte a
nuestro pecado o (3) algo que se conecte a lo que se conecta con nuestro pecado. Por
ende, las relaciones con las personas que nos hablan la verdad de Dios se vuelven
superficiales y/o forzadas. Cuando te encuentras evadiendo un tema porque se
relaciona con algo que quieres esconder, deberías considerar esto como una ¡GRAN
BANDERA ROJA! En ese momento deberías hablar, aun cuando el tema no sea
relevante, solo para prevenir que resurja el hábito o la comodidad de vivir en secreto.

¿En qué ocasiones te has encontrado jugando a «seis grados de separación» en tus
conversaciones?
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● No alimentes las historias con estereotipos de género: Vivimos en una cultura
donde los estereotipos de género son formados por la industria de las narrativas de
la lujuria: tanto la pornografía para los hombres como las historias de romance para
las mujeres. Ninguno habla sobre gente real en relaciones reales compartiendo la vida
real. Ambos alimentan una relación irreal o exagerada que se centra en su deseo más
grande y dificulta experimentar un contentamiento altruista y servil dentro de las
relaciones.

¿Qué historias de estereotipos de género alimentan más tu problema con la lujuria y
cuáles lo promueven?
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● No uses emociones secundarias como enojo o autocompasión para expresar
dolor: Las emociones secundarias son frecuentemente el primer paso para regresar
a la fantasía, porque no permiten a personas reales conocerte de verdad. Las
emociones secundarias expresan cómo te sientes respecto a lo que sientes. Si estás
enojado porque te sientes rechazado, entonces el rechazo es la emoción primaria y el
enojo es la respuesta secundaria (segura) al rechazo.

«Significa confiarle mi bienestar a Dios cuando mi esposa no hace lo que quiero…
He estado menos enojado. No me retraigo a sentir lástima por mí mismo ni a
lamerme las heridas… No caer en la autocompasión ha sido un clavo más que
mantiene la puerta cerrada. Creo que me he vuelto más honesto y constructivo,
en lugar de evitar o atacar a mi esposa (p.13)». Testimonio en el libro de David

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Powlison Pornography: Slaying the Dragon (traducido como «Pornografía:
Matando al dragón»)

Al usar emociones secundarias, te convences de que nadie te entiende. Cuando esta
creencia se solidifica (porque sólo expresaste emociones secundarias), se hace más
fácil y más «lógico» el escapar a una relación de fantasía con porno (tiene la ventaja
de al ser una historia dentro de tu mente te «entiende» automáticamente) o con otra
persona (escucha tus quejas, comúnmente expresando más emociones primarias que
tu cónyuge).

¿Cuándo y con quién será más importante que no uses emociones secundarias?
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● No coquetees: ¿Qué es coquetear? Una regla de oro para principiantes es que si tienes
dudas o te lo cuestionan, detenlo. El coqueteo es cualquier comportamiento que crea o
busca crear interés romántico, tensión sexual, experiencias emocionales, dependencia
emocional o lazos de confianza exclusivos con alguien del sexo opuesto. Si coquetear ha
sido algo que ha contribuido a tu pecado sexual, entonces debes controlar o evitar lo
siguiente:

o Pasar tiempo a solas o hacer bromas internas: Cualquier cosa que cree un
«nosotros» al contrario de un «los demás» podría ser coqueteo. Hay algo
«compartido». Hacer insinuaciones (aunque no sean sexuales) puede
contribuir a esta dinámica.

o Imitar a la otra persona: Cuando la imitación no es ofensiva comunica «te
estoy poniendo atención», «recuerdo cómo haces las cosas» o «lo qué haces
me llama la atención».

o Tomar decisiones que coincidan con su preferencia: Si te ves cambiando
tus decisiones del día a día (ej. Ropa que usas, loción/perfume, tema de
conversación) para así tener las mismas preferencias que tiene otra persona
significa que estás buscando afirmación y una experiencia emocional que
cumple con la definición de coqueteo.

o Hacer cumplidos sobre acciones o atributos no funcionales: Los
cumplidos funcionales son aquellos que afirman el buen trabajo en una
interacción necesaria (ej. «Tu presentación fue clara y útil. Gracias.»). Los
cumplidos referentes a la apariencia, atuendo, sentido del humor,
conversación u otras acciones/atributos no funcionales deberían evitarse si el
coqueteo contribuye a tu pecado sexual.

100
o Contacto físico: El contacto físico consensuado y amigable mueve una
relación a otro nivel. Expresa que la relación es más cercana, más agradable y
aumenta la cantidad apropiada de información revelada.

o Sonreír en situaciones ordinarias: Si coquetear ha contribuido a tu pecado
sexual, entonces tienes que estar dispuesto a parecer menos amigable. Aunque
no hay nada malo en sonreír, comunica un sentido de disfrutar la presencia de
la otra persona e invita a una relación más profunda.

o Llevar la atención a tu cara: Tocar tu cara o jugar con tu pelo transforma casi
cualquier expresión o pose a una más atractiva.

o Contacto visual: Cuando miras a alguien a los ojos comunicas un nivel más
profundo de interés y respeto. El contacto visual crea un lazo. En la ausencia
de las palabras, el contacto visual comunica que encuentras solamente a esa
persona merecedora de tu atención.

o Cercanía: Cuando haces lo posible para estar cerca de una persona es una
manera de expresar afecto. Ponerse más cerca de lo común durante una
conversación añade energía sexual o tensión (depende si esa cercanía es
bienvenida) aun cuando sea una conversación casual.

o Iniciar conversaciones innecesarias: Conversaciones «sin razón» o
preguntas de «sólo quería saber tu opinión» indica que la otra persona es
«especial». No se requiere de un tema significativo para tener una razón para
hablar. Esto abre la puerta para divagar sobre temas personales que son
peligrosos para las personas cuyo coqueteo suma a su pecado sexual.

¿Qué aspectos del coqueteo, en qué lugares y con quién necesitas cambiar? ________
_____________________________________________________________________________________________
_____________________________________________

● No interactúes con el sexo opuesto mientras consumes alcohol: Si tu problema
con el pecado requiere autocontrol (el pecado sexual entra en esa categoría), es poco
sabio consumir cualquier sustancia que baje tus inhibiciones y autocontrol.

¿Qué compromisos debes hacer en relación al alcohol o drogas?____________________
_________________________________________________________________________________________________
_______________________________________________

● Limita las interacciones con aquellas personas que presenten estos patrones:
Si tienes amigos que participan regularmente de las actividades que recomendamos
evitar sería sabio limitar tu interacción con ellos. Los esfuerzos para superar el

101
pecado sexual requieren más que solo romper un hábito: requieren un cambio de
estilo de vida. Por lo tanto, es probable que esto resulte en tener que cambiar tu
círculo de amigos.

¿Con quién debes limitar tus interacciones para seguir una vida pura? _______________
_________________________________________________________________________________________________
_______________________________________________


Relaciones y patrones sanos

Superar el pecado sexual conlleva más que solo no hacer. Convertirse en un ermitaño que no
tiene un impacto en el mundo podría desagradar a Dios tanto como el pecado sexual. De
hecho, solo quitar el pecado crea un vacío en nuestras vidas que eventualmente se llenará
con algo más. Se llenará con patrones de pecado, a menos que lo llenemos intencionalmente
con patrones relacionales que honren a Dios.

En esta sección veremos patrones generales para relaciones saludables y en la siguiente
veremos los patrones de relaciones saludables para el matrimonio.

Lee Mateo 22:37-40: Nota que Jesús dice que toda la Escritura depende de estos dos
mandamientos positivos (v.40). Por lo tanto, no se basa en mandamientos negativos (lo que
«no» debemos hacer). Al reestructurar tu vida después del pecado que la dominaba es
importante que recuerdes esto: No estás vaciando tu vida, por el contrario, estás permitiendo
que Dios restaure los vacíos y te dé una vida abundante (Juan 10:10).

● Mira a los demás como personas reales: Ve a los miembros del sexo opuesto como
personas y no como objetos de codicia ni como parejas románticas. Cuando
codiciamos, vemos a las personas como creadas para nuestro placer y no para la
gloria de Dios. Cuando estés tentado a la codicia, recuerda los roles y relaciones de la
otra persona.

«Cuando estás en el centro comercial y te fijas en una mujer atractiva, mira su
cara y averigua si está cansada. Observa los paquetes que está cargando y piensa
“debe ser una gran mamá”. Hazla una persona y dale una vida… Uno de mis
clientes, después de ver un gran cuerpo y batallar con lujuria, se preguntaba a sí
mismo, “me pregunto si conocerá a Jesús”. Al darle un espíritu y orar por ella, eso
lo regresa a la realidad». Doug Rosenau en Una celebración del sexo

Dado tu problema con la lujuria ¿cómo puedes disciplinarte para ver a personas
atractivas como personas reales?

102
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● Ama en una historia real: Como dijimos en el capítulo 3, a veces la «historia» es igual
de tentadora que la «persona». Esto es así cuando usas la lujuria más por escape que
por placer. El amor sin problemas de la vida real y sacrificio, es una fantasía, y por lo
mismo, una forma de lujuria. La lujuria es amor menos vida; por eso nunca satisface
por mucho tiempo, no es sustanciosa.

Dadas las historias fantásticas a las que te inclinas ¿cómo puedes tener una visión más
precisa del amor?
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● Aprende sobre amistades reales: Las relaciones reales exigen de nuestra parte.
Mientras que lo atractivo de la lujuria es que aparenta no pedir nada y ofrecerlo todo.
Aprender a comprometerse y disfrutar de la amistad (relaciones no sexuales) es una
parte vital para liberarse de las fantasías y prepararse para disfrutar el sexo en una
relación real con una persona real.

Lee estos pasajes de «unos a otros» del Nuevo Testamento y nota qué es lo que se
espera de una amistad real: Romanos 12:10, 16; 14:13; 15:7, 14; 1 Corintios 12:25; 2
Corintios 10:12; 13:11; Gálatas 5:13-15; Colosenses 3:9, 13, 16; 1 Tesalonicenses
4:18; 5:11-15; Hebreos 3:12-14; 10:24-25; Santiago 5:9, 16; 1 Pedro 1:22; 4:8-10; 5:5;
1 Juan 1:7; 4:7.

¿Qué cambios necesitas hacer en tu vida y en tus expectativas para poder
comprometerte y disfrutar de las amistades reales?
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● Cultiva amistades adecuadas con personas del mismo sexo: No es suficiente
saber qué es una amistad real o que necesitas más amigos reales. Para experimentar
el refinamiento de carácter que Dios quiere hacer en ti a través de la relación con
otros, debes ser y tener amigos. Si se te dificulta aplicar este punto, se hablará más de
esto en el capítulo 8.

¿A quiénes necesitas acercarte como un amigo real en las formas descritas
previamente?
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103
Matrimonio

El sexo fue hecho para el matrimonio; el matrimonio no fue hecho para el sexo. Es como decir
que los garajes fueron hechos para los coches, pero los coches no fueron hechos para los
garajes. La lujuria tiende a hacer que todo en la vida gire en torno al sexo. Donde
comúnmente es un problema poner el sexo en su tamaño y prioridad adecuada es dentro del
matrimonio porque si este cambio no sucede, meter a la fuerza el deseo sobredimensionado
de sexo/romance, causado por la lujuria, en un matrimonio resultaría como sobrellenar un
globo de agua: el matrimonio explota.

En esta sección abordaremos cuatro puntos importantes de la restauración marital después
del pecado sexual o de la anticipación propia del matrimonio después de la lucha con el
pecado sexual.

● Restauración marital no es igual a enriquecimiento marital: Es importante que
tu cónyuge y tú mantengan estas dos actividades diferenciadas en sus mentes. Esto
ya ha sido discutido con tu cónyuge según los materiales de Verdadera Traición.
Cuando estas dos actividades se confunden entonces tus esfuerzos por mejorar se
convierten en penitencia y los esfuerzos de tu cónyuge se vuelven en prevención de
lujuria. Una vez que completes este material, entonces deberías acercarte a tu
cónyuge y expresar tu deseo de mejorar su matrimonio trabajando en las áreas de
debilidad marital que descubriste a lo largo de este estudio. Un indicador de que estás
confundiendo estas dos actividades es cuando tu cónyuge responde «no estoy listo
para eso todavía» a un acto de bondad de tu parte.
¿Cuán propenso estás a confundir restauración con enriquecimiento? ¿Qué afectos ha
tenido esta confusión?
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● El sexo marital no reemplaza la lujuria: El matrimonio no fue creado para saciar el
apetito que una vida de lujuria ha producido. El cónyuge no está llamado a obedecer
exigencias pecaminosas o exigencias generadas por un estilo de vida pecaminoso.
Esto degrada al sexo y al matrimonio. El sexo se diseñó como una expresión de amor,
no para saciar un apetito. Cuando buscas iniciar la relación sexual para calmar un
impulso en lugar de expresar afecto, simplemente estás sucumbiendo al deseo de
lujuria dentro de una relación moralmente aceptable.

¿Cómo y cuándo has tratado al sexo como un deseo para ser saciado y no como una
expresión de amor?
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104
● Niégate a reducir el matrimonio a solo tener sexo: La lujuria puede ser
«calificada». Es como cuando nos preguntamos: ¿Qué tan buena estuvo esa película?
¿Qué tan atractiva es esa persona? Sin embargo, el amor no deber ser calificado.
Cuando evaluamos algo es porque nos creemos superiores; un profesor evalúa a un
estudiante o un entrenador a un atleta. Esta forma de pensar no tiene lugar dentro
del afecto o intimidad marital. Cuando piensas de esta forma, estás viendo la vida
como si fueras el «autor» o el «juez» y los demás son «personajes dentro de tu
historia» o «contendientes compitiendo por tu aprobación». De cualquier manera
estás en una posición de recibir placer sin entregarte porque eres quien está «a salvo»
hablando desde «arriba».

«Considera el ejemplo del adicto sexual que nunca participa en actividad sexual
con nadie excepto con su esposa, pero que aun así usa el sexo para escapar de la
intimidad, no como una expresión de la misma. En este caso, el adicto sexual trata
a su cónyuge simplemente como un cuerpo y no como un espíritu. Aquí, el sexo,
aunque es con su cónyuge, no se diferencia a masturbarse… La pregunta es si el
sexo es una expresión de intimidad o un escape de ella». Mark Laaser en Cómo
sanar las heridas de la adicción sexual

¿Cómo has «calificado» el sexo/romance (ej. frecuencia, intensidad, variedad) como
tu estándar de contentamiento?
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_______________________________________________

● Mantén a tu cónyuge informado: Ya establecimos que tu cónyuge no debería ser la
primera persona a la que le rindes cuentas y esto sigue siendo cierto. Pero esto no
significa que tu cónyuge viva en total desconocimiento. No te preguntes si tu cónyuge
está pensando en tu pureza o fidelidad porque lo está. Por lo tanto, honra esta
preocupación al darle una actualización de tu lucha regularmente, tus relaciones de
rendición de cuentas o las maneras en que estás modificando tu vida. Este es un acto
de amor porque consideras su paz mental antes de tu comodidad individual.
Haz esto hasta que diga «Confío en ti. No hay necesidad de ponerme al día otra vez a
menos que estés enfrentando una tentación o hayas caído».

¿Cuándo y cómo apreciaría tu cónyuge que le informaras de tu lucha con el pecado
sexual?
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_______________________________________________

Proyecto resumen del capítulo: Vuelve a leer todas las notas que hiciste de este capítulo y
haz una lista de los cambios que debes hacer. Compártelos con los que rindes cuentas, con tu

105
grupo, consejero, cónyuge (si estás casado), y las personas relevantes de tu lista de confesión.
Después crea un plan prioritario para implementar estos cambios.

Enfoque de apoyo (REESTRUCTURACIÓN DE LA VIDA)

En cada paso tendrás preguntas y debes invitar a otra persona para que te las haga abiertamente
y así confrontar cualquier contradicción entre lo que dices y lo que haces.

¿Contesté todas las preguntas con diligencia e hice una lista de los cambios necesarios
para reestructurar mi vida?
¿He compartido esos cambios con las personas relevantes para completar mi
confesión y asegurar el cambio?
¿He priorizado mi lista de cambios y creado un plan práctico para implementarlos?

106
Capítulo 7
«Luchando por la santidad con más fuerza que con la
que escondí mi pecado»
IMPLEMENTA la nueva estructura integralmente, con humildad y flexibilidad.

«Los planes son más fáciles que la vida. Los planes existen fuera de mi
corazón pecador y de mi mundo quebrantado. Tratar de vivir mi plan me
ha enseñado más sobre mí, sobre mi pecado y sobre mi Salvador. A
medida que he vencido, las antiguas expresiones de lascivia/escape han
tomado nuevas formas. He tenido que recordar que mis planes son
medios para depender de Dios y no son mi salvación en sí mismos.
Estos son los desafíos inesperados que enfrento [enlista], cómo fallé
[enlista], dónde tuve éxito [enlista], qué aprendí [enlista] y cómo Dios
fue fiel [enlista]. Ahora veo que [enlista] es la parte más importante de
mi plan.»

Memoriza: Romanos 6: 12-13 (NBLA) «Por tanto, no reine el pecado en su cuerpo mortal para que
ustedes no obedezcan a sus lujurias; ni presenten los miembros de su cuerpo al pecado como
instrumentos de iniquidad, sino preséntense ustedes mismos a Dios como vivos de entre los muertos,
y sus miembros a Dios como instrumentos de justicia.» Mientras memorizas este pasaje, reflexiona
sobre estos puntos clave:

● «No» – Superar el pecado sexual requiere de una persistente voluntad que continuamente se
opone a nuevas formas de tentación.
● «Reine» – Debes recordar que el deseo del pecado es reinar (Génesis 4:7). Sus resultados
iniciales parecerán inocentes. ¡Ten cuidado!
● «Obedezcan a sus lujurias» – En el diseño de Dios para la vida, tus pasiones/deseos están
hechos para que te obedezcan mientras tú buscas honrarlo a Él.
● «Miembros… ustedes mismos» – El pecado clasifica y divide la vida. Dios quiere que toda tu
vida sea íntegra y santa.
● «Como vivos» – Recuerda que estás peleando como alguien que ya ha sido liberado de la
muerte del pecado y llevado a la vida en Cristo.

Notas de enseñanza

«El caos ocurre cuando tenemos la voluntad de cambiar y hacemos un verdadero esfuerzo para
lograrlo. Debido a que esto es un nuevo entorno, no sabemos cómo actuar o qué hacer. Los antiguos

107
comportamientos ya no están, pero aún no hemos aprendido nuevas conductas. El caos es confuso,
aterrador y doloroso.» Mark Laaser en Cómo sanar las heridas de la adicción sexual
«Ir en la dirección correcta en tu lucha contra la adicción sexual significa aprender a luchar contra la
tentación de pecar, aprender a manejar la culpa cuando fallas y aprender a comprender y lidiar con
las circunstancias en las que eres tentado.» David Powlison en Adicción sexual

«Al igual que la mayoría de los adultos que han aprendido por las malas, la realidad rara vez es tan
maravillosa como la fantasía. Mucha gente crea expectativas sexuales que la realidad no puede
cumplir. Me atrevo a decir que rara vez un adolescente ha creado una fantasía en la que su pareja
rechaza sus avances porque está demasiado cansada (p. 40).» Tim Challies en limpia tu mente

«Cuando las cosas se vuelven difíciles en casa, y seguramente así será, Satanás estará ahí
para tentarte para que regreses con tu amante. El rechazo de estos deseos es imperativo y
será una parte vital de tu recuperación. Negar que estos deseos existen sólo aumentarán tu
riesgo y vulnerabilidad. Sé honesto contigo mismo y con Dios. Reconoce que la fuente de
estos deseos está basada en una mentira. Y la relación a la que acudirías está basada en una
mentira. Enfócate en el compromiso que has hecho, el cual está basado en la verdad.» Gary
& Mona Shriver en Infidelidad: esperanza y sanidad después del adulterio.

«Comprométete al contarle a otros tus planes para cambiar.» Doug Rosenau en Una celebración del
sexo

«La pornografía es el pecado de la imaginación. Debemos contrarrestarla al expandir nuestras
imaginaciones. La respuesta a la pornografía es creer en la verdad. Pero eso es mucho más que un
proceso intelectual. Necesitamos permitir que la verdad capture nuestras imaginaciones: meditar,
contemplar, cantar y maravillarnos de la verdad. Necesitamos sentir la verdad, gloriarnos en la
verdad y deleitarnos en la verdad (p. 64).» Tim Chester en Closing the Window (traducido como
«Cerrando la ventana»)

Aplicación personal

Has llegado a este paso, y es probable que tu impulso para cambiar ha fluctuado varias veces.
Comenzar fue difícil. Parecía una lucha cuesta arriba. El pecado no quería soltarte y no querías
admitir que te controlaba. La honestidad contigo mismo, con otros y con Dios tiene una maravillosa
manera de generar impulso. Dejaste el peso del pecado que se aferró a ti y te liberaste de los secretos
(Hebreos 12:1). Esa fase casi siempre es emocionante y casi te puedes sentir culpable por el alivio
que genera (especialmente si estás casado(a) y tu cónyuge está cargando el peso de tus secretos que
ahora han salido a la luz).

Conforme esa emoción cede el paso a la reestructuración de tu vida, otra vez sientes el cambio como
una tarea laboriosa. Implementar el cambio no es tan rápido como el arrepentirse y confesar. En esta
etapa, el cambio va aumentando en medio de los momentos ordinarios. El cambio requiere fidelidad
en los momentos que no están relacionados con tu lucha con el pecado sexual. Ya no sientes que
corres fácilmente hacia Dios, sino que corres cuesta arriba hacia Él.

108

En este capítulo evaluarás la efectividad del plan de reestructuración de vida que hiciste en el paso
seis y realizarás las modificaciones necesarias. Este paso requerirá tiempo. Implementar (el paso
siete) toma más tiempo que crear un plan (paso seis). Por esta razón, si estás en un programa grupal,
deberás dedicar al menos dos meses a este paso. Tendrás que observar cómo responde tu plan a los
cambios del entorno, relaciones y emociones que ocurren a lo largo de un par de meses.

Conforme este tiempo transcurre, valorarás tres áreas incluidas en este capítulo. Primero,
hablaremos sobre el tema de la recaída. Segundo, aprenderás a medir el avance duradero. Cuál es la
diferencia entre «estoy teniendo una buena semana» y «¿mi vida se está conformando al diseño de
Dios?». Tercero, analizarás áreas clave de tu vida para asegurarte de que no has pasado por alto algo
que no era relevante durante la crisis que te empujó a buscar ayuda, pero que ahora sí lo es.


Hablando sobre la recaída

¿Es cada desliz una recaída? ¿Cada mala decisión significa que estás empezando de nuevo? ¿Cómo
puedes no esperar ser perfecto por el resto de tu vida sin dar excusas que harán que sea más fácil
volver a caer en comportamientos destructivos? Por esto es que la recaída es un tema tan difícil en
un programa de recuperación.

Por una parte, puedes esperar recaer muchas veces durante el proceso de recuperación. Si no recaes,
entonces tu lucha quizás no dominaba tu vida y no requería el nivel de atención que este estudio
ofrece. Por otra parte, no esperas fallar. Quieres enfrentar cada momento con la expectativa de que
dependerás de Dios para tomar decisiones saludables que le honren.

Dicho esto, estas son las expectativas de este estudio:

● Enfrentarás recaídas.
● La recaída es la recurrencia de conductas autodestructivas relacionadas con el cambio que

deseas.
● Tanto la deshonestidad, como guardar secretos es más peligroso que recaer.
● Ser deshonesto y guardar secretos marcará la diferencia entre un pequeño resbalón y un gran
deslizadero.
● La recaída termina donde la honestidad inicia.
● Cuando has conversado abiertamente acerca de cierto tema, tenderás a ser más honesto
respecto a él.
● Incluimos esta sección no para excusar o predecir la recaída, sino para que puedas prepararte
para responder saludablemente si ésta se presenta.

Stephen Arterburn y Linda Mintle en Lose It for Life (traducido como «Perderlo de por vida»)
exponen cuatro fases de la recaída (texto en negrita solamente). La presencia de un paso
inicial no hace que los pasos siguientes sean inevitables. Observamos cada uno para ayudarte
cuando estás en una condición vulnerable, y que de esa manera, la recaída no empeore.

109
1. Complacencia: «Sólo quiero tomarme un descanso de ser bueno». Este es el desafío
leve y pasivo-agresivo generado por la fatiga. Probablemente significa que has
tratado de cambiar muy rápido (estrategia perfeccionista al cambio) o que tienes tu
agenda muy llena. Una honestidad temprana con las personas en tu red de apoyo es
la mejor respuesta a esta fatiga. No trates de esforzarte en privado. Evalúa lo que
podría ser una estrategia sustentable al cambio con las personas que se interesan en
ti. De eso se trata este capítulo.

2. Confusión: Se ha dicho que la mundanalidad hace que el pecado se vea normal y que
la integridad parezca extraña. Si ahondas en la tentación, esta dinámica tendrá efectos
en tu pensamiento. Percibirás las decisiones saludables como una carga perjudicial.
Percibirás las decisiones perjudiciales como momentos de libertad. Percibes a los
amigos que te apoyan como personas que no entienden o exigen demasiado. Cuando
surja esta desorientación, sé honesto lo más pronto posible. Este es el patrón de
pensamiento que prolongará una recaída. Aunque no sepas qué decir en el momento,
llama a un miembro de tu equipo de apoyo y di: «estoy luchando. Creo que ahora
mismo no estoy pensando con claridad. ¿Podemos hablar?”.

3. Compromiso: Este paso puede ser alimentado por la autocompasión, negación o
rebeldía. Piensas que mereces tu conducta autodestructiva, como si fuera una forma
de alivio. El tiempo que ha transcurrido desde la última vez que pecaste te da una
sensación de alivio para ser mejor y para que no sientas inmediatamente los efectos
físicos negativos. También sabes que aquellos a quienes les importas se sentirán
decepcionados y heridos, por lo que tiendes a ocultar lo que estás haciendo. Las
señales de advertencia durante esta etapa de recaída son:

● Fantasear sobre tu adicción pasada como si fueran «aquellos buenos
tiempos».
● Creer que puedes pecar nuevamente sin recaer en la adicción (exceso de
confianza).
● Tu humor se vuelve cambiante y tu actitud se vuelve egoísta.
● Comienzas a reconectarte con los amigos que frecuentabas durante tu antigua
adicción.
● Comienzas a distanciarte o descuidar a los amigos que han sido parte de tu
recuperación.
● Te pones a la defensiva cuando alguien menciona cambios en tu humor,
actitud o emociones.
● Comienzas a descuidar oportunidades para la diversión sana o empiezas a
disfrutarlas menos.
● Comienzas a participar en actividades saludables de forma exagerada (por
ejemplo: ejercicio excesivo, aseo compulsivo).

4. Catástrofe: Las decisiones destructivas destruyen, es ineludible. Cuando no
reconoces el compromiso (etapa tres), la catástrofe (etapa cuatro) eventualmente
llamará tu atención. Aunque nuestro objetivo es interrumpir una potencial recaída
antes de que llegue a la etapa catastrófica, entre más temprano en el proceso de
deterioro reconozcas lo que está ocurriendo, mejor. No permitas que la vergüenza o
el orgullo te impidan revertir el impacto de tus decisiones.

110
Lee 1 Corintios 10:13: «[Dios] que no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que pueden
soportar» no sólo se refiere al tipo o intensidad de la tentación, sino también a cualquier punto en el
ciclo de tentación. A menudo conceptualizamos un punto ficticio de no regreso en la lucha con el
pecado. Si tal punto existe, es porque has decidido no ser honesto con Dios, contigo mismo y con los
demás. La gracia de Dios dice que siempre hay esperanza cuando eres honesto acerca de tu pecado.
Cuando Dios promete proveer una vía de escape, no se refiere a un pasaje secreto (lo oculto nunca es
gratis), sino al contexto de la gracia y el apoyo que el evangelio provee, los cuales te permiten ser
honesto.

John Baker en Celebrate Recovery: Leader’s Guide (p.192, traducido como «Celebra la recuperación:
guía del líder»), describe cinco conductas que te alertan cuando estás particularmente susceptible a
una recaída. Cuando experimentes estos comportamientos, contacta a un miembro de tu red de
apoyo. Una llamada o mensaje de texto que diga: «estoy intranquilo y quería que lo supieras. ¿Puedes
orar por mí?» puede hacer una gran diferencia.

● Dolor
● Cansancio
● Enojo
● Resentimiento
● Tensión


¿Cómo medir el avance duradero?

Medir el avance puede ser difícil por varias razones. Primero, medir el avance es un intento de medir
algo muy fluido y dinámico. El avance presenta ascensos y caídas, aceleración y desaceleración, lo
cual dificulta obtener una lectura concreta del mismo. Segundo, al medir el avance tendemos a medir
el desempeño por encima de la dependencia. Esta tendencia puede fácilmente minar la
vulnerabilidad y la dependencia de Dios enfatizadas en este material. Finalmente, medir el avance
puede fomentar la vergüenza cuando hay cierta regresión o recaída. La forma en que se manejan los
retrasos y recaídas es vital para establecer el cambio duradero.

C. S. Lewis ofreció una metáfora muy ilustrativa sobre cómo abordar la vergüenza. Lewis comparó la
vergüenza con el café caliente. Si lo derramas en tu piel, te quemas, te arde y te sientes sucio. Sin
embargo, si bebes el café, te sientes acogido, sustentado y energizado. Cuando evitas la vergüenza o
te hundes en ella, se convierte en café derramado. Cuando tratas la vergüenza del pecado sexual como
lo delinea la Escritura, entonces tus fracasos te acercan más a Cristo, te recuerdan tu necesidad de la
cruz y te proveen un testimonio para compartir.

En su publicación Adicción sexual, David Powlison presenta siete indicadores que evidencian avance
(solamente el texto en negrita). Se explican a continuación para darte un sentido más sólido acerca
del avance, y que de esa manera no sólo cuentes los días desde la última vez que caíste en pecado
sexual.

111
1. Disminución en la frecuencia del pecado: El avance significa que deberías pecar menos.
Debería haber disminuciones notables y cuantificables en las expresiones activas del pecado
(visitar sitios pornográficos en Internet, perderse en una fantasía romántica, masturbación,
visitar salas de chat, contacto con un amante, etc…) Cualquier intento sincero de cambio
cortará los «imanes» físicos y mentales que atraen al pecado.

2. Arrepentirse más pronto: El avance significa que cuando caigas, tratarás con tu pecado de
una forma distinta. Arrepentirte más pronto es la clave para detener «los atracones de
pecado». Ya no te rendirás al pensamiento de: «si ya lo arruiné, pues por lo menos voy a
disfrutarlo». Deberías sentirte cómodo al acercarte a Dios y conversar con Él en
arrepentimiento (revisa el paso cuatro). También deberás saber con quién confesarte y tener
su número de teléfono a la mano (revisa el paso cinco).

3. Un cambio en el campo de batalla: El avance significa que puedes ver un progreso en tu
batalla contra el pecado en su principal fortaleza: desde las acciones hasta los
pensamientos/fantasías y finalmente en los compromisos del corazón. Deberías emocionarte
cuando ves estos cambios en los lugares donde luchas con la lujuria. Aunque cada nuevo
campo de batalla necesita distintas estrategias y tiempos para declarar la victoria sobre ellos,
debes gozarte cuando ves que el reino de Dios está conquistando nuevo territorio en tu alma.

4. Una mayor consciencia de tu necesidad de la misericordia y gracia de Cristo: El avance
que no depende de Cristo, es puro orgullo y se convierte en una fortaleza para el enemigo,
quien puede utilizarla para lanzar nuevos ataques (no basados en tentación sexual). Sin
humildad durante la victoria surgirán nuevas tentaciones y serás tan ciego a ellas como lo
eras cuando crecía el dominio del pecado sexual en tu vida.

5. Mayor honestidad y rendición de cuentas: El avance significa que no necesitas una razón
para ser honesto y no tienes que esperar a que las cosas se pongan muy mal para rendir
cuentas. Esta variable es ̶ de muchas maneras ̶ una de las expresiones primarias y prácticas
de la humildad que se abordaron anteriormente. El humilde se niega a pelear contra el pecado
solo y se rehúsa a confiar en su corazón, separado de la comunidad de amigos cristianos que
se preocupa por él (Hebreos 3:12-14).

6. No responder a la dificultad siendo indulgente con el pecado: La dificultad es el tiempo
en el que el avance es más claro. Cuando te olvidas de esto, la dificultad te desanima y se suma
a tu tentación. Reconoce que la dificultad (conflicto, estrés, contratiempos, etc…) será un
tiempo en que tu avance será más evidente. Si estás casado(a), será un tiempo importante en
el que Dios restaure la confianza en tu matrimonio.

7. Aprendiendo a amar y considerar el interés de personas reales: En este punto se resume
el avance, ya que es el cumplimiento de toda la ley de Dios (Gálatas 6:14). Lo opuesto al
pecado sexual no es la mera abstinencia del sexo, masturbación y lujuria. Lo opuesto al
pecado sexual son relaciones afectivas reales, con personas reales, basadas en la honra mutua
y no en la auto gratificación.



112
Buscando el avance

Ahora que tienes una mejor idea de lo que es el avance, necesitas hacer una evaluación completa de
vida para determinar dónde se puede hallar este avance. En el siguiente material, examinarás
elementos clave como: las relaciones (¿quién?), los tiempos (¿cuándo?), los lugares (¿dónde?) y las
actividades (¿qué?) en los cuales el avance debería ser cada vez más evidente.

Es importante que seas honesto si ves áreas que necesitan cambiar, tal como lo has sido con cualquier
otro aspecto de este estudio. El hecho de que cambiamos con el tiempo para ser más como Cristo
(teológicamente esto se llama santificación progresiva) significa que la necesidad de nuevos cambios
surgirá continuamente. Si tratas los pecados que no producen crisis, de manera diferente a los
pecados que sí la producen, estarás en una crisis de pecado otra vez.

Revisión 1: ¿Quién?

Cónyuge: Si estás casado(a), entonces tu avance en el pecado sexual debe ser evidente con tu
cónyuge. A medida que se restaura la relación matrimonial, la relación sexual debería ser
cualitativamente distinta de lo que era. El pecado sexual te convierte en un consumidor sexual.
Calificas el sexo basado en tus preferencias en lugar de permitir que el sexo sea una expresión del
amor que tienes por tu cónyuge. El sexo debe separarse del sistema de evaluación fantasioso creado
por la pornografía, medios románticos o relaciones adúlteras.

«Sabes bien que mucho de la pornografía representa actos de conquista, no actos de amor y
servicio… No expongas a tu esposa a actos que la hagan sentir como el medio para un fin,
como si fuera dominada en vez de ser amada y nutrida, que ha sido deshonrada en vez de
atesorada (p. 67).» Tim Challies en Limpia tu mente

Lee Hebreos 13:4. Honrar el lecho conyugal significa más que no cometer adulterio o mirar
pornografía. Honrar es un mandato positivo, no meramente una restricción negativa. No contaminar
el lecho conyugal significa no poner expectativas externas sobre él.

Individuo: Si hubo personas específicas con las cuales luchabas con la lujuria, entonces el avance
debería resultar en una redefinición de esas relaciones. Cualquier relación que viole el pacto
matrimonial (el tuyo o el del otro) ya debería estar completamente terminada. Si eres soltero(a), debe
haber cambios en tu noviazgo para evidenciar que estás tomando en serio la pureza sexual. Si hay
personas en tu círculo social que deseas lascivamente, entonces debe ser parte de tu rendición de
cuentas y debes pensar en cambios específicos que alivien la tentación.

Lee 1 Timoteo 5: 1-2. Este pasaje describe cómo debes pensar sobre cualquier persona que no es tu
cónyuge, o si eres soltero(a), con alguien con quien no tienes un noviazgo. El punto es tratar a las
personas con la honra con la que tratas a los miembros de tu familia, no como centros de placer que
existen para satisfacerte. Este no sólo es un pasaje acerca de buenos modales, ya que Pablo concluye
el pasaje diciendo «con toda pureza (v. 2).»

113

Grupo: Si tu lujuria era una atracción a un grupo particular de personas (por ejemplo: rubias,
hombres sensibles, porristas, fuertes personalidades de liderazgo o algún tipo de fetichismo)
necesitas examinar la motivación e historia de esa atracción (revisa el paso tres a la luz de esta
atracción en particular). Generalmente estas atracciones pueden atribuirse a (a) una sobrevaloración
idólatra de ciertos atributos deseables y roles sociales o (b) aspectos de una historia personal de
abuso/negligencia que cambió el valor que otorgaste al atributo deseado. La implementación de tu
plan de reestructuración de vida debe considerar los pasos activos y monitoreo de esta atracción
particular.

Lee Gálatas 2:28-29. Las atracciones basadas en la identificación grupal revelan que estás valorando
como muy esenciales las cosas que no son las más importantes de una persona. Estás utilizando tu
sentido de atracción o preferencia como un sistema de medición. En un sentido real, es una forma de
prejuicio que emite las mismas afirmaciones de valor sobre la sexualidad, que las que el racismo hace
acerca de la raza o el sexismo acerca del género.

Rol: A veces la atracción no se trata tanto de la persona o un atributo en particular, como de la
dinámica de la relación. A algunas personas les excita el poder; a otras estar bajo autoridad. La misma
persona (personalidad y biotipo) puede ser más o menos atractiva basado en si él/ella era tu jefe o
empleado, si la relación era de autoridad o sujeción. En estos casos, necesitas darte cuenta de que tu
sexualidad es atraída por cosas para las que no fue diseñada. La sexualidad se diseñó para surgir de
las relaciones y no de las dinámicas de poder. Si tu lucha para vencer la lujuria empeora por las
dinámicas de poder en tus relaciones, entonces necesitas obtener un entendimiento más saludable y
no sexual del propósito de la autoridad.

Lee Marcos 10:42-45. Puede que sea incómodo preguntarte (y si lo es, entonces esta distorsión de
atracción probablemente no aplica para ti), pero ¿hay algo que te parezca sexy de este pasaje? Cuando
lees acerca de los que tienen autoridad y se enseñorean de otros o están en una postura de siervo,
¿suena atractivo de una manera que no tiene nada que ver con la admiración del carácter de Cristo?
Si es así, parte de tu desafío es poder leer este pasaje (y otros parecidos y tus relaciones) como Dios
manda – donde la autoridad no es sexual, sino que se está destinada a ser un medio de
cuidado/atención general.



Revisión 2: ¿Cuándo?

Momento del día/semana: El pecado tiende a anidarse en tu vida. Aunque el pecado siempre está
dispuesto a aprovechar el momento más oportuno (Lucas 4:13), el pecado habitual se acomoda al
ritmo y rutinas de tu vida. Requerirás más atención e intencionalidad para cambiar aquellos
momentos en los que has pecado con mayor frecuencia. En esos momentos tendrás que hacer algo
diferente en vez de solamente no pecar. En el paso seis evaluaste tu horario. Míralo otra vez y examina
los momentos donde las tentaciones más intensas surgen consistentemente.

114

Nivel de energía: ¿Tus momentos de lucha han estado conectados con momentos de fatiga o
emoción? Si estos momentos llegan sin ningún tipo de causa clara, es posible que quieras consultar a
un doctor para hablar sobre esta fluctuación en los niveles de energía. Esto puede ser una señal de
una condición médica fundamental que hace más difícil resistir la tentación. Si está claro el motivo
de estos cambios (exceso de trabajo, uso de drogas, etc…) entonces parte de resistir la tentación
implicará administrar tu vida más sabiamente. Sin importar la situación, debes saber que utilizar el
sexo para compensar los cambios en niveles de energía, es utilizar el sexo como una droga.

Antes/después: El antes/después puede ser un evento (presentación, visita familiar, etc…) o
interacción (conflicto, entrevista, etc…). Cualquiera que sea la situación, es necesario que veas que
cuando recurres al sexo o a la fantasía para aliviar el estrés, los estás utilizando como un reemplazo
de la oración. En los momentos que debes estar compartiendo tus temores o alegrías con Dios, los
estás compartiendo con una pareja sexual o imagen pornográfica. Estás dependiendo del sexo y no
de Dios para salir adelante.

Lee 1 Pedro 5:6-11. A medida que consideras el rol de «¿cuándo?» en tu tentación, recuerda que
existe un llamado universal para echar tus ansiedades sobre Dios porque Él tiene cuidado de ti (v. 7)
y una advertencia universal de estar alerta porque existe un adversario real empeñado en tu
destrucción (v. 8). Estás llamado a estar atento cuando surja la tentación para que puedas estar más
preparado para invocar a Dios, y también estás llamado a estar atento del diablo. Esto no es como
hacer simulacros de incendio en la escuela, sintiéndote relativamente seguro de que son un ejercicio
irrelevante. Se parece más a la práctica previa a emprender una peligrosa misión militar. ¿Cuál es tu
actitud en esta etapa del camino?

Revisión 3: ¿Dónde?

Hogar: ¿Cuáles son los mayores desafíos de pureza sexual que enfrentas cuando estás en casa?
¿Cuáles son las áreas de la vida en casa donde estarías más propenso a recaer en el pecado sexual?
¿Empleas prácticas sabias y rendición de cuentas relacionadas a los principales dispositivos
electrónicos que posees en casa: computadora, teléfono celular, iPod, televisión, etc…? ¿Has instituido
el nivel de responsabilidad financiera y rendición de cuentas en tus horarios recreativos?

Trabajo: ¿Cuáles son los mayores desafíos de pureza sexual que enfrentas en el trabajo en este punto
del proceso de cambio? ¿De qué manera afecta tu horario el nivel de tentación? ¿Existen cambios
adicionales que necesitas hacer en tus relaciones laborales que promuevan la pureza? ¿Estás
equilibrando tu horario laboral y tus expectativas de manera que te permitan vivir una vida saludable
y enfrentar la tentación con una fortaleza óptima, ya sea física, emocional o mental?

Actividades: ¿Las actividades en las que participas te exponen a una mayor tentación? ¿Has dejado
oportunidades abiertas para interactuar con un cómplice de adulterio? ¿Estás frecuentando lugares
donde la gente va para «conocerse» (bar, club, etc…)? ¿Te estás recreando en lugares que tienen gran
interés en promover la lujuria?

115

Lee 1 Tesalonicenses 5:13-15. Pablo es muy directo cuando habla sobre cómo debemos
relacionarnos con aquellos que no se adhieren a los estándares de la Escritura. No debemos tener
nada que ver con su estilo de vida pecaminoso (v. 14). Esto no significa que los aislemos, ya que Pablo
dice que debemos amarlos como hermanos y este amor debe expresarse a través de la advertencia
(v. 15); y no participación. Cuando fallas en hacer este compromiso en tus actividades recreativas, los
momentos en que deberías estar siendo restaurado te ocasionarán cansancio de hacer el bien (v. 13)
porque permitiste que el tiempo de recreación fuera llenado con una resistencia activa al pecado.

Revisión 4: ¿Qué?

Entretenimiento: En nuestra cultura, la sexualidad está incorporada al entretenimiento. Quizá
nunca visitemos a una prostituta, pero casi todo miembro de la cultura americana ha pagado por
sexo. El lema de nuestra industria de mercadeo es «el sexo vende». Cuando dicha industria dice esto,
reconoce que la sexualidad en el mercadeo multimedia tiene mayor impacto en la toma de decisiones
que cualquier otro aliciente. Esto es cierto tanto para las modelos con poca ropa que venden
motosierras, como para los comerciales románticos que venden jabón.

«La televisión y el cine evocan sentimientos y emociones que superan nuestra mente y llegan
directamente a nuestros afectos. El increíble poder de los medios es que pueden hacer que
algo malo se vea bueno o emocionante sin que presente un argumento que lo justifique… Qué
tragedia es que me haya sentado de brazos cruzados durante películas y programas de
televisión y haya visto el mismo pecado por el que Cristo murió, como objeto de risa, e incluso
de celebración.» Joshua Harris en Ni aun se nombre. El sexo no es el problema (la lujuria sí)

«Si no puedes bajar la cabeza y sinceramente agradecer a Dios por una película, sinfonía,
noticiero o novela, entonces esa es una actividad equivocada para ti. Deja de discutir contigo
mismo y pasa a otra cosa.» Joel Belz como aparece citado por Joshua Harris en Ni aun se
nombre. El sexo no es el problema (la lujuria sí)

¿El consumo de entretenimiento está afectando tu búsqueda de la pureza y las relaciones piadosas?
¿Cómo? No reduzcas esta pregunta a si estás viendo algo con imágenes o temáticas explícitamente
sexuales (aunque debes preguntártelo también). Más bien pregúntate: ¿lo que consumes en los
medios de comunicación tiene un impacto positivo o negativo en tu habilidad para disfrutar de
relaciones piadosas y saludables? ¿Después de que termina lo que estabas viendo has sentido que lo
que Dios te ofrece ahora en tus relaciones reales no es tan bueno como lo que viste, leíste o
escuchaste? Si la respuesta es sí, entonces tu entretenimiento está carcomiendo la base de
contentamiento sobre la cual se construye la pureza.

Evento: Se refiere a las ocasiones especiales que te desvían de tu horario habitual. Existen
tentaciones que enfrentas en entornos particulares y que necesitas considerar aparte de tu plan de
reestructuración de vida (viaje de negocios, vacaciones, reuniones, aniversario de una ocasión
importante, etc…). Los eventos suelen ser los tiempos oportunos (Lucas 4:13) que Satanás utiliza para

116
lograr establecerse en tu vida. Si fallas en los sucesos no habituales de la vida, eres más propenso a
llevar ese sentido de derrota, vergüenza y clandestinidad de regreso a tu vida cotidiana. ¿Qué
necesitas poner en práctica con la persona a quien le rindes cuentas para asegurarte de hablar acerca
de eventos especiales y prepararte para ellos?


Evaluando lo que has implementado

La siguiente tabla te ayudará a evaluar qué tan bien estás implementado tu plan de reestructuración
de vida. Está diseñada para darte un lugar donde escribas información clave que has obtenido tras la
reflexión de este capítulo y analizar dicha información como un todo. Podrás ver que la primera
columna corresponde a los principales encabezados y subencabezados de este capítulo. La segunda
columna es para que identifiques las áreas donde es necesario un cambio.

Las siguientes tres columnas resumen las formas en que puedes identificar el avance. Estos tres
encabezados son menos específicos que los siete indicadores de David Powlison, que se explicaron al
inicio de este capítulo. Están diseñados como encabezados generales que pueden captar elementos
alentadores de la obra de Dios en tu vida, mientras continúas luchando contra el pecado.

La columna final es para anotar cambios que necesitan hacerse en tu plan de reestructuración de
vida. Pueden ser modificaciones o adiciones. Si quieres escribir más de lo que el espacio te permite,
puedes usar un cuaderno o un documento en tu ordenador. El valor principal de esta herramienta es
que sirva como una guía de conversación con tu consejero, grupo o persona de apoyo. Permite que
sea un instrumento que te enseñe el valor de evaluar la vida regularmente con aquellos que se
preocupan por ti y están comprometidos en buscar a Dios contigo.

Una copia de este documento en PDF (en inglés) está disponible en
http://bradhambrick.com/falselove/




Conversaciones para rendir cuentas (IMPLEMENTAR):


Con cada paso, te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más a que te las haga

abiertamente y así te ayude a notar cualquier contradicción entre tus palabras y tu vida real.


¿Estoy encontrando evidencia legítima de progreso en las siete

áreas que indiquen que se está produciendo un cambio duradero?


¿He mostrado evidencia de evaluar cuidadosamente mi

efectividad en la búsqueda de la pureza sexual en cada área
enumerada?
¿He dado muestras de que confesaría una lucha que este estudio

no aborda directamente?
117
BUSCANDO LA PUREZA: EVALUACIÓN DE IMPLEMENTACIÓN

Mejoramiento Mejoramiento Mejoramiento Cambios


en Intensidad en Duración en Frecuencia necesarios al
plan
¿QUIÉN?
Cónyuge
Persona 1
Persona 2
Persona 3
Persona 4
Grupo 1
Grupo 2
Grupo 3
Rol 1
Rol 2
Otro
¿CUÁNDO?
Tiempo 1
Tiempo 2
Tiempo 3
Tiempo 4
Tiempo 5
Nivel enérgico
Nivel enérgico
Antes/después
Antes/después
Otro
¿DÓNDE?
Hogar
Trabajo
Actividad 1
Actividad 2
Actividad 3
Otro
Otro
¿QUÉ?
Entretenimiento
Entretenimiento
Entretenimiento
Entretenimiento
Evento
Evento
Evento
Otro

118
Capítulo 8
«Luchando contra el pecado en otro territorio»
PERSEVERAR en la nueva vida e identidad a las que Dios te ha llamado.
«Puedo ver la fidelidad de Dios desde [tiempo en el que comenzó este material].
Mientras he experimentado la victoria, mi tentación ha cambiado [describe] y he
ampliado mi habilidad de enfocarme en Dios en tiempos donde no hay crisis
[ejemplifica].
Me he dado cuenta de que «saludable» significa más que la ausencia de lujuria.
Dios tiene una agenda para mi vida totalmente diferente [explica] de lo que creía.
Estoy aprendiendo a disfrutar mi vida y a estar cómodo con ello.»

Memoriza: 1 Tesalonicenses 4:3-5, 8 (NBLA) «Porque esta es la voluntad de Dios: su
santificación; es decir, que se abstengan de inmoralidad sexual; que cada uno de ustedes sepa
cómo poseer su propio vaso en santificación y honor, no en pasión degradante, como los
gentiles que no conocen a Dios… Por tanto, el que rechaza esto no rechaza a un hombre, sino
al Dios que les da a ustedes Su Espíritu Santo.»

● «La voluntad de Dios» – Puedes tener por seguro que los cambios que has hecho y
que estás haciendo eran la voluntad de Dios para ti.
● «Sepa cómo poseer su propio vaso» – Dios encarga a todas las personas que aprendan
esto.
● «En santificación y honor» – La pureza sexual protege tu relación con Dios
(santificación) y con otros (honor).
● «No rechaza a un hombre, sino al Dios…» – Si relajas tus esfuerzos por perseverar en
pureza, estás primeramente despreciando a Dios.
● «… que les da a ustedes Su Espíritu Santo» – No olvides que la fuente de tu fortaleza
es el Espíritu Santo, no tú mismo.

Notas de Enseñanza

«Una de las cosas que debemos entender es que, si Dios fuera a liberarnos instantáneamente,
sería mucho más fácil para nosotros volver a los viejos hábitos.» Steve Gallagher en En el
altar de la idolatría sexual
«La pornografía es fácil. No da problemas y su placer es instantáneo. El matrimonio es trabajo
duro. Involucra dos pecadores lanzados juntos a una cercanía muy próxima (p. 127)… El
matrimonio es un regalo de servicio, y el sexo es un regalo glorioso para cimentar esa vida
conyugal. Pero no permitas que el sexo se convierta en la meta de tu matrimonio – de otro
modo la pornografía podría parecer un buen suplemento (p.129).» Tim Chester en Closing
the Window (Traducido como «Cerrando la Ventana»)
119
«Pero he encontrado que muchos hombres pueden detener la masturbación habitual más
rápidamente de lo que imaginan. Una vez que son persuadidos de que la vida sin la
masturbación es mejor que la vida con masturbación (p.33)… Cada vez que adoramos a Dios
nos recordamos a nosotros mismos que Él es más grande y mejor que cualquier cosa que la
pornografía pueda ofrecer (p.99).» Tim Chester en Closing the Window (Traducido como
«Cerrando la Ventana»)
«En otras palabras, para abrazar correctamente nuestra sexualidad debemos traerla bajo el
dominio de Aquel que la creó. Cuando lo hacemos, no estamos peleando en contra de
nuestra sexualidad; estamos peleando a favor de ella. Estamos rescatando nuestra
sexualidad de estar arruinada por la lujuria.» Joshua Harris en Ni aun se nombre. El sexo no
es el problema (la lujuria sí)

«No puedes sólo ‘decir no’ a una imaginación maligna. Debes apelar de una manera más
profunda a tu imaginación trabajando en reemplazar el mal, la oscuridad y la perversidad
en tu mente con lo bueno, la luz y lo puro… [Dios] quiere que tengas una visión de algo
mucho mejor que vivir dentro de tu oscura, egocéntrica imaginación. Dios quiere darte una
visión de la vida de acuerdo a su diseño original, llena de una relación real, verdadera e
íntima con él y una relación auténtica y amorosa con los demás.» David Powlison en
Adicción Sexual

«[Haciendo referencia a Génesis 2:23] No descuides la palabra ‘finalmente’. Fue durante ese
periodo de búsqueda, ese periodo sin pecado esperando por Dios, donde Adán aprendió a
apreciar lo que Dios finalmente proveyó.» Tim Challies en Limpia Tu Mente
Aplicación Personal

Respira hondo. Probablemente estás pensando: estoy listo para terminar con este estudio. Si
estás en el paso ocho, ya has recorrido un largo camino. Has hecho muchos sacrificios y has
abierto tu vida a muchas más personas que las que alguna vez pensaste que podrías.
Esperamos que Dios te esté restaurando con Su perdón de maneras increíblemente
refrescantes.

Permíteme hacerte esta pregunta: ¿cómo continuarás siguiendo a Dios desde este punto?
Probablemente dedicaste tanta energía a llegar hasta aquí, que no tienes muy claro cómo
prepararte para una vida después del cambio. ¿Qué haces cuando tu vida no está enfocada
en superar un problema que domina tu vida? Ese es el tema de este paso y el siguiente.

En este capítulo veremos tentaciones post-tentación – aquellas tentaciones que surgieron
cuando ya te encontrabas haciéndolo mejor. Finaliza el viaje que has empezado de una
manera que honre lo que Dios ha hecho en tu vida hasta este momento. Para ayudarte a
terminar fuerte, veremos tres temas para esta etapa de tu viaje.

1. Mentiras comunes y distracciones.
120
2. La victoria cambia la tentación.
3. Preparándote para la transición.


Mentiras comunes y distracciones

Aunque parezca raro, «mejor» no siempre es más fácil que «peor». Conocías mejor el terreno
de tu tentación que lo que conoces el terreno de vivir en vulnerabilidad y transparencia, amar
a Dios y honrar a tu vecino. Ese es el propósito de esta sección y la siguiente – prepararte
para saber cómo la tentación muta una vez que rompes la esclavitud al pecado.
Una de las primeras y más efectivas maneras en que la tentación muta es introduciendo
nuevas mentiras y distracciones. Mientras lees esta sección, debes comenzar a prepararte
para escucharte a ti mismo. Cuando te escuchas a ti mismo pensando este tipo de cosas o
teniendo emociones que emergen de este tipo de pensamientos, debes considerarlo una
bandera roja e inmediatamente hablar sobre eso con tu red de apoyo. La explicación de cada
mentira pretende darte la verdad y la perspectiva para contraatacar estos mensajes
disruptivos e insanos.

«Ahora estoy teniendo una experiencia sexual de segunda categoría.» Ésta es una
versión distorsionada y cínica de aprender contentamiento. Esto permite que la mentira «el
sexo pecaminoso es sexo de primera clase» entre de nuevo a tu vida a través de la puerta del
desánimo. Es el pretexto que usas para embellecer la dolorosa vida de pecado de la que,
desesperadamente, querías librarte hace unos meses. Hacer que la esclavitud parezca
libertad es una de las mentiras centrales del pecado.
Debes contrarrestar esta mentira con una nueva visión del ideal sexual. La cultura te dirá
que el mejor sexo ocurre cuando tienes 20 años, estás locamente enamorado y experimentas
una pasión incontrolable. La Escritura dice que la mayor intimidad ocurre cuando una pareja
que ha estado casada por 50 años reflexiona acerca de una vida compartida y celebra esa
historia en todos los detalles: desde la más suave mirada acompañada con una dulce sonrisa,
hasta la expresión física de mayor conexión y afecto: el sexo. Cuando tu decepción te habla
sobre sexo de segunda clase, recuérdale la intimidad de primera clase que no estás dispuesto
a sabotear.

«Ahora puedo volver a enfocarme en lo que es importante para mí.» Esta distracción te
convence de que superar el pecado sexual se trata solamente de intercambiar una forma
poco saludable de auto enfoque hacia una forma más funcional de auto enfoque. Esperamos
que ya hayas aprendido que los placeres legítimos son parte esencial de resistir al pecado,
pero también que hayas aprendido que el enfoque de tu vida (lo que adoras y te da sentido)
no puede ser egoísta.

121
El pecado, incluso en la forma sobre-priorizada de placeres legítimos, nunca permanecerá
egoísta. Ese es el modo en que al pecado le gusta darse a conocer: como tu sirviente. Pero
una vez que le permites moverse en tu vida, muta de sirviente a amo. Asegúrate de usar el
tiempo para vivir una vida llena de gozo y centrada en Dios. El paso nueve te ayudará a
pensar a través de esta nueva (o renovada) orientación de vida.

«Merezco un descanso. Ya he sido bueno por mucho tiempo.» Tomarse un descanso de
la batalla con el pecado parece muy legítimo, pero a menudo te lleva de regreso al pecado. Si
sientes que necesitas un descanso, es importante que te asegures de que estás viviendo una
vida balanceada y razonable. Revisa el trabajo que hiciste en el paso seis para asegurarte que
tus expectativas coinciden con los recursos de los que dispones: tiempo, dinero o energía.
Si creas una vida piadosa que no puedes mantener, provocarás una recaída. Cuando esto
ocurre, sentirás que es justo tomar un descanso de lo que percibes como las expectativas de
Dios (que en realidad son tu versión distorsionada de las expectativas justas de Dios) y vas
a pecar para sentir alivio de esa presión. Si evalúas tus expectativas y determinas que son
realistas pero difíciles, podrás fortalecerte para permanecer y disfrutar este estilo de vida:
de eso se trata la perseverancia (Romanos 5:3-5; Santiago 1:2-4). Si este es tu caso, entonces
asegúrate de pedirle a tu red de apoyo oración y ánimo en este proceso de crecimiento.

«Esto no está funcionando, porque la tentación aún está presente. Nadie más tiene que
trabajar tan duro por la pureza.» La tentación llega fácil, solamente cuando dejas de
pelear. Pero entonces te ves forzado a responder a la crisis inducida por el pecado en vez de
a la molesta y constante atracción de la tentación. Luego de que te acostumbras al alivio de
la crisis inducida por el pecado, el alivio de sólo experimentar la tentación comienza a
sentirse como una carga. Es como obtener un aumento en el trabajo. Al principio es un alivio
y una alegría, pero después, la atracción por las cosas que están más allá de tu aumento y de
tu alcance financiero, se convierte en una carga.
Recuérdate a ti mismo que la tentación es una señal de que estás vivo espiritualmente. Sólo
el embotamiento de tu conciencia puede anular el sentido de tentación en una cultura
saturada de pecado (esto es particularmente cierto para el pecado sexual). Aquellos que no
experimentan la tentación como una experiencia negativa, de todas formas experimentan las
consecuencias negativas de su estilo de vida. Tu conciencia activa es tanto una bendición
como una protección, las cuales tienes que agradecer a Dios.

«Esto no vale la pena, porque [nombre] todavía no confía en mí.» Esta distracción es
especialmente fuerte para aquellos que están casados y su cónyuge no confía en ellos porque
su confianza no ha sido aún restaurada. Es importante recordar que no te comprometiste a
cambiar para que confíen en ti, sino para ser libre del pecado. La confianza es la consecuencia
deseada, pero no es la razón para cambiar.

122
Si te estás preguntando: ¿por qué me esforcé tanto para cambiar si mi cónyuge no va a confiar
en mí?, recuerda cómo era ser esclavo del pecado. Ahora tienes una mejor vida y la
oportunidad de crecer en confianza, lo cual no tenías antes. Contraataca esta forma de
distracción con gratitud. Agradece a Dios Su fidelidad en tu vida y continúa orando por tu
cónyuge.

«[Esta] situación es más importante que mi necesidad de mantenerme puro.» Rara vez
dirías esto en voz alta, ni siquiera te permitirías pensar estas palabras. Pero esta es la mentira
que crees cuando te colocas en situaciones imprudentes o comprometedoras por razones
prácticas. Práctico se convierte en un sinónimo fácil de usar para más importante.
Cuando intentas justificar, alterar o relajar los cambios que has hecho en los pasos seis y
siete, permites que esta mentira se convierta en una bandera roja en tu mente. Esos cambios
no se hicieron para ayudarte a ser lo suficientemente fuerte para caminar sobre el territorio
enemigo. Esos cambios se hicieron porque tu enemigo es más fuerte que tú y sólo puede ser
resistido en el propio terreno de la sabiduría de Dios. No pienses que la victoria bajo la
protección de la sabiduría de Dios tiene alguna influencia sobre la victoria en la arena de la
sabiduría del mundo, usualmente llamada «sentido común».


La Victoria Cambia la Tentación

Gálatas 6:1-5 (NBLA) habla tanto a la tentación de aquellos que son sorprendidos en alguna
falta, como a la tentación de aquellos que son espirituales. Cualquiera que está en la última
categoría (espiritual) ha pasado mucho tiempo en la primera (dominado por algún pecado).
Conforme has avanzado a través de este estudio, al menos te has empezado a mover de una
categoría a la otra. A continuación se exponen cuatro nuevas tentaciones que se presentan
cuando hay un tiempo de victoria sobre el pecado.
Decepción de las nuevas alturas: La pobreza duele diferente cuando has conocido la
riqueza. Mientras vives en pureza (la cual llamamos a menudo «alcanzando nuevas alturas»),
cualquier recurrencia de pecado sexual probablemente creará una culpa más fuerte de la que
antes habías conocido. Cuando la lujuria era tu conducta normal, era menos alarmante.
Puede ser tentador permitir que esta culpa intensificada alimente tu percepción de fracaso
y entonces cedas a un «atracón de lujuria». Debes reconocer (intelectual y emocionalmente)
que la gracia de Dios es suficiente y necesaria para las caídas de cualquier «altura» (entre
comillas porque somos nosotros quienes categorizamos la altura desde la que caemos, no
Dios).
Te puedes proteger de esta tentación recordando que la madurez espiritual no significa
independencia de la gracia de Dios (ve el siguiente punto), sino una mayor dependencia de
ella. Lee 1 Timoteo 1:12-20. Nota que, hacia el final de su ministerio, Pablo se vio a sí mismo
como más pecador que al inicio (Hechos 9). Pablo está usando esta comprensión para animar
123
al joven Timoteo (v. 18-20) porque se da cuenta que la confianza en la gracia es la esencia de
su mensaje – el evangelio (v.16).

Madurez e Independencia: A menudo eres engañado en pensar que la madurez espiritual
debería hacerte menos dependiente de Dios. «Para que Dios pueda enfocarse más en las
personas que son como yo solía ser», podrías pensar. Esta es una de las mutaciones más
peligrosas en tus tentaciones. Es como un gran roble que piensa que su altura y fortaleza son
suficientes para ya no necesitar el suelo. En el momento en que se despega del suelo, su altura
y firmeza solo servirán para hacerlo caer más rápido e incrementar el daño que se hará.
La madurez sólo puede expresarse como una mayor dependencia de Dios. La madurez
requiere humildad, así como un tren requiere vías. Lee Gálatas 2:18-21. Nota que Pablo
advierte sobre reedificar lo que está destruido (v.18). Esto es exactamente lo que hace una
falsa visión de la madurez. Es en esta advertencia que Pablo establece el principio de que la
madurez es menos de ti y más de Cristo (v.20). Así como una oruga madura y se convierte en
una mariposa, tú también eres llamado a madurar y a convertirte en algo distinto a lo que
eras cuando comenzaste. Empezaste conectado a tierra y gateando en tu independencia de
Dios (la esencia del pecado). Te conviertes en alguien que abraza la dependencia de Dios como
las alas que Dios usa para darle libertad. La oruga debe morir para que la mariposa pueda
remontarse.

Presión de las nuevas oportunidades: Con el crecimiento vienen oportunidades, y no
necesariamente porque las estamos buscando. Ser más real en las relaciones e incluir a más
personas en el círculo de tu comunidad bíblica, expandirá la calidad y la cantidad de
oportunidades que tienes de cuidar de otros, por eso las relaciones falsas y ocultas son más
controlables que las reales. Esto es una bendición, pero puede sentirse abrumador e
incómodo cuando comienzas a experimentarlo por primera vez.
Para ayudarte a ver estos cambios como una bendición, lleva una lista de nuevas
responsabilidades y oportunidades que Dios ha traído a tu vida. Da gracias por ellos
regularmente. Recuerda que son prueba de la gracia de Dios; no cargas. Recuerda que
superar la lujuria no es el final del viaje. La lujuria ha sido una razón para no aprender
muchas cosas increíbles (verdades, habilidades, relaciones) que Dios tiene para ti. Debes
esperar aprender muchas cosas mientras perseveras en tu resistencia a la lujuria.

Tener «respuestas» en vez de preguntas: Mientras maduras y recibes nuevas
oportunidades, probablemente serás más buscado para dar respuestas. Te estás
convirtiendo en una persona segura, real y disponible, a quien se le pueden hacer preguntas.
Puede que también recibas el privilegio de caminar con otros que están en una etapa
temprana en la superación de la lujuria. Este es un tiempo donde el orgullo puede volver en
maneras más sutiles y socialmente aceptables. Pero no creas que por recibir una pregunta,

124
estás obligado a ser la fuente de su respuesta. Nunca debes confundir la gloria de la respuesta
por la gloria del vaso (2 Corintios 4:7-18).
Estas oportunidades, son oportunidades de crecer en miedo sano, es decir, vulnerabilidad.
Así como el miedo insano a menudo enciende relaciones lujuriosas, el miedo sano crea
relaciones sanas. Lee Santiago 3:1-12. Nota que Santiago le escribe a cristianos que estaban
superando una prueba (dispersión por la persecución religiosa; véase Santiago 1:1) y que
ahora se levantaban a la posición de maestros (v.1). Les advierte acerca de la tentación y el
poder de sus palabras en este nuevo rol. El mensaje es que el increíble poder de la influencia
(imágenes de freno y fuego) deben mantener humildes a aquellos que están alcanzando una
nueva posición de influencia.

Prepárate para la transición

Asegúrate de pertenecer a un grupo pequeño. La confianza toma tiempo. Tu grupo pequeño o


tu mentor te darán la confianza para que avances a un ministerio más regular en el cuerpo de
Cristo. El primer lugar donde esto ocurre es en grupos pequeños en la iglesia. Las lecciones
(cognitivas y emocionales) que Dios te ha enseñado en el transcurso de este estudio han
mejorado, protegido y aplicado, en gran parte, a causa de las relaciones a través de las cuales
aprendiste. Lo mismo sucede con las lecciones siguientes (y todas las demás) que Dios tenga
para ti.
Por esta razón, si todavía no lo has hecho, es sabio que empieces a conectarte con un grupo
pequeño. Si necesitas ayuda para identificar cuál grupo pequeño sería adecuado para ti,
convérsalo con tu mentor o con el pastor de tu iglesia.

Aprender sobre rendición de cuentas y exhortación en una escala más amplia. Probablemente,
estudiar este material con otra persona, fue tu primera oportunidad de experimentar una
continua rendición de cuentas y exhortación dentro de un ambiente cristiano. La rendición de
cuentas no es sólo para las luchas que dominan nuestra vida. Es parte de cómo Dios define lo
que es saludable. Las personas menos saludables son las que no tienen relaciones donde pueden
ser honestas acerca de sus luchas, las que no buscan rendir cuentas, ni ser exhortadas.
«A menudo, en mi experiencia, los grupos de apoyo funcionan como la iglesia debería.
Ellos se vuelven la comunidad saludable que los adictos necesitan para experimentar
gracia.» Mark Laaser en Cómo sanar las heridas de la adicción sexual.
Hasta ahora estabas en un grupo o en una relación de mentoría que se enfocaba
primordialmente en la lujuria. Quizá pasarás a un grupo pequeño en tu iglesia y te preguntas
cómo será ahora esa rendición de cuentas y exhortación. Los siete puntos que se encuentran a
continuación tienen el propósito de guiarte para que sepas el tipo de relaciones que buscas
formar con tu grupo pequeño.

125
1. Voluntaria – La rendición de cuentas no es algo que tienes, es algo que haces. Debes
exponerte para que puedas beneficiarte de la relación. Lo que se espera es que la
experiencia positiva que has tenido al estudiar este material te anime a seguir siendo
transparente y vulnerable.

2. En confianza – La(s) otra(s) persona(s) es(son) alguien en quien(es) confías, admiras la


integridad de su carácter y crees que tiene(n) buen criterio. Unirte a un grupo pequeño
lo más pronto posible, te permitirá desarrollar esta confianza o una relación de mentoría.
3. Mutua – Las relaciones que son de una sola vía no suelen durar mucho. En el grupo
pequeño oirás sobre las debilidades y luchas de otras personas, al mismo tiempo que
compartes las tuyas. Ayudarás a llevar sus cargas al mismo tiempo que ellos te ayudan a
llevar las tuyas (Gálatas 6:1-2).

4. Planificada – La rendición de cuentas que no es planificada tiende a extinguirse. Por este


motivo los grupos pequeños que se reúnen semanalmente son el lugar ideal para que se
lleve a cabo la rendición de cuentas. Todos saben cuándo será la reunión y tienen la
expectativa compartida de cómo empezarán las conversaciones en las que se rendirán
cuentas.

5. Relacional – Queremos que el crecimiento espiritual se convierta en un estilo de vida, no


en un evento. Esto significa que la rendición de cuentas es parte de nuestras
conversaciones cotidianas, no sólo como algo que hacemos en una reunión semanal. Eso
implica que habrá veces en que rendimos cuentas sin siquiera darnos cuenta.

6. Completa – La rendición de cuentas que se enfoca exclusivamente en un tema tiende a


volverse repetitiva y se extingue. También tiende a reducir el «éxito» de confiar en Dios
en una sola área de la vida.

7. Alentadora – Con demasiada frecuencia la expresión «rendición de cuentas» lleva la


connotación de «cacería de pecados». Cuando ese es el caso, se percibe como si la
rendición de cuentas sólo funcionara cuando es negativa. Sin embargo, una rendición de
cuentas que perdura celebra el crecimiento en el carácter con el mismo fervor con el que
trabaja en las fallas del carácter. Esto significa que nos hacemos preguntas unos a otros
acerca del desaliento y de nuestras tentaciones.

Arma un plan para un estudio en el futuro. Caminamos hacia adelante. Caemos hacia atrás.
Por algún tiempo has sido parte de un proceso intencional y estructurado. Si antes de salir de
esa estructura, no tienes un plan para profundizar continuamente en tu entendimiento de la
Escritura y aplicarla a las dificultades de la vida, tendrás un retroceso. Efesios 5:15-16 nos llama

126
a la intencionalidad porque reconoce que tiempo menos dirección es igual a deterioro, no a
sanidad.
Este manual está lleno de estudios bíblicos devocionales. Si no has tomado el tiempo de leer los
pasajes y reflexionar en los pensamientos devocionales y preguntas que los acompañan,
considera usarlos como una guía para leer la Biblia diariamente. Esta será una manera de reforzar
lo que has aprendido en este manual y fortalecer las bases bíblicas de lo que has aprendido.
El manual «Identidad y Confianza» que puedes encontrar en www.proyectocoramdeo.com (En
inglés: «Finding Your Identity, Security, and Confidence in Christ en bradhambrick.com/identity)
también es una excelente manera de continuar y fortalecer tu progreso.
Haz un plan formal de transición. Pon por escrito tu plan de transición. Enumera las prácticas
importantes que hayas iniciado en este estudio y que necesitas mantener. Escribe cuáles son las
posibles «banderas amarillas» de advertencia (no esperes llegar a las rojas) que necesitas tratar
con seriedad, si llegaran a aparecer.

Revisa tu plan con tu grupo pequeño o tu mentor. Recibe sus sugerencias acerca de lo que
deberías agregar al plan. Consulta con ellos para decidir cuáles aspectos de esa lista deberías
incluir en la conversación de rendición de cuentas con tu nuevo grupo pequeño.

Conversaciones para rendir cuentas (PERSEVERAR)


Con cada paso, te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más a que te las
haga abiertamente y así te ayude a notar cualquier contradicción entre tus
palabras y tu vida real.
¿He evaluado y entendido las nuevas formas que la tentación puede
tomar conforme experimento victoria?
¿He hecho y comenzado a implementar un plan de transición que
sea sabio y completo?

127
Capítulo 9
«Deleitándose con Mejores Placeres»
EJERCIENDO MAYORDOMÍA en toda mi vida para la
gloria de Dios.
«Dios me ha mostrado tanta gracia; gracia más grande que mi lujuria. Estoy
aprendiendo lo que significa vivir mi nueva identidad en Cristo. Eso me ha empujado
a preguntarme cómo puedo ser un conducto de la gracia de Dios hacia otros.
Conforme he buscado a Dios, examinado mi vida y consultado con otros creyentes,
pienso que esto [describe] es ejercer mayordomía en la gracia de Dios.»

Memoriza: Romanos 13:8-10 (NBLA) «No deban a nadie nada, sino el amarse unos a otros.
Porque el que ama a su prójimo, ha cumplido la ley. Porque esto: “no cometerás adulterio, no
matarás, no hurtarás, no codiciarás”, y cualquier otro mandamiento, en estas palabras se
resume: “amarás a tu prójimo como a ti mismo”. El amor no hace mal al prójimo. Por tanto,
el amor es el cumplimiento de la ley.» Mientras memorizas este pasaje, reflexiona acerca de
estos puntos clave:

● «No deban a nadie nada, sino el amarse unos a otros» ̶ El pecado siempre te pone en
un lugar donde «debes» tus secretos.
● «Ha cumplido la ley» ̶ Tu meta en la vida debe ser cumplir el propósito que Dios ha
prescrito para tu vida en Su Palabra.
● «No» – Lo que no haces no agradará a Dios. Dios tiene un propósito para ti, no sólo
restricciones.
● «Se resume: amarás…» – La voluntad de Dios para tu vida siempre debe establecerse
en términos positivos – vive con una misión.
● «El amor no hace mal al prójimo» – Cuando tu amor por Dios es expresado a través
de amor sano hacia otros, eres libre de pecado.


Notas de Enseñanza

Ejercer mayordomía en algo significa usarlo para su finalidad prevista por Dios. Es
importante recordar que en lo que estás ejerciendo mayordomía es tu vida, no solamente la
experiencia de superar el pecado sexual. Pensar de otra manera, sería definirte una vez más,
por tu lucha.
«Utilizo menos la palabra recuperación, y más la palabra sanidad o transformación. No
vamos en reversa y nos recuperamos; en vez de eso, avanzamos para sanar y ser

128
transformados… He llegado a creer que los Doce Pasos no enfatizan lo suficiente la
transformación espiritual radical que sólo puede alcanzarse a través de una relación más
íntima con Cristo Jesús.» Mark Laaser en Cómo Sanar las Heridas de la Adicción Sexual
El pecado es un parásito que vive de recursos robados (tiempo, energía, amor, etc.…) que
estaban destinados a otros propósitos. Mientras nos deshacemos de este vil intruso, esos
recursos que una vez complacieron al pecado, vuelven a estar disponibles para el diseño de
Dios y para nuestro verdadero gozo. Finalmente, la mayordomía es la cumbre donde el
propósito, la adoración y el gozo se encuentran.
«Los adictos al sexo deben desarrollar una visión. Una visión es una idea clara del llamado
de Dios, Su plan y el propósito para la vida de cada uno.» Mark Laaser en Cómo Sanar las
Heridas de la Adicción Sexual
«La lucha de la fe contra la lujuria es pelear por permanecer satisfecho con Dios.» John Piper
en Gracia Venidera

Aplicación Personal

Si la ley de Dios puede resumirse en un mandamiento positivo, entonces debemos terminar
este estudio hablando acerca de cómo correr hacia Dios, en vez de hablar solamente acerca
de cómo correr del pecado. La vida no se trata de qué evitas, sino de aquello que persigues.
Cómo corremos hacia el diseño de Dios para nuestra vida encuentra una expresión única en
la vida de cada persona. Por esa razón, tú escribirás la mayor parte de este capítulo. Es tu
vida en la que estás ejerciendo mayordomía para la gloria de Dios.

La meta es que encuentres cosas a las cuales entregarte más apasionadamente de lo que
alguna vez te entregaste a tu lujuria. Pero no sólo las cosas temporales y levemente más sanas
que rápidamente pueden convertirse en deseos dominantes; y tampoco cosas a las que te
entregas en privado que fomentan el egoísmo y el exceso. En vez de eso, cosas eternamente
significativas a través de las cuales te entregas en una comunidad de fe y así resistir, moderar
tus deseos y excesos, y convertirte en un ejemplo para otros.

Lee Lucas 11:24-26. Esta es una advertencia espantosa acerca de remover el pecado sin
reemplazarlo con el propósito de Dios para tu vida. Cuando reemplazas el pecado con una
«vida saludable que ignora a Dios» (el autor reconoce la contradicción de esta frase) te
vuelves muy orgulloso y defensivo ante futuros cambios. Tus ídolos (motivos/detonantes del
paso tres) se vuelven temporalmente funcionales, por lo tanto, tu conciencia, que suele
advertirte acerca de las consecuencias de tus actos, es silenciada. Entonces, cuando tus ídolos
dejan de satisfacerte y desorganizan tu día a día, eres menos propenso a regresar a Dios, a la
Biblia y al evangelio porque «realmente no funcionaron la primera vez». Buscas una solución
más profunda y significativa. De hecho, «el estado final de aquel hombre resulta peor
que el primero (v.26)».
129

Lee Efesios 2:8-10. En este estudio hemos viajado a través del evangelio (v. 8-9) hasta las
buenas obras (v.10). Los nueve pasos son simplemente el evangelio en cámara lenta. No
estamos saliéndonos del evangelio para hacer buenas obras, sino cultivando el fruto del
evangelio. Pablo dice que hay buenas obras que Dios preparó para cada creyente y que éstas
deberían definir su vida diaria (andar en ellas) (v.10). Esto debería darte esperanza en que
hay respuestas a las preguntas que te has hecho en este capítulo. Tienes la confianza que
viene de las promesas de la Escritura: Dios tiene un diseño para tu vida y quiere que sepas
cuál es.

Mientras lees y respondes estas nueve preguntas, recuerda la paciencia y el tiempo de Dios.
Habrá algunos aspectos del diseño de Dios con los que puedes comprometerte de inmediato.
Pero también habrá maneras en que quieras servir a Dios que requerirán más madurez o
capacitación antes de estar listo para llevarlas a cabo. Lo principal es empezar a tener una
visión para la vida que involucre ser un servidor de Dios y comprometerte activamente con
la visión para la cual sí estás capacitado en este momento.

1. ¿Estoy dispuesto a comprometer mi vida con lo que sea que Dios me pida? Esta es
una pregunta que implica completar una tarea difícil. Si tu respuesta es «no» sesgará las
respuestas que des a cada pregunta subsecuente. No te pierdas en la culpa o pretendas que
tu respuesta es «sí» (ambas respuestas te guiarán de vuelta a la lujuria). En vez de eso,
identifica el obstáculo. ¿Cuál es el costo que no estás dispuesto a pagar? Puede ser que este
tema se convierta en un elemento clave para tu plan de estudio a futuro (paso ocho).

¿Crees que Dios te está pidiendo algo en específico? Asegúrate de registrar tus pensamientos
acerca de esta pregunta antes de reflexionar en las preguntas subsecuentes.

2. ¿He descuidado los roles en los que Dios me ha puesto? La primera parte de ejercer
bien la mayordomía de tu vida es cumplir tus roles primarios con excelencia. Cuando Pablo
dice en Efesios 5:17 que debes «entender cuál es la voluntad del Señor», inmediatamente
después describe el diseño de Dios para los principales roles en la vida (cónyuge, padre, hijo
y trabajador en 5:22-6:9).

3. ¿Cuáles son mis dones espirituales? Ejercer mayordomía en tu vida para la gloria de
Dios involucra utilizar los dones espirituales que Dios te ha dado. Dios da dones espirituales
que coinciden con el llamado que Él ha puesto en la vida de cada uno. Lee Romanos 12:1-8 y
1 Corintios 12:1-30. Si necesitas ayuda para discernir esto, habla con tu pastor acerca de
hacer un inventario de dones espirituales.

130
4. ¿Por cuál grupo de personas (edad, problema, carrera, etnia, etc.…) tengo una
carga? Desde que Dios estableció un pacto con la gente en la antigüedad, Su intención fue
bendecirnos para que nosotros también pudiéramos bendecir a otros (Génesis 12:2).
Invertir tu vida en aquellos por los cuales tienes una carga, te permite considerar a otros en
todo lo que haces y encontrar gozo en ello.

5. ¿Qué me apasiona? Para este punto de la evaluación de mayordomía, puedes comenzar
a ver el Salmo 37:3-8 cumplirse en tu vida. ¿Cuáles son los deleites que exaltan a Dios en tu
vida (v.4)? ¿A qué cosas sanas puedes entregarte y sentirte más energizado después de
hacerlas?

6. ¿Con qué talentos o habilidades me ha bendecido Dios? Estos no tienen que ser dones
espirituales. Lee la increíble descripción de las habilidades que Dios le dio a Bezalel y cómo
él las utilizó para servirle (Éxodo 31:1-11). Reflexiona en las habilidades y pericia que has
acumulado en tu vida.

7. ¿Cuáles son mis experiencias únicas de vida? Tanto las experiencias placenteras como
las no placenteras deben ser enlistadas. A veces estás tentado a pensar que Dios sólo puede
usar las experiencias buenas o espirituales de tu vida. Dios está feliz de usar tus éxitos (Mateo
5:16), pero Dios también se deleita al desplegar Su gracia para transformar tus peores
momentos para Su gloria (2 Corintios 1:3-5).

8. ¿Dónde coinciden mis talentos y pasiones con las necesidades de mi iglesia y
comunidad? Debes ejercer mayordomía en tu vida en cooperación con tu iglesia local. Dios
bendice y hace madurar a aquellos que le sirven a través del cuerpo de Cristo, la iglesia. Al
identificar cómo tus dones, cargas, pasiones y habilidades desarrollan o se ajustan a los
ministerios de tu iglesia, estás potenciando el impacto que el servicio puede tener en
aquellos a los que buscas bendecir.

9. ¿Cómo quiere Dios que reúna estas cosas para glorificarlo? La respuesta a esta
pregunta no será algo nuevo, más bien será un resumen. Revisa todo lo que has escrito y
habla de eso con tus amigos cristianos, familia, mentor o pastores. Dedica un tiempo a orar y
pedirle a Dios que te dé dirección. Luego comienza a servir como un modo de ejercer
mayordomía en tu vida para la gloria de Dios.

«Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios.» Mateo 5:8




131


Conversaciones para rendir cuentas (EJERCER MAYORDOMÍA):
Con cada paso, te haremos algunas preguntas. Invita a alguien más a que te las haga

abiertamente y así te ayude a notar cualquier contradicción entre tus palabras y tu vida real.
¿Hay algunos cambios necesarios que he omitido y me impiden
tomar este paso?
¿Debería buscar consejería antes de completar este paso?

132
Apéndice A
Quebrantamiento vs. orgullo
El siguiente material ha sido adaptado de un mensaje de Nancy Leigh DeMoss.
«Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no
despreciarás tú, oh Dios» Salmo 51:17

Los orgullosos… Los quebrantados…

! se enfocan en las fallas de los demás. ! están abrumados al sentir su necesidad

!tienen un espíritu crítico buscando defectos; espiritual.


ven los defectos de los demás con un ! son compasivos; pueden perdonar mucho
microscopio, pero los propios con un telescopio; porque saben cuánto se les ha perdonado.
tienen una mirada despectiva. ! consideran a los demás superiores a ellos
! tienen un espíritu independiente y auto mismos.
suficiente. ! tienen un espíritu dependiente;
! necesitan probar que están en lo correcto. reconocen su necesidad de otros.
! exigen derechos; tienen un espíritu !ceden sus derechos; tienen un espíritu
demandante. manso.
! protegen su tiempo, sus derechos y su ! se niegan a sí mismos.
reputación. ! anhelan a servir a otros.
! desean ser servidos.
! anhelan ser fieles y hacer de los demás un
! desean ser exitosos. éxito.
! desean su propio progreso. ! están conscientes de que no son dignos y
! anhelan ser reconocidos y apreciados. están emocionados de que Dios los use
totalmente.
! inconscientemente piensan «Este
! tienen una actitud del corazón que dice,
ministerio/iglesia es privilegiado de tener a
«No merezco tener parte en este
alguien como yo y mis dones»; piensan en lo que
ministerio»; saben que no tienen nada que
ellos pueden hacer por Dios.
ofrecerle a Dios excepto la vida de Jesús
! se sienten muy confiados en lo que saben. fluyendo a través de sus vidas
! son cohibidos. quebrantadas.
! son humildes, por esto saben que tienen
! mantienen a otros al alcance de la mano.
mucho que aprender.
133
! son rápidos para culpar a otros. ! están dispuestos a arriesgarse a estar
! son inaccesibles o están a la defensiva cuando cerca de otros y a amar íntimamente.
son criticados. ! aceptan su responsabilidad y pueden ver
! se preocupan por ser respetados en lo que en qué fallaron en una situación
determinada.
otros piensan; trabajan para proteger su propia
imagen y reputación. ! reciben la crítica con humildad y un
! se les hace difícil compartir sus necesidades espíritu abierto.
espirituales con otros. ! se preocupan por ser reales; lo que les
! quieren asegurarse de que nadie descubra que importa no es lo que otros piensan, sino lo
que Dios conoce; están dispuestos a morir a
han pecado; instinto de encubrirse.
su propia reputación.
! les resulta muy difícil decir: «Me equivoqué;
! una vez quebrantados, no les importa
por favor, ¿podrías perdonarme?»
quién sabe o quién se entera; están
! tienden a generalizar cuando confiesan su dispuestos a ser expuestos porque no tienen
pecado. nada que perder.
! lamentan que los descubran o atrapen. ! son rápidos para admitir las fallas y
! esperan a que los demás vengan a pedir buscar el perdón cuando es necesario.
perdón cuando hay un malentendido o un ! son capaces de reconocer cosas
conflicto en las relaciones. específicas al momento de confesar.
! no ven la condición real de su corazón. ! están verdadera y genuinamente
! creen que no tienen nada de lo que arrepentidos de su pecado y lo evidencian
porque lo abandonan.
arrepentirse.
! toman la iniciativa para reconciliarse
cuando hay un malentendido o conflicto en
una relación.
! se comparan a sí mismos con la santidad
de Dios y sienten la necesidad desesperada
de Su misericordia.
! se dan cuenta de la necesidad de tener un
corazón en una constante actitud de
arrepentimiento.
! continuamente sienten la necesidad de un
encuentro renovado con Dios y una fresca
llenura de Su Espíritu Santo.

134


135
Apéndice B
Cómo terminar una relación extramarital

Si tu pregunta es: ¿cuál es la manera fácil de terminar una relación que nunca debió haber
comenzado, pero que ahora se ha convertido en una conexión emocional y/o en una relación
sexualmente activa? La respuesta es: no hay manera fácil.

La objeción probablemente sería: «pero en realidad me preocupa esta persona y no quiero
lastimarla. Yo soy más culpable que ella de lo que ha pasado. No me atrevería a hacerle daño.»
La realidad es que cuando una relación pecaminosa inicia, una o muchas personas resultarán
gravemente heridas. La elección que tienes no es si alguien va a salir lastimado, sino quién.

Detente y piénsalo. ¿Cómo vas a salir de la situación en la que estás, donde te has
comprometido a amar a dos personas con el amor que sólo puede pertenecer a una, sin
lastimar a alguien? No puedes. No tomarás ninguna decisión sabia o incluso sana mientras te
aferres a la esperanza de que algo imposible es posible.

Una razón muy probable por la que las cosas han llegado a donde están es que has estado
buscando una opción que no existe. Varias cosas son verdad en este momento y tendrás que
aceptarlas todas. Incluso si decides ignorarlas ahora, tendrás que admitirlas como realidad
en algún punto, y mientras más larga sea tu espera, más intensas serán las consecuencias
para todos los involucrados.

1. Vas a herir a una o más personas que son importantes para ti.
2. Tendrás que sincerarte con más personas de las que deseas.
3. No aparecerá una respuesta fácil que haga desaparecer esta situación.
4. El resto de tu vida cambiará radicalmente dependiendo de lo que hagas con lo que
estás leyendo.
5. Tu vida y generaciones de tu familia serán afectadas dependiendo de lo que decidas
hacer.






Tres Pasos hacia la Libertad
Paso Uno: Corta Todo Contacto

136
Corta, confiesa y renuncia voluntariamente a todo contacto con tu cómplice de adulterio en
una comunicación abierta, en la cual tu cónyuge esté públicamente presente y al corriente
de todo lo que se dice. Las cinco partes de este paso son vitales y están especificadas a
continuación.

A. Corta todo contacto: Debes establecer claramente que estás pidiendo que no exista
ningún contacto a futuro por ninguna razón, ya que te diste cuenta de que una
relación romántica fuera del pacto de tu matrimonio es mala. Es apropiado
disculparse por el daño que le has causado a esta persona, pero debes igualmente
afirmar que la autenticidad de tu disculpa requiere eliminar todo contacto.
B. Confiesa todas las formas de contacto: Debes confesar a tu cónyuge cualquier
forma de contacto (teléfono celular secreto, dirección de correo secreta, encuentros
agendados, etc…). Cuando termines la relación debes decirle a tu cómplice de
adulterio que has confesado a tu cónyuge todas las formas de contacto para reforzar
que no deseas que exista un acercamiento en el futuro.
C. Renuncia voluntariamente a todo contacto: Debes entregar a tu cónyuge toda
forma de contacto así como un suicida necesita entregar su arma. No estás
renunciando a nada bueno. Así como el suicida ve su arma como algo amigable que
está ahí para darle alivio, probablemente tú sigues viendo estos modos de contacto a
través de lentes distorsionados. No tendrás ganas de hacerlo hasta que lo hayas
hecho.
D. Comunicación abierta: Los secretos han aportado emoción a tu relación ilícitas.
«Abierta» significa que (a) no se ven en persona, (b) cualquier cosa que digas será
enviada por correo electrónico a tu cómplice de adulterio con copia para tu cónyuge,
y (c) si está casado, anima a tu cómplice de adulterio a confesárselo a su cónyuge.

Se recomienda documentar la solicitud de no contacto en el futuro en caso de
necesitar una orden de restricción. En este tipo de situación, para obtener una orden
de restricción se requiere probar que hubo una solicitud clara para que cesara la
comunicación (documentado por correo) y que ocurría un acoso continuo
(documentado por constantes llamadas telefónicas, presencia en tu lugar de trabajo
o en tu casa, etc…). Llevar este par de evidencias a la oficina de policía local debería
ser suficiente para obtener una orden de restricción si fuera necesario.

Este paso puede tener consecuencias legales, de seguridad o en el trabajo. Las
consecuencias del pecado son parte de la trampa de Satanás para mantenernos en
nuestro pecado. Abandonar el pecado siempre es un acto de fe en Dios. En este caso,
puede que no sólo sea fe en la superioridad de Dios sobre el pecado, pero también fe
en la habilidad de Dios de proveer o proteger cuando te das cuenta de las
consecuencias del pecado. Debes darte cuenta y recordar que prolongar una relación
137
pecaminosa no hace nada por mejorar la situación de ninguno de los involucrados.
Las consecuencias tardías solamente se incrementan y hacen que la obediencia a Dios
sea más difícil.

E. Cónyuge públicamente presente: Una manera de comunicar a quién amas más, es
a través de con quien hablas acerca de otra persona. Cuando hablabas acerca de tu
cónyuge con tu cómplice de adulterio, revelabas tu lealtad principal. Ahora al hablar
con tu cónyuge acerca de tu cómplice de adulterio y rechazar cualquier comunicación
con éste, estás revirtiendo esa lealtad. Si comunicas el fin de la relación por teléfono,
tu cónyuge debe estar en el cuarto mientras estás hablando, y si es por correo
electrónico, tu cónyuge debe tener una copia de ese correo.

Paso Dos: Evita la «trampa del cierre»

No hay nada como un cierre después del adulterio. Cierre es una palabra que da la impresión
de un final feliz y acordado. Una de las dos relaciones románticas en tu vida tendrá una
muerte incómoda y dolorosa. Más incómoda aun si tú vas a decidir cuál de las relaciones
(matrimonio o adulterio) morirá. Esto pasará ya sea en un juicio de divorcio o ahora. Pero en
cualquiera de las dos, tú eliges, no habrá cierre para la relación agonizante.

Puedes preguntar: «¿por qué estás siendo tan gráfico y duro?» La razón es simple – «cierre»
es la mentira por la que la mayoría de las personas vuelven múltiples veces al adulterio
mientras intentan restaurar su matrimonio. Cierre es una palabra inocente que enmascara
las devastadoras consecuencias. Seguir ingenuamente la mentira del cierre hará que el
camino que tienes por delante, además de difícil, sea más largo, empinado y rocoso. Cuando
escuches esa mentira ¡tápate los oídos y corre!

Paso Tres: Confiesa todo intento de contacto

Terminar una relación de adulterio requiere más que hacer lo correcto una sola vez después
de que has sido descubierto. Si tu adulterio ocurre en una relación en curso, probablemente
la otra persona no querrá terminar esa relación. Tu pecado no se mantendrá alejado
mientras persistes en tener un carácter piadoso. Es muy probable que tu cómplice de
adulterio pelee por la relación que piensa que le pertenece.

Es absolutamente vital que confieses a tu cónyuge cualquier contacto, intento de contacto, o
intento potencial de contacto de tu cómplice de adulterio. Incluso si recibes una llamada de
un número desconocido, elige no contestar y si no dejan mensaje en el buzón de voz, dile a
tu cónyuge. Si un amigo de tu cómplice de adulterio te da una nota, niégate a leerla, dile a tu

138
cónyuge y (si es necesario) toma la nota como otra evidencia por si necesitas obtener una
orden de restricción.

Esta relación debe ser tratada como si una serpiente venenosa entrara a tu casa y tus hijos
estuvieran ahí. Incluso si la serpiente estuviera en otra habitación, tomarías toda medida
posible para destruirla, pues sabes que es un depredador y que su presencia, incluso en otra
habitación, los coloca en un peligro mortal. Cualquier contacto de tu cómplice de adulterio
no confesado, es igual de mortal para tu relación con Dios, tu matrimonio y el futuro de los
hijos que tengas.

139
Apéndice C
Cómo hablar con los niños cuando el pecado sexual
afecta a la familia
Escrito por M.A. Caroline Von Helm y M.T. Brad Hambrick
Cuando el pecado sexual invade la vida familiar, cada miembro de esa familia es afectada. El
impacto no es solamente grande, sino que es también único para cada uno de los miembros
de la familia. Las víctimas más inocentes, y que con frecuencia son aquellos que reciben la
menor calidad o cantidad de cuidado, son los niños.
Los niños, grandes o pequeños, necesitan tanto la honestidad como la esperanza durante y
después de la crisis. Los hechos, los cuales deben ser honestos y apropiados para la edad,
deben relatarse en una manera clara y tan esperanzadores como la situación lo permita.
Como padres (tanto el ofensor como el ofendido), nuestro instinto recurrente es proteger a
nuestros hijos de la dolorosa realidad e intentar hacer que las cosas sean “menos dolorosas”
para ellos.
"Menos doloroso" es un objetivo apropiado siempre que no sea a costa de ser sincero o deje
un vacío para las preguntas legítimas que un niño pueda tener sobre su familia, su hogar y
su futuro. Si “menos doloroso” compromete la habilidad acorde a la edad del niño para
conocer la verdad o de ser capaz de anticipar el futuro (al menos al grado que le es posible),
entonces “menos doloroso” hace más daño que lo que se pretende evitar.
Estudio del caso:
El siguiente caso de estudio es un ejemplo ficticio de una familia de seis en el proceso de una
madre que descubrió poco a poco que su esposo estaba cometiendo adulterio con una
compañera de trabajo. El objetivo es ayudarte a aplicar las recomendaciones que siguen, al
contar con un ejemplo menos personal que tu situación actual.
Caitlyn tiene tres años. La mayoría de los días, ella se queda en casa con su madre, le
encanta estar afuera y le encanta que su padre le lea cuentos. Ella tiene hermanos
mayores que van a la escuela. Caleb tiene seis años y está en primer grado, Kayla tiene
once años y acaba de entrar a la secundaria, y Jacob tiene catorce años y está
comenzando el bachillerato. Desde afuera, todo luce bien en esta familia.
Ellos son miembros activos de su iglesia, y son parte de un grupo pequeño que les encanta.
Los niños son parte de los equipos de deportes, teatro y otras actividades extracurriculares.
El padre trabaja duro para sostener financieramente a la familia. Ellos parecen la típica
familia estadounidense, el tipo de familia que te gustaría invitar a cenar a tu casa.
A puerta cerrada las cosas son muy diferentes. Papá es crítico y emocionalmente
ausente la mayor parte del tiempo. Él hace lo que se le pide, pero pocas veces se
emociona y no propicia el tiempo de familia o no busca tiempo individual con los
niños. Hace las preguntas básicas sobre sus notas, la escuela y los amigos; pero fuera
de esos temas muestra desinterés.

140
Mamá hace todo lo posible para compensar la falta de participación de papá con una
participación excesiva. Ella intenta asegurarse de tener todo lo que necesiten…y
quieran. Esto crea tensión entre ella y papá, porque nunca pueden salir adelante en
las finanzas. Por esta y por otras razones, mamá y papá no valoran el tiempo entre
ellos.
La tensión que surgió recientemente fue porque mamá encontró algunos correos
electrónicos dirigidos a una compañera de trabajo que, a su parecer, eran coquetos e
inapropiados. Papá rápidamente los minimizó y después comenzó a reprender a
mamá por revisar sus objetos personales y por no confiar en él.
En el curso de algunos meses más, mamá continúa viendo correos electrónicos y, en
algún punto, mensajes de texto que confirmaron las sospechas de que papá estaba
teniendo un amorío. Después de varios intentos de confrontación y muchas
discusiones, papá admite sus acciones. Mamá quedó devastada, papá estaba furioso y
los niños estaban confundidos.

¿Qué hace la familia ahora?
El escenario anterior pretende servir de marco para discernir cómo discutir el pecado sexual
de un padre con sus hijos. Hay muchas cosas para considerar en este tipo de conversación.
Los siguientes puntos pretenden servir para orientarte a cómo estas situaciones afectan a un
niño, la expectativa apropiada de un niño o niña cuando aprende por primera vez del pecado
sexual, expectativas después de aprender sobre el pecado sexual, y el tipo de asistencia que
el niño necesita para procesar esta información.
1. Un evento de esta magnitud y el conflicto parental subsecuente/ la ausencia/
distracción pueden ser traumáticas para los niños involucrados, incluso hijos adultos.

2. Si tu hijo no ha llegado a la pubertad y/o no tiene conocimiento de o exposición al
sexo, tu conversación acerca de lo que ha pasado no debe describir con lenguaje
sexual lo sucedido.

3. Mientras los hijos crecen y desarrollan su sexualidad, ellos pueden hacer preguntas
acerca de cosas que han pasado durante ese tiempo. Contestar esas preguntas en
maneras apropiadas para su edad es una parte importante para ayudarles a procesar
el duelo.

4. Los sentimientos de tu hijo pueden ser más o menos intensos que los sentimientos
del cónyuge ofendido. Ambos padres deben aceptar cualquier sentimiento que salga
a la superficie, ayudar al niño a nombrar esos sentimientos, y entender cómo esos
sentimientos se relacionan con los cambios en su vida, hogar y familia.

141
5. Si un evento traumático ocurre a un niño de prescolar o a uno un poco mayor, ellos lo
recordarán y necesitan procesar esos recuerdos en etapas posteriores del desarrollo
mientras ellos son capaces de comprender más de su historia personal de familia.

6. La mayoría de los niños no procesan (asimilan sanamente en su historia de vida) sus
emociones acerca de un evento traumático hasta que se siente lo suficientemente
seguros para hacerlo. Una vez que tú y tu cónyuge han llegado a un lugar “mejor” y se
siente como si estuvieran “superándolo”, ahí sería cuando los niños decidirán
procesar sus propios sentimientos. Esto hará que los padres sientan que se alarga el
proceso de sanación, pero no puedes apresurar a tus hijos en sus procesos más de lo
que el cónyuge ofensor podría apresurarse al arrepentimiento y el cónyuge ofendido
apresurar el perdón.

7. El “daño” más grande que se ha hecho es debilitar el sentido de seguridad y la
definición de amor del niño. Esto es cierto sin importar la edad del niño. El cuidado y
la atención posterior para un niño deben centrarse en proporcionar una sana
sensación de seguridad y expresión equilibrada de amor.

8. Cuando se trata de tener la conversación de “qué es lo que está pasando”, la situación
ideal sería que ambos padres estén presentes, así como una tercera persona neutral
para conversar con los niños.

9. El contenido de la conversación de “qué es lo que está pasando” debe ser decidido
antes de hablarlo con el niño. Si no se puede llegar a un acuerdo, entonces espera
hasta que lleguen a un acuerdo. El periodo de tiempo que pase debe ser tan corto
como sea posible, esperar más de cuatro a seis semanas puede comenzar a ser muy
confuso para los niños.

10. Puede que haya más de una conversación, dependiendo de las diferencias de edades
de los niños. Si tus hijos se encuentran en la misma etapa de desarrollo, entonces una
sola conversación puede llevarse a cabo con todos los miembros de la familia
presentes.

Si tus hijos están en diferentes etapas de desarrollo, no intentes hablar con ellos en
una sola oportunidad. Sino que te debes asegurar que lo que comuniques a todos sea
tan consistente en contenido y en el lenguaje apropiado para cada edad como sea
posible. Los niños mayores deben ser informados si hay cosas que sus hermanos
menores no saben y no necesitan saber en ese momento.

11. Asegúrate de que haya alguien en la vida de tus hijos que pueda ser su apoyo. Esto es
de suma importancia para los hijos mayores e incluso para los hijos que ya son
independientes, quienes con frecuencia son ignorados en este proceso.

12. Si el pecado sexual no da como resultado un cambio en el estilo de vida (ej. separación
de los padres, acciones legales, pérdida del trabajo, embarazo, etc.), busca consejo
acerca de qué contar a tus hijos. Toda la información que tus hijos puedan necesitar
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es que tú y tu cónyuge han tenido problemas debido a las dolorosas decisiones de uno
de los padres, y que mamá y papá están tratando de mejorar las cosas.

13. Anima a tus hijos a que hagan las preguntas que puedan tener. No es razonable ni
sano esperar que los hijos hagan todas sus preguntas en la “reunión de
información”. Cuando les das la libertad para hacer preguntas, también es sabio
decirles que no tienes todas las respuestas y que habrá algunas cosas que solo se
quedarán entre mamá y papá.

14. Recuerda que los niños procesarán las cosas a un ritmo más lento y que podrán hacer
preguntas muchos años después del suceso. Estar preparado para esto evita que el
procesamiento emocional de tus hijos te haga retroceder o te dé motivos para no
perdonar. Una respuesta emocional negativa de los padres hacia una pregunta de un
hijo es un factor que refuerza la falsa creencia común de que el hijo tiene cierta
responsabilidad por lo sucedido en el matrimonio.

15. Evita sentir la necesidad de "compensar" lo que sucede en tu familia. Ni los regalos ni
las penitencias podrán compensar la ofensa o aliviar el impacto. En todo caso,
enseñarán una visión distorsionada del evangelio, el arrepentimiento, la
reconciliación y la familia. Someterse pacientemente al proceso de la reconciliación
es lo más importante para tus hijos (cuando sea posible). Solo Dios puede sanar el
dolor de tus hijos, no el amor desequilibrado.

Si el pecado sexual resulta en un cambio en el estilo de vida, entonces considera lo siguiente:

Recién nacidos a cinco años
Aunque se pueda pensar que en esta etapa del desarrollo los niños no son capaces de darse
cuenta de que algo ocurre, los niños son muy perceptivos a la hora de leer los cambios
emocionales de su entorno. Si mamá está siempre llorando, papá está siempre enojado, o si
siempre hay discusiones y peleas, los niños de este rango de edades pueden notarlo muy
bien. Pueden comenzar a mostrarse más “necesitados”, experimentar retrasos en el
desarrollo, o retrocesos en habilidades que ya habían aprendido, todo esto como una
expresión de cómo los cambios en el entorno del hogar los ha afectado.
La meta para ambos padres es ser auténticos (fingir que todo está en calma cuando crees que
el niño está viendo, no es suficiente) y alentadores. A pesar de que tu cónyuge haya tenido
un amorío extramarital, todavía tienen que ser padre y madre. No puedes pasar los días
llorando, enojado o buscando más/nueva información. Si contener este comportamiento es
difícil para ti, pide ayuda. Toma tiempo para ver a un consejero o pide a un amigo que te
ayude a trabajar a través del material de “Verdadera traición”.
No se debe tener conversaciones con los niños menores de cinco años hasta que el cónyuge
ofensor haya tomado la decisión de irse por un largo tiempo o un periodo de tiempo
indefinido. Si los cónyuges siguen juntos y ninguno ha de irse de la casa, entonces los niños
de estas edades no tienen que enterarse de lo que ha ocurrido. Después en sus vidas (como
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adultos o adolescentes mayores) habrá un tiempo apropiado para compartir lo que Dios ha
hecho o lo que ocurrió, pero los niños menores de edades prescolares no tienen la capacidad
de comprender lo que les podrías decir. La meta principal en esta etapa de sus vidas es proveer
consistencia, amor y seguridad. Esa es su mayor necesidad. Apoyarse de amigos y cuidadores
de confianza, será importante durante este tiempo.
Si el padre ofensor deja la casa y el niño tiene entre dos y cinco años, debe darle alguna
explicación hacia dónde se va. El plan óptimo para tener esta conversación sería ser objetivos
y hacerlo con la compañía de un tercero. La persona que se va debe ser la primera en hablar
y comunicar la siguiente información:
«Voy a estar con (lugar - el niño necesitará saber porque decir solamente que “se va”
puede causarle más ansiedad) por (duración - es importante decirle al niño el periodo de
tiempo para que pueda saber cuándo termina. Si no se puede determinar el periodo de
tiempo, entonces sé honesto y dile que no sabes exactamente por cuánto tiempo). Sé
que puede ser difícil para ti que estés alejado de mí, por eso vendré a visitarte (dale un plan
de visitas)».
Fíjate en que en esta conversación no le has dado al preescolar la respuesta a la pregunta
"por qué". La mayoría preguntará, pero algunos no. No intentes responder a la pregunta "por
qué" a los niños de preescolar a menos que te lo pidan, ya que es difícil que pasen
espontáneamente al pensamiento abstracto, especialmente en un entorno emocionalmente
fuerte.
Cuando ellos pregunten “¿por qué?” el padre ofensor debe decirles:
«Tomé decisiones que no debí haber tomado y, cuando tomamos malas decisiones
que afectan a las personas, necesitamos dar tiempo y espacio a la persona que lastimamos.
Por eso, voy a (lugar) para darle a mamá/papá un poco de espacio». [Reitera tu amor
por ellos y cuánto vas a extrañarlos.]
Habrá lágrimas, conmoción y una inhabilidad para comprender lo que estás diciendo. Sus
cerebros no se han desarrollado para este tipo de transiciones. Ellos no tienen la experiencia
de vida para comprender lo que significa o para saber qué hacer cuando uno de sus padres
se ausenta por una razón correctiva (“castigo” es la categoría que ellos comprenden para un
“tiempo fuera” en el matrimonio). Sé paciente. Prepárate para las rabietas y las alteraciones
de sus patrones de sueño y alimentación.
La experiencia de los niños (en cualquiera de las edades mencionadas) se parecerá mucho al
proceso de duelo, porque estarán experimentando el dolor de haber perdido lo que para ellos
era “normal”. Por este motivo, el apéndice de consejos para padres y devocionales familiares,
serán una adaptación del seminario “Esperanza en el proceso de duelo”.
Si los padres permanecen juntos, entonces mantener la rutina de los niños en edad
preescolar tan normal como sea posible será de vital importancia. Involucrarse en los
programas como el Día de la madre o participar en actividades escolares un par de días a la
semana, puede dar a los padres ofendidos tiempo para superar lo ocurrido.

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El cónyuge ofensor a menudo le dirá al cónyuge ofendido: "La relación con tu hija/o es tu
relación. No me voy a meter en medio de ella". Este es un mensaje mortal para enviar a su
hijo. Los niños aún no han aprendido los entresijos de las relaciones; no han aprendido a
hablar de sus sentimientos.
Como padre, el cónyuge ofendido debería modelar el proceso del perdón. Esto incluye
animar a los niños a expresar sus sentimientos y a expresar verbalmente al padre ofensor lo
que están pensando. Tú no eres responsable del comportamiento del otro padre, pero
puedes enseñar a tu hijo, a través de este tiempo difícil, cómo manejar el conflicto y expresar
sus emociones de una manera saludable.
Durante este tiempo, es importante pensar en lo que enseñarás a tus hijos, mientras les
modelas cómo hacerlo. Los niños aprenderán más acerca de las emociones, relaciones y
reconciliaciones de la manera en que ven que tú lo haces con/hacia tu cónyuge que con lo
que les “enseñes” en este periodo de tiempo.

Hijos de edad escolar
En cada etapa del desarrollo en discusión, todos los materiales anteriores aún deberían
considerarse relevantes a menos que el siguiente material (con contenido para individuos
más maduros) diga lo contrario.
Los niños en edades escolares expresan más verbalmente y tienen una mayor habilidad
cognitiva que los niños preescolares, pero aún no deben tener conocimientos o comprensión
sexual. A menos que quieras explicarles cerca del sexo, no es necesario que reveles la
naturaleza del conflicto.
Cuando hables con tus hijos en edad escolar acerca de lo que sucedió, sería sabio decir cosas
como:
«Mamá/papá tomó decisiones que me lastimaron.»
«Mamá y papá están esforzándose por tener un mejor matrimonio.»
«Mamá/papá está trabajando en perdonar…»
«Mamá/papá está trabajando para construir la confianza de…»
Los niños de estas edades harán muchas preguntas como ¿qué hiciste? ¿se van a divorciar?
¿aún amas a mamá/papá? Sé tan honesto como se pueda, pero cuando la respuesta a su
pregunta no es apropiada para su edad o no se ha decidido (previamente, en pareja) es
apropiado decir: “para tu beneficio, algunas de las cosas que pasan entre mamá/papá no las
debes saber”, o “esas son cosas que te podremos contar cuando seas más grande”.
Reafirmar tu amor por ellos es importante durante y después de mantener estas
conversaciones. La oración y llevarlos hacia Dios será esencial. Ora con tus hijos antes de
tener estas conversaciones. Pero, cuando ores, hazlo de manera que ellos sepan cuál es su
posición y no tratando de “enseñarles” qué o cómo pensar en vez de que interceder por ellos
delante de Dios.

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Estas conversaciones son una gran oportunidad para hablar de cómo incluso los padres los
pueden decepcionar, pero Dios, que es fiel, nunca los decepcionará. Si se ha tomado la
decisión de que el cónyuge ofensor se vaya de la casa por un periodo de tiempo, entonces
será necesario que tengas una conversación como la que tuviste con tu hijo menor de cinco
años.

Hijos de secundaria / preparatoria
Para esta etapa, los hijos comienzan a conocer más de la sexualidad y probablemente saben
lo que es el sexo. Ustedes, como sus padres, ya debieron haber tenido “la conversación” con
ellos. Si este es el caso, entonces ser sinceros sobre el pecado sexual es apropiado. Es mejor
que tu hijo escuche tu confesión directamente que el que se entere por alguien más.
Si el pecado es adulterio o un amorío extramarital, no es necesario dar detalles de la relación
sexual. Ellos querrán saber por cuánto tiempo se mantuvo la relación y es importante
decírselos. Es posible que hagan preguntas sobre la otra mujer u hombre: cómo luce
físicamente, si tiene hijos, cuántos años tienen sus hijos, y preguntas más similares. Estas son
las preguntas más importantes para los adolescentes y preadolescentes. Es apropiado
contestar a esas preguntas.
Lo más importante en lo que pensarán los hijos de esta edad es: ¿cómo afecta esto en mi
vida? Ellos están en un periodo egocéntrico de la vida, así que su temor es que, de alguna
manera, su estándar o norma de vida será alterado.
Otra tendencia de los hijos en esta edad es que tomarán el rol de proteger al cónyuge
ofendido. Es muy importante no permitir que tu hijo tome esta posición. Será tentador
querer tener un “equipo” en contra del cónyuge ofensor, pero al largo plazo esto causará más
daño, el cual también deberá ser trabajado.
Si la situación se alarga y no se mantiene informados a los hijos en los aspectos generales del
proceso de restauración, algunos hijos podrían comenzar a justificar o defender
comportamientos del padre ofensor. La mayoría de las veces que esto sucede es porque el
hijo intenta que las cosas “regresen a la normalidad”, o porque se sienten mal por el padre
que se ha ido de la casa. Afirmar el interés de tu hijo por papá o mamá, validando lo “difícil”
de la situación, y reafirmándole que ustedes dos lo aman, es lo que tu hijo necesita. No trates
de hacerlos a un lado, dales tiempo y espacio para continuar con el procesamiento de sus
propios sentimientos, pregúntales si tienen preguntas, y dales la libertad para que expresen
apropiadamente lo que están experimentando.

Hijos adultos
Algunas veces se piensa que los hijos que ya han salido de la casa no resultan afectados. Esto
no es verdad. Los hijos, independientemente de su edad, sentirán que su base de seguridad
se tambalea cuando el matrimonio de sus padres se traumatiza o se disuelve.

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Los hijos adultos podrían llegar a pensar que todo lo que vivieron mientras crecían era falso.
Se preguntarán si el padre ofensor era realmente quien ellos pensaron que él era, e incluso
podrán cuestionarse la validez del matrimonio. La confesión del pecado sexual puede ser
usado como una excusa para darle la espalda a Dios y la manera en la que ellos fueron
educados.
Es de vital importancia para los hijos de estas edades que tengan a un adulto que los conozca
y que esté al tanto de la situación para que se acerque y esté al pendiente de ellos
regularmente. A no ser que alguien esté al pendiente de ellos, estarán forzados a procesar la
situación por su propia cuenta y sin el beneficio de ver por lo que sus padres también están
viviendo. Una opinión objetiva, no solo lo que su padre o madre dicen, será una parte
importante para que ellos procesen los cambios en su hogar de origen.

Cuando los hijos se enteran primero
¿Qué haces si tu hijo viene a contarte que vio a papá/mamá viendo cosas en internet, o
coqueteando con alguien públicamente? En esta situación, es importante que el cónyuge
ofendido le asegure a su hijo las siguientes cosas:
1. Ellos hicieron lo correcto al venir a contarte.
2. Harás lo posible por averiguar qué fue lo que pasó.
3. Una vez que tengas la respuesta, planea un tiempo para que ambos padres conversen
con el hijo.
4. Continúa validando el hecho de que tu hijo hizo lo correcto al hablar, que no están en
problemas, y que no han metido a nadie más en problemas (los testigos no causan
problemas; ellos solamente observan).
Si el hijo atestiguo el pecado sexual y después lo cuenta, es muy probable que se sientan
responsables por los trastornos que se produzcan en la familia. Ellos necesitarán constante
reafirmación de que ellos no causaron la ruptura. Idealmente, esta reafirmación debe venir
por parte de ambos padres, así como de la persona adulta identificada como su defensor.

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