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El modelo de Bauman nos habla acerca de la modernidad líquida, que nos dice que
es una figura del cambio y de la transitoriedad donde los sólidos permanecen, es
decir que una persona continúa por ejemplo en antiguas costumbres dónde era muy
normal el querer pertenecer a un grupo o pensar a futuro, como cotidianamente se
conoce como echar raíces, conservan su forma y persisten en el tiempo; por otra
parte tenemos a los líquidos, estos fluyen, están en constante cambio, tienen ideas
contrarias a los sólidos, se les hace más difícil pertenecer y abrirse a los demás, es
decir son informes y se transforman constantemente, no pueden estar a un solo
ritmo.
Para M. Foucault, hasta después de mediados del siglo XVIII, se efectuó un cambio
en la conformación de la familia, que precedió a la actual familia. La familia
aristocrática y burguesa, era esencialmente un conjunto atravesado por las
relaciones de ascendencia, descendencia, colateralidad, que correspondían a
esquemas de transmisión del parentesco, de división y reparto de los bienes y los
estatus sociales. Es decir, una de las finalidades, que destaca el autor, es la función
de vigilancia y restricción de la sexualidad infantil. Cabe señalar que esta
familia-célula da origen a nuestra familia nuclear urbana, donde los lazos familiares
y comunitarios han sido eliminados por la exigencia de eso que damos en llamar: el
ajetreo de la vida contemporánea.
Amor: El amor se hace flotante, sin responsabilidad hacia el otro, siendo su mejor
expresión el vínculo sin cara que ofrece la Web, es decir, hoy en día ya no
encontramos parejas que duren demasiado o que quieran hacer una vida juntos o
estar juntos, no existe una relación pura y por ende en cualquier momento se puede
dejar a la persona, por ejemplo, gracias a los teléfonos, computadoras, etc, se ha
logrado establecer contacto o comunicación con una persona que apenas conoces
sin la necesidad de estar frente a frente lo que facilita decir “nunca l@ conocí, así
que no es difícil dejarl@”, esto daña las relaciones afectivas entre los individuos y
los lleva a ser líquidos, lo que es malo por que solo se enfocan en ellos mismos sin
la necesidad de ser empáticos.
Al continuar con esto, se puede ver hoy en día a una sociedad fría y pragmática, no
hay solidaridad y hay una sociedad temerosa, por ejemplo si una persona se
encuentra en peligro, los demás no lo ayudan solo se quedan mirando y no falta
aquel que solo graba con su celular, solo se enfocan en su bien no por ayudar a
otros no existe la empatía, finalmente podemos decir que la sociedad actual se
apega más a las cosas materiales que creen que los hará felices y dejan a un lado
las relaciones con otras personas, esto para ellos no son elementales ya que no
encuentran beneficio en invertir en ello.
1) Arbolito de algodón:
2) Arbolito de flores