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Dedicado a todas las personas
que trabajan la tierra
Corredor Tecnológico Agroindustrial CTA-2
Entidad Ejecutora:
Gobernación de Cundinamarca
Nicolás García Bustos
Gobernador
Comité Directivo
Gobernación de Cundinamarca
Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación
Nelly Yolanda Russi Quiroga
Secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación
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Comité Técnico Científico
Corredor Tecnológico Agroindustrial CTA-2
Gobernación de Cundinamarca
Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación
John Jairo González Rodríguez
Directora de proyecto
Ingritts Marcela García Niño
Supervisor
Diego Mauricio Salas Ramírez
7
El Corredor Tecnológico Agroindustrial (CTA) es una estrategia de cooperación
entre Estado, sector productivo y academia, en la cual participan actores direc-
tivos del sector agropecuario y agroindustrial de Cundinamarca y Bogotá, D. C.,
con el fin de aunar esfuerzos en actividades de desarrollo y fortalecimiento de
la ciencia, la tecnología y la innovación. Sus capacidades están orientadas a la
formulación y ejecución de proyectos de carácter investigativo, que permitan
la transferencia tecnológica al sector agropecuario y agroindustrial.
El presente documento es resultado del Subproyecto “Tecnologías en los siste-
mas de producción de hortalizas (cebolla cabezona, cebolla larga, arveja verde
y zanahoria) en la zona rural de Bogotá y Cundinamarca”, desarrollado en el
marco del Corredor Tecnológico Agroindustrial CTA-2, Proyecto “Investigación,
desarrollo y transferencia tecnológica en el sector agropecuario y agroindustrial
con el fin de mejorar todo el departamento, Cundinamarca, Centro Oriente”, sus-
crito por la Gobernación de Cundinamarca, a través de la Secretaría de Ciencia,
Tecnología e Innovación; la Alcaldía de Bogotá, a través de la Secretaría Distrital
de Desarrollo Económico; la Universidad Nacional de Colombia, y la Corpora-
ción Colombiana de Investigación Agropecuaria (AGROSAVIA, antes Corpoica).
El Corredor Tecnológico Agroindustrial CTA-2 es financiado con recursos del
Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación del Sistema General de Regalías.
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Contenido
Manejo agronómico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
Instalación del cultivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
Preparación del terreno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
Siembra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
11
Raleo de plántulas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
Aporque . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
Manejo Integrado de la fertilización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
Riego . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
Manejo integrado de plagas y enfermedades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
Manejo integrado de arvenses . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
Cosecha y poscosecha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
Madurez fisiológica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
Punto de cosecha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
Cosecha y poscosecha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
Vida en poscosecha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
Costos de producción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
Referencias bibliográficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
Anexos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
12
Agradecimientos
13
Introducción
15
de la aplicación de una mejor tecnología de manejo agronómico (Galindo, Espa-
ñol, Vargas, Espitia, Flórez y Herrera, 2011).
La tecnología y la agricultura son claves en los Objetivos de Desarrollo Soste-
nible (ODS) declarados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en
el 2015 (Corporación Colombia Digital, 2017). En los ODS la tecnología es un
eje y una herramienta para lograr el desarrollo de los países (Molano, 2015). La
tecnología en la producción agrícola incluye los bienes capitales y las habilida-
des que determinan el uso eficiente de los recursos; estas habilidades son: las
técnicas de cultivo o las labores culturales utilizadas, tales como la densidad
de siembra, el material vegetal utilizado, los sistemas de riego y las coberturas
naturales, entre otras (Oliva, 2009).
Sin tecnología apropiada en el manejo de los cultivos, la rentabilidad de la ac-
tividad agrícola va decreciendo, en la medida en que surgen nuevos problemas
de manejo agronómico que no se resuelven, o cuya solución resulta cada vez
más costosa o ineficiente. Para el caso de Cundinamarca, y según datos del De-
partamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE, 2017b), el sector
agropecuario ha venido contrayéndose, pasando de una participación en el PIB
departamental del 18 % en 2002 al 13 % en 2016. Para contrarrestar estos efectos,
los avances tecnológicos en la agricultura son de gran importancia: contribuirán
con la seguridad alimentaria y serán cruciales para el desarrollo sostenible a lar-
go plazo (Lozano y Restrepo, 2016).
En este contexto, en el marco del proyecto del Corredor Tecnológico Agroin-
dustrial CTA-2 y el Subproyecto “Tecnologías en los sistemas de producción de
hortalizas (cebolla cabezona, cebolla larga, arveja verde y zanahoria) en la zona
rural de Bogotá y Cundinamarca” (que en adelante se denominará Subproyecto
Hortalizas), se realizó la instalación de Parcelas de Investigación Participativas
Agropecuarias (PIPA) en dos municipios de Cundinamarca y una localidad de
Bogotá, seleccionados con el fin de introducir y ajustar tecnologías y realizar
transferencia de las mismas a grupos de agricultores productores de zanaho-
ria. El resultado es una propuesta tecnológica para el sistema productivo que
responde a la problemática local, y que está guiada por los principios de las Bue-
nas Prácticas Agrícolas (BPA) para garantizar inocuidad, conservación del medio
ambiente y seguridad del trabajador.
16
El Subproyecto Hortalizas estuvo orientado a fortalecer la agricultura familiar,
que constituye el contexto dominante para la producción agrícola a nivel na-
cional. Además, se resaltó la importancia del bienestar del trabajador del cam-
po, considerando la gran cantidad de empleo que demanda el sector productor
agropecuario: más del 20 % del empleo nacional y aproximadamente el 50 % del
empleo en las áreas rurales (Zuluaga, 2016).
Finalmente, el desarrollo del Subproyecto Hortalizas permitió la elaboración
del presente documento, que contiene recomendaciones aplicables a las condi-
ciones productivas del departamento de Cundinamarca; sin embargo, muchas
de las recomendaciones incluidas pueden llegar a ser validadas y adaptadas a
otras zonas agroecológicas donde se cultiva zanahoria.
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Diagnóstico del sistema productivo
19
DIAGNÓSTICO DEL SISTEMA PRODUCTIVO
20
CARACTERIZACIÓN DEL SISTEMA PRODUCTIVO
21
DIAGNÓSTICO DEL SISTEMA PRODUCTIVO
Formalización de la PIPA
Una vez terminado el diagnóstico y determinada la problemática del sistema
productivo de la zanahoria en las zonas, se revisaron y propusieron soluciones
tecnológicas para evaluarlas en un ensayo demostrativo por PIPA. Las fincas
donde se instalarían las PIPA fueron seleccionadas mediante un proceso parti-
cipativo para garantizar el buen desarrollo del Subproyecto Hortalizas.
Previamente se fijaron las condiciones de inclusión para la postulación de los
candidatos interesados en el desarrollo de las PIPA, refiriéndose especialmente
a sus fincas, como fueron: el clima y suelo favorables para el desarrollo del cul-
tivo, la cercanía o fácil acceso para los demás agricultores asociadas a la PIPA,
la presencia de infraestructura adecuada para la producción agrícola, las facili-
dades para recibir y atender visitas de grupos de agricultores, entre otras. Cada
candidato recibió un puntaje con base en la suma de los puntos asignados por
el cumplimiento de las condiciones prescritas; el ganador fue el que obtuvo ma-
yor puntaje y contó con la aprobación final de la mayoría de los agricultores
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LAS BUENAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS
23
DIAGNÓSTICO DEL SISTEMA PRODUCTIVO
manejo del cultivo, por ejemplo, puede ofrecer un producto más económico
que uno que sí sigue tales medidas. Si a eso se le suma que el consumidor
muchas veces no puede distinguir a simple vista si un producto es inocuo o no,
es natural que opte por el producto más económico. Lamentablemente, varias
de las normas de BPA pueden requerir importantes inversiones, como es el
tratamiento del agua en condiciones de la sabana de Bogotá, o la construcción y
uso de instalaciones de seguridad y bienestar, que únicamente podrían financiar
los propietarios de tierras, quienes muchas veces se limitan a arrendarlas para
su cultivo.
El ámbito de las BPA llega hasta el producto cosechado. De ahí en adelante
aplican las buenas prácticas de higiene y las buenas prácticas de manufactura,
tan importantes como las BPA, ya que el esfuerzo hecho para lograr un producto
inocuo en la cosecha puede perderse en cualquier momento del proceso de
comercialización por un mal manejo. Incluso el mismo consumidor debe tener
algunas prevenciones para evitar las enfermedades transmitidas por alimentos
(ETA).
Muchas de las recomendaciones de las BPA, como se dijo anteriormente, son
de beneficio para el mismo agricultor y ayudan a la sostenibilidad del sistema.
Por lo tanto, su aplicación está plenamente justificada y es independiente del
mercadeo del producto final. En el proyecto se revisaron algunos aspectos de
las BPA que podían ser mejorados, como un avance a su completa implementa-
ción. A continuación, se mencionan los aspectos revisados con los agricultores
productores de zanahoria.
Análisis de suelo
Antes de iniciar cualquier proyecto productivo, y en especial cuando se trata de
cultivos agrícolas, es importante conocer el medio ambiente, incluido el suelo
y el clima del lugar donde se va a establecer el proyecto, para definir si las
especies vegetales a cultivar se pueden adaptar a las condiciones ambientales
para alcanzar los rendimientos esperados, o en caso contrario, si es posible
mediante algunas acciones la corrección necesaria.
24
LAS BUENAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS
En este sentido, el análisis de las propiedades del suelo, físicas, químicas y bio-
lógicas, juega un papel muy importante. Estos análisis deben realizarse en un
laboratorio acreditado que demuestre su competencia en procedimientos y per-
sonal. Respecto al análisis de caracterización de la fertilidad química del suelo,
debe actualizarse con una periodicidad no mayor de dos años y los resultados
deben estar disponibles dentro de los registros de BPA de la unidad producti-
va (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
[FAO], 2013); todo esto con el fin de establecer un sistema de información que
sirva de base para tomar decisiones de manejo de la fertilidad y/o la aplicación
de correctivos; hay que tener en cuenta que la corrección de propiedades del
suelo implica procesos lentos que requieren bastante tiempo antes de utilizar
el terreno para cultivar.
Así mismo, se recomienda realizar mínimo dos veces al año los análisis fisico-
químicos y microbiológicos del agua para verificar su calidad, según las condi-
ciones del clima (época seca y lluviosa), con el fin de establecer un sistema de
información que sirva de base para tomar decisiones de manejo del riego y/o la
aplicación de correctivos de pH o dureza al agua de riego (Instituto Colombiano
Agropecuario [ICA], 2009). Esta información es igualmente útil para el agua que
se utiliza en las aplicaciones de agroquímicos, ya que un agua que no tiene la
calidad requerida puede reducir o anular la efectividad de las aplicaciones.
25
DIAGNÓSTICO DEL SISTEMA PRODUCTIVO
26
LAS BUENAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS
Instalaciones de seguridad
En las BPA es importante que existan instalaciones adecuadas para los insumos
agrícolas, los equipos y las herramientas, de modo que se pueda manejar su
inventario, asegurar su vigencia o mantenimiento, y prever medidas de seguri-
dad para diferentes eventualidades, como el caso de derrames de agroquímicos.
Según Ciro y Villegas (2009), las herramientas deben permanecer desinfectadas
porque con su uso pueden transmitir enfermedades de una planta a otra y con-
taminar las frutas u hortalizas que entren en contacto con ellas (Figura 2 a).
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DIAGNÓSTICO DEL SISTEMA PRODUCTIVO
Figura 2 a) Orden de herramientas en bodega de insumos. b) Botiquín para los primeros auxilios.
Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Hortalizas (2018).
Higiene
Obviamente, la higiene en el campo juega un papel importante para la inocuidad
de la producción. Un cultivo sin baño es un cultivo contaminado. Los baños son
necesarios para el bienestar de los trabajadores, y para evitar la contaminación
del cultivo y de sus productos (Figura 3).
Refiriéndose al trabajador de campo, un aspecto importante de la higiene es el
manejo de posturas y prácticas que ayuden a prevenir lesiones musculares y
esqueléticas. En este sentido, se hizo una capacitación con ayuda de una fisio-
terapeuta (Buriticá, 2017) para que los agricultores realicen un adecuado calen-
tamiento antes de iniciar labores agrícolas, y un estiramiento físico al finalizar
las actividades, además de algunas recomendaciones para el manejo de cargas
de acuerdo con la normatividad vigente, lo cual quedó plasmado en un afiche
(Figura 4).
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LAS BUENAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS
Manejo de residuos
El manejo de basuras, empaques vacíos y residuos de cosecha es un tema muy
importante para la inocuidad. Los empaques de agroquímicos deben ser reco-
lectados por empresas responsables de acuerdo con la normatividad vigente,
por lo cual el agricultor es el encargado de acopiarlos en su finca.
Los residuos de cosecha deben ser manejados adecuadamente para evitar la
proliferación de plagas y enfermedades en los cultivos procedentes. Una alter-
nativa es el compostaje, que permite el ciclado de nutrientes para su uso en el
mejoramiento del suelo. En tal sentido, en la finca debe haber por lo menos una
zona destinada al compostaje (Figura 5 a).
Manejo de la cosecha
El producto recolectado del cultivo debe acopiarse para su transporte y comer-
cialización. En ocasiones, el producto debe adecuarse en la finca para su emba-
laje. Para el caso de la zanahoria, el lavado es indispensable, ya que se trata de
una raíz que lleva consigo una buena cantidad de tierra adherida. Por ello, en
la finca debe existir un centro de acopio donde se hace el lavado y empacado
del producto. Para facilitar el manejo, debe contarse con mesas y lavaderos con
agua potable. Todo el lugar debe estar recubierto de un material que permita su
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DIAGNÓSTICO DEL SISTEMA PRODUCTIVO
Figura 4 fiche con las recomendaciones de higiene postural que se entregó a los agricultores
beneficiarios del Subproyecto Hortalizas.
Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Hortalizas (2018).
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LAS BUENAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS
Trazabilidad
Las normas de BPA recomiendan llevar una serie de documentación y registros
con el fin de conocer el histórico (ubicación, trayectoria, etc.) de un producto
o lote de productos a lo largo de la cadena de suministros (ICA, 2009). Esto se
traduce en el seguimiento continuo de las actividades realizadas en el cultivo,
que incluya la fecha, la persona responsable y los productos, herramientas o
equipos utilizados. De esta manera se busca facilitar que los incidentes que re-
quieran una acción correctiva se puedan rastrear hasta llegar a la fuente que los
produce. Si, por ejemplo, se presentó la contaminación de un producto, debe
poderse saber qué se aplicó, quién lo hizo y qué productos utilizó. Para tal fin de-
ben elaborarse formatos que recojan la información relevante, y almacenarlos
ordenadamente para su fácil consulta.
Estas son algunas aplicaciones de las BPA, pero adicionalmente, con el avance
de este manual, se continuará con nuevas recomendaciones en las labores de
campo específicas asociadas al manejo del cultivo de zanahoria.
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Generalidades del cultivo
Producción y mercados
Según datos de Agronet (2019), en 2017 la producción de zanahoria en el país fue
de 149 735 t, de las cuales el 47 % provino del departamento de Cundinamarca,
donde también se alcanzó el máximo rendimiento de 27 t/ha.
Las exportaciones de zanahoria desde Colombia, según la Corporación Colombia
Internacional (CCI) y la FAO (Asohofrucol, 2006), fueron de 3289 t en el 2005;
para ese mismo año, Colombia importó 3209 t de zanahoria. Desde hace más
de cinco años hasta el presente no se tienen reportes de exportaciones o im-
portaciones de zanahoria en Colombia (FAO, 2019), por lo que su producción
se destina únicamente al consumo nacional. Para el caso de las zonas producto-
ras contempladas por el Subproyecto Hortalizas, aplica únicamente el mercado
nacional.
Las zanahorias medianas tipo Nantes o Cartean, con rugosidades y colores vivos,
se han situado como las preferidas en el mercado gourmet. Los municipios del
altiplano cundiboyacense son referentes en la producción de estos materiales
(Agronegocios, 2018; González y Peñuela, 2015). En los últimos años, la produc-
ción orgánica de zanahoria tipo gourmet se ha incrementado para proveer al
mercado especializado de algunos establecimientos de Bogotá. En este sentido,
los clientes potenciales de zanahoria gourmet se encuentran en las localidades
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GENERALIDADES DEL CULTIVO
Descripción de la planta
La zanahoria (Daucus carota) pertenece a la familia Apiaceae. Es originaria de Asia
Central, se extendió a los climas templados de Europa, y luego a los climas tro-
picales (Spooner, 2019). Es una planta herbácea, que requiere de dos años para
completar su ciclo de vida (bienal). En el primer año crece vegetativamente y
desarrolla y engrosa su raíz en forma de nabo (napiforme). En el segundo año
utiliza las reservas de la raíz para florecer y producir la semilla. Comercialmente
se cultiva únicamente por su etapa de crecimiento vegetativo, ya que para que
inicie la segunda etapa se requiere un periodo de frío (vernalización) que se da
normalmente en el invierno de las zonas subtropicales (Alessandro, 2012).
Durante la fase vegetativa, desde la corona de la planta (el área donde se unen
el tallo y la raíz) surge la roseta de hojas. Las hojas son compuestas (se dividen y
subdividen en pequeños foliolos). La hoja tiene un peciolo largo de cuyo extre-
mo se desprende el limbo (parte plana de la hoja), el cual es doble o triplemente
pinnado-partido (según el número de veces que la hoja se divide formando fo-
liolos).
En la fase reproductiva, que ocurre en el segundo año de crecimiento, se forma
el tallo floral, en cuyo extremo aparecen las umbelas compuestas, con pequeñas
flores blancas, amarillentas o azuladas. El fruto es un diaquenio (seco, con dos
semillas), que se utiliza para la siembra de los cultivos. Estas semillas pueden
mantener su capacidad germinativa durante un promedio de tres años.
Actualmente se encuentran zanahorias bienales y anuales. Estas últimas son las
que tienen mayor vigor y un ciclo de vida más corto (Alessandro, 2012).
Materiales de siembra
En Colombia existe una serie de variedades comerciales e híbridos importados
de zanahoria, y el agricultor debe seleccionar el material a cultivar según su
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MATERIALES DE SIEMBRA
Variedad Descripción
Chantenay Raíz de corona ancha con diámetro de entre 5 y 6 cm, de tipo
cónico corto (Ávila, 2015). Por lo general, tiene una relación
xilema/floema alta, lo que las hace un tanto duras y de baja
calidad para el consumo, pero por eso mismo soporta los
malos tratos que se les da durante el lavado y el transporte al
mercado (Bolaños, 2001).
columniedad Chantenay.
Fuente: Equipo CTA-2,
Subproyecto Hortalizas (2018).
Monalisa Su raíz tiene de 14 a 15 cm de largo y de 5 a 5,5 cm de
diámetro mayor. El ciclo del cultivo hasta la cosecha tarda
entre 125 y 140 días. Posee un follaje erecto de color verde
oscuro, vigoroso y de porte medio. Su adaptabilidad está
entre 1900 a 2900 msnm. Los beneficios principales del
producto son la adecuada tolerancia al rajado y pateo, y la
vida prolongada en poscosecha. Es un cultivo precoz y
rendidor, que produce un buen porcentaje de tamaño de
primera, o gruesa. Además, tiene resistencia al ataque de la Híbrido Monalisa.
Alternaria sp., la Cercospora sp. y los nematodos (Semillas Fuente: Semillas Arroyave (s. f.).
Arroyave, s. f.)
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GENERALIDADES DEL CULTIVO
Variedad Descripción
Emperador Las raíces de este grupo son semejantes a las de la Nantesa,
pero son más largas y puntiagudas; se consideran de muy
buena calidad. Requieren de suelos profundos (Bolaños,
2001). En promedio el ciclo de cultivo es de 75 días hasta la
cosecha (Ávila, 2015).
Híbrido Emperador.
Fuente: Ávila (2015).
Oxheart Las hojas son rectas, y las raíces pueden ser redondas a
cilíndricas, con colores entre blanca y morada (Ávila, 2015).
Variedad Oxheart.
Fuente: Ávila (2015).
Bangor Es una zanahoria de tipo Berlicum, de 4 a 4,5 cm de diámetro
y 18 a 30 cm de largo, de forma cilíndrica gruesa, y con alto
contenido de carotenos. La planta tiene un follaje vigoroso,
con alta tolerancia a enfermedades, y su ciclo de cultivo tarda
entre 110 y 125 días. (Ávila, 2015).
Híbrido Bangor.
Fuente: Ávila (2015).
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ESTADOS FENOLÓGICOS
Grupo Descripción
Nantesa Las raíces de este grupo son cilíndricas, con la punta obtusa, de
epidermis delgada, lisa y de color anaranjado, que en la madurez
alcanza a medir entre 13 y 18 cm de longitud; los cultivares de
este grupo son de muy buena calidad para consumo fresco y tiene
buen sabor y aroma (Bolaños, 2001). En promedio el ciclo
fenológico es de 70 días hasta la cosecha (Ávila, 2017).
Estados fenológicos
Desde el punto de vista comercial, interesa únicamente la etapa vegetativa de
la zanahoria, que es cuando se desarrolla la raíz napiforme. A continuación, se
describe cada una de las fases fenológicas correspondientes a esta etapa.
37
GENERALIDADES DEL CULTIVO
38
EDAFOCLIMATOLOGÍA DEL CULTIVO
Etapa II de crecimiento: esta fase abarca, en promedio, desde los 61 hasta los
97 días después de la siembra, tiempo en el cual se engrosa la raíz por la acumu-
lación de carbohidratos. El engrosamiento avanza desde la parte alta del cáliz
y termina en la punta de la raíz (Ávila, 2015) y se mantiene mientras las hojas
permanezcan verdes. Se presenta un aumento constante en el diámetro de la
raíz y en el número de hojas (Vega et ál., 2011) (Figura 7 a).
Figura 7 Desarrollo de partes vegetativas cosechables (a) y llenado de la raíz tuberosa de zanahoria (b).
Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Hortalizas (2018).
Etapa III de crecimiento: esta fase va desde los 98 hasta los 123 dds en prome-
dio. La zanahoria es inducida a la floración cuando ocurre la acumulación de un
número de horas de frío por debajo de los 10 °C. Sin embargo, en los materiales
híbridos no ocurre la inducción a floración. El crecimiento se desacelera (Vega
et ál., 2011) y se termina el engrosado de la raíz (Figura 7 b).
Etapa IV de crecimiento: etapa previa a la cosecha en donde se estabiliza el ta-
maño de las raíces y el follaje a los 124 días aproximadamente (Vega et ál., 2011).
Temperatura y altitud
La temperatura ambiente adecuada para el desarrollo del cultivo de la zanahoria
tipo Nantesa está entre los 16 y los 21 °C, y para la tipo Chantenay entre los
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GENERALIDADES DEL CULTIVO
Suelos y precipitación
La zanahoria se desarrolla mejor en los suelos que tienen una textura arcillo-
arenosa o franca, con buen drenaje, profundos, sueltos, con una concentración
de materia orgánica mayor al 3,5 %, y con un pH entre los 5,8 y 7 (Mejía y Lobo,
1983). El cultivo puede prosperar sin riego en zonas con una precipitación entre
los 400 y 800 mm por ciclo. La humedad relativa favorable está entre el 70 % y
el 80 % (Ávila, 2015).
40
Manejo agronómico
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MANEJO AGRONÓMICO
Para la preparación del lecho de siembra, se debe realizar una segunda labranza
que busca reducir el tamaño de los terrones y nivelar la superficie del suelo.
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PREPARACIÓN DEL TERRENO
Además, se debe crear una capa superficial de tierra fina que sea la cama donde
la semilla pueda germinar (Gabriel, 2012).
Sin embargo, la práctica común en el campo consiste en preparar el terreno con
un arado de discos (Figura 9) para voltear el suelo, romper los terrones grandes
y facilitar la nivelación de las camas para la siembra (Morales, 1995). Además,
se acostumbra a mullir el suelo superficialmente con la aplicación de dos pases
de rotovo, una labor que además permite incorporar los residuos de la cosecha
anterior.
Para no afectar la estructura del suelo con los pases del rotovo, se recomienda
realizar la operación a baja velocidad de rotación y con una adecuada humedad
del suelo. En general, la humedad ideal del suelo para el laboreo corresponde
al estado friable, el cual se distingue porque cuando se toma una muestra de
suelo con las manos y se amasa para formar una bola, una vez formada no debe
escurrir agua ni tampoco deshacerse sola (Figura 10).
Finalmente, el paso de la maquinaria para la labranza puede dejar el suelo con
grandes espacios de aire que no son favorables al cultivo. En estos casos, se re-
comienda el paso de un rodillo, con el fin de asentar el suelo. Esto evitará que
el suelo se seque demasiado rápido, y evitará que la planta al desarrollarse pier-
da la cobertura y se manifieste el problema de hombros verdes de la zanahoria
(Van Haeff, 1976).
43
MANEJO AGRONÓMICO
Cuando se termina el laboreo del suelo, se construyen las camas y los canales
de drenaje. Una cama es el espacio de terreno entre dos surcos donde se siem-
bra la semilla. Las camas permiten aprovechar mejor el espacio del terreno que
la siembra por surcos, pero se utilizan especialmente para el cultivo de plan-
tas de porte pequeño como muchas hortalizas. En zanahoria es común utilizar
las camas con altas densidades de siembra, lo cual es posible porque la planta
no desarrolla mucha altura y se facilita el manejo. En La Calera se utilizaba la
yunta y el caballo para definir las camas y construir canales de drenaje, pero
el levantamiento de las camas se realizaba manualmente con ayuda del azadón
(Figura 11).
Siembra
La zanahoria se consume durante todo el año en el país, lo cual obliga a realizar
siembras escalonadas, aun cuando la calidad pueda verse afectada en ciertas épo-
cas, especialmente si son lluviosas. El método de siembra a emplear depende de
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RALEO DE PLÁNTULAS
Raleo de plántulas
Especialmente cuando se siembra al voleo, es posible que algunas plantas de
zanahoria queden apiñadas en el terreno, lo cual no es conveniente para lograr
una buena calidad del producto. Por lo tanto, se deben eliminar algunas de las
plantas sembradas con el fin de lograr una densidad adecuada que le permita
a cada planta desarrollarse libremente. La práctica de eliminación con ese fin
se denomina raleo, y se efectúa cuando las plantas tienen cuatro o cinco hojas
verdaderas, es decir, cuando han transcurrido entre 30 y 45 días después de la
siembra. Normalmente se deja una sola planta cada cinco u ocho centímetros a
45
MANEJO AGRONÓMICO
Figura 12 a) Siembra de zanahoria al voleo con máquina esparcidora. b) Tapado de semillas con
rastrillos.
Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Hortalizas (2018).
Aporque
Consiste en arrimar suelo hacia el cuello de la planta con el uso de un azadón
para cubrir mejor la raíz; puede realizarse a los 30 días después de la siembra.
Por medio de esta labor se evita la aparición de “hombros verdes” (color verde
en la cabeza o parte superior de la zanahoria, que se genera por recibir la luz
directa del sol) y el desecamiento por exposición de la raíz al viento, lo cual
puede causar también la detención del crecimiento (Figura 13) (Gaviola, 2013).
46
MANEJO INTEGRADO DE LA FERTILIZACIÓN
47
MANEJO AGRONÓMICO
48
MANEJO INTEGRADO DE LA FERTILIZACIÓN
Tabla 3 Absorción de nutrientes (kg/ha) por tonelada producida en una variedad y dos híbridos de zanahoria en el
municipio de Villapinzón (Cundinamarca).
Variedad Nitrógeno Fósforo Potasio Calcio Magnesio Hierro Manganeso Zinc Boro
o híbrido (N) (P) (K) (Ca) (Mg) (Fe) (Mn) (Zn) (B)
Gema F1 6,01 0,34 8,99 2,20 0,91 0,03 0,054 0,010 0,007
Sirkana F1 2,80 0,16 3,96 0,70 0,38 0,02 0,022 0,004 0,003
Chantenay Royal 4,48 0,31 7,00 3,31 0,982 0,05 0,053 0,013 0,00
Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Hortalizas (2018).
Tabla 4 Criterios de interpretación del análisis de fertilidad química del suelo con la metodología del
semáforo.
Semáforo pH Interpretación
Rojo 0-5,5 Acidez, aplicar enmiendas.
Amarillo 5,6-6,0 Enmienda baja.
Verde 6,1-7,3 Ideal para la disponibilidad de los elementos.
Rojo 7,4-14 Salinidad, aplicar enmiendas y labores culturales.
Semáforo Interpretación
Rojo El elemento se encuentra en déficit, se debe aportar al suelo según requerimiento del cultivo.
Materia
Semáforo Orgánica Fósforo Calcio Magnesio Potasio Hierro Manganeso Zinc Boro
Rojo < 2,9 < 15 <3 < 1,5 < 0,2 < 20 < 10 < 2 < 0,3
Amarillo 3-5,7 15-25 3-5 1,5-2,5 0,2-0,3 20-50 10-15 2-3 0,3-0,4
Verde 5,8-7 25-40 5-10 2,5-3 0,3-0,4 50-100 15-20 3-4 0,4-0,6
Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Hortalizas (2018). Rangos de interpretación tomados de Microfertisa
(s. f.).
49
MANEJO AGRONÓMICO
Riego
Para la implementación del riego en las parcelas sembradas con zanahoria, ini-
cialmente se debe tener en cuenta la calidad del agua disponible en la finca.
Para ello se recomienda realizar un análisis del agua antes de la siembra. Dado
que la calidad del agua puede variar significativamente a lo largo del año, es
aconsejable tomar más de una muestra, en distintas épocas del año. Un análisis
de aguas puede suplir información de diferentes propiedades, como son:
50
RIEGO
• Físicas: como los colores específicos que dan una idea de la causa que los
provoca. Otras propiedades como la turbidez y olor son indicadoras de cali-
dad del agua.
51
MANEJO AGRONÓMICO
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MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS Y ENFERMEDADES
• Ciclo de vida de la plaga o enfermedad, los daños que causa, sus hábitos o
preferencias y su nivel de vulnerabilidad.
• El seguimiento continuo a las condiciones del cultivo, con los registros respec-
tivos, que permitan analizar la información y tomar decisiones adecuadas.
Para realizar una evaluación del estado fitosanitario del cultivo, se debe realizar
un muestreo de los principales problemas. Para ello es necesario identificarlos
adecuadamente, ya sea por su aspecto físico, los daños que produce o los rastros
que deja.
En segundo lugar, hay que tener un plan de muestreo, el cual incluye el área
del terreno a evaluar, el número de puntos a visitar, y la forma como se va a
cuantificar la presencia del problema. Por ello es importante contar en primer
lugar con un mapa del terreno, sobre el cual se pueda trazar un recorrido al azar
donde se ubicarán los puntos de muestreo. Es importante calcular el tiempo
requerido para el muestreo, porque de otra forma, es posible que no se cubra
el terreno adecuadamente en el tiempo disponible. El personal encargado debe
ser conocedor de los problemas y confiable.
Cuando se cuenta con información muestral, es posible aplicar los umbrales de
manejo. Un umbral es un valor de referencia, que se compara con el valor calcu-
lado con base en la muestra tomada, para la toma decisiones de manejo. El valor
calculado puede ser la incidencia del problema, expresado como porcentaje, o
el nivel de daño o severidad de los síntomas, también expresado como porcen-
taje. Por lo cual, es importante construir una escala que evite ambigüedades en
la evaluación y permita la máxima objetividad.
Los umbrales de manejo son un concepto importante en el manejo racional
de los problemas fitosanitarios. Es conveniente que se cuente con ellos, y de
ser necesario, hay que crearlos con la experiencia de campo. Con el tiempo se
pueden ir afinando con base en los resultados obtenidos.
53
MANEJO AGRONÓMICO
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MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS Y ENFERMEDADES
55
MANEJO AGRONÓMICO
causa Cercospora carotae son más regulares, claras y se presentan en hojas más jó-
venes. En ambos casos, las esporas o unidades reproductivas se dispersan con
el viento, el agua y las semillas (Ávila, 2015). También pueden formar estructu-
ras de sobrevivencia sobre los restos del follaje infectado que cae al suelo. Las
condiciones que predisponen a la planta para la infección son una temperatu-
ra ambiente de entre 22 y 26 °C, y más de 36 horas de humedad sobre la hoja
(Piccolo, 2012) (Figura 14).
Recomendaciones de manejo: como medidas preventivas de control se aconse-
ja el empleo de semilla certificada libre del patógeno; realizar aradas profundas;
evitar el encharcamiento del suelo con el buen manejo del agua de riego —sobre
todo en los primeros días después de la siembra—; proveer una buena nutrición
a la planta sin abusar del nitrógeno y evitar el exceso de maleza. También se
debe hacer rotación de cultivos de 2 a 3 años (Lardizábal y Theodoracopoulos,
2007). Para su tratamiento se realiza control químico con fungicidas registrados
(Piccolo, 2012).
Figura 14 Síntomas causados en hojas de zanahoria por Alternaria dauci (a) y Cercospora carotae (b).
Fuente: Piccolo (2012).
56
MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS Y ENFERMEDADES
que pueden tomar una tonalidad parda por la muerte de los tejidos de la hoja.
Del micelio se forman estructuras de diseminación del hongo, denominadas es-
poras, que pueden sobrevivir hasta 48 horas y que son arrastradas por el viento.
Una vez encuentran una planta donde producir una nueva infección, la apari-
ción de síntomas se tarda entre 9 y 16 días (periodo de incubación). Algunas
estructuras del hongo pueden sobrevivir en el suelo por más de 2 años. No hay
transmisión por semilla (ICA, 2012).
Recomendaciones de manejo: Utilizar semilla certificada; sembrar a densida-
des o distancias de siembra adecuadas, para permitir la circulación de aire en
el lote; mantener un buen drenaje dentro del cultivo; realizar un monitoreo
permanente del cultivo para detectar la enfermedad en las fases iniciales. Hay
productos químicos que se deben utilizar con asesoría técnica (ICA, 2012).
57
MANEJO AGRONÓMICO
58
MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS Y ENFERMEDADES
59
MANEJO AGRONÓMICO
las aplicaciones (Larral y Ripa, 2008). Si bien el control químico resulta una po-
derosa herramienta para mantener a las plagas por debajo del nivel de daño,
el uso inadecuado de plaguicidas ha introducido cantidades excesivas de sus-
tancias químicas al ecosistema, alterando su equilibrio, generando resistencia
al agente blanco y reduciendo el número de enemigos naturales, lo que, a la
larga, permitirá el surgimiento de nuevas plagas (Cid, 2014). A continuación se
describen las principales plagas que tienen un efecto negativo sobre el cultivo
de zanahoria, así como las recomendaciones para su manejo.
60
MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS Y ENFERMEDADES
hongos benéficos que se pueden aplicar para control, como son Beauveria bassia-
na y Paecelomyces fumosuroseus. En última instancia, se recomienda la aplicación
de insecticidas químicos en las partes jóvenes de la planta o con el agua de riego
[se debe consultar con un ingeniero agrónomo] (Ávila, 2015).
Thrips spp.
Características del insecto y daño: en la zanahoria, Dughetti y Lanati (2012)
mencionan la presencia de tres especies: Thrips tabaci, Frankliniella occidentalis
Pergande y F. schultzei Trybom. Por su parte, Silva, Teiseira, Diniz, Plata-Rueda,
Lima y Fernandes (2019) encontraron T. tabaci, F. schultzei y Caliothrips phaseoli en
cultivos de zanahoria en Minas Gerais, Brasil. La diferencia entre las especies no
es fácilmente apreciable a simple vista. Los trips se ubican en las partes tiernas
de la planta, especialmente los cogollos o las flores. En su ciclo de vida para
llegar a adulto, que tarda aproximadamente 15 días, pasan por los estados de
huevo, larva y pupa. En general, los adultos son insectos pequeños de menos de
1,3 mm de largo (Figura 18), que se caracterizan por poseer la cabeza rectangular
y las alas en forma de sable con flecos largos. El color del cuerpo de T. tabaci es
amarillo pero también presentan tonalidades grises y marrones, mientras que
61
MANEJO AGRONÓMICO
62
MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS Y ENFERMEDADES
63
MANEJO AGRONÓMICO
64
MANEJO INTEGRADO DE ARVENSES
Plantas alelopáticas
Existe una gran variedad de mecanismos de acción a través de los cuales se
generan las relaciones alelopáticas entre las plantas y los organismos de su en-
torno (Tabla 7). En este sentido, el uso de plantas acompañantes constituye una
herramienta biológica económicamente sostenible para el manejo integrado de
plagas y enfermedades, a la vez que pueden generar sinergias que potencializan
el desarrollo del cultivo.
Tabla 7 Plantas acompañantes del cultivo de zanahoria y beneficios.
Planta Beneficio
Lechuga Estimula el crecimiento y desarrollo de la zanahoria.
Salvia Esta planta favorece el desarrollo del crecimiento de la zanahoria. Así mismo, protege a las
plántulas de zanahoria de la acción de las larvas de las mariposas.
Cebollín Estimulan el crecimiento y desarrollo de la zanahoria y repele áfidos.
Caléndula Repele gusanos tierreros y nematodos de la zanahoria.
Puerro Estimula el crecimiento y desarrollo de la zanahoria y repele áfidos.
Romero Repele caracoles y babosas en el cultivo de zanahoria.
Cebolla Repele dípteros como la mosca de la zanahoria.
Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Hortalizas (2018).
65
MANEJO AGRONÓMICO
Problemas fisiogénicos
Algunas veces las plantas tienen problemas para adaptarse a las condiciones fí-
sicas de su entorno y se generan problemas fisiogénicos, es decir, alteraciones
en su crecimiento y desarrollo por condiciones ambientales desfavorables. Es
el caso, por ejemplo, de las deformaciones de la raíz por la condición de un
suelo pesado o arcilloso. Frente a una fuerte resistencia del suelo, la raíz detie-
ne su crecimiento vertical y desarrolla bifurcaciones, lo que comúnmente se
denomina como “muñequeo” (formas irregulares, ver Figura 21). Estos proble-
mas se deben prever con la selección adecuada del terreno de siembra y una
preparación del suelo suficientemente profunda.
66
Cosecha y poscosecha
Madurez fisiológica
Se entiende que el producto a cosechar ha alcanzado su madurez fisiológica
cuando ha terminado sus procesos de crecimiento y desarrollo y está apto para
ser consumido.
La etapa de maduración se inicia a partir de los 100 a 120 días después de la
siembra, dependiendo de la altitud; tiempo en que el producto tiene su forma
prácticamente definida pero aún conserva en el ápice la dominancia de la raíz
principal. A partir de los 140 días aproximadamente después de la siembra, se
presenta la diferenciación entre la zona de reserva y la raíz principal.
Se considera que la raíz de la zanahoria ha alcanzado su madurez cuando su piel
está firme y no se deja pelar fácilmente con los dedos (Moncayo e Ibarra, 2001).
67
COSECHA Y POSCOSECHA
Figura 22 Diámetro de la raíz (a) y estructuras florales de zanahoria (b) como criterios para la cosecha.
Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Hortalizas (2018).
Punto de cosecha
Una vez alcanzada la madurez fisiológica, la cosecha se puede realizar poste-
riormente, lo cual da un margen de manejo para facilitar la comercialización
y lograr mejores precios (Moncayo e Ibarra 2001). La cosecha de zanahoria se
puede realizar entre los 120 y los 192 días después de la siembra (Muñoz y Hur-
tado, citado en Moncayo e Ibarra, 2001); sin embargo, en el caso de la variedad
Chantenay dicho tiempo depende de la altitud donde se encuentra sembrado el
cultivo, la disponibilidad de agua durante el proceso de desarrollo y de la fertili-
dad del suelo. En este sentido, la variedad de zanahoria Chantenay es cultivada
por tradición en el municipio de Villapinzón y los productores, de acuerdo con
su experiencia, la cosechan 160 días después de la siembra teniendo en cuenta
la disponibilidad de mano de obra y los precios del mercado.
68
COSECHA Y POSCOSECHA
Cosecha y poscosecha
El terreno del cultivo a cosechar debe encontrarse preferiblemente desnudo
o libre de vegetación. No debe regarse para la cosecha si el tiempo ha estado
seco, porque esto favorecerá el rajamiento de las raíces y habrá detrimento de
la calidad. Si el terreno se encuentra con exceso de humedad, o si ha llovido
recientemente, no se debe proceder a la cosecha, porque el producto queda
suculento y propenso a deteriorarse rápidamente en poscosecha por ataque de
bacterias; además, se dificultan las labores mecanizadas y manuales. Las activi-
dades de recolección se deben realizar preferiblemente en horas de la mañana,
debido a que cuando se incrementa la temperatura en las siguientes horas del
día el producto pierde gran cantidad de agua por evaporación y por lo tanto
turgencia y frescura (Figura 23).
Después de la cosecha, las zanahorias se empacan en fibras o canastillas para
ser trasportadas a la zona de acopio; una vez allí, se procede a la selección
69
COSECHA Y POSCOSECHA
70
VIDA EN POSCOSECHA
Vida en poscosecha
Preenfriamiento: diversos autores destacan la importancia del preenfriamien-
to para extender la vida en poscosecha de la zanahoria; esta labor se aplica
antes del almacenamiento, para iniciar la cadena de frío que debe conservar-
se en adelante en el proceso de comercialización. El lavado con agua fría, o
hidroenfriamiento, ayuda a reducir la tempera interna del producto y, en con-
secuencia, a mantener su frescura y consistencia crocante (Moncayo e Ibarra,
2001). Opcionalmente, se puede utilizar hielo en suspensión para disminuir más
rápidamente el calor del producto, mezclando 60 % de hielo, 40 % de agua y 1 %
de cloruro de sodio para bajar el punto de fusión (Moncayo e Ibarra, 2001).
Agroindustria: en cuanto al procesamiento de zanahoria, cabe destacar los pro-
cesos para la obtención de zumo de zanahoria, el cual ha tomado gran relevancia
alrededor del mundo. En este sentido, las características deseables de la zanaho-
ria para el procesamiento se concentran en el color, productividad e intensidad
del sabor; estas características pueden ser referenciadas en los materiales tipo
Nantesa. Tanto las zanahorias procesadas como el zumo de zanahoria son pro-
ductos delicados que requieren un tratamiento cuidadoso para que el producto
final conserve un color y un sabor frescos y atractivos (Nunhems, 2017).
71
Costos de producción
73
COSTOS DE PRODUCCIÓN
74
Tabla 8b Costos de producción t/ha de zanahoria Sirkana F1 en el municipio de Villapinzón, Cundinamarca.
75
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83
Anexos
85
ANEXOS
Anexo 1
Tabla de interpretación de los resultados de la lectura de precipitación, pluvió-
metro casero.
Recolectado en Precipitación Recolectado en Precipitación Recolectado en Precipitación
probeta (ml) (mm) probeta (ml) (mm) probeta (ml) (mm)
2 0,1397245 35 2,44517882 68 4,75063314
3 0,20958676 36 2,51504108 69 4,8204954
4 0,27944901 37 2,58490333 70 4,89035765
5 0,34931126 38 2,65476558 71 4,9602199
6 0,41917351 39 2,72462783 72 5,03008215
7 0,48903576 40 2,79449008 73 5,0999444
8 0,55889802 41 2,86435234 74 5,16980666
9 0,62876027 42 2,93421459 75 5,23966891
10 0,69862252 43 3,00407684 76 5,30953116
11 0,76848477 44 3,07393909 77 5,37939341
12 0,83834703 45 3,14380135 78 5,44925566
13 0,90820928 46 3,2136636 79 5,51911792
14 0,97807153 47 3,28352585 80 5,58898017
15 1,04793378 48 3,3533881 81 5,65884242
16 1,11779603 49 3,42325035 82 5,72870467
17 1,18765829 50 3,49311261 83 5,79856693
18 1,25752054 51 3,56297486 84 5,86842918
19 1,32738279 52 3,63283711 85 5,93829143
20 1,39724504 53 3,70269936 86 6,00815368
21 1,46710729 54 3,77256161 87 6,07801593
22 1,53696955 55 3,84242387 88 6,14787819
23 1,6068318 56 3,91228612 89 6,21774044
24 1,67669405 57 3,98214837 90 6,28760269
25 1,7465563 58 4,05201062 91 6,35746494
26 1,81641855 59 4,12187287 92 6,42732719
27 1,88628081 60 4,19173513 93 6,49718945
28 1,95614306 61 4,26159738 94 6,5670517
29 2,02600531 62 4,33145963 95 6,63691395
30 2,09586756 63 4,40132188 96 6,7067762
31 2,16572982 64 4,47118414 97 6,77663845
32 2,23559207 65 4,54104639 98 6,84650071
33 2,30545432 66 4,61090864 99 6,91636296
34 2,37531657 67 4,68077089 100 6,98622521
Fuente: Equipo CTA-2, Subproyecto Hortalizas (2018). Basado en Castellanos y Castro (2017).
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Este libro se compuso
en Bogotá, D. C., en el año 2021,
usando tipos Ancízar
y el lenguaje
ConTEXt