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Derrame de petróleo

catástrofe industrial y ecológica producto


de la actividad humana

Un derrame de petróleo o marea negra es


un vertido de hidrocarburo que se produce
debido a un accidente o práctica
inadecuada que contamina el medio
ambiente, especialmente el mar. Estos
derrames afectan todo el ecosistema
donde se produce el evento a lo cual
perjudica gravemente la vida marina y la
pesca, así como a las costas con efectos
que pueden llegar a ser muy persistentes
en el tiempo.

Tareas de limpieza del derrame de petróleo provocado por el buque Prestige.

Los derrames de petróleo penetran en la


estructura del plumaje de las aves y el
pelaje de los mamíferos, reduciendo su
capacidad aislante y haciéndolos más
vulnerables a las fluctuaciones de
temperatura y mucho menos flotantes en
el agua.[1] ​La limpieza y recuperación de
un derrame de petróleo es difícil y
depende de muchos factores, incluido el
tipo de petróleo derramado, la temperatura
del agua (que afecta la evaporación y la
biodegradación) y los tipos de costas y
playas involucradas. Los derrames pueden
tardar semanas, meses o incluso años en
limpiarse. Los derrames de petróleo
pueden tener consecuencias desastrosas
para la sociedad; económica, ambiental y
socialmente. Como resultado, los
accidentes de derrames de petróleo han
provocado una intensa atención de los
medios y un alboroto político, reuniendo a
muchos en una lucha política sobre la
respuesta del gobierno a los derrames de
petróleo y qué acciones pueden evitar
mejor que sucedan.[2] ​

Consecuencias
La mayoría de los desastres petrolíferos
pasan en el mar, sobre todo cerca de las
costas donde los ecosistemas son más
diversos y llenos de millares de diferentes
especies.

Los peces pueden incorporar


contaminantes orgánicos persistentes y
los depredadores que los consumen
transmiten el envenenamiento petrolero de
un animal a otro por la cadena alimenticia,
poniendo en riesgo incluso la seguridad en
la alimentación humana.

Las aves son de las especies más


vulnerables , estas se quedan en la playa
para no herirse aún más y terminan
muriendo de frío o de hambre.

Cuando ha habido un derrame de petróleo,


la superficie del mar queda con una
especie de capa oscura, la cual obstruye el
paso de la luz y como consecuencia
afecta el proceso de la fotosíntesis de
muchos de los organismos primarios, y de
allí también se afecta el resto de la cadena
trófica de los ecosistemas.[3] ​
El petróleo queda impregnado en los
sedimentos de las costas y el suelo queda
con la misma capa donde afecta también
los organismos que allí viven. El
ecosistema costero no se puede regenerar
ya que esta película de hidrocarburo
impide el crecimiento de nuevas plantas.

Las playas a las cuales llega esta


contaminación son forzadas a cerrar
debido a que es una amenaza para la
salud pública el contacto con la piel.

Económicamente, las mareas de petróleo


dejan sin trabajo a miles de marineros y
mariscadores, y el mar presenta una
variedad de cambios intrínsecos además
de los que se pueden ver, pues también
son afectadas sus propiedades físicas y
químicas.[3] ​Meteorización, así es llamado
el proceso al que da lugar un derrame de
este tipo y que tiene una duración
indefinida. Este proceso puede cambiar
las características del hidrocarburo tal
como su composición química así como
también las condiciones meteorológicas
del lugar, es decir la temperatura y el
estado del mar.
Limpieza y recuperación

Esfuerzos de limpieza tras el derrame del Exxon Valdez. Se puede ver una barrera de contención roja.

Pato cubierto de petróleo, por el derrame de la Bahía de San Francisco en 2007.

Cuando sucede un derrame de petróleo se


tiene que actuar rápidamente, ya que
aunque el daño ya es irreversible se puede
contrarrestar su propagación y recuperar
parte del hidrocarburo perdido.

El método más óptimo es retirar la


contaminación del agua, pero casi nunca
es posible pues las condiciones no
siempre lo permiten.

Se usan diferentes mecanismos para


intentar sacar lo más posible del
hidrocarburo. Se usan desde medios
mecánicos hasta prácticas con otros
químicos que permiten degradar el agente
más rápido de lo normal. Usualmente en
las playas también se usa un método de
absorción que atrapa la sustancia como
una esponja, aunque no es muy eficaz.

Después de tratado el derrame, los


ecosistemas afectados demoran un
tiempo en recuperarse, que depende de
cuánto crudo se diseminó y también de la
dinámica de las especies para
reproducirse y adaptarse al contaminante.
En otras ocasiones los entornos se
recuperan lentamente hasta que el nivel de
toxicidad baja y los organismos resurgen
de nuevo.[4] ​En las playas se reúnen
grupos de voluntariado y agentes del
gobierno para hacer limpiezas con palas y
a mano.
Cuando ocurre en alta mar, el mar está
calmado y hay poco viento, se puede
quemar el aceite. A veces se utilizan
detergentes para dispersar o deshacer el
contaminante, y microorganismos
(biorremediación).

Un accidente de este tipo fue el derrame


de la nave Exxon Valdez en la costa de
Alaska en los Estados Unidos en 1989. El
hábitat todavía se está recuperando hoy
día.
Derrame de petróleo con gran
incidencia en la fauna y la flora

Por su enorme volumen o por su


localización, algunos derrames han
causado enormes daños en los
ecosistemas marinos, costeros y
terrestres.

Derrames de petróleo en mares y océanos


Véase también: Contaminación marina

El 20 de abril de 2010 se produjo la


explosión y el incendio de la plataforma
petrolífera Deepwater Horizon que se
hundió el 22 de abril de 2010 provocando
un derrame de petróleo incontrolado en el
golfo de México que causó enormes
daños de complicada y lenta reaparición.

Derrames como el del Exxon Valdez y el


Prestige, este último ocurrido el 19 de
noviembre de 2002 y que afectó a las
costas de Galicia, Asturias, Cantabria, País
Vasco e incluso algunas zonas de costa
francesa han causado enormes daños al
hábitat de las zonas afectadas.[5] ​

Derrame de petróleo en agua dulce

El derrame de petróleo más grande de la


historia en agua dulce fue causado por un
buque de Shell, en Magdalena en la
provincia de Buenos Aires, Argentina, el 11
de febrero de 1999,[6] ​contaminando no
sólo el agua, sino la flora y la fauna. La
empresa SHELL CAPSA derramó más de
5.400.000 litros de hidrocarburo en las
aguas del Río de la Plata, cuando su buque
Estrella Pampeana chocó con el Sea
Paraná.[7] ​Dos días después del impacto
el petróleo llegó a las costas de
Magdalena, cubriendo una extensión de
30 KM de costa, (desde la localidad de
Berisso a Punta Indio), el petróleo entró en
la desembocadura de arroyos y
humedales, hasta 2 KM a dentro.[8] ​Los
ecosistemas se vieron seriamente
afectados y pobladores de la zona indican
que también hubo contaminación de
napas.[8] ​

En 2002 el municipio de Magdalena


presentó una demanda por casi 35
millones de dólares, a la empresa Shell por
daños ecológicos en las costas y aguas
del distrito. A cambio del cierre de la
causa y desconocer su responsabilidad,
Shell ofreció casi 10 millones de dólares y
ayuda al desarrollo de Magdalena,[8] ​este
convenio se llevó a un plebiscito el 24 de
mayo de 2009, en el que votó el pueblo y
se aprobó el convenio con Shell,[9] ​lo que
luego trajo conflictos entre la empresa y el
país.
Los mayores derrames de
petróleo de la historia
Se indican los mayores derrames de
petróleo en toneladas, la mayoría son
accidentes de barcos petroleros y
plataformas petrolíferas:[10] ​

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