hacker alemán que sabía demasiado. El mundo del hacking en Europa, en Estados Unidos y en el resto del mundo quedó conmocionado. Casi una década antes habían matado a Karl Koch...dos asesinatos eran demasiados. El caso de Koch podía explicarse por su relación con la KGB, pero para Boris su único delito era su mente, su talento. A los 26 años, a sólo dos meses de la reunión anual del Chaos Computer Club del 98, terminaba la esperanzadora progresión de un genio. Uno de los mayores expertos en criptografía, un hacker dotado de un talento poco habitual que había roto los sistemas de las tarjetas GSM (clonación) y de las principales televisiones de pago por satélite de Europa (decrypt). Había rumores de que era capaz de interceptar y decodificar mensajes cifrados de servicios secretos y militares. Sin duda, jugaba con fuego. Sin contar los hackers que permanecen en el más absoluto anonimato, Tron era considerado por muchos como el mejor hacker de Europa. En un parque en Neuköln, Berlin, apareció su cuerpo sin vida. Había desaparecido el día 17 de octubre. Las autoridades echaron mano a la tesis del suicidio para acallar los rumores que circulaban insistentemente. Estrangulado. Todos los que le conocieron niegan esta posibilidad, por el carácter abierto y optimista, por los apasionantes proyectos en los que estaba inmerso... quizás interceptó información que no debía conocer. Su ansia de ir un paso más allá le costó la vida. Para que pueda verse el talento de este hacker, hasta el mismo jefe que dirige la investigación policial, Thomas Kasbaum, se refiere a él como un genio. La policía requisó rápidamente todo el material que tenía en su casa: ordenadores, teléfonos, manuales, artefactos de todo tipo, cdroms, apuntes... imagino que tardarán años en descifrar sus discos duros. Tron diseñó las llamadas “tarjetas milagrosas” para telefonía, sus investigaciones le llevaron fuera de la ley y tuvo ciertos problemas con la justicia de su país. Tras esta experiencia decidió iniciar un nuevo camino y contactó con el Chaos Computer Club. Últimamente estaba trabajando en el uso de criptografía en las telecomunicaciones. Alguien en el otro lado no dormiría tranquilo más de una noche. En la imagen inferior puede verse el “Cryptofon”, un teléfono capaz de codificar y descodificar llamadas telefónicas para que el “Gran Hermano” no husmease en la privacidad de los ciudadanos. Y si le faltase algo a este hacker (quizás el más perfecto ejemplo de lo que entendemos por tal palabra), no perdía ocasión de divulgar la mayor parte de sus descubrimientos para que la comunidad underground se beneficiara de su talento.
Si Tron hubiera nacido en Estados Unidos estaríamos saturados de
noticias sobre su muerte. No son ni Kevin Mitnick, ni Vladimir Levin los ejemplos a seguir, por muy atractivos que sean sus casos al margen de la ley. Desde aquí reivindico la figura de este genio que no dudó en caminar por el filo de la navaja durante muchos años. Cuando hoy muchos “hackers” sueñan con las “visas oro” sirviendo a las grandes multinacionales, mezclando sacrílegamente los bits con los centavos, nos quedan ejemplos magníficos. Se van los mejores: Wau Holland, Boris ... Su muerte nos perjudica a todos por muchos motivos: no cabe duda de que algunos otros con el talento de Tron que se mantienen en las sombras, se lo pensarán mucho antes de salir a la luz.
Sirva este pequeño artículo como homenaje a Boris Floricic - TRON
<JmMr> Jesús Manuel Márquez Rivera. <jmarquezr@arrakis.es>