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Inserción de las instalaciones dentro del sistema

constructivo del edificio, interferencias con la


estructura.
INCIDENCIA DEL DISEÑO ESTRUCTURAL DEL EDIFICIO
La instalación de abastecimiento habitualmente genera interferencias con la
estructura resistente, por lo tanto, su diseño debe de estar integrado.

El costo de la estructura edilicia suele establecerse, como promedio muy


básico en el 20% del costo total de la obra, mientras que el de la instalación
sanitaria (incluyendo abastecimiento, desagüe y bombeos) suele
establecerse en 7%.

Los problemas que puede ocasionar una estructura deteriorada incluyen


desde degradación de todos los otros componentes del edificio, hasta la
muerte de humanos por aplastamiento. Por su parte, una instalación de
abastecimiento sólo puede generar presiones o caudales insuficientes o
exagerados y pérdidas. La instalación de abastecimiento en general se
esquivó sin afectar a la estructura resistente. Eventualmente la atravesará,
respaldada esta decisión por cálculo específico por su posible afectación. La
instalación de abastecimiento debe poder cambiarse sin influir en la
estructura.
a. Interferencias clásicas a resolver
El edificio puede disponer o no de contrapisos aptos para la instalación de
tuberías de distribución. En el primer caso, las tuberías de distribución
general se alojan en éstas. Cuando –por razones de economía en la
concepción de la estructura- no se prevén en absoluto contrapisos, las
tuberías deberán incluirse en vainas dentro del hormigón o distribuirse por
el cielorraso de la unidad a abastecer. Se descarta la posibilidad de ubicar
tuberías en muros, porque genera su debilitamiento y segura afectación de
eventuales pilares.
Otra interferencia a considerar es la de columnas de abastecimiento
verticales con vigas; en la ubicación de estas cañerías, hay una preferencia
por ubicarlas en muros, para evitar la construcción de mochetas. El
problema se presenta en que los muros por lo general coinciden
planimetricamente con vigas, por lo que de disponerlas allí afectaría
severamente la capacidad de carga de las vigas, ya que serían
“degolladas” por el atravesamiento perpendicular de las columnas. Por lo
tanto, la solución es su colocación en muros que no alojen vigas o se
generen mochetas.
Se debe verificar si la estructura resistente
permite la instalación de depósitos
superiores. Esta imposibilidad puede surgir
por problemas con la capacidad portante de
la estructura o por el uso de cerramientos
livianos que no admiten colocación de
depósitos. Si se presentan juntas de
dilatación, no pueden ser atravesadas por
cañerías de abastecimiento ya que con los
movimientos del edificio las tuberías se
romperían. La única forma de poder
atravesarlas es la instalación de dispositivos
especiales conocidos como “omegas” o
“liras”. En caso de locales húmedos (como
baños o cocinas), los paramentos deben
contar con espacio para instalar las tuberías
sin que se afecte la condición estructural de
los pilares. Para ello es necesario prever
espacios adecuados en los revestimientos.
EFECTOS DE LA LEY DE PROPIEDAD HORIZONTAL SOBRE LA
DISPOSICIÓN DE LAS CAÑERÍAS
Referente a las instalaciones sanitarias, atendiendo a minimizar conflictos entre
copropietarios, en edificios construidos bajo el amparo de esta ley se establecen
reglas adicionales a las que competen a predios con una sola unidad.
Aquellas partes de la instalación que son colectivas sólo pueden alojarse en zonas
de propiedad y uso común. En este sentido:
● Las troncales de distribución de agua pueden instalarse exclusivamente en
espacios abiertos, ductos, muros o mochetas de propiedad común
● Los tanques y bombeos colectivos sólo pueden colocarse en áreas de
propiedad y uso común, asegurándose además que el acceso a éstos se
realice a través de circulaciones (horizontales o verticales) del mismo
carácter.
● Toda unidad individual que cuente con abastecimiento de agua debe contar
con llave de corte general, que preceptivamente será instalada en un lugar
de propiedad y uso común, con accesibilidad análoga a la descrita para
tanques.
Sólo puede instalarse dentro de la propiedad individual aquello que corresponde a
esa unidad.
MATERIALES

Se describen a continuación categorías de análisis relevantes para conocer y


elegir los materiales aptos para las distintas redes.

● Vida útil
● Rotura por obsolescencia: resistencia química y física (uso normal y mal uso)
incrustaciones calcáreas
● Facilidad de puesta en obra, rapidez de ejecución, tecnologías disponibles,
prefabricación
● Tipos de uniones, ventajas y desventajas
● Costo
● Limitaciones impuestas por presencia o no de contrapisos
● Limitaciones inherentes al tamaño pequeño del mercado
MATERIALES, ACCESORIOS, PROTECCIÓN Y
SUJECIÓN:
1. VIDA ÚTIL

Todo edificio debe ser pensado en su proyecto, para una determinada


vida útil. Sucede lo mismo para las instalaciones de abastecimiento, la
que puede ser diferente a la prevista para el edificio. Los tiempos de
renovación de las instalaciones dependen de ciclos vitales, por cambios
en el uso y las necesidades y sobre todo, por previsiones de
obsolescencia, de fin de la vida útil y de modificación en las demandas
tecnológicas.

Las redes sanitarias son la principal fuente de quejas por parte de los
usuarios de los edificios. Las instalaciones de abastecimiento, que
funcionan a altas presiones, generan problemas generalmente más
costosos que el propio recambio de las tuberías.
En una instalación convencional de viviendas, suele establecerse como
deseable una duración en total aptitud funcional de 30 años; este valor
puede resultar exagerado en construcciones provisionales o inaceptable
por lo reducido. Vinculado a esto último, se encuentran los edificios de
carácter testimonial (construcciones públicas relevantes o con
componentes que no toleran la humedad) o aquellos que presentan
dificultades para el recambio de partes porque precisan funcionamiento
continuo (hospitales, ciertas fábricas o centros educativos).

La verificación de la expectativa de vida de un material puede hacerse en


laboratorio. Se ensaya allí el comportamiento, manejando en forma de
aceleración controlada los efectos de los agentes agresivos, de modo de
compensar la imposibilidad de esperar los tiempos que serían
necesarios.
2. ROTURA POR OBSOLESCENCIA: RESISTENCIA QUÍMICA Y FÍSICA
(USO NORMAL Y MAL USO), INCRUSTACIONES CALCÁREAS.

a. Degradación química: Las tuberías metálicas y no metálicas se


degradan químicamente con el tiempo, perdiendo por ello
inexorablemente resistencia mecánica. Están sometidas a presión
permanente desde el interior de la tubería, al inicio de la vida útil es
superabundante su capacidad y con el tiempo desencadena en rotura.

La resistencia química varía sustancialmente con las condiciones de


puesta en obra.
En términos generales, las tuberías metálicas (de
hierro galvanizado o acero inoxidable) tienen
problemas de corrosión electroquímica. Estos se
aceleran por la presencia de materiales que la
provocan, por su electronegatividad , por el grado
de humedad de los medios en los que se alojan y
por la presencia o no de corrientes vagabundas
asociado a la ubicación de grandes antenas.

Foto: Corrosión en tubería ferrosa por


presencia de humedad permanente.
En las tuberías plásticas, existe una degradación natural del material
componente por polimerización.
Está vinculado al tipo de plástico, de las condiciones de fabricación y de
instalación y de las cargas agregadas. En términos generales, las
características de puesta en obra no afectan su resistencia química, pero
sí lo hacen:
● la exposición a la radiación ultravioleta
presente en la radiación solar
● la temperatura del agua que conducen,
generando afectación en algunos casos
transitoria (en los termoplásticos) y en otros
definitiva (en los termofraguantes)
● Las dilataciones (muy importantes en las no
metálicas) no son permitidas
adecuadamente por la albañilería del
edificio.
Foto: Degradación de tubería plástica
por radiación solar
b. Afectación física

La mayoría de las tuberías, metálicas y no metálicas, resultan


afectadas negativamente por acciones mecánicas, como golpes.
Las uniones entre tuberías y de éstas con accesorios, merecen
estudio especial. Las viejas uniones por roscado, aún en uso, suelen
generar un debilitamiento en la resistencia mecánica y química por
pérdida de protección. Estas uniones se transforman en el punto más
vulnerable de estas instalaciones.
Por el contrario, las nuevas uniones por soldaduras (químicas o por
aporte con calor) convierten a las uniones en el punto de mayor
resistencia mecánica de la instalación.
c. Incrustaciones en las tuberías
La presencia de diferentes niveles de concentración de sales minerales en el
agua (de calcio y magnesio) puede generar precipitación de éstas sobre las
paredes de las tuberías. 20 Consecuentemente, es posible la disminución del
diámetro y aumento de la rugosidad interna, afectando la capacidad de
conducción.
La propensión a las incrustaciones es
directamente proporcional a la rugosidad original
de la tubería, a la velocidad de circulación del
agua y su temperatura; cuanto más elevado,
mayor aumento de pérdida de carga. Los dos
primeros aspectos se compensan básicamente
con apelar a diámetros mayores en la instalación
que se construye.

Las incrustaciones se verifican


Foto: tuberías de hierro galvanizado con
alta presencia de incrustaciones predominantemente en tuberías ferrosas.
calcáreas.
3. FACILIDAD DE PUESTA EN OBRA, RAPIDEZ DE EJECUCIÓN,
TECNOLOGÍAS DISPONIBLES, PREFABRICACIÓN

Se presentan distintos tiempos y costos en mano de obra según la puesta en


obra de cada material.
En términos generales, las tuberías metálicas requieren medios de obra más
complejos y mayor calificación de su mano de obra. Esto resulta relevante en
presencia de autoconstrucción o cuando la obra no cuenta con recursos
materiales o técnicos necesarios por su escala o emplazamiento lejano a la
localización de operarios capacitados.
Los sistemas con uniones roscadas (presentes en las tuberías metálicas y en
las no metálicas) suelen requerir mano de obra menos calificada que las
uniones por soldadura. Las uniones por soldadura fijan geométricamente las
partes, por lo que resultan más aptas para sistemas que prefabrican
componentes sanitarios.
4. TIPOS DE UNIONES

En sistemas de abastecimiento se presentan distintas formas de unión,


vinculadas al material utilizado.
TIPOS DE UNIONES
TIPOS DE UNIONES

En hierro galvanizado se presenta adicionalmente otro problema al realizar la rosca; se


retira la capa de galvanizado quedando expuesto el hierro sin protección en ese sector.
5. COSTOS

Los costos que se consideran en la elección de un material deben incluir


distintos componentes:
● costo del material
● costo de puesta en obra
● costo de reposición, asociado a la vida útil previsible para el material
● eventuales costos de mantenimiento, por recomposición de revestimientos
externos o por reposición de “ánodos de sacrificio” en tuberías ferrosas.
6. LIMITACIONES IMPUESTAS POR PRESENCIA O NO DE
CONTRAPISOS

En instalaciones en entrepisos, resulta relevante la presencia o ausencia de


contrapisos aptos para alojar las tuberías principales de distribución.
Esta preocupación reconoce que las estructuras de los entrepisos tienden
cada vez más al uso de losas de gran espesor, que prescinden total o
parcialmente de vigas, dejando de ser necesario el uso de complementos no
resistentes como los contrapisos.

Surge la utilidad de proponer el uso de tuberías flexibles, dispuestas dentro


de vainas plásticas alojadas en el hormigón del entrepiso . 23
Dado que la inmensa mayoría de las tuberías para abastecimiento en
Uruguay son consideradas rígidas, debe apelarse en este caso a flexibles de
tipo PEX.
7. LIMITACIONES INHERENTES AL TAMAÑO PEQUEÑO DEL
MERCADO

Cada sistema tecnológico debe asegurar la continuidad en el tiempo de


disponibilidad de piezas y tuberías, para permitir reparaciones y
recambios parciales.

El pequeño tamaño del mercado uruguayo afecta en este sentido la


posible entrada de nuevos paquetes tecnológicos, por desconfianza en
la continuidad necesaria de los suministros.
8. MATERIALES DISPONIBLES EN PLAZA. USOS PREDOMINANTES.
VENTAJAS Y DESVENTAJAS MÁS RELEVANTES
a. Hierro galvanizado:
Las tuberías y piezas son de hierro protegido de la corrosión por zincado
(galvanizado por electrólisis); las uniones son roscadas.
La calidad del galvanizado no es habitualmente pareja en los productos que se
comercializan en Uruguay, por lo que la vida útil no es demasiado previsible y
depende altamente de cuidados adicionales que se instrumenten durante la
puesta en obra.

Su superficie interior rugosa hace que se generen incrustaciones calcáreas


que dificultan paulatinamente el pasaje del agua, por aumento de la fricción y
por disminución de la sección útil.

Como todo metal, está expuesto al par galvánico, sufriendo en este caso por
corrosión desde otros metales. Estos procesos se acentúan cuando es
instalado en espacios húmedos o tiene contacto directo con morteros que
contienen cal libre (por ejemplo si se amura con mezcla).
Tiene alta resistencia mecánica y la radiación UV
no lo afecta. Por estas razones su uso
predominante en Uruguay es en lugares donde
puede instalarse a la vista (como fábricas), en
instalaciones a la intemperie (cerca de tanques)
en instalaciones que reciben vibraciones fuertes o
golpes frecuentes (cerca de las bombas de agua).

Su costo se considera bastante elevado y requiere


además mano de obra comparativamente muy
calificada.

Foto: caños con rosca, de


hierro galvanizado
b. Cobre
Las tuberías y piezas son de aleaciones diferentes de cobre; las uniones entre
éstos son soldadas con aleación de estaño, plata o con cobre fosforoso.

No sufren la corrosión, por lo que su vida útil se considera altísima.

Su superficie interior es muy lisa por lo que no se


verifican incrustaciones calcáreas.
Su costo se considera bastante elevado y
requiere además mano de obra
comparativamente súper calificada.
Tiene mediana resistencia mecánica y la radiación
UV no lo afecta. Su uso predominante en Uruguay
es en lugares donde se requiera altísima
Foto: Accesorios de cobre durabilidad (hospitales, edificios testimoniales o
altamente sensibles a presencia de patologías).
c. Polipropileno, roscado y termofusionado
Las tuberías y piezas son de polipropileno homopolímero o
polipropileno copolímero random; las uniones entre éstos son
roscadas (versión más barata) o soldadas por calor por
“termofusión”.

No sufren la corrosión pero son altamente afectadas por la


radiación UV. Su vida útil -en condiciones de
protección adecuada- se suele estimar en 30 años. Tiene
baja resistencia mecánica.
Su superficie interior es muy lisa por lo que no se verifican
Foto: polipropileno incrustaciones calcáreas.
termofusionado, caño
más codo de
homopolímero (marrón)
Tienen alta dilatación lineal en función de la
temperatura del agua que conducen si se compara
con la albañilería, por lo que demandan espacio para
moverse. Cuando se usa polipropileno roscado,
estas dilataciones permanentes suelen terminar
generando patologías de pérdidas en las uniones.

Su costo se considera relativamente bajo y requiere


Foto: Instalación de polipropileno termofusionado en mano de obra comparativamente con poca
muro de mampostería
calificación.

Su uso predominante en Uruguay es en instalaciones


embutidas (en paredes, sobre cielorrasos o dentro de
contrapisos) en lugares donde se requieren 30 años
de vida útil con baja inversión. Por estas razones, es
el material de mayor uso en Uruguay en
instalaciones de abastecimiento.
Foto: Instalación de polipropileno termofusionado
(copolímero random, verde o celeste) en muro de Durlock
HASTA LA PRÓXIMA CLASE

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