Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Elle Kennedy
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Epílogo
Sobre la autora
Página de créditos
Misfit
ISBN: 978-84-18509-51-3
THEMA: YFM
Conversión a ebook: Taller de los Libros
#wonderlove
Capítulo 1
RJ
Sloane
RJ
Fenn
RJ
RJ
Sloane
Silas: De camino.
Silas
RJ
Sloane
Eliza resopla.
—Se está esforzando mucho, estoy segura de que se le
da bien el sexo oral.
—Sí, vale. Ni siquiera conocemos a este chico.
Frenemos un poco.
RJ
Fenn
Sloane
Hablando de «amigos».
Sigo caminando e ignoro el mensaje. No obstante, tengo
las notificaciones de leído activadas para algunas personas
y Mila es una de ellas. Quiero que sepa que leo sus
mensajes y decido ignorarlos.
Observadora como siempre, mi ex mejor amiga no pasa
por alto el rechazo.
RJ
Lawson
Sloane
RJ
***
Sloane
RJ
RJ
Silas
Sloane
RJ
Sloane
***
RJ
***
RJ
RJ
***
A la hora de comer, los chicos están impacientes por
incordiarme.
—Parece que hayas estado cazando a un loco por
Camboya —comenta Fenn cuando me siento con la
bandeja. Sigue maravillado con mi rostro, que supongo que
está peor que cuando me he despertado esta mañana.
—¿Qué significa eso?
—Parece que lleves pintura de guerra —dice Silas—. Los
moretones son desagradables.
Nunca me he metido el dedo en mi propia llaga, pero la
agonía de masticar ahora mismo se parece mucho a ello.
—Deberías haber visto al otro tío —murmuro sobre el
puré de patatas.
—Lo hicimos. —Lawson se ríe—. ¿Conseguiste ponerle
la mano encima?
Le muestro los nudillos hinchados.
—Algo.
Fenn resopla.
—No lo bastante fuerte.
—No sé qué clase de araña radiactiva se le metió a
Duke por el rabo, pero pega fuerte. —Suspiro y me obligo a
tomar otro doloroso bocado.
—Ahora sabes por qué la mayoría de nosotros nos
mantenemos alejados —me recuerda Fenn. No creo que se
canse de repetirme «te lo dije» en un futuro cercano.
Silas no oculta su sonrisa.
—Te ha dado una buena paliza.
—Si querías escabullirte, no hay nada vergonzoso en
huir. —Lawson me sonríe por encima de la ensalada griega
—. Conozco a gente que podría conseguirte una nueva
identidad. Ayudarte a escapar de la ciudad.
Me encojo de hombros, puesto que no era mi primera
pelea. Algunas las gané, otras no. No me sentí muy
diferente en ninguno de los dos casos. Da igual.
—¿Aún crees que Sloane vale la pena? —pregunta Silas
de forma directa.
Su tono hace que se me pongan los pelos de punta.
Hace un tiempo que lo noto raro; me cuesta entenderlo. A
veces, parece que trata de ser mi mejor amigo y, en otras
ocasiones, creo que disfruta lanzándome pullas más que
los demás. No sé de qué va todo eso, pero pienso que
Sloane juega un papel en ello. Aunque casi nunca la
menciona, no me libro de la sensación de que Silas siente
algo por ella; no importa las veces que se escriba con su
novia de Ballard.
—Si fuera a permitir que Duke me asustara, no la habría
invitado a salir la primera vez —respondo tranquilo.
—¿Cómo fue? —pregunta Lawson—. ¿Ya os habéis
buscado los tatuajes el uno al otro?
—Lo pasamos bien —respondo vagamente.
—¿Sí? —dice, y me doy cuenta de que la pregunta
original era una trampa. Otro de los jueguecitos de Lawson
—. He oído que os pasasteis la noche en el bar mientras os
comíais la cara.
—Sin comentarios. —Tomo otro bocado doloroso.
—Joder. —Lawson hace un espectáculo de arreglarse el
paquete mientras gime—. Yo me acostaría con ella.
Fenn pone los ojos en blanco.
—Lo sabemos.
—En el despacho de su padre. Doblada sobre ese jodido
ajedrez antiguo.
Silas se enfada.
—¿Te importa? Todavía estoy comiendo.
Luego, como ambos disfrutan haciendo rabiar a Silas,
ofrecen una elaborada descripción de sus hazañas del fin
de semana. Lawson nos cuenta que recogió a un ama de
casa en el bar de un hotel en Mánchester porque se
parecía a su higienista dental.
—¿Estás seguro de que no era ella? —pregunta Fenn
con una sonrisa.
—Ahora que lo pienso, creo que no sé su nombre. Podría
haber sido ella.
—Eso hará que la limpieza sea incómoda —comento.
—No tan incómodo como mi último brunch de
cumpleaños después de que me hubiera acostado con la
nueva mujer de mi padre.
Espero que se ría y me diga que está de broma.
No lo hace.
Lo miro.
—Ah, que lo dices en serio.
Esboza una sonrisa de satisfacción y se mete una
aceituna en la boca.
—Se lo merecía.
Y yo que creía que mi familia era complicada.
Capítulo 28
Sloane
Sloane
Lawson
RJ
Por mucho que mi ego disfrute con eso, hay algo que no
olvido desde que discutimos en el bosque. Cuando ella
admitió que había roto su promesa de concentrarse en los
estudios este año. Parecía avergonzada consigo misma, y
no puedo negar que me sentí algo culpable. A mí me dan
igual los deberes, pero Sloane quiere conseguir una beca.
Odiaría ser la razón por la que no se la dan.
RJ
***
***
Sloane
RJ
***
Lawson
RJ
Fenn
Yo: Sí.
Casey: ¿Y?
Yo: Me ha dicho que hablará con tu padre.
RJ
***
Sloane
***
Sloane
RJ
Lawson
Sloane
Silas
Sloane
RJ
Fenn
Sloane
Lawson
RJ
Sloane
RJ
***
RJ
Lawson
RJ
Sloane
Fenn
Sloane