Está en la página 1de 3

Relato sobre Noé

Buenos días,

Hace mucho tiempo, las personas que vivían


en la tierra estaban siendo desobedientes y
tomaban malas decisiones. En el libro de
Génesis, capítulo 6, versículo 11, leemos que
“se corrompió la tierra delante de Dios, y
estaba la tierra llena de violencia”.

En el mismo capítulo aprendemos que el


patriarca Noé halló gracia ante los ojos de
Jehová.

En la Perla de Gran Precio encontramos que


el Señor ordenó a Noé según su propio orden,
es decir que lo ordenó al Santo Sacerdocio, y
le mandó que saliera a declarar su evangelio
a los hijos de los hombres...

Y aconteció que Noé exhortó a los hijos de


los hombres a que se arrepintieran; pero no
hicieron caso de sus palabras.

Dios le dijo a Noé que quitaría todas las


cosas malas sobre la tierra y le mandó que
construyera un barco grande llamado arca.
También le dijo que debía reunir animales de
todas las especies por parejas y a su familia
y debía protegerlos subiéndolos al arca.

Cuando Noé tenía 600 años, una lluvia muy


fuerte vino sobre la tierra. Diluvió durante
cuarenta días y cuarenta noches. ¡Toda la
tierra estaba cubierta con agua! Pero Noé, su
familia y los animales estaban seguros dentro
del arca.

Finalmente, dejó de llover. El nivel del agua


bajó. Noé vio el arcoíris en el cielo y Dios le
prometió que nunca volvería a inundar la
tierra.

De Noé aprendemos que “era un hombre


justo y perfecto en su generación”, que
“anduvo con Dios” y fue obediente a los
mandamientos que recibió del Señor (Moisés
8:27).

La obediencia de Noé al Señor es un símbolo


de la obediencia del Señor al Padre Celestial
y es un testimonio de la manera como yo
debo guardar los mandamientos del Señor y
seguir los consejos de mis padres y mis
líderes.

Sé que Dios nos guía. Que Él cumple sus


promesas y si somos obedientes
continuaremos firmes en la senda de los
convenios.

En el nombre de Jesucristo. Amén.

También podría gustarte