Está en la página 1de 1

Comentario de las Dos Erres Miguel Alexander Asig Xol

Sin duda el conflicto armado vivido durante más de tres décadas por la población
guatemalteca es uno de los hechos que más ha incidido negativamente en el
desarrollo del país y en el adecuado desarrollo integral de la población. Dicho
enfrentamiento entre la guerrilla y el ejército nacional, además de otras
instituciones de seguridad del estado, no solamente ha dejado una cantidad
enorme de víctimas.

El caso del parcelamiento de las “Dos Erres”, y la masacre acaecida allí en


diciembre de 1982, es uno de los más emblemáticos y funestos de la historia
reciente de Guatemala. Cientos de personas violentadas en todos los sentidos y
masacradas brutalmente, sin respeto de ningún tipo, ni a mujeres embarazadas, ni
a niños recién nacidos o por nacer; es un vergonzoso hecho que no solamente
debiera tocarnos como guatemaltecos, compatriotas y poseedores de una misma
historia, sino como seres humanos fundamentalmente. Posteriormente a la firma
de la paz en 1995, el gobierno se comprometió a una serie de acuerdos,
orientados a reivindicar y re dignificar a todas aquellas personas que sufrieron
pérdidas de cualquier tipo durante el conflicto armado y en general a la sociedad
guatemalteca. Pasados varios años de la firma la paz los compromisos asumidos
siguen sin cumplirse. De hecho el cumplimiento de los acuerdos de paz y el
“resarcimiento” a las personas afectadas por el conflicto armado, ha sido uno de
los caballitos de batalla de los últimos gobiernos en su búsqueda de votos y en el
afán por aparentar un compromiso ligado al hecho de asumir responsabilidad
sobre los hechos violentos que acaecieron en aquellos años; desde luego todo
esto es una cuestión de forma y muy poco de fondo.

También podría gustarte