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MATA VILLEGAS GABRIEL IGNACIO 2226 PÉREZ CARBALLAL JORDI 2235

VÁZQUEZ PALACIOS SEBASTIÁN 2242 SANTIAGO VÁZQUEZ SALOMÓN 2238


CABRERA CORTÉS ALAN BARUK 2207

Obra Teatral de los 3 Mosqueteros


Salomón: Narrador 1, Porthos, Capitán de Trevil
Jordi: D’artagnan
Sebastián: Padre, Athos
Gabriel: Hombre, Emisario, Aramis
Baruck: Narrador 2

NARRADOR 1: Había una vez, hace muchos años, exactamente en abril de 1625, en una Francia
hermosa y llena de bosques, un joven llamado D’artagnan, originario de la
Gascuña, región al Sur de Francia, quien abandonó su pueblo y se dirigió a la
ciudad de París, con el propósito de cumplir su sueño: formar parte de los
mosqueteros que eran unos grandes esgrimistas que protegían al rey, además
de defender a la princesa de todo malhechor que quisiera hacerle daño.
Llevaba D’artagnan una carta escrita por su papá dirigida a su amigo el Capitán
de Trevil, quien era jefe de los mosqueteros, donde le pedía que aceptara a su
hijo y le enseñara a ser como ellos…

D'ARTAGNAN: ¡Papá, quiero ser mosquetero!


PADRE: ¿Estás seguro?
D'ARTAGNAN: ¡Es de lo único que he estado seguro en toda mi vida!
PADRE: La del mosquetero es una vida peligrosa hijo…
D'ARTAGNAN: Solo siento que estoy vivo para ser mosquetero de la Corte del Rey. Seré el
más valiente de todos. Te lo ruego papá, ayúdame.
PADRE: Muy bien, voy a decirte algo importante entonces, yo conozco al Capitán
de Trevil, jefe de los mosqueteros.
D'ARTAGNAN: ¿En verdad lo conoces?
PADRE: Por supuesto es de Gascuña como nosotros.
D'ARTAGNAN: ¿Crees que podrías escribirle una carta, presentándome?
PADRE: Eso es lo que estaba pensando, la voy a hacer ahora mismo.
NARRADOR 1: El padre de Dartagnan escribe la carta, se la entrega y se despide de él.
DARTANGAN: ¡Adiós padre!
PADRE: Adiós hijo mío, recuerda siempre a Gascuña, tu tierra y siempre honra tu
honor.
(D’artagnan abraza a su padre y se despide)

NARRADOR 1: Dartagnan parte esa mañana camino a París, pensando solo en su objetivo: ser
mosquetero. En el camino llega a una posada, ahí se encuentra con un hombre
de capa negra y una cicatriz en la cara. El hombre le habla:

HOMBRE: Oye muchacho, qué ridículo te ves.


D'ARTAGNAN: No le permito que se burle señor, por favor ¡cállese!
HOMBRE: (risas) ¿Callarme yo?, jajaja, ¿qué te has creído tonto?, Ahora verás,
¡SALGAN TODOS!
NARRADOR 2: En ese momento el lugar se llena de los sirvientes del hombre de la cicatriz
como si lo hubieran estado esperando.
(Duelo)

D'ARTAGNAN: Ven acá cobarde, ahora verás viejo, TOMAA... SON DEMASIADOS…
AHH... ALEJENSE... FUERA., DEJADME, FUERA DE AQUI...

(D'artagnan cae al piso casi inconsciente).

HOMBRE: Pobre tonto, ¿cómo se atreve a desafiarme?, voy a ver que lleva consigo.
NARRADOR 2: El hombre saquea a D'Artagnan y encuentra la carta.
HOMBRE: ¡Ahhh qué interesante, creo que me llevo la carta y este dinero también!

NARRADOR 2: Un poco más tarde Dartagnan se recupera del desmayo.


D'ARTAGNAN: Ahhh ya no tengo ni la carta ni el dinero, pero voy a continuar mi camino,
llegaré a París (sigue con su camino).
NARRADOR 2: ¡Por fin está allí, en París! Dartagnan va directamente al Palacio de Trevil
donde viven los mosqueteros del rey, allí lo recibe su dueño el Capitán de
Trevil.
CAPITAN DE TREVIL: ¿Qué buscas muchacho?
D'ARTAGNAN: Soy D'Artagnan y vengo de Gascuña, mi padre fue su amigo.
CAPITAN DE TREVIL: ¿Tienes cómo comprobarlo, me mandó alguna carta?
D'ARTAGNAN: Síi, pero me la robaron en el camino, lo siento…
CAPITAN DE TREVIL: ¿Cómo voy a saber entonces que me estás diciendo la verdad?
D'ARTAGNAN: Se lo juro Señor, soy D'Artagnan de Gascuña.
CAPITAN DE TREVIL: ¡Dios mío, que pase!
D'ARTAGNAN: ¡No lo puedo creer, son los famosos tres mosqueteros principales, son Athos,
Porthos y Aramis!
CAPITAN DE TREVIL: Sí, son ellos.
D'ARTAGNAN: ¿Sería posible conocerlos?

CAPITAN DE TREVIL: Te los puedo presentar, pero mejor será que los conozcas
mediante un duelo con la espada, ¡heey muchachos aquí hay uno que
dice que es mejor que ustedes, que los puede derrotar en un duelo en un
plis plas!…
D'ARTAGNAN: Señor, pero yo no he dicho eso.
ATHOS: ¿Y quién eres tú?
D'ARTAGNAN: Soy... soy D'Artagnan, de Gascuña.
ATHOS: ¡Vaya, pareces un tipo muy arrogante… Porthos, Aramis
vengan, miren quien está aquí, un muchacho que dice llamarse D’Artagnan y
dice que es de Gascuña!
CAPITAN DE TREVIL: ¡Y asegura que puede derrotar a cualquiera de ustedes!
ATHOS: Muy bien muy bien, un chico tan atrevido lo menos que merece es un poco
de diversión, vamos a divertirnos con él.
D'ARTAGNAN: ¿Qué?
ATHOS: Para ver si así se te quita esa mirada de muchacho ingenuo y tonto que
tienes.

D'ARTAGNAN: No me hable de esa forma señor.

ATHOS: ¿Y por qué no?

D'ARTAGNAN: ¡Vamos... vamos, EN GUARDIA!

ATHOS: ¡El chiquillo está listo para el duelo!


(duelo)
ATHOS: ¿Eso te enseñará tonto arrogante, así que te crees gran espadachín eh?
(duelo)
ATHOS: Vaya muchacho, eres agresivo, ¡muy bien... a ver qué te parece esto!
(duelo)
ATHOS: Así que sabes defenderte, ¡a ver cómo te libras de ésta!
(duelo)
NARRADOR 2: En eso todos los presentes voltean a mirar a la puerta, ha llegado un emisario
de parte del poderosísimo Cardenal Richelieu.
EMISARIO: Quedan todos detenidos señores, somos mensajeros del Cardenal, está
prohibido el duelo, en cualquier momento, por cualquier motivo y en
cualquier parte. Están todos arrestados por orden del Cardenal Richelieu.
CAPITAN DE TREVIL: ¿Cómo te atreves miserable, a decir algo así aquí, en mi propia casa?
EMISARIO: ¡Es la ley!, ¡arréstenlos!
CAPITAN DE TREVIL: ¡MOSQUETEROS, EN GUARDIA, ¡tú también D’Artagnan ahora
eres uno de los nuestros!
EMISARIO: Es la ley, lo manda el cardenal, deben obedecer, cumplir las normas.
CAPITAN DE TREVIL: ¡La ley la dicta la espada bellaco!
ATHOS: ¡Nosotros somos la ley cretinos!
NARRADOR 2: Empieza una batalla entre ambos bandos, de la cual salen victoriosos los
mosqueteros.
EMISARIO: ¡Eyy vámonos!
ATHOS: Eso es, corran, corran cobardes (risas). (jajaja) pobres diablos, pobres
infelices, salieron corriendo como conejos (risas).
Y tú muchacho, ¡peleaste como uno de los nuestros!
D'ARTAGNAN: ¡Gracias Athos!
(abrazo grupal)

PORTHOS: ¡Vamos todos juntos a celebrar, ha sido un buen día!


ATHOS: ¡A celebrar compañeros, por un triunfo más!
ARAMIS: Creo que de ahora en adelante tenemos un nuevo mosquetero señores.
PORTHOS: ¿Vamos a aceptarlo así de rápido?
D'ARTAGNAN: Tal vez no sea un mosquetero, pero soy un aprendiz, de ustedes tres.
ARAMIS: Seremos ahora un grupo de cuatro hermanos.
CAPITAN DE TREVIL: Muy bien ¿y cuál va a ser su lema?
D'ARTAGNAN: ¿Lema?
CAPITAN DE TREVIL: Tu grito de triunfo.
D'ARTAGNAN: ¡Yo lo sé!
ARAMIS: ¿Y cuál es?
D'ARTAGNAN: ¡Todos para uno y uno para todos!
CAPITAN DE TREVIL: ¡Sí!, me parece muy bien, digamos todos al mismo tiempo:
MOSQUETEROS: ¡Todos para uno y uno para todos!

NARRADOR 2: Los 3 mosqueteros, que siempre fueron 4, siguen siglo y medio después de
haber nacido jóvenes y dispuestos a montar a caballo y salir por los caminos
del mundo con la espada en la mano para combatir las villanías y hacer
triunfar el bien y la verdad.
Esta obra escrita por Alejandro Dumas enaltece los valores de valentía,
honestidad, ideales que encarnan lo mejor del espíritu humano: el amor a la
justicia y a la verdad por encima de cualquier otro sentimiento y que al mismo
tiempo que son héroes en una noble causa gozan con todo lo que hacen
cruzando sus espadas con los enemigos, pero también disfrutando de una gran
amistad.

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