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CLASES DE DIVORCIO:

1. DIVORCIO-SANCIÓN: se busca al cónyuge culpable de conductas que atentan los


deberes del matrimonio y se le aplican sanciones castigándolo. Las encontramos en las
casuales 1 al 10 del artículo 333° del Código Civil.

Se dice que el Divorcio es una sanción contra el cónyuge que ha incurrido en alguna de
las causales expresamente determinadas por el legislador. Los términos "culpa”,
"cónyuge inocente" y "cónyuge culpable" se desprenden en los artículos 335, 340, 343,
350, 351, 352 Y 354 del Código Civil de 1984.

2. DIVORCIO-REMEDIO: procede en los casos que la vida en común sea imposible por
causa de uno o ambos cónyuges o sin culpa de ninguno de los cónyuges. no se busca un
culpable, sino enfrentar una situación de separación o conflicto ya existente, donde se
incumplen los deberes del matrimonio.

Hoy en día, las nuevas ideas sobre el divorcio son las de entenderlo no como una
sanción, sino como un remedio a un hecho tan terrible, pero a la vez tan humano, como
el de la ruptura irreversible del matrimonio. Esta posición parte de reconocer "desde un
punto de vista científico-sicológico que es difícil o muy excepcional que el marido o la
mujer, que a menudo son también padre y madre, tengan talo cual comportamiento en la
vida conyugal solamente como consecuencia de maldad o bondad y que, por tanto,
merezcan un premio o un castigo. El matrimonio se asienta en la relación amorosa entre
un hombre y una mujer con todas sus derivaciones sentimentales y sexuales, siempre
complejas las que están marcados por sutiles y complicados mecanismos síquicos,
sexuales y emocionales en los cuales es dificilísimo hablar de culpa de éste o de aquél".
Con respecto a las causales de divorcio, éstas no pueden determinarse objetivamente
como si estuviéramos ante un contrato donde es posible establecer los criterios de
incumplimiento y resolución, y por otro lado, las mismas son "casi siempre la
exteriorización de un estado de cosas que lo han hecho posible. Son un síntoma de un
quiebre y no la causa de él"

Siguiendo esta nueva doctrina, no es que se permita el divorcio libre. El Estado y la


sociedad tienen un interés legítimo en proteger al matrimonio, pero obviamente al
matrimonio sano o al menos al que puede ser salvado, y para cumplir ese fin es que se
le confiere al juez el importante mandato de que, ante una demanda de divorcio, éste
verifique si realmente dicha relación se ha roto irreversiblemente, y no simplemente
detenerse en "el hecho puntual en que ella se exteriorizó y que las leyes han llamado
"causales de divorcio".

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