El gusano arcoíris

Había una vez un gusano llamado Gusano que tenía una misión muy importante: era el defen-
sor de los colores del arcoíris, el encargado de hacer que todos se encontraran siempre
resplandecientes para que el arcoíris pudiera salir cuando fuera el momento adecuado. Vivía
muy feliz haciendo su trabajo y respetando a todos los animales y plantas del bosque.

Un día, paseando por el campo de amapolas, encontró a dos conejos juguetones correteando
entre las flores. Saltaban y jugaban entre ellas, sin darse cuenta de que iban demasiado rápido
para parar, y de repente…¡Crash! Uno de los conejos cayó encima de las amapolas rompiendo
varias de ellas. Los conejos no le dieron importancia y siguieron jugando. Gusano se preocupó
mucho al verlo, y de pronto: ¡Clin! Una parte de su cuerpo perdió su color rojo como la amapo-
la…Gusano, sin saber qué hacer, prosiguió su camino.

Después de mucho andar, encontró un oso comiendo una miel naranja deliciosa. Como
Gusano estaba hambriento, le pidió un poco para poder seguir. Aunque el oso tenía suficiente
miel para que comieran los dos, no quiso compartirla con él. Gusano se sintió triste, y de
nuevo: ¡Clin! Su cuerpo volvió a perder un color, el naranja de color de la miel. Gusano empezó
a inquietarse, pero decidió seguir su camino.

Gusano llegó a un gallinero y pensó: “descansaré un poco, a lo mejor así recupero los colores
que he perdido”. Cuando se tumbó, vio como unos pollitos amarillos peleaban por ser los
primeros en la fila para seguir a su mamá. Ninguno quería dejar a los demás ponerse en la fila,
y se picaban los unos a los otros. Esta actitud de los pollitos enfadó al gusano y ¡Clin! ¡Otra vez
sucedió! Gusano volvió a perder un color, esta vez fue el amarillo como los pollitos, y decidió
buscar ayuda para el problema que tenía.

En su camino encontró a otro gusano verde y pensó que a lo mejor él sabría qué hacer para
ayudarle. Sin embargo, el gusano verde al verlo comenzó a hacerle burlas por faltarle colores.

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Se rió de nuestro amigo Gusano y éste se puso realmente triste, no comprendía por qué otro
compañero se reía de su problema. ¡Clin! Con la primera lágrima de Gusano desapareció su
color verde. No quiso quedarse más tiempo allí.

Gusano no podía creer lo que le estaba pasando. Paró a beber agua en un río cercano. Mien-
tras bebía en el agua limpia que reflejaba el azul del cielo, llegaron unos niños que comenzaron
a tirar basura en el río. Tan pronto como Gusano lo vio: ¡Clin! El color azul celeste de su cuerpo
también desapareció. Se fue rápido porque no le parecía que los niños estuvieran haciendo
bien las cosas.

Gusano seguía buscando ayuda y encontró a la Señora Mariposa, que tenía las alas azules
oscuras, bajo una seta durmiendo la siesta. La Señora Mariposa tenía fama de ser muy sabia y
pensó que sería perfecta para ayudarle, así que se acercó a ella con mucha delicadeza para
contarle su problema, pero Mariposa se enfadó mucho al ser despertada, no quiso ayudarlo,
salió volando y ¡Clin! El cuerpo de nuestro amigo Gusano perdió su color azul oscuro.

- “¡Ay,ay,ay! Qué va a ser de mí”- decía Gusano. – “Ya no podré ayudar al arcoíris”. Mientras
lloraba por todo lo que le estaba pasando, un camaleón que pasaba por allí le preguntó: “¿Qué
te ocurre amigo?”. Gusano le contó la historia paso a paso de cómo había perdido los colores.
Cuando terminó de contarla, el camaleón le hizo la siguiente pregunta a Gusano: “¿Cómo has
actuado ante todas las situaciones que te has ido encontrando? ¿Has intentado solucionarlo?”

Gusano se quedó pensativo, y se descubrió que no había actuado bien yéndose en todas las
situaciones, que tenía que haber actuado, pero… ¿Cómo? ¿Queréis ayudar a Gusano a actuar
correctamente en prosocial y recuperar sus colores?

Autora: María Teresa Muñoz González

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