El cambio climático es uno de los mayores desafíos que enfrenta nuestro planeta.

Los niveles
crecientes de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera están
causando un calentamiento global que amenaza con grandes consecuencias para los ecosistemas y
la vida humana.

La causa principal del cambio climático es la quema de combustibles fósiles como el petróleo, el
carbón y el gas natural para energía y transporte. Estas actividades han liberado grandes cantidades
de carbono almacenado dentro de la Tierra durante millones de años. La concentración de dióxido
de carbono en la atmósfera ha aumentado más de un 40% desde la revolución industrial y sigue
aumentando a un ritmo alarmante.

El aumento de las temperaturas medias globales debido al efecto invernadero ya está teniendo un
impacto en todo el mundo. Desde la subida del nivel del mar y la acidificación de los océanos hasta
el aumento de las inundaciones, los incendios forestales, las olas de calor y la escasez de agua, el
calentamiento global está desestabilizando ecosistemas enteros.

Para evitar las peores consecuencias del cambio climático, necesitamos reducir drásticamente las
emisiones de gases de efecto invernadero en las próximas décadas. Esto requerirá un rápido cambio
hacia fuentes de energía renovables como la energía eólica y solar. También debemos mejorar la
eficiencia energética de nuestros hogares, edificios y sistemas de transporte.

El cambio climático es el mayor desafío medioambiental al que nos enfrentamos, pero también
brinda una oportunidad para construir una economía más sostenible e impulsada por energías
renovables. La acción ahora puede ayudar a evitar consecuencias catastróficas y crear comunidades
más resilientes para las generaciones futuras.