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Texto Reflexivo
Texto Reflexivo
Quisiera seguir esta idea con una frase que he escuchado una que otra vez en clases
de lengua castellana: “ningún texto es del todo objetivo”, puesto que considero que no puede
ser más perfecta para ilustrar la situación actual. ¿Por qué? Estar en un espacio abierto como
lo es la universidad, rodeado de todo tipo de seres humanos con diferentes personalidades y
cualidades, abre paso a la creatividad y a la imaginación que se ve reflejada en nuestros textos
y los hace únicos. Se podría decir que estar encerrados anula completamente esto, que ya no
habrá una fuente de inspiración, pero tengo razones para pensar que en realidad puede llegar
a ser lo opuesto.
Me remitiré, nuevamente, a otra frase, un poco cliché, pero igual de aplicable: “nunca
sabes lo que tienes hasta que lo pierdes”. Y, ¿qué es exactamente lo que perdimos? En pocas
palabras, estar afuera. Ya no podemos crear memorias con experiencias vividas en el exterior,
ahora tenemos que conformarnos con recordar estas memorias y revivirlas nuevamente en
nuestra cabeza. ¿Y qué significa esto para mi proceso de escritura? Para mí esto es un nuevo
espacio de reflexión, un momento de pausa que me permite, valga la redundancia, reflexionar
sobre todas las experiencias que me han formado como persona, experiencias que le agregan
ese toque de “Laura Restrepo” a mis textos. Esta cuarentena significa un proceso de
introspección en el que me puedo conocer mejor, en el que puedo recordar lo que he vivido
y hacer que lo que escribo realmente refleje quién soy.
Laura María Restrepo Palomino - 202013289
Ahora, me gustaría terminar con que al principio de toda esta locura llamada
coronavirus, varios artículos salieron en los que se le comparaba con la peste negra, pero no
necesariamente por la enfermedad, sino por las grandes creaciones que trajo después de la
tragedia. Esto es porque el Renacimiento es considerado el producto de la desgracia que fue
la peste, gracias a un gran cambio en la manera de percibir el mundo después de semejante
evento. Algo similar podría suceder cuando todo esto acabe. Tal vez no a gran escala, puesto
que el mundo actual no le da importancia a las artes como el mundo hace 500 años, pero sí
podría haber un cambio en algo tan sencillo como es la manera en que escribo. Espero que la
virtualidad y todo lo que significa cambie mi percepción sobre mi entorno, y me permita
valorar y cuidar mucho más cada palabra que escriba, para que cada texto salga
verdaderamente de mi corazón y sea justo con lo que pienso.