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María Parado de Bellido fue una mujer patriota peruana que ayudó a la causa independentista proporcionando información de inteligencia al ejército patriota. Su hijo fue encarcelado y ejecutado por los realistas en 1822, lo que la motivó a unirse al movimiento de independencia. A pesar de ser analfabeta, dictaba cartas a un amigo para comunicarse con su esposo, quien transmitía la información a los patriotas. Sus esfuerzos ayudaron a evacuar un pueblo ante un ataque planeado. Fue capt
María Parado de Bellido fue una mujer patriota peruana que ayudó a la causa independentista proporcionando información de inteligencia al ejército patriota. Su hijo fue encarcelado y ejecutado por los realistas en 1822, lo que la motivó a unirse al movimiento de independencia. A pesar de ser analfabeta, dictaba cartas a un amigo para comunicarse con su esposo, quien transmitía la información a los patriotas. Sus esfuerzos ayudaron a evacuar un pueblo ante un ataque planeado. Fue capt
María Parado de Bellido fue una mujer patriota peruana que ayudó a la causa independentista proporcionando información de inteligencia al ejército patriota. Su hijo fue encarcelado y ejecutado por los realistas en 1822, lo que la motivó a unirse al movimiento de independencia. A pesar de ser analfabeta, dictaba cartas a un amigo para comunicarse con su esposo, quien transmitía la información a los patriotas. Sus esfuerzos ayudaron a evacuar un pueblo ante un ataque planeado. Fue capt
¡Allinllachu! Buenas tardes, mi nombre es María Parado Bellido.
Nací un 5 de julio de 1761 en Huamanga. Cuando tenía quince años contraje matrimonio con Mariano Bellido. En 1820 parte de mi familia se unió al grupo de patriotas con el fin de derrotar al ejército realista, mi esposo e hijos actuaron como correos del ejército y su principal misión consistía en dar a conocer los movimientos de las tropas realistas. En 1822 mi amado hijo, Tomas, fue encarcelado y fusilado por los realistas. La terrible pérdida de mi hijo me provocó una profunda tristeza y me marcó para siempre; sin embargo, este hecho me motivó a unirme al movimiento patriota y colaborar con mi esposo en las tareas de espionaje. Yo, como muchas mujeres de mi época, soy analfabeta debido a la poca educación que recibimos las mujeres, así que le dictaba las cartas dirigidas a mi esposo a un amigo de confianza que también se encargaba de llevar la información al cuartel del guerrillero patriota, Cayetano Quiroz. Gracias a todo mi esfuerzo y empeño los patriotas se enteraron a tiempo de la planeada incursión de los realistas al pueblo de Quilcamachay y la localidad fue evacuada. Sin embargo, un día ocurrió una tragedia: Mi gran amigo, Matías Madrid, fue capturado por unos sacerdotes leales al virrey, que lo llevaron al general Carratalá. Fue así como él se enteró de mi actividad como espía ya que una de las cartas llevaba mi firma. Me capturaron cuando estaba en compañía de mis hijas y me llevaron al general donde trataron de hacer que delate a los patriotas. Me torturaron de muchas formas e incluso amenazaron con quemar mi vivienda, pero yo jamás los delaté, yo nunca traicionaría a mi patria y si tenía que morir defendiéndola, lo haría. Debido a mi actitud renuente me condenaron a morir fusilada el primer día de mayo, pero yo no tengo miedo a lo que me pueda pasar. Yo moriré sabiendo que hice lo correcto y que fui una mujer fuerte, valiente y tenaz y que di todo de mí para liberar a mi país. Gracias.