Talleres psicoeducativos: según la organización mundial de la salud se necesitan llevar a cabo
intervenciones de promoción y de prevención en salud mental. Los talleres, como intervención psicoeducativa, propician un contexto de aprendizaje cuyo principal objetivo es facilitar el cambio cognitivo y fomentar el desarrollo de estrategias de afrontamiento más saludables. Conceptos básicos en el diseño de talleres psicoeducativos: Definición: experiencia grupal en la cual los participantes interactúan entre sí, en torno a una tarea específica, tomando un rol protagónico de su aprendizaje. Taller psicoeducativo: posee objetivos que tienden a ser específicos, mediables y están especificados antes del inicio del taller, siendo iguales para todo grupo, lo cual no significa que no se respeten los ritmos individuales. Psicoterapia grupal: tiene objetivos relacionados con las problemáticas de los diferentes integrantes del grupo, lo cual tiene que ver con aspectos de la dinámica de la personalidad y del yo de sus participantes. Sus fines son más terapéuticos, en los talleres suele ser preventivo. Número de participantes: grupos pequeños de 6-20 personas, conducidos por un líder que ejerce el rol facilitados del grupo, quien es el responsable de velar porque se logren los objetivos para los cuales el grupo se ha conformado. Rol del conductor del grupo: el conductor del taller es aquel que en uno u otro momento ayuda al grupo a funcionar, es decir cumplir los objetivos que le permiten funcionar. Su rol como líder es alentar, estimular a los otros que le sigan, identificarse con el grupo y ser el alma o espíritu del grupo. Existen dos tipos de facilitador el directo y el democrático, el directo es quien toma las decisiones, da órdenes y normas en cambio el democrático confía en la capacidad de su grupo, favorece discusiones y pide e toma en cuenta las opiniones. Tipos de talleres psicoeducativos: para diferenciar los talleres psicoeducativos tenemos que tomar en cuenta el número de participantes, el tipo de conducción del líder, el cambio que propician los participantes y también que existen talleres largos y cortos. Posibilidad de continuidad y replicabilidad: es un elemento especialmente importante, por esto resulta relevante plantear junto al taller posibilidades para su continuidad y replicabilidad, por ejemplo buscando colaboración de otros actores de mayor pertenencia en la organización o que están en contacto constante con los beneficiarios, por eso debemos crear talleres lo más simple y claros para que puedan ser entendidos por otros profesionales; también podemos contemplar de capacitación a otras personas que puedan ejercer de monitores de futuros talleres. Partes de un taller psicoeducativo Metas del taller psicoeducativo: lograr cambios (conocimientos, actitudes, valores, etc.), prevenir factores de riesgo, generar ambientes sanos, promover factores de protección, empoderar para tomar decisiones y construir redes de apoyo. Fundamentación del taller: diagnóstico de necesidad, la planificación y evaluación es fundamental para una buena realización de los talleres. La planificación inicial del taller puede ir sufriendo modificaciones en el transcurso de la puesta en marcha de las sesiones, a partir de las evaluaciones que se van realizando sesión a sesión. Sin embargo, estos cambios tienden a centrarse en las actividades elegidas, tiempos de ejecución y materiales, más que en los objetivos.