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Este documento presenta un diálogo entre Sócrates, Teodoro y un extranjero filósofo de Elea. Sócrates bromea sugiriendo que el extranjero podría ser un dios que ha venido a observarlos y refutarlos si son débiles en sus argumentos. Teodoro responde que el extranjero es modesto y no es un dios, sino más bien divino por su condición de filósofo.
Este documento presenta un diálogo entre Sócrates, Teodoro y un extranjero filósofo de Elea. Sócrates bromea sugiriendo que el extranjero podría ser un dios que ha venido a observarlos y refutarlos si son débiles en sus argumentos. Teodoro responde que el extranjero es modesto y no es un dios, sino más bien divino por su condición de filósofo.
Este documento presenta un diálogo entre Sócrates, Teodoro y un extranjero filósofo de Elea. Sócrates bromea sugiriendo que el extranjero podría ser un dios que ha venido a observarlos y refutarlos si son débiles en sus argumentos. Teodoro responde que el extranjero es modesto y no es un dios, sino más bien divino por su condición de filósofo.
Teod. Según lo acordado ayer, Sócrates, puntualmente
estamos aquí y llevamos a éste, un extranjero, asimismo natural de Elea, cercano al círculo de Parménides como de Zenón; pero lo mejor de todo, este hombre es un filósofo.
Sóc. Acaso, Teodoro, ¿no se te pasó por alto que, no un
visitante, sino un dios, es el que traes, como dice Homero? Éste afirmaba que, cuantos participan con los hombres del respeto a la justicia, son varios dioses; y así también, de modo especial, el dios convertido en un guardián de los extranjeros, al observar los excesos y las buenas costumbres entre los hombres. Por ende, quizá también a ti alguno te siguiera el paso, éste entre los más fuertes; será vigilante y nos refutará, siendo nosotros débiles en los argumentos, el dios que es un refutador.
Teod. No es este, Sócrates, el carácter del extranjero, sino
que es el más modesto entre los que se han aplicado con ahínco en torno a los debates. Y me parece que, en absoluto, ningún hombre ha de ser un dios; no obstante, es un dios: en efecto, yo me dirijo a todos los filósofos en cuanto tales.