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COLEGIO EKKLESIA

LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA


Plan lector
Docente: Cristian E. Jiménez
Nombre: Sergio Sánchez
Grado: Noveno
Libro: Ética para Amador
Autor: Fernando Savater
Capítulo V. ¡Despierta, baby!
Ensayo:
Al inicio de este capítulo nos recuerdan a los dos personajes mencionados anteriormente en el
libro, Esaú y Kane, ambos buscaban darse la buena vida, por un placer momentáneo o por la
ambición a costa de las relaciones personales. Las decisiones que tomaron finalmente no los
dejaron satisfechos.

Esaú y Kane sacrificaron demasiados aspectos importantes de sus vidas, sin darse cuenta que
la existencia es mucho más simple, si afrontamos las complicaciones con sencillez.

Cuando tratamos de hacer de lo difícil algo simple, simplemente acortamos la agonía. Con esto
no quiero decir que, que debe parecerse agradable o hacerme feliz los problemas o
contratiempos que se presenten en la vida, pero si deben empujarnos a seguir adelante y
lograr más.

Si nuestras pertenencias fueron robadas, obviamente esto no puede hacernos feliz, pues sería
un duro golpe. Pero si esto nos llena de energía y empuje para poseer más de lo que se perdió,
puede verse como algo positivo.

No debes dejarte engañar por la necesidad de tener cosas, incluso si son las mejores del
mundo, porque el ser humano no necesita solo de cosas para vivir. De igual manera los demás
requieren de nuestro buen trato y no ser tratados como cosas, pues todos aprenden a tratar
como son tratados.

Se debe recordar que no es necesario tener todo para ser felices, como Kane que centró su
vida en obtener cosas y al final no le faltaba nada material, pero no presto atención a que le
faltaba lo más importante, no tenía amigos, afectos, no tenía a nadie.

Esa atención que muchas veces no prestamos, es esencial para alcanzar esa buena vida que
queremos, pues no todo da igual, aunque antes o después tengamos que morir. No puede
darnos igual tener una buena vida o no, debemos aprender a respetar y a comprender a los
otros, tratar a las personas bien, para ser queridos.

Esto no significa vivir para complacer a otros o perder nuestra libertad, por el contrario, es
darle el uso adecuado a ese derecho tan importante e invaluable. La vida no consiste solo en
seguir órdenes, en obedecer o desobedecer, si no en comprender lo que hará de nuestra
existencia una «buena vida». Ninguna persona puede dar lo que no tiene.

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