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UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

Centro de Estudios de Postgrado de la Facultad de Humanidades y Educación


Instituto de Filosofía
Andrés Goldstein
agoldstein465@gmail.com

LAS MIRADAS SOBRE EL ATLÁNTICO DURANTE EL PROCESO DE


DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA EN VENEZUELA.

Resumen:

La historia del mundo atlántico es una de las más ricas en perspectivas actualmente,
gracias a su comprensión de la variedad de culturas inmersas en el espacio atlántico, en los
inicios de la modernidad, y permitiendo, en una larga duración de tiempo, el intercambio
cultural entre las distintas nacionalidades de las gentes que viajaba al continente americano.
Gracias a esta realidad, hay una serie de problemáticas inmersas en la historia del mundo
atlántico, surgidas por la historiografía disponible, las cuales deben abordarse para tener
una mejor visión del conjunto de estos hechos, entre ellos, resalta las diferencias entre las
representaciones existentes entre viajeros y cronistas que visitaron América, y en
especialmente el caso de Venezuela durante el período de los Welsers, donde coexistió la
empresa española y germana en las costas caribeñas venezolanas. Es por ello, que esta
investigación busca hacer una primera aproximación a los conceptos de viajero y cronista,
durante el siglo XVI y XVII, para así ver las similitudes y diferencias entre ellos, y poder
aclarar una realidad histórica, donde convivieron distintas visiones del proceso de
descubrimiento, conquista y colonización del continente americano. Para ello, vamos a
aproximarnos a la obra del viajero alemán Nicolas Federmann, quien formó parte de la
empresa germana en la región falconiana de Venezuela, y compararla con la visión del
funcionario, académico y cronista bogotano José Oviedo y Baños. Concretando así los fines
de este trabajo, presentar un tema cuadro donde se quiere ver en una primera instancia, la
formación del mundo atlántico como un proceso multicultural, que tiene muchos matices
dentro de variables comunes, en segunda instancia, ver historiográficamente los cambios
que en las narrativas de los dos autores, para así, tener una mayor comprensión de las
diferencias categóricas entre los viajeros y los cronistas, y en conclusión, poder hacer una
primera aproximación a uno de los problemas epistemológicos de la conquista, y que dentro
de la perspectiva de la historia atlántica, es importante revisar por la visión de conjunto que
la caracteriza.

Palabras Clave: Historia Atlántica, Viajeros, Cronistas, Nicolás Federmann, José Oviedo y
Baños.

INTRODUCCIÓN:

Cuando empezamos la aproximación a la historia de América, lo primero que llama la


atención es la compleja relación existente con Europa, que desde 1492 va a empezar a

1
crecer con una serie de procesos que empiezan por el aprendizaje, control, poblamiento,
mestizaje y dominio. Por consecuencia, van a surgir en un largo período de tiempo, nuevas
sociedades con rasgos culturales antagónicos, que en un largo tiempo van a constituirse
como distintos Estados, que van a compartir ciertos elementos como el lenguaje, la historia,
los orígenes poblacionales y en algunos casos elementos ideológicos.
Esta característica de la historia americana, muestra una variedad cromática muy
particular, que es el reflejo de la realidad variopinta de cada sociedad del continente
Americano, con una multitud de visiones sobre el pasado, algunas de ellas se enfocan en los
elementos microscópicos de la cultura y la sociedad local, mientras que otros ven los
objetos de forma macroscópica y amplia 1. Sin embargo, en todas se encuentras de una u
otra manera, como un evento trascendental para la historia de occidente y del mundo, que el
hombre blanco aprendió que existe otras tierras hacia el oeste en 1492.
Gracias a que la historia de América puede verde con varios matices que van desde la
localidad, lo regional, continental y europeo, hay varias tendencias historiográficas sobre la
historia de América, las cuales juegan, como lo hace un optometrista, con distintas
graduaciones al cristal, para aclarar los hechos del pasado2. Entre ellas las más recientes
perspectivas han puesto en duda ciertas afirmaciones de los hoy clásicos de la historia
americana, que se enfocaron en los procesos nacionales para explicar los procesos que
ocurren entre los siglos XV al XIX. Entre ellos, destacan las teorías de dos escuelas que
tienen una particular forma de explicar la relación histórica con Europa, ellas son las
Revoluciones Atlánticas, y el Mundo Atlántico3, Cuyos exponentes son R.R. Palmer y
Bernanrd Bailyn respectivamente.
Dentro de este espectro de matices que forman la historia del mundo atlántico, existe la
cultura Hispanoamérica, que se caracteriza por una tenue, pero clara diversidad cultural,
donde se ven inmersos distintas gentes del mediterráneo y Europa central, quienes van a
conformar una masa social, muy diversa, que va ir hacia las nuevas tierras con misiones
muy diferentes. Y que una vez las coronas de las principales potencias occidentales del
siglo XVI reclaman sus derechos sobre las nuevas tierras, empieza un tráfico en el
1
Edmundo O’Gorman.
2
Ots Capdequi.
3
Oscaldo Barrenche.
2
Atlántico cuyos fines eran políticos, pero también era lograr una empresa sin precedentes
para las naciones cristianas, la conquista y colonización de un continente. Para ello, durante
el siglo XVI, y después de firmar el tratado de Tordesillas, empiezan las coronas de España
y Portugal la tarea de conocer la naturaleza de los nuevos territorios, para su población y
aprovechamiento de los recursos.
Los Austrias, poseedores de las coronas unificadas de España, encomiendan esta tarea
a viajeros y cronistas, con el fin de obtener información que hiciera posible la aventura de
la colonización4. En consecuencia, las representaciones sobre América van a ser distintas. Y
a pesar de las diferencias, las dos visiones lograron el cometido encargado por la
monarquía, sirviendo no solo para aprender sobre las nuevas tierras, sino, para fomentar el
proceso de población que va ser posterior.
Esta literatura, que va a generarse de los viajes y las crónicas sobre el descubrimiento y
población de América, va a lograr sus fines. Sin embargo, las diferencias gnociológias entre
viajeros y cronistas van a marcar la historia del período hispánico. Es por ello, que para
comprender los albores del mundo atlántico, es importante hacer algunas precisiones
conceptuales que ayuden a la comprensión de una realidad histórica multicultural.
En una primera instancia, las diferencias entre el viajero y el cronista parecen obvias,
pues los espíritus de la aventura de los primeros años de la empresa americana acompañan
a Américo Vespucio, Pero Álvarez Cabral, Andrés Niño, Bartolomé Ruiz, Alonzo Vélez de
Mendoza, Diego García de Moguer, Juan Ladrillero, y muchos más, fueron poco a poco
registrando los nuevos descubrimientos, hasta el punto de permitir a Magallanes y Elcano
hacer la primera circunnavegación del mundo.
Mientras que los cronistas, estaban más cercanos a una visión religiosa y
administrativa del Estado, en especial los primeros, quienes eran miembros de la iglesia o
de alguna orden clerical, resaltando Bartolomé de las Casas, Fernando de Alva, Inca
Garcilaso de la Vega, Francisco López de Gomorra, fray Diego Duran, Francisco Ximenes
de Quesada, entre otros.
Estas distintas visiones del proceso de formación de las colonias hispanoamericanas,
caracterizadas por un complejo sistema político administrativo, diáfano a la realidad social,

4
Graciela Soriano
3
material y económica de América, termina montando unos esquemas historiográficos que
van a llevar a una serie de mitificaciones sobre la historia americana. Es decir, las leyendas
negra y dorada, han sido cosmovisiones empleadas para la crítica a la historia americana, y
es por ello, que para superarlas es necesario una hacer una revisión conceptual a los
conceptos de viajero y cronistas para lograr una precisión epistemológica clara, donde
exista una postura objetiva sobre la realidad histórica de este período de tiempo.
Es así como las preguntas: ¿Qué diferencias hay entre las fuentes dejadas por los
viajeros y cronistas de indias? ¿cómo fue la coexistencia de ellos en el territorio? ¿cuáles
son las perspectivas que tienen sobre América? ¿Cuándo están presentes en la
historiografía? ¿Por qué hay tantas diferencias entre ellos? Para poder responder estas
interrogantes, vamos a tomar dos casos, el primero será el explorador y viajero alemán que
representó a los Welsers y a la corona española Nicolás Federmann, cuya obra Historia
Indiana hace un recorrido en su memoria sobre su experiencia en la provincia de Coro en el
siglo XVI. Comparándola con la obra Historia de la Conquista y Población de la Provincia
de Venezuela del bogotano José Oviedo y Baños del siglo XVII. Para así, poder ver con
mayor claridad, las diferencias que pueden existir entre ellos dos.
LOS PRIMEROS VIAJES
Uno de los problemas que refuerzan los dos mitos que marcan la historia americana de
las leyendas negra y dorada, es que las fuentes de viajeros y cronistas son el reflejo de la
conciencia del Renacimiento5. Parece que la escolástica se encontraba en un momento de
renovación, donde las nuevas ideas astronómicas de Nicolás de Cusa y Copérnico se
discutían, la mayoría de ellos anclados en la visión canónica de la Iglesia Católica,
defendiendo el geocentrismo. Sin embargo, fueron lo suficientemente importantes para que
se diera un giro a las ciencias.
Una de las características gnociológicas de ese tiempo, eran métodos deductivos,
desarrollados por Aristóteles, Robert Grosseteste, Roger Bacon, Duns Escoto, Ockham 6,
dieron cuerpo a toda una teoría para la comprobación de las hipótesis. Sin estas
herramientas sistemáticas de generar conocimiento, y que influyeron en las teorías sobre la

5
Alexander Koyre
6
John Losee
4
tierra de importantes exploradores y viajeros como: Guillermo el Navegante y en menor
Medida Cristóbal Colón, quien se embarcó en el viaje con el fin supremo de demostrar que
la tierra era redonda.
Así, se puede ver que una de las características más importantes de la conciencia de los
europeos en el momento del descubrimiento es la deducción de efectos, desde la
observación de los objetos. Que será uno de los motivos por el cuál muchos viajeros
realizaron mapas detallados de sus observaciones, resaltando los accidentes geográficos del
espacio, la fauna y flora, y por supuesto, los asentamientos indígenas con algunas
características.
Otro elemento general importante es la concepción del tiempo, la mayoría de los
viajeros que recorrían el largo trayecto por el Atlántico, organizaban sus vidas por el pasar
de los días, del cambio en la naturaleza que marcaban las temporadas. Quienes se
embarcaban en los barcos que cruzaban el Atlántico, enfrentaban todo el poder de la
naturaleza, en especial el paso del tiempo 7, donde los largos días en el mar eran causa de
grandes angustias por los marinos al ver escasear el agua dulce, y los insumos para lograr
con éxito el temerario cruce del mar. Además, como la sociedad europea del siglo XV no
había dominado el concepto abstracto del tiempo, y dependían aún de los cambios en el
espacio, no era fácil para los europeos adaptarse al entorno selvático tropical que existe en
el caribe. Es por eso que los primeros años, reina un enfoque naturalista en las cartas que
escribieron reportando sobre sus viajes al Rey.
Por último, las bases cristianas que se habían expandido por toda Europa, donde se
establecen una serie de valores comunes, marca una idea temprana de cultura, marcado las
enseñanzas del evangelio. Esta base será una carga conceptual llevada a las Indias por los
europeos de dos formas, la primera como evangelización a las distintas culturas originales
del continente, el segundo, como fondo de las sociedades que empezaron a establecerse y
hacer vida en el territorio. Las nuevas organizaciones de las comunidades hispanas estaban
marcada por los valores cristianos, donde durante los primeros años van a organizarse
copiando las ciudades y comunidades de España.
LAS FORMAS DE LAS AMÉRICAS

7
Jacques Attali
5
DOS RETRATOS DE AMÉRICA

CONCLUSIONES

FUENTES CONSULTADAS

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