Reproducción

El sistema reproductor es el que nos permite tener niños, tener descendencia. Durante
el periodo llamado pubertad - a partir de los doce años - este sistema se desarrolla. Por
tanto, a partir de ese momento, ya podemos reproducirnos. El sistema reproductor
femenino produce óvulos, mientras que el masculino produce espermatozoides. Cuando
un óvulo y un espermatozoide se unen, tiene lugar la fertilización. Entonces, ese óvulo
fertilizado comienza a desarrollarse y forma un feto dentro del útero de la mujer. Tras
nueve meses - aunque a veces nacen bebés sietemesinos, y también ochomesinos -
ese feto se ha desarrollado y tiene lugar el alumbramiento; o sea, nace el bebé.
Relación.
Algunos de los sistemas que conforman nuestro organismo nos sirven para detectar la
información que nos rodea y reaccionar a dicha información.
Por ejemplo, podemos detectar información del medio ambiente que nos rodea a través
de los órganos de los sentidos. Toda esa información se envía al cerebro gracias al
sistema nervioso. Lo hace mediante transmisiones eléctricas, como vimos el año
pasado.
El sistema óseo-esquelético y el muscular forman parte del llamado sistema locomotor,
esto es, con el que nos movemos. El funcionamiento es bien simple: el cerebro procesa
información y envía una serie de señales nerviosas al sistema locomotor. Y así nos
movemos.
Otro sistema, el endocrino, produce las hormonas - como la adrenalina o la
testosterona - que le indican al cerebro cómo reaccionar ante diferentes estímulos o
situaciones de la vida. Esta es la razón por la que estas sustancias pueden hacernos
sentir asustados, felices, relajados o muy estresados. Todo depende de la creación y
producción de dichas hormonas.