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Origen de la Tierra

Hasta el momento, el planeta Tierra es considerado como el único en todo el sistema


solar que ha sido capaz de atravesar diversos procesos que tuvieron como resultado el
surgimiento de vida. Sin embargo, para comprender el origen de la vida, primero debemos
partir desde el origen del planeta Tierra, para lo que habrá que retroceder muchos años en el
tiempo.

En un principio, el efecto de la gravedad convirtió el polvo en rocas, éstas


comenzaron la formación de la Tierra, así como la de los demás planetas que orbitan
alrededor del Sol. Al comienzo de su formación, la Tierra carecía de aire, presentaba
temperaturas arriba de los 1200 °C. Básicamente era una roca líquida, a base de dióxido de
carbono, nitrógeno y vapor de agua, sin superficies, similar a un océano de lava.

Con el paso del tiempo, un planeta llamado Theia se estrelló con la Tierra,
deformando su superficie, provocando que a partir de la onda expansiva de tal colisión,
billones de toneladas de escombros quedaran esparcidos en el espacio, para después formar
un anillo de polvo rojo caliente, de éste se originó la Luna.

La Tierra comenzó un proceso de enfriado, hasta que, aconteció una lluvia de


meteoritos, mismos que contenían cristales con partículas de agua dentro de ellos. El
bombardeo de estos meteoritos durante mas de 20 millones de años hizo que las
temperaturas bajaran y el núcleo quedara cubierto, aunque continuaba fundido.

La rápida rotación de la Tierra, así como las grandes mareas que generó la Luna por
su cercanía con el planeta, ocasionaron mega tormentas, bajo el agua se formaron pequeñas
islas, hasta que las rocas fundidas comenzaron a hundir la corteza, al enfriarse la lava formó
islas volcánicas, mismas que posteriormente se convirtieron en lo que actualmente
conocemos como continentes.

A pesar de todos estos cambios, la atmosfera seguía siendo tóxica y las temperaturas
sofocantes, las lluvias de meteoritos se intensificaron y en medida que éstos se disolvían,
desprendían minerales que transportaban carbono y proteínas primitivas, de este modo, los
aminoácidos del espacio exterior llegaron al fondo del océano.
Al fondo del océano se formaron chimeneas submarinas, esto gracias a que el agua
del mar se filtró a través de sus grietas, calentándose y captando minerales, posteriormente,
tal mezcla salía de vuelta al mar, creando torres en forma de chimenea. De alguna manera,
todas estas sustancias químicas se unieron y generaron las primeras formas de vida sobre la
Tierra.

Estas partículas microscópicas eran los únicos seres vivientes en la Tierra hace 3500
mda, dando paso a nuevas formas de vida en el lecho marino, cada una de éstas comprendía
una colonia de bacterias vivas denominadas estromatolitos, estas bacterias transformaban la
luz del sol en alimento por medio de fotosíntesis, aquí surgió el oxigeno como producto.

Así, los estromatolitos llenaron el mar de oxígeno, convirtiendo los restos de hierro
del agua en óxido. El oxígeno se convirtió en atmosfera, los niveles de éste aumentaron y
los días comenzaron a durar más horas. Bajo el océano la corteza terrestre se dividió en
grandes placas, el núcleo continuó activo, el calor generó movimiento en las rocas hacia la
corteza, dando lugar a un supercontinente que posteriormente se partió en dos.

La actividad geológica creó volcanes y éstos comenzaron a despedir dióxido de


carbono a la atmosfera, el dióxido de carbono se mezcló con el agua y produjo lluvia acida,
misma que fue absorbida y capturada por las rocas. Posterior a eso los cambios de
temperatura, generaron capas de hielo que se extendieron desde los polos hasta encontrarse
en el Ecuador, así, al quedar cubierta de hielo, la luz solar se reflejó y regresó a la
atmosfera.

La superficie se encontraba helada, sin embargo, el núcleo no. Los volcanes


entraron en erupción, antes de la glaciación las rocas absorbían el dióxido de carbono, pero
con el hielo cubriéndolas, les resultó imposible, de modo que el gas llegó a la atmosfera,
atrapando todo el calor del Sol. Después de 15 mda, el hielo se derritió, provocando que los
niveles de oxígeno aumentaran, descomponiendo el hidrógeno y liberando oxígeno en
cantidades enormes.

Las bacterias primitivas que se encontraban en el océano resistieron a la gran


helada, evolucionaron de modo que formaron plantas en el lecho marino y dieron origen a
una nueva forma de vida conocida como Wiwaxia; un ejemplar de una nueva generación de
organismos complejos multicelulares.

Y así comienza uno de los periodos más dinámicos de la historia de la Tierra, la


explosión cámbrica. Los niveles crecientes de oxigeno permitieron que las formas de vida
como gusanos, esponjas marinas y trilobitos crecieran y desarrollaran esqueletos óseos. La
vida en el océano floreció y a partir de bacterias microscópicas, surgieron organismos como
Anomalocaris o los animales de los que se cree que evolucionó la espina dorsal que
actualmente presentamos los humanos, las Pikaias.

460 mda atrás las criaturas comenzaron a adoptar aspectos familiares, las placas
comenzaron a moverse nuevamente, el oxígeno se encontró con la radiación del sol,
transformándose en ozono, un gas que formó un manto alrededor de todo el planeta y que
además era capaz de absorber la radiación. Después de 120 mda, la capa comenzó a
espesarse y la vida a abrirse paso en el planeta, ya que, sin esta capa la vida sería incapaz de
surgir.

Las formas de vida comienzan a diversificarse conforme al aumento de los niveles


de gas, desde fragmentos musgosos en la tierra, hasta peces bajo el agua. El Tiktalik fue el
pionero que abrió paso a la evolución de otro tipo de forma de vida, usó sus extremidades
para salir del agua, sus extremidades se fortalecieron y a partir de éstos evolucionaron todos
los vertebrados cuadrúpedos.

La vida continuó expandiéndose, helechos de 30 m de altura, semillas que eran


transportadas por el viento, capaces de producir más oxígeno, haciendo más habitable la
Tierra. Surgieron las Meganeuras, las patas de estas libélulas gigantes evolucionaron en
alas y dieron paso a especies de artrópodos gigantes, mil pies con dos metros de largo,
escorpiones de un metro. Otra especie importante en la historia de la Tierra es el reptil
Hylonomus, quien posó sus huevos en la tierra, a diferencia de todos los demás que los
colocaban en el océano, así, los animales logran habitar la tierra.

La materia vegetal murió, formando capas de materia putrefacta, las rocas cubrieron
estas capas durante cientos de millones de años, de este modo, el calor transformó las
plantas muertas en carbón y a partir de toda la materia en descomposición, surgió más vida.
Semillas que germinaron, plantas que crecieron y así, la vida comenzó a conquistar la
Tierra.

En las praderas Siberianas, se encontraban los Scutusaurus, unos reptiles gigantes y


herbívoros, quienes eran depredados por Gorgonopsido, una especie de dientes grandes. La
Tierra comenzó a calentarse, todo entró en erupción, y así comenzó la extinción Pérmica.
En los sitios en donde no había erupciones, la ceniza comenzó a caer, asfixiando a todos los
animales que habitaban ahí. No quedó ninguna forma de vida, excepto una especie de algas
rosas que sobrevivió y pintó los océanos de ese color.

Sin embargo, la Tierra se volvió casi inerte, sólo existe un supercontinente llamado
Pangea, el cual se encontraba extendido de polo a polo. Tiempo después, a medida que las
temperaturas se neutralizaron, la lluvia acida fue desapareciendo y la vegetación regresó
junto con una nueva especie que repobló el planeta, los dinosaurios.

La corteza terrestre adelgazó al punto en el que Pangea se fragmentó, surgió el mar


de Tetis y todos los peces muertos alfombraron el lecho marino, capas de toca enterraron
las criaturas muertas y toda esa materia se convirtió en petróleo. Se formó el océano
Atlántico, dando lugar a nuevas especies, como los Ictosaurius, Pliosaurus, entre otras.

Un asteroide de 10 km de largo impactó con la Tierra, justo a lado de la península


de Yucatán, destruyendo todo a su paso y cubriéndolos rayos de sol, provocó que
perecieran todas las especies de animales y plantas, excepto los pequeños mamíferos que
vivían bajo la tierra para protegerse de los dinosaurios. A partir de éstos, surgió un pequeño
primate, Darwinius masillae.

Con el movimiento continuo de las placas, surgieron montañas, ríos y nuevos


paisajes boscosos en donde habitaba una nueva especie de primate, al carecer del paso de
agua, los bosques perecieron, convirtiéndose en una árida sabana, lo cual implicó un paso
evolutivo importante, ya que, las especies de primates se vieron obligadas a introducirse al
continente para buscar alimento, dejaron de erguirse y aparecieron los primeros humanos,
denominados Homo erectus.

El clima cambia de nuevo y evolucionan en Homo sapiens, quienes cruzaron el mar


rojo al tener condiciones climáticas que lo permitían, se propagaron por India, Asia y
Europa. Se dirigieron al Norte, mientras que una gigantesca barrera de hielo se dirigía al
Sur, Comenzó una era de hielo, posterior a ésta los cambios que comenzaron la glaciación
se invirtieron, se formó el continente americano, el hielo regresó a los polos.

Y así, se formó la Tierra.

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