Narrador- Muchos comentan que los duendes son criaturas
pequeñas y misteriosas, que habitan en lugares donde hay guaduas, arboles muy altos, fincas lejanas y en los ríos. Los duendes se llevan a cualquiera y les gusta que la gente se pierda. Generalmente, aparecen en lugares frecuentados por la gente. Muchas personas dicen haberlo visto o haberlo escuchado, cuentan que tiene sus pies torcidos y que chilla por las noches; otras dicen que no creen en esas cosas y que son inventos de la gente. Sin embargo, existen muchas historias sobre esto y testimonios de algunas personas. Esta es una historia basada en hechos reales, sean bienvenidos a “El misterio de la abuela”.
En algún lugar del mundo, hace un tiempo, vivía una familia
campesina. Por su casa, y muchos vecinos comentaban acerca de la existencia de brujas y duendes, la familia no creía en eso, pues decían que era solo inventos de la gente a quienes les gustaba dar chismes sobre estos. A ellos jamás les había ocurrido algo aterrador. En la casa vivían: un padre, su hija y su madre, quien no era una señora tan mayor. Sin embargo, creían que estaba enfermándose, pues últimamente la encontraban muy extraña.
Nieta-buenos días abuela.
Abuela-hola mijita, ¿cómo ha estado? Nieta- muy bien abuelita. Abuela- ven a desayunar, ya es tarde Nieta-buenos días papá, ¿ya te vas a trabajar? Padre- si hija, pórtate bien. Hija- bueno papa. Narrador -Son las 4 de la tarde, el padre llega de trabajar- Padre- ¡hija!, ¡mamá! Nieta- hola papi. Padre- hola hija, ¿y tu abuela? Hija- no se papi, estaba jugando. Padre- ¡mamá! ¡mamá ¡ Nieta- ¡abuela! Padre- ¡mamá! Padre- que raro, no está, y ella nunca se va de la casa. Narrador- Un rato después la abuela no regresaba, ellos la buscaban, pero no respondía por ningún lado. Padre- hola vecino, ¿cómo ha estado? Vecino- bien vecino y usted ¿cómo ha estado? Padre- vecino, ¿usted ha visto a mi madre? Llevamos tiempo buscándola y no aparece. Vecino- jumm vecino, la verdad no sé, yo no la he visto, pero si quiere los ayudo a buscarla. Padre- muchas gracias. Vecino- y ¿desde que hora no aparece vecino? Padre- cuando llegué de trabajar no estaba, ya se está oscureciendo. Vecino- ¡don Fredy! encontré a su madre, acá, en los maizales. Padre- ¡corre mijita! Nieta- ¡papá!, papá! mi abuelita está dormida. Padre- ¡mamá!, mamá despierta. Abuela-mijo ¿qué pasa? Padre- ¿qué haces aquí mama? Abuela- no lo sé hijo, vi una luz amarilla muy fuerte en el monte. Padre- ahh. vámonos a la casa. Padre- siéntate mama, no vuelvas a salir así de la casa. Vecino- don Fredy, venga le comento una cosita. Padre- ¿qué paso don pacho? Vecino-vecino, ¿usted sabía que por estos lados habita el duende? ¿alguna vez escucho la historia de mi hermana? Padre-noo don pancho, yo no creo en esas cosas jaja. Vecino- ¡ay! don Fredy, mi hermana se desapareció 2 días, y cuando la encontramos estaba inconsciente, al lado del rio. Créame don Fredy, a esos solo les gusta que la gente desaparezca Y tenga mucho cuidado porque también puede llevarse a su hija, a ellos les gusta hacer le trenzas en el cabello, se llevan a las que tienen un cabello largo y hermoso, como el de su hija. Padre- noo vecino, no comparto eso con usted, mi madre ya está muy mayor, yo creo que se está enfermando. Vecino- pues bueno don Fredy, solo tenga mucho cuidado, y lo dejo para que descansen. Padre-gracias don pancho, que le vaya bien. Narrador- Y al pasar varios días… Padre- buenos días mamá. Abuela- hola hijo ¿cómo amaneció? Padre- muy bien mamita, ¿ya despertó mi hija? Abuela- no hijo, venga que se le enfría el desayuno. Padre- ay mamá, gracias. Nieta- abuelita, ya estoy lista, ya me voy a la escuela. Abuela- bueno mijita, vámonos. Nieta-chao abuelita. Abuela-mija, ahora vengo por ti, te portas bien. Nieta- si señora. Narrador- Era tarde y la abuela no llegaba por su nieta a la escuela, la niña esperaba, pero su abuelita no se mostraba por ningún lado. La maestra de su escuela llamó a su padre preocupada y el padre sale rápido del trabajo. Padre- buenos días maestra, me llamo urgente, ¿qué pasa? Maestra- señor, nadie vino por su hija a la escuela. Padre- como así, ¿y mi madre? Maestra- no está señor. Padre- iré a ver que paso, muchas gracias. Padre- ¡mamá, mamá! Nieta- ¡abuelita! Padre- ay mija, tu abuela no está, vamos a buscarla. Vecino- hola vecino, ¿le pasa algo?, lo veo preocupado. Padre- ¡ay! vecino, mi madre no aparece. Vecino- vamos a buscarla don Fredy, que no sea demasiado tarde. Nieta- ¡abuela! Vecino- don Fredy, a lo mejor está en el mismo lugar de la otra vez. Padre- vamos rápido para allá. Padre- ¡mamá! ¡mamá! Nieta- ¡abuelita!, papaaaá mi abuelita, ¿qué le pasooo? Padre- ¡mamaaá!, pero ¿qué pasoo? ¿porqueeee?
Narrador- La señora, aparece muerta en el maizal, ahorcada
y tenía trenzas en su cabello. Jamás se imaginaron que esto pasaría y nuca se supo el gran misterio de la abuela.