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Violación de derechos 7, 8 y 25 de la Convención Americana Sobre Derechos

Humanos.

Que el estado de Macondo violo el derecho a la libertad personal, previsto en el


Art.7 de la Convención Americana, numeral 4. Toda persona detenida o retenida
debe ser informada de las razones de su detención y notificada, sin demora, del
cargo o cargos formulados contra ella. En razón de que arbitrariamente las
señoras Esther Guerra y Remedios Buendía fueron detenidas en una celda de la
Comisaria y posteriormente a un centro penitenciario, así como tampoco se le
notifico e Informo debidamente con arreglo a Ley, de los motivos de su detención.

El estado violo el Art 8 de la Convención Americana, numeral 1. Toda persona


tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo
razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial,
establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación
penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y
obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter. Por cuanto
en relación con Esther, fue a juicio de la Fiscal que consideró que su relato no era
creíble dado que:

1. ninguna de las declarantes manifestó conocerla;


2. el examen médico y su relato no indicaron signos de violencia física; y
3. gozaba de un buen estado de salud.

Asimismo, la Fiscal sostuvo que era probable que Esther fuese una “prostituta de
lujo”. Con estos argumentos, y entendiendo que se encontraba en la misma
situación de Remedios, presentó cargos por el mismo delito y solicitó su prisión
preventiva.

El Estado de Macondo es responsable de que los hechos denunciados y que


permanezcan en la impunidad violando los artículo 8 de la Convención Americana
en perjuicio de las víctimas porque no se utilizó todos los medios disponibles
para realizar una investigación seria y efectiva dentro de un plazo razonable para
esclarecer completamente los hechos de modo que se pudiera procesar, juzgar y,
eventualmente, sancionar, a todos los responsables sobre los hechos
relacionados con la trata de personas, tráfico de personas, explotación sexual,
explotación laboral de los cuales fueron víctimas las señoras Esther Guerra y
Remedios Buendía.

Que las víctimas Esther Guerra y Remedios Buendía, fueron obligadas de manera
forzosa y con objeto de explotación económica a favor de un tercero. En el caso
de la Señora Remedios Buendía, sometida a ejercer la prostitución mediante la
intimidación, la fuerza, amenazas y bajo el efecto de estupefacientes. Para el caso
de la señora Esther Guerra, por su condición de necesidad y vulnerabilidad. Esta
situación se agrava debido a los obstáculos de hecho y de derecho que han
impedido la adecuada administración de justicia.

El Estado es responsable por haber incumplido su obligación de garantizar los


derechos de acceso a la justicia y a conocer la verdad, lo que conlleva una
violación de los derechos a las garantías judiciales y protección judicial, en los
términos de los artículos 8.1 y 25 de la Convención Americana, en relación con el
artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de las víctimas.

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