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MÁSTER EN DERMOCOSMÉTICA
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TEMA 1.1: DEFINICIÓN Y TIPOS DE FORMAS COSMÉTICAS
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7. ¿CUÁNDO? APUNTES DE HISTORIA COSMÉTICA
7.1 EL HOMBRE PREHISTÓRICO
A pesar de que la primera evidencia arqueológica de cosméticos provie-

ne de las excavaciones de tumbas de faraones del Antiguo Egipto, son
muchos los historiadores que están convencidos de que los primeros cos-
méticos naturales fueron hechos y utilizados por nuestros antepasados
prehistóricos, mucho antes de que surgieran las civilizaciones modernas.
Algunas pinturas rupestres encontradas en el Sáhara muestran imáge-

nes de mujeres aplicándose ungüentos en el cuerpo.
La mujer de la edad de piedra se hacía en la cara manchones de barro

de color (posiblemente rojo). Entre los hallazgos más antiguos que ha-
cen alusión al incipiente interés femenino por la belleza, encontramos
un grabado en las cercanías de Oslo, Noruega, que reproduce la figura
de una mujer embadurnándose con grasa de reno, animal que está al
lado de la figura femenina. Según deducen de la interpretación de las
pinturas rupestres las mujeres del paleolítico, ya usaban mejunjes para
colorear de marrón rojizo las diferentes partes del cuerpo.
Se cree que el hombre prehistórico utilizaba polvo de huesos para lim-

piarse y pintarse el cuerpo, además de pigmentos naturales extraídos
de plantas y frutas de la época. Los productos de que disponía la mujer
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prehistórica se limitaban, prácticamente, a la arcilla, tierras de pigmentos

colorantes o toscos productos elaborados a partir de grasas animales.
Se han encontrado rastros de arcilla roja en algunos restos arqueoló-

gicos. Los hombres y mujeres prehistóricos ya conocían y usaban el
maquillaje, aunque hay especulaciones sobre su posible finalidad: si
lo usaban para realzar la belleza, para celebrar un acto fúnebre o para
iniciar un ritual, o bien una combinación de los tres ejemplos citados.
En otros lugares también se han hallado representaciones de mujeres

simbolizando la preocupación de estas por el cuidado de su belleza, por
ejemplo en Austria, la conocida Venus de Willendorf, y en la Costa Azul
francesa, La Venus de Grimaldi.
Venus de Willendorf
Venus de Willendorf
La Venus de Grimaldi fue hallada a finales del siglo XIX en la cueva del
Príncipe (Grimaldi, Liguria, Italia), mide 8,1 cm de altura. Está tallada en
esteatita verde y datada en unos 22.000 años. Presenta cabeza ovoide,
proyección maxilar y frente huidiza terminada en un “moño”; se aprecian
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un ojo y una gran nariz. La figura se cree que representa a una mujer
neandertal. Si la fábrica se atribuye también a un neandertal, estaríamos
diciendo tanto como que el hombre de neandertal fue el ser más próximo
a nosotros del que se tiene noticia, y que poseía una inteligencia más
que notable que le hubiera podido llevar a generar civilizaciones.
En la edad del bronce los cazadores y danzantes se teñían parte de su

anatomía de rojo y negro, y se embadurnaban el pelo con alguna arcilla.
Se han hallado pequeños contenedores de huesos vaciados con pastas

coloreadas hechas de grasas y óxidos de hierro o magnesio que pueden
haber sido utilizados en la prehistoria para proteger el cuerpo de los
rayos del sol.
Los neandertales se colgaban collares hechos con conchas, se maqui-

llaban y, por si fuera poco, se adornaban con vistosas plumas de aves,
según un estudio internacional en el que participó el Consejo Superior
de Investigaciones Científicas (CSIC). El empleo de plumas de córvidos
y rapaces como ornamentación para el cuerpo refuerza la idea de que
tenían pensamiento simbólico y los acerca aún más al Homo sapiens.
Dentro de la historia del maquillaje, los principales registros de su utili-

zación se remontan a los antiguos imperios de Egipto y Roma.
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7.2 LOS EGIPCIOS: LA COSMÉTICA COMO ARTE FUNERARIO
La primera prueba del uso de “aceite sagrado” (aceite de oliva, aceite de

ricino) en el antiguo Egipto data del 10.000 AC.
En el 3300 AC las tribus en el sur de Europa comenzaron a tatuar su piel

y sólo 100 años después, en el 3200 AC en Mesopotamia (actual Irak)
las mujeres comenzaban a fabricar los primeros productos cosméticos
en el mundo hechos por el hombre.
Ya en el 3100 AC en las antiguas tumbas egipcias de más de cinco mil

años se encuentran muchos objetos ceremoniales entre los que apare-
cen algunos artilugios que aparentemente se empleaban para la molien-
da y mezcla de los ingredientes cosméticos.
Fue más tarde, en el 1500 AC cuando los productos cosméticos se hi-

cieron comunes en Egipto. De hecho, en la tumba del faraón Tutmosis 3
(1450 AC) se encontraron algunos de sus artículos de belleza.
Con el tiempo, el uso de los productos cosméticos de la época se ex-

tendió y empezaron a ser utilizados por todos, a excepción de clase
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más baja de los ciudadanos y esclavos. Entre la aristocracia comienza a

asentarse la moda de la piel blanca, rímel y delineadores de ojos oscu-
ros. En el campo religioso, los sacerdotes incluyen aceites sagrados en
sus ceremonias religiosas.
La tradición egipcia de los baños públicos genera el desarrollo de diversos

aceites medicinales y cosméticos, jabones y pastas durante el 1000AC.
Posteriormente la aristocracia griega comienza a utilizar productos cos-

méticos (polvos para la cara, lápiz labial de color rojo) como signo dis-
tintivo del resto de la población.
Así pues, con el paso de los siglos y milenios, el Egipto más químico
encontró una manera de simplificar el proceso de fabricación de cosmé-
ticos, pero lejos de lo que cabría esperar, esto no consiguió eliminar su
aura de exclusividad.
No obstante, la propia simplificación de los procesos unida al desconoci-

miento de la época y el auge de la cosmética, supuso que a menudo se
incluyesen ingredientes tóxicos en las formulaciones que podrían causar
enfermedades.
Sin embargo, incluso con todo esto, los cosméticos continuaron siendo
una parte importante de la cultura egipcia y sobre todo de sus rituales
de enterramiento.
Entre todos los productos cosméticos, el aceite de cedro fue considera-

do como el más sagrado, ya que fue ampliamente utilizado en el proce-
so de momificación. De hecho, en este proceso se usaban hasta 7 tipos
de aceites diferentes, que también eran la base de rituales mágicos y
remedios medicinales para diferentes enfermedades.
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En lo que a utensilios se refiere, la herramienta más importante en la

moda egipcia era el pincel. Con él se aplicaban casi todas las sustancias
cosméticas que tenían. El cepillo más común se hizo a partir de la planta
Salvadora persica, que además se utilizó para la aplicación de pinturas
faciales y también como cepillo de dientes (de ahí su nombre vulgar de
árbol de cepillo de dientes).
Salvadora pérsica (árbol de cepillo de dientes)
El maquillaje egipcio ha trascendido a lo largo de la historia. Por lo gene-

ral, los egipcios (así como también los griegos y los romanos) utilizaban
el negro “kohl” como un delineador de ojos y el verde malaquita como
una sombra de ojos. En esta época fue también muy popular la máscara
de pestañas.
Kohl egipcio (izqda.) y vasos encontrados en yacimiento arqueológico

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Estos productos se hicieron no sólo para hacer más bellas a las mujeres,
sino también para proteger la piel y los ojos de algunas enfermedades y
otros daños que podrían ser causados por el viento áspero del desierto
(partículas diminutas y organismos transportados por el viento).
Además, los aceites, pastas y colorantes del pelo contenían metales

pesados (como el cobre y el plomo) que ayudaban a combatir con éxito
bacterias e infecciones.
Por último, las pinturas de cuerpo completo que se basaban en la tiza y

el pigmento blanco del plomo fueron utilizados por los nobles que, como
ya se ha mencionado previamente, querían mostrar su piel pálida como
un signo de aristocracia y de su posición social.
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7.3 ORIENTE
En el 3000 AC aparecen los primeros indicios de cosmética en Oriente.

Concretamente, en la antigua China utilizan colores extraídos de fuentes
naturales para pintarse las uñas. Las fórmulas se obtenían mezclando
claras de huevo con los extractos naturales.
Más tarde, en el 1500 AC surge en el Lejano Oriente la moda japonesa

de pintar su piel de blanco con polvo de arroz como signo de belleza, así
como para protegerse del sol y agentes externos.
Composición del maquillaje en China: base blanca bastante gruesa,

labios muy rojos y color rojo y negro alrededor de los ojos
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7.4 BIRMANIA
En esta zona destacó notablemente el uso de thanaka. El thanaka es

un cosmético de color amarillo claro que solían aplicarse en la cara y
el cuerpo la mayoría de los habitantes de Birmania. Lo utilizaban tanto
hombres como mujeres de todas las edades, incluidos los niños.
Uso del thanaka por las mujeres birmanas
La crema de thanaka se consigue moliendo la corteza del árbol thanaka

(Murraya paniculata) con un poco de agua. Se muele en una piedra
circular llamada kyauk pin que tiene un canal alrededor que sirve para
drenar el agua.
El árbol de thanaka crece en abundancia en toda la zona central de Bir-

mania. En su estado sólido, la madera de este árbol se vende en tron-
cos, nunca en forma de pasta o polvo.
Durante 2000 años, la crema de thanaka ha formado parte de un modo

destacado de la rutina diaria de las mujeres de Birmania. La crema tiene
una fragancia parecida a la del sándalo.
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7.4 BIRMANIA
Se aplica en el rostro realizando diseños atractivos; el más popular es

un diseño circular colocado en cada una de las mejillas. La crema puede
aplicarse también por todo el cuerpo y no sólo en el rostro.
Además de utilizarse como cosmético, el thanaka proporciona una efec-

tiva protección contra los rayos del sol y ejerce también un efecto re-
frescante.
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7.5 LOS GRIEGOS
A pesar de que los sacerdotes egipcios mantenían sus recetas cosmé-

ticas en secreto para evitar que las aprendiesen sus civilizaciones pri-
mitivas vecinas, el comercio mediterráneo del primer milenio antes de
Cristo pronto trajo productos cosméticos egipcios a las costas de las
civilizaciones griega y romana recién formadas. Allí, la alta costura era
importante y muchas personas ricas usaban pelucas, polvos para la cara
blanca, y las mujeres utilizan barras de labios rojos y aceites rojos para
realizar sus palmas “más joven”.
En Grecia, en el 1000 AC es la aristocracia griega quien comienza a utili-

zar los productos cosméticos. Entre estos productos destacan los polvos
para la cara y el lápiz labial de color rojo. De nuevo se utiliza como sím-
bolo distintivo del resto de la población.
Como ya se ha comentado al hablar de los romanos, los griegos también

utilizaban el ‘kohl’ para maquillar los ojos y las pestañas.
En lo que se refiere a blanquear la piel, utilizaban una mezcla a base de

yeso, harina de haba, tiza y albayalde (carbonato de plomo).
Vasija con pastillas de albayalde (siglo V AC)

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7.5 LOS GRIEGOS
Además, también se perfilaban las cejas y coloreaban los pómulos y

labios con tonos rojizos.
Es bien sabido, que los griegos hacían mucho ejercicio físico para man-
tenerse en forma. Del mismo modo, para ellos también era importante
el aseo diario. Incluso ya había los que se depilaban el cuerpo.
En cuanto al cabello también algunos se teñían, especialmente de rubio.

Las mujeres acostumbraban a lucir una melena larga y rizada, mientras
que los hombres se rizaban el pelo y la barba.
A la mayoría de los grandes héroes griegos, Aquiles, Menelao y Paris se

les describe como poseedores de rizos de color claro, y los que no eran
rubios naturales usaban jabones y lejías alcalinas procedentes de Fenicia.
Así pues, si bien los griegos eran partidarios de la naturalidad en el

aspecto y un ideal de virilidad y de tosquedad natural, podría decirse
que fueron ellos quienes crearon el concepto de la estética, del culto al
cuerpo, el ejercicio físico asociado a la belleza, los masajes, y los baños.
Una parte importante de Grecia a la que también llegó el maquillaje y la

búsqueda de belleza fue a las cortesanas. Éstas se coloreaban la cara,
se espolvoreaban de oro, blanco y rojo, teñían las cejas y prolongaban
sus pestañas y marcaban el contorno de sus ojos.
También se aromatizaban el aliento llevando en la boca líquidos o acei-

tes balsámicos y removiéndolos con la lengua y escupiéndolos discreta-
mente en el momento oportuno.
Las cortesanas griegas tenían preferencia por los cabellos rubios que de-
notaban una categoría social superior y un atractivo sexual; conseguían
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7.5 LOS GRIEGOS
el tono mediante la aplicación de una pomada a base de pétalos de flo-

res amarillas, polen y sales de potasio, perfumada con manzana
Para un teñido temporal, se espolvoreaban con una mezcla de polen

amarillo, harina amarilla y polvillo de oro.
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7.6 LOS ROMANOS
Es durante el periodo que abarca aproximadamente del 500 al 200 AC

cuando los productos cosméticos empiezan a expandirse a través de
todo el Imperio Romano.
Si bien históricamente siempre se alude a Egipto como la primera civi-

lización que utilizaba los productos cosméticos como parte importante
de sus vidas, fue el Imperio Romano el que lo abrazó y logró construir
alrededor de él todo un conjunto que abarcaba el mundo de la moda, la
religión e incluso legislación al respecto.
Con muchos de los avances realizados por los egipcios, los romanos
lograron importar gran parte de sus productos y obtener sus secretos y
formulaciones.
En el apogeo del Imperio Romano, las mujeres de todos los estados

utilizaban cosméticos.
En Roma, no se consideraba una mujer bella si no usaba cosméticos

faciales. Barras de labios, cremas para la piel a base de cera de abeja,
aceites de oliva y agua de rosas, polvos, colores de pelo y muchos otros
tratamientos de belleza fueron ampliamente utilizados en el período
desde 100 AC o más. Incluso tenían un tipo especial de esclavas cuya
tarea sólo era ayudar a sus amas a ser más hermosas. Eran conocidas
por el nombre “Cosmetae”, que origina el término actual.
Las mujeres romanas dedicaban muchas horas a su cuidado corporal,

tomaban baños y se daban masajes. Tenían el cabello rubio y lucían
elaborados peinados que decoraban con diferentes adornos. Además,
maquillaban su rostro de color blanco, trataban de resaltar sus ojos
azules, y empleaban tonalidades rojas para labios y mejillas. También
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7.6 LOS ROMANOS
fabricaban pestañas postizas con seda o pelo natural. Por lo general,

estas labores las llevaban a cabo las esclavas.
Esclavas dedicadas a la belleza: Ornatrices (Sepulcro Neumagen – Alemania)
A todo esto, habría que añadirle una forma de vida algo extravagante,
que unida al poder militar de Roma hizo que rápidamente se empezaran
a adquirir algunos productos cosméticos muy caros y exóticos de China,
Alemania y la Galia. A partir de la mitad del siglo I antes de Cristo los
soldados regresaban de sus misiones en Oriente cargados de perfumes
indios y cosméticos y ello contribuía a que los hombres y mujeres se
excedieran en el uso de cosméticos.
Así pues, en la cosmética del Imperio Romano era habitual abarcar to-
das las áreas del cuerpo humano, tanto con productos de belleza como
con perfumes.
Los romanos utilizaban kohl para oscurecer los párpados, colorete, ele-
mentos depilatorios y piedra pómez para limpiar los dientes.
Las mujeres utilizaban productos para la piel, los ojos, las uñas, los dien-
tes, vestían ropas extravagantes y utilizaban envases y otros artículos
para poder albergar la totalidad de sus productos cosméticos.
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7.6 LOS ROMANOS
Caja de productos cosméticos (s. II – III)
Como ya hemos comentado para los egipcios y muchas otras civilizacio-

nes después de ellos, los romanos creían que la piel blanca y el blanco
en general representaba la riqueza y una posición alta. Debido a esto,
las mujeres solían preparar la piel con mascarillas de belleza antes de
comenzar a aplicar el maquillaje.
La piel se blanqueaba con una mezcla hecha a base de yeso, harina de

habas, tiza y albayalde (carbonato cálcico de plomo); las pestañas se
ennegrecían utilizando una mezcla de huevos de hormigas y moscas
machacadas. Y se perfilaban las cejas y coloreaban los pómulos y labios
con tonos rojizos.
Curiosamente, a pesar de que sabían que los blanqueadores a base de

plomo podían ser peligrosos para la salud, continuaron utilizándolos con
el argumento de que tener la piel blanca era más importante.
Además, tenían una amplia gama de remedios de moda para combatir

las manchas solares, escamas de la piel, manchas, arrugas y pecas.
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7.6 LOS ROMANOS
Los ojos, vistos como un signo de atractivo y reflejo de una buena sa-
lud, los llevaban pintados de muchos colores para producir un efecto de
pestañas más largas.
Recipientes con colores para maquillaje
Además, y aunque es algo que a priori puede chocar, entre las mujeres
romanas la uniceja estaba de moda y era considerada una de las carac-
terísticas más deseables. Era considerado un signo de inteligencia em-
pleado por las más notoriamente bellas mujeres de la época. Quienes
no disponían de esta característica de forma natural tenían que recurrir
al uso de colorantes.
Los dientes blancos eran, por supuesto, apreciados como un signo de

belleza. Incluso se las arreglaron para crear prótesis con dientes posti-
zos hechos de marfil, pasta y otros ingredientes.
Una gran diferencia entre la moda egipcia y romana radica en las ba-
rras de labios. Mientras que los egipcios utilizaron el lápiz labial con
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7.6 LOS ROMANOS
regularidad, no hay evidencia histórica o arqueológica de que los roma-

nos hicieran lo mismo.
Por otro lado, el colorante para las uñas se empleaba únicamente en los
círculos más altos. Los colorantes que se empleaban para este fin eran
importados de la India.
En cuanto a los hombres, no utilizaban una gran cantidad de productos

cosméticos, excepto si eran abiertamente femeninos. Por lo general, los
hombres llevaban perfumes que eran socialmente aceptables y elimina-
ban moderadamente su vello (pero no demasiado).
Los de alto rango social y político optaban por los cabellos oscuros e
incluso negros. Plinio el Joven, el naturalista del siglo I, escribió sobre
la importancia de los tintes oscuros para el pelo uno de los cuales se
obtenía hirviendo cáscaras de castaña y puerros.
Para evitar las primeras canas, se aconsejaba a los hombres que prepa-
rasen una pasta que debían aplicarse por la noche a base de hierbas y
lombrices de tierra. El remedio romano contra la calvicie consistía en un
ungüento de arándanos triturados, con grasa de oso.
No obstante, el auge de la cosmética también generó cierta controver-

sia en la alta sociedad romana que, con la famosa ley restrictiva para
las mujeres, la ley “Lex Oppia” (vigente desde su promulgación en el
año 215 AC. hasta el año 195 AC., año en que fue derogada a pesar de
la oposición de Catón el Viejo) trataron de limitar el uso de productos
cosméticos y controlar la riqueza máxima de las mujeres, así como su
aparición en público.
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7.6 LOS ROMANOS
Por ejemplo, se les prohibía llevar más de una cierta cantidad de oro,
vestidos coloridos y llevar carruajes por ellas mismas demasiado cerca
de la ciudad, a menos que fuera para ritos religiosos.
Finalmente, llegó un momento en que no era especialmente importante

qué producto de moda fuera utilizado por la realeza y la aristocracia,
pronto aparecieron imitaciones baratas que fueron utilizadas por la ma-
yoría de las mujeres romanas, especialmente prostitutas que utilizaban
intencionadamente cantidades excesivas de productos cosméticos.
Antes de cerrar este periodo cosmético debemos hacer una mención

especial a la cosmética de Judeo-cristianos.
Se cree que los judíos adoptaran la aplicación de los cosméticos de los

egipcios, puesto que el Antiguo Testamento hace referencia a pinturas
para la cara. La ornamentación del ojo fue también la forma de maqui-
llaje más popular entre los hebreos.
Esta costumbre fue introducida en Israel alrededor del año 850 a.C. por la
reina Jezabel, quien “adornó” su cutis con aceites para seducir a Jehu. Otra
referencia al uso de cosméticos nos vendría de la mano de Esther, reina de
Babilonia, quien embellecía con aceites sus maravillosos ojos, hasta el pun-
to de ser considerada la mujer con los más bellos ojos que nunca existió.
Sin embargo, ya desde los primeros momentos judeo-cristianos se ha-

cen referencias en contra de la indecorosa sofisticación física. La sola
intención femenina de mostrarse atrayente ante los demás fuera del
hogar, de buscar una positiva recepción exterior, era considerada por los
hombres como una peligrosa pretensión de romper los márgenes de la
custodia y del sometimiento del varón.
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7.7 LA EDAD MEDIA
Cuando el cristianismo se levantó, la mujer cristiana comenzó a celebrar

su religión con joyas y cosméticos. Incluso en el Antiguo Testamento se
hace alusión a dos reyes que pintaron sus párpados alrededor del 840 AC.
Sin embargo, con la caída del Imperio Romano, Europa entró en una
época más oscura donde las duras condiciones de vida, la pobreza, las
enfermedades y las guerras constantes impidieron la difusión de estas
caras y extravagantes tendencias de moda.
Esto supuso que casi todos los restos de productos cosméticos desa-
parecieran de las culturas europeas, no sólo debido a su escasez, sino
también porque la iglesia cristiana se encargó de evitar y prevenir su
extensión.
A modo de ejemplo, el concepto de higiene cutánea, no siempre ha

evocado el uso del agua. Aceites, leches, ungüentos y perfumes, han
sustituido al baño, considerado en ocasiones antihigiénico al abrir los
poros exponiendo al contagio de los miasmas de la peste, inmoral por
ser frecuente en casas de lenocinio como preámbulo de actividades
eróticas, o como desviación religiosa al ser calificado, en este caso en
España, como una costumbre de moriscos. Por el contrario, el baño ha
sido en otros momentos o culturas, no solo un acto de limpieza de la
suciedad de la piel, sino un acto de purificación, de penitencia y de re-
generación espiritual.
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7.8 GRANADA: EL REINO DE LA HENNA
Durante la época en que Europa se sumió en un abandono del uso de

cosméticos, debido a la pobreza, enfermedades, religión y oscurantis-
mo, en las zonas en las que se había extendido el imperio musulmán,
las costumbres eran otras totalmente diferentes.
Como ejemplo, en el Reino de Granada estaba muy de moda el uso de

la Henna. La henna ya se usaba desde hacía muchos años en la india y
de allí pasó al resto de civilizaciones.
En esa época, los musulmanes del Reino de Granada utilizaban la henna

para exaltar su belleza. Era una costumbre que tenían tanto hombres
como mujeres. Aunque la podían utilizar para pintarse todo el cuerpo,
principalmente la usaban para decorarse las manos o teñirse el pelo.
Lo más habitual era pintarse las palmas de las manos con un gran círcu-
lo de henna. Hoy en día todavía tienen esta tradición entre las mujeres,
durante las fiestas del Ramadán, en los pequeños pueblos del Atlas. Y
en la península arábiga, el arte de la decoración con henna, principal-
mente en las bodas, sigue manteniéndose ampliamente.
Como tanto hombres como mujeres se teñían el pelo con henna, obte-
niendo reflejos y tonos rojizos, en la época de la reconquista si alguien
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7.8 GRANADA: EL REINO DE LA HENNA
era pelirrojo o tenía algún relejo rojizo en el pelo, se le tachaba de “mo-

risco” por lo que era muy peligroso ese color de pelo.
Así pues, el rubio era el color de moda de los griegos y romanos y pos-
teriormente, el pelirrojo el de los musulmanes del sur de España.
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7.9 LA EDAD MEDIA: SEGUNDA MITAD
El aislamiento de Europa finalmente llegó a su fin en el siglo 12 y 13,

cuando los guerreros que regresan de las cruzadas trajeron con ellos artí-
culos cosméticos exóticos de Oriente Medio, donde nunca pasó de moda.
Esta nueva afluencia de riquezas y el conocimiento desde el Este pronto

dio el empujón inicial al renacimiento europeo, que supuso una transfor-
mación de Europa, convirtiéndola en una verdadera civilización avanzada.
La fortuna comenzó a moverse hacia abajo, desde los ricos a las clases
medias, la industria fue en aumento, las ciencias y las artes recibieron
mucha financiación, y las rutas de comercio empezaron a expandirse.
Todo esto contribuyó a que las modas se difundieran de una forma mu-
cho más rápida que antes.
En la Alta Edad Media, el cabello era (como ahora) considerado el atri-

buto más sensual de una mujer, por eso debía ir siempre debidamente
tapado en público, bajo un tocado cuya forma dependía de la década. El
cabello suelto y sin ningún ornamento lo llevaban solo las mujeres muy
jóvenes que aún no estaban casadas, o era algo que se reservaba para el
marido. La Edad Media es un periodo que dura mil años, y lógicamente,
la moda no era la misma al comienzo de la era que cuando llegó a su fin.
El tocado también era símbolo de estatus. Si una mujer era rica o de

la nobleza, su tocado era pesado, de calidad y con piedras preciosas
cosidas a la tela. Es evidente que esto no se considera atractivo en la
actualidad, y la prueba la tenemos en las películas y series de televisión
basadas en la era medieval, sobre todo si son historias de amor: las
mujeres llevan el cabello suelto y ondulado, y como mucho se ve algún
tocado pequeño con forma de diadema.
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La longitud del cabello siempre fue considerable, pero fue en la época nor-
manda de Inglaterra cuando se puso realmente de moda el pelo ultra-lar-
go. Las mujeres tenían que encontrar la manera de llevar algo por encima
para no parecer indecorosas o descaradas, y eran frecuentes los velos
enjoyados que cubrían solo la parte superior de la cabeza. No todas podían
conseguir una melena tan larga, así que las primeras extensiones medie-
vales fueron creadas a base de postizos de pelo adornados con cintas,
tubos de seda con borlas y cilindros de metal enroscados en los mechones.
En el siglo XV, en Inglaterra se puso de moda la frente despejada y alta,

tanto que las mujeres que no la tenían así de forma natural llegaban al
extremo de afeitar el nacimiento del cabello para conseguirla. La reina
Elizabeth Woodville, esposa de Eduardo IV, era muy apreciada por su
frente ancha, que se puede ver en sus retratos. En realidad, esta moda
no tenía nada que ver con el cabello, ni con la frente, sino con el resul-
tado que se obtenía en el óvalo facial, que hacía el rostro más atractivo
y estilizado, al menos según el tipo de belleza de la época.
Retrato de una mujer (Antonio Pollaiuolo s.XV)

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En cuanto a los productos cosméticos que se empezaron a usar en esa

época son, por ejemplo:
El primer jabón: a partir de huesos animales, plantas y aceite de oliva.
Polvo de perlas (que traían los Cruzados)
Mascarillas con leche de burra, miel y almidón de trigo
Esta nueva influencia del florecimiento del comercio y las cruzadas, que
hizo en la segunda edad media que se llegase al renacimiento, se fue
arraigando poco a poco en la sociedad de la época. La fortuna comenzó
a moverse hacia abajo, desde los ricos a las clases medias, la industria
fue en aumento, las ciencias y las artes recibieron mucha financiación,
y las rutas de comercio empezaron a expandirse. Todo esto contribuyó
a que las modas se difundieran de una forma mucho más rápida que
antes.
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7.10 EL RENACIMIENTO. Pasión por la belleza y la apariencia
Incluso con todos los avances propios del Renacimiento, llama la aten-
ción el hecho de que los productos cosméticos recibieron poca atención
por parte de la población general.
Se empleaban algunos para la coloración del cabello, la moda principal

era teñir el cabello de color rubio. Para esto se empleaban diferentes
ingredientes, entre ellos el azafrán, la cebolla, la cúrcuma y el azufre.
Cúrcuma (izqda.) y azufre (dcha.) empleados para la coloración del cabello.
Además, se aplicaban huevo en la cara para eliminar las arrugas y también

empleaban otras técnicas para eliminar las señales del envejecimiento,
pero el uso generalizado de la cosmética nunca llegó a afianzarse.
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7.10 EL RENACIMIENTO. Pasión por la belleza y la apariencia
Hubo que esperar a la época de la Reina Isabel I de Inglaterra (1558-

1603) para que este término se hiciera popular. Fue entonces cuando los
cosméticos empezaron a ser bien recibidos.
Se implantó el estilo único de las caras completamente blancas y los

labios de colores brillantes.
Esto capturó rápidamente la atención de la realeza y la aristocracia a

través de toda Inglaterra y Francia, sin embargo, fue solo algo pasajero
que duró poco tiempo.
Poco después, los cosméticos (especialmente los muy visibles como ma-
quillajes, productos faciales y para las uñas) se convirtieron en algo
común entre las mujeres de clase baja, tales como prostitutas.
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7.11 SIGLO XVII
De esta época podemos definir unos cánones estéticos muy concretos

para el ideal de belleza en las mujeres.
Utilizaban una capa muy espesa de color blanco. Para contrastar la blan-
cura usaban colorete en las mejillas (de color marrón o rojizo) y se pin-
taban los labios de rojo.
Solían utilizar lunares decorativos, realzando así su aspecto teatral, todo

ello unido al uso de extravagantes peinados (aunque no fue hasta más
tarde cuando alcanzaron su máxima expresión).
Retrato de Lady Radclife (1612, William Larkin)
También utilizaban una especie de “parches” de maquillaje a tipo de

corrector para ocultar las cicatrices y acné
Una de las características más destacadas (como a principios del siglo

siguiente) es la falta de aseo y el uso y embadurnamiento en perfumes
y fragancias de todos los tipos para ocultar el olor.
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7.12 SIGLO XVIII
Es en este período cuando las pelucas se introdujeron, por el rey Luis

XIII de Francia (1610-1643), ya que se comenzó a quedar calvo pre-
maturamente a la edad de 23. Los cortesanos no tardaron en emular la
moda, que se extendió a Inglaterra durante el período de la Restaura-
ción de Carlos II (1660-80).
Durante el siglo XVIII Francia e Inglaterra fueron las potencias de la

moda en esa época. Y pronto sus tendencias se exportaron a todos los
países de su entorno.
Se pone de moda la extravagancia y la exageración propuesta por la

corte, que a veces resultaba grotesca. Existía una obsesión por el ma-
quillaje y los perfumes.
En esa época, los hombres se maquillaban tanto como las mujeres,

presentando un aspecto afeminado, muy característico y que todos co-
nocemos a través de los retratos de época.
En Francia, el ideal de mujer en el siglo XVIII tenía el pelo de color ne-

gro, marrón o rubio (de moda sobre todo durante el reinado de María
Antonieta). También en ciertos momentos se popularizó el pelo rojo. Les
Gustaba dar al cabello una textura ondulada o rizada.
La frente despejada, mejillas regordetas y sonrosadas, y piel blanca. Los
colores de ojos de moda en este período son el negro, el castaño y el
azul. Las cejas se separaban y se depilaban dejando el pelo ligero y con
forma de media luna.
Los labios, pequeños, con el labio inferior un poco más grande creando
un efecto capullo de rosa, suave y de color rojo.
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11
7.12 SIGLO XVIII
María Antonieta de Austria.
En Inglaterra el ideal de mujer era con la tez de un color entre blanco

y pálido, mejillas rojas de forma circular o de triángulo invertido, y los
labios rojos.
Había dos principales cosméticos usados por la mayoría de las mujeres

y los hombres: blanco y colorete.
La pintura blanca brillante se aplicaba en toda la cara y los hombros. Los

maquillajes blancos más populares utilizados en la cara eran los fabrica-
dos con base de plomo (muy popular por su opacidad a pesar de saber
que provocaba intoxicación).
Para realzar el contorno de las venas muchas veces trazaban su contor-

no con lápiz azul para resaltar la blancura de la piel.
El siglo 18 también se asocia particularmente con las pelucas (aunque

ya llevaban un siglo usándose), pero fueron usadas principalmente por
los hombres, las mujeres rara vez llevaban pelucas.
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7.12 SIGLO XVIII
Retrato de Mrs Richard Tickell (1777, George Romney)
En cambio, cada vez se contaba con más profesionales de la peluquería que

usaban postizos para el pelo natural. Con ello se esperaba aumentar el volu-
men de su propio pelo con pelo falso, de relleno, también con ornamentos.
Eso sí, el pelo de las mujeres debía permanecer “natural”, evitando la

artificialidad de las pelucas de los hombres. Se utilizaban por tanto pos-
tizos de gran tamaño aumentados por tocados muy grandes. Y además
se daba importancia a los rizos y a los tirabuzones.
En Inglaterra durante el siglo XVIII hubo una auténtica locura por la

moda de las pelucas, a veces tenían hasta 1 metro de altura. Las pelu-
cas las espolvoreaban con harina y las decoraban con pájaros diseca-
dos, fruta, jardines en miniaturas, o incluso barcos a escala.
Además, para lograr fijación, las embadurnaban con manteca, lo que

hizo que los ratones y los insectos fueran un verdadero “quebradero de
cabeza”, dando lugar a la propagación de piojos.
Se puede decir, que la higiene corporal, como en el siglo anterior, conti-

nuaba en el olvido, por lo que se usaban cantidades de perfumes para
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7.12 SIGLO XVIII
combatir el mal olor (En el Palacio de Versalles, cerca de París, había

más de 300 habitaciones, pero no existía ningún baño).
Perfume del siglo XVIII

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11
7.13 SIGLO XIX
La hegemonía de la belleza la siguió marcando Francia. La moda ya no la

imponía la Corte, sino la burguesía. Apareció un nuevo concepto de belleza
femenina. Había una tremenda obsesión por aparecer enferma., alcanzán-
dose límites insospechados por conseguir una tez pálida o blanquecina.
A veces ingerían sustancias tóxicas como el plomo y arsénico, que po-

dían causar la muerte. Se marcaban también las ojeras y los pómulos se
coloreaban levemente mientras que los labios tenían un color carmesí.
Se llegó a poner de moda ingerir vinagre y limones para parecer más

enfermos; las ojeras se marcaban de azul, las mejillas se empolvaban
de rosa pálido y los labios en un color carmesí.
Las damas para preservar su pálida piel, evitan el sol, con sombrillas
cuando están al aire libre para proteger su piel de los rayos del sol. Una
tez blanca y translúcida era tan deseable que algunas mujeres siguen
pintando sus venas en colores azulados
Las sombras de ojos utilizadas en aquel entonces estaban fabricadas

con plomo y sulfuro de antimonio, y los lápices labiales con sulfuro de
mercurio. Para las mejillas el mejor método era el zumo de remolacha.
Las Hermanas (Eleanor y Rosalba) (1826, Rembrandt Pale)

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7.13 SIGLO XIX
Otro aspecto importante, que se puede ver en los cuadros, es que se

depilaban las cejas dejando una fina línea.
Especial consideración merece en Inglaterra la Época Victoriana. En

1837 la reina Victoria asciende al trono y esto marcó el declive del uso
de cosméticos.
La era victoriana fue una época dominada por un estricto código moral,
los valores religiosos, la modestia y la moderación sexual. Por lo tanto,
durante este período los cosméticos se consideraban de uso inmoral, su
uso estaba mal visto y se piensa que es algo que sólo las mujeres de
dudosa moral usarían.
Pero eso no quiere decir que las mujeres dejaran de usarlos por comple-
to. Las actrices, siguieron usando maquillaje y las señoras acomodadas
utilizaban muy poco y en tonos muy naturales. Así que en este período
el ideal de belleza era el de una mujer delicada, femenina y frágil, con
una tez pálida y largos rizos.
Al igual que en períodos históricos anteriores, incluso en la época vic-

toriana la tez pálida era un signo de nobleza. Esto significaba que las
mujeres eran pudientes y no podía permitirse el lujo de pasar horas tra-
bajando al aire libre, lo que daría lugar a un bronceado inevitable, algo
que se consideraba muy vulgar.
Durante el período victoriano, el pelo de la mujer era considerado su

mejor elemento de belleza. El pelo lo suelen llevar recogido en moños,
y, a veces suelto (largo) y con suaves rizos en la parte posterior o en los
laterales para dar más protagonismo a la cara.
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7.13 SIGLO XIX
Miranda (1878, sir Francis Dicksee)
Además, solían adornarlo con peines y los elementos decorativos fueron

muy utilizados para el pelo, además usaban aceites para tener un cabe-
llo con aspecto liso y suave.
Así pues, podríamos decir que el amanecer del uso de cosméticos, final-
mente llegó en la segunda parte de la revolución industrial del siglo 19,
cuando grandes avances en la química (fragancias químicas) permitie-
ron la producción de diversos productos cosméticos y la hicieron mucho
más fácil y variada.
Todo esto, unido a un precio mucho más bajo y al hecho de que los
ingredientes químicos eran mucho menos peligrosos para la salud, los
cosméticos comenzaron a ganar puntos de apoyo.
Algunos de los productos cosméticos más famosos a partir de ese mo-

mento eran el lápiz labial de color rojo pícaro (que simbolizaba la salud
y la riqueza), el polvo de zinc facial (mucho más seguro que el plomo y
el cobre que formaban parte de los polvos usados anteriormente) y la
sombra de ojos.
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11
7.14 SIGLO XX
Después del largo período de tiempo en que los productos cosméticos

fueron mal vistos por la población en general, por las religiones y por
algunos líderes de Occidente, a partir del siglo 20 comienza el inicio de
la revolución de la moda que impulsó a los cosméticos a la popularidad
que tienen hoy en día.
El punto de inflexión en la moda occidental se produjo en 1920, cuando

los cosméticos comercializados en masa finalmente se convirtieron en
productos económicamente viables. Este cambio fue impulsado por los
rápidos avances en la química, la producción industrial automatizada y
las comunicaciones y vías comerciales entre países y continentes.
Como es bien sabido, allá donde se puede encontrar beneficio siempre

existe la voluntad de comercializar y vender.
La fotografía, el teatro, el ballet, los actores y las películas de culto, las

grandes campañas de marketing y la publicidad pronto propiciaron la
caída de la moda de estilo victoriano en Europa y América del Norte,
permitiendo a las mujeres de todas las edades empezar a usar produc-
tos cosméticos en público.
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11
7.14 SIGLO XX
Este nuevo estilo empezó a convertirse en un fenómeno mundial, se

trataba de un estilo único que se fundamenta en conseguir un aspecto
estético de ojos negros, labios rojos, esmalte de uñas rojo, colorete,
rímel y bronceado de la piel.
Las primeras décadas de su popularidad en el oeste de Estados Unidos y

gracias a los nuevos avances tecnológicos implicaron la aparición de mu-
chos productos cosméticos nuevos que salían al mercado todos los días.
Las mujeres de 1920 abrazaron este nuevo estilo de vida y comenzaron

una época de vida nocturna, música de jazz, sexualidad abierta, así
como nuevas corrientes teatrales y artísticas.
Mujeres en los años 20.
Se inventaron productos novedosos tales como las barras de labios (que

fueron popularizadas gracias a su embalaje portátil de Maurice Levy
en 1915), el brillo de labios de Max Factor, rímel (Maybelline en 1917),
tintes para el cabello por L’Oreal (1907), protectores solares, productos
para el bronceado, el esmalte de uñas de color rojo por Coco Chanel, y
muchos otros.
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7.14 SIGLO XX
Anuncio de colorete Luxor, 1920 (izqda.) y

anuncio de pintalabios en Vogue, 1928 (dcha.)
Anuncio de Maybelline para las cejas y pestañas.
Estos lanzamientos se vieron fuertemente apoyados y popularizados

gracias al uso que hicieron las actrices de cine y teatro, así como por
músicos famosos.
1930 fue una época de art déco, donde las mujeres volvieron a palidecer
la piel, emplear polvos faciales, maquillaje de ojos negro, lápiz labial fino
y uñas de color rojo.
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11
7.14 SIGLO XX
Con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, el panorama cambió drás-

ticamente. El racionamiento de la guerra limitó la producción de muchos
productos cosméticos.
Todo esto trajo un cambio en los estilos de moda. Durante esa época se
llevaba un aspecto más natural, el empleo de los cosméticos de forma
suave y sencilla era más popular, permitiendo a las mujeres que co-
menzaban a trabajar para la industria de guerra mostrar su feminidad,
incluso en las fábricas.
Actrices de películas populares de la época (como Ava Gardner, Rita Ha-

yworth y Ingrid Bergman) siguieron esa tendencia, centrándose su uti-
lización casi exclusivamente a las barras de labios y productos para las
pestañas.
Después de la Segunda Guerra Mundial y su período de racionamiento

de material pesado, la industria cosmética experimentó su segundo re-
nacimiento.
Se adoptaron nuevas tendencias de moda, que sobre todo fueron popu-

larizadas por actrices de cine y músicos.
Después de la Segunda Guerra Mundial, vino otro movimiento que cam-

bió la moda drásticamente, el movimiento hippie. Durante 1960, esta
tendencia creada por los jóvenes norteamericanos influyó no sólo en la
cultura americana, sino también en la música popular, la literatura y las
artes. Además, se extendió a través de todo el mundo.
Se trataba de una moda psicodélica, muy influenciada por el estilo de

vida que se basaba en los conceptos de libertad, pensamiento alternativo
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11
7.14 SIGLO XX
y liberar la mente y la imaginación.
Durante la década de 1970 el movimiento hippie empezó a dejar de ser

tan fuerte.
El uso del cosmético también se modificó. La mayoría de las mujeres hi-

ppies prefieren la versión más feminista de sus caras al natural durante
el día, con un mínimo de maquillaje que sea lo menos intrusivo posible
(colores principalmente naturales o incluso transparentes)
Incluso las mujeres de la clase trabajadora, intrigadas por las obras de

los diseñadores de moda famosos y artistas como Ralph Lauren, Calvin
Klein, Francesco Scavullo y el Camino Bandy, adoptaron este estilo na-
tural, en el maquillaje de sus rostros se intenta no emplear ningún tipo
de colores brillantes o contrastes excesivos.
En el otro lado del Atlántico, las mujeres europeas adoptaron maquilla-

jes con colores y mirada sensual que fue visto como lo contrario de esa
“apariencia natural” que predominaba en América.
Los labios de color rojo brillante, unas largas uñas rojas, el uso de maquilla-
je en los párpados, y el lápiz de ojos se basan en la moda de Italia y Fran-
cia. Durante esos años, la revista Vogue fue el centro de la moda europea.
Tanto en Europa y América, con la defensa de unos estilos de moda muy

distintos, no fue extraño ver la formación de un tercer movimiento que
trató de desprenderse de todas las tendencias de la sociedad y provocó
cierta controversia y shock.
Estos movimientos eran la moda punk y el glamour. El punk se formó a

finales de 1970 por aquellos jóvenes que no querían formar parte de la
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7.14 SIGLO XX
sociedad establecida.
La moda punk se basó en un maquillaje agresivo, alteraciones del cuer-

po (piercings de todo tipo), los tatuajes, y la ropa de tonalidades oscu-
ras (por lo general con colores negros puros).
Por otra parte, coexistía un estilo de moda más glamurosa, promovida

por músicos que comenzaron a promover estilos extravagantes, la uti-
lización de colores de alto contraste, brillos, cortes de pelo extremos,
botas de plataforma, todo esto sumado a alusiones a la sexualidad, la
androginia, la ciencia ficción, el simbolismo, la mística y la mitología.
Los artistas musicales más populares que encabezaron todas las ten-
dencias de la moda en este periodo fueron David Bowie, Alice Cooper,
Lou Reed, New York Dolls y Gary Glitter.
Hoy en día, la industria de los cosméticos es una empresa multimillonaria

que se extiende a través de todo el mundo, encontrando siempre nuevas
formas y tendencias de moda que asegura que sustenta su crecimiento.
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7.15 INICIO SIGLO XXI
El siglo XXI ha empezado con un auge espectacular de la industria cos-

mética. Hay dos fenómenos principales positivos y dos fenómenos ne-
gativos que están influyendo en el tipo y las preferencias de los cosmé-
ticos en esta época actual. Y todo ello acompañado de una evolución
en los mecanismos regulatorios y de protección de la salud, quizá no en
todos los países al mismo nivel.
Los fenómenos positivos son por un lado el avance tecnológico a todos

los niveles y por otro la globalización.
Los fenómenos negativos son la contaminación global del planeta y la

destrucción de recursos naturales.
En cuanto a los fenómenos positivos, la tecnología actual ha permitido,

no sólo en desarrollo e productos mucho más variados, eficaces y sofis-
ticados, si no que ha permitido disponer de infinidad de estilos y marcas
que se pueden comprar desde cualquier parte, mezclando tendencias de
un lado a otro del planeta.
Es decir, no sólo estamos hablando de los avances tecnológicos que nos

han permitido disponer de productos nuevos, que se adaptan mejor a
los gustos variados de los distintos segmentos de la población, si no
que actualmente los avances en el campo de la comunicación y de la
logística y el transporte, nos permite comprar un nuevo producto de
cualquier marca a través de una página web, desde nuestro dispositivo
móvil y cómodamente sentados en un bar, mientras esperamos a nues-
tros amigos.
Si a esto sumamos que la globalización ha ayudado a encontrar los

mismos productos en países y culturas totalmente distintas, eso sí con
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11
las barreras regulatorias que todavía hoy hay que traspasar en muchos
casos, aunque con una tendencia a la globalización paulatina de las
mismas.
Todo este abstracto actual, ha marcado las tendencias en cuanto a cos-

mética se refiere y actualmente los productos cosméticos se han diver-
sificado y encontramos:
• Un auge de la cosmética de tratamiento muy tecnológica basada

en nuevos descubrimientos sobre el funcionamiento de la piel a
nivel bioquímico y celular, liderada por activos como los péptidos
de diseño, los cultivos de células madre, aislamiento de proteínas
que influyen en la expresión del ADN.
• Además, muchos de estos activos se obtienen por sofisticadas téc-

nicas de extracción a partir de cultivos de plantas exóticas, algas o
microorganismos encontrados en condiciones de resistencia extre-
ma en lugares inverosímiles.
• Unas texturas innovadoras y sofisticadas gracias a los avances en

formulación y la utilización de emolientes cada vez más diversos,
sofisticados emulsionantes y espesantes, la síntesis de nuevos po-
límeros o micropartículas que aportan tactos y acabados sedosos
y evanescentes
• Productos multifuncionales e inteligentes, que abarca desde apro-

tar variso beneficios al tiempo hasta productos absolutamente per-
sonalizados para cada usuario.
• Un auge en los productos naturales, por nuestra necesidad de vol-

ver a lo ancestral y a la tierra madre a la que pertenecemos.
pag. 111
11
• La tendencia absoluta hacia una cosmética sostenible, que cuida el

planeta y a las personas, reciclable, que no malgaste el agua, que
no malgaste los recursos naturales, en industrias menos contami-
nantes y con productos cuyos ingredientes sean seguros para la
salud y el medioambiente.
En definitiva, productos buenos, sanos y que, al utilizarlos, nos haga

sentir libres de culpa porque contribuyen a un futuro mejor o, como
mínimo, a ayudar a países o zonas más pobres a mejorar sus condi-
ciones de vida. Y este tipo de cosméticos son, además, productos que
contrarresten los dos fenómenos negativos que el desarrollo nos está
aportando, que son principalmente la contaminación del medioambiente
y el agotamiento de los recursos naturales.

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MÁSTER EN DERMOCOSMÉTICA

7. ¿CUÁNDO? APUNTES DE HISTORIA COSMÉTICA

7.1 EL HOMBRE PREHISTÓRICO

A pesar de que la primera evidencia arqueológica de cosméticos provie-

Algunas pinturas rupestres encontradas en el Sáhara muestran imáge-

La mujer de la edad de piedra se hacía en la cara manchones de barro

Se cree que el hombre prehistórico utilizaba polvo de huesos para lim-

7. ¿CUÁNDO? APUNTES DE HISTORIA COSMÉTICA

7.1 EL HOMBRE PREHISTÓRICO

prehistórica se limitaban, prácticamente, a la arcilla, tierras de pigmentos

Se han encontrado rastros de arcilla roja en algunos restos arqueoló-

En otros lugares también se han hallado representaciones de mujeres

7. ¿CUÁNDO? APUNTES DE HISTORIA COSMÉTICA

7.1 EL HOMBRE PREHISTÓRICO

En la edad del bronce los cazadores y danzantes se teñían parte de su

Se han hallado pequeños contenedores de huesos vaciados con pastas

Los neandertales se colgaban collares hechos con conchas, se maqui-

Dentro de la historia del maquillaje, los principales registros de su utili-

7. ¿CUÁNDO? APUNTES DE HISTORIA COSMÉTICA

7.2 LOS EGIPCIOS: LA COSMÉTICA COMO ARTE FUNERARIO

La primera prueba del uso de “aceite sagrado” (aceite de oliva, aceite de

En el 3300 AC las tribus en el sur de Europa comenzaron a tatuar su piel

Ya en el 3100 AC en las antiguas tumbas egipcias de más de cinco mil

Fue más tarde, en el 1500 AC cuando los productos cosméticos se hi-

Con el tiempo, el uso de los productos cosméticos de la época se ex-

7. ¿CUÁNDO? APUNTES DE HISTORIA COSMÉTICA

7.2 LOS EGIPCIOS: LA COSMÉTICA COMO ARTE FUNERARIO

más baja de los ciudadanos y esclavos. Entre la aristocracia comienza a

La tradición egipcia de los baños públicos genera el desarrollo de diversos

Posteriormente la aristocracia griega comienza a utilizar productos cos-

No obstante, la propia simplificación de los procesos unida al desconoci-

Entre todos los productos cosméticos, el aceite de cedro fue considera-

7. ¿CUÁNDO? APUNTES DE HISTORIA COSMÉTICA

7.2 LOS EGIPCIOS: LA COSMÉTICA COMO ARTE FUNERARIO

En lo que a utensilios se refiere, la herramienta más importante en la

Salvadora pérsica (árbol de cepillo de dientes)

El maquillaje egipcio ha trascendido a lo largo de la historia. Por lo gene-

Kohl egipcio (izqda.) y vasos encontrados en yacimiento arqueológico

7. ¿CUÁNDO? APUNTES DE HISTORIA COSMÉTICA

7.2 LOS EGIPCIOS: LA COSMÉTICA COMO ARTE FUNERARIO

Además, los aceites, pastas y colorantes del pelo contenían metales

Por último, las pinturas de cuerpo completo que se basaban en la tiza y

7. ¿CUÁNDO? APUNTES DE HISTORIA COSMÉTICA

En el 3000 AC aparecen los primeros indicios de cosmética en Oriente.

Más tarde, en el 1500 AC surge en el Lejano Oriente la moda japonesa

Composición del maquillaje en China: base blanca bastante gruesa,

7. ¿CUÁNDO? APUNTES DE HISTORIA COSMÉTICA

En esta zona destacó notablemente el uso de thanaka. El thanaka es

Uso del thanaka por las mujeres birmanas

La crema de thanaka se consigue moliendo la corteza del árbol thanaka

El árbol de thanaka crece en abundancia en toda la zona central de Bir-

Durante 2000 años, la crema de thanaka ha formado parte de un modo

7. ¿CUÁNDO? APUNTES DE HISTORIA COSMÉTICA

Se aplica en el rostro realizando diseños atractivos; el más popular es

Además de utilizarse como cosmético, el thanaka proporciona una efec-

7. ¿CUÁNDO? APUNTES DE HISTORIA COSMÉTICA

7.5 LOS GRIEGOS

A pesar de que los sacerdotes egipcios mantenían sus recetas cosmé-

En Grecia, en el 1000 AC es la aristocracia griega quien comienza a utili-

Como ya se ha comentado al hablar de los romanos, los griegos también

En lo que se refiere a blanquear la piel, utilizaban una mezcla a base de

Vasija con pastillas de albayalde (siglo V AC)

7. ¿CUÁNDO? APUNTES DE HISTORIA COSMÉTICA