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ECUESTRE
Le Blanc-Seing, 1965
R. Magritte
“El amor del hombre por el animal trasciende las
prácticas de adiestramiento y disciplina razón por
la cual el origen del deporte no se debe únicamen-
te al diseño de entrenamientos de equitación si no
también al rescate de los valores naturales.”
El origen del ecuestre se remonta a la voluntad de probar la capacidad física del caba-
llo y otras destrezas del animal relacionadas a la obediencia, optimización y estiliza-
ción de los movimientos atléticos. La palabra ecuestre proviene de eqqus y estris que
tienen como significado “caballo” y “propio de” respectivamente.
El objetivo principal del deporte es lograr que el caballo tenga una buena condición
física y que el jinete tenga una técnica de equitación basada en la aplicación de técni-
cas de comunicación asertiva y equilibrada con el psique del caballo. Además de me-
jorar la condición física del animal se busca encontrar el estado de ánimo ideal para
trabajar en su máxima capacidad durante las competiciones.
Usualmente los caballos que compiten en carreras o en saltos son caballos Pura San-
gre y tienen un cuidado y un entrenamiento diferente al de los caballos que no compi-
ten. Para obtener mejores resultados existe un equipo de profesionales y entrenado-
res que rodean los procesos de entrenamiento y que velan por la crianza apropiada
del animal.
La población equina debe tener una alimentación rica en nutrientes y proteínas por
ello el alimento o suplemento debe contener omega 3, encontrado en el lino, vitamina
E, antioxidantes y compuestos fenólicos y esteroles.
EL JINETE
El jinete es la persona elegida por el dueño del caballo para montar y/o entrenarlo. Al
igual que el caballo, el jinete debe comprometerse y dedicarse de lleno a conocer y
trabajar con el caballo. Idealmente debe pesar menos de 57kg y mantener un buen
estado físico. El jinete debe descansar y prestar atención especial al área del trapecio
y las ingles para fortalecerlas y evitar lesiones. Uno de los riesgos de competir son las
caídas razón por la cual se debe de entrenar constantemente y estar pendiente de los
factores que pueden incidir durante la competición.
LA DOMA CLÁSICA
La doma clásica tiene como objetivo probar la obediencia y la flexibilidad sobre movi-
mientos predeterminados por el jinete.
Le Blanc-Seing, 1965
R. Magritte
Antes de iniciar con el entrenamiento se debe buscar la rectitud del caballo por medio
de la alineación de la nariz con el ombligo. Si el animal no está centrado, hay que des-
plazar el peso para lograrlo. La centralización permite al jinete mantener una comuni-
cación óptima, equilibrada y apropiada para iniciar con los movimientos atléticos natu-
rales del caballo.
MOVIMIENTOS LATERALES
SALTO
El jinete debe buscar que el caballo salte con el menor esfuerzo así como con un me-
nor gasto físico y energético. En la equitación centrada el jinete ayuda al caballo de-
dicándole tiempo al trabajo de doma y saltos bajos. La fuerza del caballo se va incre-
mentando progresivamente por medio de los movimientos atléticos y la nutrición.
Dado que el trabajo realizado durante una carrera es extenuante, se recomienda que
tanto el jinete como el caballo descansen y reciban tratamientos como masajes y fisio-
terapia.