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María Moliner organizó también las bibliotecas

María Zambrano y
Luis Cernuda (izda.)
del Estado, llegando a fundar más de cien. De he-
cho, su Plan de Bibliotecas, publicado en 1939, es el
mejor plan bibliotecario de España, y aún continúa
vigente. Incluso durante la guerra se encargó de ha-
cer llegar libros al frente. Pensaba que un libro es
una ventana maravillosa por la que uno se asoma al
mundo, una puerta abierta al infinito. Por la lectura
se puede cambiar el mundo.

Al término de la guerra civil sufrió represalias,


pero no se exilió. Fue destituida y finalmente des-
tinada en 1946 a la biblioteca de la Escuela Técnica María Moliner escribiendo su Diccionario del Uso del Español
Superior de Ingenieros Industriales de Madrid, has-
María Zambrano frecuenta en aquellos años los para todos. Su diccionario, que supera al de la Real ta que se jubiló en 1970. Fue aquí donde se dedicó a
aconsejaron Antonio Machado. Y Pedro Salinas, llevó
círculos artísticos y literarios más activos y mantiene Academia y es único en el mundo, no contiene solo desarrollar su pasión por las palabras, y a escribir su
un repertorio con obras de Cervantes, Lope de Rueda,
amistad con muchos de los creadores más relevantes: las definiciones de las palabras, sino cómo y dónde diccionario, tarea en la que empleó más de 15 años.
Ramón de la Cruz o Lope de Vega. El guiñol o «reta-
Maruja Mallo, García Lorca, Rafael Dieste, Jorge Gui- se usan, cuál es su pronunciación, su etimología, los blo de fantoches» atendió a divertir y enseñar al pú-
llén, José Bergamín… sinónimos y un montón de ejemplos. Pero su trabajo Una deuda de gratitud blico infantil, y el servicio de música y coros extendió
no fue reconocido y, cosas del machismo de este país, la educación en este campo, tan olvidado.
Tras la guerra civil su vida fue un continuo deam- tampoco le sirvió para entrar en la Academia. Tal vez El patronato de las misiones pedagógicas repartió
bular por un rosario de ciudades en todo el mundo, y si el autor hubiera sido un hombre... en los años que perduró su actividad sembradora de Las mujeres que hemos recordado en estas pá-
volcó su actividad en la literatura y la filosofía. Escri- cultura más de 5.000 bibliotecas por las escuelas ru- ginas colaboraron en esta actividad. Hubo más, y
bir era para María Zambrano revelar secretos, reflejar María estudió en la Institución Libre de Enseñanza rales; con el «Museo del Pueblo», una colección de todas fueron fuertes, inteligentes y valientes. Como
aquello que no puede decirse porque alude demasia- y tuvo que dar clases particulares para mantener a su copias de cuadros de grandes maestros del Prado, de todos los voluntarios, eran recibidas con recelo y
do a la verdad, y las grandes verdades no suelen de- familia. Era un tiempo en que las mujeres estaban ol- Velázquez a Goya, Ribera o El Greco, hechas por pin- despedidas con cordialidad, pues los pueblos esta-
cirse hablando. En 1984, regresó a España después de vidadas por la cultura. Pero ella salió adelante. En 1922 tores jóvenes, se enseñó a los campesinos el valor de ban acostumbrados a recibir visitas que se traducían
casi medio siglo de exilio. “Hay gente que nació exi- tuvo su primer destino en el Archivo de Simancas, y en sus obras y se pretendió que las sintieran como su- en molestias y peticiones. Y las gentes no salían de
liada, como yo”, dijo en aquel momento. Cuatro años 1924 fue la primera mujer en impartir clase en la Uni- yas; de la mano del «cinematógrafo educativo», niños su asombro al ver que los misioneros no les pedían
después se convirtió en la primera mujer en recibir el versidad de Murcia. En Valencia comenzó a colaborar y mayores se acercaron en muchos casos por prime- nada, ni el voto ni la contribución, sino que venían
Premio Cervantes. Su salud, ya muy delicada, le impi- con las Misiones Pedagógicas. María se encargaba del ra vez al invento del siglo, el milagro de la imagen a darles cuanto tenían: teatro, música, cine, libros,
dió asistir a la ceremonia de entrega del mismo el 23 envío de bibliotecas a los pueblos donde no había li- en movimiento; el «teatro del pueblo», cuya creación arte, alegría, juventud… Estas mujeres no solo influ-
de abril de 1989 en el Paraninfo de la Universidad de bros. En aquella época hubo una explosión cultural: la yeron de forma decisiva en la apertura de caminos
Alcalá de Henares, y escogió a la actriz Berta Riaza cultura se convirtió en bandera de la libertad. al encuentro de la cultura en el mundo rural, sino
para que realizara su lectura. Su discurso se centró que entraron sin complejos en la historia. Todos te-
en la idea de libertad, y eso la llevaba a evocar lo que nemos una deuda de gratitud hacia ellas.
llamó “la España del fracaso”, aquella España por la
que trabajó y de la que se vio obligada a salir. Bibliografía:
• Faus Sevilla, P. (2000). La lectura pública en España y el Plan
de Bibliotecas de María Moliner.
Una ventana maravillosa ANABAD, Madrid.
• Huertas, R. (2019). Mujeres de la cultura.
María Moliner fue bibliotecaria y archivera, en- Anaya, Madrid.
tre otras cosas, y nos dejó el Diccionario de Uso del • Llopis, R. (2005). La revolución en la escuela. Biblioteca
Nueva, Madrid.
Español. Lo redactó ella sola, a mano, con lápiz, con
• http://www.escritorasenlaprensa.es/maria-zambrano/
una máquina de escribir y rellenando fichas. María • https://www.fundacionmariazambrano.org/
entendía que, al redactarlo, hacía algo necesario y útil • www.eldiario.es (2/11/2019)
María Zambrano con Ortega y Gasset Maria Moliner

10 Sembrando Cultura vallislonga · nº5 · 2022 11

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