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ESPASTICIDAD

Fisioterapia neurológica pediátrica I


La espasticidad es una condición que afecta el sistema nervioso y se caracteriza por una rigidez
excesiva en los músculos, lo que puede dificultar la realización de actividades cotidianas. Es causada
por una lesión en el cerebro o la médula espinal que interrumpe la comunicación normal entre los
nervios y los músculos. Existen varias opciones de tratamiento para la espasticidad, incluyendo
fisioterapia y medicamentos. La elección del tratamiento adecuado dependerá de la causa y la
gravedad de la espasticidad, así como de las necesidades individuales del paciente. Es importante
tratar la espasticidad de manera adecuada para prevenir complicaciones como contracturas
musculares, deformidades articulares y dolor crónico. Además, el tratamiento puede mejorar la
calidad de vida de las personas que viven con esta condición. La espasticidad es una afección
neurológica que puede tener un gran impacto en la calidad de vida de las personas que la padecen.
Sin embargo, existen opciones de tratamiento efectivas que pueden ayudar a aliviar los síntomas y
mejorar la función física. Es importante trabajar con un equipo de profesionales de la salud para
desarrollar un plan de tratamiento individualizado y efectivo.

El diagnóstico de la espasticidad se basa en la evaluación clínica de los síntomas y la historia médica


del paciente. El médico puede realizar un examen neurológico para evaluar la función motora, el
tono muscular y los reflejos. También pueden ordenar pruebas de diagnóstico por imágenes, como
una resonancia magnética o una tomografía computarizada, para detectar lesiones cerebrales o
medulares que puedan estar causando la espasticidad.

Además, el médico puede realizar pruebas específicas para evaluar la espasticidad, como la escala
de Ashworth o la escala de espasticidad de Tardieu. Estas escalas evalúan el grado de rigidez
muscular y la velocidad de la respuesta muscular a la estimulación.

Es importante que se realice una evaluación completa para determinar la causa subyacente de la
espasticidad y descartar otras condiciones médicas que puedan estar causando síntomas similares.
En algunos casos, puede ser necesario consultar a un especialista en neurología o medicina física y
rehabilitación para evaluar y tratar la espasticidad. Un enfoque interdisciplinario, que incluya a un
equipo de profesionales de la salud, puede ser necesario para desarrollar un plan de tratamiento
efectivo y mejorar la calidad de vida del paciente.

El tratamiento para la espasticidad puede incluir terapia física y ocupacional, medicamentos para
relajar los músculos, y en algunos casos, cirugía. Los objetivos del tratamiento son mejorar la función
física y la calidad de vida del niño, reducir el dolor y las molestias asociadas con la espasticidad, y
prevenir complicaciones a largo plazo.

Es importante trabajar con un equipo médico especializado en el tratamiento de la espasticidad


pediátrica, que incluya neurólogos pediátricos, terapeutas ocupacionales y físicos, y cirujanos
ortopédicos, para desarrollar un plan de tratamiento individualizado y adaptado a las necesidades
específicas del niño.

El tratamiento de la espasticidad pediátrica depende de la causa subyacente de la afección, así como


de la gravedad y los síntomas del niño. El objetivo del tratamiento es mejorar la función física y la
calidad de vida del niño, reducir el dolor y las molestias asociadas con la espasticidad, y prevenir
complicaciones a largo plazo.
A continuación, se describen algunos tratamientos comunes para la espasticidad pediátrica:

Terapia física y ocupacional: La terapia física y ocupacional es un componente clave del tratamiento
de la espasticidad pediátrica. Los terapeutas trabajan con el niño para mejorar la flexibilidad, la
fuerza muscular y la coordinación, y enseñar ejercicios que ayuden a mantener la movilidad y el
rango de movimiento. También pueden enseñar técnicas de relajación y respiración para ayudar a
controlar la espasticidad.

Medicamentos: Los medicamentos para la espasticidad, como el baclofeno, la tizanidina y la


diazepam, pueden ayudar a reducir la rigidez muscular y las contracciones involuntarias. Los
medicamentos pueden administrarse por vía oral o, en algunos casos, por inyección directa en el
músculo afectado.

Cirugía: En casos graves de espasticidad pediátrica, puede ser necesaria una cirugía. La cirugía puede
ayudar a reducir la espasticidad, mejorar la función física y prevenir deformidades a largo plazo. Las
opciones de cirugía incluyen la neurotomía selectiva de raíces nerviosas, la rizotomía dorsal selectiva
y la bomba de baclofeno intratecal.

Ortosis: Los dispositivos ortopédicos, como los aparatos de ortesis y los zapatos ortopédicos, pueden
ayudar a mejorar la función física y la movilidad del niño.

Es importante trabajar con un equipo médico especializado en el tratamiento de la espasticidad


pediátrica para desarrollar un plan de tratamiento individualizado y adaptado a las necesidades
específicas del niño.

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