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Fundamentos de Excitabilidad

Book · June 2005

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Carlos G. Onetti
Universidad de Colima
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Centro Universitario de Investigaciones Biomédicas
Universidad de Colima, Colima, México
2

CONTENIDO

Prólogo

Capítulo 1
Canales iónicos: macromoléculas subyacentes a la excitabilidad neuronal.
1.1. Identidad bioquímica de los canales iónicos.
1.2. Relación de las propiedades funcionales de un canal iónico con los
dominios estructurales del complejo macromolecular.
a) Mecanismo de Compuerta
b) Permeabilidad Selectiva
c) Inactivación
1.3. La unidad funcional de los canales iónicos es un complejo
multimérico.
1.4. La distribución de los canales iónicos no es al azar
1.5. Importancia terapéutica de los canales iónicos.
Perspectivas.

Capítulo 2
Bases Termódinámicas del Estado en Reposo.
2.1. La ecuación del flujo.
2.2. La ley de Fick.
2.3. La ecuación de Nernst.
2.4. Potencial de unión líquida.
2.5. La ecuación de campo constante.
2.6. Permeabilidad y conductancia.

Capítulo 3
Propiedades Pasivas fuera del Reposo.
3.1. La capacitancia y resistencia de la membrana.
3.2. Potenciales electrotónicos en células esféricas.
3.3. Potenciales electrotónicos en células cilíndricas (teoría del cable
infinito).
3.4. Solución particular en el estado estacionario.
3.5. Solución general de la ecuación del cable.
3.6. Solución particular de la ecuación del cable en x=0.
3

Capítulo 4
El Impulso Nervioso.
4.1. El potencial de acción.
4.2. Corrientes iónicas
4.3. La conductancia de potasio.
4.4. La conductancia de sodio.

Apéndice.
Canales Unitarios.
1. Permeabilidad, conductancia y dependencia de voltaje.
2. Cinética de apertura y cierre de canales unitarios.
2.1. Un canal con dos estados.
2.2. Dos canales con dos estados.
2.3. Un canal con tres estados con tres niveles de conductancia.
2.4. Un canal con tres estados con dos niveles de conductancia.

Agradecimientos.

Lecturas recomendadas.
4

Prólogo

Desde la creación del programa de Posgrado en Ciencias Fisiológicas de la


Universidad de Colima hemos impartido el curso de Excitabilidad y a lo
largo de esta experiencia hemos transitado de una época en que el material
bibliográfico disponible en nuestro idioma era completamente ausente hasta
la creación reciente de páginas completas de internet acerca de tópicos de
Electrofisiología.
A pesar de este cambio, consideramos que la idea de concretar el presente
proyecto es vigente y puede ser el punto de partida para una serie de
publicaciones elaboradas por y para la docencia.
En los primeros años el único respaldo didáctico con el que
contábamos fueron acetatos y apuntes que nosotros mismos elaboramos y
que tradicionalmente se han distribuído a los estudiantes del curso en un
formato rudimentario. Actualmente este material se encuentra disponible en
la biblioteca del Centro de Investigaciones Biomédicas pero de manera
fragmentada por lo que siempre tuvimos la intención de integrar y
sistematizar los conceptos recientes de la biología de los canales iónicos con
el análisis de los modelos mecanísticos del funcionamiento de los mismos.
Esos apuntes se fueron enriqueciendo con la retroalimentación de la
experiencia docente, que nos permitió identificar aquellos aspectos que
provocaban confusión en los alumnos, y se han venido modificando a
medida que se han incorporado nuevos elementos al marco conceptual de la
electrofisiología.
Este cuaderno es el resultado de la revisión y selección del material
que surgió de esta manera. La intención es mantener a los alumnos en
contacto con las aportaciones de trabajos clásicos que nunca envejecen, a la
vez que procuramos redefinir esos conceptos en un contexto más actual.
5

Capítulo 1
CANALES IÓNICOS: MACROMOLÉCULAS SUBYACENTES A LA
EXCITABILIDAD NEURONAL

La función de los canales iónicos es mantener la homeostasis electroquímica


en los diferentes compartimientos intracelulares por medio de la regulación
del flujo de cargas a través de las membranas biológicas. Como
consecuencia del movimiento de carga eléctrica, acarreada por distintas
especies iónicas, se producen cambios en el potencial transmembrana; estos
cambios se traducen en señales eléctricas que la célula utiliza como parte de
un código de comunicación intercelular. Así, los canales son moléculas
responsables de la generación y transmisión de señales bioeléctricas y sus
propiedades determinan la naturaleza de la actividad eléctrica en el Sistema
Nervioso.
En términos generales la actividad de un canal iónico se caracteriza por:
a) su capacidad para conducir iones
b) su capacidad para discriminar el tipo de ión que puede permear a
través del poro de conducción.
c) su capacidad para cambiar su conformación molecular en respuesta
a señales eléctricas, mecánicas o químicas; como resultado de estas
transiciones conformacionales la vía de conducción iónica se abre
o se cierra.
Como la variedad de canales iónicos es enorme, es conveniente identificar
aquellas características que se han utilizado como criterios para su
nominación o clasificación, a saber:

1) Selectividad iónica. La selectividad se refiere a que los canales


“distinguen” y seleccionan la naturaleza de la especie iónica que será
trasportada (carga y valencia); cuando hablamos de canales de sodio,
significa que los aniones como el cloro y otros cationes, como el calcio,
son excluídos de la vía de conducción, mientras que el sodio atraviesa
fácilmente ese canal. Entonces, cada ión permea con mayor facilidad a
través de un tipo particular de canal (Figura 1.1).

2) Mecanismo de compuerta. El mecanismo de compuerta es el estímulo


que regula el cambio en el estado funcional de un canal; estrictamente
hablando, es el mecanismo que determina la probabilidad de que la
compuerta abra o cierre un canal (Figura 1.2). Hay varias subfamilias de
canales, según su mecanismo de compuerta: a los canales que se abren
6

3) y/o cierran por un cambio en la diferencia de potencial entre el interior y


el exterior de la célula se les denomina canales activados por voltaje.
Otro mecanismo de compuerta es la unión de un ligando específico; los
ligandos pueden tener acceso a la proteína del canal desde el espacio
extracelular (por ejemplo los neurotransmisores) o desde el lado
intracelular (como ocurre con los nucleótidos cíclicos).
Existen también canales activados por el estiramiento; éstos se abren
en respuesta a un cambio en la tensión local en la bicapa lipídica de la
membrana y en algunos casos se encuentran asociados con las proteínas
del citoesqueleto. En bacterias la función de estos canales es relevante
para la regulación del volumen celular durante cambios en la osmolaridad
del medio externo, mientras que en organismos multicelulares participan
en el proceso de mecanotransducción sensorial; es decir el proceso
mediante el cual la energía mecánica que produce una deformación de la
membrana celular se transduce en una señal eléctrica. De este modo, los
canales mecanosensibles son mediadores importantes del sentido del
tacto y el oído.

Figura 1.1
Variedad de canales
iónicos en función de su
selectividad iónica.
Los canales iónicos son
vías para el transporte
selectivo de distintas
especies iónicas en forma
independiente. En una
célula coexisten diversos
tipos e isoformas de estas
proteínas integrales de la
membrana plasmática, y
su interacción funcional
determina las propiedades
eléctricas de una célula
excitable. Su distribución
y expresión en diferentes
tejidos de un organismo son reguladas por señales bioquímicas intra y extracelulares
durante el desarrollo y su localización heterogénea en la superficie celular da origen a
dominios funcionales a nivel unicelular.

Recientemente se ha propuesto que la apertura del poro de un canal


puede estar acoplado a otros mecanismos de compuerta como son
cambios en el potencial de óxido reducción o en el pH.
7

4) Conductancia. La magnitud de la corriente iónica cuando el canal ha sido


abierto por el mecanismo de compuerta depende del gradiente
electroquímico, y de la facilidad con que permean los iones a través del
canal. Algunos canales del mismo tipo, por ejemplo los canales de
potasio activados por calcio (KCa), pueden distinguirse
electrofisiológicamente por su conductancia unitaria; así los canales BK
(big) tienen una conductancia entre 100 y 250 pS mientras que los SK
(small) de sólo 5-20 pS.

Figura 1.2
El mecanismo de compuerta regula el cambio del estado funcional en los canales
iónicos.
Los canales iónicos sufren transiciones conformacionales aleatorias entre distintos
estados funcionales. La probabilidad de que un canal pase del estado cerrado (izquierda)
al estado abierto (derecha) es controlada por distintos estímulos. Los canales activados
por voltaje (panel superior) se abren o se cierran en respuesta a cambios en la diferencia
de potencial eléctrico a través de la membrana; estos cambios producen una reorientación
de cargas en la región de la proteína que funciona como sensor de voltaje (+). Algunos
canales se abren gracias al cambio conformacional provocado por la unión de un ligando
en una región receptora de la proteína (panel medio) mientras que otros responden a una
deformación de la membrana celular (panel inferior) y por tanto se denominan
mecanosensibles.
8

5) Farmacología. El perfil farmacológico de un canal se refiere a la


susceptibilidad de éste a drogas o toxinas que alteran su funcionamiento;
cuando una toxina o un fármaco se une de manera específica y con alta
afinidad a un tipo de canal (Figura 1.3), puede usarse para la
identificación del mismo.
Por ejemplo, la tetrodotoxina (TTX) ha sido una de las herramientas
más importantes para el estudio de los canales de sodio activados por
voltaje; a concentraciones del rango nanomolar la TTX bloquea
selectivamente y de manera reversible a los canales de sodio. La unión
estrecha de una toxina con su sitio receptor ha permitido aislar y purificar
estos receptores (canales) a partir de un tejido.
Además, un nervio puede exponerse a esta toxina marcada con átomos
radioactivos y de este modo es posible contar el número de sitios de
unión por unidad de superficie de membrana y estudiar la distribución y
densidad de canales en diferentes tejidos excitables; en un nervio
periférico existen alrededor de 100 sitios de unión a TTX por micrómetro
cuadrado.

El mecanismo por el cual estos agentes interfieren con la función de un


canal puede ser la obstrucción de la vía de conducción iónica (como es el
caso de la tetrodotoxina) o bien modificando el mecanismo de
compuerta. Si conocemos en detalle la estructura de estos inhibidores
específicos y analizamos las características de su interacción con el canal
correspondiente, podemos inferir como es la organización espacial de los
aminoácidos que constituyen el sitio receptor en el canal y asi obtener
información estructural del mismo.

6) Estructura. Los canales iónicos pueden agruparse en familias que


conservan un patrón básico de organización macromolecular. Por
ejemplo: los canales de potasio activados por voltaje son tetrámeros con
un poro central, los canales de cloro son homodímeros con un poro en
cada subunidad, los canales activados por ligando son pentámeros,
mientras que los canales intercelulares son hexámeros (Figura 1.9).

Una célula está equipada con una variedad de canales que actúan como vías
independientes para que diferentes tipos de ión atraviesen la membrana. La
excitabilidad celular dependerá no sólo del repertorio particular de canales
sino de la interacción funcional entre éstos en un momento determinado.
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Las propiedades eléctricas de una neurona pueden ser controladas por


mecanismos de regulación selectiva a nivel de la transcripción de genes que
codifican las proteínas de un canal, a nivel de la traslación del RNA
mensajero, o bien a nivel de la inserción dirigida de canales iónicos en un
dominio de la superficie celular.

Figura 1.3
Fármacos y toxinas como herramientas para la identificación y el análisis
estructural de los canales iónicos.
La tetrodotoxina es una neurotoxina que bloquea específicamente canales de sodio. La
molécula de TTX consiste en un grupo guanidino cargado positivamente y un anillo de
pirimidina. El sitio de unión para esta toxina consiste en un grupo de aminoácidos con
carga negativa localizados en el extremo exterior del poro del canal de sodio y la
constante de disociación es de 10-10 nM. La TTX obstruye el poro del canal, impidiendo
la entrada de iones de sodio aún cuando el canal se encuentre abierto y el bloqueo es
reversible. Utilizando esta toxina marcada con radioisótopos ha sido posible calcular la
densidad de canales por unidad de superficie de membrana.

1.1. Identidad bioquímica de los canales iónicos


Los canales iónicos son proteínas integrales que forman conductos
hidrofílicos y constituyen la vía para el movimiento de cargas a través de la
bicapa lipídica. Durante décadas, los canales se estudiaron con técnicas
bioquímicas y electrofisiológicas convencionales que dieron lugar a los
modelos mecanísticos analizados en otros capítulos de este libro. El estudio
funcional de los canales iónicos en terminos moleculares se basó
inicialmente en técnicas bioquímicas para el estudio de la proteínas
(solubilización con detergentes, reconstitución funcional en vesículas
lipídicas, ensayos de unión con ligandos marcados, etc).
10

La primera evidencia electrofisiológica sólida de la naturaleza proteica de


los canales iónicos fué el trabajo de Rojas y Luxoro quienes, en 1963,
estudiaron el efecto de la tripsina sobre la génesis del impulso nervioso
mediante la perfusión del axoplasma del axón gigante de calamar. Diez años
después, Armstrong, Bezanilla y Rojas realizaron un estudio detallado para
explicar el efecto de enzimas proteolíticas sobre el potencial de acción; con
ese trabajo mostraron que la pronasa destruye selectivamente la inactivación
de la corriente de sodio sin afectar el proceso de activación, ni la
conductancia a potasio. Desde entonces se acepta que los canales de potasio
y los de sodio son entidades distintas e independientes, que el mecanismo de
activación de los canales de sodio puede disociarse del mecanismo de
inactivación y, finalmente, que el transporte iónico depende de que se
mantenga intacta la función de las proteínas de membrana.

Una vez que las técnicas de clonación molecular permitieron conocer la


secuencia de aminoácidos de los canales iónicos, se inició un cambio en
nuestra concepción de estas proteínas; actualmente tenemos una idea de cuál
es el sustrato molecular de la diversidad funcional y farmacológica de los
canales iónicos.
En esta sección describiremos cómo se orienten los canales iónicos en
la membrana, de acuerdo con las propiedades que predice la secuencia de
aminoácidos en un prototipo de canales activados por voltaje.
El plegamiento de una proteína en su conformación nativa depende de
diversas fuerzas de interacción intramolecular (puentes de hidrógeno,
interacciones electrostáticas, enlaces covalentes, interacciones hidrofóbicas).
La manera en que se agrupan aminoácidos con diferentes tendencias
hidrofílicas e hidrofóbicas determina el índice de hidropatía de una proteína
y éste refleja su estabilidad en un medio acuoso.
El índice de hidropatía proporciona información acerca de la posible
disposición espacial de una cadena polipeptídica. En una proteína
citoplásmica las regiones hidrofílicas estarán localizadas en la periferia, en
contacto con el medio acuoso, mientras que los residuos hidrofóbicos se
orientan en el centro de la molécula. Por otra parte, en una proteína de
membrana las regiones hidrofóbicas estarán en contacto con la bicapa
lipídica mientras que las hidrofílicas deberán situarse ya sea en el medio
intracelular o en el extracelular. Considerando el espesor de la bicapa
lipídica y el tamaño de una cadena polipeptídica en la configuración de α
hélice, vemos que para atravesar la membrana de lado a lado se requiere un
segmento de aproximadamente 23 aminoácidos. Así, al obtener el perfil de
hidropatía de segmentos consecutivos de la proteína de un canal iónico, se
11

genera un modelo topológico como el que se ilustra en la Figura 1.4, que


representa el patrón básico de los canales iónicos activados por voltaje. En
general, la superfamilia de canales activados por voltaje consta de cuatro
subunidades ó cuatro dominios dispuestos en tandem; cada dominio está
constituído por seis segmentos transmembrana (S1-S6). El cuarto segmento
(S4) contiene 8 aminoácidos básicos (arginina o lisina) intercalados con
aminoácidos hidrofóbicos; estos aminoácidos tienen carga positiva al pH
fisiológico, lo que sugirió inicialmente que esta región de la proteína podría
desempeñar la función del sensor de voltaje (Figura 1.4).

Figura 1.4
Modelo topológico de los canales activados por voltaje.
De acuerdo al índice de hidropatía, la proteína que forma la subunidad principal de los
canales de sodio y de calcio activados por voltaje tiene 24 segmentos transmembrana.
Los segmentos que atraviesan la membrana se agrupan en cuatro dominios homólogos (I-
IV) que constan de seis segmentos cada uno; tanto el extremo amino como el carboxilo se
localizan intracelularmente. El cuarto segmento de cada dominio (S4) contiene
aminoácidos con carga positiva que le permiten funcionar como sensor de voltaje. Entre
los segmentos S5 y S6 se localiza un lazo que penetra parcialmente en la bicapa; los
cuatro lazos orientados hacia el eje central forman el poro y contienen el dominio
estructural responsable de la selectividad iónica.

Los modelos topológicos son representaciones bidimensionales; el arreglo


tridimensional de la proteína que resulta en la formación de la vía de
conducción es distinto en las diferentes familias de canales iónicos. En el
caso de los canales de potasio que son homotetraméricos, cuatro asas P
idénticas se proyectan hacia el eje central en torno al cual se disponen las
cuatro subunidades. Cada lazo proviene de una subunidad y forma la vía de
conducción; en forma análoga, en los canales de sodio y de calcio cada uno
de los cuatro dominios homólogos contribuye con una asa (Figura 1.5). La
secuencia de aminoácidos en el segmento de aminoácidos que forman el asa
12

del poro determina las propiedades de selectividad y conducción del canal.


Cabe señalar que mientras este patrón se conserva en las subfamilias de
canales catiónicos, los canales de cloro son homodímeros en los cuales cada
subunidad tiene su propio poro, mientras que los canales que transportan
agua (acuaporinas) son tetrámeros, con un poro por cada subunidad.
La importancia de la permeabilidad selectiva de la membrana en la
generación de señales eléctricas fué establecida desde 1950 por Hodgkin y
Huxley, y pasaron tres décadas para que fuese clonado el primer canal iónico
por el grupo de investigación de Numa. La secuenciación del canal de
potasio Shaker en la mosca de la fruta Drosophila por el grupo de Lilly Jan
en 1987 permitió la localización del poro y la identificación de la secuencia
de consenso del filtro de selectividad de los canales de potasio. Mediante
análisis mutacional se observó que los grupos funcionales de la cadena
lateral de los aminoácidos del poro no determinan la selectividad iónica de
los canales y se postuló que esta función yacía en los grupos carbonilo de la
cadena polipeptídica principal. Esta hipótesis fue confirmada en 1999,
cuando el grupo de investigación de Rod MacKinnon describió a nivel
atómico la estructura cristalográfica del canal de potasio (KcsA) de la
bacteria Streptomyces lividans.
El análisis de difracción de rayos X del canal KcsA permitió conocer
en detalle las dimensiones de la vía de conducción y dar una explicación
física al “efecto del poro largo” descrito en 1955 por Hodgkin y Keynes, ya
que fue posible observar dos iones K+ (completamente deshidratados y
separados por sólo 8 A) ocupando simultáneamente el filtro de selectividad.
Hacia el interior, el poro se ensancha formando una cavidad de
aproximadamente 10 A que puede ser ocupada por un tercer ión hidratado;
finalmente, la entrada al vestíbulo interno del canal contiene residuos
negativos que contribuyen a excluír aniones de la vía de conducción. Estos
datos concuerdan con los estudios electrofisiológicos realizados por Clay
Armstrong en la década de los setentas, utilizando el catión tetraetilamonio
(TEA) y sus derivados para bloquear canales de potasio.
Así, la resolución de la estructura tridimensional de un canal de
potasio, acorde con la información obtenida mediante el abordaje
experimental de la electrofisiología, ha sentado las bases para una nueva
visión de la excitabilidad celular.
13

Figura 1.5
Los dominios homólogos de los canales activados por voltaje se organizan en torno
al poro de conducción.
Los canales iónicos activados por voltaje constan de subunidades o dominios homólogos
(delimitados por líneas punteadas) dispuestos simétricamente alrededor de un poro
central. El asa del poro (segmento S5-S6) de cada dominio (en amarillo) se proyecta
hacia el eje de simetría y contiene la secuencia característica del filtro de selectividad
para cada tipo de canal.

1.2. Relación de la propiedades funcionales de un canal iónico con los


dominios estructurales del complejo macromolecular
El problema de la relación estructura-función de los canales iónicos se
refiere a la asignación de una característica funcional del canal a una región
o dominio de la proteína. En esta sección se describirán las características de
los dominios asociados con el funcionamiento de los canales activados por
voltaje.

a) Mecanismo de compuerta
Como se mencionó con anterioridad, en los canales iónicos activados por
voltaje un cambio en el campo eléctrico a través de la membrana modifica el
equilibrio entre diferentes conformaciones estructurales de la
macromolécula. En reposo, los canales permanecen aleatoriamente en
alguno de sus estados físicos y pasan de uno a otro debido al movimiento
térmico de la molécula. Estas transiciones conformacionales de naturaleza
reversible determinan el porcentaje de canales que se encuentran en un
estado discreto de conducción iónica (abierto o cerrado) y el voltaje modula
14

la fracción de canales que pasan al estado abierto. El tiempo que permanece


un canal en cada estado dependerá de la barrera de energía que la molécula
deba remontar para que ocurra la transición estructural.
La diferencia de potencial a través de la membrana ejerce una fuerza
eléctrica sobre la molécula de un canal y modifica la barrera energética para
una transición entre estados. Como ya mencionamos, en el segmento S4 de
los canales activados por voltaje (Figura 1.4) abundan aminoácidos con
carga eléctrica en la cadena lateral; estos grupos cargados se reorientan bajo
la influencia del campo eléctrico.
En otras palabras, el estado funcional de los canales iónicos depende
del movimiento de un componente estructural de la proteína cuyo
desplazamiento en el plano de la membrana desencadena un rearreglo
espacial de la molécula completa, que abre la vía para el transporte de iones.
A este componente estructural se le conoce como el sensor de voltaje y se
localiza en el cuarto segmento transmembranal (S4). La característica
distintiva del sensor de voltaje es la abundancia de aminoácidos básicos que
le confiere una mayor densidad de carga positiva; estrictamente hablando, el
sensor incluye no sólo las cargas del segmento S4 sino también el campo
eléctrico circundante.
La consecuencia del movimiento o reorientación de estas cargas es
una corriente capacitiva conocida como corriente de compuerta (Figura 1.6)
que precede a la corriente iónica que atraviesa el poro y es en esencia la
manifestación eléctrica del cambio conformacional de un canal. Al integrar
esta corriente capacitiva es posible calcular la carga de la compuerta.

La dependencia al voltaje de la conductancia del canal refleja la sensibilidad


al voltaje del sensor; en la curva de conductancia en función del voltaje, la
tasa de cambio (asociada a la constante de Boltzmann) está relacionada con
el número de cargas equivalentes involucradas en el mecanismo de
compuerta. Para medir experimentalmente la corriente de compuerta es
indispensable eliminar la corriente iónica; esto se ha logrado mediante el uso
de bloqueadores específicos o bien utilizando canales mutantes en los que se
anula especificamente la conducción iónica preservando el proceso de
compuerta; además, mediante la expresión de canales clonados en sistemas
heterólogos se reduce la contribución del componente capacitivo lineal de la
membrana y la corriente de compuerta es mucho mayor debido a la elevada
densidad de canales iónicos por unidad de superficie.
Finalmente, debemos señalar que aún desconocemos cómo se acopla
el movimiento del sensor de voltaje con la apertura del poro de un canal
15

activado por voltaje y, por supuesto, parece que existen distintas


configuraciones en distintos tipos de canal.

Figura 1.6
El desplazamiento del sensor de voltaje produce una corriente de compuerta y
desencadena el cambio conformacional asociado a la apertura del poro.
El movimiento de carga (B) asociado con la transición entre estado cerrado (A) y el
estado abierto (C) de un canal activado por voltaje genera una pequeña corriente
transitoria (a) denominada corriente de compuerta, que precede a la corriente iónica (b).
La corriente de compuerta asociada con la activación del canal es de naturaleza
capacitiva y cambia en forma no lineal en función del voltaje. Para poder observar la
corriente de compuerta en un canal de sodio es necesario bloquear la corriente iónica (por
ejemplo con TTX). Es importante señalar que puede haber movimiento de carga sin que
se active la conductancia del canal. Los registros a y b fueron tomados del trabajo de
Almers (Rev. Physiol. Biochem. Pharmacol., 1978; vol 82, pag 102).

b) Permeabilidad selectiva.
El mecanismo de transporte a través de un canal iónico es notablemente
dinámico; en algunos aspectos es semejante al mecanismo de catálisis
enzimática. Por ejemplo, el flujo de potasio se satura a concentraciones
elevadas del ión, un fenómeno que describe el modelo de Michaelis-Menten
para la actividad enzimática. Además, el flujo puede inhibirse
completamente por otros cationes impermeables, del mismo modo que los
sustratos análogos inhiben la función de una enzima. Estas características
sugieren que los iones interactúan con los componentes bioquímicos que
forman el poro; por tanto, las propiedades fisicoquímicas de los aminoácidos
16

que forman el contorno del poro determinarán las características de las


fuerzas a las que se somete un ión a su paso por el canal.

En esta sección trataremos de enfatizar cuales son las propiedades de los


determinantes estructurales de la vía de conducción que confieren las
características fisicoquímicas de un canal y las que explican la analogía con
las enzimas. Resulta lógico pensar que la región del poro de canales con
diferente selectividad presentará un menor porcentaje de homología en la
secuencia de aminoácidos que aquellos que transportan el mismo ión. Por
otra parte, en una familia de canales cuya selectividad es similar puede haber
una enorme diversidad en cuanto a mecanismos de activación y regulación,
como ocurre con los canales selectivos a potasio cuya apertura está acoplada
a diferentes tipos de energía, según el mecanismo de compuerta.
Como se mencionó previamente, los aminoácidos que forman el
dominio estructural responsable de la permeación iónica se localizan entre
los segmentos S5 y S6, y se conoce como región del poro. En los canales de
potasio el asa del poro presenta una secuencia distintiva de aminoácidos
altamente conservada Glicina-Tirosina-Glicina (GYG) en el filtro de
selectividad; las cadenas laterales de los aminoácidos del filtro de
selectividad están orientadas hacia fuera mientras que los carbonilos de la
cadena principal están orientados hacia el eje del poro.

El filtro de selectividad de los canales de potasio desempeña un importante


papel en la regulación del flujo de carga positiva hacia el medio exterior, a la
vez que impide el transporte de sodio, cuyo radio hidratado es menor que el
del potasio. Es difícil imaginar como es que el ión Na+ cuyo diámetro es de
1.9 A puede ser excluído del poro del canal de potasio que tiene un diámetro
de 3 A.
A la fecha, la explicación más acorde con los resultados
experimentales y los datos estructurales es la siguiente: los iones en solución
acuosa establecen una fuerte interacción electrostática con los átomos de
oxígeno de las moléculas de agua; los cambios de energía que experimenta
un ión al deshidratarse y atravesar el filtro de selectividad deben ser
compensadas por interacciones electrostáticas con el poro del canal. La
energía de los iones potasio en solución acuosa es muy similar a la energía
del ion K+ coordinado con grupos carbonilo en un radio de 3 A, mientras
que para el ión sodio, la distancia para establecer este tipo de interacción es
mayor y sería necesario que el poro se colapsara para estabilizar este catión.
Así, la energía del ión sodio en el poro del canal de potasio sería mucho
mayor que la enegía del ión hidratado.
17

Por otra parte, el movimiento de iones a lo largo de la vía de conducción no


difiere desde el punto de vista físico del movimiento de iones en solución;
esto concuerda con la elevada tasa de transporte. Por ejemplo, en un canal de
potasio, el flujo calculado es de 106-108 iones por segundo. Asi, el
mecanismo de conducción iónica a una elevada tasa de permeación debe
funcionar de manera coordinada con el mecanismo de selectividad iónica.
Para ilustrar este compromiso funcional, consideremos como ejemplo
los canales de calcio activados por voltaje. En la solución extracelular, la
concentración de iones de sodio rebasa enormemente a la concentración de
iones de calcio, y la fuerza de arrastre a la que ambos están sometidos apunta
en la misma dirección (hacia el interior de la célula). Esto significa que para
que un canal de calcio sea realmente selectivo, los iones de sodio deben ser
excluídos del poro, al mismo tiempo que se facilite el transporte de calcio,
permitiendo el flujo de calcio de aproximadamente 106 iones por segundo.
Estos dos fenómenos, aparentemente contradictorios son posibles gracias a
la presencia de un sitio de coordinación para calcio creado por las cadenas
laterales de cuatro glutamatos orientados de manera asimétrica dentro del
poro del canal, generando un sitio de alta afinidad para un ión calcio. La
fuerza de repulsión electrostática que experimenta este ión cuando un
segundo calcio entra al poro favorece la translocación del primero hacia el
interior de la membrana. Así. la presencia de sitios de unión de alta afinidad
explica la selectividad de los canales de calcio mientras que la ocupación
simultánea del poro favorece el flujo debido a la repulsión electrostática.
La ocupación múltiple del poro de un canal y la saturación del
transporte en función de la concentración del ión permeante son propiedades
comunes en la familia de canales activados por voltaje.

c) Inactivación.
Aunque la manera más simple de explicar el funcionamiento de un canal
iónico es un modelo de dos estados (abierto o cerrado), los canales presentan
otros estados funcionales. En particular hablaremos aquí del modelo
fenomenológico que permite explicar a nivel molecular el proceso de
inactivación, que consiste en la transición a un estado no conductor,
diferente al estado cerrado, producido por una despolarización de la
membrana (Figura 1.7).
En diversos canales activados por voltaje se observa un efecto dual de
la despolarización de la membrana. Un canal que ha sido abierto por una
despolarización breve puede volver al estado de reposo cerrado mediante el
proceso de deactivación; cuando el potencial de la membrana se
18

hiperpolariza el canal queda listo para ser activado nuevamente. En cambio,


si la despolarización es sostenida, los canales se inactivan espontáneamente
después de haberse activado y no pueden abrirse de nuevo a menos que la
membrana vuelva al nivel de reposo y ocurra la recuperación de la
inactivación, que les permite transitar hacia el estado cerrado en reposo. En
muchos casos, el proceso de inactivación está acoplado al proceso de
acivación.

Desde los primeros estudios de las corrientes de sodio en el axón gigante de


calamar se propuso que el fenómeno de inactivación es el resultado del
“bloqueo” del canal con una partícula de inactivación que interfiere con el
transporte iónico. Este modelo propuesto por Armstrong y Bezanilla en 1977
es conocido como el mecanismo de “bola y cadena”.
La clonación de los canales de potasio Shaker que presentan
inactivación rápida, similar a la de los canales de sodio, permitió estudiar
por primera vez los determinantes estructurales de este proceso; mediante la
deleción genética de diferentes secciones de la proteína del canal se llegó a
la conclusión de que los primeros 20 aminoácidos del extremo amino
terminal (NH2) son indispensables para que el canal se inactive. En 1990,
Zagotta y colaboradores mostraron que la corriente a través de canales
Shaker desprovistos del extremo amino no se inactiva, y que la inactivación
se restaura mediante la perfusión intracelular de un polipéptido soluble cuya
secuencia de aminoácidos era similar a la del extremo amino.
En este contexto, el extremo amino sería el equivalente molecular de
la partícula de inactivación (la bola); la interacción física de la partícula de
inactivación con un sitio en el acceso intracelular del poro del canal
involucra interacciones electrostáticas e hidrofóbicas. La partícula de
inactivación se comporta como un bloqueador del canal en el estado abierto,
ya que compite con el tetraetilamonio (TEA) y puede ser desplazada de su
sitio de unión cuando se aumenta la concentración de potasio del lado
extracelular. Por su parte, la función de cadena se lleva a cabo por un
segmento flexible, adyacente al extremo amino, que consta de 30 a 100
aminoácidos.
En los canales de sodio, el asa intracelular que une los dominios III y
IV (ver Figura 4) es análoga al extremo amino terminal de los canales de
potasio ya que su destrucción proteolítica o la modificación de la secuencia
de aminoácidos produce canales de sodio que no inactivan. La presencia de
residuos hidrofóbicos isoleucina, fenilalanina y metionina es indispensable
para que los canales se inactiven; nuevamente la inactivación depende de la
19

inserción de un dominio citoplásmico del canal en un sitio localizado en el


vestíbulo interno del canal.

Figura 1.7
Una despolarización genera la transición entre distintos estados funcionales de un
canal.
La figura representa los estados funcionales de un canal en función de los cambios
producidos por el voltaje en las compuertas de activación e inactivación. Se muestra un
ejemplo de la corriente unitaria (i) que refleja la transición entre el estado abierto y el
estado cerrado de un canal durante los primeros milisegundos después de haber
despolarizado la membrana. El trazo inferior ilustra la corriente iónica macroscópica que
resulta de la apertura simultánea de cientos de canales iónicos en paralelo. Una
despolarización de la membrana activa los canales que al abrirse permiten el rápido flujo
de iones Na+; si la despolarización es prolongada por más de 1ms los canales se inactivan
y el flujo de iones disminuye. En esta condición los canales no conducen y permanecen
refractarios a menos que la membrana se repolarice y se de un tiempo suficiente para que
se recuperen hacia el estado cerrado. La corriente macroscópica es transitoria ya que
decae progresivamente a medida que la población de canales pasa al estado inactivado. El
20

cierre de la fracción de canales que aún estaban abiertos al final del pulso de voltaje
genera una “cola” de corriente.

Además de la inactivación rápida por el mecanismo de bola y cadena (tipo


N), en los canales de potasio tipo Shaker existe otra forma de inactivación
conocida como tipo C. Este tipo de inactivación es mucho más lento (del
orden de segundos); la ocupación del filtro de selectividad con diferentes
cationes permeantes modifica la cinética de la inactivación tipo C por lo que
este proceso involucra los componentes moleculares del poro, a diferencia
de la inactivación tipo N.

1.3. La unidad funcional de los canales iónicos es un complejo


multimérico
Los canales están constituídos por agregados de subunidades peptídicas; es
decir, son complejos macromoleculares en los que cada subunidad
contribuye de manera particular a definir las características funcionales del
canal.
Como se mencionó con anterioridad, los canales de K+, Na+ y Ca2+
activados por voltaje son estructuralmente homólogos; los determinantes
estructurales de la conducción y la selectividad iónica, así como del sensor
del voltaje transmembrana se localizan en una subunidad principal
denominada α. En este tipo de canales, la subunidad α se asocia a una o más
subunidades auxiliares.
En los canales de calcio, la subunidad α forma un complejo
multimérico con las subunidades β, α2δ, y γ. La subunidad β es una proteína
de aproximadamente 70 kDa, localizada en el lado citoplásmico del canal,
mientras que la subunidad γ es una glucoproteína con cuatro segmentos
transmembrana. Por otra parte, la subunidad α2δ es un dímero asociada
mediante puentes disulfuro, que resulta de la expresión de un mismo gen
(Figura 1.8).
En los canales de sodio, las subunidades β son glucoproteínas
transmembranales con el extremo carboxilo orientado hacia el citoplasma, y
el extremo amino hacia el medio extracelular. Los canales de sodio del
cerebro son complejos heterotriméricos con dos subunidades auxiliares: la
subunidad β1 que se asocia a la subunidad principal de manera no covalente,
y la subunidad β2 que se une mediante puentes disulfuro. En el músculo
esquelético sólo se expresa una subunidad β, estructuralmente similar a la
subunidad β1 del tejido cerebral.
21

Finalmente, las subunidades β de los canales de potasio son


polipéptidos que constan de aproximadamente 400 aminoácidos, y se
ensamblan con las subunidades α con una estequiometría 1:1.

Figura 1.8
Los canales iónicos son heteromultímeros.
Los canales iónicos están constituídos por una subunidad principal, responsable de la
conductancia iónica, y subunidades auxiliares complementarias que interactúan de
manera directa con la subunidad principal. La asociación con las subunidades auxiliares
regula el transporte interorganelos y la inserción en la membrana de los canales
funcionales maduros, así como sus propiedades biofísicas. La figura ilustra el complejo
macromolecular representativo de los canales de calcio activados por voltaje de alto
umbral. La combinación de distintas isoformas de cada péptido y su expresión diferencial
en distintos tejidos genera una enorme diversidad funcional.

Las subunidades auxiliares modulan el curso temporal de las corrientes


iónicas, así como la dependencia al voltaje de los procesos de activación e
inactivación de los canales iónicos.
En general, las subunidades β no sólo regulan la función de la
subunidad principal, sino también la inserción de canales funcionales en la
membrana plasmática. En sistemas heterólogos la coexpresión de las
subunidades α y β aumenta la expresión funcional de corrientes iónicas,
comparada con las corrientes acarreadas por la subunidad α. Incluso, en
algunos casos, ésta última no es transportada a la membrana plasmática
22

durante la biogénesis de los canales iónicos a menos que la subunidad β se


acople mediante ensamblaje intermolecular en el retículo endoplásmico.
Tanto la composición como la relación estequiométrica de
subunidades es relevante para la diversidad funcional de canales iónicos
porque en principio hay múltiples combinaciones posibles para el
coensamble de subunidades. Además, la composición de isoformas de cada
subunidad es distinta para cada tejido y sufre cambios a lo largo del
desarrollo, o durante procesos fisiopatológicos.
La asociación específica de un conjunto particular de subunidades
define las características funcionales y farmacológicas de un canal, por lo
que la existencia de múltiples isoformas de cada subunidad es de gran
importancia en el funcionamiento de tejidos excitables

1.4. La distribución de los canales iónicos no es al azar


Como ocurre con cualquier otra proteína, las células regulan los procesos de
biosíntesis y degradación de los canales iónicos de acuerdo con las
condiciones fisiológicas o con la etapa de desarrollo ontogénico. En los
genes de los canales iónicos hay variaciones que resultan en isoformas de la
proteína y, en consecuencia, subtipos del canal correspondiente. Además de
la regulación a nivel genético, del procesamiento postranslacional y del
transporte de los canales hacia la membrana, existen mecanismos que
modulan la función de la proteína madura una vez insertada en la membrana
plasmática.
De lo anterior se desprende el concepto de que la población de canales
en una célula cambia en forma dinámica; hay cambios en la combinación de
subunidades que se asocian, en el repertorio de canales que se expresan en
un momento dado, y en la manera en que funcionan. Más aún, la
participación de un canal iónico en la integración de señales eléctricas
depende no sólo de su capacidad de transportar iones, sino de su abundancia
y distribución tisular, de su localización subcelular, y de la interacción con
otras moléculas que regulan su función.
Uno de los aspectos más apasionantes de la fisiología neuronal es la
segregación de proteínas especializadas en compartimientos funcionales
dinámicos. En los vertebrados superiores, la conducción del impulso
nervioso a lo largo de distancias relativamente grandes a un costo
metabólico mínimo, así como la rápida propagación de esta señal eléctrica es
posible gracias a la localización discontinua de canales iónicos dependientes
de voltaje y a la formación de cápsulas aislantes de mielina. La conducción
saltatoria del impulso nervioso es consecuencia de la distribución
heterogénea de los canales de sodio y de potasio, que forman agregados en
23

dominios de la membrana celular localizados en los nodos de Ranvier de las


fibras mielínicas.
La membrana de los axones mielinizados está organizada en varios
microdominios: el nodo de Ranvier, y las regiones paranodal,
yuxtaparanodal, e internodal. La composición molecular de cada dominio es
única: en el nodo se concentran los canales de sodio, moléculas de adhesión
celular (CAMs) y la proteína ankirina G, que se asocia con los canales de
sodio mediante el dominio citoplámico de las subunidades β. La región
paranodal, donde se ancla la mielina a la superficie del axón, delimita los
dominios axonales y restringe la difusión lateral de componentes de
membrana; este dominio se caracteriza por la abundancia de la proteína
contactina. En la región yuxtaparanodal se acumulan los canales de potasio
que participan en la repolarización del potencial de acción, además de la
proteína Caspr2. En la región internodal las proteínas integrales y los
componentes de la matriz extracelular están dispersos; a la fecha no se ha
reportado acumulación de alguna proteína en particular.
Entonces, durante el desarrollo del sistema nervioso se establecen
verdaderos complejos supramoleculares en la región nodal y yuxtaparanodal
cuya integridad mantiene el mecanismo de conducción del potencial de
acción; cuando hay un daño que produce desmielinización, los canales
iónicos se redistribuyen alterando estos dominios de la membrana. La
perturbación de la organización molecular de la fibra mielínica se asocia a
patologías en las que hay bloqueo parcial de la propagación del impulso
nervioso y neurodegeneración.

1.5. Importancia terapéutica de los canales iónicos


Diferentes tipos de canales iónicos desempeñan un papel pivotal en
innumerables procesos fisiológicos. La alteración funcional de estas
proteínas se ha asociado con gran cantidad de enfermedades en la población
humana, ya sea idiopáticas, autoinmunes o hereditarias, lo cual indica que
son elementos susceptibles de modificación con agentes terapéuticos.
Debido a que la permeabilidad iónica controla funciones esenciales
como la secreción hormonal, el balance de electrolitos y, por supuesto, la
generación y transmisión de señales eléctricas, la alteración funcional de los
canales iónicos produce trastornos importantes en la integración funcional de
los organismos. En la actualidad diversos grupos de investigación estudian la
contribución de los canales iónicos en la fisiopatogenia de múltiples
enfermedades, así como el diseño de nuevos fármacos dirigidos a restaurar o
regular la función de canales iónicos, cuya localización en la superficie
celular facilita el acceso de drogas específicas.
24

Figura 1.9
Los canales intercelulares son exámeros que se agrupan en zonas especializadas de
la membrana.
Los canales intercelulares permiten el paso de iones y moléculas pequeñas ( 1 kDa) del
citoplasma de una célula hacia el citoplasma de la célula adyacente. La unidad molecular
son las conexinas (panel superior), proteínas con cuatro dominios transmembrana (M1-
M4) que se asocian formando hexámeros (panel medio) conocidos como conexones. Los
conexones de una célula se alinean con los conexones de la célula vecina (panel inferior)
formando así estructuras dodecaméricas que permiten la comunicación a través de
canales hidrofílicos.

Por citar un ejemplo, el bloqueo de los canales de calcio tipo N, que


regulan la inhibición presináptica en la vías que transmiten información
sobre estímulos nociceptivos, reduce la sensación de dolor en pacientes con
enfermedades crónicas como el cáncer. El uso de fármacos específicos para
25

estos canales promete ejercer menos efectos secundarios que la morfina,


tradicionalmente utilizada para disminuír el dolor en estos pacientes.

Perspectivas
Gracias a la integración de distintos enfoques metodológicos, actualmente
tenemos una idea acerca de la estructura de las proteínas que forman un
canal y del papel de cada región de la proteína en las propiedades de
selectividad iónica, permeabilidad, activación, inactivación, y regulación de
los canales iónicos. Es decir, tenemos un panorama más amplio de las bases
moleculares de la excitabilidad neuronal.
En particular, la técnica de “patch-clamp”, única en cuanto a la
posibilidad de estudiar in vivo la actividad biológica de proteínas de
membrana, se utiliza ampliamente para investigar canales iónicos nativos, y
canales iónicos clonados expresados en sistemas heterólogos. El registro
electrofisiológico con esta técnica es sumamente flexible; tiene las ventajas
de una resolución temporal del orden de microsegundos, del acceso al medio
intracelular y, finalmente, permite resolver corrientes iónicas a través de un
solo canal, con magnitudes del orden de los picoamperes. Sin embargo, la
técnica implica consumo de tiempo y se requiere mantener viables células
aisladas así como un sistema relativamente sofisticado para evitar
interferencia por vibracion mecánica y ruido eléctrico.
Por lo anterior, la posibilidad de automatizar esta técnica ha
despertado gran interés recientemente, ya que catalizaría el proceso de
análisis funcional del efecto de diversas drogas diseñadas específicamente
hacia los canales iónicos.
La combinación de métodos electrofisiológicos con las nuevas técnicas de
biología molecular y bioquímica de proteínas genera información integral
acerca del funcionamiento y regulación de los canales iónicos y, en
consecuencia, de la excitabilidad celular.
26

Capítulo 2
BASES TERMODINÁMICAS DEL ESTADO EN REPOSO

Todas las células están formadas por dos compartamientos: el medio


intracelular (citosol) y el medio externo separados por una membrana
plasmática que consta de dos capas de lípidos y proteínas integrales.

La membrana plasmática es capaz de controlar el intercambio (transporte) de


solutos y agua entre los dos compartimientos. Desde este punto de vista, se
puede considerar el sistema “citosol-medio externo” como un sistema
termodinámico, aunque no se puede descartar la participación de la energía
metabólica en el mantenimiento del estado de reposo.

En el reposo, en las células excitables se puede definir un sistema


electroquímico en equilibrio, de manera que el flujo neto de solutos a través
de la membrana es cero y la diferencia de potencial transmembranal se
mantiene constante.

2.1. La ecuación del flujo


Para estudiar este tema vamos a suponer un sistema discontinuo (como se
muestra en la figura 2.1), en el que no se utiliza energía metabólica, los
solutos no son transportados por acarreadores, y además los
compartimientos pueden intercambiar materia entre el exterior (e) y el
interior (i) celular.

En ese sistema, la energía libre de Gibbs total, que es la energía de un


sistema termodinámico la cual depende del numero de moles del soluto, de
la presión y de la temperatura, es:

dG = dG i + dG e

A temperatura y presión constantes, el cambio de energía libre para


cada compartimiento es:
~ dn
dG = µ
i i

para una sola especie de solutos (i), dónde:

~ = dG
µ
i dn
i
27

es el potencial electroquímico y ni el número de moles.

Figura 2.1
Esquema de un sistema termodinámico
con dos compartimientos, interior y
exterior, cada uno con temperatura (T),
presión (p), y cantidad de solutos (n) que
pueden intercambiarse entre ambos
compartimientos.

En un proceso natural donde se pierde energía libre, se cumple la 2a. ley de


la termodinámica, es decir:

dG<0,

por lo tanto:

~ e dn e + µ
dG = µ ~ i dn i < 0
i i i i

La cantidad de solutos que fluye del interior al exterior es igual al que


circula en sentido opuesto, es decir:

dn i = −dn e

entonces:
~e - µ
dG = (µ ~ i )dn < 0
i i i
Además, dni > 0, por lo que:
~e − µ
(µ ~i ) < 0
i i
es decir que es necesario que el potencial electroquímico del exterior sea
mayor que el del interior,
~i > µ
µ ~e
i i
para que el soluto fluya del interior al exterior.
28

Una célula excitable, que se puede considerar como un sistema discontinuo,


la diferencia de potencial electroquímico aparece como fuerza de arrastre,
que es la fuerza que impulsa el movimiento de iones a traves de la
membrana:
dµ~
X =− i
i dx

dicha fuerza por mol de soluto se conoce además como fuerza de difusión
molar.
Si el sistema no está muy alejado del equilibrio, la velocidad media de
difusión (vi) es proporcional a la fuerza de arrastre: vi=uiXí donde ui es la
movilidad que no depende de la fuerza de arrastre.
El flujo de un ion (ji) es proporcional a la velocidad de transporte (vi) y por
lo tanto a la fuerza de arrastre:

ji = civi

donde ci es la concentración del ión “i”, o sea que,

~

j = −u c i ........................................(1)
i i i dx
Esta es la ecuación del flujo.
Considerando que en una célula excitable la mayoría de los solutos son iones
con carga, el potencial electroquímico es la suma del potencial químico más
el potencial eléctrico:

~ = µ + z Fφ
µ
i i i

Donde el potencial químico es:

µ = µ o (p, T) + RTlnc
i i i
es el potencial eléctrico, zi la valencia del ion, F la constante de Faraday, R
la constante de los gases, T la temperatura, y µi0 es el potencial químico en
estado estándar (a temperatura de 20C y a una presión de 1 atmósfera).
Reemplazando en la ecuación (1), se obtiene:
29

dc d φ ...............(2)
j = −u (RT i + z Fc )
i i dx i i dx

Esta es la ecuación de Nernst-Planck que relaciona el flujo con los


gradientes de potencial químico (dci/dx) y eléctrico (dΦ/dx).

2.2. La Ley de Fick


Cuando se trata de solutos no electrolíticos, a partir de la ecuación de
Nernst-Planck se puede obtener la Ley de Fick, que describe el flujo en
términos exclusivamente del gradiente de concentración. En este caso zi=0 y
de la ecuación (2):
dc dc
j = −u RT i = D i
i i dx i dx

donde Di = uiRT es el coeficiente de difusión.

2.3. La ecuación de Nernst


Si se trata de una especie iónica que se encuentra en equilibrio a través de la
membrana celular, semejante a lo que ocurre en una célula en reposo, el
flujo neto sería cero (jt = ji + je = 0). Si se iguala a cero e integra la ecuación
de Nernst-Planck se obtiene la ecuación de Nernst que describe el potencial
de equilibrio (Ei) de un solo ion:
i
RT ci
E =- ln
i z F ce
i i
Para un catión monovalente a 20C (293K), RT/zF = 25.25mV, y utilizando
logaritmos decimales (ln y = 2.3 log y), la ecuación resulta:
i ci ci
RT ci
E =- ln = -25.25mV 2.3log = -58mV log i
i
i z T ce
i ce ce
i i i

La importancia de esta ecuación, aunque sea sólo una interpretación parcial


de la realidad, radica en que en el estudio de las propiedades
electrofisiológicas de las células excitables e incluso de aquellas que no lo
son, es fundamental. Por ejemplo, en una neurona de mamífero, las
concentraciones de los iones de potasio (K+) son: en el interior celular Ci =
30

140 mM, y en el medio extracelular Ce = 5 mM. Por lo tanto, el potencial de


equilibrio del potasio es:

140
E = −58mV log ≅ −84mV
K 5

lo que significa que, si la célula en reposo tiene un potencial de


aproximadamente -84 mV, los iones de potasio estarán en equilibrio y por lo
tanto el flujo total de potasio en el reposo será cero.

2.4. Potencial de unión de líquida


Consideremos el caso de una sal puesta en una interfase a diferentes
concentraciones.

En este caso si los dos componentes, catión y anión, se mueven con diferente
movilidad, a partir de la ecuación de Nernst-Planck, aplicada para el catión y
el anión, se puede deducir el potencial de unión líquida, o potencial de
difusión libre de la sal.
El flujo para el catión es:
dc dφ
j = −u (RT k + z Fc )
i k dx k k dx

donde uk, zk y ck son la movilidad, la valencia y la concentración del catión,


respectivamente.
De manera análoga, el flujo del anión es:

dc dφ
j = −u a (RT a + z a Fca )
i dx dx

donde ua, za y ca son la movilidad, la valencia y la concentración del anión,


respectivamente.

Por el principio de electroneutralidad que establece que la carga neta total


deber ser igual a cero:
z c = z a c a = cs
k k

Donde cs es la concentración de la sal. En consecuencia no puede haber flujo


neto de cargas:
31

z j = z a ja
k k
entonces:
dφ u - ua RT d
=- k (ln cs )
dx u z + u a z a F dx
k k

Integrando la ecuación, resulta:


u - ua i
k RT cs
E u = φ − φe = - ln
i u z + u a z a F cse
k k

que es el potencial a través de la interfase líquida en función de la movilidad


y de la concentración de cationes y aniones.
Un ejemplo particular de la ecuación es cuando zk y za tienen los valores de
1 y -1, como por ejemplo el cloruro de sodio (NaCl). Así la ecuación será:
u - ua i
k RT cs
E u = φ − φe = - ln
i u z + u a z a F cse
k k

y si uk= 0 ó ua= 0, la ecuación es igual a la ecuación de Nernst.

2.5. Ecuación de campo constante


En cualquier célula excitable hay mas de un solo tipo de iones que fluyen a
través de la membrana plasmática (K+, Na+ y Cl-) determinando el potencial
de reposo de la célula, en función de sus concentraciones y permeabilidades.
La permeabilidad es una propiedad de la membrana celular que depende de
la movilidad del ion, de la temperatura y del espesor de la membrana.
RTu
P = i
i Fδ
Si se iguala a cero el flujo total:

jNa + jK + jCl = 0

Usando la ecuación de Nernst-Planck para cada flujo, se puede deducir la


ecuación de Goldman, Hogkin y Katz o ecuación de campo constante, que
toma en cuenta la participación de los tres iones. Además son necesarias dos
32

suposiciones: una, que el interior celular sea isopotencial, o sea que todo el
interior celular tenga el mismo potencial y, de la misma manera, que el
exterior celular sea isopotencial. La otra suposición, es que el espesor de la
membrana plasmática sea constante.
En esas condiciones, la ecuación de campo constante es:
i i e
RT PNa c Na + PK c K + PCl c Cl
Em = − ln
F P c e + P c e + P ci
Na Na K K Cl Cl

que describe el potencial de membrana en reposo en función de las


permeabilidades y las concentraciones. La distribución de iones a ambos
lados de la membrana plasmática es asimétrica. La figura 2.2 muestra un
ejemplo de las concentraciones de los iones más abundantes en neuronas de
mamíferos. La figura 2.3 muestra una gráfica del potencial de reposo en
función de la concentración extracelular de potasio. Como puede observarse
a concentaciones de potasio bajas la curva se aparta de la recta que
correspode al potencial de equilibrio del potasio. Esto se debe a que la
membrana no es permeable exclusivamente al potasio, sino tambien al sodio
y al cloro, aunque en menor grado.

En el caso de que la permeabilidad a cloro sea muy pequeña comparada con


las permeabilidades al potasio y al sodio, la ecuación sería:

ci + αCi
E m = −58log K Na , (a 20C),
e
c + αC e
K Na
P
Donde: α = Na
P
K

Figura 2.2
Concentraciones (en mM) en los iones más
abundantes en neuronas de mamíferos.
33

Figura 2.3
Potencial de reposo (Er) en función de la
concentración extracelular de potasio
([K]e) en mM. Las abscisas se muestran en
escala logarítmica.

Que es la relación de la permeabilidad al sodio con respecto a la del potasio.


La permeabilidad al potasio se considera la permeabilidad de referencia por
ser la de mayor valor. Por lo que el potasio es el ión que más participa en la
generación del potencial de reposo, en la mayoría de las células.

La suposición de que el flujo total es la suma de los flujos de cada ión,


implica que dichos flujos individuales son independientes entre sí. Si ahora
consideramos que el flujo de iones generan corrientes eléctricas, podemos
proponer un circuito eléctrico equivalente de la membrana celular en reposo,
como el que se muestra en la figura 2.4.

Figura 2.4
Circuito eléctrico equivalente
de la membrana celular en
reposo tomando en cuenta los
iones Na+, K+ y Cl-. RNa, RK y
RCl representan las resistencias
a los iones de Na+, K+ y Cl- de
la membrana celular, y ENa, EK y ECl los potenciales de equilibrio para el Na+, K+ y Cl-
respectivamente.
34

2.6. Permeabilidad y conductancia


Frecuentamente se confunden dos propiedades, permeabilidad y
conductancia. Como se dijo la permeabilidad es una propiedad de la
membrana plasmática mientras que la conductancia es una propiedad de los
canales ionicos.
Para distinguir entre permeabilidad y conductancia es necesario encontrar la
corriente iónica. La corriente iónica es igual a la carga (zF) multiplicada por
el flujo:

Ii = zFji

Como ya se ha visto, el flujo iónico será:


dc dφ
j = −u RT − u czF
i i dx i dx
y la corriente ionica:

dc dφ ............................ (3)
I = -u RTzF - u cz 2 F 2
i i dx i dx

Se pude poner la ecuación en función de la movilidad eléctrica que se


obtiene multiplicando la movilidad química (ui) por la carga (zF), es decir:

ue = zFui = u

entonces, integrando la ecuación (3) entre 0 y δ y suponiendo que el


potencial de membrana es:

Em = φi − φe

De esta manera:

I = g (E m - E )
i i i
Donde:
1
g =
i r es la conductancia.
i
35

El circuito eléctrico equivalente permite suponer que la corriente total es la


suma de las corrientes para cada ión:

It = INa+IK+ICl ,

entonces:

It = g (E m - E ) + g (E m - E ) + g (E m - E )
Na Na K K Cl Cl

Como la condición de equilibrio es It = 0, entonces:

g E +g E +g E
E m = Na Na K K Cl Cl
g +g +g
Na K Cl

que es la ecuación de campo constante en función de las conductancias de la


membrana a los diferentes iones.
Para relacionar la conductancia (g) con la permeabilidad (P), es necesario
recordar que el flujo debido al potencial eléctrico es:


je = -uc
dx

En un campo constante:
dφ E
=-
dx δ
Dónde E es el campo eléctrico y δ el espesor de la membrana.
Luego, el flujo es igual a:
E
je = uc
δ
y la corriente:
E
I = zFje = uczF
δ
Como se vió anteriormente la permeabilidad es:

RTu
P=

36

Por la 1a. ley de Ohm, I = gE, por lo que:

z 2 F 2 Pc
g=
RT

Es decir que, a temperatura constante, la conductancia es proporcional a la


permeabilidad y a la concentración del ión, mientras que la permeabilidad no
depende de la concentración sino de la movilidad.
La conductancia en función de la movilidad es:
uzFc
g=
Dx
i
Donde Di es el coeficiente de difusión.
37

Capítulo 3
PROPIEDADES PASIVAS FUERA DEL REPOSO

El umbral de una célula excitable es el nivel de voltaje por encima del cual
la célula es capaz de generar un potencial de acción. En el próximo capítulo
veremos que el potencial de acción es una propiedad intrínseca de las celulas
excitables. Toda célula excitable ante un estímulo eléctrico subumbral
responde con un cambio en el potencial de membrana que es semejante a la
carga de un capacitor o de una serie de capacitores en paralelo. El curso
temporal de ese cambio depende de la geometría de la célula. En este
capítulo trataremos con particular interés dos casos geométricos: células
aproximadamente esféricas y cilíndricas.

3.1. La capacitancia y resistencia de la membrana


Como se dijo anteriormente la membrana plasmática está formada por una
bicapa lipídica en la cual se encuentran proteínas insertadas que cumplen la
función de transportar iones a través de la membrana. La bicapa lipídica
actúa como un aislante eléctrico separando dos conductores, el citoplasma y
el medio extracelular, constituyendo así un capacitor eléctrico.
La capacitancia está definida como:

A
c=ε
δ

Donde A es el área de la membrana, δ el espesor de la membrana, y ε la


constante dieléctrica del vacio.
En este caso, es mejor definir la capacitancia en forma independiente del
área; es decir, la capacitancia por unidad de área: c/A. Así, la
capacitancia de membrana es:
ε
Cm =
δ
Como el espesor de la membrana plasmática (δ) es solamente de
aproximadamente 25Å, en todas las células, la capacitancia por unidad de
área es muy alta, aproximadamente 1 µF/cm2. De la misma manera es útil
definir otra unidad independiente del área de la membrana. Esta es, la
resistencia de membrana por unidad de área (Ω/cm2).

Tomando en cuenta estas dos componentes membranales: la capacitancia


(dada por la bicapa lipídica) y la resistencia (dada por las proteínas que
38

tienen la función de canales iónicos), permiten proponer el circuito eléctrico


equivalente que se muestra en la figura 3.1.

Figura 3.1
Dibujo esquemático de la
membrana celular mostrando la
bicapa lipídica y un canal iónico.
En el dibujo de la derecha se
muestra el circuito eléctrico
equivalente compuesto de un
capacitor (Cm) que representa la bicapa, de una resistencia (RM) que corresponde a los
canales iónicos de la membrana, y una batería (Em) que corresponde al potencial de
membrana.

3.2. Potenciales electrotónicos en células esféricas


Por un lado, es posible medir la diferencia de potencial entre el interior y el
exterior, que se conoce como potencial de membrana (Em), utilizando
microelectrodos. Por otro lado, es posible estimular la célula inyectando una
corriente a traves de un microelectodo.
Suponiendo que los medios extracelular e intracelular son isopotenciales y
con un arreglo experimental como se esquematiza en la figura 3.2; en esas
condiciones, el circuito eléctrico equivalente de la membrana se muestra en
la figura 3.3.

Figura 3.2
Esquema experimental para estudiar los potenciales electrotónicos de células esféricas.
39

Figura 3.3
Circuito eléctrico equivalente de la membrana celular. Cm es la capacitancia de la
membrana por el cual circula la corriente capacitiva (IC), Rm la resistencia de la
membrana por donde circula la corriente resistiva (IR). Er es el potencial en reposo, I0 la
corriente aplicada y Em el potencial de membrana.

Para entender como se distribuye la la corriente en todos los componentes


del circuito, aplicamos la 1a. ley de Kirchoff que dice:

I0(t) = IC + IR.

Como nos interesa conocer la relación entre la corriente resistiva y el


potencial de membrana, aplicamos la ley de Ohm:

IR = gm(Em-Er)

Dode Er es el potencial de reposo.


La carga del capacitor es:

Q = EmCm.

Debido a que Cm es constante, derivando respecto del tiempo resulta:


dQ dE
= Cm m = I
dt dt C

que es la corriente capacitiva.

Si se define:
V = Em − Er
40

Como Er es constante y se deriva:


dV dE m
=
dt dt
Por lo tanto:
1 dV
I = V + Cm
0 Rm dt
Multiplicando por Rm y agrupando variables, resulta la siguiente ecuación
diferencial:

dV
τm + V = R mI = V
dt 0 0
Donde, VO es el potencial en el estado estacionario, y τm = RmCm es la
constante de tiempo.

La solución de la ecuación diferencial es:


−t τ
V = V (1 − e m ) ........................................... (4)
0
Que satisface las siguientes condiciones:

en t = 0, V = 0 y para t → ∞ , V = Vo.

Si t = τm entonces:

V = V (1 − e −1) ≅ 0.63V
0 0
Esto significa que cuando ha transcurrido una constante de tiempo, como se
observa en la figura 3.4, el voltaje alcanza el 63% del potencial estacionario
(VO).

Despejando y aplicando logaritmos a la ecuación (4) resulta:

V 1
ln(1 − )=− t
V τm
0
que es la ecuación de una recta, cuya pendiente es: -1/τm.
41

Figura 3.4
Curso temporal del potencial
cuando en la célula se aplica
un pulso de corriente con
forma de escalón. Nótese que
al transcurrir un tiempo τm el
potencial (V) alcanza el 63%
de V0.

Para obtener Rm se construye la curva voltaje-corriente (V-I), cuya pendiente


es igual a Rm. Así,
τ
Cm = m
Rm

3.3. Potenciales electrotónicos en células cilíndricas (teoría del cable


infinito)
Si ahora consideramos el caso de en una célula cilíndrica, como una célula
nerviosa o una fibra muscular. Con el arreglo experimental como se muestra
en la figura 3.5.

En este caso la célula se puede comparar con un cable extremadamente largo


si se cumplen las siguientes condiciones:
1) que el diámetro sea mucho menor que la longitud, es decir: δ « L,
2) que sea un cable homogéneo: 2 conductores separados por un dieléctrico,
3) que las resistencias interna (Ri), externa (Ro) y la de la membrana celular
(Rm) cumplan con la ley de Ohm (que sean óhmicas), y
4) que la resistencia externa sea mucho menor que la resistencia interna,
Ro « Ri

Considerando lo anterior se puede proponer un circuito eléctrico equivalente


de la membrana celular como se muestra en la figura 3.6.
42

Figura 3.5
Esquema experimental para estudiar los potenciales electrotónicos de células cilíndricas.

Figura 3.6
Circuito eléctrico equivalente
de la membrana celular. Rm y
Cm son las resistencias y
capacitancias de cada unidad
de membrana, respectivamente,
y Ri la resistencia longitudinal
del medio intracelular. Por cada
unidad de membrana, im, ir, ic e
ii son las respectivas corrientes.
I0 es la corriente aplicada en el punto x=0, y Vx el potencial de membrana en un punto
dado x.

Para desarrollar las ideas es importante definir los parámetros de la


membrana y sus unidades:

ii: corriente intracelular (A/cm)


im: corriente transversal (A/cm)
cm: capacitancia de 1 cm de longitud de membrana (F/cm)
Cm: capacitancia de 1 cm² de membrana (F/cm²); cm=2aCm
a: radio de la célula (cm)
ri: resistencia interna longitudinal de 1 cm de célula (Ω/cm)
Ri: resistividad del medio interno (Ω.cm); ri=Ri/a²
rm: resistencia de la membrana de 1 cm de célula (Ω.cm)
Rm: resistividad de 1 cm² de membrana (Ω.cm²); rm=Rm/2a
Io: corriente aplicada en la posición x=0 (A)
Vo: cambio de Em en la posición x=0 (V)
Vx: cambio de Em en determinado valor de x (V)
43

La corriente que atraviesa la membrana en un punto x, puede verse como


pérdida de la corriente interna (ii), es decir:
di
im = − i
dx
A medida que fluye la corriente longitudinalmente, la perdida de corriente a
traves de la membrana produce una disminución de voltaje en cada
segmento (Vx):
dVx
= −r i , entonces:
dx i i
1 dVx
i =−
i r dx
i
En cada segmento de membrana representado por una resistencia en paralelo
con un capacitor, conocido como circuito RC simple:
V dV
i m = i r + ic = x + cm x
rm dx
Sustituyendo:
d 1 dVx V dV
− (− ) = x + c m x , o sea:
dx r i dx rm dt

1 d 2 Vx Vx dV
− = + cm x
r i dx 2 rm dt

Multiplicando por rm, reordenando términos y definiendo τm = rmcm y

λ2 = rm/ri, resulta:

2 d 2 Vx dV
−λ + τ m x + Vx = 0
dx 2 dt

que es la ecuación general del cable infinito.

Los parámetros que caracterizan eléctricamente la membrana (Ri, Rm, y Cm)


se pueden visualizar pensando en las caracteristicas geométricas de la fibra.
Por ejemplo si el diámetro de la fibra es grande, los valores de Ri y Rm serán
44

pequeños porque la fibra ofrecerá una resistencia menor para que fluya la
corriente, mientras que Cm será grande porque el area de membrana será
grande.

Para encontrar los valores de Ri, Rm, y Cm que caracterizan al circuito


equivalente de la membrana, es necesario encontrar la solución de la
ecuación del cable.

Para simplicar la ecuación general se puede encontrar la solución de la


ecuación en el estado estacionario ya que en esas condiciones el voltaje no
cambia con el tiempo, es decir permanece constante.

3.4. Solución particular en el estado estacionario


dVx
Cuando t→∞ , = 0 , por lo tanto:
dt

2 d 2 Vx
-λ + Vx = 0
dx 2
La solución general de esta ecuación es:
x −x
Vx (x, ∞) = Ae λ + Be λ

Es evidente que para x ≥ 0, Vx disminuye a medida que x aumenta, por lo


tanto una solución particular de la ecuación se puede obtener
haciendo A=0, es decir que para x=0, Vx=B=Vo, luego:
−x
Vx = V e λ
0
que es el potencial de membrana en el estado estacionario en función de la
distancia (x).

Cuando x = λ

Vx = V e −1
0
es decir: Vx ≅ 0.37Vo,
45

esto significa que a una distancia igual a la constante de espacio (λ) el


potencial de membrana decae al 37% del potencial en el punto donde se
inyecta la corriente (Vo).

Gráficamente se puede observar en la figura 3.7.

Despejando:
Vx −x
=e λ
V
0
tomando logaritmos:
V 1
ln x = − x
V λ
0
que es la ecuación de una recta cuya pendiente es igual a –1/λ

Figura 3.7
Disminución del potencial (Vx) a
medida que aumenta la distancia
(x) desde el punto donde se aplica
la corriente. Este decaimiento es
para las dos direcciones. Observe
que a la distancia λ o -λ el
potencial (Vx) es del 37% de V0.

3.5. Solución general de la ecuación del cable


La solución general de la ecuación del cable es:
r λI
Vx (x, t) = i 0 f(X, T)
4
Dónde:
X X
f(X, T) = e −x [1 − erf( − 2 T )] − e x [1 − erf( + 2 T )]
2 T 2 T
dónde X = x/λ, Τ = t/τ, y la función error (erf) es la integral de 0 a x de
una función gaussiana:
46

− y2
1 2
e

es decir:
2 x − y2
erf(x) = ∫e dy
π0

3.6. Solución particular de la ecuación del cable en x=0


La ecuación en x=0 es:
r λI
V (0, t) = i 0 f(0, T), dónde:
0 4

f(0, t) = −erf(− T ) + erf( T )


Como − erf(− T ) = erf( T ), entonces: f(0, t) = 2erf( T ), de esa manera:

rλI t
V(0, t) = i 0 erf( )
2 τ

que es la ecuación del cable en x=0.

r λI
En t = τ, V(0, τ) = i 0 erf(1)
2
como erf(1) ≅ 0.843 entonces:

r λI
V(0, τ) ≅ 0.843 i 0
2

Como erf(∞) = 1, entonces


r λI 1
V(0, ∞) = i 0 = r r I =R I
2 2 mi 0 0 0
1
dónde: R 0 = r r , que es la resistencia de entrada de la célula.
2 mi
47

Finalmente:
V(0,τ m ) ≅ 0.843 V(0, ∞) = 0.843 R I
0 0
Es decir que cuando ha ranscurrido un tiempo igual a la constante de tiempo
(τm) el potencial de membrana en el punto donde se inyecta la corriente
alcanza el 84.3% del potencial en el estado estacionario.

Para calcular Ri, Rm y Cm a partir de los parámetros medibles:


rm
λ=
r
i

τm=rmcm

1
R = r r
0 2 mi

se procede de la siguiente manera: se mide λ de la pendiente de la


V 1
recta: ln x = − x ,
V λ
0

τ se mide de la gráfica Vo(t) en x=0, y

Ro de la pendiente de la recta de la función V0(∞) vs I0


48

Capítulo 4
EL IMPULSO NERVIOSO

4.1 El potencial de acción


Una de las formas de comunicarse una neurona con otra o con otro tipo de
células es el impulso nervioso también llamado potencial de acción. Para
que una neurona produzca un potencial de acción es necesario que reciba un
estímulo eléctrico, químico o mecánico que modifique el potencial de
membrana hasta alcanzar un nivel llamado “umbral”. A partir de ese nivel
(umbral de disparo) la neurona comienza un proceso “automático” que
despolariza la membrana plasmática. Es decir, el potencial de membrana se
hace mas positivo (o menos negativo) hasta que la polaridad de la membrana
se invierte. Una vez que alcanzó un máximo (pico del potencial) la
membrana se repolariza y regresa al potencial de reposo (figura 4.1). Una
vez que se produjo, el potencial de acción se propaga por toda la fibra sin
disminuir de amplitud (figura 4.2). La propagación del potencial de acción
es a través de circuitos locales de corriente en los axones amielínicos o por
conducción saltatoria en los nodos de Ranvier en los axones mielínicos
(figura 4.3). La fase despolarizante del potencial de acción es debida
principalmente a la activación de canales de sodio que permiten la entrada
de sodio, los que posteriormente se inactivan. Después se activan canales de
potasio por los que salen esos iones y producen la repolarización de la
membrana (figura 4.4). Por el hecho que los canales de sodio se inactivan, el
potencial de acción tiene un periodo refractario. Es decir que si durante los
primeros milisegundos del potencial de acción se proporciona otro estímulo
la membrana no podrá generar un nuevo potencial de acción (figura 4.5)
hasta que los canales de sodio se hayan recuperado de la inactivación.

Figura 4.1
Fases del potencial de acción de una
neurona.
A partir del potencial de reposo, cuando se
aplica un estímulo que alcanza el umbral de
disparo, se produce una despolarización
hasta que la polaridad de la membrana se
invierte (sobretiro) y alcanza un máximo (o
pico) después del cual se produce una
repolarización hasta que el potencial regresa
nuevamente al reposo.
49

Figura 4.2
El potencial de acción se
propaga sin disminuir su
amplitud.
El esquema representa registros
del potencial de acción en un
axón, en tres posiciones
diferentes a lo largo del axón.

Figura 4.3
Dibujo que muestra la conducción
continua y saltatoria en un axón
amielínico y en uno mielínico,
respectivamente.

Figura 4.4
El esquema muestra que los canales
de Na+ se abren al comenzar la
despolarización. Al alcanzar el
umbral se abren más canales de Na+
hasta el pico del potencial cuando se
cierran esos canales y se abren los
canales de K+ hasta que el potencial
de membrana llega al valor del
potencial de equilibrio del K+ y se
cierran esos canales.
50

Figura 4.5
Esquema que representa un
registro de doble pulso.
El esquema muestra que el
segundo estímulo (E2), aplicado
pocos milisegundos después del
primer estímulo (E1), no produce
potencial de acción.

4.2 Corrientes iónicas


Hodgkin y Huxley estudiaron las propiedades de la membrana del axón
gigante del calamar. Durante el potencial de acción el voltaje es una función
complicada del tiempo y la distancia. Para simplificar esta función se puede
eliminar la propagación del potencial de acción. Esto se logró introduciendo
un alambre axial en el axón gigante. De esta manera, el voltaje será una
función solamente del tiempo: V = V(t), y tendrá una forma semejante,
como la que se muestra en la figura 4.6, a la que tiene cuando se propaga.
Por lo tanto, podemos decir que la respuesta de la membrana a un estímulo
de corriente, el potencial de acción, es una propiedad intrínseca de la
membrana del axón.

Figura 4.6
Registro del potencial de acción de
un axón gigante de calamar con un
alambre axial para evitar la
propagación.

Para estudiar esas propiedades de la membrana del axón, estimularon con


pulsos de voltaje en lugar de usar pulsos de corriente. Esta técnica se llama
51

fijación de voltaje y fue introducida por K. S. Cole. En la siguiente sección


veremos que la probabilidad de apertura de los canales de Na+ y K+ del axón
depende del voltaje y es independiente del flujo de corriente. Otra razón para
usar la técnica de fijación de voltaje es que la aplicación de un pulso de
voltaje cargará “instantáneamente” el capacitor de la membrana eliminando
la contribución de la corriente capacitiva en el registro de la corriente
membranal.
Si uno quiere estudiar la propiedad de una población de canales de una área
de membrana grande en fijación de voltaje es necesario que el potencial de
membrana sea homogéneo en toda la región en estudio. En el axón gigante
de calamar, el control espacial del voltaje, se resolvió introduciendo un
alambre en el interior del axón, como se muestra en la figura 4.7, logrando
hacer isopotencial el interior del axón. Así, se elimina la variación
producida por la propagación del potencial.

Figura 4.7
Circuito electrónico del amplificador
para fijación de voltaje del axón
gigante del calamar.
Vi es el potencial intracelular y Ve el
potencial extracelular. Vm = Vi - Ve
obtenida por el amplificador A1. El
amplificador A2 compara Vm con VC
(que es el potencial comando) para
inyectar la corriente I para mantener Vm = VC. La corriente se inyecta por un alambre
axial y atraviesa la membrana del axón y es recogida por placas y registrada por un
dispositivo.

La fijación de voltaje se obtiene usando un sistema de retroalimentación


negativa, usando el siguiente método: se mide el potencial de membrana
(Vm), el valor medido se compara con el pulso comando (Vc), que es valor
de potencial de membrana deseado. Para que Vm sea igual a Vc, el arreglo
experimental inyectará la corriente necesaria (I), la cual será igual a la
corriente de membrana. Con esta técnica, se aplican los pulsos comandos
(Vc) y se registran las corrientes (I).
Si el axón se encuentra sumergido en una solución que contiene sodio y
potasio y se aplican cierta cantidad de pulsos de voltaje hiperpolarizantes
(negativos), a partir de un potencial de mantenimiento de -70 mV (cercano al
52

potencial de reposo), se producen corrientes de membrana negativas


(entrantes) relacionadas linealmente con la amplitud de los pulsos de voltaje.
Además, la corriente prácticamente no depende del tiempo, es decir se
mantiene constante; esto significa que la corriente fluye por una resistencia
pasiva. Si los pulsos de voltaje aplicados a partir del mismo potencial de
mantenimiento (-70 mV) son despolarizantes (positivos) la corriente primero
es entrante (negativa) y después saliente (positiva); esto puede observarse en
la figura 4.8. La corriente entrante alcanza un máximo a un potencial
alrededor de 0 mV. Con despolarizaciones mayores la corriente entrante
disminuye. A partir de +40 mV la corriente saliente presenta una fase inicial
rápida seguida de una componente lenta.

Figura 4.8
Corrientes de membrana obtenidas
con pulsos despolarizantes de –60
a 60 mV desde un potencial de
mantenimiento de –70 mV.

4.3 La conductancia de potasio


Reemplazando el Na+ por un catión impermeable como la colina, Hodgkin y
Huxley registraron las corrientes de K; tambien puede usarse tetrodotoxina
(TTX), que es una toxina que bloquea canales de Na+. Observaron que las
componentes entrantes y las salientes tempranas desaparecen, como se ve en
la figura 4.9. La característica principal de esta corriente es que se hace
mayor y más rápida a medida que aumenta la despolarización y no aparecen
cuando los pulsos son hiperpolarizantes. Se puede caracterizar esta corriente
haciendo una gráfica de la amplitud de la corriente al final del pulso como
una función del potencial de membrana durante el pulso (figura 4.10). Es
obvio que la relación entre la corriente y el voltaje, o curva I-V, no es lineal
para potenciales despolarizantes y prácticamente cero para potenciales
hiperpolarizantes. Si el K+ dentro y fuera del axón se reemplaza por colina,
entonces la mayoría de las corrientes desaparecen, la corriente remanente es
muy pequeña y está relacionada linealmente con el voltaje, es decir, se
comporta como una resistencia. La corriente remanente fue llamada por
53

Hodgkin y Huxley corriente de fuga y cumple una función importante en el


potencial de reposo y en el valor del umbral de excitación.

Figura 4.9
Corrientes de potasio obtenidas
con pulsos hiper y despolarizantes
hasta 60 mV desde un potencial de
mantenimiento de –70 mV.

Figura 4.10
Curva corriente-voltaje (I-V)
para la corriente de potasio
medida al final del pulso.

A partir de los resultados mostrados es posible definir una relación


cuantitativa entre la corriente y el voltaje usando el concepto de
conductancia. La corriente de potasio (IK) está dada por el producto de la
conductancia (gK) y la fuerza de arrastre (V-EK):

IK = gK(V,t) (V-EK)

Donde la conductancia, gK(V,t), es una función del potencial y del tiempo, y


EK es el potencial de inversión para el ion potasio.

Para entender el curso temporal y la dependencia de voltaje de la


conductancia es necesario un análisis detallado. Si se dividen los trazos de la
54

corriente de potasio por V-EK durante y después del pulso, se obtiene el


curso temporal de la conductancia para cada despolarización y para la
recuperación durante la hiperpolarización. En la figura 4.11 se puede
observar el curso temporal de la gK para dos despolarizaciones diferentes.
Las características importantes son:
1) la conductancia cambia más rápido para potenciales más positivos,
2) la conductancia al final de un pulso prolongado es mayor a potenciales
más positivos, y
3) el desarrollo de la conductancia es sigmoidal durante la despolarización y
la recuperación durante la repolarización es una exponencial simple.
Estas características son compatibles con un proceso de orden mayor que 1,
con múltiples niveles durante la despolarización y de primer orden, igual a 1,
durante la repolarización.

Figura 4.11
Conductancia de potasio como
función del tiempo durante y
después de un pulso a -10 y
+60 mV.

Correlación del modelo n con los canales unitarios


Las corrientes iónicas macroscópicas son el resultado de la activación de un
gran número de canales. Desde el punto de vista del canal de K+, podemos
suponer que la apertura del canal depende de la probabilidad de apertura
(Po), que está dada por el parámetro n y la conductancia máxima
corresponde a la conductancia de un canal multiplicada por el número de
canales disponibles (NK): NKγK = gKmax, dónde γK es la conductancia un
canal. Entonces, la corriente macroscópica será:

IK = NKγKPo(V-EK), y NKγKPo = gK(V,t).

El parámetro n es la probabilidad de que una subunidad esté en la posición


activa, y n es una función del voltaje y del tiempo,
n = n(V,t), que se puede modelar elevando n a la cuarta potencia, n4; es
decir, un proceso de cuarto orden.
55

Es importante hacer notar que este modelo predice el retardo en el trazo de


conductancia durante la despolarización, porque las cuatro subunidades
deben estar en la posición de activación para que haya conducción. Por otro
lado, el cierre del canal depende del regreso de una sola subunidad. Es decir,
un proceso de primer orden.

4.4 La conductancia de sodio


Si el axón se baña y perfunde con soluciones sin iones de potasio, las
corrientes registradas en fijación de voltaje son diferentes a las obtenidas en
soluciones normales. Los trazos, como se muestran en la figura 4.12,
corresponden a un potencial de mantenimiento de -70 mV y pulsos desde -
60 mV hasta +60 mV cada 10 mV. Las corrientes son entrantes para
despolarizaciones pequeñas y no se mantienen durante la duración del pulso
porque decaen espontáneamente. La dirección de la corriente se invierte
alrededor de los 50 mV y ese potencial coincide con el potencial de
equilibrio del Na+. Si se gráfica el máximo (pico) de corriente en función de
la amplitud del pulso, se obtiene una gráfica como se muestra en la figura
4.13A. Nótese que la corriente es entrante para potenciales más negativos
que 50 mV y saliente para potenciales más positivos.

Figura 4.12
Corrientes de sodio a
potenciales entre -50 y +60
mV desde un potencial de
mantenimiento de -70 mV.

Además, es obvio que la pendiente de la curva I-V es negativa para


potenciales más negativos que 0 mV. Esto significa que hay una resistencia
negativa, es decir, hay un elemento que en lugar de disipar energía está
inyectando energía al sistema. Esa energía puede deberse a que la fuerza de
arrastre para el Na+ está forzando a los iones de sodio a fluir en la dirección
contraria de su gradiente electroquímico. Los cuadros corresponden a las
56

características de los canales abiertos, escalada por el número de canales, es


decir: NNaiNa.
La figura 4.13B muestra la conductancia al pico como función del potencial
de membrana donde se puede observar la relación sigmoidal típica como se
vio para los canales de K+. Esta curva se obtuvo, de la misma forma que para
el K+, dividiendo la corriente por V-ENa.

Figura 4.13
A: curva I-V medida al pico de la
corriente de sodio. B: conductancia de
sodio al pico como función del potencial
de membrana.

La inactivación de la corriente de sodio


Hay una característica sobresaliente de la corriente de sodio: su amplitud
decae aun cuando se mantiene el pulso; este proceso se llama inactivación.
Veremos como estudiar la manera como se desarrolla la inactivación y la
recuperación de la inactivación. La figura 4.14 muestra una serie de
corrientes de Na+ producidas por un protocolo de doble pulso. El primer
pulso varía entre -90 y -30 mV y el segundo siempre es a 0 mV. Nótese que
la amplitud de la corriente durante el segundo pulso depende del potencial
durante el primero. Esto es importante porque muestra que la corriente a 0
mV no siempre es la misma y depende de la historia previa: a mayor
despolarización durante el pulso previo, hay menos canales disponibles para
57

ser activados, y por lo tanto, la corriente producida por el segundo pulso es


menor. Si se grafica la corriente normalizada durante el segundo pulso en
función del potencial del primer pulso se encuentra una curva sigmoidal
(figura 4.15). Esta curva de inactivación refleja un proceso que está
controlado la variable h diferente a la que controla la activación (m); por esta
razón también se la conoce como curva h. El efecto del prepulso se
desarrolla con el tiempo; para prepulsos muy cortos los canales no están
inactivados pero conforme aumenta la duración del prepulso aumenta el
porcentaje de canales inactivados. Cuando el prepulso es muy prolongado,
se dice que se trata de inactivación es estado estable o a tiempo infinito, h∞.
El efecto sobre la corriente durante el pulso de prueba corresponde al
resultado mostrado en la figura 4.14 y h como se muestra en la figura 4.15.

Figura 4.14
Corrientes de Na+ producidas
por un protocolo de doble
pulso. El primer pulso varía
entre -90 y -30 mV y el
segundo siempre a 0 mV.

Figura 4.15
Dependencia de voltaje del efecto de un
prepulso prolongado sobre la corriente
de sodio.
58

La recuperación de la inactivación
La despolarización abre canales de Na+. Si la despolarización se mantiene,
esos canales se inactivan. ¿Cuanto tiempo debe transcurrir para que los
canales puedan conducir nuevamente? En primer lugar es claro que si la
despolarización se mantiene los canales no conducen porque la inactivación
persiste. Es necesario repolarizar la membrana para regresar a las
condiciones iniciales. En la figura 4.16 se muestra un experimento para
estudiar la recuperación de la inactivación. La membrana se despolariza a 0
mV produciendo una corriente entrante de Na+. Luego la membrana se
repolariza a -70 mV durante tiempos variables antes de despolarizar
nuevamente a 0 mV. La figura muestra todos los trazos sobrepuestos.
Cuando el intervalo de recuperación es durante un tiempo breve la corriente
de Na+ es muy pequeña, comparada con la producida por el primer pulso. A
medida que aumenta el tiempo de recuperación a -70 mV, la corriente al
pico aumenta, hasta que se recupera totalmente. Esto es una consecuencia
importante en el periodo refractario del potencial de acción.

Figura 4.16
Registros de corrientes de
sodio como respuesta a
un protocolo de doble
pulso. El tiempo de
separación entre los dos
pulsos es variable para
estudiar la recuperación
de la inactivación.

La corriente de fuga
Además de las corrientes de Na+ y K+ hay una corriente pequeña que
depende linealmente del potencial de membrana, comportándose como una
resistencia pura con un potencial de inversión mas positivo que EK pero más
negativo que ENa. Esta corriente se atribuye a una conductancia inespecífica
que puede escribirse como:

IL = gL(V-EL)
59

Finalmente, la corriente iónica total a través de la membrana del axón es:

Ii = gK(V,t) (V-EK)+ gNa(V,t) (V-ENa)+ gL(V-EL)

Donde las conductancias de K+ y Na+ son dependientes del voltaje y el


tiempo, mientras que la de fuga no depende ni del voltaje ni del tiempo.
Basándose en el modelo de Hodgkin y Huxley:

gK = n4gKmax y gNa = m3hgNamax

Donde n, m, y h dependen del voltaje y del tiempo.

La corriente capacitiva
Se puede calcular la corriente capacitiva (IC) fácilmente si se toma en cuenta
que la corriente es el flujo de carga (iones en este caso), o sea la cantidad de
carga que atraviesa por unidad de tiempo. Es decir, IC es la primera derivada
de la carga Q = CV con respecto al tiempo. Suponiendo que C es constante,
IC = dQ/dt = C(dV/dt). Esta ecuación muestra que mientras el voltaje este
cambiando en función del tiempo fluirá corriente por el capacitor, mientras
que si el voltaje es constante no habrá corriente capacitiva.
60

Apéndice
CANALES UNITARIOS

Cuando se pudo dar un avance importante en el estudio de los canales


iónicos fue al utilizarse la técnica de “patch-clamp” en sus diferentes
configuraciones (véase la figura A.1).

1. Permeabilidad, conductancia y dependencia de voltaje


Para el análisis de los canales unitarios es necesario estudiar la conductancia
unitaria y la permeabilidad del canal, la dependencia de voltaje y la cinética
de apertura y cierre.
Lo primero es medir tres parámetros: la amplitud de la corriente unitaria, el
tiempo de permanencia abierto y el tiempo de permanencia cerrado. Con la
amplitud de la corriente a diferentes potenciales de membrana se obtiene la
curva corriente voltaje (I-V) (figura A.2B). A partir de esos datos se puede
obtener la conductancia unitaria de la pendiente de la recta, y la
permeabilidad del canal ajustando la ecuación de Goldman-Hodgkin-Katz a
los datos obtenidos:

F 2 Vm [i]e exp(FVm / RT ) − [i]i


I =P
i i RT exp(FVm / RT) − 1
Para conocer la dependencia de voltaje es necesario obtener la probabilidad
de apertura es estado estable a diferentes potenciales de membrana (figura
A.3). La probabilidad de apertura en estado estable se obtiene con la
ecuación:

N
∑ j⋅ t j
j=1
Po =
NT

Donde tj es el tiempo que el canal permanece en el nivel j, N el número total


de canales observados en el registro y T el tiempo total del registro. Si se
quiere obtener los parámetros de la dependencia de voltaje hay que ajustar la
ecuación de Boltzmann a los datos obtenidos:

(V0.5 −Vm ) k ⎞
Po Pomax = 1 / ⎛⎜1 + e ⎟
⎝ ⎠
61

donde V0.5 es el potencial al que se alcanza la mitad de la probabilidad de


apertura y k la pendiente de la curva ajustada.

Figura A.1
Configuraciones usadas con la técnica de “patch-clamp”.
62

Figura A.2
A: registros de la actividad de un
canal de potasio a –40 y 40 mV en la
configuración “inside-out patch”, en
condiciones de potasio simétrico. c y
o indican los niveles cerrado y
abierto, respectivamente.
B: curva I-V (línea continua) de ese
canal. La línea punteada corresponde
al ajuste de la ecuación de Goldman-
Hodgkin-Katz.

Figura A.3
Probabilidad de apertura del
canal normalizada (Po/Pomax)
como función del potencial de
membrana
63

2. Cinética de apertura y cierre de canales unitarios


Para analizar la cinética de canales iónicos consideraremos los 4 casos más
sencillos: 1 canal con 2 estados, 2 canales con dos estados, 1 canal con 3
estados con 3 niveles de conductancia, y 1 canal con 3 estados con 2 niveles
de conductancia (figura A.4).

Figura A.4
Esquema de la actividad de canales unitarios considerando los siguientes ejemplos: un
canal con dos estados (A), dos canales con dos estados (B), un canal con tres estados con
tres niveles de conductancia (C), y un canal con tres estados con dos niveles de
conductancia (D).

2.1. Un canal con dos estados


Cuando se trata de 1 solo canal con 2 estados, el registro de la corriente
unitaria se ve como en la figura A.5 mostrando dos niveles de conductancia:
c y o.

Figura A.5
Esquema de un registro de la corriente unitaria de un solo canal con dos estados: cerrado
(c) y abierto (o).

Si definimos:
α = probabilidad por unidad de tiempo que un canal cerrado se abra
64

β = probabilidad por unidad de tiempo que un canal abierto se cierre


Po(t) = probabilidad que un canal esté abierto (al tiempo t) si el canal
se abrió al tiempo 0

Esta definición no toma en cuenta lo que ocurrió entre 0 y t, es decir no


importa cuentas veces el canal se cierre. Esto es lo que se conoce como un
proceso homogéneo de Markov.
La ecuación diferencial que describe el proceso es:

dPo/dt = -βPo + α(1-Po). La solución de la ecuación es:

Po(t) = α/(α+β) + (1 - α/(α+β))exp(-(α+β)t) ........................(1)

La constante de tiempo del proceso es: τo = 1/(α+β)


En los límites:
Po(0) = 1 y Po(∞) = Po = α/(α+β), que es la probabilidad de que el canal esté
abierto en el estado estacionario.
Es decir: α/(α+β) < Po(t) < 1

A partir de los valores de τo y Po se puede calcular α y β. τo y Po se obtienen


ajustando la ecuación (1) al histograma que resulta de la medición de las Po
durante un periodo de tiempo (como se muestra en la figura A.6).
Otra forma para calcular α y β es medir el tiempo de permanencia del canal
en cada estado. Para esto se define:
po(t) = probabilidad que un canal permanezca abierto al tiempo t
después de una transición cerrado-abierto al tiempo 0
En este caso, la ecuación diferencial es:
dpo/dt = -βpo, y la solución de la ecuación diferencial:
po(t) = exp(-βt) ...............................................……………...(2)
La constante de tiempo es: τo = 1/β
Los valores que toma po(t) están entre 0 y 1

De manera semejante, para el estado cerrado, la ecuación diferencial es:


dpc/dt = -αpc, y la solución:
pc(t) = exp(-αt) ............................................…………..…....(3)
La constante de tiempo es: τc = 1/α
Los valores que toma pc(t) están entre 0 y 1
65

Ajustando las ecuaciones (2) y (3) a los histogramas se obtienen τo y τc (α y


β) (como se muestra en la figura A.7).

Figura A.6
Probabilidad de apertura en función
del tiempo de un canal con dos
estados. En este caso, la probabilidad
de apertura no toma en cuenta lo que
ocurrió entre 0 y t, es decir no importa
cuentas veces el canal se cerró.

Figura A.7
Probabilidad de apertura en función
del tiempo de un canal con dos
estados. En este caso, es la
probabilidad que un canal permanezca
abierto al tiempo t después de una
transición cerrado-abierto al tiempo 0.

2.2. Dos canales con dos estados


Tratándose de 2 canales iguales con 2 estados, es decir que presentan 3
niveles de conductancia, el registro se vería como en la figura A.8.

Figura A.8
Esquema de un registro
de la corriente unitaria
de dos canales iguales
con dos estados que
presentan tres niveles: los dos cerrados (cc), uno abierto y uno cerrado (oc) y los dos
abiertos (oo).
66

En el estado estacionario, para cada canal: Po = α/(α+β)


Entonces:
P0 = (1 - P0)(1 - P0) = (1 - P0)2 = (β/(α+β))2
P1 = 2P0(1 - P0) = 2αβ/(α+β)2
P2 = P0P0 = P02 = (α/(α+β))2

En este caso, las ps son: p0 = 1/(2α), p1 = 1/(α+β), p2 = 1/(2β)


Para el nivel 1 hay una información adicional:
(# de transiciones de 1 a 2) / (# de transiciones de 1 a 0) = α/β.

O sea que se pueden obtener 3 estimaciones de α y β, una para cada nivel.

Sin embargo, si α/(α+β) es pequeño, P2 tendrá un valor muy pequeño, es


decir el número de veces en el nivel 2 es pequeño, y será prácticamente
imposible de medir. Además el error tendría un valor grande:
σ = (nP(1-P))1/2.
Para cualquier número de canales las limitaciones son las siguientes:
a) resolver los diferentes niveles de corriente
b) conocer el número de canales en la membrana
c) la probabilidad de que ocurran 2 transiciones simultáneas aumenta
con el número de canales.

2.3. Un canal con tres estados con tres niveles de conductancia


Cuando en el parche de membrana hay un canal que tiene 3 estados
presentando 3 niveles de conductancia, el registro se ve como en la figura
A.9.

En este caso, α, β, a y b se obtienen de las siguientes ecuaciones:

τo = 1/β, τc2 = 1/(α+β), τc1 = 1/a, (# C2 Æ O)/(# C2 Æ C1) = α/b

Figura A.9
Esquema de la actividad de un
canal que tiene tres estados con
tres niveles de conductancia.
67

2.4. Un canal con tres estados con dos niveles de conductancia


En este caso el registro se verá como en la figura A.10.
En el registro se observan periodos de cierre breves y periodos prolongados.
Si esos periodos son muy diferentes se ven como ráfagas de actividad.

Figura A.10
Esquema de la actividad de un canal que tiene tres estados con dos niveles de
conductancia.

En este caso: τo = 1/β


Pero la distribución de los tiempos de cierre no es una exponencial simple.

p1,2 = probabilidad de permanecer en C1 o C2 después de una transición O Æ


C al tiempo 0
La ecuación diferencial sería:
dp1,2/dt = -α p1,2P2
donde, P2 = a/(a+b) + (1 - a/(a+b))exp(-(a+b)t

La solución es:
p1,2 = exp(-(αa/(a+b))t - (αb/(a+b)2)(1 - exp((-a+b)t))) ....................….(4)

Así, a, b y α se obtienen del ajuste de la ecuación (4).


Si a y b son grandes, la ecuación se puede reducir a:
p1,2 = exp(-(αa/(a+b))t),
luego: τc = (a+b)/αa, y no hay manera de saber si hay dos estados cerrados.

Si a y b son pequeños se observarían ráfagas en el registro, y se pueden


obtener dos distribuciones: una para los tiempos prolongados, τc1 = 1/a, y
otra para los tiempos breves, τc2 = 1/α

b se puede obtener a partir de:


(# C1 Æ O)/(# C1 Æ C2) = α/b
68

La figura A.11 muestra un ejemplo de la cinética de un canal con 3 estados y


dos niveles de conductancia semejante al del esquema de la figura A.10. En
este caso, para los tiempos de apertura se ajustó una función exponencial
simple a los datos del histograma, mientras que para los tiempos de cierre se
ajustó la ecuación:
F(t) = Σ Pj(1/τj).exp(-t/τj), j = 1,2

Figura A.11
Ejemplo de los histogramas de tiempos de apertura y cierre de un canal con tres estados y
dos niveles de conductancia. El histograma de tiempos de apertura se ajustó a una
exponencial simple, mientras que para los tiempos de cierre se ajustó la suma de dos
exponenciales.
69

AGRADECIMIENTOS

A la Q.F.B. Adriana Hernández Leal, técnico académico del Centro de


Investigaciones Biomédicas de la Universidad de Colima, por su respaldo en
las actividades de nuestros laboratorios.

A la M. en C. Myrian Velasco Torres, por su participación en las actividades


de docencia durante los cursos de Excitabilidad y de Biofísica, y por la
discusión crítica de los contenidos.

Al Lic. Juan Carlos Muñoz, quien colaboró en la elaboración de las figuras y


a la Lic. Yojana Hernández Valdivia por la figura de la Portada.
70

LECTURAS RECOMENDADAS

Adelman W.J. Ed. (1975) Biophysics and Physiology of Excitable


Membranes. Van Nostrand Reinhold Co. 509 pp.

Aidley D.J. & Stanfield P.R. (1998) Ion channels. Molecules in action.
Cambridge University Press, Reino Unido 300 pp.

Alvarez, O. (1986). Kinetic Models and Channel Fluctuations, en: Ionic


Channels in Cells and Model Systems. Ed. Ramón Latorre. Plenum Press.
430 pp.

Hanlon M.R. & Wallace B.A. (2002) Structure and function of voltage-
development ion channel regulatory β subunits. Biochem. 41:2886-2894.

Hille B. 2001, Ion channels of excitable membranes 3ª ed. Sinauer


Associates, Inc. EUA, 787 pp.

Hodgkin, A.L. & Rushton, A.H. (1946). The Electrical Constants of a


Crustacean Nerve Fibre. Proc. Royal Soc. 133: 444-479.

Jack, J.J.B., Noble, D. & Tsien, R.W. (1975). Electric Current Flow in
Excitable Cells. Clarendon Press. 495 pp.

Katchalsky, A. & Curran, P.F. (1965). Nonequilibrium Thermodynamics in


Biophysics. Harvard University Press., Cambridge, 463 pp.

Levitan I.B. & Kaczmarek L.K. (2002) The Neuron. Cell and Molecular
Biology 3ª ed. Oxford University Press, EUA 588 pp.

Novakovic S.D., Eglen R.M. & J.C. Hunter (2001) Regulation of Na+
channel distribution in the nervous system, Trend. Neurosci. 24(8):473-478.

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Sakmann B. & Neher E. Eds. (1983). Single-Channel recording. A Division


of Plenum Publishing Corporation. 503 pp.
71

Yellen G., (1987), Permeation in potassium channels: Implications for


channel structure, Ann. Rev. Biophys. Biophys. Chem 16 (3):227-246.

Yellen G., (1998), The moving parts of voltage-gated ion channels, Quart.
Rev. Biophys. 31 (3):239-295.

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