Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Belén del Rocío Moreno Cardozo no lo eran en absoluto, tiempo de tránsito en que el infante, simplemente, era o existía
Psicoanalista en un entorno de palabras que no podía articular? Para abrir el espacio no a una
Profesora Titular respuesta, sino a un campo de resonancias que no agoten la cuestión sino que preserven
Escuela de Estudios en Psicoanálisis y Cultura la viva médula del enigma, –pues tampoco yo podría hacer otra cosa–, voy a ocuparme
Universidad Nacional de Colombia de un breve texto de Clarice Lispector que se llama “Niño dibujado a pluma” 1. En unas
bdmorenoc@unal.edu.co pocas páginas, menos de cuatro, esta escritora, quien con sobradas razones fue llamada
“La Hechicera Exquisita”, ha logrado proferir un condensado ensalmo para convocar
ese repetido misterio de la humanización del infans. Con esa conmemoración, que no
RESUMEN rememoración, del tiempo del comienzo, la autora se adscribe, acaso sin saberlo, a la
El breve texto de Clarice Lispector “Niño dibujado a pluma” despliega con vieja literatura del “Érase una vez...” Érase una vez, entonces, un “Niño dibujado a
extrema sutileza el misterio del comienzo absoluto de la humanización del pluma”.
infans. Este artículo trata de seguirlo a la letra, permitiéndose a la vez el Este escrito, diáfano y al tiempo denso de sugerencias, que fue publicado en una
amplio campo de resonancias que engendra. El paso de infante a sujeto colección de cuentos llamada “Felicidad clandestina” (1971), comparte con otros
implica una domesticación que supone tanto la imposición del aparato del cuentos de Lispector los rasgos que otorgan ese tono singular a sus delicadas
lenguaje como su incorporación. La escritora enseña que el llamado miniaturas: la narración de un hecho cotidiano, el sutil giro para que ese hecho se
dirigido al niño, para que advenga como sujeto del lenguaje, estará convierta en paradigma de una condición más generalizada del obrar humano, y con
signado por una violencia inesperada y fundacional. esto último también un inusitado y envolvente vuelo ensayístico; todo lo cual la
escritora suele acompañarlo de claros acentos poéticos que tanto revelan como cifran la
PALABRAS CLAVE: “Niño dibujado a pluma”, infante, sujeto, misteriosa persistencia de la vida, que es uno de los asuntos mayores de su obra, según
humanización, invocación. lo veremos más adelante.