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VLADIMIR MAIAKOWSKI

selección de poemas (y otras yerbas)


Teoría y Análisis Literario “C” – 2018
[imagen de la tapa del libro Acerca de esto, 1923, hecha por Alexander Rodchenko]
1
El puerto (1912)

Bajo los vientres sábanas del agua
que un blanco diente laceraba en olas.
Las chimeneas rugen, como si recorriesen
lujuria y amor juntos sus gargantas de bronce.
Las barcas se apretujan en la cuna del muelle
prendidas a las ubres de la férrea madre.
En las orejas de los buques sordos
ardían los zarcillos de las áncoras.

MAIAKOWSKI, Vladimir (1984). Poemas (1912-1920). Tr. Santos Hernández,
Joaquín Horta y Manuel de Seabra. Barcelona: Laia.

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¿Y usted podría? (1913)

De un golpe manché el mapa de los días,
salpicando la pintura del frasco;
y mostré en el plato de aspic
los oblicuos pómulos del océano.

En las escamas de un pez de estaño
he leído el llamado de nuevos labios.
¿Y usted
un nocturno tocar
podría
en la flauta de los tubos del desagüe?

MAIAKOWSKI, Vladimir (2012). Maiakowsky. Tr. Alfredo Gurza. México: UNAM

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¡Escuchen! (1914)

¡Escuchen!
Si las estrellas se encienden,
¿quiere decir que alguien quiere que ellas estén?
¿quiere decir que alguien llama a estos escupitajos?
¿quieren decir que alguien llama a estos escupitajos
perlas?
Y, agotado
en la borrasca de polvo del mediodía,
irrumpe ante Dios;
teme haber llegado tarde,
llora,
le besa la nudosa mano,
pide

2
¡que sin falta haya una estrella!
jura
¡no soportará este tormento sin estrellas!
Y después
camina ansioso,
pero tranquilo por fuera.
Le dice a alguien:
“¿Ahora estás bien?
¿No tienes miedo?
¡¿Sí?!”
¡Escuchen!
Si las estrellas
se encienden,
¿quiere decir que a alguien le hacen falta?
¡¿quiere decir que es necesario,
que cada tarde
sobre los tejados
se encienda al menos una estrella?!

MAIAKOWSKI, Vladimir (2012). Maiakowsky. Tr. Alfredo Gurza. México: UNAM

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Una bofetada al gusto del público (1912)

A quienes lean –nuestra Nueva Primera Inesperada.

Solamente nosotros somos la imagen de nuestro Tiempo. El corno del tiempo
resuena en nuestro arte verbal.

El pasado es estrecho. La Academia y Pushkin –menos comprensibles que
jeroglíficos.

Pushkin, Dostoiesvki, Tolstoi, etcétera, etcétera, deben ser tirados por la borda
del vapor del Tiempo Presente.

Quien no olvida su primer amor no vivirá el último.

¿Quién será tan crédulo para entregarle su último amor a la perfumada lujuria de
Balmont? ¿Acaso encontrará allí un reflejo del valeroso ánimo del día de hoy?

¿Quién será tan cobarde que no se atreva a arrancar la coraza del guerrero
Briúsov?

¿Encontrará allí acaso la aurora de una belleza desconocida?

Lavaos las manos que han tocado la porquería de los libros escritos por
incontables Leónidas Andréyevs.

3
Todos los Máximos Gorkis, Kuprins, Bloks, Sologubs, Remizovs, Averchenkos,
Chornys, Kuzmins, Bunins, etcétera, etcétera –sólo necesitan quintas a la orilla de
un rió. Así recompensa el destino a los sastres.

¡De la altura de los rascacielos miramos su pequeñez!…

Exigimos que se respeten los siguientes derechos de los poetas:

1. Ampliar el volumen de su vocabulario con palabras arbitrarias y derivadas.

2. Rechazar el odio invencible al idioma que existía antes de ellos.

3. Arrancar con horror de sus orgullosas frentes la corona de gloria a centavo
tejida de varas de abedul propias de los baños.

4. Tenerse de pie en la roca de la palabra “nosotros” en medio del mar de silbidos
y ultrajes.

Y si bien por ahora persisten en nuestros versos las sucias huellas de un “sentido
común” y “buen gusto”, ya también, por primera vez, brilla en ellos el Relámpago
de la Nueva Belleza Futura de la Palabra Autosuficiente.



Moscú, diciembre de 1912.

[Redactado por David Burliuk, Alexander Kruchenyj, Vladimir Maiakovsky, Víctor
Jlébnikov]

WOROSZYLSKI, Witkor (1980). Vida de Mayakovsky. Witkor Woroszlski. Tr. Isabel
Fraire. México: Era. 1980

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