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El problema indígena en la narrativa de Vallejo y su importancia para el Perú

entre los años 1923-1931

Urbano Vilcayauri, Brayan U19305914

Rojas Zuñiga, Frank U19302375

Osores Carrera, Piero U19310937

Tello Torres, César U19308373

Resumen:

El presente trabajo tiene como finalidad resaltar el problema indígena en la narrativa del

poeta César Vallejo, en las presentes obras: El tungsteno y Fabla Salvajes. En la que

denuncia que desde la instalación de la empresa norteamericana “Mining Society” en las

minas de Quivilca, en el departamento del Cuzco, de inmediato llego al Perú la orden

gerencial de Nueva York disponiendo el comienzo de la extracción del mineral. Sin

embargo; en la narrativa de César Vallejo, los abusos imperialistas acorralaron a los

indígenas, en la que estos tienen como objetivo obligar a nuestros indios a proletarizarse

laborando en las minas, peor aún, en pésimas condiciones para laborar y cometiéndoles

injusticias sin escrúpulos. Por lo tanto, gracias a Vallejo, con esta investigación se busca

concientizar, valorar y reflexionar el objetivo de igualdad social que exigían nuestros

indígenas.

Palabras clave: problema indigenismo, abuso imperialista, narrativa de César Vallejo,

literatura, siglo XX, Perú


Abstrac:

The purpose of this paper is to highlight the indigenous problem in the narrative of the

poet César Vallejo, in the present works: Tungsten and Wild Fablas. In which he

denounces that since the installation of the American company “Mining Society” in the

Quivilca mines, in the department of Cuzco, the New York management order

immediately arrived in Peru, arranging the beginning of the mineral extraction.

Nevertheless; In the narrative of César Vallejo, the imperialist abuses cornered the

Indians, in which they aim to force our Indians to proletar themselves by working in the

mines, worse still, in very bad conditions to work and committing them unscrupulous

injustices. Therefore, thanks to Vallejo, this research seeks to raise awareness, value and

reflect the objective of social equality demanded by our indigenous people.

Keywords: indigenous problem, imperialist abuse, César Vallejo's narrative, literature,

twentieth century, Peru


Introducción

Durante el Oncenio de Leguía hubo un problema social en donde se presenciaba

mucha discriminación hacia los indígenas, los cuales eran explotados por las personas

de alto poder como los gamonales. Pocos se interesaban por la situación de estos, pero

hubo intelectuales como Cesar Vallejo, considerado como uno de los mejores poetas

peruanos, quien comenzó a investigar y presenciar estos abusos hacia su pueblo. Por

ello, nos hemos propuesto como tema el problema indígena en la narrativa de Vallejo y

su importancia para el Perú entre los años 1923-1931.

Por esta razón, nos hemos preguntado ¿de qué manera se presenta el problema

indígena en la narrativa de Vallejo (1923-1931) y cuál es su importancia para el Perú?

La respuesta a esta pregunta nos indica que Vallejo se identificaba con el indígena.

Asimismo, buscaba expresar la nostalgia del indígena y la pobreza como una sensación

de vacío y silencio que rodea al pueblo que identifica a Vallejo (Rodríguez, 1984,

pp.432-444), manifestar la injusticia y control del indígena en los yacimientos mineros

por la empresa norteamericana Mining Society, empresa ficticia de la obra El tungsteno

que era una referencia al Cerro de Pasco Company, ante la crisis económico-cultural que

adolecía al Perú (Galdo, 2007, pp. 96-97). Por ello, buscaba desarrollar el tema a

profundidad y encontrar una solución para este problema.

Para poder iniciar nuestro tema de investigación es necesario definir el término

indigenismo. Por ello, acudimos a la Real Academia Española (RAE) que lo define

como “exaltación del tema indígena americano en la literatura y el arte” (RAE,2018).


Finalizando la segunda década del siglo xx, nuestro país adolecía muchas crisis

económicas y culturales. Sin embargo, no todo fue crisis, ya que, en ese tiempo, nuestro

bello país estaba en una lucha cultural por la reivindicación de nuestros hermanos

indígenas, que aportaron mucho a nuestros intelectuales como Mariátegui, Arguedas,

Alegría, Albujar, Valcárcel y Cesar Vallejo quien tuvo una participación indirecta, pues

vivía en el exilio, Francia. Su narrativa ha inspirado a muchos intelectuales a amparar la

cultura dominada e infravalorada en nuestro contexto donde el inocente indígena fue

manipulado y explotado por perversos capitalistas extranjeros. Él y José Carlos

Mariátegui fueron los intelectuales de ese tiempo -1923- quienes se propusieron a

solucionar y protestar para sus hermanos indígenas, aunque estos se educaron en el

exilio por la deportación durante el gobierno de Leguía en 1919, el cual fue un gobierno

populista, capitalista y de dictadura, cuyo objetivo era modernizar Lima. Aunque esto

fue una errónea planificación, que le encadenó al Perú, con dicha eterna deuda

extranjera. Mencionado lo dicho, Leguía se ocupaba de minimizar las manifestaciones

populares, conformada por obreros e indígenas, que protestaban debido al pésimo

salario, malas condiciones para trabajar y abusos que se les cometía en sus trabajos. La

mayoría trabajaba en las minas, que estaban regidas por empresas norteamericanas

permitidas por Leguía, para poder seguir accediendo a préstamos estadounidenses, y

este levantamiento popular fue escuchado y amparado por Mariátegui, en la que exigía

la distribución de tierras para el indígena porque mencionaba que era el único que la

trabajaba y le parecía injusto que otros solo se lleven las riquezas. Fabla Salvaje y El

tungsteno fueron libros de inspiración bolchevique, recordemos que mundialmente, en

los años de nuestra investigación 1923-1931, ha nacido una nueva nación que ha

impactado a todo el mundo con su política: la URSS. En nuestro contexto también se

observa que EE. UU es potencia mundial, que se debía a su victoria en la primera guerra
mundial (1914-1918). Cesar Vallejo realiza un primer viaje a la URSS en 1928, en este

mismo año se adhiere al partido socialista peruano fundado por José Carlos Mariátegui.

En 1929 realiza su segundo viaje a la URSS, porque quería estar más cerca al partido

bolchevique, que fue su altar de marxismo. En 1931 Vallejo realiza su tercer viaje a la

Unión Soviética, para seguir inspirándose, aunque en ese mismo año es expulsado de

Francia por sus actividades políticas y también se adhiera al partido comunista español.

En este mismo contexto histórico y social, Vallejo da a conocer dos obras

conmemorables hacia sus amados indígenas: El tungsteno (1931) y Paco Yunque

(1931); sin embargo, la narrativa de El tungsteno ha inspirado a muchos intelectuales

que se han conmovido e impactándolos como el gran José María Arguedas, que al leerlo

él nos menciona que definió su postura literaria: el indigenismo. Asimismo, El

tungsteno nos refleja el pensamiento político, socialista, comunista, marxista y leninista,

pero en lo que nos enfocamos no es en su política, sino la narrativa, el escenario, dolor,

escisión e injusticias que sufren nuestros indígenas a causas de tiranos imperialistas.

La motivación para este trabajo fue, porque uno de mis compañeros, durante su

etapa escolar pudo conocer la literatura de César Vallejo. Esto causo interés en cada uno

de nosotros que no conocíamos de su historia, la cual expresaba a través de su poesía y

narrativa. Además, otro motivo por el cual elegimos a este escritor fue que a pesar de

estar en París siguió pendiente de los problemas que acontecía el Perú esto causo una

admiración en nosotros. Por último, el motivo de uno de mis compañeros fue el

pensamiento marxista del poeta. Debido a esto, tomamos como tema de investigación la

narrativa de Vallejo.
Esta investigación es importante porque radica en dar a conocer como César

Vallejo defendió a los indígenas. Además, un aspecto a considerar es como Vallejo

intentaba que los lectores valoren la cultura andina dando a conocer los casos de abusos

que sufrían los indígenas. Por ello, Villanes menciona que “[…] Vallejo vino al mundo

con una elección mayor: no habló por el indígena sino como el indígena […]”

(Villanes,1988, pp.751-752). Por lo tanto, el aporte académico de esta investigación es

presentar, mediante el fichaje, una sistematización de la problemática indígena en la

narrativa de vallejo para la reflexión y debate de la comunidad académica.

Por último, para lograr una síntesis en el conocimiento del tema, se va presentar

cuatro argumentos que ayuden a sostener la respuesta a la interrogante, en cuanto a el

problema indígena en la narrativa de César Vallejo (1923-1931) y su importancia para el

Perú.  El primer argumento sostenido por Villanes (1988, pp.751-752) que afirma que la

narrativa de Vallejo representa la voz del indígena, ya que él tenía relación directa con

los oprimidos. Además, como en El tungsteno denuncia los abusos imperialistas a los

indígenas. En segundo argumento se sustenta de acuerdo a lo indicado por Phyllis

Rodríguez (1984), quien señala que Vallejo se identificaba con la tristeza y escasez de

los pueblos indígenas la cual se convierte en tema central de su producción literaria. El

tercer argumento se justifica en lo señalado por Galdo (2007, pp. 96-97), quien

menciona que la narrativa de Vallejo nos muestra los abusos reales que aplicaban los

capitalistas extranjeros a los indígenas para forzarlos a proletarizarse trabajando en los

yacimientos mineros. Por último, el cuarto argumento surge a partir de lo manifestado

por Reyes (2011, p. 28), explica que César Vallejo escoge como tema las relaciones

sociales en una zona bajo la influencia de la explotación minera por una empresa

norteamericana. 
En primer lugar, entorno al problema indígena que se presenta en la narrativa de

César Vallejo, según Villanes (1988), se representa mediante la evidencia de los casos

de abusos hacia los indígenas. Además, afirma que el poeta representaba la voz del

indígena, ya que Vallejo denunció estos maltratos en sus obras narrativas. Así, en la

novela El tungsteno, obra ambientada en los yacimientos mineros de Quivilca, Vallejo

denuncia estos abusos imperialistas que sometían a los indios soras en las minas. Las

soras eran explotadas con excesivas horas de trabajo, salarios precarios e indumentarias

paupérrimas avalado por las compañías mineras extranjeras que solo buscaban sus

propios intereses capitalistas.

Para poder entender los abusos que sufrían los indígenas, en la novela El

tungsteno, Vallejo señala el aprovechamiento del capital extranjero. Pues, compraban

las tierras de los indios a un precio injusto, debido al desconocimiento del sistema

económico por los indígenas. En esta novela muestra a un indígena idealizado e inferior,

que es víctima de agresión. Al respecto, Villanes (1988) afirma:

Los indios «soras» de Vallejo, en El tungsteno, aparecen,

deliberadamente idealizados. De su extremada bondad y total

desconocimiento del sentido utilitario de las, cosas se aprovechan

comerciantes autoridades y patrones. A cambio de una baratija o una

moneda ceden sus tierras, única fuente de sustento familiar y ante el

despojo solapado optan por la retirada silenciosa […]. (p. 759)


Según esta cita, se observa como mediante el capital extranjero se aprovechaba

de la situación del indígena, despojándolos de sus tierras por un precio mísero y se

beneficiaron de la mano de obra barata del indio.

Además, el poblador andino fue proletarizado en los yacimientos mineros. En la

novela El tungsteno, se evidencia como la empresa minera Mining Society esclaviza a

los indios soras. No solo trabajaban sin remuneración, también lo hacían en pésimas

condiciones. Por este motivo, Vallejo denuncia estos actos de explotación en las

minerías y abusos hacia la mujer andina. En palabras de Villanes (1988):

El tungsteno (1931) se sitúa en la mina de Quivilca, en el departamento

de Cuzco. Vallejo denuncia las condiciones inhumanas de trabajo en los

yacimientos mineros, la explotación y represión a los soras por parte de la

empresa Mining Society. Los soras eran proletarizados en las minas con

un trabajo no remunerado. Además, se evidencia abusos a la mujer

indígena representado por Graciela y el levantamiento popular

encabezado por Servando Huaca en contra de los explotadores con el fin

de incluir al indígena al poder económico. (p.755)

De esta manera, observamos que Vallejo no fue ajeno al problema del indio y

protestó en contra del capital extranjero por los abusos hacia los indígenas, quienes eran

sometidos a maltratos sin escrúpulos.

De igual manera, Vallejo nunca dejó de pensar en los suyos, por eso el

sentimiento indígena del poeta obra en su producción literaria. Villanes (1988) señala
que Vallejo es la misma representación de indígena. La narrativa del poeta se vio

influenciado en el problema indígena:

[…] Vallejo vino al mundo con una elección mayor: no habló por el

indígena sino como el indígena; consciente o inconscientemente su

literatura lleva el espíritu aborigen, que bebió en el seno materno, bautizó

en la prisión y perfeccionó por los caminos del mundo. Sufrió París,

descubrió Rusia y lloró España, con la solidaridad hermana del indígena,

y con su palabra coloquial y simbólica, abrió una ventana de humanidad

al mundo. (p. 755)

Es decir, el poeta de Huamachuco no fue ajeno a la necesidad del indio de

expresar sus sentimientos en rechazo a la explotación. Pues, él mismo fue protagónico

de la circunstancia de inequidad en la vieja Europa y desde allí mediante su narrativa

expresaba la desigualad e injusticias que sufría pueblo indígena en el Perú.

Por último, destacamos la importancia del poeta en relación con la problemática

indígena. Según Villanes (1988), César Vallejo comparte con sus hermanos indios y

mestizos los infortunios humanos como la pobreza, hambre, persecución,

incomprensión, violencia, soledad e injusticia. Además, rechaza la idea del indígena

peruano como hombre subordinado y servil, ante ello señala que el hombre andino

jamás perdió la capacidad de rebelarse, pero en el fondo desprecia la guerra. El objetivo

del poeta radica en la inclusión al poder económico, impuesto por las empresas

extranjera y que el Gobierno tome en cuenta al indígena (pp. 758-759).


Como observamos en esta cita, la importancia de Vallejo sobre el problema

indígena, radica en la reivindicación del indio peruano, de forma respetuosa y definitiva

al sistema económico.

En suma, Vallejo no fue ajeno a la problemática del indígena, Villanes (1988)

destaca el sentimiento indígena que Vallejo expresaba en algunas de sus obras tales

como El tungsteno y Fabla Salvaje. El poeta tenía un vínculo sentimental con los indios.

Así, en la novela El tungsteno, novela de denuncia social, se evidencia la explotación

hacia el indígena representado por los indios soras lo cual eran sometidos en los

yacimientos mineros sin salario y condiciones míseras de trabajo por la empresa minera

Mining Society. Además, las agresiones discriminatorias que adolecían al indio.

El segundo argumento, en torno al problema indígena presente en la narrativa de

César Vallejo, para Rodríguez (1984), nos indica que, Vallejo se identificaba con el

indígena por la discriminación y abusos que sufrían. Además, los pueblos alejados de la

sociedad escasos en economía eran víctimas de trastornos psicológicos como el caso de

los caynas. También, nos habla sobre como las mujeres eran poco valoradas siendo

tratadas como objetos, dejando de lado el aspecto afectivo-emocional. Asimismo,

menciona que vallejo a través de sus reconocidas obras como El tungsteno, Fabla

salvaje y Escalas melografiadas buscaba que los lectores revaloricen al indígena dando

a conocer las situaciones de estos. Así, Vallejo, mediante su narrativa, trataba de buscar

una solución a estos problemas estando en París.

Para poder entender los casos de demencia andina presentes en la narrativa de

vallejo, en algunas de sus obras más reconocidas como Fabla salvaje y Escalas
melografiadas da a conocer dichos problemas. En estas obras se presenta los casos del

indio Balta y el de los caynas respectivamente: las dos historias hablan sobre la

demencia andina.

Según Rodríguez (1984), en Fabla salvaje, Vallejo relata la historia de un indio

llamado Balta que padecía de esquizofrenia paranoide. Vallejo da a entender que este

trastorno se debe a los cambios fisiológicos relacionados con la altitud. Esta enfermedad

provocaba que Balta tenga alucinaciones como la de ver a un hombre. La tensión

aumenta cuando pierde el total sentido de la realidad arrojándose a un precipicio

tratando de evitar a alguien que lo empuja por la espalda. Otro caso que nos presenta

Vallejo es el de los caynas en Escalas melografiadas en donde toda la villa de Cayna se

creen monos y que el de afuera es loco. Cayna es un pueblo separado de la civilización

del país por inmensas cordilleras siendo un solitario y aislado pueblo andino (1984, pp.

434-435).

Por ende, como observamos en esta cita, estas consecuencias son producto de la

lejanía con respecto a las ciudades, al no contar con un centro de salud en donde puedan

acudir o recibir ayuda, siendo víctimas a los trastornos ya mencionados.

Además, en otra de sus grandes obras, El tungsteno, Vallejo nos da a conocer

más sobre este problema que adolecía al indígena, el ser discriminado y perjudicado por

las condiciones en donde vivían. Aquí da a comprender, como estos eran víctimas de

abusos, violaciones y apoderamiento de sus tierras por los trabajadores de una empresa

ficticia llamada Mining Society.


Para Rodríguez (1984), en El tungsteno de César Vallejo se habla sobre los

abusos que recibían los indígenas por una compañía extranjera minera y por autoridades

peruanas corruptas. La novela está estructurada en tres partes. La sección I tiene lugar

en el asiento minero en Quivilca dónde está ubicada la empresa norteamericana "Mining

Society". Los soras, un grupo de indios que habitan en esa área, los cuales primero

servían a la empresa como guías y luego inocentemente empiezan a entregar todo lo que

poseen. La sección culmina con una asquerosa escena en donde una india llamada

Graciela es violada por los protagonistas principales incluyendo al gerente (Míster Taik)

y al subgerente (Míster Weiss). En la sección II resume todo lo perverso de la sociedad

peruana en las provincias. Aquí se presentan personajes como el juez Ortega, el cura

Velarde (justifica la crueldad hacia los indios), el subprefecto Luna ilustran una básica

inhumanidad que se refleja también en la crueldad de los soldados. Además, el indio

Huanca tiene la valentía de protestar contra las injusticias la cual produce una rebelión

que es cruelmente neutralizada por los gendarmes. Por último, en la sección III ocurren

discusiones políticas entre Huanca y Leónidas Benítez todo esto tiene lugar nuevamente

en Quivilca. Huanca indica que en un futuro los explotadores serán derrocados y los

indios serán liberados. Aunque Benítez inicialmente tiene el pensamiento de que los

intelectuales solo pueden gobernar. Huanca logra convencer a Benítez de que los indios

no solo eran explotados, sino también amarrados por José y Mateo Marino (pp. 437-

438).

De esta manera, se puede decir que los personajes como el gerente y subgerente,

poseedores de un conocimiento mayor al de los pobladores de estas tierras, eran tiranos

que engañaban fácilmente al inocente indígena y que tan solo pocos eran valientes como

el intelectual de Huanca quien luchaba para que su pueblo sea quien gobierne.
De igual forma, para comprender aún más del tema, el poeta peruano explica de

cómo era tratada la mujer indígena en su narrativa, a través de dichas obras nos

menciona que eran consideradas como objetos por varones con pensamiento machista;

cumplir con lo que le dicen o usadas solo para el placer, son situaciones en donde a la

mujer la colocan en lo más profundo causando un sufrimiento en ellas. En palabras de

Rodríguez (1984) menciona que:

[…] En escenas domésticas, la mujer andina es siempre la compañera

ayudante, la que sufre más y la que nunca ocupa un centro de

importancia. En escenas generales, ella se encuentra en el fondo, como

apoyo no más para la acción principal. Solamente una vez es tomada en

consideración en su papel, en Fabla salvaje, donde un pequeño cree que

su hermana debe sentirse como una esclava en indoblegable yugo. […]

En un papel opuesto esta la mujer que existe para el placer del hombre.

Generalmente seducida a una temprana edad, esta mujer pasa de dueño a

dueño cosechando desdenes y abusos. Laura, en El tungsteno, se ocupa

en múltiples trabajos: de cocinera, lavandera, sirvienta y, además, querida

de los dos hermanos Marino. El narrador comenta que ella ha adquirido

el «gusto del pecado». (p. 440)

Por lo tanto, se deduce que el machismo existente ha convertido a la mujer

andina en un ser manipulado y silenciado sin escrúpulos. Además, sumado la avaricia

que fomentó aún más el descontento de la indígena, que ahora es esclava de los deseos
perversos por parte de los hombres, quienes la consideran que solo sirve para los

quehaceres de la casa y para el placer sexual y económico.

Finalmente, la importancia de Vallejo en el Perú, al presenciar este tipo de actos,

ha sido buscar la revalorización de lo indígena por parte de los lectores. Incluso al ser

acusado de un delito que no cometió y siendo prácticamente despreciado por la

población peruana, al haber viajado a Paris no lo separo de su gente indagando una

solución para este problema. Rodríguez explica que:

[…]. Su trabajo indigenista comenzó con poesía que emanaba de sus

propias experiencias personales, de sus propias impresiones del ambiente

andino. Desde que estuvo ligado a la tierra peruana por estrechos lazos

familiares y emocionales, Vallejo no separo el pueblo indio del pueblo

serrano. Más tarde, desde Paris, su prosa comenzó a referirse a la

población india como una entidad, a estudiar su situación desde

diferentes ángulos, para luego sugerir alguna solución. En esta trayectoria

Vallejo se une a la evolución literaria del indigenismo peruano,

anticipado por él con un sentido de peruanismo genuino en su poesía y

ahondado en su novela de protesta social. (p. 443)

Por ello, entendemos que Vallejo nunca dejo de pensar en los suyos con los

cuales mantenía lazos emocionales, ya que el poseía sangre indígena alimentada por una

protesta social para reivindicar al indígena marginado. Cabe resaltar que Vallejo al

investigar sobre este tema a inspirado a otros intelectuales en donde el objetivo es

encontrar una solución radical y factible para el indígena.


En suma, lo que indica Rodríguez sobre vallejo, fue que el escritor buscaba soluciones

para su gente con el cual se identificaba dando a conocer los problemas que estos

sufrían, a través de su narrativa.

El tercer argumento, en torno al problema indígena que se presenta en la

narrativa de Vallejo en la obra El tungsteno, según Galdo (2007), son los abusos que

aplicaban los capitalistas extranjeros a los indígenas para forzarlos a proletarizarse

laborando en los yacimientos mineros. De esa manera, se evidencian ciertos abusos

como el pésimo salario que recibían los trabajadores que en su mayoría eran indígenas.

Asimismo, las condiciones laborales eran pésimas, lo cual no garantizaba la integridad

de sus trabajadores. Además, cabe destacar, los abusos como la violación sexual que

sufrían las mujeres indígenas a manos de los gerentes encargados de la empresa minera.

Es así como, el indígena no solo sufrió los abusos laborales y de ultraje, sino que,

también fue despojado de sus tierras las cuales le pertenecían por herencia originaria de

sus ancestros. Ante esta problemática, el gobierno propuso diferentes mecanismos para

apaciguar los problemas; sin embargo, todo ello no eran más que propuestas populistas

que en el fondo seguía dominando al indígena.

Este problema indígena se inició con la instalación capitalista extranjera, que

debilitó la reivindicación cultural y social del indígena. Pues, en las primeras décadas

del siglo XX, el Perú trajo la inversión del capital imperialista con la finalidad de

explotar los recursos naturales en diferentes regiones del país. Al respecto, Galdo

(2007), afirma que:


[…] Acorde al avance del imperialismo norteamericano, y con la

finalidad de explotar yacimientos de plata y cobre se funda en Nueva

York, a principios de siglo (1901), la Cerro de Pasco Investment

Company. En 1915, con nuevos capitales, cambia su razón social a La

Cerro de Pasco Copper Corporation. “La Compañía”, como se la pasa a

denominar, reúne todas las características de un enclave económico: su

origen y su centro de decisiones están en el exterior, no responde a las

necesidades de desarrollo económico, mantiene una relativa posición de

autonomía respecto de las leyes del país […]. Los mineros a su vez

conforman un proletariado mixto y transitorio (son básicamente

campesinos y artesanos que también trabajan como mineros, resistiendo a

proletarizarse) que labora bajo pésimas condiciones de vida en

campamentos donde rondan la enfermedad y la muerte. Además, debido

a la ubicación remota de los yacimientos estos constituyen una masa

aislada respecto al incipiente proletariado nacional. Dentro de este

panorama, destaca Flores Galindo el rechazo al trabajo en las minas por

representar una ruptura con una serie de creencias culturales. […]. (p. 97)

Por lo tanto, desde la instalación de la empresa extranjera Cerro de Pasco

Investment Company en nuestro país, administrada desde el exterior. Produjo una

escisión social y cultural al indígena. Tales como una nueva clase social proletarizada,

marginando a los integrantes que eran obreros e indígenas. Vendiendo su fuerza de

trabajo para poder seguir subsistiendo y poder luchar contra la clase social dominante.
Además, desde que se comenzó la extracción minera en Quivilca liderada por la

Minig Society (Cerro de Pasco Investment Company), en la obra El tungsteno se explica

los abusos y maltratos que se dieron en nuestros indígenas, que incluso fueron al

gobierno para quejarse. Lastimosamente, estos fueron reprimidos por el Estado regido

por Augusto B. Leguía. Sin embargo, un gran hombre intelectual andino saldría a

defender a los oprimidos; Servando Huanca, quien iniciaría una gran protesta popular

que exigía la abolición de esta empresa para liberar a los dominados. Los abusos son

mencionados por Galdo (2007) que afirma:

[…] En la primera parte, se narran las tropelías que se cometen contra la

población nativa una vez que empieza la explotación de la mina, en

particular el despojo que sufren los habitantes originarios de esos parajes,

los indios soras. El capítulo termina con la violación colectiva (participan

del estupro todas las autoridades, en estricto orden jerárquico) y muerte

de una joven indígena, Graciela, apodada la Rosada. El segundo capítulo

informa sobre las transacciones comerciales de los hermanos Marino, y

de los métodos coactivos utilizados para la captación de mano de obra

entre los indígenas de las comarcas cercanas. Al igual que en el primer

capítulo, otra muerte alevosa sirve para ilustrar el grado de vejación al

que es sometido el pueblo indígena. En esta ocasión la víctima es el

conscripto Braulio Conchucos, quien fallece como resultado de los

maltratos recibidos durante su traslado forzado al pueblo de Colca. La

muerte del joven yanacona, precipitará el levantamiento popular

encabezado por el dirigente sindical indígena Servando Huanca. La

revuelta es sofocada sangrientamente, y como corolario siniestro que


pone aún más al desnudo la absoluta indefensión en que se encuentran,

los indígenas sublevados pasan a engrosar el contingente laboral de las

minas de tungsteno […]. (p. 98)

Entonces, podemos afirmar que los abusos y la infame respuesta de nuestro

gobierno, conllevaron a un levantamiento popular liderado por el personaje ficticio

Servando Huanca, quien decidió ser el cabecilla debido a las numerosas muertes y

silencio que amenazaba la integridad y cultura del indígena. Cabe resaltar la brutal

muerte de Graciela, ultrajada sexualmente por orden jerárquico de los agentes

extranjeros, que a su vez fue vendida por su propio esposo, Mateo Marino, por un

aumento de salario. Además, que las empresas avariciosas contrataban a indígenas que

influenciados y deseosos de riquezas, como los hermanos Marinos, quienes aceptan

traicionar a su propia sangre. Engañándolos con malas condiciones para laborar, pésimo

salario, plusvalía, azotados por capataces y trasladados a cualquier lugar sin notificarles.

A parte de ello, en la obra El tungsteno en el capítulo I menciona que las

víctimas del capitalismo extranjero fueron los soras, unos indios muy inocentes e

ingenuos quienes fueron esclavizados y pauperizados. Pues, su forma de vivir era muy

singular, similar a la de los monos, que desconocían el existente cambio social y

económico. Por ello, fueron presa fácil para los hermanos Marinos, indios contratados

por la empresa imperialista que se encargaban de engañar, abusar y contratar mano de

obra barata para adelantar la extracción minera.

Según Galdo (2007), en la novela de Vallejo los soras son caracterizados como

seres completamente inocentes, a tal punto que, en su conducta, que linda con lo
infantil, evoca al buen salvaje de la Ilustración. Analfabetos y desconectados totalmente

del fenómeno civil, económico y político de Colca, vivían, por así decirlo, fuera del

Estado peruano y de la vida nacional. Su sola relación con ésta y con aquél se reducía a

unos cuantos servicios o trabajos forzados que los yanacones prestaban de ordinario a

entidades o personas invisibles para ellos Al desconocer los códigos que rigen las

relaciones mercantiles son fácil presa de los agentes comerciales, quienes sin dificultad

alguna terminan por despojarlos de sus bienes. El capitalismo, entonces tal responsable,

tiene el efecto de una plaga que condena a las soras, hasta conducirlos a su total

exterminio una vez que pasan a trabajar en las minas (p.105).

Como se observa, los indios soras eran seres inocentes que desconocían la

economía y se conformaban solo tener comida. Incluso menciona la obra que estos

trabajaban gratis y repartían sus pertenencias a los avariciosos hermanos Marino desde

que se inició la extracción minera, despojándolos de sus tierras, por lo cual vivían en las

minas con un gran riesgo a morir por la radiación. El avaricioso capitalismo extranjero

fue el culpable de exterminar una maravillosa cultura que fue explotada sin escrúpulos.

Sin embargo, se puede destacar la inocencia y amabilidad que muestran los soras con

los obreros y campesinos, incluso con los avariciosos.

Por último, en El tungsteno, saldría un héroe al amparo de la creciente amenaza

cultural y social que marginaba al indígena. Servando Huanca, indio de gran intelecto y

sobreviviente a los tiranos capitalistas, inspirado por el partido bolchevique que había

surgido e impactado en Europa, convocó a una asamblea compuesta por indígenas y

obreros dispuestos a luchar por su libertad. Pues bien, se buscaba liberarse del dominio

del cual estaban encadenados como es el sistema económico norteamericano,


influenciándolos con el proyecto impuesto por el líder revolucionario del partido

bolchevique, Vladimir Lenin. Para reforzar esto, Galdo afirmara:

[…] En tal sentido resulta elocuente el paralelo implícito que se traza con

la figura de Lenin, el ideólogo y líder de la Revolución de Octubre. Dice

en referencia a éste un exaltado Huanca: “Yo he leído, cuando trabajaba

en los valles azucareros de Lima, que sólo hay ahora un solo hombre en

todo el mundo, que se llama Lenin, y que ése es el único inteligente que

está siempre con los obreros y los pobres y que trabaja para hacerles

justicia contra los patrones y hacendados criminales. ¡Ese sí que es un

gran hombre!” (275). Como a Lenin, le corresponde a Servando Huanca

liderar la revolución, la “tempestad en los Andes” que se avizora en el

horizonte revolucionario esbozado en el relato. No es casual por ello que

la novela termine con la siguiente premonición: “El viento soplaba

afuera, anunciando tempestad” (289). Este hecho es por demás

significativo ya que se le asigna al indígena (aunque proletarizado y

desprovisto de su bagaje cultural), el rol protagónico dentro de la lucha

de liberación contra el imperialismo […]. (2007, p. 102)

Como se afirma en la cita anterior, el indígena Servando Huanca, lanza un

discurso halagando a Lenin tras liberar a los obreros que estaban siendo explotados por

la burguesía zarista. Además, que Huanca desde el yacimiento minero se dedicaba a

estudiar la ideología revolucionaria. También este buscaba reivindicar a sus hermanos

proletarizados, pero, sin antes liberarlos del avaricioso imperialismo que dominaba en la

mina y devoraba sin escrúpulos al indígena. Tras esta gran inspiración y deseo de
liberación, Servando Huanca se convierte en el líder revolucionario de la “tempestad en

los Andes, mencionando después que la plaga capitalista y avariciosa se acabará y el

andino podrá vivir una vida de bienestar sin discriminación y clases sociales.

En suma, lo que señala Galdo sobre vallejo, fue el pensamiento y solución

política para reivindicar al indígena. Redactando en su obra todos los abusos e

injusticias que adolecían al indígena.

Por último, este cuarto argumento nos ayuda a comprender como Vallejo,

presenta el problema indígena en su narrativa. En El tungsteno, novela de Vallejo, se

evidencian casos como: El trabajo en la mina que ellos hacían sin ninguna remuneración

a cambio. También, la privación de la conciencia económica por parte de los indígenas

(ideas sedentarias) que fue aprovechada por los norteamericanos. Además de, la falta de

respeto y libertad a los soras por no poseer un carácter duro. Por último, el

aprovechamiento de la humildad de estos; ya que, por ser tan humildes, entregaban

todas sus pertenencias (comida, agua, terrenos, casas) a los norteamericanos. Según

Reyes (2011), indica que Vallejo presenta todos estos casos de realismo social que

enfrentaban los indígenas con la intención de mandar un mensaje de reflexión que

llegue a todo el mundo.

Para entender el problema indígena en la narrativa de Vallejo, iniciaremos con

uno de ellos, como el del trabajo no remunerado hacía los indígenas. Según Reyes

(2011):
Una primera situación, presentada al inicio de la novela, es el proceso

migratorio que lleva al establecimiento de la empresa minera para sus

operaciones en la región. […] A este despojo se agregará su utilización

como mano de obra gratuita, pues más adelante se revela que fueron

reclutados para trabajar en las minas, donde fueron desapareciendo […].

(pp. 17–18)

Por ello, entendemos que los indígenas fueron explotados por parte de los

norteamericanos, que los mandaron a trabajar a las minas, sin ninguna remuneración a

cambio, sino solo su propia extinción. Ya que estos no veían ello como un trabajo, sino

como un juego o forma de entretenerse.

Igualmente, otro caso de abuso se presenta en los soras (grupo indígena) por

culpa de la privación de la conciencia económica (mercantil) que ellos padecían. Según

Reyes (2011):

Al principio de las acciones, el contraste entre una economía pre-

capitalista y el capitalismo se grafica de manera extrema en lo que sucede

con los soras. Estos, al desconocer absolutamente el valor del dinero y su

significado, pronto son despojados de sus bienes. Para los soras, la

existencia consistía en “agitarse y obrar y entretenerse, y nada más”,

desconociendo totalmente el sentido del trabajo como mercadería. […]

(p. 21)
Por lo tanto, los soras al desconocer de todo tipo de ideas capitalistas, son

aprovechados por parte de los norteamericanos, siendo sometidos a trabajar duramente,

ya que ellos lo veían como algo entretenido que hacer.

Del mismo modo, otro caso, es del respeto perdido de los indígenas por parte de

los norteamericanos, por la avaricia de obtener más bienes. Según Reyes (2011): Los

soras, un grupo indígena con ideas primitivas, con una vida en perfecta armonía con la

naturaleza, se ven utilizados, destruidos y absorbidos por la empresa minera. Con ellos

desaparece toda señal de libertad, de autonomía, y se abre todo tipo de explotación e

injusticia. (p. 22) Por lo que, los norteamericanos al querer obtener más dinero, bienes;

cometen todo tipo de abuso, privatizando toda señal de libertad para los indígenas.

Incluso, otro caso de abuso, es del aprovechamiento norteamericano a los

humildes indígenas por la diferencia social. Según Reyes (2011): Desde la perspectiva

de los conflictos sociales, en el pueblo de Colca existieron dos clases sociales: uno, de

los privilegiados (ligados a la empresa norteamericana o al Estado) y, otro, de los

explotados (el pueblo) En el primer nivel se encuentran las autoridades, algunos

alcaldes, jueces, doctores, y algunos ricos de la provincia. De los personajes del pueblo,

aquellos que están sujetos a los abusos y a la miseria social son los indios y las mujeres

que son explotados hasta el sufrimiento. (p. 28) Por eso, los indígenas como eran tan

humildes y de una clase muy baja, regalaron sus propiedades, pertenencias a los

norteamericanos, y ellos solo se aprovecharon de ello dejándolos sin nada y solo más

que sufrimiento y dolor.


Finalmente, la importancia de estos casos catastróficos que pasaban los

indígenas presentados en la narrativa de Vallejo. Según Reyes (2011):

Obviamente, lo que pretende en El Tungsteno es crear un lenguaje

“común a todos los hombres”, cuyo mensaje pueda ser asimilado de

manera universal. En cuanto al carácter proletario de la novela, Vallejo

sigue los dictados de su conocimiento de la realidad peruana, de una

manera creativa. (p. 12)

Por ello, Vallejo pretende dar una reflexión sobre lo que estaba o sigue

sucediendo en zonas aisladas de la población, con la intención de que se haga algo para

evitar este tipo de abusos.

En suma, según Reyes (2011), Vallejo realizó esta novela a imagen de lo que

sucedía en aquel entonces con los humildes indígenas. (p. 12 – 13) Siendo también una

inspiración para próximos defensores del Indigenismo, como en el caso de José María

Arguedas, quien dice que se inspiró gracias a la obra El tungsteno de Vallejo. (p.34)

Después que hemos desarrollado los argumentos que respaldan a la hipótesis de

la presente investigación es necesario repasar como es representado el problema

indígena en la narrativa de Cesar Vallejo y su importancia para nuestro país, entre los

años 1923-1931.

De acuerdo al primer argumento, del artículo El indigenismo en Vallejo de

Villanes (1988), podemos sintetizar que César Vallejo denunció las tropelías que sufrían
los indígenas en la novela El tungsteno (1931). Los indios soras, protagonistas de la

novela, eran prácticamente esclavizados por la empresa Mining Society. Pues, eran

sometidos a trabajos en los yacimientos mineros, pero laboraban sin un salario y con

pésimas condiciones que ponía el peligro la integridad de los mismos. El poeta no pudo

ser ajeno a esta problemática ya que los perjudicados eran los suyos y compartía un gran

vínculo sentimental a pesar de no estar presente en nuestro país no olvidó sus orígenes.

Por lo mencionado en el segundo argumento, Vallejo da a conocer la situación

del indio con el cual se identificaba, la forma en cómo vivían, las enfermedades o

trastornos que padecían y la discriminación y abusos por parte de los gamonales. El

poeta experimento y observo todos estos problemas transmitiéndolos a través de sus

obras. Además, durante el tiempo que Vallejo estuvo en Perú al ver la situación de estos,

buscó que el indígena sea más valorizado, ya en París comenzó a estudiar este problema

a más profundidad para plantear una solución.

De acuerdo al tercer argumento, los indígenas buscaban una reivindicación

social y cultural, y el detonante que estalló la revuelta popular para abolir la empresa y

liberarse del avaricioso imperialismo, fueron las muertes e injusticias que se les cometió

a los proletarizados. Además, cuando fueron a manifestar lo sucedido, brutalmente

fueron reprimidos por nuestro propio gobierno. Por lo tanto, en la obra se manifiesta el

pensamiento marxista del autor para denunciar las tropelías del imperialismo que se

estableció en el Perú, a su vez destacando una crítica social al gobierno y a las clases

dominantes (oligarquía y clase media) que no les interesaban la situación de los

indígenas. Por último, la crítica propuesta por Galdo (2007), en torno a la narrativa de
Vallejo en su artículo titulado “Tempestad en los andes: alegoría y revolución en El

tungsteno, de Vallejo” es la justificación de la revolución del indígena para que consiga

su reivindicación social y cultural, además de exigir una prerrogativa para influir en la

sociedad (p. 108).

Por último, en el cuarto argumento, lo que nos indica Reyes (2011) es que,

Vallejo escribió esta novela con la perspectiva peruana que él veía, y explica de manera

indirecta todos estos casos de realismo social que los indígenas pasaban con la

intención, de que todo el mundo sepa de ello, no solo en la parte andina del Perú, sino

en todos aquellos pueblos alejados de la sociedad que normalmente son sometidos a

estos abusos sin que nadie se dé cuenta. Por ello el mensaje “crear un lenguaje común a

todos los hombres (pp. 12-13).

Por lo tanto, en los cuatro argumentos se logra demostrar que nuestra hipótesis

responde a la pregunta de investigación, ya que se evidencia el problema indígena en la

narrativa de Cesar Vallejo con los casos de abusos, ultraje, injusticias y traiciones de su

propia gente. Además, los capitalistas extranjeros eran responsables de estos actos

infames ya que manipulaban al indígena. También, se demostró que Vallejo en sus obras

más reconocidas habla el realismo social que afrontaba el indígena.

A modo de un balance personal, nuestro compañero de investigación relatará su

anécdota: mi mamá fue por temas de trabajo a Piura, ahí pudo conocer a mi papá, el

cual trabajaba para una familia de extranjeros. Mi papá le dijo a mi madre que podía

traer a sus padres. Mis abuelos al llegar a Piura, en vez de estar cómodos, solo fueron

sometidos a trabajar, ya que como tenían rasgos andinos por una diferencia de clase los
sometieron a trabajos domésticos como cocinar y limpiar. Mi papá, al enterarse que iba

a nacer yo, decidió mandarnos a Lima, más aún cuando se enteró que yo sufría de asma.

Por ello, esto va de acuerdo al tema de investigación, ya que el indígena era sometido a

este tipo de casos y muchos peores. Vallejo, principal defensor de los indígenas,

buscaba que no hubiera una discriminación por la diferencia de clases, sino un trato

igualitario.

Referencias bibliográficas:

Galdo, J. (2007). Tempestad en los Andes: Alegoría y Revolución en el Tungsteno, de

César Vallejo. Revista Iberoamericana, 73(218), 93-110. Recuperado de

http://revista-iberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana/article/

download/5367/5523

Real Academia Española. (2018). Diccionario de la Real Academia Española.

Recuperado de https://dle.rae.es/?id=LOUggi7

Reyes, R. (2011). Prólogo. En El tungsteno. Lima-Perú: Universidad de Ciencias y

Humanidades. Recuperado de

http://repositorio.uch.edu.pe/bitstream/handle/uch/35/vallejo-cesar-el-

tungsteno.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Rodríguez, P. (1984). Sobre el indigenismo de César Vallejo. Revista iberoamericana,

50(127), 429-444. Recuperado de

http://revista-iberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana/article/

download/3910/4078
Villanes, C. (1988). El indigenismo en Vallejo. Cuadernos hispanoamericanos, 2(456-

457), 751-560. Recuperado de http://www.cervantesvirtual.com/research/el-

indigenismo-en-vallejo/dcc73490-2dc6-11e2-b417-000475f5bda5.pdf

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