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Ensamble Latin Jazz.

Reflexión.

Es sumamente interesante conocer un poco cómo el jazz latino fue tomando forma, echando
raíces con el paso del tiempo. No hay nada más grato que conocer el contexto de las cosas y todo
lo que rodea lo que hoy en día concebimos como un hecho, como que el jazz latino es una mezcla
de ritmos cubanos, puertorriqueños, venezolanos, con jazz americano; para nosotros es un hecho,
pero la historia nos lleva a ver que no siempre fue así.

Empezando con cómo la esclavitud, las conquistas de los europeos, los moros, llevaron a que las
raíces se mezclaran y se empezara a ver ciudades con culturas distintas y hasta con idiomas
diferentes al propio. Esto puede verse como una desventaja para los esclavizados, y claro, lo es,
porque fueron llevados a una tierra ajena, pero, aunque fueron arrebatados de su tierra, no se les
quitó quienes eran ellos, su origen, y eso llevó a que se diera este cruce de mundos (hablando
netamente de lo musical).

El cambio nunca es bien recibido por el ser humano, porque la costumbre nos hace ser en nuestro
presente, pero el cambio nos lleva a replantear el presente y madurar para un futuro mejor; pero
es algo difícil, y más si es algo colectivo, como se estaba dando en esta época con la llegada de los
ritmos africanos a américa. El querer apartar blancos de afrodescendientes, no solamente para
impedir la mezcla de músicas sino también cualquier tipo de contacto con los que venían de lejos,
muestra la retrogradación del ser humano en cuanto al amo por el prójimo, que no es un tema
nuevo, siempre está presente el racismo, pero como dicen por ahí: hay una luz al final del túnel.
Esa luz, cuando Estados Unidos compra Luisiana, lo que abre las puertas a los “negros”, que
empezaron a llegar a otras regiones del país, y a raíz de eso, hubo bailes públicos donde se mezcló
todo, y más allá de que después vino la prohibición, se deja ver el alcance de la música en el ser
humano, como es capaz de quitar el rótulo, quitar los obstáculos de relación, esas cosas impuestas
por tradiciones vanas, y deja ver el verdadero ser humano, libre, compadre, sin prejuicios.

Ahora bien, en mi ciudad, lo que sé de grupos emergentes de latin jazz es muy poco porque no es
donde me muevo, no es mi sitio común, por eso la experiencia en el ensamble ha sido
enriquecedora, exigente, y me ha dejado experiencias y razones para crecer.
Hay ciertos grupos de los que tengo conocimiento en Bogotá que se dedican a tocar salsa, jazz
latino, uno de los más conocidos, LA 33, también SALSANGROOVE, que es un proyecto del que
hace parte mi maestro de instrumento. A mi parecer, es una apuesta total, porque desde Joe
Arroyo, Niche, no se ve un resurgir de la salsa en Colombia, lo que hace que estos grupos tengan
una “responsabilidad” de rescatar y si es posible, poner su toque, su aporte en lo latino, para que
siga el legado.

En conclusión, sabiendo un poco cómo surgió el jazz latino, y cómo ha llegado a expandirse, como
muchos otros estilos, es una de las ramas del inmenso árbol de la música, y vale la pena, como
músico, darme la oportunidad de tomar de sus riquezas, su sazón y sabor, y aprovechar esa
libertad que trae el arte al hombre.

Elkin Escobar Mora

Cod. 20191098025

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