Enseñanza e Investigación en Psicología

ISSN: 0185-1594
rbulle@uv.mx
Consejo Nacional para la Enseñanza en
Investigación en Psicología A.C.
México

Pulido Rull, Marco Antonio; Arellano Sandoval, Yanetta; Gordillo Arenas, Ana; Heredia
Canseco, Macarena; Rodríguez Gutiérrez, Carlos; Ruiz Galindo, Ana Cecilia; Bárbara
Serrano, Ana; Vázquez Luévano, Daniela
VALIDEZ Y CONFIABILIDAD DE UN INSTRUMENTO PARA MEDIR ADICCIÓN AL
CIBERSEXO
Enseñanza e Investigación en Psicología, vol. 20, núm. 2, mayo-agosto, 2015, pp. 107-
118
Consejo Nacional para la Enseñanza en Investigación en Psicología A.C.
Xalapa, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=29242799001

Cómo citar el artículo

Número completo
Sistema de Información Científica
Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal
Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
 Enseñanza e Investigación en Psicología Vol. 20, Nº 2: 107-118. Mayo-agosto, 2015

VALIDEZ Y CONFIABILIDAD
VALIDEZ Y CONFIABILIDAD DE UN INSTRUMENTO
PARA MEDIR ADICCIÓN AL CIBERSEXO1
Validity and reliability of a scale designed to measure addiction to cybersex
INSTRUMENTO Marco Antonio Pulido Rull*, Yanetta Arellano Sandoval*, Ana Gordillo Arenas*,
Macarena Heredia Canseco*, Carlos Rodríguez Gutiérrez*, Ana Cecilia Ruiz Galindo**,

PARA MEDIR ADICCIÓN AL

Ana Bárbara Serrano* y Daniela Vázquez Luévano*

*Universidad Intercontinental2
**Universidad Iberoamericana3
Citación: Pulido, M.A., Arellano, Y., Gordillo. A., Heredia, M., Rodríguez, C., Ruiz, A.C., Serrano, A.B. y Vázquez, D. (2015).
Validez y confiabilidad de un instrumento para medir adicción al cibersexo. Enseñanza e Investigación en Psicología, 20(2), 107-118.

Artículo recibido el 3 de octubre de 2014 y aceptado el 13 de enero de 2015.

RESUMEN

Este trabajo presenta tres estudios que tuvieron por objetivo evaluar la validez y confiabilidad de la
Escala de Adicción al Cibersexo (ISST). En el primero de ellos, se evaluó la correlación entre la adic-
ción y la satisfacción de pareja; en el segundo, la que hay entre la adicción al cibersexo, la ansiedad y
la depresión, medidas estas últimas mediante las escalas de Beck, y en el último estudio, la correla-
ción entre el ISST e instrumentos que miden la adicción a Internet (CUPI y CAS). En los tres estudios
se emplearon muestras no probabilísticas de estudiantes universitarios de la Ciudad de México. Los
resultados del primer estudio mostraron una correlación inversa entre el ISST y la satisfacción de
pareja; los del segundo, una correlación directa entre el ISST, el BAI y el BDI, y los del tercero, que el
ISST, el CUPI y el CAS correlacionan de manera directa. Los resultados se discuten en términos de lo
que sugieren la validez y la confiabilidad del ISST, y también en términos de su congruencia con los
modelos contemporáneos que buscan explicar la adicción a las nuevas tecnologías.

Indicadores: Adicción al cibersexo; Adicción a las nuevas tecnologías de la información; Medición; Estudiantes universitarios.

ABSTRACT

This paper presents three studies that assessed the validity and reliability of the cybersex addiction
scale (ISST). The first study assessed the correlation between the ISST and couple satisfaction; the
second study assessed the correlation between the ISST, anxiety and depression, as measured by
the Beck scales (BAI and BDI); the last study assessed the correlation between the ISST and scales
that measure addiction to the Internet (CUPI) and Facebook (CAF). Non-probabilistic samples of
college students from Mexico City participated in the study. The results of the first study showed
an inverse correlation between the ISST and couple satisfaction. The results of the second study
showed a direct correlation between the ISST and the BAI and BDI. Results of the third study
showed that the ISST, the CUPI and the CAS maintain a direct correlation. Results are discussed in
terms of the reliability and validity of the ISST; results are also discussed in terms of contemporary
models that aim to explain addiction to new technologies.

Keywords: Addiction to cybersex; Addiction to the new information technologies; Measurement; University students.
1
Los autores desean agradecer al APIEC-UIC y a la Universidad Intercontinental por las facilidades brindadas para la conducción del pre-
sente estudio. Para mayores informes relacionados con esta investigación, se puede contactar al primer autor en mpulido@uic.edu.mx.
2
Insurgentes Sur 4303, Col. Santa Úrsula Xitla, Del. Tlalpan, 14420 Mé xico, D.F., México, tel. (55)55-73-85-44, ext. 3325.
3
Prolongación Paseo de la Reforma 880, Lomas de Santa Fe, 17010 México, D.F., México.
107
 La Internet ofrece al cibernauta una enorme can-
tidad de información y experiencias en materia
sexual; dicha oferta puede enriquecer las vidas de
los individuos. Por ejemplo, quienes pertenecen
a las minorías sexuales pueden encontrar a otras
personas que compartan sus mismos intereses
en un espacio de relativa seguridad (cf. McLe-
lland, 2002). Del mismo modo, puede benefi-
ciar a aquellos que sufren diversas discapacidades
(Kaufman, Silverberg y Odette, 2007) y fomen-
tar la exploración de la propia sexualidad en todo
tipo de individuos (Griffiths, 2012). Sin embargo,
la búsqueda de materiales de índole sexual tam-
bién puede llevar a algunas personas a emplear
una cantidad sustancial de su tiempo. Este com-
portamiento puede interferir con sus actividades
cotidianas y generar problemas de índole escolar,
familiar, laboral y social (Young, 1999). De hecho,
en la literatura científica sobre este fenómeno se
ha comenzado a utilizar el concepto “adicción al
Validez y confiabilidad de un instrumento para medir adicción al cibersexo
cibersexo” para referirse a los problemas que oca-
siona el uso inmoderado de los diversos recursos
sexuales que ofrece la Internet (páginas porno-
gráficas, chats sexuales, buscadores de parejas se-
xuales, etc.). Aunque el DSM-IV-TR no conceptúa
los problemas asociados al cibersexo como una
adicción, la evidencia científica muestra que el
uso inmoderado del los recursos sexuales de In-
ternet se asocia a los tres criterios diagnósticos
básicos de una adicción: compulsividad, obse-
sión y mantenimiento de la conducta a pesar de
sus consecuencias negativas (cf. Philaretou, Ma-
hfouz y Allen, 2005). Complementariamente, la
investigación ha mostrado evidencias de toleran-
cia, e incluso síndrome de abstinencia (Delmo-
nico y Carnes, 1999). Por estos y otros motivos,
actualmente se conduce una cantidad importan-
te de investigaciones sobre el uso de Internet y la
sexualidad humana.
Por ejemplo, Schneider (2000, 2001) utilizó
métodos cualitativos para explorar las historias de
personas con diagnóstico clínico de “adicta al ci-
bersexo”. Los participantes fueron contactados a
través de los profesionales de la salud que aten-
dían a los individuos en cuestión. Los resultados
mostraron que el comportamiento era más fre-
cuente entre los hombres, y también que hom-
bres y mujeres prefieren actividades de cibersexo
108
de diferentes tipos. Un hallazgo frecuente entre
los individuos estudiados fue que el uso excesivo
de la Internet para acceder a material sexual pro-
ducía problemas laborales, familiares y de pareja.
Otras investigaciones cualitativas (p.e. Grov et al.,
2008; Stein, Black, Shapira y Spitzer, 2001) han
confirmado los hallazgos de Schneider y mostra-
do además que la adicción al cibersexo se encuen-
tra asociada a depresión, irritabilidad y falta de
concentración. Toda la investigación cualitativa
revisada sugiere adicción en cuanto que consume
una parte muy importante del día de los indivi-
duos que la presentan.
Las investigaciones cualitativas revisadas se
han visto complementadas por otras de tipo cuan-
titativo que han empleado grandes muestras y
cuestionarios cerrados. Quizá las investigaciones
más conocidas en este sentido son las de Cooper
y sus colaboradores (Cooper, Delmonico y Burg,
2000; Cooper, Delmonico, Griffin-Shelly y Ma-
thy, 2004; Cooper, Galbreath y Becker, 2004). En
cada una de ellas se trabajó con muestras cercanas
a los 10 mil individuos. A diferencias de los es-
tudios cualitativos revisados, dichas muestras no
fueron clínicas. En general, los diferentes estu-
dios conducidos por Cooper y su equipo coinci-
den bastante bien con las conclusiones extraídas
de los estudios cualitativos; es decir, revelan que
hombres y mujeres difieren en el tipo de mate-
riales que prefieren y que la adicción al ciberse-
xo consume una gran cantidad de tiempo de los
individuos y se encuentra asociada a problemas
laborales, familiares y de pareja. Un dato intere-
sante de los estudios de Cooper es que su análi-
sis estadístico mostró que aquellos individuos que
muestran mayores problemas relacionados con el
uso de cibersexo exhiben asimismo síntomas si-
milares a los que se observan en las adicciones a
sustancias químicas, como tolerancia, pérdida del
control, síndrome de abstinencia y deseo de dis-
minuir su consumo de cibersexo.
En resumen, la investigación realizada su-
giere que los individuos pueden perder el control
al usar los recursos de carácter sexual que ofrece
Internet; dicha pérdida les puede acarrear conse-
cuencias indeseables. Así pues, llevar a cabo in-
vestigaciones sobre este problema parece ser una
tarea suficientemente importante, por lo cual es
necesario contar con instrumentos válidos y con-
fiables. A la fecha, existen al menos tres instru-
mentos diseñados en Estados Unidos para medir
la adicción al cibersexo. En términos de una cro-
nología temporal, el primero de ellos fue diseña-
do por Delmonico (1997) y recibe el nombre de
Internet Sex Screening Test (ISST ). Posteriormen-
te, Weiss (2003) elaboró el Cibersex Addiction
Screening Test (CAST ), y Young (2003) el Ciber-
sexual Addiction Quiz (CAQ ). Aunque los tres
instrumentos han mostrado propiedades psico-
métricas aceptables, solamente el primero de ellos
ha sido traducido al castellano. Para ello, Balles-
ter, Gil, Gómez y Gil (2010) emplearon la técni-
ca de traducción-retraducción para construir una
versión para estudiantes españoles de la Universi-
dad de Valencia; complementariamente, llevaron
a cabo la validación de constructo del instrumen-
to y calcularon su confiabilidad. En general, los
resultados mostraron que el instrumento tiene un
comportamiento psicométrico aceptable; sin em-
bargo, su lectura muestra que contiene una can-
tidad muy importante de regionalismos que no se
emplean en México.
PRIMER ESTUDIO
Los objetivos de este estudio fueron los siguien-
tes: adaptar el instrumento para su aplicación en
estudiantes mexicanos; analizar la estructura fac-
torial del ISST y determinar si es o no similar a las
encontradas en España y Estados Unidos, y cal-
cular la correlación entre el ISST y la calidad de la
relación de pareja del individuo. Hallar una corre-
lación inversa podría interpretarse como eviden-
cia de que el instrumento posee validez empírica,
ya que la literatura del área muestra que los au-
mentos en los puntajes de adicción al cibersexo se
encuentran asociados con una disminución en la
calidad de la relación de pareja.
Método
Participantes
Participaron en el estudio 200 estudiantes de una
universidad particular de la Ciudad de México.
El muestreo fue no probabilístico (por cuotas)
en los salones de clase en los que el profesor y
los estudiantes accedieron a participar en el estu-
dio. La muestra fue predominantemente femeni-
na (66.3%); aunque se aplicaron los cuestionarios
Enseñanza e Investigación en Psicología Vol. 20, Nº 2, mayo-agosto, 2015
en todos los semestres, predominaron los estu-
diantes de segundo (43.5%) y primer semestres
(9.5%). La mayor parte de los estudiantes encues-
tados vivía con su familia (83.5%) y estudiaba la
licenciatura en Psicología (16.5%). La edad pro-
medio de los estudiantes fue de 20.64 años, con
una desviación estándar de 1.96.
Instrumentos
Se empleó en el estudio la adaptación al idio-
ma castellano del ISST hecha por Ballester et al.
(2010), utilizando para ello la técnica de traduc-
ción-retraducción. El instrumento consta de 24
preguntas que se contestan de manera dicotó-
mica (verdadero o falso). Los análisis factoria-
les hechos al instrumento han encontrado que
está compuesto por cinco dimensiones principa-
les: compulsividad sexual, conducta sexual social,
conducta sexual solitaria, gasto sexual e interés en
la conducta sexual. Los datos relacionados con la
fiabilidad del instrumento han oscilado entre .51
y .86. En esta investigación, el instrumento arrojó
un alfa de Cronbach de .854.
El proceso de adaptar el instrumento para su
aplicación en estudiantes mexicanos consistió en
lo siguiente: Un grupo de cinco estudiantes de
Psicología, moderados por dos psicólogos con es-
tudios de posgrado, leyeron cada uno de los re-
activos. Una vez que el equipo de trabajo tenía
claros el contenido y el objetivo del reactivo, se
consensuaba la forma más adecuada de adaptarlo
a estudiantes universitarios mexicanos.
Con la finalidad de medir el grado de satis-
facción del individuo con su pareja, se empleó
una traducción del Couples Satisfaction Index
(CSI ). Este instrumento fue diseñado por Funk y
Rogge (2007) y mide la satisfacción en la relación
de pareja de individuos solteros y casados. Dicho
instrumento se escogió para esta investigación
debido a que ha mostrado validez concurrente y
convergente (Finchan, Cui, Braithwaite y Pasley,
2008), y adicionalmente una consistencia inter-
na superior a .900. Complementariamente, Funk
y Rogge (2007) evaluaron el instrumento en una
109
 muestra predominantemente universitaria (más
de 60% de la muestra estaba constituida por es-
tudiantes universitarios). Dicho instrumento se
tradujo al español a través de la técnica de traduc-
ción-retraducción. En esta investigación, arrojó
un alfa de Cronbach de .939.
Procedimiento
Los cuestionarios se aplicaron en forma grupal
a lo largo de dos meses en los grupos naturales
en los cuales el docente y los alumnos estuvieron
de acuerdo en participar. Las instrucciones tex-
tuales que recibieron los participantes fueron las
siguientes: “La finalidad de esta investigación es
conocer el uso que los estudiantes universitarios
dan a Internet. Por favor lea con cuidado el si-
guiente cuestionario y conteste todas las pregun-
tas de la manera más honesta posible. No existen
respuestas correctas o incorrectas. Si tiene cual-
Validez y confiabilidad de un instrumento para medir adicción al cibersexo
valores Eigen iguales o superiores a 1.0. De igual
forma, para poder elegir un reactivo como perte-
neciente a un factor, se adoptó el criterio de que su
carga factorial fuese positiva y de .400 o más. En
caso de que un reactivo apareciera en más de un
factor, se le clasificó en aquel factor en el cual su
carga factorial fuera más alta. Con base en los cri-
terios anteriores, el instrumento arrojó ocho facto-
res que agruparon 24 reactivos y que en conjunto
explicaron 69.78% de la varianza total. La Tabla
1 muestra el número de factor, seguido del nú-
mero de reactivos del mismo, su valor Eigen y los
porcentajes de varianza simples y acumulados. La
prueba de esfericidad de Bartlett mostró un valor
aceptable (Chi[276] = 1964.97, p < .001), al igual
que la prueba KMO (.675 > .5). La rotación alcanzó
la convergencia en treinta iteraciones.
Tabla 1. Valores Eigen y porcentaje de varianza del ISST.
%
Valor %

quier duda acerca de las preguntas o las instruc- Factor Reactivos de varianza
Eigen de varianza
ciones, le solicitamos que consulte al aplicador. acumulada
Cuando termine de contestar, doble su cuestio- 1 6 3.815 15.898 15.898
nario y deposítelo en la urna que se encuentra al 2 4 3.155 13.144 29.042
frente del salón. Los resultados del presente estu- 3 4 2.252 9.384 38.426
dio sólo serán utilizados con fines de investiga- 4 2 1.925 8.019 46.444
ción. Gracias por su colaboración”. 5 2 1.578 6.574 53.019
El tiempo aproximado de la aplicación osci- 6 3 1.406 5.857 58.876
ló entre diez y quince minutos. El aplicador per- 7 2 1.406 5.857 64.732
maneció en el salón durante toda la sesión para 8 1 1.213 5.052 69.784
contestar dudas y vigilar el proceso. Todos los Alfa = .854
aplicadores tomaron un curso de una hora an-
tes de incorporarse a este proceso y el proceso de
aplicación se llevó a cabo de la misma forma en En la Tabla 2 se presenta la matriz factorial
todas las universidades muestreadas. rotada, resultado del análisis efectuado, e indi-
ca los ítemes que cumplieron con los requisitos
Resultados de poseer una carga factorial de .400 o más. Se
muestra la distribución de los reactivos en cada
Una vez codificados, los reactivos fueron procesa- uno de los cinco factores del instrumento que
dos mediante el programa SPSS , versión 20.0. Con cumplieron con el requisito de poseer un valor
la finalidad de determinar la consistencia inter- Eigen de 1 o superior. Un total de 24 reactivos
na del instrumento. Se aplicó una prueba alfa de no manifestaron tener correlaciones negativas
Cronbach. Adicionalmente, con el objetivo de ob- ítem-instrumento y cumplieron con los requisi-
tener el análisis dimensional del instrumento, se tos mencionados.
llevó a cabo un análisis factorial exploratorio por el La Tabla 3 muestra los reactivos que cons-
método de componentes principales con rotación tituyen cada factor, los cuales se presentan orde-
varimax. Para seleccionar e interpretar los factores nados con base en el valor numérico de su carga
integrantes, se tomaron como criterio de elección factorial exhibida en la Tabla 2.

110
 Tabla 2. Solución factorial rotada del ISST.

Factor 1 Factor 2 Factor 3 Factor 4 Factor 5 Factor 6 Factor 7 Factor 8

Enseñanza e Investigación en Psicología Vol. 20, Nº 2, mayo-agosto, 2015

Ítem/ Ítem/ Ítem/ Ítem/ Ítem/ Ítem/ Ítem/ Ítem/
Peso fac. Peso fac. Peso fac. Peso fac. Peso fac. Peso fac. Peso fac. Peso fac.
10/.833 4/.849 20/.795 7/.761 23/.656 21/.817 6/.759 22/.884
5/.816 3/.813 19/.761 8/.645 24/.651 9/.535 16/.555
13/.771 2/.782 18/.566 17/.463
11/.754 1/.594 15/.556
14/.677
12/.461

Tabla 3. Reactivos por factor.

Factor Reactivos que constituyen el factor

R.10. Me he masturbado mientras estaba conectado a Internet.
R.5. He buscado material sexual a través de un buscador de Internet.
R.13. He intentado ocultar lo que hay en mi computadora o en su monitor para que otros no lo vean.
1
R.11. He accedido a sitios sexuales desde computadoras que no están en mi casa.
R14. He permanecido despierto hasta después de media noche para acceder a material sexual en Internet.
R.12. Nadie sabe que uso Internet con propósitos sexuales.
R.4. He comprado productos sexuales a través de Internet.
R.3. Me he afiliado a sitios electrónicos para acceder a material sexual en Internet.
2
R.2. Paso más de cinco horas a la semana usando Internet con fines sexuales.
R.1. Tengo marcados algunos sitios sexuales de Internet.
R.20. He aumentado los riesgos para mi seguridad al navegar en Internet (dar mi nombre y número de
teléfono, conocer a gente fuera de la red, etc.).
R.19. Cuando no consigo acceder a material sexual en Internet, me siento ansioso, enfadado o decepcionado.
3 R.18. En ocasiones utilizo el sexo en Internet como un premio por haber conseguido algo (acabar un proyecto,
un día estresante, etc.).
R.15. Utilizo Internet para experimentar con diferentes aspectos de la sexualidad (sometimiento,
homosexualidad, sexo anal, etc.).
R.7. El sexo en Internet ha interferido alguna vez con aspectos de mi vida.
4
R.8. He participado en chats sexuales.
R.23. Utilizo el humor sexual, las insinuaciones o las indirectas sexuales cuando estoy en Internet.
5
R.24. He tropezado con material sexual ilegal estando en Internet.
R.21. Me he castigado a mí mismo cuando he usado Internet con fines sexuales (por ejemplo, no utilizar
Internet, cancelar mi suscripción a Internet, etc.).
6
R.9. Tengo un nombre de usuario o apodo que utilizo en Internet.
R.17. Me he prometido a mí mismo dejar de utilizar Internet con fines sexuales.
R.6. He gastado más dinero en material sexual en Internet de lo que había planeado.
7
R.16. Tengo mi propio sitio Web que contiene algún material sexual.
8 R.22. Me he citado físicamente con alguien que he conocido en Internet con fines románticos.

Una vez determinados los factores que constitu- analizados por tres jueces expertos en elaboración de
yen al ISST , se hizo un análisis de los diferentes aspec- instrumentos en cuanto a su agrupación, buscando los
tos que evalúan los reactivos de que consta cada factor. aspectos comunes entre ellos (así como una etiqueta
Para este proceso, se imprimieron los reactivos y fueron definitoria). Los resultados se presentan en la Tabla 4.

111
 Tabla 4. Dimensiones que evalúa cada factor.

Factor Dimensiones que evalúa el factor

Actividad sexual solitaria: La categoría parece agrupar reactivos que tienen que ver con actividades sexuales
1
no compartidas; dichas actividades parecen estar asociadas con sentimiento de culpa o vergüenza.
Inversión 1: La categoría parece agrupar reactivos que tienen que ver con los recursos materiales, de tiempo
2
y esfuerzo que invierte el sujeto en actividades relacionadas con el cibersexo.
Control: La categoría parece agrupar reactivos que sugieren que las actividades relacionadas con el cibersexo
3 han adquirido un control estrecho sobre las motivaciones del individuo. Dicho control modula sus estados de
ánimo y los procesos de toma de decisiones.
Invasión 1: La categoría parece agrupar reactivos que sugieren que el mundo virtual comienza a interferir con
4
las actividades del mundo real.
5 No clasificable: Los jueces no encontraron elementos comunes entre los reactivos agrupados en este factor.
Miedo: La categoría parece agrupar reactivos que sugieren que el individuo se ha percatado de que su uso del
6
cibersexo es problemático. Dicha realización produce miedo e intentos desesperados por frenar el uso.
Inversión 2: Al igual que el segundo factor, esta categoría parece agrupar reactivos que tienen que ver con la
7
cantidad de recursos materiales y temporales que invierte el sujeto en el cibersexo.
Invasión 2: Al igual que el factor 4, esta categoría parece agrupar reactivos que tienen que ver con la interfe-
8
rencia del mundo virtual en las actividades del mundo real.
Validez y confiabilidad de un instrumento para medir adicción al cibersexo

Se calcularon las correlaciones de Pearson entre
los puntajes obtenidos en el ISST , el CSI , la edad y el
semestre. Los resultados se muestran en la Tabla 5.
Los análisis de inferencia estadística mostra-
ron que los hombres obtienen puntajes signifi-
cativamente más altos que las mujeres en el ISST
(t(198) = 9.470, p = .000); complementariamente,
las mujeres obtienen puntajes más altos que los
hombres en el CSI (t(198) = 1.985, p = .049).
Discusión
En términos generales, el análisis de extracción
de factores llevado a cabo coincide escasamente
con el realizado por Ballester et al. (2010). Los
resultados de este estudio mostraron que los re-
activos se agrupan en ocho componentes (cinco
en el de Ballester y sus colaboradores). Comple-
mentariamente, fuera de los factores de actividad
sexual solitaria e inversión, la agrupación de reac-
tivos de los dos estudios difiere de modo notable.
Cabe mencionar que la varianza total explicada
en este estudio es superior a la reportada por los
citados investigadores (69.78 vs. 47.5%), aunque
la consistencia interna de los estudios fue muy si-
milar (.88 vs. .85). Los resultados mostraron que
la adicción al cibersexo mantiene una correlación
inversa y significativa con el CSI , lo que sugiere
que el ISST podría tener validez empírica. El se-
gundo resultado también indica que el hallazgo
relativo a que los puntajes altos de cibersexo se
encuentran asociados a una baja satisfacción de
pareja, es replicable en estudiantes mexicanos.
SEGUNDO ESTUDIO
En el primer estudio se evaluó la validez empíri-
ca del ISST mediante su correlación con un instru-
mento que mide la calidad de la relación de pareja
del individuo. La investigación cualitativa y cuanti-
tativa revisada en este estudio también muestra que
la adicción al cibersexo se encuentra asociada con
la depresión. Así pues, si el ISST mostrara una co-
rrelación directa con la depresión, también suge-
riría que posee validez empírica. Ya Young (1998)
encontró una correlación directa entre ansiedad y

Tabla 5. Coeficientes de correlación de Pearson.

Variable CSI Edad Semestre

ISST (r[198] = –.234, p = .004) (r[198] = –.082, p = .293) (r[198] = .005, p = .942)

112
uso inmoderado de Internet. Además, Pulido et al.
(2013) replicaron el hallazgo de Young, encontran-
do asimismo una correlación directa entre ansiedad
y uso inmoderado de Facebook y teléfonos celulares.
Así pues, una correlación directa entre ansiedad y el
ISST también proporcionaría información acerca de
la validez empírica del instrumento.
Por otro lado, los datos del primer estudio se
recabaron de estudiantes de una universidad par-
ticular de la Ciudad de México, que cobra cole-
giaturas que solamente puede pagar una minoría
en el país, por lo que es válido cuestionar la gene-
ralidad de los resultados.
Así pues, el segundo estudio tuvo los si-
guientes objetivos: evaluar la correlación entre
los puntajes de ISST obtenidos por el sujeto y los
obtenidos en depresión y ansiedad, y replicar el
primer estudio empleando una muestra de estu-
diantes de una universidad pública.
Método
Participantes
Participaron en el estudio 200 estudiantes de
una universidad pública de la Ciudad de Méxi-
co. La muestra fue predominantemente feme-
nina (51.5%); la mayor parte de los estudiantes
vivía aún con sus padres (83.5%). Su edad prome-
dio fue de 22.56 años, con una desviación están-
dar de 3.06 años. Predominaron los estudiantes
de la licenciatura en Diseño Industrial (31.5%)
y Arquitectura (27.5%). La universidad mues-
treada operaba por trimestres y no por semestres,
siendo los alumnos del doceavo (24.5%) y cuarto
(17.5%) los más numerosos.
Instrumentos
Se empleó la adaptación para estudiantes mexicanos
del ISST descrita previamente. Se empleó igualmen-
te la adaptación para estudiantes mexicanos del CSI .
Adicionalmente, se aplicó el Inventario de Depresión
de Beck (BDI , por sus siglas en inglés), estandarizado
Tabla 6. Coeficientes de correlación.
Variables CSI
ISST (r[198] = –.130, p = .118) (r[198] = .132, p = .098)
para la población de la Ciudad de México por Jura-
do et al. (1998) en una muestra de 1,508 habitantes.
En dicha estandarización, la prueba mostró un alfa
Enseñanza e Investigación en Psicología Vol. 20, Nº 2, mayo-agosto, 2015
de Cronbach de .87 y mostró adicionalmente vali-
dez de constructo y validez concurrente con la Es-
cala de Depresión de Zung. En el presente estudio,
el BDI mostró una consistencia interna de .76. Tam-
bién se empleó el Inventario de Ansiedad de Beck
(BAI, por sus siglas en inglés). El BAI ha sido evaluado
en estudiantes universitarios mexicanos por Tafoya,
Gómez, Ortega y Ortiz (2006) en una muestra de
102 individuos. Los investigadores encontraron que
el BAI muestra validez empírica ya que diferenció es-
tadísticamente entre individuos con y sin diagnósti-
co de ansiedad. También mostró validez concurrente
con la Escala de Ansiedad de Hamilton (r = .82). En
la investigación de Tafoya et al. (2006), la consisten-
cia interna del instrumento fue de .86, y en el pre-
sente estudio de .93.
Procedimiento
Se empleó el mismo procedimiento empleado en
el primer estudio.
Resultados
La Tabla 6 muestra los coeficientes de correlación
de Pearson entre las variables de interés.
Como se puede observar en la tabla, la úni-
ca correlación que alcanzó niveles de significancia
estadística fue la del BAI con el ISST , siendo tal co-
rrelación directa entre ambas variables.
Los puntajes de ISST obtenidos por hom-
bres y mujeres se analizaron mediante la prueba
t de Student, hallándose que aquéllos obtuvieron
puntajes significativamente más altos que éstas
(t[198] = 6.156, p = .000). Unos y otras no difi-
rieron estadísticamente en el BDI o el BAI .
La Tabla 7 muestra los reactivos que alcan-
zaron las mayores frecuencias de respuestas afir-
mativas (es decir, que el sujeto contestó como
“verdadero”).
BDI BAI
(r[198] = .155, p = .037)
113
 Tabla 7. Reactivos con frecuencias afirmativas más altas.

Reactivo Frec./%
R.5. He buscado material sexual a través de un buscador de Internet. 73 (36%)
R. 10 Me he masturbado mientras estaba conectado a Internet. 66 (32.5%)
R.13. He intentado ocultar lo que hay en mi computadora o en su monitor 60 (29.6%)
para que otros no lo vean.
R.9. Tengo un nombre de usuario o apodo que utilizo en Internet. 54 (26.6%)
R1. Tengo marcados algunos sitios sexuales de Internet. 43 (21.2%)
R.12. Nadie sabe que uso Internet con propósitos sexuales. 43 (21.2%)
R.14. He permanecido despierto hasta después de media noche para acceder
40 (19.7%)
a material sexual en Internet.

Las versiones estadounidense y española del ISST TERCER ESTUDIO

han desarrollado parámetros para interpretar los
resultados del instrumento. Con la finalidad de ini-
ciar el desarrollo de criterios de interpretación de
resultados para estudiantes de la Ciudad de Méxi-
co, se calcularon los cuartiles del ISST para las dos
muestras. Adicionalmente, con la finalidad de po-
Validez y confiabilidad de un instrumento para medir adicción al cibersexo
Un instrumento de medición también puede va-
lidarse determinando su grado de correlación con
otros que miden constructos similares (Magnus-
son, 1972). Hasta donde es del conocimiento de
los presentes autores, no existen otros instrumen-

der desarrollar criterios de calificación con base en
la distribución normal, se obtuvo la media aritmé-
tica de la muestra (3.41) y su desviación estándar
(3.29). En la Tabla 8 e presentan los estadísticos
descriptivos de las dos muestras estudiadas.
Tabla 8. Estadísticos descriptivos.
Cuartiles Cuartiles
Universidad privada Universidad pública
25% = 0 25% = 1.00
50% = 2 50% = 3.00
75% = 6 75% = 5.00
M = 3.319, D.E. = 3.74 M = 3.41, D.E. = 3.29
Discusión
En términos generales, los resultados de este se-
gundo estudio muestran que el ISST correlaciona de
manera directa con ansiedad y depresión, aunque
solamente la primera de dichas correlaciones alcan-
za niveles de significancia estadística. Al igual que
en el primer estudio, el CSI tiene una correlación in-
versa con el ISST , pero sin significancia estadística.
Otra similitud entre el primer estudio y el segundo
es la de que los hombres obtienen puntajes de ISST
estadísticamente superiores a los de las mujeres.
tos diseñados para medir la adicción al cibersexo
en estudiantes universitarios mexicanos. A pesar
de lo anterior, hay evidencia empírica de que el
uso inmoderado de diferentes herramientas y las
aplicaciones de las nuevas tecnologías de la infor-
mación tienen correlaciones directas. Por ejem-
plo, Pulido et al. (2013) evaluaron la relación que
hay entre el uso de Internet, Facebook y teléfono
móvil. Los resultados mostraron que esas corre-
laciones son directas y estadísticamente significa-
tivas, hallazgos que coinciden con los de Jenaro,
Flores, Gómez, González y Caballo (2007) y Kit-
tinger, Coreia y Irons (2012). Así pues, en el ter-
cer estudio se evaluó la validez concurrente del
ISST calculando su correlación con el Cuestiona-
rio de Uso Problemático de Internet (Pulido, Es-
coto y Gutiérrez, 2011) y con el Cuestionario de
Adicción a Facebook (Herrera, Pacheco, Palomar
y Zavala, 2010).
Método
Participantes
Participaron en el estudio 225 estudiantes de
una universidad pública de la Ciudad de Méxi-
co. La muestra fue predominantemente femenina
(56.44%), y la mayor parte de los estudiantes vivía
aún con sus padres (81.33%). Los estudiantes de

114
las licenciaturas en Química (17.8%), Comuni-
cación (12.88%) y Psicología (13.77%) fueron los
más numerosos. Los semestres que más aporta-
ron a la muestra fueron el sexto (17.8%), el sépti-
mo (17.3%) y el décimo (13.3%).
Instrumentos
Con la finalidad de evaluar la adicción al ciberse-
xo, se empleó el ISST ya descrito. El uso de Internet
se evaluó usando el Cuestionario de Uso Proble-
mático de Internet (CUPI), elaborado por Pulido et al.
(2011). Dicho cuestionario consta de dieciocho
reactivos, cada uno de ellos con cinco opciones de
respuesta, en un rango que va de “nunca” a “muy
seguido”. El análisis factorial del instrumento ha
mostrado que los reactivos se agrupan en cinco
componentes. El primero de ellos, “sustitución”,
evalúa el grado en que Internet desplaza otras
actividades del repertorio cotidiano del indivi-
duo. El segundo, “pérdida de control”, valora el
grado en que el sujeto pierde la capacidad para
dosificar su uso de Internet. El tercero, denomi-
nado “anticipación”, evalúa si el individuo ocupa
tiempo pensando en lo que hará la próxima vez
que se conecte a Internet. El cuarto componen-
te identificado, llamado “reconocimiento de falta
de control”, valora el grado en que el individuo
se percata de que carece ya de las herramientas
de autocontrol que le permitan dosificar el uso
de Internet. El quinto y último componente del
cuestionario es “evasión”, que evalúa si el sujeto
emplea la Internet para escapar de pensamientos
y sentimientos desagradables. Los resultados han
mostrado que el cuestionario posee consistencia
interna (.912) y confiabilidad dos mitades acep-
table (.825). En el presente estudio, el CUPI arrojó
un valor de alfa de Cronbach de .923.
Con la finalidad de evaluar el uso problemá-
tico de Facebook, se tomaron algunos reactivos
del Cuestionario de Adicción a Facebook (CAF )
elaborado por Herrera et al. (2010). El cuestiona-
rio consta de 17 preguntas con cuatro opciones de
Tabla 9. Coeficientes de correlación de Pearson.
Variables CUPI
ISST (r[220] = .449, p < .001)
respuesta, mismas que están en un rango de “nun-
ca” a “siempre”. Se ha reportado una consistencia
interna de este instrumento de .928; la confiabi-
Enseñanza e Investigación en Psicología Vol. 20, Nº 2, mayo-agosto, 2015
lidad entre dos mitades del cuestionario también
ha sido considerada como aceptable (.910). En el
presente estudio, el cuestionario arrojó un valor
alfa de Cronbach de .850. La estructura factorial
del instrumento ha determinado que los reacti-
vos se agrupan en tres factores con valores Eigen
superiores a 2 y que, en total, explican 54.36%
de la varianza. Un primer componente, denomi-
nado “emociones”, agrupa reactivos relacionados
con los sentimientos placenteros, displacenteros y
de falta de control relacionados con el uso de esta
tecnología. El segundo, llamado “sustitución”, los
que evalúan el grado en que las actividades coti-
dianas del sujeto son desplazadas por el uso de
Facebook y el último componente, “efectos”, los
reactivos que evalúan los efectos indeseables de-
rivados del uso excesivo de Facebook.
Procedimiento
Se empleó el mismo procedimiento que en los es-
tudios anteriores.
Resultados
La Tabla 9 muestra los coeficientes de correlación
entre las variables evaluadas.
Como se puede observar en la tabla, las co-
rrelaciones entre el ISST , el CUPI y el CAF son todas
directas y estadísticamente significativas.
Se llevaron a cabo pruebas t de Student para
muestras independientes con la finalidad de de-
terminar si hombres y mujeres difieren estadísti-
camente en cuanto a las variables evaluadas. Se
encontró que los hombres tienen calificaciones
estadísticamente superiores a las de las mujeres
en el ISST (t[220] = 6.58, p < .001) y en el CUPI
(t[220] = 2.107, p = .036), no se encontraron di-
ferencias estadísticamente significativas en el CAF
(t[220] = .461, p = .646).
CAF
(r[220] = .313, p < .001)
115
 Discusión
En síntesis, puntajes altos en ISST se encuentran
relacionados con puntajes altos en el CUPI y el CAF .
Este hallazgo sugiere que el ISST posee validez
concurrente, replica resultados obtenidos con es-
tudiantes universitarios en México y en el extran-
jero y también sugiere que el ISST posee validez
empírica. Los resultados del estudio coinciden
con los de los estudios previos, en el sentido de
que los hombres obtienen puntajes más elevados
en el ISST que las mujeres.
DISCUSIÓN GENERAL
Los estudios presentados sugieren que el ISST
adaptado para estudiantes mexicanos replica con-
sistentemente los hallazgos reportados en la lite-
ratura relacionada con la adicción al cibersexo. Por
ejemplo, el primero y segundo estudios mostraron
Validez y confiabilidad de un instrumento para medir adicción al cibersexo
que la correlación entre el ISST y el CSI es inver-
sa, aunque solamente en el primer estudio esa co-
rrelación fue significativa. Además, en los tres fue
posible replicar el bien documentado hallazgo de
que la adicción al cibersexo es más frecuente en
los hombres que en las mujeres. El segundo estu-
dio replica el hallazgo de que la ansiedad y la de-
presión están correlacionadas directamente con la
adicción al cibersexo, si bien solamente la prime-
ra alcanza significancia estadística. Por último, el
tercer estudio replicó el resultado de que el uso de
diferentes aplicaciones electrónicas (en este caso
Internet, Facebook y cibersexo) correlacionan de
manera directa. Si bien las investigaciones reali-
zadas pudieron reproducir los reportes de la lite-
ratura científica en el área, tuvieron menos éxito
en replicar los resultados de los análisis factoria-
les conducidos a la fecha. Así pues, los resultados
de los estudios sugieren que el ISST adaptado po-
see validez empírica y concurrente, aunque no ava-
lan la validez de constructo del instrumento. En
lo concerniente a la confiabilidad del instrumento,
los tres estudios sugieren que el ISST adaptado po-
see una consistencia interna aceptable.
Al margen de los análisis diseñados para
evaluar las propiedades psicométricas del ins-
trumento, los resultados también pueden inter-
pretarse en términos de su significado teórico (y
116
de lo que dicho significado aporta para la com-
prensión del uso problemático de las nuevas tec-
nologías de la información). Quizá el modelo
más conocido acerca de la adicción a nuevas tec-
nologías de la información sea el de la “analogía”
de Young (1998, 2005). Aunque este autor no de-
nomina a su modelo de esta forma, los presentes
autores consideran que es un término apropia-
do ya que describe de forma medular el concep-
to; es decir, para Young la adicción al Internet y
sus diferentes variantes y aplicaciones –como por
ejemplo Facebook o el cibersexo– no son funda-
mentalmente diferentes de una adicción a una
sustancia química. Al igual que en este tipo de
adicción, el proceso adictivo comienza con la dis-
ponibilidad y ubicuidad del material adictivo. En
el caso del Internet y de sus aplicaciones, Cooper
(1998) señala que hay tres factores que lo hacen
particularmente peligroso: accesibilidad, econo-
mía y anonimato. En otras palabras, es posible
conectarse en cualquier sitio, no es costoso y es
fácil ocultar lo que ahí ocurre. Por su ubicuidad,
y dado que los individuos utilizan la herramienta
durante largos periodos en el trabajo, la escuela y
otros sitios, eventualmente aprenden que algunos
estados emocionales “desagradables” (depresión,
estrés, soledad, ansiedad, fatiga, etc.) disminuyen
cuando navegan en Internet. Una vez establecido
el proceso asociativo, cada vez que el individuo
percibe emociones desagradables recurre a la In-
ternet para eliminarlas de manera temporal; así,
por un proceso de condicionamiento operante,
el uso de Internet aumenta. Young (2005) seña-
la que el aumento en la frecuencia de tal conduc-
ta puede ser muy considerable, e incluso que el
individuo puede perder el control de su propio
comportamiento. En individuos vulnerables, el
uso de Internet y de sus aplicaciones puede inter-
ferir con sus responsabilidades laborales, escola-
res, familiares y demás.
Los resultados obtenidos en la presente in-
vestigación concuerdan en lo general con el mo-
delo de la analogía de Young. Para empezar, en el
segundo estudio se observan correlaciones direc-
tas entre ansiedad, depresión y uso de cibersexo.
Ello parece sugerir que individuos que experi-
mentan estados emocionales “desagradables” pue-
den recurrir al cibersexo para disminuirlos. Por
supuesto, dado que la investigación fue de carác- Facebook y cibersexo son directas, y que resulta-
ter correlacional, no se puede inferir una causali- dos similares han sido reportados por otros in-
dad entre los fenómenos, ni tampoco es posible vestigadores ( Jenaro et al., 2007; Kittinger et al.,

Enseñanza e Investigación en Psicología Vol. 20, Nº 2, mayo-agosto, 2015

descartar la posibilidad de que los individuos su-
fran ansiedad y depresión debido al uso inmode-
rado del cibersexo.
A su vez, el primero y segundo estudios su-
gieren que la idea de que el uso del cibersexo pue-
de interferir con la vida cotidiana del individuo
mediante mecanismos operantes podría ser cier-
ta. En otros términos, en ambos estudios se en-
contraron correlaciones inversas entre el uso del
cibersexo y la satisfacción con la relación de pa-
reja. Por supuesto, este hallazgo debe también in-
terpretarse con cuidado debido a la naturaleza
correlacional del estudio. Tampoco puede descar-
tarse la posibilidad de que el individuo recurra al
cibersexo como una forma de huir de una rela-
ción de pareja poco satisfactoria.
Los resultados del tercer estudio también ha-
cen algunas aportaciones a la construcción de una
teoría acerca de las adicciones a las nuevas tec-
nologías. En particular, dado que las correlacio-
nes entre los instrumentos de adicción a Internet,
2012: Pulido et al., 2013), resulta intuitivo supo-
ner que son problemas conductuales que guardan
un nivel de comorbilidad importante. Esta inter-
pretación de los resultados sugiere que si un indi-
viduo desarrolla un problema con el uso de alguna
herramienta o aplicación en Internet, se encontra-
rá vulnerable para desarrollar el uso problemático
de alguna otra (existente o por inventar). Siguien-
do esta lógica, vale la pena cuestionar la utilidad
de “botanizar” las adicciones electrónicas, y sim-
plemente referirse a ellas como problemas en el
uso de las nuevas tecnologías de la información.
Investigaciones futuras harán posible valorar con
mayores elementos esa posibilidad. Adicional-
mente, se necesitan más estudios experimentales
o cualitativos para complementar los análisis co-
rrelacionales presentados en este trabajo. Por lo
pronto, las investigaciones reportadas en la pre-
sente investigación contribuyen a enriquecer la
literatura en el área y permiten valorar los instru-
mentos de medición diseñados para explorarla.

REFERENCIAS

Ballester, R., Gil, D., Gómez, S. y Gil, B. (2010). Propiedades psicométricas de un instrumento de evaluación de
la adicción al cibersexo. Psicothema, 22, 1048-1053. http://dx.doi.org/10.4321/s1575-18132007000300009.
Cooper, A. (1998). Sexuality and the internet: Surfing into the new millennium. Ciberpsychology and Behavior,
1, 187-193. http://dx.doi.org/10.1089/cpb.1998.1.187
Cooper, A., Delmonico, D.L., Griffin-Shelley, E. y Mathy, R.M. (2004). Online sexual activity: An examina-
tion of potentially problematic behaviours. Sexual Addiction and Compulsivity, 11, 129-143. http://dx.doi.
org/10.1080/10720160490882642.
Cooper, A., Delmonico, D.L. y Burg, R. (2000). Cybersex users, abusers, and compulsives: New findings and im-
plications. Sexual Addiction and Compulsivity. 6, 79-104. http://dx.doi.org/10.1080/10720160008400205.
Cooper, A., Galbreath, N. y Becker, M.A. (2004). Sex on the internet: Furthering our understanding of men with online
sexual problems. Psychology of Addictive Behaviors, 18, 223-230. http://dx.doi.org/10.1037/0893-164x.18.3.223.
Delmonico, D. (1997). Internet Sex screening Test. Disponible en línea: http://www.sex-help.com (Recuperado
el 4 de enero de 2014).
Delmonico, D. y Carnes, P. (1999). Virtual sex addiction: When cybersex becomes the drug of choice. Cy-
berpsychology and Behavior, 2, 457-463. http://dx.doi.org/10.1089/cpb.1999.2.457.
Fincham, F.D. Cui, M., Braithwaite, S.M. y Pasley, K. (2008). Attitudes towards intimate partner violence in
dating relationships. Psychological Assessment, 20, 260-269. http://dx.doi.org/10.1037/1040-3590.20.3.260.
Funk, J.L. y Rogge, R.E. (2007). Testing the ruler with item response theory: increasing precision of mea-
surement for relationship satisfaction with the couple’s satisfaction index. Journal of Family Psychology, 21,
572-583. http://dx.doi.org/10.1037/0893-3200.21.4.572.

117
 Griffiths, M. (2012). Internet sex addiction: A review of empirical research. Addiction Research and Theory, 20,
111-124. http://dx.doi.org/10.3109/16066359.2011.588351.
Grov, C., Bamonte, A., Fuentes, A., Parsons, J.T., Bimbi, D.S. y Morgensten, J. (2008). Exploring the inter-
net’s role in sexual compulsivity and out of control sexual thoughts/behavior: A qualitative study of gay
and bisexual men in New York city. Culture Health and Sexuality, 10, 107-124. http://dx.doi.org/10.1080/
13691050701564678.
Herrera M., F., Pacheco M., P., Palomar L., J. y Zavala, A. (2010). La adicción a Facebook relacionada con la baja
autoestima, la depresión y la falta de habilidades sociales. Psicología Iberoamericana, 18, 6-18.
Jenaro, C., Flores, N., Gómez V., N., González G., F. y Caballo C., V. (2007). Problematic internet and cell
phone use: Psychological, behavioral and health correlates. Addiction Research and Theory, 15, 309-320.
http://dx.doi.org/10.1080/16066350701350247.
Jurado, S., Villegas, M.E., Méndez, L., Rodríguez, F., Loperena, V. y Varela, R. (1998). La estandarización del Inven-
tario de Depresión de Beck para los residentes de la Ciudad de México. Salud Mental, 21, 26-31.
Kaufman, M., Silverberg, C. y Odette , F. (2007). The ultimate guide to sex and disability. San Francisco, CA:
Cleis. http://dx.doi.org/10.1007/s11195-006-9011-y.
Kittinger, R., Coreia, C.J. y Irons, J.G. (2012). Relationship between Facebook use and problematic internet
use among college students. Ciberpsychological Behavior and Social Networking, 15, 324-327. http://dx.doi.
org/10.1089/cyber.2010.0410.
Magnusson, D. (1972). Teoría de los tests. México: Trillas.
McLelland, M.J. (2002). Virtual ethnography: Using the internet to study gay culture in Japan. Sexualities, 5,
Validez y confiabilidad de un instrumento para medir adicción al cibersexo

387-406. http://dx.doi.org/10.1177/1363460702005004001.
Philaretou, A.G, Mahfouz, A.Y. y Allen, R. (2005). Use of Internet pornography and men’s well-being. Inter-
national Journal of Men’s Health, 4, 149-169. http://dx.doi.org/10.3149/jmh.0402.149.
Pulido, M., Escoto, R. y Gutiérrez D., M. (2011). Validez y confiabilidad del Cuestionario de Uso Problemá-
tico de Internet. Journal of Behavior, Health and Social Issues, 3, 25-34.
Pulido, M., Berrenechea, A., Hugues, J., Quiroz, F., Velázquez, M.J. y Yunes, C. (2013). Uso problemático de
las nuevas tecnologías de la información en estudiantes universitarios. Revista Electrónica de Psicología de
Iztacala, 16, 1119-1140.
Schneider, J.P. (2000). The effects of cybersex addiction on the family: Results of a survey. Sexual Addiction and Com-
pulsivity, 7, 31-58. http://dx.doi.org/10.1080/ 10720160008400206.
Schneider, J.P. (2001). The impact of compulsive cybersex behaviors on the family. Sexual and Relationship
Therapy, 18, 329-354. http://dx.doi.org/10.1080/ 146819903100153946.
Stein, D.J., Black, D.W., Shapira, N.A. y Spitzer, R.L. (2001). Hypersexual disorder and preoccupation with Internet
pornography. American Journal of Psychiatry, 158, 1590-1594. http://dx.doi.org/10.1176/appi.ajp.158.10.1590.
Tafoya, R., Gómez, P., Ortega, S. y Ortiz L., S. (2006). Inventario de Ansiedad de Beck: Validez y confiabilidad
en estudiantes que solicitan atención psiquiátrica en la UNAM. Psiquis, 15, 82-87.
Weiss, R. (2003). Cybersex Addiction Screening Test. Disponible en línea: http://www.drlank.com/Cybersex_
Addiction_Screening_Test.pdf (Recuperado el 4 de enero de 2014).
Young, K. (1998). Caught in the net: How to recognize the sign of internet addiction and a winning strategy for
recovery. New York, NY: John Wiley & Sons.
Young, K. (1999). Internet addiction: symptoms, evaluation and treatment. En L. VandeCreek y T. Jackson (Eds.): In-
novations in Clinical Practice: A Source Book (Vol. 17, pp. 19-31). Sarasota, FL: Professional Resource Press.
Young, K. (2001). Tangled in the web: Understanding cybersex from fantasy to addiction. Bloomington, IN: Au-
thorhouse. http://dx.doi.org/10.1037/e542012009-013.
Young, K. (2003). Cybersexual Addiction Quiz. Disponible en línea: http://www.netaddiction.com (Recuperado
el 4 de enero de 2014).
Young, K. (2005). Understanding cybersex addiction. The Amplifier, 9. http://dx.doi.org/10.1037/e542012009-013.

118