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EL DESIERTO DEL PACÍFICO

Características del desierto del


Pacífico
Se extiende desde Piura hasta Tacna.
Alcanza la mayor amplitud en Piura
(desierto de Sechura) donde llega a
170 km, y la mínima en
Arequipa (Punta Lobos) donde solo
tiene 5 km. El desierto costero limita al
norte con la ecorregión del bosque
seco ecuatorial y al este con la
ecorregión de la serranía esteparia.

El relieve es plano. Sus paisajes característicos son el tablazo, la pampa y los desiertos de
arena y de piedra. Al avanzar hacia el este, se observan cerros y colinas bajas. El desierto
está cortado por unos 50 ríos irregulares que dan origen a valles fértiles. También se
observan cauces secos, lagunas y pantanos cerca de las orillas marinas.
El clima es semicálido muy seco (desértico o árido subtropical). La temperatura promedio
fluctúa entre los 18 y 19°C, las precipitaciones son escasas y una gruesa capa de neblina
cubre el desierto, especialmente en invierno. La llovizna peculiar de la costa, conocida como
garúa, no se debe a la condensación de vapor de agua en las nubes, sino al exceso de
humedad atmosférica cerca del suelo.
La vegetación típica del desierto está representada por el cactus, la grama salada
(gramadal) -que crece en los suelos con alto contenido de sal cercanos a la orilla del mar- y
el tillandsial, compuesto por varios tipos de bromelias o achupallas, formaciones vegetales
que se nutren de la escasa humedad ambiental y no echan raíces. También se observan
formaciones vegetales de ambientes acuáticos, como los totorales o juncales. La mayor
variedad de especies se encuentra en las lomas costeras.

Las comunidades del desierto del Pacífico


En la ecorregión del desierto del Pacífico se pueden distinguir cuatro comunidades bióticas:
el desierto propiamente dicho, los ríos, las lagunas costeras y las lomas.
El desierto presenta una fauna constituida por mamíferos como el zorro, el zorrino enano y
roedores; aves como el cernícalo y la lechuza, e insectos y arácnidos (arañas y escorpiones).
En las zonas donde predomina el gramadal (áreas cercanas al mar), se observan aves como
la garza bueyera, la garza blanca la golondrina y el cernícalo; asimismo, reptiles como
lagartijas y salamanquesa. En zonas en las que el tillandsial cubre grandes extensiones, la
fauna es pobre y está constituida principalmente por lagartijas, mariposas, grillos, alacranes,
de arañas y otros insectos.
Las lagunas costeras, los pantanos y los estanques surgen por el afloramiento de las aguas
subterráneas o filtraciones de un río cercano; a sus orillas se desarrollan el junco y la totora.
Las lagunas pueden ser de agua dulce, donde proliferan patos, garzas y gaviotas; o de agua
salobre, donde viven aves como el flamenco de Villa, por ejemplo.
Los ríos costeros presentan una fauna compuesta por crustáceos (camarones y cangrejos),
peces como la charcoca, el pámpano, el pejerrey de río y la lisa, y ves como el martín
pescador; gaviotas, cinco especies de garzas, etc. En zonas cercanas a los ríos es posible
observar los bosques de galería, compuestos por especies vegetales como la caña brava,
el sauce, el carrizo y el huarango, ya casi desaparecidos por el avance de las tierras de
cultivo.
Las lomas son ecosistemas de condiciones ecológicas especiales que reverdecen durante
el invierno debido a las intensas neblinas que cubren la costa central y sur.
Estas neblinas
humedecen el suelo y
dan lugar a diversas
formaciones vegetales
de tipo estacional que
se desarrollan en las
laderas orientadas al
mar hasta una altitud de
1000 m s.n.m., es decir;
hasta donde llega la
influencia de las
neblinas.
La flora y la fauna de las
lomas se han adaptado
a los periodos de
humedad y aridez. En
las lomas predominan
árboles como la tara, el
mito, el palillo y el
huarango; cactus como
las tunas y los cardos,
así como matorrales y
hierbas, tillandsias,
musgos y líquenes que
se desarrollan en zonas
rocosas. La fauna está
representada por
mamíferos como la
muca, la vizcacha, el
zorro andino, el puma y
el venado gris; y aves
como el cóndor; el
picaflor y el gorrión
americano.

Expertos recomiendan consumir alimentos nativos por sus grandes beneficios


Frente a los alarmantes niveles de desnutrición en nuestro país, sobre todo en la infancia y
los hábitos nocivos de alimentación con la comida chatarra, los niveles gubernamentales
deben impulsar el consumo de los alimentos andinos milenarios como la quinua, maca,
kiwicha, tarwi, entre muchos otros, que además de ser deliciosos poseen altos valores
nutricionales. El Dr. Miguel Palacios Celi, decano nacional del Colegio Médico del Perú
(CMP), destacó la importancia de difundir las ventajas de los alimentos nativos, que han
jugado un papel vital en la nutrición del poblador peruano desde siglos atrás. “Estos
alimentos nos protegen de la desnutrición. Ahora tenemos un reglamento de la ley de
alimentación saludable, y debemos volver al consumo de estos alimentos porque benefician
la salud”, manifestó. Por su parte, la Dra. Alejandra Longa, de la Universidad San Ignacio de
Loyola, en su disertación “Alimentación prehispánica y su trascendencia hasta nuestros
días”, detalló que los antiguos peruanos utilizaban alimentos como la yuca, los pallares, el
cuy, camote, las conchas de abanico, los frijoles, la caigua, la quinua, algunos reptiles,
además de la jícama, el pajuro, la achira, estas últimas que se han perdido y no se consumen
en nuestro medio, entre muchas otras. “Las comidas de esa época se acompañaban con
chicha, pero no filtrada, los alimentos se consumían tostados o soasados, conservando su
olor y sabor, comían tres veces al día y consideraban que el desayuno era el alimento más
importante. Tenían ensalada de yuyo, preparaban el tarwi, el olluco, tenían refrescos de
tumbo, y la verdolaga, considerada la lechuga de los incas”, explicó.

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