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Ley de Enfiteusis Ernesto B.

Zambrini

Jurídicamente se define a la enfiteusis como “Contrato que cede a perpetuidad o por largo tiempo
el dominio de un inmueble o tierras mediante el pago de una pensión o canon”.

Antecedentes en el Río de la Plata: en 1812 por un decreto del Triunvirato se ofrecían terrenos y
auxilios a extranjeros para que se estableciesen y dedicasen al cultivo de tierras.

Medidas tomadas por la Asamblea del año 13 establecían la enajenación de tierras fiscales para
incrementar el erario público. En 1817 se autoriza al Directorio a adjudicar tierras en propiedad en
línea de frontera con los indios a quienes deseasen establecerse en ellas.

Al no cumplirse el efectivo establecimiento en esas tierras generará la consolidación de estancias


y de latifundios.

Esta serie de medidas refleja el propósito de ganar tierras, tratando de arraigar a la población
necesaria a tal efecto sin un plan orgánico y estratégico, dando como resultado que el estado se
desprendió de gran cantidad de tierras fiscales, que en su mayor parte pasaron a manos de
especuladores, ya que no existía por parte de estos sectores ningún interés en hacerlos producir.

Enfiteusis en tiempos de Rivadavia: obedece a una necesidad del momento que como veremos más
adelante no resultó otra cosa que un recurso fiscal. Antecedentes inmediatos: 1821 se crea el
crédito público, garantizándose la deuda pública con las propiedades e inmuebles de la Provincia de
Buenos Aires bajo especial hipoteca. De hecho queda inmovilizada la tierra pública.

En 1822 se prohíbe la enajenación de tierras públicas hasta sancionarse una ley en la materia. Se
pone en conocimiento un proyecto de entregar las tierras en Enfiteusis, considerándose que la tierra
pública servirá para:

Garantía de la deuda pública

Para recursos en casos extraordinarios

Impulsar el desarrollo

En ese año la ley es de carácter provincial, intentándose hacerla nacional en 1826. Es decir Buenos
Aires decidía sobre las tierras fiscales de las Provincias.

Al aprobarse el empréstito con la casa Baring, al gobierno sólo le queda el recurso de entregar las
tierras públicas en enfiteusis, ciertamente tal medida no debe tomarse como un intento de
transformación y desarrollo sino como un propósito fiscal.

La enfiteusis se pone en práctica con concesiones de carácter precario, resolviéndose cada


concesión en forma particular. Sólo algunas normas eran de carácter general, complementándose
estas disposiciones con un Decreto de Las Heras en 1824.

El 20 de mayo de 1826 se sanciona la Ley de Enfiteusis en el Congreso General Constituyente de


las Provincias Unidas, estableciéndose entre algunos de sus artículos que las tierras dadas en tal
carácter eran por lo menos durante veinte años.
Asimismo se fijaba cuanto debía pagar el enfiteuta por los primeros diez años, diferenciándose si
eran para pastoreo o explotación agrícola (en este caso el canon era menor).

Se establecía un sistema de valuación del terreno a los efectos del pago, existiendo en caso de
venta prioridad para los enfiteutas.

“Errores” en su implementación: No determinación del máximo de superficie a otorgar; carencia


de una disposición que obligue a poblar; oportunidades para la especulación. Se podría afirmar que
nadie pagó el canon más que una vez y generalmente para obtener la transferencia de otros
terrenos.

Manuel Dorrego desconoce a esta Ley y envía un nuevo proyecto que es aprobado por la Junta de
Representantes en 1828, observándose mejoras importantes al limitarse la superficie a 12 leguas y
estableciendo la obligatoriedad de poblar en el término de dos años. Quien no lo hiciese perdería
todos sus derechos.

En 1838 se renuevan todos los contratos y es por eso que podemos afirmar como uno de los
factores determinantes en la estructura de la tenencia de la tierra en el país ha sido la Ley de
Enfiteusis.

Bibliografía

Cuccorese, Horacio – Panettieri, José “Argentina, Manual de Historia Económica y Social” Tomo 1

Ediciones Macchi, Buenos Aires, 1986.

Palacio, Ernesto “Historia de la Argentina 1515-1976” Abeledo Perrot, Buenos Aires. 1984.

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