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Serie Geográfica

Núm.9 - 2000:93 - 120 ISSN; 1136-5277

LAS INUNDACIONES EN LA CUENCA DEL SEGURA EN


LAS DOS ÚLTIMAS DÉCADAS DEL SIGLO XX.
ACTUACIONES DE PREVENCIÓN.
Asunción Romero Díaz* y Antonio Maurandi Guirado**
*Dpto. de Geografía Física. Universidad de Murcia. Campus de 1-a Merced, 30001-Murcia.
Te!.: 968-36 31 44. Fax: 968-36 3417. E-mail: arodiOfcu.um.es
** Confederación Hidrográfica del Segura. Plaza Fontes, 30001 - Murcia.
Tel. 968- 35 88 90.
RESUIMEN
En este trabajo se tratan las inundaciones que han tenido lugar en el periodo 1980-2000 en
la cuenca del Segura, citándose los autores que con distintos enfoques las han estudiado.

Se analizan sus características, causas e impactos, así como las conclusiones que se deri-
van de ellas. Se describen todas las actuaciones realizadas en la cuenca para prevenir o minimi-
zar el riesgo de las avenidas, prestando especial atención a las obras estmcturales y al actual
sistema de infonnación hidrológica.

Por último, se discuten las actuaciones realizadas y se proponen otras actuaciones no es-
tructurales para minimizar en lo posible el riesgo de inundaciones.

Se concluye, con la convicción de que en'adicar las inundaciones por completo de la cuen-
ca del Segura, es casi imposible. De ahí la necesidad de convivir con un riesgo, pero "asegurado
en pérdidas", y la necesidad de contar con un plan integrado, siendo necesario desarrollar una
política eficaz de prevención de inundaciones.

Paiabras clave: Inundaciones, Prevención, Cuenca del Segura, SE de España.

ABSTRACT
In this work are tried the floods that have had place in the períod 1980 - 2000 in the
Segura basin, being cited the authors that with different approaches the h£»/e studied..

They are analysed their characterístic, causes and impacts, as well as the conclusions
that are deríved from they. They are described all the proceedings executed in the basin to pre-
vent or minimise the risk of the flooding, paying special attention to the structural works and to the
present hydrological Information system.

Finally, they are discussed the proceedings executed and are proposed other not struc-
tural proceeding to minimise, in what is possible, the floods risk.

It is concluded, with the conviction of the fact that to eradicate the fkKXis completely of the
Segura basin, it is almost impossible. From there the need of living together with a risk, but
"assured intosses",and the need of to have an integrated plan, being necessary to develop an
effective prevention policy of floods.

Key words: Floods, Prevention, Segura basin, SE of Spain.

Número 9 93
2000
1. INTRODUCCIÓN. FRECUENCIA DE LAS nido que soportar innumerables inundaciones.
INUNDACIONES Y ANTECEDENTES Según López Bermúdez etal. (1978) las creci-
das más significativas entre el periodo com-
Las inundaciones constituyen un desas- prendido entre 1256 y 1974 en el Segura fue-
tre natural que se sucede con relativa frecuen- ron 111. Por otra parte, la Dirección de Obras
cia en España en general, y en la vertiente Hidráulicas y Milla Riera (1988) para el perío-
mediterránea en particular, en la que se locali- do 1482-1982 contabilizan 214. Sin entrar en
za la cuenca del Segura. Es, sin duda, la ca- la discusión de que todos las noticias o regis-
tástrofe natural más importante producida por tros pudieran ser consideradas como aveni-
cuantiosas e intensas lluvias que amenazan, y das, por la fiabilidad de las fuentes (Calvo
en ocasiones destruyen, tanto a vidas huma- García-Tomel, 1989), lo cierto es que el nú-
nas, como a propiedades e infraestructuras a mero de sucesos extraordinarios de tipo hidro-
lo largo de ríos y ramblas. lógico es muy elevado para la cuenca que nos
ocupa.
De manera global en España desde
1957, la pérdida de vidas humanas se ha ci- Por elk), son numerosos los trabajos que,
frado en 1439 muertos y los daños se elevan sobre inundaciones y con diferentes enfoques,
a cientos de miles de millones de pesetas en la cuenca del Segura se han escrito. Sin
(Berga Casafont, 1987). Y según estimacio- haber establecido ningún orden, a nuestro juicio,
nes de ITGE, las pérdidas por inundaciones, merecen destacarse los siguientes: Bentabol y
que represent£vi en nuestro país el primer Ureta (1995), Couchoud Sebastián y Sánchez
riesgo potencial de pérdidas por catástrofes Feríosio (1984), López Bermúdez (1973), López
naturales, se estiman en 2,8 billones de pe- Bermúdez etal., (1978), Albacete (1944), Areva-
setas entre 1986 y el año 2016 (Recuero to et al., (1965), Calvo García-Tomel (1968 ,
1992). 1986, 1989), Couchoud Sebastián (1963), Gar-
cía y Gaztelu (1887), Gil Olcina (1968), Gil Oleí-
Pese a ser un fenómeno frecuente, y no na y Morales Gil (1989), Herin y Trízpt (1975),
de Etparición reciente, cuando se produce, las Museros y Revira (1885), Pérez Gómez (1958,
pérdidsis siguen siendo cuantiosas. De lo cual 1962), Torres Fontes y Calvo García-Tomel
se deduce que el hombre en este medio, aún (1975), Hemández Franco etal., 1989, Gil Oleí-
tiene mucho por hacer para tratar de minimi- na (1968), Juárez etal., (1989), etc.
zar al máximo, los riesgos de inundación y sus
consecuencias. Sorprende ta escasa atención Parece converÑente mendonEU' que, en
que se le presta a estos fenómenos de tal los trabajos arrít)a indicados y en otros tsintos
magnitud. Y aunque, si bien, inmediatamente referidos al tema inundaciones, se habla indistin-
de producirse la avenida y la inundación, la tamente de: crecidas, avenidas, inundaciones o
atención es grande, esta suele decaer a los riadas, etc. No vamos a entrar aquí en discutir
pocos años de producirse el desastre, hasta cada uno de los términos, pero si diremos que
que nuevamente ocurre la siguiente. no son sinónimos. Siguiendo a Calvo García-
Tomel (1989) las "crecidas" en sentido estricto
Según el informe de "Las inundaciones se producen sólo a partir de un cierto caudal cu-
en la España Peninsular" (Dirección General yos efectos ya no pueden ser fácilmente contro-
de Obras Hidráulicas, 1988), en los últimos lados por el hombre; mientras que una
cinco siglos se tiene constancia documentada "inundación" sería cuando se supera el caudal
de que se hayan producido hasta 2.438 inun- regulable por el sistema humano de defensa
daciones en todo el territorio peninsular, lo establecido y comienzan a producirse daños no
que EU'roja un promedio de cinco inundaciones previstos.
importantes de cierta gravedad al año. Y casi
todas las inundaciones han tenido lugar siem-
pre en las mismas zonas, de manera que se
han podido localizar 1.036 puntos negros o 2. LAS INUNDACIONES PRODUCIDAS EN
zonas se riesgo. La mayoría de esos puntos EL PERIODO 1980-2000 Y ESTUDIOS DERI-
se encuentran en los valles medios y finales VADOS
de los ríos del Norte y Levante (Recuero,
1992). En las dos últimas décadas del siglo XX,
en la cuenca del Segura se han registrado 8
La cuenca del Segura, desde la primera inundaciones. En la década de los 80 las tierras
avenida histórica fechada en el año 738 antes del Segura fueron muy castigadas por ellas, pro-
de J.C, hasta la más reciente de 1997, ha te- duciéndose 7 episodios lluviosos de tal intensi-

94 Serte Geográfica
Laa Inundaciones en España en los últimos veinte años. Una perspectiva geogránca.
dad que provocaron avenidas e inundaciones De las inundaciones de 1989, son de
tanto en el cauce principal del río Segura, como destacar los trabajos de Capel Molina
en sus principales afluentes y ramblas que vier- (1989b), que trata de la convección profunda
ten directamente al mar. Octubre de 1982, julio y que dio lugar a estas intensas precipitaciones
octubre de 1986, noviembre de 1987, noviembre en toda la vertiente mediterránea española y
de 1988 y septiembre de 1989, fueron las fe- el estudio geomorfológico del tramo final de la
chas en las que se produjeron inundaciones. rambla de Las Moreras (DRRH de la Comuni-
Por el contrario, en la década de los 90, sólo ha dad Autónoma de Murcia, 1991; Rodríguez
tenido lugar una aveNda en octubre de 1997. Estrella et al., 1992; y Rodríguez Estrella,
1993), una de las áreas más castigada por
Todas estas avenidas han despertado esta inundación.
desigual interés por parte de los investigado-
res, de distintas reúnas de la ciencia, que han Por lo que respecta a la última avenida
tratado de analizar sus causas, características de 1997, tampoco hemos encontrado ningún
y consecuencias. A continuación se citan los trabajo relacionado con ella.
trabajos que tratan de algún aspecto de las
inundaciones en este período. Pedimos discul- Otros trabajos en relación con las inun-
pas si no se ven reflejados algunos autores, daciones en la Cuenca del Segura en estas
que en nuestra búsqueda bibliográfica no dos décadas, pero que no se ciñen a ninguna
hayamos podido localizar. inundación en concreto, son los de Conesa
García (1985, 1987 y 1995), López Bermúdez
La avenida de octubre de 1982, ha sido (1987), Juárez Sánchez-Rubio etal., (1989) y
descrita tanto en su génesis, como en sus ca- García Tomel (1984 y 1989). De destacar son
racterísticas hidrológicas y geomorfológicas también los trabajos referidos a planes de de-
por López Bermúdez y Gutiérrez Escudero fensa o gestión como los de Bautista Marín
(1983). También pueden consultarse las ca- (1989), San Miguel (1991), Botía Pantpja'
racterísticas de esta avenida en el infonne pu- (1992) y Maurandi Guirado (1995); los de le-
blicado de la C.H.S. (1988a) y su incidencia gislación de avenidas como los de Pérez Pé-
en la fertilidad de los suelos (Gaseo Montes, rez (1989) y Solchaga Catalán (1989); el tra-
1983). bajo de Calvo García-Tomel (1997) respecto a
la transformación de los espacios urtianos de
La avenida de 1986, pese a haberse la Cuenca del Segura y su relación con las
repetido el suceso en tres ocasiones sólo inundaciones; y el del ITGE (1995) sobre peli-
hemos podido obtener las referencias del in- grosidad yriesgosde inundaciones.
forme de la C.H.S (1988b), un trabajo de Mo-
rales Gil (publicado en 1987 y 1988) para el
municipio de Jumilla, y algunos datos climáti-
cos de las inundaciones de julio en el trabajo 3. SÍNTESIS DE LAS PRINCIPALES
de Capel Molina y Olcina Cantos (1993). AVENIDAS

La avenida de 1987, al parecer tuvo A continuación se resumen las ceuBCterís-


mayor eco entre los investigadores a juzgar ticas prindpeües de las avenidas e inurKladones
por los trabajos que de ella se derivaron. Me- que han tenido lugar en el período estudiado
recen destacarse la evaluación que de esta (tabla 1), así como las consecuencias derívadas
inundación hizo la C.H.S. (1988c); la descrip- de eHas y las actuaciones a realizar en cada ca-
ción de la situación atmosférica que dio lugar so. La información ha sido obtenida fundamen-
a estas precipitaciones intensas de Capel Mo- talmente de los informes elaborados por la Con-
lina (1989a) y Tudela Serano (1990); la fun- federación Hidrográfica del Segura.
ción que desempeñaron algunas ramblas de
pequeñas cuencas vertientes (Gil Meseguer, 3.1. Avenida del 20-24 de Octubre de 1982
1988); e incluso, el análisis de las característi-
cas físico-químicas de las aguas superficiales Las precipitaciones más importantes
después de lariada(Ortega el al., 1988). que dieron lugar a la avenida de octubre de
1982 se produjeron en la cuenca alta del Se-
De la avenida de 1988, no hemos halla- gura y río Mundo, registrándose 135 l/m^en el
do ninguna referencia a cerca de las lluvias o embalse del Talave caídos en 32 horas.
características de esta avenida, a excepción
el informe de la C.H.S. Consecuencia de estas precipitaciones
fueron las importantes crecidas de las ramblas

Números 95
2000
Estación Oet-82 Ju»-86 Oct-86 2* Oct-86 2* Nov-87 Nov-88 Sep-89 Oct-S7
Millar 68 41 51 10 38 18 76 121
Cabecera rio Fuensanta 84 56 30 36 76 24 114 215
Segura Taiblila 69 42 99 113
Cénalo 103 109 48 137 108 84 145 130
Uetor 23 73 93 244
Rfo Mundo Taiave 135 66 27 148 69 65 123 156
Camarillas 94 128 42 80 102 63 150 106
Yeda 68 94 37 59
Altiplano
Jumllla 127 143 43 51 50 48 71 45
Moratalla 99 70 51 17 64 40 96
Argos 106 7 90 84 174 79 179 152
Alfonso XIII 103 13 61 54 138 73 136 106
Vega Alta Almadenes 95 10 63 43 147 80 143 104
Azud Ojos 65 4 69 51 128 68 177 81
Mayes 74 5 71 73 160 98 83 69
La Cierva 60 0 106 194 305 110 97 120
Valdeinflemo 87 1 82 110 41 16 134 133
Puentes 60 24 78 56 22 6 129 94
Guadalentln
Ijorca 51 14 81 2 38 26 81 137
Totana 76 8 153 6 33 46 143 120
El Palmar 78 2 165 46 199 15 123 146
Guadalupe 134 11 96 83
Vega Media
Murda 62 3 137 37 136 11 106 88
Santomera 59 5 115 16 181 17 150 97
Orihueia 67 1 87 30 311 15 176 30
Vega Baja La Pedrera 53 1 111 81 242 12 207 124
AlmoradI 50 0 108 74 27 121 83
Campo de San Javier 59 1 207 10 304 3 130 97
Cartagena Cartagena 75 2 1 92 4 1 27 3 42 122

Tatiia 1: Precipitaciones (l/m^ registradas en las inundaciones del periodo 1980—2000.

de la margen derecha: Minateda, Agua Amar- Por la Contraparada llegó a pasar un


ga, Judío, Moro y Tinajón; así como la crecida caudal de 250 m% (figura 2), con una altura
del río Muta y las ramblas de Algeciras y Libri- de agua en Murcia de 5,85 m., lo que ocasio-
lla, afluentes de la margen izquierda. nó la rotura de motas, produciéndose desbor-
damientos generales aguas abajo de Murcia,
Las crecidas de las ramblas de Algeci- a lo que contribuyó la abundancia de cañas
ras y Librílla fueron controladas por el Regue- existentes en el cauce que impedía la circula-
rón, y junto con los caudales del río Muía, no ción del agua.
excesivamente ímporterntes (del orden de los
20 m^/s), fueron vertidos al río Segura, con A partir de Orihueia la avenida discurrió
anterioridad a la gran avenida que provenía con normalidad sin producir desbordamientos,
de la cabecera y afluentes de la margen iz- desaguando en el mar un caudal punta de
quierda. 120 mVs.

La rambla de Minateda, que produjo un Consecuencias de esta inundación,


caudal punta de 750 m^/s fue laminada por el además de unas pérdidas económicas cuan-
embalse de Camarillas (figura 1), al mismo tiosas, fue la convicción de una necesidad
tiempo que se consiguió un retraso en tiempo urgente de: regular a los principales afluentes
para que no confluyera con las ramblas aguas del río Segura, canalizar al río Segura y man-
abajo, que estaban desaguando en el Segura. tener limpios los cauces.

En el Azud de Ojos se derivó un caudal


de 20 m^/s por el canal de la margen izquier- 3.2. Avenida del 25-29 de Julio de 1986
da, pero pese a la máxima laminación posible,
las huertas de Cieza, Blanca, Archena, Villa- Las inundaciones de julio de 1986 afec-
nueva, Ulea, Ojos, Ceutí, Lorquí, Alguazas y taron principalmente al norte de la región de
MoHna de Segura se vieron inundadas. Murcia: río Benamor y ramblas de Minateda y

96 Seri» Geográfica
Las Inundadonos en España en los Mimos veinte años. Una perspectiva geográfica.
800
700 -í
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Figura 1.- Hidrograma de la avenida de 20-21 de octubre de 1982 en el embalse de Camarillas.

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Figura2.- Avenida de octubre de 19B2 en La Contraparada. Obsérvese ia torrenclatidad de los caudales y la elevada con-
centración de sedimentos.

Judfo. Las precipitaciones máximas (tanto de rambla del Judío, sin ninguna obra de regula-
lluvia como de granizo) se registraron en Ju- ción, aportaron todos sus caudales al río Se-
milla donde cayeron 143 l/m^ en 5 horas. gura y con poco intervalo de tiempo, Los cau-
dales máximos en la confluencia del río Bena-
El caudal generado por la rambla de mor con el Segura fueron de 280 m^/s y los de
Minateda, con un máximo de 250 m^/s fue re- la rambla del Judío de 250 m^/s, lo que hizo
tenido totalmente en el embalse de Camari- que en Cieza el Segura discurriera con 500
llas, el cual se encontraba al 50% de su capa- m^/s.
cidad. Por el contrario, el río Benamor y la

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2000
En algunos sectores de la rambla del En esta ocasión las mayores dificulta-
Judío, se calcula que circuló un caudal de des se produjeron aguas abstjo de Murcia, ya
450 m^/s, lo que ocasionó desbordamientos que la aportación del canal del Reguerón, es-
del cauce y la colmatación de la cuenca éndo- timado en 80 m^/s, entorpeció el desagüe del
rreica de la laguna de El Ardal. Esta laguna río Segura, quedando remansado en el tramo
llegó a tener unas dimensiones máximas de canalizado, al igual que en Oríhuela, donde el
3.500 m de larga, 300 m de ancha y una altu- riesgo de inundaciones se acrecentó.
ra media de agua de 1,20 metros (Morales Gil,
1989) y el agua permaneció en ella casi 30 Con motivo de esta inundación se pu-
días, tiempo que tardó en infiltrarse y evapo- sieron de manifiesto la importancia de otro ti-
rarse. po de actuaciones en otros sectores de la
cuenca. Al igual que la necesidad de mante-
Aguas abajo, el único punto de control ner limpio los cauces de cañas y malezas de
era el Azud de Ojos, a partir de donde se deri- forma permanente todo el año.
varon 22 m% por el canal de margen izquier-
da del Trasvase, hacia el embalse de La Pe- 3.4. Avenida dei 11-13 de Octubre de 1986
drera, y 11 m^/s por el canal de la margen de-
recha hacia el embalse del Mayes. Estas deri- Las precipitaciones se dieron un breve
vaciones redujeron considerablemente los descanso, pero nuevamente durante los días
caudales, de tal manera que ya en la Contra- 11, 12y13la cuenca del Segura se vio afec-
parada el caudal se había reducido a 210 m^/ tada por intensas precipitaciones. En esta
s. En Murcia, al existir un tramo del río encau- ocasión afectaron principalmente, a la cuenca
zado, y en esta ocasión limpio de cañas, se del río Muía (194 l/m^ en 10 horas), cabecera
produjo una laminación, disminuyendo el cau- del Guadalentín (110 Mxv? en 8 horas) y cabe-
dal a su paso por la ciudad a 150 m%. No cera del río Mundo (93 Mrr? en 18 horas).
ot)stante, en el tramo Murcia - Beniel se pro-
dujeron diversas roturas de motas, descen- L^ característica principal de esta creci-
diendo los caudales, pero al mismo tiempo da fue la sucesión de ondas de avenidas por
produciendo inundaciones. distintos cauces y en diferentes días, al suce-
derse las precipitaciones (figura 3). En esta
El resumen de caudales de esta aveni- ocasión fueron los afluentes de la margen de-
da se cifró en 16 hm^ retenidos en embalses, recha, río Benamor, río Muía, Rambla Salada
17 hm^ que circularon por los cauces, 12 hm^ y río Guadalentín, tos que registraron un im-
que se derivaron y 5 hm^ que desembocaron portante aumento de caudal. Destacan los
en el mar. caudales que circularon por el río Muía
(det}ido a las aportaciones, en exclusiva, de
En esta ocasión el área más perjudicada su principal afluente, el río Pliego), con máxi-
por las inundaciones fue el altiplano Jumilla - mos de 130 y 200 m^/s en diferentes días y
Yeda y, sin cfcida, se hubieran podido evitar, en los de rambla Salada, con caudales de 130
gran medida, con una buena política de ordena- m^/s.
ción del temtorío. Al mismo tiempo, se confirmó
una vez más, la necesidad de controlar la ram- En esta inundación es de destacar la
bla del Judío antes de su confluencia con el Se- función ejercida por los embalses de La Cier-
gura va, Puentes, Camarillas y Alfonso XIII, que a
pesar de su poca capacidad, evitaron que la
3.3. Avenida del 4-5 de Octubre de 1986 avenida tuviera proporciones catastróficas.
Nuevamente el Azud de Ojos desempeñó un
Tres meses después de las inundacio- papel fundamental, evitando una autentica ca-
nes de julio, en octubre, la cuenca del Segura tástrofe aguas abajo de la Contraparada, ya
se vio nuevamente afectada por otras inunda- que la situación del río era bastante precaria
ciones, y en dos sucesos climáticos espacia- después de haber soportado las avenidas de
dos escasamente una semana. los días anteriores.

L^s lluvias que tuvieron lugar los días 4 Otra de las conclusiones que se despren-
y 5, a diferencia de las de julio, fueron prácti- den de esta avenida es la necesidad de acondi-
camente generalizadas en toda la cuenca y cionar el cauce del río Segura entre Molina y
muy superiores a aquellas, registrándose un Guardamar, para poder absorber los caudales
máximo de 270 \lrr? en San Javier, caídos en que sean imposibles de regular.
21 horas.

98 Serio Geográfica
Las Inundadonea en España en los úWmos veinte años. Una perspectiva geográfica.
h{m)

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8 12 16 20 24 4 8 12 16 20 24 4 9
Tiempo en horas
•e-Octubre 1982 -»Julio 1986 •«•r11-13/Oct/1986

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Tiempo en horas
-•-Noviembre 1987 ^^Noviembre1988 -—Septiembre 1989

Figura 3.- Alturas de agua medidas en la estación de La Contraparada en diferentes avenidas.

Las obras de reparación de daños en in- Se produjeron dos avenidas de caracte-


fraestructuras de todo tipo, en especial Ndráuli- rísticas diferentes, l-a primera, del día 3, fue
cas, como consecuencias de las dos avenidas muy localizada en los ríos Muía y su afluente
de octubre, fueron muy elevadas. el Pliego; y la segunda, días 4 y 5, estuvo
ocasionada por lluvias más generalizadas y
3.5. Avenida del 3-5 de Noviembre de 1987 muy intensas que afectaron fundamentalmen-
te a la Vega Baja y al Campo de Cartagena -
Las inundaciones de 1987, han sido los Mar Menor.
más importantes de las registradas en estas
dos últimas décadas, no sólo por las intensi- La avenida producida en el río Muía lle-
dades de las precipitaciones, sino también por gó a tener un caudal punta en su desemboca-
las consecuencias catastróficas que estas tu- dura al Segura de 400 m^/s, lo que ocasionó
vieron. Algunas de las precipitaciones caídas, la destrucción de un puente y de varios muros
superiores a 300 mm en 24 horas, correspon- de defensa, numerosos dafíos en Baftos de
den a periodos de retomo superiores a 500 y Muía y Albudeite, el arrasamiento de la huerta
1000 afk>s, como las registradas en los obser- de Molina y la inundación de amplias zonas
vatorios de Oríhuela o San Javier. de la huerta de Murcia. En esta ocasión, la
Vega Baja parecía que podía quedar a salvo

Wtnmro9 99
de las inundaciones, ya que la confluencia 3.6. Avenida del 11 de noviembre de 1988
con el Guadalentín no presentaba demasia-
dos problemas, al haberse derivado la mayo- El 11 de noviembre se registraron llu-
ría de los caudales generados por este río a vias importantes en toda la cuenca, siendo
través del canal del Paretón, y además, en- especialmente intensas en el área de Sien-a
contrarse el cauce del Segura en buen estado Espuña y Cieza. Consecuencia de ellas fue-
hasta su desembocadura, pero no fue así. ron las crecidas de tos ríos: Guadalentín, Mu-
la, cabeceras del Quipar y Argos, y Segura.
El día 4 se produjeron en la Vega Baja
precipitaciones muy intentas que ocasionaron La crecida del río Guadalentín es des-
el desbordamiento de numerosas ramblas y viada por los "sangradores" hacia la rambla de
ramblizos, tanto por la margen derecha, ram- Tiata, utilizándose para riego. Aguas abajo
blas del Gan-uchal y de Tabala (Gil Mese- otra crecida se incorpora al Segura por el Re-
guer, 1988); como por la margen izquierda, guerón pero discurre sin dificultad.
ramblas de Santomera y Abanilla. Las ram-
blas de la margen derecha, aunque de peque- La avenida del río Muía queda almace-
ña extensión, en su camino hada el río Segu- nada en el embalse de La Cierva y la del río
ra inundaron amplias extensiones de huerta y Pliego produce desbordamientos en Baños de
zonas urtjanas. La rambla de Santomera aflu- Muía y Albudeite al registrarse caudales punta
yó directamente al embalse del mismo nom- superiores a 300 m^/s, y posteriormente en la
bre, que en ese momento se encontrat» casi confluencia con el río Segura por insuficiencia
vacío, pero la de At)anílla desbordó la capaci- de capacidad del cauce.
dad del canal (250 m%) que la conduce al
mismo emt>alse, provocando inundaciones. Las crecidas de los ríos Quipar y Argos
En la Vega Baja de Alicante se produjeron son retenidas en tos embalses de Alfonso XIII
igualmente importantes crecidas en ramblas y y Argos, que se incrementan en 3 y 1 hm^ res-
ramblizos con las mismas consecuencias ca- pectivamente.
tastróficas (Juárez Sanchez-Rubio et al.,
1989). Es de destacar los 8 hm^ de agua que Respecto a las crecidas de IEIS ramblas
acumuló el embalse de La Pedrera en tan só- de Agua Amarga, Judío, Cárcavo y Moro se
lo un día y con una cuenca de 40 km^. vierten directamente al río Segura. En el Azud
de Ojos la avenida se lamina y se retrsisa con
Los daños fueron también cuantiosos respecto a la del río Muía. A pesar de ello, es
en el Campo de Cartagena - Mar Menor, y se inevitable pequeños desbordamientos e inun-
vio afectada la práctica totalidad de la infraes- daciones en la Vega media y baja.
tructura del trasvase Tajo-Segura.
Es de destacar la velocidad a la que
Una vez más se comprobó la insuficien- discurrieron los caudales debido a la reciente
cia de la capacidad de desagüe del río Segura limpieza del cauce lo que evitó mayores inun-
desde la Contraparada hasta la desemboca- daciones. El volumen retenido en los etribal-
dura, y la necesidad urgente de acometer las ses fue de 16 hm^ y el evacuado al mar se es-
obras de adecuación del cauce en su totali- timó en 10 hm^.
dad.
3.7. Avenida del 5-7 de Septiembre de 1989
Estas inundaciones también dejaron
constancia de la torrencialidad que pueden La década de los ochenta se despidió
llegar a presentar pequeñas ramblas, como la tristemente con una nueva inundación, en la
del Ganuchal con solo 43 km^ de cuenca (Gil que se produjeron, como consecuencia de
Meseguer, 1988) y el poder devastador que ella, numerosas víctimas humanas.
ejercen cuando varias de estas ramblas se
suman. En esta ocasión las precipitaciones se
produjeron durante k)S dí£is 5 y 7, dando como
Por otro lado, las inundaciones produci- resultado en toda la cuenca dos ondas de aveni-
das en el Campo de Cartagena - Mar Menor, da. En esta ocasión se dio la particularidad de
también pusieron de manifiesto la importancia que se produjeron lluvias de gran intensidad en
de respetar tos drenajes, cuando se realizan algunas zonas y de alta intensidad en el resto,
aterrazamientos o acondicionamientos de tie- por to que salieron multitud de ramblas que
rras para el cultivo, o cualquier otro tipo de aport£iban caudales a las ya crecidas aportacio-
obra de infraestructura vial o urbana. nes del Segura. Por elb, el tiempo de duración

100 Serte Geogiéflea


Las Inundatíones en España en los últimos veinte años. Una perspectiva geográfica.
Figura 4 . - Avenida de septiembre de 1989, Caudales circulantes por el puente viejo de Murcia.

de máximos caudales en todos los tramos fue 3 Bolnuevo (Rodríguez Estrella eí al., 1993). Hay
o 4 veces superior al de otras ocasiones. que decir que todos estos usos del suelo se en-
contraban ubicados en el lecho de inundación
Afortunadamente, debido a las inunda- de la rambla y en el delta de desembocadura.
ciones de los años anteriores, se habían reali- Además, otro factor de incidencia en esta inun-
zado numerosos trabajos y las motas entre la dación fue la existencia de un puente, aguas
Contraparada y Guardamar estaban recreci- arriba de la carretera Mazarrón - Águilas, inca-
das y consolidadas. Ei cauce también se en- paz de evacuar tal cantidad de agua (se sobre-
contraba limpio, por lo que hubo mayor capa- pasó en dos metros) y que actuó como presa. El
cidad de evacuación y velocidad. nuevo puente, construido un año después, se
hizo con la sección suficiente para poder eva-
Se realizaron retenciones, laminaciones cuar caudales de avenida de hasta 1.500 rri^/s y
y desvíos de aguas, pero a pesar de ello en el se acondicionó el cauce de la rambla.
puente viejo de Murcia se midieron alturas de
5,20 m (figura 4), 7,25 en Beniel, y 7,27 en Las consecuencias catastróficas en este
Rojales, las cuales produjeron inundaciones tipo de ramblas se acrecienta por la velocidad
en distintos tramos de las cuencas media y de las aguas circulantes y por la gran cantidad
baja del Segura. de arrastres sólidos, en ocasiones de gran volu-
men, que llevan consigo. La instalación de un
Las lluvias torrenciales, con las conse- camping en el lecho fluvial de una rambla y la
cuentes avenidas, se produjeron en diferentes catástrofe que se ocasionó no sirvió de expe-
puntos de la cuenca del Segura, pero son de riencia, y años más tarde (agosto de 1996) se
destacar los caudales que circularon por la ram- producía, otra catástrofe humana en el camping
bla de Las Moreras. Según cálculos realizados aragonés de Biescas.
por la C.H.S. por dicha rambla llegó a circular un
caudal punta de 1.300 m^/s. La onda de avenida 3.8. Avenida del 26 de septiembre al 10 de
de varios metros de altura, al estrecharse la Octubre de 1997
rambla a 1,5 km. en dirección al poblado de
Bolnuevo, desbordó su lecho de inundación es- En la década de los 90, afortunadamen-
tacional y arrasó Infraestructuras urbanísticas, te, sólo son de mencionar dos episodios llu-
invernaderos agrícolas y el propio camping de viosos de alta intensidad. El primero de ellos

Número 9 101
2000
tuvo lugar entre tos días 26 de septiembre al 1 producir caudales máximos instantáneos
de octubre, y el segundo del 4 al 6 de octu- espectaculares, como lo fueron los del Gua-
bre. En eügunas estaciones la precipitación dalentín en 1973 (3.000 m%), o los 1.300
acumulada sobrepasó el 50% de la media de las Rambla de Las Moreras en 1989.
anual, y como precipitaciones puntuales máxi-
mas se pueden citar los 244 l/m^ recogidos en
Lietor o los 215 en el embalse de Fuensanta.
4.- CAUSAS DE LAS AVENIDAS E INUN-
Las lluvias más importantes se concen- DACIONES
traron en la cabecera del río Segura, Vega
AKa y Guadalentín. En esta ocasión, los cau- Las causas de las avenidas en la Cuen-
dales circulante no fueron excesivamente ele- ca del Mediterráneo y en la del Segura, son
vados, produciéndose picos de crecida en el principalmente climáticas. No obstante, exis-
río Moratalla, Pliego, y rambla Salada del or- ten otros factores secundarios (características
den de 70-90 m^/s y mas de 120 en Lorca. morfoestructurales de las cuencas y sistemas
Circularon caudales de 160 m% en Murcia y de sus redes de drenaje) que, al combinarse
mas de 200 m% en Orihuela, tras la confluen- con unas precipitaciones intensas, producidas
cia del Guadalentín. en un período muy corto de tiempo, dan lugar
a inundaciones más o menos importantes, en
Las distintas obras de infraestructura distintas áreas de la cuenca.
proyectas y terminadas, entraron en esta oca-
sión en funcionamiento y cumplieron el papel 4.1. Causas climáticas
aperado, por lo que en esta ocasión no hubo
que lamentar pérdidas notables. Numerosos han sido los autores que
han tratado de explicar los fenómenos por los
3.9.Caracteríaticas comunes de las inunda- cuales se llegan a producir las precipitaciones
ciones. intensas, que originan las inundaciones en la
cuenca del Mediterráneo y en la del Segura, a
Las inundaciones acaecidas en las dos los que remitimos y entre los que pueden ci-
últimas décadas del siglo XX, presentan prác- tarse: Capel Molina (1980, 1987, 1989a,
ticamente las mismas características que el 1989b), Capel Molina y Oleína Cantos (1993),
resto de inundaciones sufridas en la cuenca Font Tullot (1983), García de Pedraza (1983),
del Segura (ITGE, 1988) entre las que podrían Gil Oleína (1988, 1989), López Gómez (1983),
citarse las siguientes: Martín Vide (1987), Miró Granada (1983),
Peinado Sema (1983), Pérez Cueva y Armen-
- Se presentan como consecuencia de tem- got (1983), Quereda (1985,1989), etc.
porales de lluvias intensas, generalmente
en otoño. De una forma muy sucinta, se podría
decir que, las lluvias intensas en la vertiente
- La duración media suele ser de 3-4 días; mediterránea suelen estar estrechamente liga-
das al fenómeno climático de la "gota fría". Se
- Los daños materiales son principalmente en trata de una anomalía meteorológica que tie-
agricultura (aunque en las inundaciones de ne lugar generalmente a finales del verano y
1987 fueron muy importantes los daños en comienzos del otoño, al producirse bruscos
infraestructuras); procesos de evaporación y condensación at-
mosférica que empujan grandes masas nubo-
- Las inundaciones más graves se han produ- S£is contra las cordilleras montañosas que
cido por la confluencia de las ondas de cre- bordean la costa.
cida del Segura con alguno o algunos de los
tributarios. Históricamente era muy temida No obstante, la fuerte inestabilidad ter-
la confluencia del Segura con el Guadalen- modinámica generadora de grandes precipita-
tín, pero en las inundaciones de la década ciones puede darse también en primavera, e
de los ochenta han sido determinantes las incluso en verano, aunque en menor medida,
ramblas de Minateda, Judío y Rio Muía. como se puede comprobar en los registros
recientes e históricos. De l£is siete inundacio-
- Los caudales son generalmente de carácter nes producidas en estas dos últimas décadas,
repentino, como lo reflejan la mayoría de los siete de ellas han tenido lugar en otoño y una
hidrogramas de crecidas del Segura, Gua- en verano.
dalentín o rambla de Minateda, y suelen

102 Serle G0o¡M^ca


Las Inundaciones en España en los Otlntos veinte años. Una perspectiva geográñca.
Rio 0 rambla | Superficie (km^ I LongHud (km) Pendiente (%•)
MARGEN DERECHA
Rio Moratalla 345 49 24
Rio Argos 506 48 18.6
Río Qulpar 814 51 17
Río Muía 647 57 13
Rio Guadalentfn 3302 121 3
MARGEN IZQUIERDA
Rio Mundo 3508 119 9.2
Rambla del Judío 623 59 11
Rambla del Moro 380 41 23
Rambla Salada (Santo) 172 24 13
RAMBLAS VERTIENTES DIRECTAMENTE AL MAR
Rambla del Albujón 764 42
Rambla de Las Moreras 266 25
CUENCA DEL SEGURA COMPLETA
1 18870 1 276 1
Tabla 2: Características de los principales afluentes del río Segura responsables de gran número de inundaciones.

4.2. Causas morfoestnjcturales. contención y de los propios aportes, el lecho


menor del río ocupa una posición topográfl-
La cuenca del Segura es un territorio ca más elevada que su llano de inundación
donde abundan los desniveles topográficos, (relieve invertido). Al sobrepasarse los cau-
alternando sierras, depresiones y llanuras lito- dales que pueden circular por este estrecho
rales. Las cabeceras de las cuencas del Se- cauce, o se rompe una mota de contención,
gura, Mundo y Guadalentín son montañosas y la inundación está asegurada.
de elevadas pendientes, lo que favorece la
ton-endalidad. Por otra parte, la litología predominante
en la cuenca del Segura son: calizas, margas y
La geomorfelogia de las distintas partes depósitos cuaternarios. Como es sabido, las
de la cuenca influye directamente en la circu- margas, existerrtes en todas las depresiones
lación de las agüéis en caso de avenida: intranx)ntañosas, son impenneables, lo que fa-
vorece las escorrentías; pero las calizas, que se
- En los valles de cabecera de todos los cau- suelen encontrar en la mayoría de las cabece-
ces y especialmente en las ramblas, los ras de las cuencas, aunque se consideran per-
cauces discurren encajados sin llano de meables por las abundantes redes de diaclasas
inundación y se pueden alcanzar alturas de y planos de estratificación, arrte lluvias de gran
agua y velocidades importantes. Si la red de intensidad, se comporteui también como imper-
drenaje está bien jerarquizada, los impor- meables, especialmente en aquellos sectores
tantes caudales generados en estas cabe- desprotegidos por la vegetación. En este sentido
ceras se vierten al cauce principal (es decir es bastante sigNficativo los valores obtenidos
al Segura); si se trata de pequeñas cuen- por Segura (1987), respecto a la cantidad de
cas costeras desembocan en el mar lluvia necesaria en ramblas de distinta litología
(ramblas del campo del Mar Menor - Carta- para producir escorrentías (30 mm en ramblas
gena - Mazarrón; y en ocasiones se vierten margosas y de 65 mm en ramblas calizas).
a amplios llanos de inundación (Rambla de
Nogalte al valle del Guadalentín, o Rambla Otros factores que irrtenñenen en las pun-
del Gartjchal al Segura, etc.), configurando tas de crecida son: la densidad y naturaleza de
en estos casos, abanicos aluviales de di- la cubierta vegetal, la potencia y características
mensiones variables. de los suelos, y los usos del suelo (Mateu Be-
llos, 1990). Los suelos de la cuer)ca del Segura,
- En el tramo del Segura y afluentes principa- como corresponde a una región semiárida y, en
les, donde existen terrazas fluviales, el río especial, los desarrollados sobre margas están
' ocupa el fondo del valle habitualmente y se muy degradados y son fácilmente erosionables.
expande por la primera terraza cuando el Por otra parte, la cubierta vegetal es escasa de-
caudal aumenta. bido a una deforestación milenaria y incendios
frecuentes, de ahí la necesidad de acometer tra-
- En la vega media y baja del Segura, debido bajos de restauración Ndroiógico-forestales, a
al recrecimiento constante de las motas de unritmomucho mayor de lo que se está hacien-

NúmeroS 103
2000
do. Respecto a los usos del suelo, la interven- afluentes de la marigen derecha son más nu-
ción humana ha supuesto la modificación artifi- merosos y con una superficie de cuenca ma-
cial de la respuesta del ll£ino de inundación me- yor (tabla 2); mientras que los afluentes de la
diante cultivos (que cambian la rugosidad natu- margen izquierda a excepción del río Mundo
ral), construcción de viviendas y vías de comuni- son ramblas, pero con longitudes y superficies
cación, que son capaces de desviar los flujos nada despreciables.
hídricos, e incluso, de producir importantes ca-
tástrofes. 4.4. Otras causas

4.3. Características de la red de drenaje Es importante mencionar el efecto difu-


sor de la inundación que se produce mediante
La redfluvialde la cuenca del Segura es- el complicado sistema de riego de la cuenca
tá constituida fundamentalmerrte por ramblas del Segura, que compuesto por 36 "azudes"
(aunque a algunas de eHas se las llame ríos) y de derivación y 89 tomas de acequias dan rie-
caracterizada por poseer cuencas bastsmtes re- go a 52.000 ha. a lo largo de unos 200 km.
dondeadas, elevadas densidades de drenaje y del río. Intimamente unida con la red de ace-
cauces de escasa longitud pero de elevada pen- quias se ha desarrollado una red de
diente (Vidal Abarca, et al., 1997). Todo ello le "azarbes", que son tos cauces que drenan las
hace tener un elevado índice de ton^ncialidad, tierras regadas, y cuyas aguas si la calidad lo
como se ha puesto de manifiesto en numerosas permite, pueden volverse a utilizar para regar
ocasiones, y en especial, en estas últimas inun- tierras situadeis aguas at}ajo. La red de ace-
daciones en las ramblas del Judío, Moro, Las quias (aguas nuevas) y azarbes (aguas vie-
Moreras, Garruchal, cabecera del Guadalentín o jas), constituyen todo un complejo sistema, en
río Muía. el cual las acequisis se sitúan en las posicio-
nes más elevadas, mientras que los azarbes
Las ramblas son comentesfluvialesefí- ocupan los surcos u hondonadas (Reselló
meras, labradas sobre rocas blandas. Presen- Verger, 1989).
tan un ruptura de pendiente importante entre
la cabecera y la cuenca baja y suelen poseer En época de crecid£is toda esta red de
amplios lechos en su tramo medio - bajo, con riego que cubre la superficie de la huerta pue-
frecuencia pedregosos. Estos amplios lechos de llegar a distribuir la crecida por todos los
sugieren los importantes caudales que por ella rincones. Los azaríjes invierten el sentido de
pueden circular en épocas de crecida y el po- su flujo normal (desde los campos de cultivo
der devastador de la carga sólida que pueden hacia el Segura o Reguerón) y se transforman
transportar, como se evidenció en la inunda- en nuevos brazos de la crecida (Juárez San-
ción de septiembre de 1989 en la rambla de chez-Rubio, 1989). En las inundaciones de
Las Moreras. 1987 especialmente, toda esta red de riego y
drenaje tuvo un efecto muy negativo.
Otro factor que incrementa de modo
acusado la peligrosidad de inundaciones por
avenidas es la convergencia hidrográfica. Las
inundaciones más importantes, que siempre 5.- IMPACTOS DE LAS INUNDACIONES
se citan en la cuenca del Segura, se produje-
ron por el solapamiento de las ondas de creci- 5.1. Impactos geomorfológlcos
da del río Segura y del río Guadalentín. El
río Segura desde el kilómetro 158 en el que Entre los impactos geomorfológicos que
confluye el río Mundo, hasta el 283 en el que producen las precipitaciones intensas y las inun-
desemboca el Guadalentín, recibe la totalidad daciones destacan tres procesos fundamenta-
de sus grandes tributarios. Este sector del río les: erosión, transporte y sedimentación.
que comprende el 36% de su recorrido total,
es propicio a peligrosas concurrencias de on- En las laderas, tiene lugar una importante
das de crecida que ocasionan graves inunda- erosión producida bien, por el impacto de las
ciones principalmente en la Huerta de Murcia lluvias de alta intensidad, bien por la lamina de
y Vega Baja. agua que escurre, dando como resultado una
pérdida de sueto considerable, tanto por erosión
No obstante, es importante mencionar laminar como por la creación de surcos o des-
la disimetría de la red de drenaje principal, co- prendimientos en masa. Sin/a como dato las
mo un factor importante a considerar (López ot)servaciones realizadas por López Bermúdez
Bemiúdez y Gutiérrez Escudero, 1983). Los y Gutiérrez Escudero (1983) de las inundado-

104 Serle Geográfica


Las Inundación^ en España en los úMmos veinte años. Una perspectiva geográfíca.
Figura 5.- Surcos de erosión producido^ por la avenida de 1962 en Heltfn [Albacete).

nes de octubre de 1982 en la rainbla de Minate- fuegos con anterioridad a las lluvias torrencia-
da, donde midieron pérdidas de suelo de Inasta les, de tal manera que estas arrastraran ias
80cm (figuras). sustancias más fértiles de los horizontes su-
perficiales y al ser posteriormente depositados
En los cauces, se suelen producir soca- en las vegas, contribuyeran a enriquecerlas
vamientos en los márgenes, modificaciones en en sustancias orgánicas.
el trazado y en lecho fluvial. Junto a esto, los
arrastres sólidos transportados se depositan a En la actualidad, bien por el uso de fer-
modo de lodos cubriendo amplias superficies, tilizantes artificiales en las áreas de cultivo in-
formando barras y otras formas de depósito en tensivo, bien por la erosión que ya soportan
el fondo de los cauces, o conos de deyección los suelos que tras las lluvias torrenciales son
donde la topografía y la disminución de la ener- arrastrados, los sedimentos que se depositan
gía de transporte lo permiten. en una inundación, no sólo no son beneficio-
sos, sino que en la mayoría de los casos, son
En definitiva una avenida tiene implicacio- perjudiciales para los suelos agrícolas.
nes hidrológicas, geomorfológicas y sedimento-
lógicas en la respuesta del sistema fluvial Estudios realizados tras las Inundacio-
(Mateu Bellos, 1990). nes de 1982 (Gaseo Montes, 1983), han
puesto de manifiesto como en estos sedimen-
5.2. Empobrecimiento de ios suelos por tos arrastrados, los elementos fertilizantes nu-
sedimentación tritivos son más bajos que los de los suelos
que los han recibido, además de presentar
Uno de los impactos de las inundacio- elevados contenidos en caliza activa, suficien-
nes es el anegamiento de cultivos por los se- tes para producir clorosis férrica. Por otra par-
dimentos dejados tras la inundación (figura 6). te, en áreas donde la fertilización artificial es
Desde antiguo se tiene la creencia de que las intensa desde hace mucho tiempo, los niveles
Inundaciones fertilizan los suelos, que se ven de fósforo y particularmente los de potasio re-
agotados por el cultivo. La creencia estaba sultan perjudiciales para el mantenimiento de
tan arraigada que en ocasiones se practicaba las productividades que se venían obteniendo.
el "entarquinado", que consistía en provocar la Sólo en el caso de cultivos tradicionales poco
erosión de los suelos, por ejemplo mediante intensivos, sin fertilización artificia!, un aumen-

Número 9 105
2000
to en fósforo y potasio podría ser beneficioso. Las Inundaciones, aunque como se ha visto,
Además, como la materia orgánica presenta son un fenómeno natural, físico e hidrológico,
valores muy bajos (inferiores al 1%), y al no cuando se producen sobre zonas donde hay
existir estructura en la fracción mineral, se fa- actividades humanas se convierten en un im-
vorece la formación de una costra superficial portante problema territorial con grandes im-
que cuando el suelo se seca, favorece la es- plicaciones socioeconómicas. La actividad
correntía superficial e impide la infiltración. humana ha tendido a localizarse tradicional-
mente en los ten-enos aluviales cercanos a los
Respecto al aumento de la salinidad no ríos, donde la topografía llana y la fertilidad de
hay resultados concluyentes, pero sin duda, el los suelos, favorecen su cultivo y rendimiento.
lavado de los suelos de la cuenca del Segura,
con rocas de alto contenido en sales, junto Las áreas inundables de primer orden
con los suelos que ya soportan una Importan- según han sido Identificadas en el Plan Hidro-
te salinidad, lleva a pensar que tras una inun- lógico de la Cuenca del Segura (CHS, 1992),
dación, el aumento de esta en los suelos férti- y que suelen sufrir los mayores impactos so-
les, también puede ser importante. cioeconómicos son: el tramo del valle del río
Segura, comprendido desde Cieza hasta el
5.3. Impactos socioeconómicos mar; el tramo medio - bajo del río Guadalen-
tín; las ramblas principales del Campo de Car-
Las consecuencias más visibles de una tagena - Mar Menor; y las ciudades de f^ur-
inundación son, sin duda, las que sufre la po- cia, Lorca, Cartagena y Orihuela.
blación y su economía. Pérdidas de vidas
humanas y de animales, daños en los cultivos,
en las viviendas y en las infraestructuras en
general, son los impactos más destacados. 6." ACTUACIONES REALIZADAS EN LA
CUENCA DEL SEGURA PARA PREVENIR O
MINIMIZAR LAS CONSECUENCIAS DE LAS
AVENIDAS

Para la prevención de las avenidas se


han propuesto y realizado distintas actuacio-
nes, que suelen ser clasificadas en acciones
estructurales y no estructurales (Caries Geno-
vés, 1989; Mateu Bellés, 1990, Palancar Pe-
nella, 1990, etc.).

Las acciones estructurales consisten


fundamentalmente en obras de infraestructura
hidráulica, que modificando el régimen natu-
ral, o las condiciones de desagüe del cauce,
permitan reducir el riesgo de inundación o
aminorar los caudales de la misma. Entre
ellas se pueden citar: construcción de embal-
ses, diques, malecones y muros de conten-
ción, encauzamientos, trasvases, desvíos,
cortas y corrección de cuencas.

Entre las acciones no estructurales es-


tarían el establecimiento de buenos sistemas
de información y predicción meteorológica e
hidrológica, la restauración hidrológico forestal
de las cuencas, ordenación del territorio
(mediante zonación de riesgo), sistemas de
pólizas de seguros, elaboración o actualiza-
ción de planes de emergencia, etc.

Figura 6.- Árboles de la huerta de Murcia cubiertos por


los sedimenlos dejados tras las inundaciones de 1989

106 Serie Geográfica


Las inundaciones en España en ios úitímos veinte años. Una perspectiva geográfica.
6.1. OBRAS DE INFRAESTRUCTURA 1986 se redactó el "Proyecto de Obras de De-
HIDRÁULICA fensa contra las inundaciones en el Valle del
Segura", siendo el primer Plan de defensas
6.1.1. Las primeras obras de prevención contra avenidas que se hace en España, y
según algunos autores que hacen referencia a
Si se hace un poco de historia, parece el (Bautista Marín, 1977, 1989; Botía Pantoja,
ser que fueron los romanos los que iniciaron, 1993; Maurandi Guirado, 1995), constituyó un
tímidamente, algunsis obras de aprovecha- plan modélico.
miento de avenidas, como lo atestiguan los
restos encontrados en el congosto de Puentes
o en los parajes de "Peñones", Ton-edlla" y 6.1.2. El Plan de Defensa de Avenidas en la
"San Julián" (Bautista Martín y Muñoz Bravo, Cuenca del Segura de 1886.
1986). En época árat>e no existía ninguna
obra de regulación y estos trataron de contro- El plan agrupaba las obras en tres capí-
lar las avenidas y de utilizarlas, por medio de tulos (Bautista Marín, 1989 y Maurandi Guira-
los "cauces de diseminación de avenidas". do, 1995):
Una avenida es subdividida sucesivamente,
por cauces de sección decreciente, con un - Obras que se oponen el desbordamiento
trazado similar a los dedos de una mano, de (diques longitudinales o motas)
forma que en el mínimo tiempo posible el - Obras que modifican el régimen de las
agua, cargada de tarquines, llegaba a los re- aguas rebajando el nivel máximo (diques
gadíos más lejanos, los fertilizaba y quedaba transversales, presas de embalse o repo-
simultáneamente reducido el efecto destructor blaciones)
de la avenida (Bautista Marín, 1989). Ejem- - Acciones indirectas de minimización de da-
plos de estos cauces de diseminación los en- ños (seguros, reglamentación de zoneis
contramos tanto en la huerta de Murcia (la inundables, etc.).
construcción de la Contraparada, presa de la
que parten las acequias de riego de la Huerta De las obras propuestas se llegaron a realizar
de Murcia, data del 980), como en la cuenca las siguientes:
del río Guadalentín (Los Sangradores). Aún
hoy a o largo de numerosas ramblas se pue- - Recrecimiento de la Presa de Valdeinfierno
den encontrar "boqueras" que aprovechaban en 1897. Esta presa ha funcionado como
el agua de avenidas para riego, al mismo presa agujero hasta 1953 pues no tenia
tiempo que hacían disminuir el caudal compuerta de desagüe de fondo. En la dé-
(Morales Gil, 1969 y 1989; Morales Gil et al., cada de los 60 se le construyó un aliviade-
1989). ro y se recreció un metro. En la actualidad
está casi totalmente aterrada de sedimen-
En época más reciente, tras cada inun- tos.
dación y pérdidas cuantiosas, se diseñaron - Construcción del Embalse de Alfonso XIII
obras y proyectos de actuación para controlar en el río Quipar, en 1917, para un volumen
las avenidas, y que aún continúan en nuestros de embalse 30 Hm3..
días. Como opina Lemeunier (1989), "la catás- - Construcción del Embalse del Talavé en el
trofe es el motor de la historia hidráulica". río Mundo, en 1918, para un volumen de
33 hm^
La primera obra importante que se aco- - Construcción del Embalse de Fuensanta
metió fue la construcción del embalse de en el río Segura en 1932, para un volumen
Puentes (en la cabecera del río Guadalentín), de 240 hm^
cuyas primeras obras se iniciaron en 1647. - Aliviadero de Puentes, modificado poste-
Con posterioridad, en 1785 se empiezan las riormente en los años 60.
presas de Valdeinfierno y Puentes, estando - Canal del Paretón, para derivación del río
en funcionamiento en 1787. En marzo de Guadalentín, para un caudal de 200 m%.
1802 a consecuencia de intensas lluvias la - Canal del Reguerón, para derivación del río
presa de Puentes se rompió produciendo una Guadalentín, para un caudal de 150 m^/s.
gran catástrofe. La riada de Santa Teresa, el - Los embalses de los ríos Argos y Taibilla,
15 de octubre de 1879, aceleró la construc- que aunque proyectados en el siglo pasa-
ción del nuevo embalse de Puentes (tercera do, se realizaron en 1973 y 1974 respecti-
presa), comenzándose a explotar en 1884. vamente.
Dos años después de otra importante riada (la - Corrección hidrológica de los torrentes en
de Ascensión, el 22 de mayo de 1884), en los ríos Luchena y Velez (cabecera del río

Números 107
2000
Guadalentín), y de otras ramblas de la grosos los ríos Guadalentín y Muía, y las ram-
cuenca baja del Guadalentín. blas del Cárcavo, Judío y Moro.
- Las obras complementarias de este plan
no se llegaron e ejecutar. En el plan de defensa de 1977, según
su autor (Bautista Marín, 1989) se han segui-
6.1.3. El Plan Nacional de Obras hidráuli- do las mismas directrices del plan de 1886, no
cas de 1933. obstante se han distinguido defensa de ciuda-
des y defensa de vegas. El conjunto de obras,
En 1926 al crearse la Confederación se agrupan en encauzamientos, trasvases,
Hidrográfica del Segura (C.H.S.), se inicia una presas exclusivamente de laminación de ave-
campaftei sistemática de aforos y mediciones nidas, conBCdón de cauces y repoblaciones
pluviométricas, se analiza la situación de la forestales.
cuenca y se redacta el Plan Nacional de obras
Hidráulicas de 1933. Proponiéndose la cons- Defensa de ciudades:
trucción de las embalses del Cenajo, Camari- - Cartagena: Encauzamiento de la rambla
llas, Santomera, Moro y Los Luises. del Hondón.
- Lorca: Acondicionamiento del río Guada-
Los embalses del Cenajo y Camarillas lentín y reunbla de Tiata.
se concibieron tanto para defensa de aveni- - Orihuela: Variante del río Segura a su paso
das, como para regulación de regadíos. Con por la ciudad.
la puesta en explotación de ambos en 1953
se Eunpliaron los regadíos de la cuenca del Defensa de vegas:
Segura en 20.000 Has. - Acondicionamiento del canal del Reguerón.
- Presa del Romeral.
Con la construcción embalse del Cena- - Presa del río Pliego.
jo, de 470 hm^ (el mayor de la cuenca), junto - Presa de Los Rodeos.
con el ya construido de Fuensanta hizo que la - Acondicionamiento del canal del Paretón
cabecera del Segura quedara completamente - Encauzamiento del río Segura desde Mur-
regulada. cia hasta Guardamar.
- Presa del Moro
El embalse de Santomera con sólo 26 - Presa del Cárcavo
hm^de capacidad, tiene la función de defensa
- Presa del Judío
de avenidas de la rambla de Santomera, y
mediante un canal de trasvase de la rambla - Recrecimiento del embalse de Puentes
de Abanilla. Desde la entrada en funciona- - Encauzamiento del río Guadalentín aguas
miento del trasvase Tsyo-Segura, también arriba y abajo de Lorca.
puede recibir aguas del Segura en épocas de - Trasvase del río Argos al río Quipar.
avenida, a partir de la derivación del Azud de El presupuesto total de las obras de de-
Ojos. fensa era de 5.415.492.000 pts., y el de las
acciones correctoras sobre la erosión de la
La construcción del embalse de Los cuenca, proyectado para una segunda fase,
Luises en el río Mundo se desestimó poste- se estimaba en 11.827.030.000 pts. Es decir
riormente. La presa en la rambla del Moro es más del doble de las obras de defensa.
de muy reciente construcción.
Las obras de este plan proponen actua-
No obstante, pese a todas estas impor- ciones en todos los puntos problemáticos de
tantes obras, la regulación del río Segura es- la cuenca, diferenciando cuatro sectores:
taba aún muy lejana y tras otras importantes
avenidas e inundaciones en la cuenca, espe- 1. Cuenca del Segura hasta Almadenes. En
cialmente la avenida de 1973, se redactó otro este tramo por la regularización del Segura
plan de defensa contra avenidas en 1977. que ya existe, sólo se propone el canal de
trasvase del Argos al Quipar para evitar
inundaciones en las vegas de Calasparra
6.1.4. El Plan de Defensa de Avenidas en la y conseguir que los caudales aportados por
Cuenca del Segura de 1977. el río Argos al Segura en avenidas sean
moderados.
Del estudio realizado con posterioridad
a la construcción de los emt>alses del Cenajo 2. Cuenca del Segura desde Almadenes has-
y Camarillas, se determinaron como muy peli- ta Murcia. Este tramo presenta una gran

108 Sarle Geográfica


Lss Inundackxies en España en los últimos veinte años. Una perspectiva geográfica.
Área AAode
Prasa Rio o rambla Capacidad Hm* Uao
(Km») conatrucción
Puentes 1 a III Rio Guadalentfn 1490 1884 31.6 (13.9 en 1976) Defensa y Riego
Valdelnflerno Río Guadalentfn 540 . 1897 25 (14.2 en 1976) Defensa y Riego
Alfonso XIII Rfo Quipar 571 1916 42 (21.6 en 1976) Defensa y Riego
Talave Rfo Mundo 994 1918 55 (33 en 1983) Defensa y Riego
La Cierva Rfo Muía 215 1929 7 (5.2 en 1985) Defensa y Riego
Fuensanta Rfo Segura 1235 1933 235 (205 en 1977) Defensa y Riego
Anchuricas Rfo Segura 84 1957 8 (6.25 en 1979) Hidroeléctrico
U Vieja (Novia) Rfo Zumeta 272 1959 1 Hidroelóctrtco
Cenajo Rfo Segura 1430 1960 472 (439 en 1984) Defensa y Riego
Camarillas Rfo Mundo 1380 1960 40 (35.84 en 1983) Defensa y Riego
Santomera Rambla Santomera 143 1965 26 Defensa y R T-S
Argos Río Argos 495 1970 12 (11.14 en 1976) Defensa y Riego
Talbilia Rfo Taiblila 205 1973 10 (9.1 en 1981) Defensa y Riego
Ojos Rfo Segura 1975 2.2 Regulación T-S*
Mayos Rambla del Mayes 1980 1.4 Regulación T-S
La Pedrera Canal Post. T-S 40 1980 250 (246) Defensa y R T-S
Moro Rambla del Moro 380 1990 9.5 Defensa
Judio Rambla del Judío 570 1993 10 Defensa
Cárcavo Rambla del Cárcavo 35 1993 55 Defensa
Pliego Rfo Pliego 206 1994 9.0 Defensa
Dona Ana Río Pliego 19.8 1994 2.75 Defensa
El Romeral Río Guadalentfn 1995 5.55 Defensa
Los Rodeos Rfo Muía 647 1996 16.0 Defensa
Algedras Rambla de Algedras 65 1997 10.5 Defensa
El Boquerón Rambla Boquerón 299 1998 17 Defensa
Bayco Rambla Bayco 242 1998 19 Defensa
Los Charcos Rambla Los Charcos 29 1999 5 Defensa
Puentes IV Río Guadalentfn 1490 1999 29.5 Defensa y Riego

Tabla 3.- Presas de la Cuenca del Segura. Las superficies y las capacidades se encuentran en proceso de actualización
por parte de ia CHS.
* R T-S = Regulación Trasvase Tajo-Segura.

peligrosidad, por lo que se propuso la Después de las inundaciones de 1982 se


construcción de tres presas en las ramblas creó dentro de la Comisión Nacional de Protec-
del Cárcavo, Judío y Moro, y las presas de ción Civil (1983), una Comisión Técnica de
Pliego y Los Rodeos en el río Muía. Emergencia para Inundaciones, elaborándose
para cada cuerx^a un estudio de las inundacio-
Cuenca del Segura desde Murcia hasta la nes catastróficas y un mapa deriesgospoten-
desembocadura. En este sector al no po- ciales. Pero será tras \as inundaciones catastró-
derse realizar ninguna obra de regulación, ficas de 1987, cuando las obras de defensa
por la planitud del terreno se propone la vuelven a cobrar un nuevo impulso y por Real
adecuación del cauce del río Segura, con Decreto Ley de 13 de noviembre de 1987, se
capacidad suficiente para evitar desborda- señalaron las obras a realizar y las anusüidades
mientos. correspondientes para su finalización en 1992.

Cuenca del Guadalentín. En este río, de 6.1.5. Obras de Defensa de Avenidas en la


terribles avenidas, se propone, el recreci- Cuenca de Segura, previstas en el Real De-
miento del embalse de Puentes, la cons- creto Ley de 13 de Noviembre de 1987.
trucción de la presa del Romeral, el encau-
zamiento del río Guadalentín aguas arriba Las obras presupuestadas en esta oca-
y abajo de Lorca y el acondicionamiento sión fueron 23, que correspondían a 10 en-
del canal del Paretón para desvío de las cauzamientos (5 de los cuales en el río Segu-
aguas del Guadalentín al mar, para una ra) y 13 presas. Algunas de estas obras ya
capacidad de 800 wP/s. estaban incluidas en el Plan de Defensa de

Número 9 109
2000
1977, pero otras eran nuevas. Los trece nue- - Algeciras, se sitúa en la rambla de Algeci-
vos embalses con una capacidad de 178 hm^, ras, afluente del río Guadalentín. Esta presa
aseguran que para un período de retomo de está concebida como defensa y regulación
50 años, por el cauce del río Segura no circu- de las aguas del trasvase.
larán caudales superiores a 400 m^/s. Para
aumentar el período de retomo sería necesa- El plan ha supuesto una inversión supe-
río constnjir embalses de mucha más capaci- ríor a 50.000 millones de pts. y una vez que
dad, que por otra parte la topografía no pemni- estén en explotación, la cuenca del Segura
te. (Botía Pantoja, 1992). contará con 27 presas, incluidas las de regula-
ción del postrasvase Tajo-Segura (tabla 3). La
En la actualidad, los encauzamientos capacidad de embalse existente se habrá in-
previstos están todos realizados. Para acome- crementado en 146 hm^, que sumados a los
ter el encauzamiento del río Segura 1.070 anteríores da un total para toda la cuen-
(terminado en 1994), este se dividió en 5 tra- ca de 1.216 hm^
mos, desde la Contraparada hasta Guarda-
mar, en una longitud de 88 kilómetros. El cau- Los expertos han hecho una valoración
dal proyectado ha sido de 400 m^/s (el ante- de los daños que se evitarán a partir de ahora
ríor era de 120 m^/s), para lo que ha sido ne- con el plan. Para ello han tenido en cuenta,
cesario aumentar la sección y realizar nume- por una parte, los daños directos que se pro-
rosas cortas de meandros, aumentado la pen- ducirían sobre cultivos hert)áceos, arbóreos e
diente y reduciendo su longitud total en un infraestructuras hidráulicas, agrarias y urba-
30% (Botía Pantoja, 1992). La capacidad pro- nas, en caso de no haber adoptado ningún
yectada coincide con el caudal de avenida pa- tipo de medidas; y por otra, los daños indirec-
ra un período de retomo de 50 años, una vez tos, que hacen referencia sobre todo al pro-
que estén en funcionamiento todos los embal- blema del paro de la actividad laboral que se
ses previstos. origina cuando se produce una avenida. A ello
han aftodido el valor que van a generar los
Los restantes encauzamientos con-es- recursos hidráulicos regulados adecuadEunen-
ponden a la rambla de Minateda en Albacete, te y el número de puestos de trabajo que su-
desvío del Guadalentín en el Paretón, rambla pone la construcción de las obras y su futura
del Hondón en Cartagena, Reguerón y canal conservación. Todo ello implica unos benefi-
aliviadero Argos-Quipar. cios de alrededor de 998.000 millones de pe-
setas a lo largo de la vida útil de estas obras,
Las presas son las siguientes: una cifra que es cinco veces superior a la in-
- La del Boquerón, situada en la rambla que versión que se pretendía realizar (San Miguel,
le da nombre, pretende laminar las aguas 1991).
de su cuenca y las de la rambla de Mullidar
y deferKler áreas de Tobara y Hellín. El plan tiene previsto en una segunda
- Las del Bayco y Los Charcos, se sitúan fase, un conjunto de trabajos hidrológico-
igualmente en estas dos r8unblas. forestales (repoblaciones, obras de corrección
- El Romeral, está situada en el río Guadalen- de ramblas y barrancos, tratamientos de ma-
tín, próximo a Librílla y se proyectó para de- sas de vegetación degradadas e infraestructu-
fender el tramo de la cuenca del Guadalen- ra viaria) y de consen^adón de suelos. Con
tín comprendido entre el Paretón y Murcia. las obras de con-ección hidrológica (diques de
- Puentes, constituye un nueva presa mampostería o gaviones, altiarradas y cade-
(desestimándose el recrecimiento contem- nas), se pretende disminuir las ondas de ave-
plado en el Ran de Defensa de 1977), y se nida y amortiguar sus efectos, tales como re-
ha construido inmediatamente aguas aniba ducir los arrastres y el aterramiento de los em-
de la presa anteríor. Esta presa sentirá tam- balses. Con la repoblación forestal de las
bién como reguladora de regadíos. cuencas se propicia una cutxerta vegetal que
- La Cíenla, en el río Muía se ha recrecido 6,5 reduzca la escorrentía y frene la erosión.
m la antigua.
- Los Rodeos, en río Muía, pero ya cerca de La repoblación aún no ha sido aborda-
su confluencia con el Segura. da, y en lo referente a la corrección de ram-
. - Pliego y Dofta Ana, situadas en el río Plie- blas y barrancos en la actualidad se han reali-
go, el afluente más peligroso del río Muía. zado 7 proyectos, para las cuencas de: Puen-
- Moro, Judío y Cárcavo, situadas en cada tes, Paretón, Argos, Alfonso XIII, La Cierva,
una de estas ramblas defienden el tramo del Pliego, Los Rodeos, Moro y Judío; y la mar-
Segura entre Almadenes y Murcia. gen izquierda del río Mundo desde el Talave

110 Sarta Gsogniffica


LMS Inundaciones en España en loe últimos veinte años. Una perspectiva geográñca.
al Camarillas. De todos los proyectos hasta el En la cuenca del Segura, gran parte del
momento se han temninado los cuatro prime- riesgo de inundación, junto a la constoicción
ros. Sólo los siete proyectos suponen una in- de las obras hidráulicas, ha comenzado a re-
versión próxima a los 2.000 millones de pese- ducirse mediante la implantación del SAIH
tas, pese a que todo el conjunto de esta obras (Sistema Automático de Infonnación Hidrológi-
(incluidas las repoblaciones, que suele ser lo ca). Se trata de un complejo sistema de sen-
más costoso) se hubiesen cuantificado inicial- sores repartidos estratégicamente por toda la
mente en 1.587 millones de pesetas. superficie de la cuenca y que suministran in-
fonnación en tiempo real de la situación hidro-
Por último, las obras de defensa como meteorológica e hidrológica. La recepción de
ampliación a las previstas en D.D.L 4/1987 de la infomnación se realiza mediante una red de
13 de Noviembre, con igual finalidad de defensa radio en el centro de control de la cuenca, que
son: las presas de la ñisca en el río Alharabe, es la Confederación Hidrográfica del Segura.
de Moratalla en el rio Morataila, la Salada, la del Aquí, en un corto espacio de tiempo, se pro-
Puerto de la Cadena, la del Puerto Garruchal, la cesa toda la información recibida, pudiéndose
de Tabala, la del Arrolb Grande, la de Torregor- aplicar modelos de predicción, e incluso mo-
da y la Seca-Salada en las ramblas de igual delos de gestión, para ayudar a la toma de
norríbre, así como los encauzamientos de: ram- decisiones.
bla de Abanilla en el río Segura, rambla de Cas-
teíar al embalse de Crevillente y ramblas de San Entre los objetivos iniciales del SAIH
Cayetano, Amores y el Hondo hasta la laguna están: la previsión y seguimiento de las aveni-
del Hondo. De todas estas actuaciones se han das, la optimización de la gestión de los recur-
realizado los proyectos, pero aún no se han ini- sos hídrícos, la mejora y seguridad de las pre-
ciado las obras. sas y la mejora de las bases de datos hidro-
meteorológicos e hidrológicos, tanto en canti-
6.2. SISTEMAS DE INFORMACIÓN HIDRO- dad como en calidad (Pedrero González,
LÓGICA. El S.A.I.H. 1996).

Entre los problemas que lleva consigo Respecto al primer objetivo menciona-
una inundación está el escaso tiempo de re- do, ante una inundación es imprescindible el
acción de que se dispone, desde que empieza disponer, de forma rápida y segura, de infor-
a producirse una situación de peligro, hasta mación pluviométrica y foronómica de los ríos
que tiene lugar una catástrofe (Camarasa, y ramblas principales, orientada a sentir de
1988). ayuda para la predicción de avenidas y la anti-
cipación de medidas para la protección contra
La necesidad de prever con suficiente antela- sus efectos dañinos (Cabezas Calvo-Rubio,
ción la formación de avenidas exige la implan- 1989). Además, a partir de la puesta en fun-
tación de técnicas que permitan conocer, en cionamiento del SAIH en la cuenca del Segu-
tiempo real, los valores de precipitaciones y ra en 1986, se dispone de datos completos y
caudales, así como una modelización, que fiables que, sin duda, serán muy beneficiosos
permita predecir los hidrogramas en determi- para el conocimiento y la mejor explotación de
nados tramos del río, para adoptar las medi- los recursos hidráulicos.
das más oportunas de protección civil, al mis-
mo tiempo que utilizar con la máxima eficacia Para dar una idea de la magnitud del
las infraestructuras de regulación que existan SAIH de la cuenca del Segura, se resumen
en la cuenca. los distintos elementos que lo integran
(Cabezas Calvo-Rubio, 1992):
Sistemas de predicción en tiempo real
se han ido desarrollando en diversos países - 296 sensores, distribuidos entre pluvióme-
(USA, Japón, Francia, etc.) y con posteriori- tros (64), pluvionivómetros (3), niveles de
dad a las inundaciones de 1982 que sufrió to- embalse (15), caudalímetros en tubería
da la vertiente mediterránea y cantábrica se (14), medidores en posición de compuerta
empezaron a diseñar en España. La cuenca (38), alarmas de nivel (48), medidores de
del río Júcar (en agosto de 1985), seguida de nivel piezométricos (35), medidores de ni-
la del Segura (en febrero de 1986), fueron las vel ultrasónico (55), medidores de nivel y
dos cuencas pioneras en implantar este siste- velocidad en cauce abierto (4), detectores
ma, debido a la importancia de las inundacio- de apertura de compuerta (16) y detectores
nes que en ellas se registran. de circulación en bomt>eo (4).

Número 9 111
2000
- 92 puntos de control, situados en embalses et al., 1995 y 1998) y contribuye a ampliar la
(15), pluviómetros y pluvionivómetros aisla- vida útil de los embalses, al impedir su aten-a-
dos (25), aforos de ríos (23), aforos en ca- miento (López Bennúdez y Gutiérrez Escude-
nales (17), aforos en ramblas (6) y control ro, 1982; Romero Díaz et al., 1992).
de impulsiones (6).
- 7 puntos de concentración, localizados en: Se calcula que, tras una tromba de
Murcia, Ojos, Camarillas, Cenajo, Puentes, agua, una hectárea de bosque mediterráneo
Cartagena y La Pedrera. puede retener hasta 400 m^ de agua. Las raí-
- 16 estaciones repetidoras de radio. ces y la cubierta vegetal ayudan asimismo a
- 175 equipos de radio. retrasar su evaporación. Según algunos estu-
- 123 enlaces radioeléctrícos. dios de ICONA, los efectos devastadores de
la mayor parte de las inundaciones en las
En situaciones de avenida, con poste- cuencas de Levante podrían disminuirse con-
rioridad a su puesta en funcionamiento (julio y siderablemente si en las riberas existiera un
octubre de 1986, noviembre de 1987 y 1988, bosque denso capaz de reducir la escon-entía
septiembre de 1989 y septiembre de 1997), el en un 50% (Recuero, 1992).
SAIH ha funcionado con buenos resultados,
en la cuenca del Segura. No obstante, hay No obstante, existen discrepancias en-
que decir, que un buen sistema de infomna- tre los especialistas sobre los efectos cuantita-
ción Ndrológica debe de actuar conjuntamen- tivos producidos por las repoblaciones y por
te con las necesarias obras de infraestructura, las diversas actuaciones de conservación de
sin las cuales no se pueden regular los cauda- suelos. El papel de la vegetación parece ser
les circulantes (Herreras Espino, 1996). Ade- escaso en grandes avenidas, con importantes
más, no se deberían de olvidar otros proyec- volúmenes de lluvias y de elevada intensidad,
tos, o medidas a realizar, de tanta o más im- ya que se produce rá|}idamente la saturación
portancia que aquél (Palancar Penella, 1990), del suelo. Por el contrario, se ha demostrado
sin las cuales no se logrará erradicar las inun- su eficacia en pequefias avenidas, retrasando
daciones. avenidas mayores, dando tiempo a los meca-
nismos de previsión y alarma, y disminuyendo
la erosión (Ruiz de la Ton-e, 1987).
6.3. RESTAURACIÓN HIDROLÓGICO
FORESTAL La ley de aguas hace de la conserva-
ción del medio ambiente hidráulico y de la re-
La restauración hidrológico forestal es forestación una de [as prioridades de la planifi-
una actuación fundamental, pero desgraciada- cación hidrológica. Todos los planes hidrológi-
mente a largo plazo, por lo que no siempre cos de la cuenca tienen ya realizados inventa-
suele tener la atención necesaria de los Pode- rios de los puntos donde la acción erosiva se
res Públicos. Valga como ejemplo nuestra manifiesta con mayor violencia en los tramos
cuenca, en la que se han realizado casi total- fluviales y contemplan actuaciones de refores-
mente las obras estructurales proyectadas, tación para atajarla.
habiéndose dejado para una segunda fase los
trabajos de restauración forestal. Cuando, en Esperamos que ios trabajos de repobla-
nuestra opinión tendrían que haberse iniciado ción y restauración vegetal, tanto por parte de
mucho antes, por el hecho de que la creación la Comunidad Autónoma, como por parte del
de una masa forestal necesita bastante tiem- Ministerio de Medio Ambiente se realicen con
po para formarse. la mayor prontitud posible.

Está demostrado que la deforestación y


la falta de vegetación acentúa los fenómenos 6.4. OTRAS MEDIDAS NO
de erosión (López Bermúdez y Romero Díaz, ESTRUCTURALES
1993), y con ellos los daftos que se producen
tras las inundaciones. La vegetación, tanto Cuando a pesar de realizar toda una
arbórea como arbustiva, no sólo amortigua el serie de medidas estructurales se siguen pro-
impacto de la lluvia en el suelo, mediante su duciendo inundaciones, se hace necesario la
capacidad de interceptación (Belmente Serra- creación de unas medidas complementarias
to y Romero Díaz, 1999), sino que también que disminuyan o palien la magnitud de las
reduce la escon-entía y su velocidad. Por otra pérdidas ocasionadas por ellas. Entre las ac-
parte, la existencia de una cobertura vegetal tuaciones más recomendables de adaptación
importante, reduce los arrastres (Romero Díaz al riesgo están: la ordenación del territorio en

112 Serle Geográfica


Las tnundatíonas en España en los últimos veinte años. Una perspectiva geográfica.
relación con las zonas inundables, la creación se podrían distinguir las siguientes zonas de
de seguros y la elaboración o actualización de riesgo de avenidas:
los planes de emergencia.
- Zona A: Con prohitMCión total de usos, que
6.4.1. Ordenación del territorio viene a corresponder al cauce publico y
zona de servidumbre.
Las avenidas de los ríos constituyen - Zona B: Márgenes correspondientes a la
lenómenos naturales" pero se convierten en avenida de 100 años, con fuertes restric-
"desastres naturales" cuando el hombre ocupa ciones a los usos del suelo.
sus llanos de inundación y construye en ellos - Zona C: Márgenes correspondientes a la
sus casas e instala sus cultivos. De esta forma avenida de 500 años con restricciones más
el hombre asume un "riesgo" que será mayor o suaves a los usos del suelo.
menor en función de donde se instale.
A nuestro juicio, a pesar de que cual-
Por ello, se hacen muy necesarias la quier zonación, sería muy difícil de aplicar en
creación de medidas no estructurales, entre la cuenca del Segura, debida a la corx^entra-
las que se encuentran las relacionadas con la ción de viviendas y cultivos desarrollados jun-
ordenación del tenitorio para preservar, en to a los cauces, se hace necesaria, con el fin
primer lugar, la ocupación de los cauces públi- de evitar o reducir posibles catástrofes.
cos y en segundo lugar, ordenar los usos de
las riberas. Para políticas de ordenación territorial
es muy necesario contar con "mapas de ries-
En España, la antigua Ley de Aguas de gos" a la escala más adecuada
1879 apenas dio lugar a deslindes y en el año (recomendable a 1:5.000, por ser la escala de
1975 ante la inoperancia de la ley, se promulgó planeamiento), al ot>jeto de que los diferentes
el Decreto 2508/1975 según el cual las Comisa- planes urbanísticos se realicen a la vista de
rías de Aguas determinarían la zona correspon- estos mapas. El IGME (1987) realizó mapas
dierrte a la avenida de 500 años y en ausencia previsores de riesgos de inundación para los
de este trámite se fijaba el límite de esta avenida municipios de Puerto Lumbreras (escala
en 100 m en terrenos msticos. A pesar de esta 1:10.000), Lorca (escala 1:8.000), Totana
práctica tan simplista, la experiencia ha demos- (escala 1:5.000) y Archena (escala 1:5.000); y
trado la poca efectividad de este Decreto. con motivo de la inundación de la rambla de
Las Moreras (septiembre de 1989) la Direc-
La nueva Ley de Aguas de 1985 puede ción Regional de Recursos Hidráulicos de
constituir un punto de partida al determinar Murcia (1991) elaboró un estudio que incluía
que el Gobiemo puede establecer las limita- mapas de riesgos. No obstante, los estudios
ciones de uso de las zonas inundables que realizados no cubren todas las áreas inunda-
estime necesarias para garantizar la seguri- bles de la cuenca del Segura.
dad de personas y bienes, considerándose
como zona inundable las que alcanzarían las 6.4.2. Seguros
aguas en las avenidas cuyo período de retor-
no sea 500 años. Igualmente se establece En los años 80 se aplica por primera
una zona de servidumbre de 5 m y otra de po- vez una medida relativa al régimen de segu-
licía de 100 m en la que se puede condicionar ros, para riesgos de inundaciones. Con res-
el uso del suelo y las actividades que se des- pecto a la "valoración y reparación de años".
arrollen. Como el uso del suelo en las zonas La ley de Aguas no dice nada y sólo con oca-
inundables está directamente relacionada con sión de las inundaciones de 1987, se promul-
la ordenación del territorio, materia de compe- gó por el Ministerio de Economía y Hacienda
tencia exclusiva de las Comunidades Autóno- el Decreto Ley 4-87 y la O.M. de 25-11-87 dis-
mas, la ley prevé posibles limitaciones en el poniendo que el Consorcio de Compensación
uso del suelo, disponiendo que se aplicarán de Seguros, satisficiera indemnizaciones para
sin menoscabo de las competencias de aque- la reparación de los daños ocasionados por
llas (Pérez Pérez, 1989). las inundaciones de aquél año.

Para ordenar y regular las márgenes de Con anterioridad a la ley 21/1990 de 19


los ríos, diversos autores han propuesto dis- de diciembre, la cobertura de riesgos extraor-
tintas metodologías, distinguiendo en general dinarios era competencia exclusiva del Con-
tres zonEis: de prohibición, restricción y pre- sorcio de Compensación de Seguros, pero
caución. Siguiendo a Berga Casafont (1987) ahora, cualquier persona puede contratar con

Número 9 113
2000
otras entidades privadas aseguradoras. El se- 7. CONCLUSIONES
guro de inurKiaciones podría incluirse dentro
del sistema de seguros agrarios. El problema De todo lo escrito anteriomiente se des-
ahora radica en concienciar a los agricultores prende que, las inundaciones en la cuenca del
de la importancia de la contratación de pólizas Segura a finales del siglo XX, se han seguido
de seguros, con el fin de poder paliar los da- produdendo cada vez que se han presentado
ños que se pudieran producir ante una posible lluvias de carácter torrendal. No otjstante, hay
inundación. que mendonar el gran esfuerzo que la admi-
nistradón está realizando, en espedal en es-
6.4.3. Planes de emergencia y de acttiacio- tos últimos años, mediante la construcdón de
nee de defensa. numerosas obras de infraestructura para su
control.
A este aspecto apenas se le suele pres-
tar atención, sin embargo, el éxito de cual- La década de los 80 pasará a los ana-
quier actuación depende del equipo humano les de la historia del Segura, como una de las
responsable y de su t>uena organización décadas en la que se han registrado mayor
(Palancar Penella, 1990). número de inundadones, destacando las de
noviembre de 1987 y las de septiembre de
En ocasiones, las distintas competen- 1989, como las más catastróficas de este pe-
cias de las administraciones públicas, hacen ríodo.
que en el momento de producirse hechos ca-
tastróficos, no se sepa muy bien que hacer o Las causas de las creddas analizadas
quién debe de dirigir las operaciones. Es im- aquí, como en otras ocasiones, han sido siem-
prescindible una actuación conjunta coordina- pre climáticas, favoreddas por las característi-
da de las distintas admiNstradones pút>licas, cas particulares de la cuenca del Segura y su
con delimitación dará de ot)jetivos y cometi- red de drenaje. Las predpitadones intensas,
dos. hoy por hoy, no se pueden detener en su caí-
da; pero queda aún mucho por hacer para tra-
A rwei nacional, pero para apücar en las tar de corregir, en lo posible, la generadón de
distintas comunidades autónomas, respecto a escon^ntías súbitas y veloces, que lo arrasan
planes de emergenda el Consejo de Ministros todo a su paso.
de 9 de didembre de 1994 aprobó la Directriz
Básica de Planificación de Protección Civil ante Las catástrofes se suelen produdr por la
el Riesgo de Inundaciones, que establece los ocupación indet)ida de los lechos fluviEües, así
requisitos mínimos sobre fundamentos, estruc- como por malas actuadones humanas, tanto
turas, organizadón y criterios operativos y de desde el punto de vista de acondidonamientos
respuesta que debían cumplir los distintos pla- de terrenos para usos agrícolas o urbanos, co-
nes espádales que se redactaran sobre emer- mo por la construcdón de obras de infraestruc-
gencias por inundadones. turas sin los dreneyes o dimensiones adecua-

En relación con las actuadones de de-


fensa en 1983, la Comisión Nacional de Pro- Si bien, las acciones estructurales son
tecdón Civil elaboró el Estudio de inundacio- muy necesarias, la catástrofe, como conse-
nes históricas. Mapa de riesgos potenciales. cuencia de una inundación, que se pretende
Ese mismo afto la Direcdón General de Obras evitar mediante la constnjcción de una presa,
Hidráulicas realizó otro estudio sobre Acdo- en ocasiones no se logra por completo; por
nes para prevenir y reducir los daños por inun- ejemplo, ei construirse una presa, se aumenta
dación en la Cuenca del Segura. Y en 1997 el nesgo de seguridad aguas abajo, con el
el Grupo de Trabajo satore Análisis e Riesgos consiguiente aumento de la ocupación huma-
de Inundadones en Espaf^, elaboró una na de los llanos de inundación y de las áreas
Guía metodológica para la elabonu^ón del Ca- ribereñas, reduciendo incluso el tamaño de los
tálogo de InurKiaciones Históricas, que supo- cauces, con to que en caso de posibles inun-
ne la actualizadón del catálogo anterior de daciones la catástrofe suele mayor.
1983.
Por otra parte, hay que tener en cuerrta
que las grandes obras de infraestructura tie-
nen una vida limitada, por lo que es muy difídí
que se pueda controlar lotalmente" al río Se-
gura y a sus afluentes. Se estima que los em-

114 Ssrfo Oeognffflea


LJU Inundaciones en España en los Mimos veinte años. Una perspectiva geográfica.
balses recién realizados con el objetivo de de- crecideis. También és importante respetar los
fensa, tendrán una vida útil de entre 50 y 100 cauces naturales, evitando construir edifica-
años, por lo que deiserán arbitrarse medidas ciones que singan de presas de contención en
para la defensa de las Vegas Media y Baja del época de avenidas.
Segura, para cuando se colmaten los mismos.
Se prevé realizar a medio plazo el estudio co- No hay que olvidar aquellas otras ac-
rrespondiente, que se concretará en la habili- tuaciones no estructurales, que en ocasiones
tación de un cauce adicional del río Segura pueden ser tan importantes como aquell£is, tal
que discuta por las zonas más bajas de la es el caso de los sistemas de irrformación
huerta, excavado totalmente en el terreno. Sin hidrológica, si bien el cuenca del Segura, al
embargo, las importantes dimensiones de es- parecer, desde la puesta en funcionamiento
te posible cauce y su trazado inciden de ma- del SAIH funcionan bastante bien; las mencio-
nera notable en la ordenación del territorio, nadas políticas de ordenación territorial; segu-
debiendo ser sometido a un severo análisis ros; y planes de emergencia.
para adoptar la solución definitiva en función
de las repercusiones económica y social En conclusión, compartiendo la opinión
(Botía Pantoja, 1992). También se ha de pen- de Genovés (1989), todas las medidas óe pre-
sar que la afección no puede eliminarse por vención a realizar, deben de estar interrelacio-
completo y tampoco sería deseable encarecer nadas, y su eficacia dependerá de la existen-
las obras hasta extremos antieconómicos. cia de una planes integrales de cuenca y
coordinados en función de las características
A veces, en el afán proteccionista frente de cada área, y de unas prioridades y objeti-
a las inundaciones, no se tienen en cuenta los vos previamente establecidos.
impactos medioambientales que con ello se
producen. La sustitución de los cursos natura- La lucha por controlar las avenidas e
les de los ríos por canales artificiales, lleva inundaciones en la cuenca del Segura, no ha
consigo la destrucción de los ecosistemas de terminado, ni creemos que termine nunca,
las riberas. Para evitar esto en algunos países constituye un fenómeno que está latente y
se está realizando la adquisición de ténsenos que aparece a capricho de la naturaleza. Este
ribereños que pasan a formar parte del patri- es uno de los grandes retos que tiene la so-
monio forestal (Ministerio de Medio Ambiente, ciedad murciana y alicantina, además de se-
1998). Siempre que sea posible deberían bus- guir conviviendo con el riesgo, el cual a través
carse soluciones lo menos agresivas posibles de todas las actuaciones realizadas, se inten-
para los ecosistemas. ta que cada vez sea menor.

Respecto a las obras de corrección


hidrológica, aunque absolutamente necesa-
rias, por sí solas, tampoco resuelven total-
mente el problema. Sirva como ejemplo una
lluvia de 2 horas caída en Siera Espuña, la 8. REFERENCIAS BIBUOGRAHCAS
única zona perfectamente repoblada en la
cuenca, y que provocó en la rambla de Santa Albacete, E. (1944). Anteproyecto de defensa
Ana una venida de 200 m^/s, saltó por encima de la Huerta de Murcia contra las avenidas del
del puente existente en el centro de Totana, e Guadalerttín. Confederación Hidrográfica del
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